Azares para tu joda
vigo
A veces, sin que medie explicación lógica, la Suprema Corte actúa como si, en efecto, fuera un poder soberano e independiente de los intereses de la oligarquía a la que pertenecen la mayoría de sus integrantes. De esa forma procedió al tirar plausiblemente a la basura las controversias interpuestas por varios gobernadores yunquistas en contra de la ley que en el DF permite que dos personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio. Aún guarda silencio sobre la acción de inconstitucionalidad promovida por el titular de la PGR. ¿Nos volveremos a sorprender cuando dicte su resolución sobre el particular, o comprobaremos, como en el caso de la absolución de Mario Marín, nuevamente la calidad de la estofa de la que están hechos los ministros?
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