El isleño 156

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"TODAVÍA HAY ESPERANZA"

197 AÑOS DE ADHESIÓN

VUELVE EL FUTBOL

VITRINA CARIBE

NUEVA PRESIDENTA DE SOCIEDAD DE ARQUITECTOS

LA CUESTIÓN RAIZAL Y EL BICENTENARIO

BOCA JUNIORS VS. REAL SAN ANDRÉS

MINEC ABRE CONVOCATORIA

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El periódico de San Andrés y Providencia Año 07 - Nº 156 - Julio 2019 - Circulación Regional - Valor: $2.000 Pesos - www.elisleño.com - Tel: (57-8) 512 7981 - San Andrés Islas, Colombia - ISSN 2339-4463




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La cuestión raizal y el bicentenario de Colombia

197 años de adhesión a Colombia

Con el arribo a Providencia de Luís Aury el 4 de julio de 1818, hace 201 años, llegó por primera vez una estabilidad político-administrativa a nuestras islas que culmina con su incorporación a la Gran Colombia el 23 de junio de 1822, hace 197 años. Las dos fechas cobran un mayor significado este año por la celebración de los 200 años de la independencia de Colombia. Por Harold Bush Howard Ahora bien, la cercanía a las ‘fiestas patrias’, más los desafortunados y recientes asuntos de financiación de Emancipation Week –con todo y la alta importancia que conlleva esta última conmemoración para la historia local–, obligan a reflexionar sobre muchas cosas.

El trato oficial en muchos aspectos no ha cambiado en 197 años de colombianidad en las islas, pero sí dramáticamente el espacio y el perfil sociocultural, y con ello las perspectivas de super-

Los sucesos que desencadena la llegada de Aury jugaron un doble papel importante: en asegurar las islas para Colombia como también la configuración y consolidación del pueblo étnico-

Celebrar lo nuestro El primer intento de ‘integración’ (u homogenización) direccionado a principios del siglo XX a través de la educación en español y la religión católica, da inicio a los primeros conflictos políticos y culturales entre el país y la comunidad raizal.

Las celebraciones bicentenarias deberían de hacerse siendo justos con los protagonistas que hicieron posible los hechos que se celebran y, de esta forma, resaltar los diferentes procesos que la hicieron posible, así como el aporte a la nación de sus diferentes pueblos y culturas.

Ese interés en moldear la identidad raizal hasta el día de hoy no coincide con una mayor preocupación por nuestro bienestar social y económico. Se intentaba volver colombianos a los habitantes, no mejorar su situación socio-económica, algo que tiene paralelos con lo que pasa hoy día.

Sin embargo, no es así con Luís Aury, quien desde las islas aseguró el control naval en el Caribe occidental para limitar los refuerzos españoles y así sellar los espacios militares para la campaña libertadora, haciendo posible colombianidad de las islas; no obstante sus restos aún yacen perdidos y sin interés oficial manifiesto –o investigación en su paradero en curso– tras su hurto de Fort Warwick. Tampoco se es justo con los isleños históricos. La indiferencia y el abandono mostrado hacia ellos inmediatamente tras la incorporación de las islas a Colombia, se sigue dando hacia nosotros sus descendientes raizales. Para Colombia, hace 200 años como hoy, parecen importar más las islas que su gente.

quedaría libre de influencias de esta nueva nación latina muy distinta y distante que prácticamente lo deja abandonado por los 100 años siguientes, algo que le sirvió para consolidar su excepcionalidad como pueblo con identidad y cultura propia.

vivencia de la población histórica ante los retos que enfrenta, algo que no se atiende a pesar de múltiples promesas, un mandato constitucional específico, y órdenes legales de hacerlo.

histórico isleño (más tarde llamado raizal). El arraigo en las islas de este pueblo es ayudado por la estabilidad de la incorporación a Colombia y al mismo tiempo al hecho de que

No sorprende por lo anterior que haya un significativo porcentaje de isleños que no se sienten colombianos. Por esto y por el contexto histórico isleño y la presente crisis, la celebración del bicentenario parece algo incongruente y ajeno a las islas. Aunque se debería de marcar, deberíamos también celebrar o conmemorar nuestras propias fechas históricas, y enseñar nuestra historia en las escuelas y colegios,


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como hacen otros Departamentos. Es tiempo de destacar nuestra rica historia y no dejarla opacar por la nacional que en muchos aspectos nada tuvo que ver con nosotros. Las islas y los 200 años de la independencia Una reinterpretación de la historia isleña, apunta a hechos distintos a los hasta ahora aceptados como parte de nuestra ‘historia colombiana’, lo cual otorga una perspectiva distinta al bicentenario en el contexto insular. Los hechos del 4 de julio de 1818 y del 23 de junio de 1822 pudieran haber señalado un camino distinto para las islas. En este aspecto sobresalen cuatro aspectos: 1. Hubieran podido ser incorporadas a otro país, si Aury y su gente lo hubieran decidido. La fluidez de la pertenencia tiene como claro ejemplo a las vecinas Corn y Little Islands, también colombianas en esa época, pero que eventualmente entraron a la órbita de lo Estados Unidos y luego a ser de Nicaragua. 2. La adhesión a Colombia no fue voluntaria ni pactada. Las fuerzas militares ‘ocupantes’ deciden la cesión o enajenación a través de un acta firmada en su mayoría por ellas mismas, algo que desde Bogotá se ordenó. Fue un acto de poder, con efecto legal, y no algo democrático de libre determinación de los isleños. 3. En los dos aspectos anteriores tuvieron gran incidencia los intereses de las fuerzas militares de ocupación. Querían estabilidad y un buen futuro debido a los reordenamientos que se estaban dando en un Caribe dinámico y efervescente por las guerras de independencia. El archipiélago fue utilizado como ‘moneda de cam-

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bio’ para lograr las dos cosas. 4. Las muy reducidas opciones de los súbditos británicos asentados en las islas bajo una ocupación militar –a nombre de Simón Bolívar–, y el poco interés de Inglaterra u otro país en las islas, los dejaron débiles para decidir. Después de todo, habían llegado a cultivar y a comerciar, y claro está, querían asegurar la continuidad de sus inversiones. Estos mismos británicos informarían a su país de origen –existe documentación– de que Colombia en efecto tomó posesión del archipiélago el 23 de junio de 1822. Pero al poco tiempo también reportarían de que el nuevo país les prestaba poca atención y los tenía abandonados, algo que paradójicamente les sirvió para desarrollarse como un pueblo distinto con características caribeñas; lo cual Colombia trata de modificar a través de la asimilación cultural como proyecto de ‘unidad nacional’ comenzando alrededor de 1900 y puntualmente con la creación de la Intendencia Nacional de San Andrés y Providencia a través de ley 52 de 1912. ¿Valió la pena? ¿Qué hay para celebrar? Ha habido muy serios desequilibrios sociales, culturales ambientales, políticos y económicos que nunca fueron atendidos adecuadamente y hoy tienen a las islas en su peor crisis. De allí que muchos aún se preguntan para qué le ha servido a las islas y a los isleños raizales y no raizales ser colombianos. Luís Aury, quien inició el proceso que llevaría a las islas a ser colombianas, tal vez se preguntaría lo mismo.


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Una mirada al urbanismo y la planeación sostenibles en San Andrés

Todavía hay esperanza... Angélica Ayala es la nueva presidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos (SCA), capítulo San Andrés. La profesional, con amplia experiencia en urbanismo, planeación y obras públicas, tiene como eje primordial para desarrollar durante su periodo de dos años, el concepto de ‘ciudad insular’ en San Andrés. A pesar del caos y el desgreño administrativo, o quizás por ello, cree que hay mucho por hacer y que aún estamos a tiempo. Por Eduardo Lunazzi La arquitecta pasó nueve años de su vida en Barcelona (España), donde reforzó sus conocimientos y desde donde se gestó la inquietud por adelantar los preceptos de ‘ciudad insular’; concepto que, en sus palabras, nace desde la Geografía. “Según lo reseñan varios geógrafos, una isla tiene que ser lo suficientemente pequeña para que se sienta como tal; y para tener conciencia de que se vive en ella, debe haber un cierto tamaño para que uno se sienta realmente rodeado de mar. Así que mi reflexión empezó por este camino, ya no sólo desde la perspectiva ambiental o sociológica, sino desde el mismo espacio en que se habita y es construido por el ser humano”, explicó Ayala. ¿San Andrés: isla o ciudad? Para Ayala es fundamental hablar de ciudad en una isla porque, sin ir muy lejos, aquí todavía se responde con duda cuando nos preguntan si vivimos en una ciudad. Hay quienes responden que habitan en una isla, porque no se reconoce a plenitud lo que tiene de urbano San Andrés. “Se trata de poner sobre la mesa el hecho que existe esta categoría de ‘ciudad’, que aún no ha sido lo suficientemente estudiada, pensada ni entendida desde la particularidad de San Andrés; porque cada isla tiene su propia huella digital, por su estructura territorial que la hace ser ella misma y le da identidad”, explicó la arquitecta. Una de estas características tienen que ver con el corazón ‘verde’ de las islas, ese motor ambiental que permite la existencia de biodiversidad en ellas y que para el caso de San Andrés, sería La Loma y la cuenca del Cove; y en Providencia por ejemplo, estaría representado en la zona montañosa hacia el The Pick. ¿Qué tan cerca está San Andrés de poder ordenarse como isla-ciudad de manera sostenible? En mi opinión, desafortunadamente los pasos que se están dando cada vez nos alejan más de esa posibilidad. Yo pensaría que vamos en sentido contrario, pero sin embargo creo que sí existe aún un punto de retorno para retirar aquellas capas –como en el caso de una cebolla– que han distorsionado el orden real y estructural de la isla.

Necesitamos reencontrar esa huella de identidad que caracterizaba a San Andrés; urge el rescate de lo que era inicialmente la isla, para retomar sus patrones y directrices de ordenamiento territorial. Precisamos una especie de ‘concurso de entendimiento’ de cómo se estructuró históricamente la ciudad y sobre todo el territorio; luego, a partir de esa comprensión, traerla a tiempo presente e incorporarla a las dinámicas actuales de la isla, de sus desarrollos turísticos, residenciales, de necesidades de equipamiento y espacios públicos, para llegar a ese orden que preexistió y al que se le superpuso otro sistema. Como gremio, ¿cómo se aterrizaría esa visión urbanística en un Plan de Ordenamiento Territorial o incluso en un Plan de Desarrollo local? Como SCA tenemos unos temas claros y muy claves en materia de urbanismo, por ejemplo el espacio público. Consideramos que no hay punto más democrático, más igualitario que ese, porque allí todos somos iguales al disfrutarlo por parejo.

torno turístico genera cierta competencia al adquirir un lugar de habitación; porque no es un secreto que quienes vivimos en San Andrés, nos estamos viendo hacinados al no haber una oferta de vivienda decente para ningún estrato, sea de interés social, mínima, o proyectos de construcción. Como SCA estamos buscando esos mecanismos de generación de proyectos de vivienda para diferentes capacidades económicas, porque urge atender mínimamente a esta base de la sociedad que nos está entregando una imagen de paisaje ‘tugurizado’ que se ha ido generalizando desde hace unos 30 años aproximadamente; un paisaje que es contrario a lo que debería reflejar una Reserva de Biosfera. Somos optimistas que se puede empezar a resolver este asunto, con personas de la misma isla donde sé que hay mucha gente capaz para dar soluciones de vivienda digna; ya está más que comprobado que las empresas de afuera son inoperantes y también debemos empezar a cambiar esa dinámica.

“La historia de las casas isleñas se nos está desmoronando”.

Entonces como arquitectos, pensadores de las ciudades y de los territorios, necesitamos estructurar San Andrés como espacio de acción, porque estas áreas son las más escasas en la isla; aquellas zonas verdes por donde se puede caminar con seguridad, que inspiren y refuercen los valores del paisaje, como pasa en otras capitales. En este momento tenemos, lo que podría decirse ‘pinceladas’ como las peatonales o algunas intervenciones puntuales en ciertas zonas; pero cuando se va a los barrios vemos que no existen áreas comunes abiertas, ni parques, además los andenes son escasos, sino nulos. Por eso, el espacio público para nosotros es un derrotero y ayudaría mucho a estructurar aquello que definimos como ‘ciudad insular’. Tenerlo, beneficiaría mucho a quienes nos visitan pero más que nada a quienes vivimos en la isla, a nuestra población es a quienes hay que dar prioridad y esa es nuestra tarea primordial. Vivienda y patrimonio ‘tugurizado’ Hay otro tema clave y es el de la vivienda, porque el hecho de residir en un en-

Los arquitectos inscritos en la Sociedad somos más de 60 y, seguramente por fuera de ella, hay muchos profesionales más; así que la invitación es a que se den a conocer para saber de ellos y precisar sus especialidades, para que establezcamos complementariedad entre diferentes disciplinas y de esta manera fortalecer nuestro gremio y poder ofrecer soluciones concretas. Adicional a los temas de vivienda y espacio público, para nosotros es fundamental trabajar la cuestión de la arquitectura patrimonial, que no sólo vincula al objeto como tal, sino que enlaza al paisaje y al suelo como patrimonio. La idea es realizar intervenciones para rescatar esos valores del patrimonio, en la propia arquitectura física y en lo que significa su entorno; porque el suelo donde se sitúa cada casa isleña, posee una historia y cada uno de sus patios, cuenta con una tradición. Como es sabido, gran parte de la vida del isleño se sucede en el patio; es decir, al interior de las casas sucede lo más íntimo, pero en los patios juega, se reúne con más familiares, come, almacena el agua, vela a sus muertos… y esto tiene un valor patrimonial que, aunque intan-

gible, es complementario a ese objeto arquitectónico que representa la vivienda. Por eso repito que estas tres temáticas son esenciales, así que en estos dos años que estaremos en la SCA tomando decisiones junto a su Junta Directiva (porque no soy sólo yo), nos enfocaremos en dichos factores. ¿Tienen pensado reunirse con los candidatos a la Gobernación para plantearles estos retos? Por supuesto, porque estamos en un momento crucial para buscar recomponer lo que se pueda. Para nosotros es importante saber qué están pensando ellos como candidatos, desde sus perspectivas políticas; cómo van a conducir el territorio y a manejar las problemáticas urbanas; y porque somos conscientes que estas decisiones en materia de vivienda, espacio público y patrimonio, dependen exclusivamente de una decisión política. Como gremio podemos imaginarnos y reinventarnos la isla; pero sin voluntad política para hacer las cosas, no se podría materializar nada. ¿Qué espera lograr, al concluir su periodo como presidente en julio de 2021? Quisiera ver varios proyectos ejecutados o al menos, en proceso de ejecución; programas que hayan tenido participación democrática y que no sean impuestos ‘a dedo’; construidos a partir del concurso de personas o grupos isleños, que son quienes viven y conocen la realidad de la isla. Quisiera ver andando un proyecto territorial de espacio público, que ya sea concreto y que empiece a ejecutar sus acciones; que se estén dando soluciones de vivienda, al menos para la franja base de la sociedad, una necesidad imperante, para darle paso a una ciudad formal, habitable y digna. En cuanto al tema de patrimonio, que los proyectos no se queden en el papel sino que hayan actuaciones comprometidas donde al menos uno o dos casos vitales de conservación arquitectónica, se visibilicen con intervenciones modelo que reflejen el camino a seguir. Sé que en dos años no vamos a solucionar todos los problemas, pero como Asociación podemos dejar una ruta clara de cómo hacer ciertas cosas y dejar unos primeros pasos andados. Todavía hay esperanza.


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“Necesitamos reencontrar esa huella de identidad que caracterizaba a San Andrés; urge el rescate de lo que era inicialmente la isla, para retomar sus patrones y directrices de ordenamiento territorial”.

Foto: Edgar Barragán


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Denuncia el Presidente de la Asamblea Departamental

“Hay nuevos elefantes blancos” Cumplidos seis meses en la presidencia de la Asamblea Departamental, el diputado Wellington Rankin Bent dialogó con EL ISLEÑO, anticipando la realización de debates candentes en torno a seguridad, infraestructura, salud, y al cuantioso convenio de 45 mil millones de pesos firmado con la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter), el cual fue aplazado por solicitud de la Administración Departamental. Redacción política El diputado oriundo de Providencia, se posesionó como presidente en enero de este año y, como se recordará, lideró la negativa de la corporación de no dar –por segunda vez– posesión al gobernador encargado, Juan Francisco Herrera Leal, tras la renuncia del ex mandatario Ronald Housni Jaller, que lo separó definitivamente del cargo.

no lo está– habilitado. Existía y existe una terna definida como lo dispone la norma electoral, eso es claro como el agua, además de otras consideraciones.

yectos en la medida en que se han ido presentando. En otros casos se le han negado algunas pretensiones, por ejemplo, las de otorgar concesiones, y eso tal vez impide que la relación sea más fluida.

“Hasta el momento las cosas marchan en forma aceptable; tengo el respaldo de mis compañeros de la Asamblea, aunque no ha sido fácil porque cada uno trae solicitudes que les endilga la ciudadanía. Nosotros podemos incidir y quisiéramos resolver todas las problemáticas, pero la última palabra la tienen casi siempre el Gobernador y sus secretarios”, explicó Rankin Bent.

Para nosotros es fundamental conocer los proyectos que comprende dicho contrato multimillonario y, requerimos además una explicación del porqué se seleccionó a dicha entidad, cuyos antecedentes en las islas no son los mejores. No podemos consentir que a una organización que ‘le quedó grande’ terminar las obras (estancadas por cinco años) del Distrito 4, la vayan a premiar entregándole más de 45 mil millones de pesos en recursos propios… Porque aclaro, éstos no son dineros de la Nación, sino recaudados en el Departamento. Imagínese, las entidades territoriales, todas, van a Bogotá a buscar recursos para sus regiones; en cambio, nosotros corremos a entregarles 45 mil millones delegando una función que nos corresponde por ley, que es la de servir a nuestra comunidad.

Al mismo tiempo, aseguró que las islas han cambiado mucho en los últimos años, porque ya no se percibe el carácter solidario que caracterizaba al isleño. “Aquí cada quien va buscando únicamente lo suyo. Necesitamos volver a esos tiempos, cuando se le tendía la mano al hermano caído; necesitamos rescatar ese sentido de la cooperación que nos caracterizaba…”, concluye en una nostálgica introducción.

También está invitada de manera especial la nueva secretaria de Cultura, Ligia Ibarra Cabeza, para que explique qué va a pasar con la ‘Estampilla Procultura’ una vez que esos dineros se ejecuten en Bogotá y cómo van a hacer para recuperarlos, entre otras cosas.

A usted le tocó una coyuntura de inestabilidad institucional y, entre otras, no le dio posesión al gobernador (e) actual quien finalmente lo hizo ante un juez de garantías. ¿Esa situación le produjo contratiempos? No lo he sentido así. La Asamblea siempre ha trabajado de la mano con los gobernadores, pero cuando anunciaron que se produciría una nueva posesión tomamos la decisión de no hacerlo, dado que consideramos que no estaba –y aún

se espera de este espacio?

Pero volviendo a su pregunta, en un principio, tal vez sí pudo haber molestia del gobernador (e) por la negativa, pero nuestra responsabilidad no ha cambiado a raíz de ello; hemos ido aprobando sus pro-

Por otra parte, se está ‘cocinando’ el trascendental debate para dar claridad al contrato de 45 mil millones de pesos suscrito con Findeter, alcual están citados varios secretarios de despacho. ¿Qué

Cabe recordar que el porcentaje de la estampilla, se cobra cuando se hace una contratación dentro del Departamento, y habiendo firmado con una entidad foránea, se verán afectados los sectores del deporte y de la cultura. Pero sobre todo: si no le dan chance a contratistas locales de concursar, se frustra la oportunidad de irrigar recursos importantes en la comunidad. ¿Cuáles son los otros debates programados? Adelantaremos también un debate con la cartera de Infraes-


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tructura, porque vemos nuevos ‘elefantes blancos’ dando vueltas en San Andrés: la Casa de la Cultura de North End, Tropical Park o el Hipódromo; en este último caso, se desembolsaron más de 7 mil millones de pesos en anticipos, y el contratista solamente descapotó el terreno y de ahí en adelante nada más se ha hecho. La gente está desesperada viendo que no arrancan las obras y que otras quedaron empezadas, como la vía Cundinamarca. Por eso citamos a la secretaria Ninosthka Hudgson, para que explique qué pasa con esas construcciones y que nos diga cómo piensan recuperar los recursos que ya se han girado y si se aplicarán las pólizas respectivas, para que esos dineros vuelvan a las arcas departamentales. También llevaremos a cabo un debate en torno a la salud, propuesto desde hace varios meses por la difunta honorable diputada, María Said Darwich, al cual hemos convocado a los principales actores del sector para que expliquen qué pasó

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con la licitación para una nueva administración a partir de agosto de este año y en qué quedó la propuesta de un modelo mixto de operación en el Departamento, que entre otras cosas ordenó el fallo del Tribunal Contencioso Admi n ist rat ivo.

“No podemos consentir que a una organización que le quedó grande terminar las obras del Distrito 4, la vayan a premiar entregándole más de 45 mil millones de pesos…”

¿Qué sabor le dejó el debate sobre el tema de seguridad, para lo cual fue citado el secretario de Gobierno, Rómulo Areiza Taylor; además del comandante de la Policía, Jorge Urquijo Sandoval? Muy frustrados, porque la idea que teníamos y sé que así lo comparten varios ciudadanos, es que teniendo militares como gobernador (e) y como secretario de Gobierno, el tema de seguridad tendría que mejorar.

Pero ha sido todo lo contrario, ahora se presentan robos a plena luz del día en casas, entidades financieras y en empresas; además que hay mucha circulación de armas.

El secretario Areiza Taylor es mi paisano, ambos somos de Providencia; pero si él no da la talla, tendremos que ponerle una moción de censura para que abandone su cargo y pongan a alguien con una visión más clara de cómo sacar adelante a la isla en ese sentido. Aún cuando el funcionario dio algunas cifras sobre el accionar de su cartera, no envió con antelación las respuestas al cuestionario que le enviamos como Corporación, ni sus explicaciones fueron todo lo convincentes que se esperaban.

Ni él ni el coronel de la Policía expusieron, tal y como lo solicitamos en el cuestionario, las estrategias que existen para combatir esta problemática que está afectado a cada vez más sectores de la sociedad, incluyendo desde luego a los visitantes de la isla. Realmente nos sentimos frustrados. Por último ¿Cómo marcha la iniciativa crear el municipio rural para San Luis y La Loma? Los dos diputados (Arlington Howard y Oscar Bowie) por separado están presentando este proyecto que es un derecho que confiere el artículo 310 de la Constitución Política de 1991. Lo han hecho en cada vigencia de la Asamblea desde 2016, cuando llegué por primera vez a la corporación; sin embargo no ha sido aprobado. El proyecto es bueno para proteger el territorio y a su gente, pero yo les sugiero presentar esa iniciativa de forma unificada. En este momento se encuentra en estudio dentro en comisión y estamos a la espera de novedades.


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Una transformación amigable y necesaria para San Andrés y Providencia

Así se energizan las islas Los buques que atracan en el puerto de San Andrés parecen todos iguales. Camajanes de acero que se agolpan en el muelle uno detrás de otro. Si acaso, por sus brazos metálicos, se pueden distinguir los barcos pesqueros, una especie en vías de extinción. Hay otros que traen víveres indispensables para las islas. También los hay repletos de productos chinos para abastecer los supermercados. Pero hay uno sin el cual la vida en el archipiélago volvería al pasado, cuando la llegada de los navíos se anunciaba con el soplo de un caracol y todos en la isla se saludaban por su nombre.

Por Andrés Ruiz Worth Cada vez que aparece en el horizonte el buque cargado con toneladas de diésel marino, sin haber derramado una gota del preciado combustible en el trayecto desde la central de Ecopetrol en Cartagena, se renueva la tranquilidad de unas cuantas personas que saben que de ese barco –una especie de Dios mensajero que atraviesa las fronteras azules de Colombia, esquivando tempestades y cayos– depende que haya luz en la isla. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) calculó que se requieren cerca de 15 millones de galones de diésel al año para operar las dieciocho unidades de generación distribuidas alrededor de San Andrés (en Providencia, donde hay cuatro unidades, se usa cerca de un millón de galones). Lo que significa que el ir y venir de ese capitán abnegado con su tripulación silenciosa, la travesía de ida y vuelta para traer la materia prima de la vida como la conocemos, es constante y no se puede demorar más de la cuenta. Los costos de la operación Esa labor implica grandes costos, en primer lugar, ambientales. El archipiélago, uno de los rincones más bellos, frágiles y sobrepoblados que tiene Colombia, produce alrededor de 142.492 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año. Económicos también. Informa la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) que el costo

unitario del kilovatio/hora para noviembre de 2018 fue de $918 pesos, casi 40% más que en el territorio nacional. Según estudios de diagnóstico que hizo la entidad, la producción y transporte del diésel tiene un valor que oscila alrededor de los $5.751 pesos por galón puesto en la planta de generación en San Andrés. Para que llegue a Providencia hay que sumarle otras 50 millas náuticas al costo del flete. Esto repercute en las finanzas, no solo de los consumidores, sino del Gobierno Nacional, que debe subsidiar la generación y el servicio de la energía a estratos 1,2 y 3 por tratarse de una Zona No Interconectada (ZNI) a la red. En números gruesos, el mismo estudio del BID estima que el archipiélago recibió más de US$100 millones entre 2012-2016 por subsidios que entregó el Gobierno Nacional, cerca del 40% del total de subsidios otorgados por este concepto en todo el país. Una carga fiscal demasiado alta como para serle indiferente. Programa de eficiencia energética Casi una década de diagnósticos y consultorías han llevado finalmente a implementar un programa piloto de eficiencia energética en el archipiélago con el objetivo de utilizar menos energía para brindar el mismo servicio, reduciendo el gasto de los usuarios y del Estado. Se ha identificado que gran parte de la tecnología que se encuentra en las islas es obsoleta, se trata de neveras, bombillos y aires acondicionados gastados e ineficientes, y que los hábitos

de consumo de los isleños podrían mejorar. Por estas dos razones un usuario residencial en el archipiélago consume casi el doble de energía que uno en el continente. Por ejemplo, los bombillos incandescentes que se pueden ver desde la calle en un paseo nocturno por la isla consumen entre dos y ocho veces más energía que una luminaria led. Ni hablar de neveras o aires acondicionados, pues los nuevos equipos son hasta un 30% más eficientes. Según estudios de diagnóstico de la UPME correspondientes al año 2012, hay aproximadamente 22.000 usuarios formales del servicio de energía eléctrica en las islas (2.000 de ellos en Providencia). Su participación y consumo se distribuye de la siguiente manera:

Mientras entran en funcionamiento plantas generadoras de energía que aprovechen las fuentes renovables como la radiación solar o el viento, hay un gran potencial para que los isleños, no importa de qué grupo social, reduzcan el consumo cambiando de hábitos y tecnología. La UPME estima que implementando buenas prácticas y sustituyendo refrigeradores domésticos se podría ahorrar entre un 25% y 35% de energía. Al Estado le supondría un ahorro estimado en USD$1.179.813 y a la atmósfera dejar de recibir 5.000 toneladas anuales de (CO2). En el sector comercial/hotelero, la sustitución de aires acondicionados por equipos más eficientes podría generar otro 30% de ahorro en el consumo. La tarea es inmensa, pero el apoyo viene en camino.

Participación ( %)

Consumo eléctrico (%)

85

34

Comercial ( ventas y alimentos )

12

21

Industrail / Hotelero

0.6

21

Oficial

1.5

9

Otros

0.6

14

Tipo de Usuario

Residencial

Fuente: Plan de Acción Indicativo de Eficiencia Energética 2017-2022, UPME


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FOTO NOTICIA

La ‘buena vibra’ del Kite Surf Si hay alguna manera en que el mar de San Andrés incrementa su belleza, es con la presencia de las múltiples coloridas cometas de Kite Surf que lo adornan cada vez que hay un encuentro de este deporte, que en la isla encuentra el mejor escenario para practicarlo. Definitivamente la apuesta por el turismo deportivo es ganadora, siempre y cuando se realice con rigor y respeto por el medio ambiente y por quienes se comparte el espacio. Suma puntos si el deporte es inclusivo y no se limita a un único perfil de competidores. Las competencias que incluyen variedad de género, edad o condición física, siempre serán más amables y con certeza se podrá exclamar: Buen viento y buena mar.

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Foto: Edward Yoli


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“Esta distinción aumenta aún más mi compromiso con la comunidad”

Reconocimiento PADI

El pasado mes de junio, PADI, la agencia certificadora de buceo con mayor cobertura a nivel mundial, otorgó un reconocimiento por antigüedad al líder ambiental Jorge Sánchez Berrío, quien ostenta las especialidades de Master Instructor y Marine Management Resource. Por ello y dada su amplia experiencia en esta disciplina, EL ISLEÑO quiso conocer cuál es su apreciación del buceo recreativo hoy por hoy, como actividad turística promotora de desarrollo sostenible en el archipiélago. Recientemente la agencia certificadora PADI Corporation le ha otorgado una mención de antigüedad a su labor dentro de esta institución. ¿Qué representa para usted este reconocimiento? Me siento ante todo muy honrado; pero lo tomo más como un compromiso ante la gente de la isla, que espera mucho más de sus líderes. Además, porque con este diploma de antigüedad, PADI nos recuerda al gremio del buceo, nuestra responsabilidad con el medio ambiente y con nuestros estudiantes. Es un fortalecimiento de la jerarquía, en la cual debemos soportarnos. La línea de tiempo del buceo nos conduce desde tácticas militares, expediciones científicas, obras de ingeniería hasta las actividades netamente a lo recreativo, vacaciones de buceo, es por esto que la jerarquía y la antigüedad es de mucha importancia, finalmente, porque somos los destinados a conservar y potenciar los ideales del buceo desde las primeros primeras etapas. Aterrizando dicha distinción al plano local, en términos económicos, sociales y ambientales, ¿cuál es su punto de vista sobre la actividad turística del buceo en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina? Las condiciones propias de la naturaleza oceánica en las islas, representan el escenario ideal para un amplio abanico de opciones en términos de buceo y prácticas náuticas. Dadas las condiciones del mar y el fácil acceso desde la orilla en San Andrés, además de su cultura basada en el conocimiento del mar desde muchas generaciones con un gran potencial de ‘una alternativa de desarrollo económico y social, podrían abarcar gran participación comunitaria. Sin embargo, para lograrlo se requiere de un balance entre lo social, económico y ambiental, donde el afán el lucro no esté por encima de la preservación de los fondos marinos. ¿Qué tan lejos se está de ese balance? En términos de buceo, la realidad actual muestra que ese concepto de un ‘San Andrés más barato’, aleja a la isla de tener un futuro promisorio en el mediano plazo. Muestra de ello es el evidente estrés de algunos fondos marinos, la caída de los precios, bajas en la calidad y seguridad en el servicio.

No obstante, podemos (y tenemos) que plantear qué queremos y qué debemos hacer para lograrlo. Enfocándonos en estos dos planteamientos tendríamos fortalecimiento como gremio, conservación de zonas coralinas, mayor cantidad de peces y optimización de la seguridad y calidad del servicio; además de tener sentido de pertenencia sobre la infraestructura instalada por el Departamento para esta actividad turística. Uno de los factores importantes para el turismo, en especial el extranjero, es la seguridad del destino. ¿Qué tiene para decirnos al respecto? En San Andrés se ofrece un amplio abanico de opciones que van entre dos extremos: los programas de ‘Descubre el buceo buceando (DSD)’ y los cursos ‘buceo técnico recreativo (TecRec)’ que se realizan dentro de normativa internacional globalizada de las normas ISO. Para complementar la seguridad que ofrece tener cámara hiperbárica en la localidad, sería de gran conveniencia la conformación de una red de primeros auxilios, con unidades para proveedor de oxígeno, que cubra los tres frentes más visitados, mientras llegan los cuerpos de socorro en caso de cualquier tipo de emergencia. Con el programa de experiencia (novatos), se hace más sencillo porque está diseñado para que no se esté expuesto a problemas de enfermedad descompresiva, de forma tal que, siempre y cuando, se cumpla el protocolo internacional de registro, marco teórico, desarrollo de destrezas y radios de acción de cuatro participantes máximo por instructor en teaching status, la accidentalidad es sumamente baja.

¿Está usted de acuerdo en invertir económicamente en un programa de preservación de fondo marino y sus especies?

Usted nos ha hablado del desarrollo turístico y ambiental. Cabe preguntarle, ¿cómo se entrelazan temas como lo social y lo ambiental?

Sí, definitivamente; se asume que la gente estará más dispuesta a aportar desde si los recursos se utilizan directamente en la sostenibilidad. Desde las estrategias de manejo, por ejemplo, boyado y marcaje efectivo de las zonas especiales, salarios a los pescadores que patrullen las áreas. Esta estrategia se debe acompañar de un programa efectivo de monitoreo programado y continuo.

El verdadero potencial turístico-social, estaría en aprovechar la experticia y los conocimientos empíricos de los pescadores artesanales, para incluirlos dentro del abanico de las actividades turísticas, con propuestas de alta rentabilidad y baja inversión.

Aún más, en acciones de legislación a nivel local para lo cual las acciones de: crear una ordenanza a nivel local que conecte la regulación del uso del arpón con la actual ley de pesca. Así como de control como, por ejemplo, hacer visibles tanto en tierra como desde el mar las diferentes clasificaciones de áreas marinas protegidas y, desde luego las acciones de vigilancia que conforman parte del trabajo articulado entre la Corporación Ambiental Coralina, Policía Nacional, Armada Nacional, Secretaría de Agricultura y Pesca. Allí también es clave la participación de la Academia, y que se incluya a la comunidad doliente como parte de la solución y aporte con sus conocimientos tradicionales; con ello, en unos tres a cinco años se verían resultados notorios. Allí la cosa es que se debe actuar con prontitud, porque todo depende de la condición actual de las poblaciones, puesto que, si están muy disminuidas, por debajo del mínimo vital van a tomar mucho tiempo la recuperación.

Es simple, cuestión de diseñar y ofrecer el servicio, puesto que habrá quien pague únicamente por la emoción de la captura de peces para luego soltar; o quien pague solo por observar los peces; o quien pesque, limpie, prepare y disfrute con un poco de arroz, bread fruit o patacón, que podría ser enmarcado en un de emprendimiento y empoderamiento modélico que no tendría que alejar al pescador de su entorno de trabajo. Cabe también en el abanico de oportunidades, potenciar el ya amplio conocimiento empírico hacia el tema de la preservación del océano y sus especies (environment care). Ejemplos notorios son los programas de restauración ecosistémica que ya se desarrollan en la isla bajo el esquema BanCO2 que apoya Coralina. Asimismo, el trabajo mancomunado de captura y comercialización del pez león, para la mitigación de los efectos relacionados con la invasión de esta especie; y relacionado con la protección marina, servir de ‘guarda-mares’ de apoyo en control y vigilancia. Para cerrar, cuál sería el resumen que une los temas aquí tratados? Es hora de ir construyendo dentro del llamado “archipiélago posible”, una propuesta que podría ir fortaleciendo la oferta turística a tres, cinco o diez años y que, además, empodere la agremiación de los prestadores del servicio; se proteja el medio ambiente, y donde el turista obtenga experiencias seguras y gratificantes. Pienso que ello no debe ser misión de un gobierno en particular, sino que debe ser tenido como una política pública, a largo plazo. Están puestas las cartas sobre la mesa; no se necesita una Greta Thunberg como anticipo de las voces de futuras generaciones, que piden un desarrollo económico no destructivo. Las alarmas ya están encendidas y la isla cuenta con qué enfrentarlas.


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“Me siento ante todo muy honrado; pero lo tomo más como un compromiso ante la gente de la isla, que espera mucho más de sus líderes. Además, porque con este diploma de antigüedad, PADI nos recuerda al gremio del buceo, nuestra responsabilidad con el medio ambiente y con nuestros estudiantes”

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Entrevista: habla la nueva directora de la Cámara de Comercio de San Andrés y Providencia

Por el fin misional de la entidad

Cumplidos seis meses en la presidencia de la Asamblea Departamental, el diputado Wellington Rankin Bent dialogó con EL ISLEÑO, anticipando la realización de debates candentes en torno a seguridad, infraestructura, salud, y al cuantioso convenio de 45 mil millones de pesos firmado con la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter), el cual fue aplazado por solicitud de la Administración Departamental. Jennifer Yepes es la nueva directora de la Cámara de Comercio de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Es administradora de empresas de la Escuela de Administración de Negocios de Bogotá y ya expresó sus ganas y expectativas de materializar su aporte a las islas desde la nueva posición que asume. Esta sanandresana cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector comercial. Trabajó con los hoteles Sol Caribe, como jefe de compras; fue gerente de Caracol Radio en las islas; laboró durante más de cinco años con el Banco de Bogotá; y fue directora de la oficina de la EPS Sanitas; entre otras ocupaciones. En diálogo sostenido con EL ISLEÑO, manifestó que pese a que no contaba con esta oportunidad, había soñado con ocupar este cargo. “Estoy muy contenta de poder aportar un granito de arena, a partir de mi conocimiento y desde la Cámara de Comercio (CC), a la comunidad”, dijo. ¿Hay algún objetivo específico demarcado por la recientemente elegida Junta Directiva, para el desempeño de sus funciones? Puntualmente, ninguno. En general la nueva Junta Directiva está con muchos deseos de trabajar en pro de mantener y fortalecer el trabajo hacia la misión y la visión de la entidad; y con mi llegada, queremos darle em-

puje a ello mediante el trabajo en equipo. Continuaremos con las proyecciones que se tienen establecidas en el Plan Estratégico. Tenemos muchas cosas por hacer, desde diferentes frentes; la más próxima es realizar el evento ‘San Andrés D e s p i e r t a ’, este 19 de julio. Tenemos program a d o adicionalmente, el desar rol lo de diferentes talleres y cursos en la isla y de unos diplomados en Providencia; se vienen también varios convenios con otras cámaras de Comercio del país, tendientes al desarrollo empresarial. ¿Qué se contempla en estos convenios que menciona con otras cámaras del país? En los lineamientos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, se tiene que las cámaras grandes (como la de Barranquilla o Bucaramanga, por ejemplo)

apoyan a aquellas más pequeñas. Así que nos hemos unido con otros de estos entes, para desarrollar diferentes proyectos en temáticas comerciales. Tenemos otra idea que está caminando en temas de turismo, con la CC del Amazonas, así que vienen cosas interesantes. Próx i mamente daremos a conocer de qué temas se trata y los lineam ie ntos para unirse a las próximas convocatorias. Yo llegué apenas este mes de julio, pero tengo claro los objetivos de la Junta Directiva y la idea es mantener la continuidad de los procesos que ya se encuentran sobre la mesa, pero también mantener un espacio abierto para ‘subirnos al bus’ de lo que vienen desarrollando con éxito en otras partes del país. Considero que estos pocos días hemos adelantado muchos temas, que estamos encaminados y visionamos que de aquí a di-

ciembre, hayamos desarrollado al menos cuatro de los objetivos que tenemos fijados. ¿Qué ha pasado con la Cámara de Comercio y el Cómité Intergremial y Productivo del Archipiélago (Cipar), comité que hace unos años fue muy activo en conjunto? Hace unos días hubo una reunión y varios de sus integrantes, como yo, son nuevos; así que quedamos en volvernos a encontrar, para empaparnos mejor de nuestras funciones y reactivar este Comité donde se trataban por ejemplo, temas como los de la inseguridad. En todo caso, pueden estar seguros que desde la Cámara vamos a hacer todo lo humanamente posible para contribuir, como gremio, con la causa de la seguridad en San Andrés, pero nos toca trabajar a todos unidos: gobierno, comerciantes y ciudadanía en general. Respecto a la medida que restringe la venta de licores en algunos sectores, desde su llegada ¿ha tenido o va a tener algún acercamiento con la Administración Departamental para hablar del tema? Sí, en mi agenda próxima se tiene ese punto por tratar; espero tener bases sólidas para poder pronunciarnos como gremio y con ello establecer un norte para trabajar en esa materia.



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Boca Juniors: primer rival de San Andrés en Torneo Águila

Vuelve el fútbol profesional a la isla

Este 21 de julio inicia el segundo semestre del Torneo Águila, fecha en que Real San Andrés enfrentará al Boca Juniors de Cali*. El gerente del Club, Gustavo Núñez, dialogó con EL ISLEÑO a cerca de la pretemporada del equipo y también, del esperado compromiso ante el Deportivo Cali por octavos de final en la Copa Águila, el 31 de este mismo mes. Por Janeth Raga Núñez manifestó, que la pretemporada se desarrolló en el departamento de Santander principalmente por temas de costos y que se encuentra muy satisfecho con el trabajo que han desarrollado los jugadores, junto al técnico, metodólogo, preparador físico y el psicólogo del plantel. “Estas actividades preparatorias, de cara al segundo semestre del fútbol profesional colombiano son fundamentales para el equipo. Hasta ahora se han jugado amistosos con Alianza Petrolera, Atlético Bucaramanga, Cúcuta Deportivo y otros equipos; estamos buscando un partido más para este fin de semana, a fin de hacer los últimos ajustes tácticos, antes de viajar a San Andrés en los próximos días. La decisión de realizar la pretemporada en Santander, obedeció a que aquí tenemos mayores oportunidades en lo logístico y para organizar partidos amistosos; cosa que no pudimos hacer en el primer semestre e indudablemente eso se reflejó en los resultados”, explicó el gerente. Listos para enfrentar al Cali Como se dijo al comienzo, la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) definió a principio de mes el calendario para el Torneo Águila II. El primer partido del Real San Andrés (RSA), será este 21 de julio en el estadio Erwin O’Neill enfrentando al (re-fundado) equipo Boca Juniors de Cali; igualmente, el miércoles 31 los sanandresanos disputarán el compromiso de ida por octavos de final de la Copa Águila, ante el Deportivo Cali.

Ante este trascendental encuentro con un equipo de renombre en la categoría A, Núñez comentó que el cuerpo directivo está muy animado porque es una posición privilegiada el haber quedado como cabeza de grupo en la Copa, durante el primer semestre.

firmó que José Luis García continuará como director técnico del onceno y que los sanandresanos Ryan Pole y David Livingston ya se encuentran recuperados de sus lesiones; por lo que se espera verlos en el terreno de juego en los próximos compromisos.

“Estos dos compromisos nos despiertan muchas cosas positivas. Tenemos toda la energía puesta en ello, los muchachos están entrenando muy fuerte y trabajando sobre todo, el tema de la ansiedad que genera enfrentarse a uno de los grandes del fútbol en Colombia; y más que nada, por la emoción de llevar ese espectáculo a la isla: algo nunca antes visto, en términos de fútbol profesional”, indicó.

Por el contrario, el mediocampista James Ávila volvió a lesionarse en la pretemporada y es posible que no participe en el Torneo II.

Pole y Livingston: ‘a punto’ para este semestre De otro lado, el gerente del RSA con-

“Aprovecho esta oportunidad para hablarles de Donovan Forbes, un joven de la categoría sub 20 del RSA y que ha llamado mucho la atención del grupo técnico. Por ahora sigue preparándose y considero que mejorando en ciertos aspectos de fundamentación, se convertirá en un ju-

gador muy interesante”, reveló. Por último y con respecto a las adecuaciones que se tienen pendientes en el estadio Erwin O’Neill, Núñez admitió que, aun cuando quisiera ver los avances mucho más pronto, desde la Administración Departamental se están haciendo las cosas. “En ese aspecto, sé que se están buscando recursos con Coldeportes, para culminar algunas obras y pienso que con un esfuerzo extra desde la Secretaría de Deportes, no demorarán mucho tiempo, porque la infraestructura ya existe; que sería lo más costoso y demorado”, expresó. “Soñamos con que sean instaladas las luminarias que especifica la Dimayor, porque muchos partidos se dejan de televisar (por Win Sports) por ese motivo; y la vitrina de estos medios de comunicación nos favorecen a todos, así que soy optimista de que las cosas marchan por buen camino”, concluyó el gerente del Club. *Acerca del equipo Boca Juniors Boca Juniors de Cali es un equipo colombiano fundado en 1937, que desapareció del fútbol profesional colombiano en 1957 debido a una crisis económica y que fue refundado el 12 de marzo de este año, cuando la Dimayor aprobó el cambio de sede del Universitario Popayán a la capital del Valle del Cauca. Históricamente, este cuadro es considerado como uno de los grandes en la época de ‘El Dorado’ colombiano, cuando era contendiente clásico de equipos como Millonarios y de sus rivales de patio, América y Deportivo Cali. Fue campeón de la primera edición de la Copa Colombia en la edición 1950-51.


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A CULTURAL ROUND TRIP FROM ARCHIPELAGO OF SAN ANDRÉS

Entre el 30 de junio y el 30 de julio está abierta la convocatoria para participar del Mercado Insular del Expresiones del Caribe (Minec) que, para esta séptima edición, incluirá danza, artes plásticas y visuales. El proceso de inscripción es gratuito y se realiza en línea, a través de la página web: www.minec.com.co.

Fotos: Archivo particular MINEC 2017


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Minec 2019 abre convocatoria para los artistas de la región

Vitrina Caribe

El Minec se desarrollará del 26 al 29 de septiembre; el evento sigue fortaleciéndose y renovándose para ser la mejor plataforma de difusión, promoción, circulación e intercambio de las músicas en San Andrés, Providencia y Santa Catalina, con el resto del mundo. Novedades Es por esto que para este año se incluyen por primera vez otras dis-

ciplinas que podrán ser ofertadas, tales como danza, artes plásticas y visuales, a fin de mostrar y visibilizar a los bailarines, compañías y artistas plásticos de las islas. La agenda comprende cuatro días de encuentros académicos, charlas, showcases y ruedas de negocios en San Andrés. Podrán participar bandas de música afro y caribeña, urbana, tradicional y sus fusiones; además de agrupaciones de danza

típica, pintores y fotógrafos.

nivel insular y continental.

Para Wendy Pérez, directora del Minec, el mercado es importante porque “es una plataforma que pone en circulación a todos los artistas del archipiélago y a aquellos que vienen trabajando alrededor de la cultura Caribe.

Para los artistas, es una vitrina para visibilizarse, es una gran ocasión para mostrarse en todas sus habilidades culturales”, concluyó.

Además porque es una oportunidad para generar lazos con otros territorios que hacen parte de la región, a


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Cuando la mentira es la verdad

Durante la reciente década pudimos comprobar que el descaro y la desvergüenza se apoderaron en muy buena parte del accionar de los responsables de nuestros asuntos en la ‘cosa pública’. Para ser más precisos, en los últimos ocho años en las islas han ocurrido especialmente tantas calamidades en el campo ambiental, disciplinario, fiscal y/o penal, que pareciera que algunos hubieran perdido toda la cordura y recato posible. Sin embargo, lo ocurrido con los inverosímiles e inadmisibles resultados ofrecidos de manera preliminar, pero oficial, del Censo Nacional del DANE 2018, según el cual el Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina cuenta en la actualidad con 48.299 personas, superan todo cálculo de vulgar conjuración.

¿Cómo podrían ser ciertos dichos guarismos si tan solo –de acuerdo al Censo Electoral de la Registraduría Nacional del Estado Civil actualizado al 26 de junio del corriente– el potencial electoral del Archipiélago es de 49.398 personas? O sea, que en las islas, según el DANE, existen 1099 personas más habilitadas para votar, que los habitantes comunes y corrientes. Entonces preguntamos ¿dónde se ubican, en que segmento social, todas aquellas personas menores de 18 años que no califican para sufragar? ¿Y los miles de residentes que, según la Oficina de control de Circulación y Residencia (OCCRE), se encuentran asentados de manera irregular? Esto es ciertamente inaceptable. Con estas cifras arrojadas, el DANE está reconociendo su incapacidad o, simplemente, se está burlando de los isleños.

Con solo revisar el Censo de Población 2005, verificamos que la misma entidad tabuló a nuestra población en 59.573 habitantes, con una proyección estimada para el año 2018 cercana a los 80 mil residentes. Tan es así que, según datos de la Secretaría de Salud, en la actualidad hay unas 55 mil personas afiliadas al sistema en el Departamento: 40 mil al régimen contributivo y 15 mil usuarios del subsidiado.

En síntesis, el peligro es que estas cifras se podrían convertir en nuestra marca oficial. Por ejemplo, el sistema general de participaciones que asigna los recursos para inversión en salud y en educación, los fundamenta en el número de habitantes; es decir, a mayor población, mayores recursos. Así las cosas, ¿se puede imaginar nuestra economía calculada presupuestalmente para una población de 48 mil personas?

Estos datos arrojados tras una rápida y sencilla valoración de las bases de datos de distintas entidades públicas, descalifican rotundamente el censo de 2018 del DANE. Sin embargo, el problema es mucho más serio que un simple inventario de cifras estadísticas porque desde allí se elaboran los presupuestos y se asignan los recursos nacionales para la región.

La respuesta –sin contar el tremendo hándicap de la sobrepoblación, por siempre invisibilizada, que amerita una urgente política pública– es única y pavorosa. Solo imaginable en una sociedad descuadernada, deprimente y atormentada. Una sociedad en donde el credo de la mentira resulta ser siempre la verdad.

Fantasmas visibles e invisibles Nunca olvidaré que mamá Jos y papá Berto desde muy pequeños nos advirtieron que los piratas después de esconder sus tesoros ponían un fantasma a cuidarlo y ¡ay! de aquel que se atreviera a enfrentarlo o simplemente, por buena o mala suerte, encontrase un botín. Y es que también hay piratas de piratas que sobreviven al ataque de ese fantasma y llevan en sus espaldas no solo el tesoro robado sino todas las maldiciones habidas y por haber después de salvarse de la muerte, convirtiendo ese legado en karma hasta llegar al momento

de haber preferido expirar a vivir atormentado sin poder dormir tranquilo ni una noche. En el archipiélago se han quedado deambulando por ahí fantasmas guardianes de muchos tesoros. Muchos hombres murieron solo en la búsqueda, otros enloquecieron y otros lograron conseguir lo acometido dejando las maldiciones en las espaldas de sus descendientes que a su vez transmitieron también a sus parejas y vecinos creando confusiones que hoy día ni el más experto doctor en psiquiatría ha podido descifrar. Hoy no llevan pata de palo ni parche en un ojo. Hoy nos dan palo y nos sacan los ojos robándose los pocos tesoros que nos quedan. Nuestras tierras han sido invadidas y sobreexplotadas. Nuestros

viejos se están muriendo de angustia y enfermos por la denigrada situación de la salud en las islas. A nuestros jóvenes les ha tocado una muy mala educación y pésima alimentación para que sean pobres de mente y de espíritu toda la vida; robándoles la inteligencia que les dio El Creador. Entre más bruta la población mejor manejo para los fantasmas, los nuevos ricos ‘dueños’ de la comarca. Cero universidades o una a medias impuesta para un modelo de supervivencia. Para medio entender por qué tenemos que vivir así y meternos en la cabeza que siempre hay que estar por debajo de lo que el Estado que nos domina llama ‘estrato’ tres, y así tratar de no pagar el impuesto predial o que nos subsidien ciertos servicios.

A veces somos un grupo étnico cuando a los fantasmas les conviene. Nos han calificado de anti colombianos, narcotraficantes; negros incivilizados que hay que ‘colombianizar’. Es que esos negritos pelito de bon bril no merecen unas islas tan bonitas… ¿Hasta cuándo será? Hasta que los fantasmas verdaderos padres de la corrupción y la tristeza dejen de divagar por estos lares y el Raizal retorne su fe en El Único que lo puede todo. Todos unidos como nos enseñaron nuestros antepasados. Ailandas, let’s turn back our hearts and soul to God. The One we our parents teach and shuo wi in the silence of the nights and di bright light fram di maaning star.


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El pasado vuelve a la Gobernación Un Gobierno Departamental que admite haber perdido la batalla contra la mayor preocupación de los isleños, la inseguridad, y el reciente espectáculo de la firma de cientos de contratos, han confirmado la sensación de que las cosas no van bien en el Coral Palace, las islas poco han mejorado y hay un retorno al manejo administrativo y político de los últimos ocho años. Por si fuera poco, ya muchos se preguntan para qué han servido las detenciones porque la tendencia es dar casa por cárcel, porque las investigaciones se han quedado quietas y porque la contratación departamental ha vuelto a perfiles similares a lo de antes. Hay que reconocer el bajonazo en asesinatos después del excepcional operativo de la Policía que logró la captura de un ‘pez gordo’, sin embargo esto es opacado por el considerable aumento en los atracos. El Departamento también ha sufrido una seria erosión de su autonomía administrativa, en parte por la ineficiencia y corrupción reciente, y en consecuencia muchos asuntos, como contrataciones grandes, son manejados desde el Ministerio del Interior y la Vice Presidencia, entre otros. Pero, ¿para qué sirve una administración local y el control desde Bogotá, si se ha fracasado en aliviar a las islas de la crisis y traer agua y seguridad a los isleños?

La administración expone tanto la debilidad del gobernador encargado como del Gobierno Nacional en el manejo de las islas. El proceso actual será recordado por servir de puente de continuidad de los intereses políticos y económicos y no de las islas e isleños entre un pasado difícil y un futuro incierto. Lo nuevo no siempre es lo mejor Muchos aceptaron un Gobernador independiente como fórmula temporal para limpiar la administración local y darle un alivio de los políticos y de los contratistas profesionales que manejaban el Departamento como si fuera su finca. Se acepta que las cosas eran y aún son bien complejas y no había una varita mágica disponible. Pero lo que no se esperaba era que se volviera a lo mismo de antes. El espectáculo de políticos profesionales en el Coral Palace con carpetas debajo de sus brazos antes de que entrara la ley de garantías, habla montones. Los predios de la Gobernación volvieron a ser usados por los políticos como si fueran sus fincas. Nombramientos y contratos de servicios y obras aseguran a los políticos votos en las elecciones de octubre y mantiene callados a posibles críticos. No sorprende que nada quedó del tan anunciado debate sobre el Plan Archipiélago y la entrega del manejo de 45 mil millones de pesos al FINDETER, la misma entidad que es en parte gran responsable de que los miles de millones de dicho plan no haya mejorado la vida de los isleños. El distrito IV es sólo un ejemplo de esto.

El rol de Bogotá Es claro que nada se hace para cambiar un esquema de manejo de las islas desde Bogotá; y desde las islas, que ha fracasado como prueba la misma admisión del Gobernador Herrera. Las frustraciones y la corrupción de la administración local en el pasado no pueden ya ser excusas para que Bogotá siga asumiendo el control de tantas cosas. Sin embargo, esto quedó muy claro en relación a la entrega del manejo del FINDETER de 45 mil millones y el mayor manejo de asuntos de las islas desde Bogotá con la designación de una persona no independiente –contrario a lo que debería ser– del Ministerio del Interior como Gobernadora ad-hoc para atender el caso legal de la ocupación del lote de la Policía. En esta movida se observa el retorno de una política de soberanía nacional a ultranza que no permite espacios de acción para iniciativas locales. Dicho Ministerio no ha hecho sino obstaculizar o manipular las iniciativas promovidas desde las islas, desde el Estatuto Raizal hasta el estudio de capacidad de carga auspiciada por la OCCRE. No solucionan ni dejan solucionar.

A otros Departamentos el Ministerio nada les puede decir. Al nuestro lo manipulan, pero pocos políticos en los islas alzan la voz de alarma. La contratación pública se usa para neutralizar voces de oposición. ¿Y los locales qué? El control capitalino pronostica un trabajo nada fácil para el nuevo Gobernador que será elegido el 27 de octubre porque el Gobierno Nacional podría usar el giro de dineros urgentemente necesarios para neutralizar todo intento de volver a manejar más cosas desde las islas. El rol controlador de la capital hace enfocar la atención también en el de las entidades de control de las islas y nacionales, que ignoran lo que hacen las instituciones nacionales (cono FINDETER y FONTUR), pero van lanza es ristre contra los funcionarios y contratistas locales. Por último la Asamblea Departamental se lució con el tema de seguridad porque era fácil sobre exponer al Gobernador y no involucraba poner el peligro contratos, pero se queda callada frente a otros asuntos igual de graves como salud, por ejemplo.

La erosión de la autonomía administrativa local y los fracasos de iniciativas de los isleños para solucionar sus propios problemas, nos recuerda el esquema de manejo que existía con el extinto DAINCO: por ley había que mandar a Bogotá para que aprobara las ordenanzas, decretos y contratos locales hasta 1991 cuando las islas se convirtieron en Departamento.

El debate selectivo no le sirve a ellos ni a las islas. No podemos tampoco quejarnos de que los de Bogotá se toman las riendas de las islas cuando buena parte de nuestros diputados y políticos facilitan que ello ocurra. Esto manda señalas contradictorias al isleño de que no puede confiar en que la Asamblea Departamental defienda sus intereses.

de quienes no se enteran que en el otro lado, más de la mitad de la gente no tienen agua potable o alcantarillado.

En fin, podría decir a boca llena que las islas no tienen pandillas, ni micro-tráfico, que no se vende lo robado, que no se consigue un arma, que no hay complicidades tibias. Oh bendita seguridad! Saber que nadie me va a robar el Iphone que aún no me compro, que me pueden saquear el presupuesto y los dineros designados para salud o infraestructura, pero nunca, nunca… ¡mi Iphone!

Deseo Si a la isla le presentaran la oportunidad de pedir tres deseos, creo que con risa nerviosa pasaría una pequeña eternidad pensando que quiere. Me imagino que pediría seguridad, esa sensación intangible de que está todo bien, de que puedo dejar puertas abiertas y mis bienes y amados están a salvo... Volvería a recorrer con serenidad las calles sin andenes, con el hilito de aguas negras que salpica mis zapatos nuevos; las nubes de humo adicto me cortarían cada tanto el paso, solo para atestiguar que no

STAFF

DIRECTOR Eduardo Lunazzi EDICIÓN Billy Lunazzi Celis

existen alternativas terapéuticas; volvería a pasear sin ver los niños que desertaron de las escuelas mientras quedaban listos los 'mega colegios'; podría andar sin incertidumbre alimentaria y con fletes que disparan la canasta familiar a un lugar donde no la alcanza el salario mínimo… Pasaría feliz mi mano por la malla de un parque sin inaugurar, mientras desvió la mirada a un edificio de Policía que parece ser un organismo vivo; crece y se reproduce solo cada día; más grande que la misma gobernación, más fuerte que la misma identidad… Podría circular elevando alegre la vista y chocarla con estructuras faraónicas, hechas para el vacacionar PERIODISTAS

Janeth Raga Ethel Bent Castro Billy Lunazzi Celis Guillermo Dickens

Con esta nueva seguridad llegaría una cárcel más grande, más hermética, con muros más altos para olvidar ahí adentro todo lo que no me gusta ver; sacaría barcos cargados de gente ilegal, a todos esos que no aman la isla: no los que hacen basureros móviles cada vez que se juntan más de tres, no a las empresas que no pagan aquí sus impuestos y que tienen la responsabilidad social de un pesticida. Confiaría que el transporte público llega, como lo hacen los muros pintados con los números de los políticos en campaña, a todos lados

FOTOGRAFÍA Edward Lunazzi Celis Edgar Barragán

La seguridad opacaría rápidamente cualquier otro deseo, pero es probable que el genio confundiera este anhelo con la intensión de no ver, de volver a la inocencia platónica de la caverna, y para concederlo, sencillamente nos dejaría ciegos.

DIAGRAMACIÓN Orlenis Otero DISEÑO EDITORIAL Jesse Lunazzi Celis



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