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CÁMARA DE COMERCIO

CAMBIOS PARA UNA NUEVA REALIDAD

HÉROES ANÓNIMOS

LOS QUE PONEN EL PECHO A LA TORMENTA

TIEMPO DE SEMBRAR

CLAMOR POR SEGURIDAD ALIMENTARIA

EL BIENESTAR ANIMAL TAMBIÉN EXISTE

LA LUCHA ANIMALISTA DURANTE LA PANDEMIA

El periódico de San Andrés y Providencia Año 08 - Nº 169 - Mayo 2020 - Circulación Regional - Valor: $2.000 Pesos - www.elisleño.com - Tel: (57-8) 512 7981 - San Andrés Islas, Colombia - ISSN 2339-4463

ESPECIAL TURISMO EL CLAMOR DE COTELCO GOBIERNO & GREMIOS: ONE LOVE ESTAMOS EN EL PUNTO CERO S.O.S. TURISMO EDITORIAL / UN BUEN MOMENTO

ESCRIBEN: EDNA RUEDA MARIA MATILDE ETHEL BENT ANA I. MÁRQUEZ JANETH RAGA RAFAEL ARCHBOLD RAFAEL VARELA NADIM MARMOLEJO OSWALDO SÁNCHEZ JORGE SÁNCHEZ ELLIOT HOWARD BILLY LUNAZZI


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Urgen estrategia para afrontar la crisis del turismo en las islas

El clamor de Cotelco

Un llamado de urgencia al Gobierno Nacional para que defina una estrategia de respuesta rápida a los efectos de la crisis en la industria turística de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, causados por la pandemia de la COVID-19, hicieron los hoteleros agrupados en el capítulo local de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco). Carta con diez propuestas.

QUEDARSE EN CASA HOY SIGNIFICA VIAJAR MAÑANA #QUÉDATEENCASA

Por Nadim Marmolejo Sevilla Mediante una comunicación dirigida al presidente de la república, Iván Duque Márquez, firmada por Juan Carlos Osorio, presidente de la junta directiva del capítulo local de Cotelco, los empresarios del sector pusieron a consideración del jefe de Estado, diez propuestas como medidas adicionales para sacar a flote al turismo en el territorio de ultramar. Los hoteleros isleños organizados argumentaron que en el departamento insular se ha presentado una contracción o disminución operacional del 99.51%, lo que está obligando a los dueños de los establecimientos a revisar costos y gastos, especialmente los referentes a la contratación de personal. Según el gremio, el impacto de la crisis en el sector es muy grande pues de conformidad con el Sistema de Información Hotelera (SIH), la ocupación de los hoteles de las islas al 25 de marzo del presente año fue de 0,43% y hoy día todos están en cese de operaciones. Además, consideran que la recuperación puede tomar de seis a ocho meses. Las propuestas para Duque En primer lugar, para la operación de los establecimientos hoteleros, el gremio insular planteó la necesidad de establecer un subsidio para el pago de los servicios de acueducto, alcantarillado, aseo y gas, y aumentar el actual subsidio de la energía eléctrica. A cambio los hoteleros se comprometen a realizar prácticas de racionamiento en el consumo para no incrementar los actuales registros de suministro de estos servicios públicos. En segundo término, proponen que las islas sean exoneradas del impuesto al consumo para el caso de los alimentos y bebidas que se comercializan en el territorio. Cómo tercer punto, solicitan una intervención eficaz con la regulación de los precios de los productos de consumo local, alimentos, en especial, dado que las medidas expedidas por el gobierno nacional no aplican para las islas debido a que los precios de los productos de la canasta familiar traídos del interior del país, en particular, se incrementan por cuenta de los costos de transporte aéreo o marítimo. En cuarto lugar, proponen crear una subvención o subsidio a las nóminas desde la segunda quincena de abril del presente año hasta la primera de junio siguiente, con el objeto de salvar el empleo y aliviar el flujo de caja disminuyendo los gastos y costos a fin de seguir operando o evitar el cierre o la liquidación de hoteles.


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Gobierno & gremios: one love

También solicitaron créditos para pagar la nómina, con intereses tasa cero y seis meses de período de gracia, a un plazo de tres años, con la posibilidad de descontar de la renta el 120% de esos pagos. La quinta propuesta comprende la eliminación de la sobretasa existente y durante dos años para estimular que las aerolíneas continúen con sus frecuencias a las islas e incluso las puedan incrementar. El punto sexto de las iniciativas de los hoteleros del archipiélago tiene que ver con una solicitud explicita de que el gobierno nacional subsidie los servicios terrestres aeroportuarios, y, como siguiente punto, garantice que los aeropuertos de San Andrés y Providencia cuenten con los mecanismos de seguridad y sanidad requeridos para proteger la higiene de los visitantes y pasajeros en general. Como octava propuesta los hoteleros isleños plantean la aplicación de una tarifa especial para los envíos de productos de aseo y limpieza que transporten desde el continente hacia las islas las empresas curriers, como Deprisa, para poder cumplir con los parámetros de sanidad

SOS Turismo

El turismo atraviesa por la crisis más grande de toda su historia, nunca el sector se había enfrentado a una situación como la que estamos viviendo: aeropuertos cerrados, aerolíneas en tierra, hoteles fuera de operación, puertos sin barcos. Las empresas del sector turístico fueron las primeras afectadas por la crisis generada por la COVID-19 y según lo que indican varios expertos, serán estas empresas las que tardarán más tiempo en recuperarse. Según el Centro de Pensamiento Turís-

decretados por el Ministerio de Salud. En noveno lugar, piden de manera urgente mejorar en el corto plazo la calidad de la conectividad digital, para poder implementar el teletrabajo y el estudio desde la casa con tarifas económicas. Por último, los hoteleros le dicen al presidente Duque Márquez que se requiere de una gestión urgente para revisar el tema del muelle departamental, ya que consideran que existe monopolio en el otorgamiento de las tarifas para el uso del puerto marítimo local. Angustia nacional Por su lado, el presidente ejecutivo nacional de Cotelco, Gustavo Toro, en una sesión virtual con la bancada del partido de gobierno, el Centro Democrático (CD), puso en conocimiento de sus congresistas lo que denominó "la angustia de los hoteleros del país" a raíz de la crisis originada por la pandemia. El dirigente gremial advirtió que "la situación es más terrible en la provincia" y solicitó al ex presidente, Álvaro Uribe Vélez, que no los dejen solos. Se mostró

muy preocupado por el futuro de los gremios del turismo porque, afirmó, corren el riesgo de quebrarse debido a que sus afiliados no tienen hoy capacidad para pagar sus cuotas de membrecía. Durante el encuentro con el CD, Toro se quejó de la tardanza en llegar la ayuda decretada por el gobierno nacional para el turismo. Declaró que los recursos ($150.000 millones) destinados para el sector no se han hecho efectivo todavía, pues la banca no le ha prestado a ningún empresario hasta el momento. Esto, dijo, tiene a las empresas con serios problemas de liquidez hoy día. Por último, Toro se mostró en desacuerdo con el planteamiento del ministerio de hacienda de eliminar los días festivos durante el segundo semestre del año; argumentó que los puentes festivos son vitales para el turismo en Colombia. Y consideró como una persecución las inspecciones que viene realizando el ministerio del trabajo a las empresas del sector turístico por el tema de la suspensión temporal de los contratos laborales, ya que lo hecho hasta el momento en tal sentido ha sido ajustado a la ley.

Teniendo en cuenta que cerca del 90% de la economía de la isla se mueve directa e indirectamente por el turismo, el Gobernador Everth Hawkins Sjogreen, junto con los secretarios de Turismo y Salud, se reunió con diferentes representantes agrupados en el Comité Intergremial y productivo del Archipiélago (Cipar) para buscar salidas a la crisis generada. Después de analizar la compleja situación de cada sector, entre los que se encontraban agremiaciones como Hoteleros, Posadas Nativas, Clúster de Turismo, Agencias de Viajes, Cámara de Comercio, entre otras; se llegó a la conclusión de plantear un rescate económico al Gobierno Nacional, con el objetivo es mantener la empleabilidad y no dejar de promocionar la isla como destino turístico. “Tienen toda la disposición de no despedir personal, pero para eso debe haber unas medidas especiales para el archipiélago que permitan el rescate del sector turismo, ya que es la fuente más importante de ingresos que genera al departamento, tanto directa como indirectamente”, afirmó el Gobernador Everth Hawkins Sjogreen. El mandatario agregó que, a pesar del esfuerzo gubernamental, el cual los ha incluido en la autorización del pago de energía y aseo para todo el departamento, no es suficiente “porque la recuperación de la economía será muy lenta y no se podrá garantizar hasta tanto no se solucione el tema del Covid-19”.

tico de Colombia (CPTUR) los actores que conforman el sector generaron en el año 2017 1,3 millones de empleos directos, lo que representa una participación del 7,8% en el total del empleo del país, pero si contamos el empleo indirecto, estas cifras son mucho mayores, de esta industria se benefician: pescadores, agricultores, taxistas, empresas del comercio, proveedores de servicios, entre otros. En la isla de San Andrés, casi que la totalidad de la economía depende del turismo, ¿qué haremos para evitar que se genere una crisis social en este frágil departamento del país? En Cartagena y Santa Marta, la situación no es muy diferente, el turismo genera una parte importante de los empleos de la ciudad y muchas otras personas viven de la economía infor-

mal trabajando en actividades como ventas ambulantes, masajes, alquileres, entre otros. En este momento las ayudas planteadas por el Gobierno se enfocan en aplazamientos de pago de impuestos y préstamos, pero esto no es lo que necesita el sector, ya que de nada sirve que aplacen los impuestos cuando las empresas difícilmente sobrevivirán para pagarlos. O hacer que las empresas se endeuden para luego pagar altas cuotas con intereses, cuando estas no tendrán por un tiempo para pagar los gastos mínimos a los que están obligados. En este momento se necesitan ayudas reales que les sirvan a las empresas a pagar nóminas, servicios, arrendamientos y otros básicos. El Fondo Nacional de Turismo (Fon-

tur) es el fondo que administra los recursos del turismo, para el año 2020 cuenta con un presupuesto de doscientos ochenta y seis mil millones ($286.000.000.000) que se proyectó serían utilizados para la ejecución de proyectos de Infraestructura Turística, Competitividad y Promoción, muchos de los cuales no se podrán ejecutar. Fontur debería reconsiderar la inversión de sus recursos actuales y realizar la devolución del total de los aportes recibidos durante el año 2020, para apoyar a las empresas que tanto lo necesitan en estos momentos. Será un año distinto, donde se necesitará salirse del molde y tomar medidas excepcionales para ayudar a los más perjudicados. Salvemos el turismo...


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TURISMO / ¿El mejor momento para empezar?

“Estamos en el punto cero”

A propósito de la reunión del gobernador Everth Hawkins Sjogreen con varios actores relacionados con el turismo en las islas, el secretario de dicha cartera, Sebastián Ospina Archbold, dialogó con EL ISLEÑO a cerca de este S.O.S. conjunto que elevaron dichos gremios hacia el Gobierno Nacional y de otras gestiones encaradas a raíz de la emergencia del Covid-19. Por Billy Lunazzi Celis De acuerdo con el funcionario, durante esta época de aislamiento preventivo, como secretario de Turismo Departamental se ha dedicado a preparar la reactivación paulatina; capacitándose y participando de numerosas charlas que de forma virtual, se vienen realizando para fortalecer la industria, de cara a la denominada etapa post Coronavirus. ¿Qué planes tiene esta Secretaría para el tratamiento de la industria local turística durante el tiempo de cuarentena? “Hemos creado una articulación efectiva entre los gremios, grupos de interés turísticos y el gobernador, recopilando sus inquietudes, miedos y también sus posibles soluciones, en aras de crear juntos un ambiente propicio que evite la quiebra del sector. Porque para nadie es un secreto que un alto porcentaje de la población de San Andrés está relacionada con esta industria de una forma u otra, dado que es el primer renglón de nuestra economía y aun cuando esta dependencia es una condición peligrosa, nos pone un reto interesante en aras de volver a surgir”, indicó. De hecho, el pasado 28 de abril, dichos actores se reunieron con el secretario y con el gobernador, y determinaron elevar una petición conjunta de rescate económico insular –que desde luego incluye a Providencia y Santa Catalina–, dirigida a la Presidencia de la República y a diferentes ministerios. A propósito de este municipio, Ospina recalcó que la comunicación con su secretaria de Turismo ha sido muy fluida, a fin de compilar todas las sugerencias y quejas que también allí han manifestado como sector, aun cuando su sistema turístico es muy distinto al de San Andrés y corresponde en su mayoría a mipymes, pymes y empresas familiares. Además comentó que, “nuestro caso es distinto al de otros destinos turísticos colombianos como Cartagena o Santa Marta, por ejemplo, puesto que esas regiones tienen otro tipo de industrias, que inclusive exportan; nosotros perdimos esas bondades con el paso del tiempo, dedicándonos exclusivamente al Turismo, sin prever que una situación de esta magnitud nos fuera a afectar en algún momento”. Ospina recordó que el gremio en mención fue el primer afectado y será el último en recuperarse, porque éste no es vital para la vida humana; y por eso invita a trabajar todos juntos, sector público y privado, de acuerdo a la directriz del gobernador. “Por eso la reunión de casi tres horas con los actores vinculados al Turismo, porque aquí no se trata de que el Gobierno sea quien encuentre todas las respuestas

para reactivar la industria, sino que deben ser cientos de cerebros pensando en cómo hacerlo; por eso todas sus sugerencias son importantes”, añadió. La misiva que será enviada al Gobierno Nacional está en proceso de elaboración, junto a otras tareas que se le adjudicaron a los gremios y a la Cámara de Comercio; esta última aportará las cifras para robustecer el documento con los números de cuánto ha perdido la industria, en qué momento se volvería al punto de equilibrio, y otras. Riesgos y temores Si bien se han generado una serie de ayudas, en temas alimenticios y de servicios públicos para algunas familias de las islas, esto no es sostenible con el tiempo; y si los empresarios no tienen la suficiente liquidez para sostener por ejemplo, la nómina de sus empleados, la estabilidad del Departamento estaría en grave peligro porque el Gobierno Departamental no podría sostener a toda la población por largo tiempo. “Evidentemente dependemos ahora del sector público, y por eso se están generando las condiciones para la reactivación de los grandes y pequeños operadores”, resaltó el secretario. Otra cosa que enfatizó el funcionario, es que si bien todos en el archipiélago están esperando superar esta crisis, la reactivación se irá dando de forma gradual cuando las condiciones lo permitan; porque –en sus palabras— no se puede aperturar la isla sin estar listos, por ejemplo, en materia de bioseguridad.

a medida que vayan llegando turistas se vaya recuperando el equilibrio económico, social y ambiental. ¿De qué manera están proyectando la reapertura del destino, con todo este paquete de medidas? Desde la Presidencia aún no se ha dictado la fecha en la que se abrirán los aeropuertos, hasta ahora solo me manejan supuestos. Nosotros por ejemplo, estamos previendo que el de San Andrés pueda abrirse a partir de junio, cuando podamos implementar todas las medidas de bioseguridad, no solo a nivel local sino también de manera coordinada con las terminales aéreas desde donde vengan los turistas. Aquí también tomaremos otras medidas, como la práctica de un doble check así los viajeros sean asintomáticos; incluso nosotros en el sector oficial, en el momento en que tengamos que salir a atender compromisos públicos, tendremos que practicárnoslas porque ninguno estará exento. Si estas medidas desde el destino emisor no se cumplen, tendrán que ponerse ciertas restricciones, tal y como lo ha dicho el gobernador Everth Hawkins. ¿Cuáles serían las medidas, una vez que haya turistas en la isla? Las medidas de distanciamiento se mantendrán, así como el uso de tapabocas hasta tanto sea necesario; los grandes y pequeños operadores serán capacitados en temas de limpieza y bioseguridad; no se permitirán las aglomeraciones, lo cual incluye las playas, y las lanchas no podrán estar abarrotadas para nada.

“A propósito esa es otra exigencia que le haremos al nivel central, y es que los turistas lleguen a la mano con pruebas rápidas de Covid-19 con resultado negativo, practicadas en el aeropuerto emisor. No se trata solo de solicitudes económicas”, manifestó.

Por eso, insistimos, el tipo de servicio que se preste de aquí en adelante será muy diferente; el mercado será muy distinto, y los operadores tendrán que adaptarse porque los controles serán más estrictos, por su propio bien, el de los turistas y por el de los residentes. Debemos buscar ante todo el bien común.

¿Los llamados operadores informales están incluidos en esta petición de orden nacional que se está elevando? La idea inicial es que precisamente estos prestadores de servicios se organicen, porque no podemos seguir con estas malas prácticas de turismo depredador e informal. Así que la invitación es a que normalicen su actividad y que vean cómo en la formalización hay bastantes beneficios y también responsabilidades; porque este nuevo turismo será mucho más exigente que el que veníamos teniendo.

Para el cumplimiento de todos estos protocolos contamos con el apoyo de la Policía de Turismo y de todas las demás autoridades. Adicionalmente, como la cartera de Turismo trabaja trasversalmente con otras del gabinete, tendrán que estar muy atentas para garantizar el bienestar de quienes nos visitan. Con el secretario de Salud es con quien estamos alineados, tomando medidas y protocolos para salvaguardar la vida, de acuerdo a los decretos que va emitiendo a nivel nacional el Gobierno.

Este paquete de rescate económico busca irrigar a todos los sectores, inyectando liquidez que les permita sostenerse en el tiempo; así que se verán beneficiados, directa o indirectamente, dependiendo de las decisiones que se tomen en el camino en pro de toda la cadena de valor. Lo que buscamos es que el dinero circule y que

Muy cerca del ‘Covidfree’ Ospina ve con optimismo que, de seis casos reportados en San Andrés, ya se han recuperado cuatro, y que se está muy cerca de ser un departamento ‘libre de Covid-19’, según los datos del Ministerio de Salud.

De seguir en esta misma línea, se trataría del único destino turístico que podría darse ese lujo y podría aprovecharse a favor de la industria como una forma de promocionar el destino, para que los visitantes lleguen con confianza. El visitante verá con muy buenos ojos, que un destino tan bello presenta ‘cero casos’ del virus. “Por esos –enfatiza Ospina– Las medidas adoptadas y las que se implementarán no son dictadas por capricho, sino que están fundamentadas en bases científicas para evitar que se siga propagando la pandemia en el Departamento; y con eso también le damos confianza a nuestra población…”. Otras preguntas que se van a formular los próximos turistas será ¿Qué tal es el nivel hospitalario del destino? ¿Cuántas camas en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) poseen? y otros temas similares. A propósito de las camas en UCI, el hospital fortalecerá en próximos días una nueva sección, al igual que el servicio en Providencia El secretario también resaltó el hecho de que San Andrés no tenga terminales terrestres, pues según dio, lo que en otras ocasiones podría parecer un factor adverso, en este momento es una ventaja porque se puede establecer un control más efectivo de la entrada y salida de la isla. Igualmente, anticipó que se tiene programadas unas jornadas de limpieza y un embellecimiento de la isla, de cara a los preparativos ante una eventual reapertura del aeropuerto. ¿Piensa usted que es este un momento clave para repensar el destino? Absolutamente. No ha habido un momento en 60 años, desde que venimos ofreciendo turismo, más idóneo que éste. Se puede decir que estamos en el punto ‘cero’, porque por el aeropuerto no está entrando nadie; ninguna persona está percibiendo dinero fruto de la actividad. Si este no es el momento, me cuesta imaginar cuándo… Por eso en este momento debemos también repensar el tema de la Política Pública de Turismo y de la Marca Región; el momento es ahora. De ahí que en esta Secretaría no hemos parado, estamos conformando un equipo de personas brillantes para que propongamos hacia dónde debe ir el turismo y creemos un nuevo paradigma en este sentido. La isla va a tener que tener otras actividades económicas fuertes como la agricultura y la pesca, como lo fue hace unos años. Si bien no tenemos una extensión de tierra muy grande, si la tenemos en mar; porque recordemos que somos el departamento más grande de Colombia por su maritorio. Repito: muchos operadores no podrán


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“Las palabras claves de ahora en adelante serán seguridad y confianza” continuar como lo venían haciendo, y de ahí que la formalización va a ser la clave; de eso nos vamos a encargar nosotros, en eso seremos muy estrictos. Quien no esté formalizado lamentablemente no va a poder ejercer. Hacer parte de una empresa o hacer empresa, paga. Usted mencionó el tema de la Política Pública de Turismo (PPT). ¿Será prioritario para esta administración? Personalmente me obsesiona el tema, porque la Política Pública es como una carta de navegación, de lo que queremos, de lo que no… Y ante todo, de lo que sí debe construirse para que subsista en el tiempo. No debe ser diseñada solo para cuatro años, sino para mucho, muchísimo más. Como lo mencioné anteriormente, tenemos que aprovechar esta coyuntura y el hecho que también que se actualizará el Plan de Ordenamiento Territorial (POT); precisamente estamos preparando todo con el secretario de Planeación, Bartolomé Taylor, quien es otro apasionado por el tema. Esperamos, una vez quede aprobado el Plan de Desarrollo, adelantar la tarea número uno que será la PPT. Posteriormente seguiremos con la Marca Región, para definir cómo nos venderemos ante el mundo, qué promoción queremos, a qué target le apuntamos, entre otros. Por último, usted es reconocido como una persona apasionada por el Turismo. Más allá de la crisis y el dolor que ha ocasionado a nivel mundial toda esta situación, ¿Ve algo de oportunidad en ello? Mire, la isla siempre ha tenido todo a favor y aunque ahora las condiciones no son las mejores, si observamos bien San Andrés no está tan afectado, aun con el riesgo tan enorme que representa nuestra distancia geográfica con el resto de Colombia; o por el precario sistema hospitalario que tuvimos que recibir. En comparación con otros destinos, en donde ya han tenido al menos un muerto o pacientes en UCI, yo pensaría que podemos seguir siendo optimistas y que sí podremos sacarle ventaja a esta situación. Creo el planeta, y desde luego la islas, necesitaban de este break y se han dado manifestaciones de que cuando el ser humano deja de ser tan depredador, sí podemos fomentar un ambiente sostenible. Así que seguiremos trabajando juntos, de la mano sector público y privado, para asumir los nuevos retos con optimismo, estudiando diariamente y alistándonos para saber cómo sacamos esto adelante de manera segura. Estas van a ser las palabras claves de ahora en adelante: seguridad y confianza, tanto para la comunidad como para los visitantes.

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Los que le ponen el pecho a la tormenta…

Héroes anónimos

La emergencia sanitaria a raíz de la pandemia del Covid-19, ha derivado en la implementación de medidas extremas, que buscan reducir al máximo el riesgo de contagio y propagación del virus. Entre esas, está el aislamiento obligatorio, que ha llevado a muchos a dejar de trabajar o hacerlo desde casa, aprovechando las dinámicas ofrecidas por la tecnología. Por Elliot Howard Sin embargo, hay profesionales de distintas áreas o empresarios, que ya sea por la importancia de la labor que realizan o por su alto grado de compromiso con la comunidad, no han parado y siguen cumpliendo sus funciones y aportando su inmenso grano de arena para solventar la crisis en San Andrés. Guardia constante Desde el Hospital Departamental, Clarence Lynd Newball, por su parte, Jijan Guerrero, haciéndole honor a su apellido, lucha día a día cumpliendo a cabalidad su labor de enfermería, aun cuando su estado de embarazo, le exige mucho más cuidado. Siendo consciente de las falencias que tiene el Hospital, Guerrero se mantiene constante en su trabajo, manteniendo la calma aun en medio de la crisis sanitaria y contagiando de optimismo a sus compañeros. “Es una situación especial, sin precedentes en muchos años, que nos ha cogido por sorpresa a todos, pero esa es nuestra labor, y por más que queramos estar en nuestros hogares seguros con nuestras familias, esta es nuestra misión, y la hacemos con el mayor de los gustos”, expresó. Agrega Guerrero que, si bien la crisis no se ha agudizado en el país, como en otras partes del mundo donde los sistemas de salud han colapsado, “no se puede bajar la guardia, y como ciudadanos, debemos ser responsables y debemos acatar las normas que nos impone el gobierno, como la cuarentena, que por ahora es la más segura y eficaz de todas”. Donaciones: caretas para la salud Otro anónimo, de tantos que han surgido de esta situación, es Alejandro Medina, un sanandresano graduado en ingeniería de sistemas y con alma de emprendedor, que este martes 7 de abril donó 35 caretas de protección para los médicos del departamento, quienes son los más expuestos al contagio del coronavirus. Medina es dueño de una empresa de iluminación led, Luminaled S.A.S., la cual comercializa todo tipo de lámparas de exterior o interior, siempre con tecnología de luces Led. Así mismo, se caracteriza como una persona que le gusta aportar a modo de iniciativas o de productos, siempre que la situación lo amerite. Es por esta razón que le surgió la iniciativa de las caretas, proyecto que fue respaldado por la fundación Amigos Por la Vida, que ayudó muchísimo en la consecución y producción de las mismas. Están “hechas en 3D en la parte del marco y soportes, la parte de protección es un acetato que cumple perfectamente la función y un elástico para sostener la cabeza”, explicó Medina. El aseo público, vital en la crisis. La labor que realizan los trabajadores de la empresa de aseo Trash Busters, por estos días de emergencia sanitaria, es vital. EL ISLEÑO pudo dialogar con Jaime Miranda Olivares y Priciliano Manuel De Armas, orgullosos trabajadores que, al igual que los trabajadores de la salud o los servidores del orden público, cumplen su labor en medio de la crisis. Miranda Olivares es un reconocido trabajador de Trash Busters. Con más de 15 años de experiencia, ha sido operario de barrido, recolector, radio operador y, desde hace 10 años, es conductor del camión de residuos sólidos urbanos.

Todo un ejemplo de superación, que en este 2020, espera subir un peldaño más “he tenido la oportunidad de estudiar en el SENA la carrera de técnico en conservación de recursos naturales, de la cual estoy muy cerca de la certificación”.

do la palabra, apoyando a la comunidad, atendiendo los sectores de la mano con la Gobernación Departamental y las demás instituciones”, manifestó.

Desde que se declaró como pandemia se ha refugiado en la fe y en la oración. Trash Busters los ha dotado de todos los elementos de desinfección y seguridad. Y no siendo poco, sigue todos los protocolos de seguridad al llegar a su hogar.

El arte es definido coloquialmente como cualquier actividad o producto realizado con una finalidad estética y también comunicativa, mediante la cual se expresan ideas, emociones y, en general, una visión del mundo a través distintos recursos.

Por su parte, Priciliano Manuel De Armas, con ocho años al servicio de la empresa, es otro trabajador agradecido de Trash Busters y todos sus superiores, por el trato y la confianza que le han brindado.

Este es el caso de María Antonia Ruiz Santamaría, artista plástica graduada de la escuela de Bellas Artes en Medellín, con experiencia en España, donde trabajó y aprendió sobre el cuidado y la conservación del medio ambiente, priorizando el material reciclable: el arte con material reutilizable.

Desde que inició la crisis, Manuel De Armas también sigue al pie de la letra los protocolos de seguridad, y si bien no ha dejado de sentir temor, también se siente resguardado porque tiene a disposición todos los elementos de bioprotección. Guardianes de sociedad Una de estas profesiones guardianas es la de los policías que a diario exponen sus vidas para garantizar la seguridad pública. Y entre ellos, el teniente David Fernando Rojas Díaz, Jefe de Planeación del Departamento de San Andrés, es un héroe anónimo comprometido con la comunidad de las islas.

El arte de lo reutilizable

Bajo esta premisa, Ruiz Santamaría, a través de su creatividad, ha “replanteado su arte y ha buscado generar nuevas dinámicas de distracción para la población infantil, a la que el COVID-19 también ha afectado duramente, pues les ha cambiado drásticamente el estilo de vida”.

“Estos son sólo algunos de los cientos de héroes anónimos que le ponen a diario el pecho a la tormenta”

Trillado está en las conversaciones populares, el supuesto desentendimiento y bajo grado de relacionamiento entre los miembros de la Institución Policial que vienen de afuera de la ínsula y la comunidad raizal. Sin embargo, el Teniente Rojas tiene otra historia, y EL ISLEÑO pudo dialogar con él para contarla.

Con materiales reciclables, como botellas plásticas, trozas de cartón de panales de huevo, tubos de cartón de papel higiénicos, entre otros, ha fabricado 150 kits, con dos unidades cada una, que fueron distribuidos entre el personal de Tras Busters, empresa donde traba actualmente.

Desde el hospital Clarence Lynd Newball, también batalla duramente Coraima Erazo, médica general, a quien en sus primeros meses como galena le ha tocado enfrentar la crítica situación que ha supuesto el COVID-19 para el mundo. En primera línea de la batalla

Rojas Díaz, oriundo del Quindío, es un policía que lleva ya más de dos años ganándose el corazón de la comunidad isleña. Para él, el entendimiento del ser humano, primeramente, reconociendo diferencias, cualidades y defectos, es la clave para la articulación con la comunidad.

Erazo es consciente de las falencias del sistema de salud en general en todo el país, aun así, no niega una gota de sudor desde su profesión: “me desempeño con gran vocación y siempre al servicio de la comunidad ante cualquier eventualidad o ayuda que se necesite”.

“Lo primero es el entendimiento de la cultura que identifica la comunidad raizal, entender que tienen particularidades muy especiales; son gente de mar con un proceso histórico importante y que en este territorio han desarrollado una particular forma de relacionarse e integrarse con las autoridades, por su singular cultura”, manifiesta Rojas.

Como parte del personal médico del hospital, Erazo hace parte de la primera línea de atención de los pacientes con sospecha o confirmados de COVID-19, lo que le ha representado una experiencia difícil y riesgosa, pero al mismo tiempo conmovedora, ya que “muchos pacientes confirmados o sospechosos presentan gran labilidad emocional, desde pánico hasta crisis de ansiedad y depresión, lo cual afecta directa e indirectamente a sus familiares y entornos”.

Ha sido precisamente esta forma de ser, la que lo ha llevado a entenderse, incluso mediante el krioul con el pueblo raizal, quienes han sido los que le han enseñado y explicado su propia lengua. Durante la emergencia sanitaria por el coronavirus, Rojas ha asumido un rol diferenciador, ha acompañado, en la medida de sus posibilidades y deberes, las entregas de ayudas humanitarias como mercados a aquellas familias que más lo necesitan. “El ser humano tiene diferentes pensamientos, pero en esencia tiene el mismo corazón y con ese espíritu que, tiene la gente de la isla, la iniciativa ha sido estar allí, haciendo un acompañamiento, fortalecien-

A pesar de la alta exposición que tiene y el foco de contagio que puede llegar a ser, Erazo se ha sentido respaldada y apoyada por su familia, sin sentir ningún tipo de rechazo en su comunidad, de los cuales muchos médicos en el país ya han sido víctimas. Desde su profesión, esta joven médica ha seguido al pie los protocolos de desinfección, para evitar eventualidades; asimismo, ha compartido sus conocimientos en el área de salud, “educando directa o indirectamente, con el fin de prevenir, ya que solo de esta manera se puede evitar eficazmente enfermedades de alto contagio como esta”, expresó.

Educando a pesar de las adversidades En estos tiempos en los cuales el distanciamiento social es la única arma eficaz contra el COVID-19, el internet y las herramientas virtuales, que han reconfigurado y reinventado las formas en las que nos comunicamos e interactuamos, aparecen como las herramientas ideales para continuar ‘normalmente’ la vida. Precisamente, ha sido la educación, en todos sus niveles, la que ha necesitado más del internet para poder seguir implementándose. Y en San Andrés no ha sido la excepción. Saluar Yáñez Rodríguez, profesional en pedagogía infantil, ejerce como profesora de segundo de primaria en el colegio Cajasai. Entre los retos que ha debido afrontar a partir de la pandemia para cumplir con los objetivos escolares trazados para este año, ha sido el adecuar las clases presenciales al método virtual, un desafió que ha requerido de disposición y paciencia. Si bien, en un principio, los acudientes se rehusaron a que sus hijos recibieran las clases virtualmente debido al insuficiente servicio de internet en la isla, Yáñez no se rindió y diseñó estrategias que facilitaron tanto la labor de los padres como el aprendizaje de los niños. “Nos tocó adecuar las clases por medio de guías y subirlas a la plataforma virtual de Cajasai. Nos conectáramos con la aplicación Zoom para ir guiando el proceso de aprendizaje. También por medio de tutoriales que yo diseñé para que fuera más fácil la realización y ya nos conectamos mejor. A veces la señal de la isla no nos ayuda, pero casi siempre se cumple el objetivo”, expresa Rodríguez. El agua sagrada Son 73 hombres y mujeres comunes, como todos, pero que gracias a su labor, hoy cientos de isleños pueden estar seguros en casa lavándose las manos, bañándose, o incluso lavando su ropa para protegerse y no contagiarse de este virus que ya registra seis personas contagiadas en el departamento. Son los operarios de Veolia, Aguas del Archipiélago. Una cifra quizás mínima, pero que para trabajadores como Roberto Kelly, encargado de corregir las fugas de agua en las calles, es un riesgo, ya que día a día expone su vida al salir de casa para realizar su labor, por ello, se encomienda a Dios para regresar a casa sano y sin el virus que amenaza a todos, sin exclusión alguna de raza, credo y/o estrato social. “A raíz del coronavirus nos ha tocado trabajar un poco más duro para asegurarnos de que la comunidad reciba el agua en sus viviendas y pues yo le he dicho a mi familia cuando salgo en la mañana de la casa que estén orando por mí y mis compañeros porque estamos todos los días muy expuestos al virus”, acentúa Kelly al manifestar que él también hace la misma petición a Dios. Estos hombres y mujeres como él, quienes cumplen funciones esenciales, como bombear, limpiar, conectar una tubería, leer un contador, entregar una factura y hasta cerrar y/o abrir una llave para que todos tengamos agua en casa, trabajan bajo el implacable sol y calor de nuestras islas, en condiciones en las que además exponen sus vidas, no solo por un accidente, sino por ser contagiados del virus que se transmite sin saber de quién, incluyendo a sus seres más queridos.


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Clamor por seguridad alimentaria manifiestan productores del agro

Tiempo de sembrar...

La organización de emprendedores y productores agropecuarios de las islas ‘Raizal Youth Organization’, dirigió una carta reciente al gobernador Everth Hawkins Sjogreen en la que exponen la delicada situación del sector que representan, y formulan un llamado a proteger mediante un plan especial, la seguridad y la soberanía alimentaria del Archipiélago. dades para innovar en las formas de producción y comercialización sostenibles de los productos locales.

(Redacción) En este sentido, consideran necesario y urgente generar acciones sostenibles a corto, mediano y largo plazo, que ayuden a mitigar el impacto en términos alimentarios de una crisis que apenas comienza y de la cual –estiman– “tardaremos bastante en recuperarnos”. Plan Departamental de Extensión Agropecuaria (PDEA). A continuación, el contenido de la misiva:

9. Generar estrategias que garanticen la comercialización de productos locales y apoyen su consumo. 10. Eliminar la pesca industrial de las aguas del Archipiélago, para garantizar el uso sostenible de los recursos pesqueros y su permanencia en las islas para contribuir a la seguridad alimentaria

San Andrés islas, abril 2020

Las personas que formamos parte del sistema agroalimentario del pueblo Raizal y los productores independientes; agricultores y agricultoras, pescadores y pescadoras, y criadores y criadoras de animales, somos claves para enfrentar la situación actual de la mejor manera posible.

Señor: Everth Hawkins Sjogreen Gobernador Archipiélago de San Andres, Providencia y Santa Catalina. Ciudad Apreciado Gobernador, Reciba un cordial saludo. Por medio de la presente, nosotros, agricultores raizales y residentes de la isla de San Andrés, respetuosamente nos dirigimos a usted para manifestarle nuestra preocupación frente a la actual situación y plantearle la urgente necesidad de que el Gobierno Departamental actúe frente al tema de la seguridad y soberanía alimentaria del Archipiélago que hoy, más que nunca, se ve seriamente amenazada. Durante las últimas semanas hemos visto como la pandemia del Covid 19, ha venido afectando la vida, la salud y la economía a escala global. Las medidas llevadas a cabo por los distintos Estados para enfrentar la situación, han empujado a la economía y el comercio a sus límites, afectando todas las dimensiones de la soberanía y la seguridad alimentaria del país y en especial del Archipiélago. Como agricultores, hemos previsto que se reducirá considerablemente la disponibilidad de alimentos e insumos agrícolas, tanto en la producción local como a nivel nacional e internacional, por el confinamiento global, el cierre de fronteras y el alza de los precios, generando una

crisis alimentaria nunca antes vista. Una crisis que apenas comienza y de la cual tardaremos en recuperarnos. En este complejo panorama global, consideramos que es hora de volver a mirar hacia nuestras raíces, para avanzar en la construcción de un modelo económico alternativo que valorice el sistema agroalimentario del pueblo Raizal y los modelos de producción agrícola local. Con una producción a pequeña y mediana escala que, bien manejada y apoyada, es capaz de producir una parte importante del alimento que requiere el Archipiélago, por lo cual se constituye en una de las principales alternativas para afrontar la crisis que se avecina. En este sentido, consideramos necesario y urgente generar acciones a corto, mediano y largo plazo, desde una perspectiva integral de desarrollo agropecuario y pesquero sostenible en el Archipiélago, que ayuden a reducir el impacto, en términos alimentarios, de la crisis que apenas está comenzando. Para ello, proponemos lo siguiente: 1. La creación del plan departamental de extensión agropecuaria (PDEA) y la conformación del sistema territorial de innovación agropecuaria como lo estable-

ce la ley 1876 de 2017 (Ley de Innovación agropecuaria.) 2. Activar el Consejo Seccional de Desarrollo Agropecuario y el Comité Departamental de Seguridad Alimentaria. 3. Poner en marcha de la Política de Seguridad y Soberanía Alimentaria. 4. Realizar la planificación de la oferta y la demanda de alimentos en el Archipiélago y la elaboración de un plan de emergencia para que los agricultores cultiven alimentos de ciclos cortos, medios o transitorios. 5. Apoyo logístico y financiero para importar insumos a nivel nacional o internacional. 6. Implementar acciones para suministrar agua potable y suficiente a los sitios de producción agropecuaria. 7. Entregar subvenciones o insumos y apoyo técnico a los agricultores para que puedan sostener y escalar su producción ante la crisis. 8. Invertir en programas de formación empresarial y extensión rural y agroecológica que permitan crear nuevas capaci-

Confiamos en su liderazgo y en el sentido de compromiso que ha demostrado con el bienestar de todos los habitantes del archipiélago, para que en medio de esta situación, realice acciones orientadas a garantizar la seguridad y soberanía alimentaria del Archipiélago, las cuales requieren urgencia, antes que la crisis sea aun peor. Esperamos su pronta respuesta. Atentamente, Julene Francis – Representante Legal de la Organización de Jóvenes Raizales. Faber Gonzales Pareja- Gerente HIdrofarm S.A.S. Tomas Guerrero Jiménez- Gerente Hidroponic Farm S.A.S Nelson Marin- Gerente Marin Farm. Lancelot Forbes Williams- Agricultor Raizal. Carolyn Nelson- Agricultora RaizalZoila’s Garden Justo Barrios Taytos - Gerente Paradise Farm. Mario Nelson - Agricultor Raizal Andres James Brant - Agricultor Raizal CC. Brigitte Archbold, Secretaria de Agricultura.


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FOTO NOTICIA

Little Reef, vida posible más allá de la muerte La loable acción de siembra de corales en el santuario marino de Little Reef y la asombrosa respuesta de la generosa naturaleza que siempre devuelve el doble, o más de lo que se le da, es un hecho que contrapesa con vigor la actitud avara de quienes sin respeto por la vida, ven en este lugar su despensa de consumo y explotación. Las autoridades responsables tienen la gran tarea para ayudar a que allí continúe refloreciendo el ecosistema y con educación y control, mantener distante a la especie depredadora.

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Foto: Ethel Bent


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Una gran oportunidad para viabilizar la seguridad alimentaria

Banco de semillas

Con el objetivo de recuperar el agro en el archipiélago, fortalecer la seguridad alimentaria y aportar soluciones a la crisis económica y social a raíz del Covid-19, nació en Providencia la Biblioteca de Semillas de Providencia, una iniciativa conjunta de la comunidad Slow Food con ‘Sea Weed Old Prividence and Ketlina Good Food Community’ y ‘Providence Food Producers Association’. Slow Food es una organización global, que se fundó para contrarrestar las corrientes ‘fast food’ y la ‘fast life’, y así impedir la desaparición de las tradiciones gastronómicas ancestrales y combatir la falta de interés general por la nutrición, por los origines y las consecuencias de nuestras opiniones alimentarias. Es de esta manera, que se crea la primera comunidad Slow Food del archipiélago, buscando defender, además, la biodiversidad y la promoción de un sistema de producción y consumo alimentario sostenible y eco-compatible. Y, más cerca también, como un sólido aporte a buscar soluciones alimentarias y económicas a raíz del Covid-19, nace la ‘Biblioteca de Semillas’. Escasez de recursos Al respecto, una de las líderes de esta comunidad, Diana

Ampudia Sjogreen, le dijo a EL ISLEÑO que entre las problemáticas más grandes que tiene el agro es la falta de agua, técnicas, seguridad, herramientas y recursos. Pero es precisamente esto, lo que los motiva a trabajar, para llamar la atención de los gobiernos Departamental y Nacional: “como comunidad, queremos iniciar este emprendimiento y encontramos que una de la mejor forma es con la biblioteca de semillas”. La organización hace parte de varias redes nacionales e internacionales, gracias a las cuales, ha podido replicar sus ideas a nivel global; entre ellas, la de crear la biblioteca en las comunidades a partir de huertos existentes, se recuperan las semillas y se reproducen para que las personas tengan acceso a este recurso valioso que en muchas ocasiones no se consiguen tienen o simplemente no se aprovechan.

Ampudia Sjogree dice que gracias a estas redes, han podido conseguir muchas semillas, en un intercambio con comunidades mexicanas y latinoamericanas, donde han obtenido semillas naturales como la de maíz y frijol, que ya son parte de la biblioteca y esperan puedan reproducirse y multiplicarlos a nivel local. Importancia Para Ampudia Sjogreen, es importante “demostrar que es necesario producir parte de nuestros alimentos y no depende 100% de productos importados; comenzar esa llamita, apoyar y fortalecer los procesos del agro para la comunidad, crear huertas caseras, fincas o fortalecerlas de ya tenerlas”. Entre los miembros que han liderado esta iniciativa, está toda la familia Ambudia Sjogreen en Providencia y el grupo Raizal Youth en San Andrés, quienes ya apoyaron con algunas semillas y, por supuesto, la comunidad internacional Slow Food. Con poco más de una semana de haber iniciado el proyecto, han podido repartir a más de 60 personas cientos de semillas de distintas variedades, entre las que se encuentra: patillas, ahuyamas, cilantro, tomate, pimentón, pepino y ajíes, entre otras. “Hay muchas personas que nos han comentado que las ahuyamas y patillas ya están creciendo, entonces Raizal Youth se nos unió con el

interés replicar la iniciativa en San Andrés. Buscamos es fortalecer una red de bibliotecas en el archipiélago, un banco donde la prioridad será la recuperar semillas tradicionales de las islas y del Caribe”, expresó. Por estos motivos, el objetivo ahora mismo buscar más y más donaciones de semillas locales, que se puedan repartir en la comunidad, para asegurar que las plantas sigan a largo plazo en el territorio. “Recuperar esa diversidad agrologica en el territorio, la idea es que la información llegue a todo el mundo y tener semillas de buena calidad. Sembrar productos que no se hayan sembrado antes, pero que puedan producir en la tierra providenciana. Fortaleciendo esta red, podremos, en parte, apoyar y fortalecer el agro de las islas”, afirmó. Por último, Ampudia Sjogreen recalcó la importancia que tienen el Gobierno Nacional y local en esta iniciativa. Sostuvo que “Deben darle importancia, apoyar el tema de las semillas, el agua, sistemas de irrigación eficientes, asistencia técnica y seguridad. Que el campesino se sienta seguro y pueda tener plazas y acceso a zonas agrícolas”, concluyó.


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Cámara de Comercio de San Andrés y Providencia, cambios para una nueva realidad.

Innovación de puertas abiertas

La Cámara de Comercio de San Andrés, Providencia y Santa Catalina viene realizando diversas gestiones y acciones a la luz de las nuevas demandas que ha impuesto la Covid-19 en todo el mundo, situación que no ha sido para nada ajena a las islas y enmarcada en un concepto de globalización y mercado, más humano, más cercano, más posible. Por Billy Lunazzi Celis

La salud: un tema transversal

Jennifer Yepes, Presidenta Ejecutiva de la entidad, en amplio diálogo con EL ISLEÑO dijo que en el tema de desarrollo económico del archipiélago han estado trabajando con diferentes secretarios del Gobierno local y con su equipo de trabajo, para hacer la revisión del Plan de Desarrollo Departamental que, a raíz de la emergencia, sufrió algunos cambios.

Yepes mencionó adicionalmente, que la Cámara de Comercio le está haciendo seguimiento al tema de la salud en las islas porque, según sus propias palabras, si no hay un adecuado manejo de las instalaciones hospitalarias no se podrá poner en marcha la reactivación que, tanto empresarios como la ciudadanía en general, están esperando.

Además comentó que a través del Comité Ejecutivo de Competitividad se viene revisando la agenda que se había propuesto para el Departamento en el cuatrienio, la cual también sufrió, igualmente, algunas modificaciones. “En esta agenda de competitividad se están priorizando cuatro proyectos que ayudarán a la reconversión del Departamento y a la reactivación de su economía, con planes a mediano y largo plazo. Para las medidas cortoplacistas, estamos trabajando con las secretarías de Hacienda y de Planeación estructurando planes de reconversión y reactivación del reinicio de operación de los comercios”, explicó Yepes.

“Las obras de adecuación de camas para la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Clarence Lynd Newball están atrasadas casi dos semanas, porque los materiales no han llegado a la isla. Así las cosas, debemos extremar las medidas de autocuidado porque ante este panorama, no tendríamos cómo atender un contagio masivo que requiera cuidados en el hospital”, explicó.

La ejecutiva recalcó, que si bien ese tipo de vigilancia no hace parte de las funciones de la cámara, el tema de salud va de la mano con una recuperación económica viable; y es fundamental para establecer un plan, si se pretende hacer una apertura del comercio o atender visitantes que puedan empezar a llegar a las islas. “Urge establecer rutas de trabajo, pero para eso requerimos información completa de asintomáticos y positivos, para identificar zonas, segmentar sectores y trazar los lineamientos para nuestra gestión”, anotó. Trabajo articulado con el Gobierno Nacional Con respecto a los alivios para los empresarios del Departamento, la ejecutiva señaló que la entidad ha

Este comité de competitividad tiene dos frentes: uno ejecutivo que está integrado por el Gobernador, Secretaría de Planeación, el Comité Intergremial y Productivo del Archipiélago (Cipar); y la Secretaría Técnica de la Cámara de Comercio, junto a varios gestores. También se compone de un comité técnico, conformado por diferentes entidades como Secretaría de Planeación, Sena, Infotep, Universidad Nacional Sede Caribe, Coralina, Fuerzas Militares y representantes de los gremios. Este grupo se reunía regularmente el año pasado y producto de ello se generó una agenda con proyectos; aunque ésta sufrió varios cambios –como se dijo anteriormente–, se priorizaron algunos de ellos, y se está a la espera de que el ejecutivo los apruebe para comenzar a gestionar los recursos a nivel local, nacional e internacional. Los proyectos tocan áreas del agro, la industria y el turismo, entre otros. “Queremos que dentro de la reactivación, nos orientemos hacia líneas diferentes que garanticen nuestra subsistencia alimentaria; y para que, ante cualquier eventualidad futura, no nos volvamos a enfrentar a una situación como la que estamos viviendo en el archipiélago actualmente”, explicó la directora.

ministerios del Interior; de Comercio, Industria y Turismo; y de Transporte, haciendo monitoreo diario del abastecimiento mínimo de los alimentos de la canasta familiar básica; suministro fuertemente golpeado por la disminución de cargueros y rutas. “Otro tema álgido es el de los altos costos que ha generado el incremento (casi el doble) en los fletes aéreos, al no poderse transportar pasajeros y carga. En eso estamos en contacto con el Ministerio de Trabajo y con los Representantes a la Cámara por las islas, quienes ya han hecho un llamado de auxilio al Gobierno Nacional para tener su apoyo en ese sentido y que podamos tomar decisiones desde lo local”, agregó. Yepes resaltó que se vienen consolidando varias cifras desde el Centro de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio, porque es necesario conocer la realidad del Departamento a partir de números y estadísticas, para posteriormente estructurar propuestas de inversión y de reactivación económica en el Departamento para que empiece a circular el dinero en forma pertinente; teniendo en cuenta que los ingresos de la Gobernación se han visto muy afectados, por la disminución dramática de la Tarjeta de Turismo. Auxilios crediticios Al respecto de los créditos bancarios anunciados por la Presidencia de la República, para paliar la falta de liquidez en las empresas, Yepes indicó que Bancoldex está ofreciendo una línea crediticia a una tasa preferencial para los establecimientos comerciales y con periodos de gracia establecidos. “Hace poco hicimos una charla con esta entidad financiera, en la cual participaron más de cien empresarios; hemos atendido y asesorado a quienes no pudieron participar de ella, y otros más se han acercado a los bancos con los que trabajan para recibir información al respecto e incluso allegar la documentación requerida”, explicó.

puesto a su disposición varias herramientas online de tipo informativo y de capacitación. Así mismo, manifestó que están trabajando con los

También recordó que la prioridad de los bancos en este momento –según instrucciones de la Presidencia– es prestarle a aquellos empresarios que requieran pagar nómina, parafiscales, cartera o proveedores; por ello sugiere contactar a su asesor financiero para acceder a otras líneas crediticias que puedan estar ofreciendo dichas entidades. Sin embargo, también esperan poder convocar en los próximos días a una reunión virtual con los gerentes de bancos de San Andrés, para que los


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de MinComercio, en donde se invita a los empresarios de San Andrés y de Providencia a ser parte de la plataforma ‘Suplit’ para ofertar productos o servicios de cualquier tipo. Dicha plataforma tiene 800 empresas colombianas inscritas y alrededor de 4 mil productos/servicios ofrecidos. Se espera que más empresas isleñas hagan parte de ella y para eso, se está ofreciendo toda la orientación del caso. También está el programa ‘Aldea’, que se aguarda comience en mayo y que comprende recursos de Capital Semilla; una opción en la que los empresarios pueden obtener hasta 120 millones de pesos, para financiar algún tipo de necesidad en su negocio. ‘Aldea’ tiene varias fases: una primera de inscripción, donde se debe responder un cuestionario en la plataforma virtual; el participante recibe un puntaje y si está por encima de 70 puntos, le agendan una entrevista online para validar que la información suministrada en el cuestionario sea veraz y que su negocio tenga el perfil para acceder a un baucher de innovación.

interesados puedan resolver directamente sus dudas sin tener que acerarse a una oficina.

en el crecimiento empresarial de la isla y que la facturación trascienda a otras regiones del país”, agregó.

“Hay que tener en cuenta que cuando el banco presta dinero, normalmente hay un bien inmueble de por medio que queda como garantía; pero como en este momento varias empresas no están operando, el gobierno a través del Fondo Nacional de Garantías, está respaldando al empresario con el 50 o hasta el 90 por ciento, en caso que no pueda cancelar su obligación”, destacó Yepes.

Otros beneficios del ‘aceleramiento’

Desarrollo empresarial en pospandemia EL ISLEÑO también conversó con John Manuel Rodríguez, Director de Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio, quien mencionó varios de los cursos online que se están ofreciendo y otras iniciativas en las que trabaja la entidad. Entre otras iniciativas, el director mencionó el programa ‘Acelera Archipiélago’, el cual convocará a 120 compañías que quieran pasar de ser un emprendimiento o una empresa tradicional (que factura entre 5 y 200 millones de pesos anuales), a otra con una alta tasa de crecimiento y con una huella representativa en el empleo, denominadas empresas de ‘alto impacto’ (facturación mayor a los 200 millones). “Obviamente nos tocará ajustarnos a la nueva realidad que ha suscitado la Covid-19, así que este programa será presencial y virtual, porque necesitamos avanzar en el mejoramiento de las empresas. Esperamos que al terminar este Aislamiento Preventivo Obligatorio podamos pasar a asesorías presenciales, con el foco puesto

Otra de las novedades de dicho programa, es que involucrará a profesionales de San Andrés que quieran ser consultores empresariales, de la mano con la Cámara de Comercio de Cali. Se trata de una convocatoria para 35 personas que se convertirán en ‘consultores master’, para apoyar a los empresarios que apliquen a ‘Acelera Archipiélago’. Con una inscripción previa, los profesionales recibirán una capacitación de mentores internacionales vinculados con dicha entidad, pionera del programa y que ahora lo está transfiriendo a sus homólogas en el país. “Estos consultores master harán el acompañamiento a las empresas que participan en Acelera Archipiélago; se espera que en la última fase, diez de estos negocios puedan tener acceso a fondos de inversión para que puedan cumplir con sus objetivos de mercado, ventas, proveeduría u otros”, resaltó Rodríguez. El director de desarrollo empresarial recordó, que lo que busca el programa es que las empresas sobrepasen los límites a los que normalmente están acostumbradas; tal vez porque quizás las islas hayan sido su mercado natural por muchos años. Como requisitos para acceder a este programa se están: ser un emprendedor sin un negocio constituido aun pero con una buena idea; o una empresa con un tiempo de constitución menor a cinco años y ventas entre 5 y 200 millones de pesos anuales.

La convocatoria ya está abierta; a la fecha ya hay 50 empresas inscritas tanto de San Andrés como de Providencia para el programa que inicia a mediados de mayo. Se espera poder lanzar una nueva inscripción cada año, para aquellas empresas que no logren llegar a la fase final de inversión, pero que se podrían postular nuevamente al ir abriendo sus horizontes sobre lo que pueden llegar a lograr, tras recibir la primera etapa de capacitación. Más programas para empresarios Otra de las iniciativas en las que participa la Cámara de Comercio es ‘Empresarios por el Empleo’ creada por MinComercio; un programa de choque enfocado en las compras públicas (de entidades del Estado). De acuerdo con Rodríguez, la primera gran compra la realizará la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), quienes están invitando a proveedores de todo el país a surtir los establecimientos hospitalarios con insumos como batas, polainas, gorros y toda la indumentaria que requiere el personal médico para enfrentar la pandemia. Dicha convocatoria también aplica para importadores que traigan al país equipos como nebulizadores, básculas, monitores de signos vitales, desfibriladores y maquinaria similar. Los interesados en conocer más de esta convocatoria y del proceso de inscripción como proveedor, pueden ponerse en contacto con la oficina de Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio. Están además ‘Market Place’, también

La información para acceder a este programa puede ser consultada en esta oficina Desarrollo de la Cámara de Comercio. Los requisitos son tener experiencia en el acervo empresarial y de mercado; además de tener un contador y balances contables a día. Cámara de Comercio no se detiene La entidad viene realizando varias alianzas con diversas entidades, para que los isleños gocen de las mismas oportunidades de los empresarios a nivel nacional. Cuenta con la plataforma ‘Suplit’, un canal digital gratuito a nivel nacional que facilita la gestión comercial, permite publicar sus productos y servicios y de esta manera contribuir con la cadena de abastecimiento a nivel nacional y local. En la página web: www.suplit.co puede hacer parte de esta red de empresarios. También con la empresa ‘The Biz Nation’, con la que se tiene un plan de apoyo empresarial que permite acceder a 16 cursos virtuales totalmente gratis y certificados. Por otra parte, a través de Bancoldex, se ofrecen cursos virtuales certificados para darle una vuelta a sus negocios y/o establecimientos de comercio; y a su vez cuentan con una línea de crédito para las mypimes del Departamento. Además, se estableció alianza con la empresa ‘Bluecaribu’ recomendada por Google como la mejor ayudando a empresas a crecer en internet. Por último, la Cámara de Comercio impulsa a los empresarios de las islas, por medio de directorios de domicilios para que éstos sean de conocimiento de todos los habitantes del territorio. La información se puede encontrar en la página web: www.camarasai.org.


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Radiografía de la lucha por el bienestar animal durante la pandemia

El bienestar animal también existe La lucha por el bienestar animal ha sido extremadamente difícil pero no imposible y durante el período de cuarentena por la pandemia del Covid 19 los casos de hambre, abandono y crueldad se han multiplicado lamentablemente. Por Ethel Bent Si lográramos detener la crueldad y el abandono que resulta de la proliferación de gatos y perros en el archipiélago, con campañas masivas y constantes de castración y esterilización, todavía faltaría erradicar y esta vez con sanciones ejemplarizantes la crueldad e indiferencia con la que algunos habitantes de las islas tratan a los animales. Esta reflexión es el resultado del trabajo de la última década, en que animalistas de San Andrés y Providencia, realizan durante esta cuarentena, en la que los casos, en aumento, son cada vez más crueles, demostrando que poco ha cambiado en esta lucha. Especies introducidas La noticia se hizo viral y muchos

lamentaron en San Andrés, la brutalidad con la que en apariencia un hombre en el sector de South End, habría acabado con la vida de ‘Dalton’ –mono Capuchino introducido a la isla y cedido a su último cuidador–, que con gran impotencia llora su muerte. En efecto, por falta de control y prevención, se ha vuelto permisivo en el archipiélago el ingreso y la convivencia con estas especies, procedentes de Centro América. Una vez aquí se convierten en celebridades para los turistas, personajes de barrios, posan para la foto, saltan de hombro en hombro, imitan una sonrisa, toman cerveza, fuman cigarro, tratan de ser obedientes, pero conforme se normaliza esta convivencia una molestia crece y se vuelve amenaza –aun para ellos mismos– cuando lo silvestre choca con la crueldad urbana.

Los caballos también En otro lugar de San Andrés, el reconocido animalista y rastafari ‘Kella’, luego de angustiosos pedidos de auxilio a través de las redes sociales para socorrer a un caballo con una profunda herida expuesta que circunda su cuello, recibe apoyo de la veterinaria Sheyla Chow, quién luego de estabilizarlo en el sitio, lo ingresa al Coso Departamental, a donde nadie ha ido a reclamarlo como suyo. Algunos caballos en Providencia, también corren la misma suerte a manos de sus dueños, que incautos, insensibles y a veces arrogantes, los exponen a trabajos forzados, yeguas en estado de gravidez subiendo pesadas cargas a los cerros y picos, y otros amarrados en potreros pasan días a la intemperie sin comida, agua y con poca maniobra para su desplazamiento. Los caballos han sido compañeros ancestrales de los raizales. Intervienen en la cultura, el deporte, la agricultura, en el pastoreo y debido en buena parte a su tenencia irresponsable, se vuelven víctimas y victimarios en accidentes de tránsito cuyo resultado –sin índices oficiales– es de muchas personas con lesiones orto-

pédicas crónicas, traumas craneoencefálicos y hasta la muerte, que no son responsabilidad de nadie. Proliferación Una intervención humanitaria realizaron el animalista Eddy Rendón Agudelo, la Policía Ambiental y personal del Coso Departamental, a la humilde vivienda de Manuel López quien por años convivió en hacinamiento y condiciones infrahumanas con 16 perros que recogió de la calle y salvó de una peor suerte. Sumido en la tristeza y al no poder darles un mejor espacio para convivir, Manuel cuenta los días que faltan para que se levante la cuarentena y pueda ir a visitarlos, al saber que en teoría tienen sus días contados en ese sitio. El inicio de la cuarentena reveló la desolación en los principales sitios turísticos fuente del principal sustento alimenticio de decenas de perros en diferentes manadas que sobreviven de la caridad de visitantes, trabajadores del sector y animalistas. Comederos y bebederos callejeros La Fundación Animal Hearts, con donaciones y de sus propios recursos,


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(20) en Duppy Guolly; Laura Arzuza, en Natania (40); Indira Pérez en el Centro (20); Jackeline Herrera (17) en Villa Helen; Fido Dido (12) y Eddie Rendón (20) en Roack; Nury (15) en Circunvalar Km 3; Inés Varela (15) en Circunvalar km 5; Miguel Gómez (30) en Villa Modelia (cerca de Morris Landing) y muchos más. En este sentido la comunicadora y animalista Andrea Luligo, llama la atención al Gobierno Departamental para que continúe, a través del Coso Municipal, las campañas de esterilización y castración necesarias para disminuir la proliferación de animales que hace incontrolable la atención.

junto con la Policía Ambiental, colocó 30 puntos de comederos y agua potable improvisados que rellenan con alguna frecuencia para calmar la necesidad de los perros sin hogar. En otra acción la Policía Nacional, adecuó 10 dispensadores más en lugares estratégicos y concurridos por perros para que puedan seguir alimentándose e hidratándose con las donaciones que realizan empresarios y personas de la comunidad. Pero hay un grueso de la comunidad de animalistas isleños que cuentan en sus hogares-refugios no oficiales ni apoyados por el Gobierno, con 10, 20, 30 perros y gatos que alimentan, dan atención primaria, esterilizan y

castran para que la proliferación no se vuelva contra ellos por el solo hecho de existir.

Sobrepoblación animal

Esta cruda realidad revela lo que falta de articulación y acciones de las autoridades ambientales, policivas y del Gobierno Departamental, para llevar sensibilización, educación y sanciones que destierren la crueldad e indiferencia con la que los isleños tratan a sus animales de compañía.

Historias de hambre, abandono, falta de hogar, maltrato, hacinamiento e indiferencia hacia estos seres, tienen que a diario sortear los animalistas de las islas cuya misión empañada por el insuficiente apoyo, es superada por la sobrepoblación de caninos y felinos que hacen más difícil esta labor del corazón.

Pero sin duda alguna, lo más revelador de esta lucha, es el amor y la dedicación altruista que los animalistas isleños hacen por el bienestar de los animales que coexisten con el hombre en esta frágil Reserva de Biosfera Seaflower.

Entre ellos están: los hermanos Zabaleta (35) y Ancisar Holguin (12) en Morris Landing; Kella (50) en San Luis; Luisa Fernanda Rivera (20) en El Cliff; Doris Jaramillo (15) en San Luis; Mabel Rodríguez (25) y Dau Guzmán

“Que se esterilicen por lo menos cinco por día. Tenemos el ejemplo de la Fundación Manejo Humanitario de la Fauna Callejera en Medellín y en Cali el proyecto ‘Tiger ’ que siguen capturándolos y operándolos, sabemos que aquí el sistema veterinario es insuficiente, por eso no debemos parar de operar ”, manifestó la comunicadora. “Muy bonito sacar a los perros y gatos que nadie quiere fuera de la isla y mostrar todos esos cuentos de hadas, pero la realidad es que es el uno por ciento del problema, tapamos un hueco pero se abren cinco y la gente humilde no puede seguir dándole hogar a 20 o 30 animales porque comen ellos o los perros”, concluyó Luligo.


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Un buen momento

Pocas afirmaciones definirían mejor la actual situación que viven el archipiélago de San Andrés y Providencia y su principal fuente generadora de recursos: el turismo. “Se puede decir que estamos en el punto cero”, afirmó el Secretario de Turismo, Sebastián Ospina Archbold, en una entrevista concedida a este periódico. Y muy posiblemente tenga razón. Ahora bien, reconocer con claridad meridiana que estamos a ‘punto cero’ en materia de generación de oportunidades, es lo que el poeta y cantante Andrés Calamaro llamó alguna vez ‘Honestidad brutal’. Pero reclamar con autoridad la creación de un plan de estrategias

para la innovación total del destino, no solo es audaz, es el único camino, además. Este sí es un buen momento y, si se quiere, el más adecuado, para revaluar un modelo que en gran parte ha sido depredador, moviéndose hacia adelante por décadas, violentando el marco legal, ambiental y del más elemental sentido común. Una especie de máquina sin control que se lleva puesto todo lo que encuentra en una suerte de ‘toma todo’, brutal e irresponsable. Hemos asistido, sobre todo en la última década, a una gran subasta pública decadente, con intervenciones desvergonzadas al medio

ambiente, entorno y biodiversidad; acompañados de una insospechada corrupción que nos ha destruido cultura y colegios, perpetuado basureros a cielo abierto, alcantarillados desbordados, hospitales sin salud y parques clausurados donde los niños tienen vetados sus sueños. Con todo y eso, el encanto de estas islas y su cultura –de gente tan especial–, coadyuvaron a generar riqueza a través del comercio y el turismo a toda clase de gente: correcta y de buenas prácticas por un lado, pero al mismo tiempo, claro está, a una ola de bárbaros productores de prácticas extractivistas, contrarias al espíritu de nuestra

Reserva de Biosfera Seaflower. Por eso, tras este profundo respiro –pausa histórica y dolorosa– no podemos volver al caos. Nuestros ecosistemas descansaron durante la cuarentena recuperando su esencia, aún a pesar de la persistente incursión devastadora a santuarios como Little Reef, conjurada en buena hora por la autoridad ambiental y policial. Es el momento de abrazar nuevas herramientas sostenibles que reduzcan drásticamente la demanda de los recursos no renovables. Sí señor secretario, es el momento de empezar desde cero, otra vez. Buen viento y buena mar.

especies era un asunto tan distante como la implosión del sol, y solo nos llegaron advertencias desde la ciencia ficción, misma que ya se había probado como profética.

ción virtual por ejemplo, la conectividad deja de ser un privilegio para convertirse en un derecho fundamental.

Reflexión pandémica Encontrar a que se parecen estos tiempos, implica fragmentar la experiencia misma. Pensar en una pandemia puede remitirnos a principios del siglo XX con la gripe española o llevarnos a la peste negra de la edad media. Pero no vivíamos en esos tiempos la experiencia de la instantaneidad en la información que hoy nos hace una aldea con casas continuas en todos los continentes. No son aplicables los modelos de propagación de estas epidemias que crecieron antes del tránsito de los aviones, antes del turismo como industria, de los trasatlánticos como mensajeros comunes,

de las migraciones instantáneas, de la banca multinacional y de los estados sometidos a estas todas estas condiciones. Lo cierto es que en el intermedio entre ambos puntos: la peste negra y el día de hoy, hubo un sinfín de amenazas que no alcanzaron el impacto del coronavirus Mientras todos dormíamos, hubo en el mundo, periódicos simulacros de apocalipsis, varias gripes amenazaron la estabilidad conocida, lo hizo el Ébola con sus aterradoras imágenes dantescas, los terroristas trajeron a la luz las diversas formas de ataques biológicos, e incluso se conservaron morbosas sepas de viruela, la única enfermedad realmente vencida por el pretencioso humano. Pero nuestra opción por el optimismo inocente o por la ignorancia tranquilizadora nos hacía ver lejanos los cambios: el calentamiento global y la extensión de

Quizás la única falla que presentan hoy las aproximaciones que nos regala la literatura fantástica, es el rápido cierre que casi siempre se les dan a los conflictos, el retorno a todo lo conocido parece siempre la premisa con la que se termina, y quizás este entrenamiento cognitivo nos tiene esperando un final feliz que solo se parece a retomar la ‘normalidad’ que conocíamos. Ahora, por disimiles que puedan ser nuestras ideologías, todos empezamos a hacernos preguntas sobre aquello que nos es comunitario y aquello que nos es individual. Frente a las limitaciones en el agrupamiento de masas, con la educa-

Como es que el número de camas por cada mil habitantes que importaba solo a algunos pocos, pasa a ser al fin un aspecto de tanta relevancia, mientras que los indicadores económicos tuvieron siempre su propia prensa, como creímos que podríamos sobrevivir sin arte y lo pusimos siempre al final de las necesidades. Y aunque la activación de la economía parece una preocupación que toma más y más tiempo de la reflexión, mientras que otra vez se relajan los protocolos y todo parece una pesadilla colectiva, sabemos que los tiempos no erradicaran la amenaza, que solo se muestran complacientes para hacer las adaptaciones que requieren los cambios definitivos.


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Pandemia y egoísmos El Covid 19 no ha sido la única pandemia que ha lidiado el archipiélago. Aunque las otras no sean virus microscópicos han tenido como antecedentes las mentiras, el egoísmo y la usura sobre cualquier consideración humanista o social. En 1965, el incendio de la oficina de registros de instrumentos públicos –aún en la impunidad– eliminó archivos y escrituras de propiedad de las tierras y, por la falta de medios de comunicación (hoy de internet) en Bogotá se enteraron días después gracias a radioaficionados locales que conectaron con similares canadienses, quienes finalmente relataron al país la noticia. Tres meses después llegarían los investigadores del gobierno cuando las evidencias habían desaparecido. La solución a esa quimera fueron los juicios de pertenencia express, que culminaban con sentencias judiciales obtenidas en su mayoría con testigos repetidos. Fue peor el remedio que la enfermedad. Sería la cereza que rebozaría la copa del proceso de despojo y legitimó la pérdida de sus tierras a familias raizales. Un nuevo incendio en 1988 acabaría las

plantas de combustible diésel marca Sultzer, que proporcionaban energía eléctrica a San Andrés, ubicadas donde hoy se encuentra el Clarence Lynd Newball Memorial Hospital. Fue la misma época en que el huracán Joan, con vientos de más de 180 kilómetros por hora, nos mostraría el poder de su gigantesca cola que amenazaba con borrarnos del mapa. El antídoto para combatir la súbita oscuridad fue sembrar ruidosas planticas eléctricas a gasolina en las puertas de los almacenes. Había que vender, así el recaudo de impuesto fuera mínimo, y la contaminación del aire con vapores de gasolina y ruido de metralletas estrujaran los pulmones y el alma tranquila de las islas. Luego llegaría la privatización del servicio de luz y sus altas tarifas. Se Instalaron motores marca General en un galpón frente a las plantas siniestradas. Treinta y dos años después ese galpón que aún permanece sin otra utilidad que la invocación de las ruinas. Descontaminar el sector del Bigth donde estuvieron las plantas, costaría tiempo y dinero que aún estamos pagando. Se trasladó el parque de generación eléctrica al sector de Punta Evans en 1995 con la llegada de Sopesa S.A. E.S.P que se convertiría en un actor más de la política local, la termoeléctrica que enciende candidatos y campañas políticas.

Para mantener el flujo de compradores de televisores y zapatillas de marcas, la Sociedad Aeronáutica de Medellín (SAM), creo el novedoso Plan 25, en que los turistas pagaban cinco mil pesos de cuota inicial y el saldo en 25 meses. Tiempo después, serían rebautizados como turistas ‘plan sin cinco’, nuestra sociedad denostaba de ellos, olvidando que fue la mano tendida en medio de la oscuridad. En 1991, el país estrenaba Constitución Política y, la entonces Intendencia Especial, estrenaría la mayoría de edad convirtiéndose en Departamento Archipiélago. La fiesta nos duró poco y el sabor agridulce nos llegó con la Apertura Económica, necesaria para el país, pero devastadora para la economía de las islas. La apertura impulsaría en las ciudades capitales almacenes con productos importados, precios razonables, garantías y soporte de servicios; se fortalecían los llamados ‘sanandresitos’, era evidente el hundimiento del comercio local de electrodomésticos y de la ventaja comercial de Puerto Libre reeditado en 1953 por el general Gustavo Rojas Pinilla, sellando para siempre la época dorada del turismo de los ‘cuperos’, como eran conocidos los llevadores de mercancías que, utilizaban las habitaciones de los hoteles como bodegas dormitorios. Así, a los trancazos migraríamos a la oferta de un modelo de turismo de sol y playa

antagónico al que estábamos acostumbrados pero similar en su crueldad con el medio ambiente. En 2012, la pésima defensa colombiana trajo el fallo de la Corte Internacional de Justicia de la Haya y la pérdida del mar territorial y sus incalculables consecuencias. La solución a esta crisis fue el Plan Archipiélago, que, con su danza de millones, enloqueció los gobiernos de turno, compró silencios de tirios y troyanos, propició la aparición de fundaciones y asociaciones multipropósitos y un cuartel de policía tan desproporcionado en cuya interior cabría tres veces el hospital de San Andrés, dejando sentado la escala de importancias para el gobierno nacional. La diferencia con las crisis anotadas y el Covid-19, es que no somos los únicos que la padecen. Nuestra crisis de salud es antigua y se actualiza con los años. No tenemos una red de salud pública hospitalaria que nos dé tranquilidad para afrontar esta pandemia o el futuro. A menudo, las soluciones pensadas en colectivo exigen compromisos mayores como actuar con disciplina en medio de la suspensión del mundo o sacrificar las supuestas ‘ganancias’ mientras conservamos la vida. De ahí que –así tengamos que poner más lágrimas, sudor y sangre– no deberíamos continuar el camino sin resolver de manera definitiva ese ítem en la larga lista de problemas del archipiélago.

y poner en marcha lo antes posible un modelo de servicios de salud que no se esté aferrado a la idea de que un hospital tiene que ser siempre rentable igual que una fábrica de celulares. En esto el gobierno departamental tiene que ser muy certero. La descentralización de las pruebas o test de coronavirus, como ya lo han logrado otros departamentos del país, sería un avance importante en esta coyuntura. Ello permitiría, por obvias razones, realizar un mayor número de pruebas ante un posible desfase de las previsiones hechas al respecto. Además, cuántos más test se hagan, mejor, ya que habría mayor información fidedigna para respaldar la implementación de acciones que permitan declarar a las islas de San Andrés y Providencia como destinos 'Covid Free'. De otro lado, es fundamental corregir las falencias que se han visto a la hora de comunicar a la comunidad las medidas y las acciones contempladas en los decretos de la emergencia sanitaria. Esto ahorraría aclaraciones y salvaría los baches que se han observado y que no permiten que la información llegue de manera expedita y explicita a los ciudadanos. No todos se informan por Facebook Live; además, las redes sociales permanecen inundadas de falsas noticias. Es necesario entonces emplear todos los medios de comunicación de las islas. Según el estudio ‘Cartografías de la información’, de la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), San Andrés y

Providencia cuenta con 19 medios de comunicación que le permiten a los isleños la posibilidad de enterarse de todo lo que pasa en su territorio. Esta alta presencia de medios locales sugiere una mayor cobertura sobre el cubrimiento periodístico de la pandemia. El periodismo de investigación, ya sea que lo haga un periodista digital o uno tradicional o uno independiente, sin sesgos de ninguna índole, es vital en estos momentos. La opinión de los periodistas no puede ser la medida de la situación actual, se hace necesario, como nunca antes, ejercer un escrutinio ciudadano de profundidad y no atenerse a la oratoria oficial. El papel de los medios isleños es fundamental hoy porque existen grandes riesgos de contagio de la corrupción en la contratación oficial que se realiza por estos días amparada en la emergencia sanitaria, como lo han detectado los entes de control del país. La solidaridad colectiva se construye con información veraz, precisa y oportuna. El reto es pasar la tormenta sin que el tejido social sufra consecuencias irreparables por estas cosas. Sumativo.- El filósofo británico John Gray nos advierte que "los problemas globales no tienen soluciones globales... la creencia de que esta crisis puede resolverse con cooperación internacional es el pensamiento mágico en su forma más pura"

El peligro de la confianza El hecho de que en San Andrés y Providencia el número de contagios de coronavirus se haya mantenido en el nivel más bajo, es una muy buena noticia. Sin embargo, no debe ser motivo de tranquilidad absoluta. "En el manejo de las crisis lo más difícil viene cuando la presión se relaja", escribió el filósofo francés Alex de Toqueville en su ensayo 'La democracia en América'. Por lo tanto, hay que seguir trabajando duro para que los ciudadanos del archipiélago cumplan con los protocolos de seguridad sanitaria establecidos. El incumplimiento de estos podría desatar una ola de contagios del virus que empeorarían las cosas. Han dicho los expertos que el coronavirus se mantendrá en el ambiente del país por largo tiempo. De ahí que la confianza es un peligro en estos momentos. Por ahora, ni siquiera el uso del sello 'Covid Free' es de fiar ya que podría implicar el riesgo de incrementar y continuar la cadena de transmisión, ha advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque el aislamiento geográfico de San Andrés por su condición de ínsula representa en cierto modo una ventaja frente al continente, que influye en la protección de la pandemia, en la práctica no garantiza nada. Tal como lo podemos

ver en los 15 países insulares que conforman la Caricom, donde se han reportado (al día de hoy, 30 de abril) un total 1.177 casos positivos, 62 fallecimientos y 337 recuperados, por lo que se han extremado las medidas para disminuir los contagios. Además, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha dicho que en las próximas semanas crecerá el número de casos de la Covid-19 en América Latina y ha subrayado la importancia de que los gobiernos de la región “sigan sin bajar la guardia con las medidas de distanciamiento”. A esto hay que agregar que "no hay evidencia suficiente de que las personas que se recuperaron de la infección y tienen anticuerpos contra el virus hayan desarrollado inmunidad que les impida infectarse nuevamente", según la OMS. En Colombia se espera que el pico más alto de la pandemia se alcance en junio próximo, de acuerdo con los expertos internacionales; por lo tanto, es necesario mirar con lupa el panorama insular y dictar las normas precisas y apropiadas para minimizar el impacto de la flexibilización de la cuarentena, que inició el pasado 27 de abril. La situación no está para tomar decisiones salomónicas. Si no se actúa de manera responsable se puede desbordar el contagio. Es hora pues de apresurar el proceso de dotar al hospital departamental de los ventiladores mecánicos para pacientes con Covid-19 para atender una posible multiplicación de los casos de contagio


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Memorias para apostarle al futuro en las islas En 1943, tras el hundimiento de las goletas sanandresanas Resolute, Roamar y Ruby, al parecer por submarinos alemanes, el gobierno colombiano declaró la guerra a Alemania y entró a participar en la II Guerra Mundial, uno de los conflictos bélicos más grandes de la historia reciente. Si bien para el país esto no tuvo consecuencias demasiado trascendentales, para las islas fue impactante. A partir de ese momento, el tráfico marítimo cerró, dejando al Archipiélago aislado hasta el final de la guerra, dos años después, en 1945. Con el agravante que la mayor parte de la población masculina en edad productiva se encontraba fuera de las islas, migrantes en diversos lugares de América Central y, principalmente, en el Canal de Panamá y en barcos que comerciaban por la región. Aunque hasta ese momento las islas habían estado aisladas geográficamente del resto del mundo, difícilmente se podría decir que lo estuvieran en términos sociales y culturales. Las goletas isleñas, así como las de otros lugares cercanos, llevaban más de un siglo conectando al Archipiélago con sus vecinos más cercanos, incluyendo Panamá, Costa Rica, Nicaragua y las Islas Cayman. Llevaban migrantes que trabajaban en puertos, muelles, barcos y plantaciones de la región; y productos alimenticios locales, como coco, gungu (guandú), naranjas, vacas, tortugas y huevos de aves marinas; y traían de regreso algunos productos imposibles de producir localmente, como querosene, harina de trigo y telas. Así como remesas de los migrantes, algo de dinero que permitía pequeños lujos en las pocas tiendas locales, incluyendo aquellos mismos productos que venían en los barcos. Pero todo esto paró en 1943. Las goletas se

quedaron en los puertos y con ellas se quedaron los migrantes, las remesas y los productos, del otro lado del mar. Durante dos años, el comercio externo cesó y, por primera vez en su historia reciente, las islas quedaron literalmente aisladas, no solo en términos geográficos, sino también sociales. En el Archipiélago, permanecieron principalmente mujeres, niños y ancianos, con algunos hombres que por una u otra razón no habían migrado. Fue una época dura, sin duda; tan dura que contribuiría a que, al final de la década, las islas entraran en una crisis económica severa que conllevaría a la infeliz declaración del Puerto Libre en 1953. Sin embargo, las islas tenían algo a su favor: eran autónomas. La mayor parte de la gente producía comida, en pequeños huertos o cultivos medianos, y había configurado a lo largo de varios siglos de asentamiento, bosques productores de fruta que, en épocas de cosecha, producían más de lo que podía comerse. Muchos también pescaban en los alrededores de las islas, donde abundaban peces y tortugas, e inclusive productos poco apetecidos (en ese entonces) para el consumo humano, como el caracol y la langosta. En todo esto participaban activamente las mujeres que, recordemos, representaban una parte muy importante de la población, así como los niños y los ancianos. De hecho fueron ellas y ellos, más que nadie, quienes mantuvieron a las islas en esos tiempos difíciles. Ellas y ellos, y la solidaridad. Para fortuna de los isleños, para ese entonces la sociedad solo había entrado parcialmente a una economía de mercado capitalista. Era precisamente la parte que correspondía a las goletas, los migrantes y los intercambios comerciales. Pero otras formas económicas eran aún más importantes: las de la reciprocidad. Es lo que conocemos como el intercambio. Eso que los mayores recuerdan con nostalgia, cuando yo tenía una yuca y tú un pescado y lo intercambiábamos, para que cada uno pudiera comer pescado con yuca. Esas formas que habían garantizado un mínimo de bienestar, al me-

nos a partir de la abolición de la esclavización en el Archipiélago, y la reconfiguración de una sociedad campesina entre los descendientes de los esclavizados. Porque su papel más importante no era solo garantizar la comida en la mesa, sino mantener un sentido de comunidad, uno donde la única manera como puedo estar bien es si los demás están bien. Si esto había sido importante hasta 1943, en ese momento se volvió fundamental. Nunca antes los isleños necesitaron tanto de sus redes de reciprocidad y solidaridad como en unas islas aisladas (valga la redundancia) y absolutamente dependientes de sí mismas. Pocos recuerdan lo que fue aquello, pero lo cierto es que, aunque en crisis, las islas sobrevivieron al aislamiento, gracias a su autonomía alimentaria y a sus sistemas de reciprocidad. Esa misma autonomía que el gobierno colombiano, con la condescendencia de muchos isleños, ha intentado destruir, sistemáticamente, durante los últimos setenta años, algo sobre lo que quizá escriba más adelante. Por supuesto, cuento esta historia, que se compone de las memorias que he recolectado entre algunos que todavía lo recuerdan, y de la cual poco se habla, por sus similitudes con la situación actual, por sus diferencias y, quizá más importante, por sus enseñanzas. Las similitudes, ya las habrán notado, son unas islas aisladas y dependientes de sí mismas. Las diferencias son, entre otras, una población muchísimo mayor y la inseguridad alimentaria, representada en la poca producción local y en la alta dependencia de todo lo que viene de afuera. Las enseñanzas son la importancia de los valores solidarios, de la comunidad y de la autonomía, en todos sus aspectos, y particularmente en el alimentario. Hoy más que nunca debemos comprender la importancia de lo comunitario y lo local. Hace rato que muchos somos conscientes de la pérdida de los valores comunitarios, pero hasta ahora no parecía ser tan importante, porque el modelo económico en el que nos hemos sumergido nos impide ver más allá

de nuestras propias ganancias monetarias e individuales. Algo similar sucede con la inseguridad alimentaria, que hemos visto venir, pero que nunca nos pareció realmente importante, porque otras actividades económicas, particularmente el turismo, nos proveían de dinero para comprar en el supermercado todo lo que no producimos. Y aunque este modelo sea insostenible, tal como le conviene al sistema y al gobierno, para garantizar sus dominios, nunca nos imaginamos que podría verse amenazado. Pero hoy lo está, y la situación, en un espacio limitado como San Andrés, Providencia y Santa Catalina, es una bomba de tiempo. Frente a esto, es necesario que empecemos a actuar, cada uno desde nuestro pedacito, con lo que sea posible. No podemos quedarnos esperando a que el gobierno nos resuelva la situación; primero, porque las transformaciones que necesitamos de manera urgente no dependen solamente del gobierno; y segundo, porque el gobierno está preocupado en resolver temas muy puntuales frente a la actual coyuntura (demasiado puntuales, diría yo). Debemos cuestionar el sistema en que hemos vivido, al menos hasta hace un mes, y plantearnos como podemos contribuir a que cambie, para mejor. Debemos cuestionar el valor del dinero, que ya vemos que, con el alza de precios y la caída del turismo, cada vez sirve menos, y preguntarnos si realmente lo que necesitamos es más dinero o más solidaridad. En 1943, el dinero no sirvió para mantener a las islas, porque no pudo llegar, se quedó en los puertos centroamericanos esperando una goleta. Pero lo que sí sirvió, con todas las dificultades, fue la solidaridad, la reciprocidad, la comunidad. Eso que todavía pervive en pescadores y pescadoras artesanales que regalan parte de lo que capturan (algunos dirían que demasiado); en agricultores y agricultoras que no cobran gramos exactos; en vecinos y vecinas que organizan una venta de comida para apoyar a alguien frente a una calamidad. Eso que quizá nos sirva para enfrentar lo que vivimos de la mejor manera posible.

ramiento de bienes, servicios o riqueza por encima del concepto de desarrollo sostenible. Dicho modelo debe ser susceptible a un replanteamiento, en especial sus relaciones con el medio ambiente del cual dependemos al cien por ciento. En las líneas prioritarias de la autoridad ambiental del archipiélago, es notorio el énfasis en la protección, restauración, conciencia y cultura ambiental, sin desconocer las amenazas por cambio climático, entre las siete estrategias principales, mientras tanto, la línea de turismo va dirigida hacia la formalización y el posicionamiento del destino en el mercado por medio de certificaciones de calidad de orden internacional. Es que, en busca de la ‘vida moderna’ se desconocieron valores propios de la esencia del ser original en islas y sus características especiales. Se observó crecimiento sin desarrollo, la tugurización y construcciones de infraestructura invadiendo manglares y humedales. Se desaprovechó la edad de oro para entrar a un caos inimaginable y nunca sospechado. Analizando el panorama en su totalidad tenemos una población de más de 65.000 personas, en un alto porcentaje dependientes directamente del turismo o sus derivados, en

el otro extremo, ínfima producción de víveres y nula de insumos para el hogar. Las necesidades de estas familias no estarán satisfechas, por mucho esfuerzo que haga gobierno durante los meses que se estiman para la reactivación del turismo, que bien podría ser como mínimo, lo que resta del 2020. Se suma a esto la baja percepción del ahorro en el sector informal de la economía. En ese orden de ideas, es de esperarse una pérdida del equilibrio social y, con ello, actos delictivos a los cuales hay que anteponerse. No hay de otra, una población no puede vivir en paz y seguridad cuando el vecino padece hambre. El hoy nos indica apretar el paso para encontrar un pronto camino de adaptación, aplicando nuevas normas y diseñando nuevos proyectos. Innovar, y no menos importante, certificar el destino como una oferta segura con garantías sociales y hospitalarias. Así, pasada la zozobra, agradecer lo recibido, compensar los daños causados y experimentar fronteras más edificantes con el entorno. Será la hora de la reconstrucción del modelo económico y social, hora de adaptación y la restauración de los ecosistemas. Y así sí, caminar hacia la conquista del paraíso que muchos anhelamos.

A la conquista del paraíso Como si fuese la trama de una película, la población de las tres islas mayores del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina tendrán que tener una respuesta a los efectos del innombrable virus. Y, claro está, aceptar que su fuente principal de ingresos, el turismo, tendrá una lenta y tardía reactivación que depende en gran medida de la eficacia del Gobierno Nacional para salir airoso de la pandemia. A nuestro gobernante le corresponde la gran responsabilidad de actuar desde una visión polifacética en la cual sea considerada la autoridad ambiental y de control poblacional; la academia, que mucho tiene por decir; el sector empresarial, representantes en lo social, ambiental y de gestión de riesgo, entre otros; para entrar a rediseñar los derroteros del archipiélago En lo global se nos muestra que, por ejemplo, la canciller alemana Angela Merkel, instó a que los programas de reconstrucción tras la crisis del coronavirus se lleven a

cabo siguiendo criterios medioambientales y climáticos, para combinar ecología y economía y agregó que estos planes deben de tener siempre en cuenta que “lo esencial es el éxito global en la preservación del clima". En el plano nacional se indica que conforme la emergencia sanitaria ha ocasionado, entre otras cosas, que las actividades de turismo en el país se encuentren totalmente paralizadas generando una crisis en el sector, se destinarán recursos para contribuir a la subsistencia, por ejemplo, de los prestadores de servicios; ayuda que provendrá de los recursos del impuesto nacional con destino al turismo y tendrá vigencia a lo largo de la emergencia sanitaria. No menos importante es considerar que el primer nicho de turismo a reactivar corresponde a zonas de fácil alcance: el doméstico, por ponerle un nombre, aquellos lugares cercanos a la ciudades que representa poco gasto y que están al alcance incluso en el automóvil familiar; se asume que, por razones de la distancia, seguiría la costa y por último las islas. En el ámbito local, le concierne al empresariado del archipiélago, repensar su participación en la Reserva de Biosfera, que ha estado viciada en buena parte por el acapa-


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Oráculo del presente Extiendo mis miedos en el suelo y me alejo para buscar la mejor perspectiva, el mejor ángulo. Saco los recuerdos de los monstruos que aún hoy acechan y amenazan con correr las cortinas o asomar su cabeza debajo de la cama. Convoco a los ausentes. Nada más propicio que esta cuarentena para hacer una fiesta con invitados impalpables. Tenemos el tiempo y la disposición. Los invisibles entran a través de una puerta que permanece sellada. Los místicos pasan primero. Traigo los atavismos del bautismo y una culpa hereditaria que se cosecha como el arroz salvaje. No soy religiosa. Todo lo contrario, busco un cántaro de luz donde depositar mi irreductible fe, pero ¿por dónde anda Dios en estos días? Busco los símbolos y las metáforas de este paréntesis inédito en que

se ha convertido la pandemia. Carlos Castañeda escribió Viaje a Ixtlán, si no estoy mal, es en ese libro, donde se cuenta la historia del Hombre Feo: Un padre cansado del mal comportamiento de su hijo adolescente consulta al chamán, quien para un eficaz disciplinamiento le encarga conseguir al hombre más feo de su pueblo; este deberá golpear e insultar con descaro al hijo insurrecto mientras él –su padre– debe permanecer escondido en algún lugar. Después del episodio desagradable, el padre debe ir a su encuentro, abrazarlo y calmarlo. Lo llevará enseguida a un lugar donde repose el cadáver de un hombre joven. El adolescente deberá tocar una parte del cuerpo, menos el abdomen. Cuando esto suceda, el joven nunca volverá a ser el mismo. Este es el momento del hombre feo. La época escogida para cambiar de conductas. ¿Soy el hijo amotinado? ¿Soy el padre desesperado? ¿O soy el cadáver? Ahora el aire se congela con la pre-

sencia del escéptico que se sienta a mi lado con la transparencia de la burla abierta como la boca del Guasón. El sarcasmo como síntoma colectivo del miedo al eterno ridículo. Para él no son creíbles la alineación de los países, el desbordamiento de la banalidad ligada a la riqueza, la doctrina de la acidez de la sangre y mucho menos el derecho al silencio frente a la vociferación del inventario de muertos que reposan en los medios de comunicación. Decido ignorarlo. Me asquea la soberbia envuelta en la forma de conocimiento. Le digo que no hay espacio en mi mesa Avanzo con mi reunión de cristalinas presencias. El oráculo habla del hexagrama 62 Hsiao Kuo, la preponderancia de lo pequeño, llegó la estación en la que los excesos pasan su cuenta de cobro. La imagen es la del trueno sobre una montaña. El envilecimiento de los fatuos deseos o como diría John Better, pertenecer a “los del momento”. Las personalidades se convierten en cómodas vacías. El ‘éxito’ es de por sí una idea corrupta. ¿El dictamen? Acoplarse a las exigencias de estos

tiempos y ser uno con quienes viven en las carencias y los despojos. Los pájaros no volarán más alto que el sol. Los símbolos se multiplican mientras converso con el fantasma del silencio. Una mordaza es parte de la indumentaria. El adentro es el lugar seguro, el infinitum es el lavatorio de manos que justifica las pequeñas libertades. La poesía entre los bardos se asemeja a la ciencia ficción. No dejo de pensar en ese diálogo que soporta la cuaresma y desemboca en la resurrección –coincide con el anuncio de esta pandemia que congeló los abrazos–. En el desierto Jesús es tentado por el Diablo en su propia cuarentena. Pero… ¿y si el desierto no es un lugar o si es la geografía de la soledad de Dios? El demonio propone placeres inmortales, Jesús los rechaza con dos argumentos básicos: Resistencia al alimento que no proviene del espíritu, y renuncia a todas las formas de poder.

les de informalidad llevan a las comunidades a enfrentar grandes desafíos bien sean sanitarios, económicos o seguridad social. Y si nos percatamos que la región Caribe es altamente dependiente de los empleos e ingresos generados por el sector turismo no se necesita ser muy aventajado para concluir que vendrán días muy difíciles. Por lo menos eso dice el Director Regional de la OIT, Vinícius Pinheiro: “Estamos ante una destrucción masiva de empleos, y esto plantea un desafío de magnitudes sin precedentes en los mercados laborales de América Latina y el Caribe”. Algunos datos nos permitirán ver la magnitud del problema laboral en nuestro país y en el Departamento. A 2019, con el 10,8% de desempleo, Colombia ocupaba el tercer puesto entre los países de la región y el Caribe; el desempleo juvenil (14-28 años) rondaba el 19,8%. Y como la discriminación aquí también cuenta, el empleo de las mujeres jóvenes se halla más de 20 puntos porcentuales por debajo de la de los hombres jóvenes, que es de un 74,3%. La OIT es clara en señalar que esta tragedia laboral tiene su origen debido, entre otras razones, a cambios tecnológicos y falta de innovación, ambas pertinentes a la calidad educativa. Concuerda en ello Alberto Echa-

varría, vicepresidente de Asuntos Jurídicos de la ANDI, cuando afirma que “una buena formación, tanto en lo académico como en lo laboral, permitirá un país más desarrollado”. Y que esto se esté diciendo 25 años después de la Ley 115, que propone como uno de los objetivos de la Educación en Colombia ‘La formación en la práctica del trabajo’, no habla muy bien del papel de la Escuela ni de la idoneidad del docente. La Escuela tiene la obligación de preparar a sus escolares en todas las áreas y dimensiones que la Ley General de Educación le impone (no olvidar que esta Ley la ayudó a escribir Fecode) temas como el bilingüismo y formación en tecnologías de la información y comunicación (TIC) no deberían serle ajenas. Amén de lo anterior, el director del Sena seccional Antioquia, Juan Felipe Rendón Ochoa, echa de menos la formación de los jóvenes en su deber ser, de modo que sepan “atender una instrucción, saberse relacionar con los compañeros, tener capacidad crítica”. Si ‘Todos por un nuevo comienzo’ no es frase hueca y queremos hacerla realidad, aquí y ahora, el gobernador tiene servida la bandeja gracias a este Covid-19 y a reinventarse la Educación en las islas. Claro que para esto necesita el concurso de la Secretaría de Educación.

Para Alberto Ulloa, el verdadero contemporáneo del porvenir.

A comenzar de nuevo En otras circunstancias, el 1 de mayo se hubiera conmemorado como corresponde: mítines, cacerolazos, trancones, violencia, peroratas, Esmad, gases lacrimógenos, y un largo-et ceterae. Pero las cosas han cambiado y el telón de fondo es otro y el acercamiento social, vetado. Por cuenta del Covid-19 unos 2.700 millones de trabajadores (81 por ciento de la fuerza de trabajo mundial) están siendo afectados, de acuerdo con la OIT. Para América Latina y el Caribe habrá unos 14 millones de desempleados, especialmente entre trabajadores de la economía informal y sectores como el comercio al por menor, los servicios de alojamiento y de servicio de comidas y las industrias manufactureras. Ellos representan el 38% de la población activa mundial. Para San Andrés, cuya dinámica económica la ha llevado de la agricultura (XVII) al comercio y al turismo como principales actividades hoy, como que en 2014 representaban el 38.36 % del PIB del Departamento, las cosas serán “color de hormiga”. De todas maneras, la debacle se veía

STAFF

DIRECTOR Eduardo Lunazzi EDICIÓN Billy Lunazzi Celis

venir, como lo sentenció el gobernador en su PDD: Los que soñamos somos+ 2016-2019: “El modelo turístico imperante actualmente en la isla ha demostrado no ser el adecuado para la región”. En el resto del país las cosas no pintaban mejor. Para Fecode, que de esto sabe mucho, “Antes de la llegada del Coronavirus al país el panorama laboral no era alentador, con un desempleo del 13%, el 8% de trabajadores inactivos, el 64% en la informalidad y más de 8 millones de trabajadores independientes, que ganan menos de 2 salarios mínimos, el país ya evidenciaba que ante la amenaza del covid-19 los impactos en materia laboral serían dramáticos”. Que conste que no habla del desempleo juvenil, en lo cual tiene incumbencia. Y si al Departamento nos referimos, pues podemos decir (ateniéndonos a los datos del PDD 2016-2019) que las cosas son bien complicadas: el 50,1% de las personas ocupadas son obreros o empleados de empresas particulares; el 1,1%, profesionales independientes; el 37,6%, trabajadores independientes. Son los que están en el ojo de la tormenta En América Latina y el Caribe la tasa de informalidad es del 53%, lo cual afecta a más de 140 millones de hombres y mujeres trabajadores, según afirma la OIT. Es que elevados nive-

PERIODISTAS

Janeth Raga Molina Ethel Bent Castro Billy Lunazzi Celis Elliot Howard Paternina

FOTOGRAFÍA Edward Lunazzi Celis Edgar Barragán Edward Yoli

DIAGRAMACIÓN Temis Rodríguez DISEÑO EDITORIAL Jesse Lunazzi Celis FOTOGRAFÍA DE PORTADA Ethel Bent



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