elCaribe

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OPINIONES elCaribe, MIÉRCOLES 31 DE OCTUBRE DE 2012

CAMINANDO

Danilo, entre el querer y el respeto

PEDRO DOMÍNGUEZ BRITO pdominguez@dominguezbrito.com

D

anilo Medina inició con buen pie y todo indica que con el tiempo sus pasos serán más firmes para el bien de la mayoría. Es una persona que conoce el camino que debemos seguir como nación y actúa con la inteligencia necesaria para alcanzar sus nobles metas. No le tiembla el pulso para actuar, analiza cada paso para evitar las pifias y entiende como nadie que asumió el poder

en medio de serias dificultades que requerirán de grandes esfuerzos para ser superadas. Si me preguntaran cuál es el mayor logro de nuestro gobernante, diría en un santiamén lo siguiente: Danilo Medina se da a querer y a respetar al mismo tiempo, algo que no resulta fácil en un presidente. Hay quienes sólo se hacen amar desde el poder, y de una forma improcedente, vendiéndose como mesías, como seres inalcanzables y superiores, donde el culto a la personalidad predomina, donde no se perdonan las disidencias porque el que no les hace reverencia es calificado como enemigo. Esos se rodean de sumisos radicales, de personas que les celebran hasta los bostezos y les justifican sus faltas. Sus acólitos los elevan hasta el Olimpo, les hacen creer que son insustituibles, pregonan que sin su presencia en el escenario el aire envenenará al público.

Quien se encumbra, prefiere hacerse de la vista gorda con lo que ocurre a su alrededor, pues piensa que una sanción implica un aplauso menos y la caída de una hoja de su laurel. Esos liderazgos los hemos visto con frecuencia, y si no están de la mano con el afecto libre de sus seguidores y hasta

Danilo Medina se da a querer y a respetar al mismo tiempo, algo que no resulta fácil en el ejercicio de un presidente de la República”. de quienes les adversan, tarde o temprano se desinflan. Otros se dan a querer de distinta manera, gracias a su humildad y sincera entrega a favor de los más necesitados. La gente los percibe como auténticos, que sufren el dolor ajeno, que están para ser-

vir y no para ser servidos, que reconocen que están en esta tierra para hacer lo correcto con el menos estruendo posible. Son grandes porque son sencillos. Y si a esto agregamos que se dan a respetar cerramos un hermoso círculo. Estos líderes inspiran emociones positivas y el temor a que si alguien falla en el cumplimiento del deber será sancionado. Cada cual se siente vigilado en el buen sentido, a sabiendas de que un error puede ser fatal si tiene alguna función pública. La impunidad tiembla en su mandato. El humano es más trabajador y honesto si se reconoce observado y con la posibilidad de perder lo conseguido e incluso de ir a prisión. Danilo Medina tiene grandes retos por delante. Vencerá en la medida en que siga dándose a querer y a respetar al mismo tiempo. l

El autor es abogado.

FORUM

Etiquetas y clichés

FERNANDO CASANOVA Y LLACA casanovafernando@gmail.com

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ace unos días Sara Hermann se sorprendía de que ningún grupo de intelectuales del país se había manifestado contra la aberración que quieren introducir en el sistema de derecho penal dominicano, en lo relativo a la violencia contra las mujeres. La queja de Sara viene porque ella cree

que los “intelectuales” tienen que estar siempre del lado de las causas que beneficien a la humanidad, las llamadas causas nobles. Y eso no es necesariamente así, tal y como ha sido demostrado largamente en la historia. Las etiquetas de: intelectuales, conservadores, izquierdistas, derechistas, progresistas, bueno, malo, romántico, o tantas otras, no son más que convenientes etiquetas. Y ya sabemos cómo funcionan las etiquetas, no son más que la información que alguien quiere dar para vender un producto, sin decir más de lo que le interese decir al etiquetador. Calificar o etiquetar a alguien de alguna perversidad con el fin de obtener beneficios ha sido una constante entre los hombres: “Habla mal de …, que algo quedará”, es una de las recetas favoritas entre los equipos de campañas de políticos,

BUEN OFICIO

Broncos ¿A QUIÉN CHIQUINO no le dijeron “no te me juntes con tal camarilla”? Muy probablemente nosotros también lo decimos o diremos a nuestros menores. Se intenta protegerlos de influencias grupales nocivas. Por su inexperiencia y necesidad de aceptación, son muy propensos a seguir cualquier corriente. Todos sin excepción estamos expuestos a mimetizarnos con situaciones o ambientes perniciosos, involuntariamente. Para evitarlo

quienes saben muy bien de eso, ya que toda su oferta está basada en etiquetas, clichés repetidos una y otra vez sobre lo buenos que son, y lo malo que es el otro. Es el agrupar conceptos mediante artilugios subjetivos del lenguaje, para sesgar los hechos, logrando la confusión deseada. El bien y el mal, en este mundo de relativismo, ya no son lo que eran. Para “el bien” existía una personificación, Dios. Para “el mal”, estaba Satanás. Los buenos eran los creyentes, los malos los ateos; lo blanco lo bello, lo negro lo feo; el pobre honrado, el rico tramposo. Creencias ilógicas que limitan el conocimiento y que sólo pueden ser cambiadas mediante el uso de la razón informada. La moral, la ética, las famosas buenas costumbres se han convertido en productos a vender; mercancías de la evolución del comportamiento humano y social.

¿Quién hubiese dicho que determinados grupos sociales o políticos se comportarían como vulgares ladrones una vez obtuviesen el poder político? Pero es así, pruebas tenemos más que suficientes ante nuestras narices. A las etiquetas sociales de algunos grupos humanos habría que ponerles, como a las de los supermercados, sus fechas de vencimiento. Por ejemplo: Vence una vez llegue al poder, o vence una vez salga del poder. También vencerías una vez cumplas 50 años. La supervisión de esas etiquetas quedaría a cargo de los encargados de la protección al consumidor, que a su vez llevarán su propia etiqueta de vencimiento. A Sara que no espere nada de “intelectuales”, es el producto más fácil de comprar y etiquetar. l El autor es abogado.

ROSAS PARA EL ALMA es necesario ser “yo” y no los otros, cuando en nuestro círculo se dice o hace algo incorrecto o inconsecuente. Que contertulios se dediquen a “acabar” a alguien, no debe llevarme a hacerlo a mí también. Tampoco asentir ante criterios o ideas con los que no me identifique, por más que la corriente alrededor induzca. l

CLAUDIA FERNÁNDEZ LEREBOURS claurinaferle@gmail.com PERIODISTA

¡Saca la viga! SAN PABLO nos exhortó a examinarlo todo y retener lo bueno, y a veces me pregunto, ¿es nuestro ojo capaz de hacer un examen justo a la luz del bien común? En Apocalipsis 2, nuestro Señor Jesús envía su mensaje a las siete iglesias y primero expone sus valores y fortalezas, luego denuncia aquello a lo que deberían renunciar o desestimar, pero antes se concentró en resaltar “lo fundamental”, las bases para crecer, prosperar

y seguir edificando vidas en la Fe. Igualmente, todos tenemos virtudes dignas de ser alabadas e imitadas, ramas saludables y fructíferas. Como Jesús, hagamos justicia a lo bueno, dándole siempre el primer lugar y desechemos lo malo, que a veces no son más que vigas en nuestros ojos. l

PASTORA LUCY COSME rosasparaelalma@gmail.com @lucycosme


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