Diálogo educativo 22

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Revista de publicación mensual del Proyecto Integral de Educación de la Conferencia Episcopal de Bolivia

No. 22 Año 2016

LOS ESTUDIANTES QUE SOÑAMOS NECESITAN MAESTROS EJEMPLARES La enseñanza convence y el ejemplo arrastra. Los valores, los buenos hábitos y la motivación sólo se pueden conseguir con docentes que dicen y hacen; que son como predican y que hacen lo que piensan


Diálogo Educativo La revista Diálogo Educativo es una publicación mensual del Proyecto Educativo Integral de la iglesia Católica, dependiente del Área de Educación de la Coferencia Episcopal de Bolivia.

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Mos. Tito Solari Capellari

Hna. Micaela Princiotto MB

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Eduardo Bowles

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La lectura sólo entra con el ejemplo Los valores de la democracia se fomentan en el aula Planificación didáctica: más allá de la obligación

Juan Manuel Ijurko

Marcos Vega

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Marcos Vega

Ramiro Sarmiento

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Wilson Terceros

Consejo Editorial Mons. Tito Solari Hna. Micaela Princiotto Dr. Tito Antonio López Dr. Limbert Ayarde Dr. Ernesto Muñoz

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El aporte del teatro como recurso pedagógico La docencia, el mejor oficio del mundo Los cuentacuentos fomentan la literatura Bases para desarrollar el talento artístico


editorial Historias inolvidables ¿Cuál es la mejor forma de enseñar? Para responder sólo tenemos que recordar a nuestro Gran Maestro, Jesús, que utilizó la herramienta más útil que puede usar un docente para transmitir conocimiento, sabiduría, valores y grandes enseñanzas que sólo se pueden comprender en la vida misma, en el escenario de un encuentro humano, de las relaciones entre las personas, en las que se producen los conflictos, pero también las salidas que nos propone la bondad, la misericordia, el perdón y tantas otra herencias espirituales que nos dejó Dios hecho hombre. Estoy hablando, por supuesto, de las parábolas, esas piezas de literatura tan breves pero tan ricas; fuentes inagotables de aprendizaje. Hoy en Diálogo Educativo, invitamos a todos los profesores a convertirse en contadores de historias, en rescatadores de la memoria histórica y cultural de la humanidad para transmitirla en las clases y en cada momento que tengamos a mano con los estudiantes. A menudo nos quejamos porque los niños y jóvenes no leen, pero en nosotros está la responsabilidad de encantarlos, de enamorarlos de esos grandes personajes creados por los genios de la literatura para transmitir la idea de un mundo mejor. Los especialistas nos invitan hoy a los docentes a convertirnos en “cuentacuentos”; ser un poco actores y también filósofos; usar el arte dramático, el ejemplo y cada recurso que tengamos a mano para que nuestros estudiantes se despeguen un poco de sus celulares y sus computadoras y se entreguen a la magia de las historias maravillosas como la de Don Quijote, Gulliver, Odiseo, Jean Valjean, Moisés o Pablo. Hoy la educación nos exige ser creativos, innovadores, incentivar el talento, buscar el desarrollo del máximo de potencialidad de los niños, para que puedan lograr un aprendizaje diferenciado, único y significativo, que les abra el camino a un mundo complejo que necesita de seres humanos con ideas que ayuden a enfrentar los grandes desafíos.

Mons. Tito Solari C. Arzobispo emérito de Cochabamba Presidente Área de Educación CEB


especial

La literatura se mete en las venas a travĂŠs del ejemplo de padres y maestros

Son diversas las formas que tenemos para acercarnos a la lectura. Algunos llegan a una edad temprana, otros en su adolescencia. Pero todos, descubren en la lectura una forma de abrirse al mundo de la imaginaciĂłn y crear nuevos espacios

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“Mi abuela nos reunía a todos en el salón y nos contaba multitud de historias. Algunas eran cuentos que leía, otras eran fabricados por su imaginación” recuerda Giovanna. “Sufría de asma cuando era niño. No podía salir a la calle a jugar con mis primos. Descubrí un libro de Julio Verne y empecé a leerlo. Sentí la emoción de la aventura” confiesa Federico. Son diversas las formas que tenemos para acercarnos a la lectura. Algunos llegan a una edad temprana, otros en su adolescencia. Pero todos, descubren en la lectura una forma de abrirse al mundo de la imaginación y crear nuevos espacios. El profesor de literatura Manuel Mena (Colegio Alemán en Santa Cruz) revela cómo provoca en los estudiantes la inquietud por la lectura. Durante la clase comparte con ellos un breve relato extraído de un libro. Trata de que el relato tenga la suficiente fuerza para que el estudiante proyecte una historia completa. La diversidad de historias que surgen en el aula impulsa a más de un estudiante a buscar el libro y “salir de la duda”. Así, logra despertar el gusto por la lectura en los jóvenes. Los expertos consultados consideran que el cuento es el primer paso para el hábito de la lectura. Giovanna Rivero, escritora y periodista, valora la importancia del cuento por la intensidad que contiene. En pocas palabras se sintetiza un relato simple. El lector, en este caso el estudiante, completa las partes narrativas ausentes con el aporte de su imaginación. Sueña el

cuento. Mena respalda esta propuesta y comenta el interés que despiertan las fábulas no solo para incentivar la lectura, sino también para reflexionar sobre la vigencia de valores. “El cuento es muy asequible al iniciante”, concluye el profesor Mena. “El cuento gana a la novela por KO” declaraba orgulloso Cortázar. La fantasía vuela en la narración invitando al estudiante a sentir experiencias literarias como propias. De sobra son conocidos los beneficios de la lectura. El enriquecimiento del vocabulario conlleva una mejora en la capacidad expresiva. La suma de ambos aporta al conocimiento de los recursos gramaticales y narrativos; fortalece la capacidad expresiva. La lectura también activa las competencias de comprensión. El estudiante que lee de manera habitual edifica un sentido de abstracción sustentado en la imaginación. La narrativa escrita, a diferencia de la audiovisual,

“obliga” al estudiante a recrear los personajes, escenarios y ambientes. Este ejercicio simple de construir las imágenes mentales de la historia repercute directamente en la capacidad de abstracción y, a la larga, en el sentido de observación. En resumen, la lectura abre la mente y alienta el espíritu crítico. Violeta Adorno, asesora pedagógica de la Editorial Bienaventuranzas, detecta que los índices de lectura en los colegios han disminuido. “El cumplimiento del programa resta tiempo de lectura. Ya no es viable la hora de la lectura”, observa la licenciada.

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especial Para la experta en educación infantil, el docente debe trabajar el hábito de lectura en el aula. Refuerza las ideas que expresó anteriormente el profesor Manuel Mena y sugiere promover espacios de lectura compartida. El reto docente consiste en provocar en los estudiantes el “gusto por la lectura”, un afecto hacia los libros y las historias que esconden. El acceso a los libros suele ser el principal problema que nos encontramos en los centros educativos. Las bibliotecas carecen de libros y, rara vez, los ceden abiertamente para que los estudiantes dispongan de ellos. Adorno sugiere practicar la idea del “libro viajero”. Mediante esta dinámica, el aula dispone de un pequeño conjunto de libros que rotan de mano en mano entre los estudiantes. Cada día (o semana) un estudiante se lleva un determinado libro a casa y a su retorno comparte algo de la lectura con los compañeros. El libro, como

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un testigo de carrera de relevos, pasa a otro compañero que continua la lectura. En poco tiempo, los estudiantes sentirán la necesidad de leer en primera persona la historia, sin esperar a un turno futuro. Los profesionales consultados coinciden en despertar la inquietud para lograr un buen hábito de lectura. La “técnica” de obligar y controlar la lectura mediante pruebas y controles es, ante todo, reactiva. Únicamente consigue enemistar a los estudiantes con la lectura. La sienten como un castigo, algo desagradable. La dotación de una biblioteca de aula se perfila como una actividad grupal integradora. Cada estudiante aporta un libro de su preferencia. La suma de todos los libros permitirá compartir gustos diferentes bajo un mismo criterio: el respeto. La lectura de nuevas ofertas narrativas, diferentes a las elegidas por uno, ayuda a cada estudiante a expandir su conocimiento y forjar nue-

vas maneras de percibir el mundo. Poco a poco, se logrará nuevos lazos de interrelación entre los estudiante. Se pasará de compartir libros a compartir experiencia. La biblioteca compartida de aula será un espacio gestado y gerenciado por los propios estudiantes. La lectura será, más que nunca, un tesoro que todos cuidarán celosamente.

La “técnica” de obligar y controlar la lectura mediante pruebas y controles es, ante todo, reactiva. Únicamente consigue enemistar a los estudiantes con la lectura. La sienten como un castigo, algo desagradable


UN LIBRO A MEDIDA Incentivar la lectura es factible a cualquier edad. Violeta Adorno aconseja algunas pautas para diversas etapas del crecimiento. Eso sí, despertar el interés por la lectura es la única receta que garantiza los resultados.

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Niños

El ejemplo que los padres puedan inculcar a los hijos es el principal incentivo para que vean la lectura como algo agradable. Un padre que lee transmitirá a sus hijos el gusto por los libros. La lectura compartida es otra práctica interesante para incentivar el gusto por la lectura. En la actualidad existen libros direccionados para cada edad, llenos de dibujos e incluso interactivos. Permite a los niños sentir los libros. Adorno sugiere que los niños toquen los libros, se apropien de ellos. Como padres de familia, y en un afán por conservar el libro, tratamos de prohibir al niño que acceda a los libros ¡sería una barbaridad que los manchen o rompan! Al alentar esta prohibición se despierta un temor en el niño hacia el libro, y por tanto, hacia la lectura.

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Adolescentes

El joven ansía tomar sus decisiones propias. Conviene que disponga de un espacio propio donde conforme su biblioteca personal. Sus libros, su ambiente, su tiempo de esparcimiento. Debe ser un espacio divertido. Más allá de ser un espacio de aislamiento del joven, los padres deben buscar un punto de encuentro. Cada jornada de lectura debe acompañarse de un momento de conversación. El diálogo servirá para fortalecer la comprensión del texto y extraer un aprendizaje de cada lectura. Una forma de incentivar y motivar la lectura consiste en celebrar cada libro concluido. Un “premio” alentará al joven a continuar y disfrutar este espacio de lectura.

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Adultos

Iniciarse en el hábito de lectura en la edad adulta resulta una labor compleja. La falta de tiempo, el exceso de obligaciones y las prioridades diversas reducen el espacio dedicado a la lectura. Un detonante suele ser un buen inicio para empezar. Un libro sobre cómo encarar la paternidad, una novela compartida con el hijo o un libro sobre curiosidades pueden servir para despertar las sensaciones. Y es que resulta complicado competir con un recuerdo negativo provocado por algún libro (normalmente vinculado con la época escolar). Despertar a la lectura supone abrirse a un mundo de maravillas. Nunca es tarde para dar el primer paso.

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especial

La ética y los val se fomentan desde el aula para la convivencia democrática El sistema educativo dedica poco espacio para la formación ética y ciudadana. La convivencia permanente con maestros, padres de familia y estudiantes promueve un ambiente idóneo para forjar los valores democráticos. Los contenidos pedagógicos de cada asignatura permiten una experiencia democrática interesante.

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lores ciudadanos Se ha hablado mucho sobre la responsabilidad de la escuela para preparar a los estudiantes ante la vida. Términos como competencia, adaptación y capacidad han llenado muchos informes. “En las escuelas de hoy, se forma al hombre de mañana”, reiteran los expertos. Fruto de esta preocupación generalizada, se revisan una y otra vez los contenidos curriculares, se financia la integración digital dentro del aula, y muchas otras acciones en procura de “actualizar” la educación. La escuela se dispone como un espacio inmejorable para abordar la reflexión y vivencia de los valores democráticos. La formación democrática también es parte de la educación para el futuro que se reclama. Sin embargo, se percibe una resistencia para profundizar en la enseñanza de la democracia. ¿Por qué se aparta el ejercicio democrático del aula?¿Por qué se res-

tringen los momentos de debate e intercambio en las aulas?¿Cuál es el motivo por el cual la democracia apenas incide en el contenido curricular? Marcia Prieto, directora del Instituto de educación de la Universidad Católica de Valparaiso (Chile), remarca que “una de las funciones de la escuela es educar para la democracia”. Alienta el desarrollo de capacidades y habilidades para la convivencia social a través de la vivencia de valores como la solidaridad, la participación y el respeto. La escuela debería convertirse en un pilar fundamental para la enseñanza de la democracia, refuerza la idea Débora Kozak desde su blog “Pensar la escuela”. Para ambas autoras, le escuela se convierte en el escenario de vivencia democrática más importante en la vida del estudiante. Tanto en primaria como en secundaria, los es-

tudiantes conviven en un entorno de construcción colectiva. En 1993, el director general de la UNESCO afirmaba que “la educación para la democracia implica el empoderamiento de todos los individuos para la práctica activa y responsable en todos los ámbitos de la vida política y social”. Resaltaba algunos beneficios derivados de la formación democrática en el aula. Dos décadas después, seguimos transitando mundos paralelos: la realidad pasa por un lado y la escuela continúa defendiendo fuertemente su burbuja de contenidos y metodologías tradicionales. En la medida en que no se tiendan puentes entre ambos universos estaremos cada vez más lejos de solucionar uno de los principales problemas que aborda hoy la enseñanza: la falta de interés de chicos y jóvenes por aprender lo que se les quiere transmitir.

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La integración de la democracia como parte del currículo escolar se percibe como un enriquecimiento de la experiencia escolar que los jóvenes deben vivenciar. Así lo considera Prieto en su informe “Educación para la democracia: un desafía pendiente”. Para la mencionada autora, la participación de los estudiantes, cualquiera sea su edad, constituyen principios orientadores de escuelas que desarrollan en sus alumnos sus capacidades creativas, incentivan su participación en la toma de decisiones y la generación demandas, favorecen la producción de comentarios analíticos y constructivos, y valoran sus acciones cuando les asignan responsabilidades. Los autores consultados coinciden en resaltar una supuesta “neutralidad pedagógica” como argumento para relegar el tema. Incluso, se presentan argumentos relativos al exclusivo rol de los padres para asumir la orientación democrática (confundida como orientación política) de los padres. La escuela está llamada para “organizar e implementar “prácticas educativas que fomenten procesos deliberativos y la participación activa conducente al desarrollo integral de los estudiantes y al cultivo de los valores democráticos” insiste Marcia Prieto. La participación se vive con actos democráticos, desde la posibilidad de formar parte de un grupo expresando opiniones, cooperando en una actividad, situación u oportunidad. Por otro, se refiere a la posibilidad de hacerse parte de algo, la que se materializa en la capacidad

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La escuela está llamada para “organizar e implementar “prácticas educativas que fomenten procesos deliberativos y la participación activa conducente al desarrollo integral de los estudiantes y al cultivo de los valores democráticos” de tomar decisiones acerca del propio destino y muy especialmente de las situaciones que les afectan en el contexto de su comunidad escolar. En efecto, la participación representa un proceso de comunicación, decisión y ejecución que permite el intercambio permanente de conocimientos y experiencias y clarifica el proceso de toma de decisiones y compromiso de la comunidad en la gestación, programación y desarrollo de acciones conjuntas. La educación para la democracia es aplicable en todos los niveles educativos. Los estudiantes de secun-

daria, en muchos colegios, han experimentado, de alguna forma, el proceso de selección/elección de representantes de curso. Han avanzado en un proceso consciente de validación democrática. En el ciclo de primaria pareciera más complicada la experiencia de valores democráticos. Apelamos, desde una perspectiva de comodidad, la inmadurez de los estudiantes como argumento exculpatorio. Prieto y Kozak coinciden en destacar que la actitud democrática primaria en el aula se centra en la capacidad de expresión de opiniones. La participación esencial en toda democracia, al igual que en el ejercicio de aula, consiste en el la cualidad de saber escuchar y expresarse en el margen del respeto y la tolerancia. Por ello, insisten ambas autoras, el docente promueve un espacio democrático en el acto de escucha al estudiante como paso previo al ejercicio permanente del diálogo. De esta manera, el aula recrea un espacio de vivencia similar al contexto social actual y futuro en el cual se desenvolverá el estudiante. La vivencia de valores


EN EL AULA

como participación, respeto y discurso de renovación pedagótolerancia permite a los estu- gica que impera entre la mayoría diantes actuar como sujetos so- de los docentes, el estudiante lidarios y críticos ante la debe convertirse en el protagorealidad escolar y social que los nista del proceso de enseñanza y aprendizaje. Y eso sólo se loenvuelve. Ciertamente, los docentes debe- grará si participa del mismo en mos superar el temor a perder el plenitud de sus derechos. control del aula. Durante mucho La democracia no es un hecho tiempo se ha asentado la autori- externo a la escuela; es un ejerdad docente en criterios de ma- cicio permanente que se plasma durez, responsabilidad y en cada acción efectiva o discomprensión. Hoy en día, estos cursiva. Parece que en las instiargumentos son contradictorios tuciones educativas en algún con los contenidos que se ense- momento nos desviamos un ñan en el aula. Más allá de un poco de estas ideas.

¿Cómo desarrollar el concepto y la vivencia de la democracia en el aula? ¿Cómo integrar las asignaturas en virtud de una trasversal tan relevante? - Área de comunicación y lenguaje.- como se planteó anteriormente, la capacidad de expresar la opinión de manera respetuosa y adecuada es la mejor forma de alentar la participación democrática. Como docentes tenemos que trabajar la cualidad de escucha activa. Otros ejercicios que se pueden implementar desde el área de comunicación plantean la oportunidad de replicar campañas y procesos de elección dentro del aula y del centro escolar. - Área de ciencias sociales.- a lo largo de la historia se ha trasformado el concepto de democracia. Las múltiples culturas han sumado importantes valores a la vivencia democrática. Paralelamente, en ciertos momentos de la historia también se han vivido amenazas severas a la convivencia democrática. Desvelar este contenido ayuda sobremanera a repensar el valor de la democracia y el rol que, como ciudadanos, jugamos en ella. - Área de matemáticas.- el factor estadístico dentro de un proceso electoral es clave. Entender cómo se trabajan las estadísticas, los porcentajes y los niveles de asignación de la repartición de escaños permiten un desarrollo activo del concepto democrático. - Área de valores, espiritualidad y religiones.- indudablemente, siempre hemos considerado que el aprendizaje de los valores democráticos correspondía al área de desarrollo humano y espiritual. Se trata de proyectar el contenido teórico a experiencias reales de vida y convivencia. ¿Qué más acciones podemos provocar en el aula?

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Planificación didáctica, más allá de la obligación La planificación es una de las actividades menos querida por los docentes. Paradójicamente, es el pilar de la organización cotidiana y el único espacio que tenemos para pensar realmente en lo que nos proponemos para la enseñanza. ¿Puede ser tan poco apreciado siendo tan relevante para la enseñanza?

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La planificación se ha convertido en una cualidad del mundo actual. Muchas personas consideran que se debe planificar todo, incluso la vida misma. En cierta parte se ha convertido en una “obsesión por la organización”, pero debo decir que a mí me funciona. No todos los docentes perciben de la misma manera la importancia de la planificación. Para algunos, la anticipación de las acciones pedagógicas puede ser relativo.


Claro que la planificación se ha ganado su mala prensa a costa de la larga tradición de burocracia que la ha atravesado: se ha vuelto más un objeto “para entregar”; “para que la aprueben”; “para mostrar”; que una herramienta concreta de trabajo docente. Quienes la defienden han sido tachados, en más de una ocasión como “tecnócratas” por querer sostener el valor de la planificación para la enseñanza. Así se percibe cuando se dedica mucho tiempo al “cumplimiento de su forma”. Desde algunas visiones se supone que todo lo que aparece planificado deberá sostenerse a rajatabla o bien que lo que fue escrito es el vaticinio de lo que sucederá. Se debe revisar esa percepción. “La planificación es un documento para debatir con otros y para pensar antes de actuar, pero ni más ni menos que eso” explica Débora Kozak. La planificación nos permite entender exactamente cómo concibe la enseñanza cada docente. Si bien es cierto que “en la práctica se ve la verdad”, este ejercicio de anticipa-

ción da cuenta del enfoque didáctico y las formas en que conciben el rol de quien enseña y quien aprende. Esta mínima ventana de pensamiento previa a la acción, es la que nos da espacio para revisar lo que nos proponemos. La pérdida de sentido del proceso de planificación ha provocado un estado de repetición en donde ciertamente olvidamos el factor fundamental: cada propuesta debe ser adaptada a los grupos reales con los que trabajamos y por lo tanto resulta intransferible de manera mecánica a otro. Entendido así, no hay riesgo de “plagio” posible y sí garantía de adaptación de cada plan a su contexto real de implementación. En vez de poner tanta preocupación por los “formatos” y por definir qué se dispone dentro de la planificación (que eso dependerá del estilo de cada docente) es bueno pensar otras cuestiones relevantes. Otra cuestión fundamental sobre la que no se observa mucho debate tiene que ver con el enfoque de la planificación. En este punto se de-

bería profundizar en una reflexión extensa. Se pone en juego la mirada didáctica con que se encara la enseñanza. Sin bien existe abundante teoría que aborda el tema de los proyectos, la forma en que éstos se plasman en planificaciones resulta bastante dudosa. Lejos de representar una visión basada en principios globalizadores e interdisciplinarios orientados a la producción, en base a un problema que provoque el interés de los estudiantes, suelen darse simplemente como recortes decididos por el docente y derivados de las unidades didácticas, de quienes no parecen diferenciarse demasiado. Asimismo las unidades didácticas se ven muchas veces como recortes curriculares arbitrarios y que reproducen de manera textual lo que aparece en libros de texto o en el mejor de los casos en el propio diseño curricular. De creatividad, poco y nada. La planificación se transforma así en la reproducción del discurso de otros perdiendo nuevamente todo sentido.

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“La planificación es un documento para debatir con otros y para pensar antes de actuar, pero ni más ni menos que eso” explica Débora Kozak Ya no importa la unidad didáctica o proyecto, sólo ejecutar lo que al docente le piden o lo que le resulta más sencillo de reproducir. Con la mirada puesta más en distribuir los contenidos en el año escolar que en el aprendizaje de los jóvenes, la planificación se reduce a hacer que “todo lo que se quiere dar entre en el tiempo”, sin importar si por el camino queda un grupo de estudiantes sin aprender nada. Mientras los contenidos “se den”, las conciencias estarán tranquilas, resalta Zorak en su blog “Pensar la escuela”. Este poco interés por hacer foco sobre los enfoques de la planificación se trasluce también en la confusión acerca de las formas de entender cada uno de ellos. Para algunos docentes, e incluso para ciertos diseños curriculares, planificar proyectos o unidades didácticas pareciera no presentar demasiadas diferencias.

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PAUTAS DE PLANIFICACIÓN DIDÁCTICA • Los proyectos son organizaciones didácticas basadas en problemas que reflejan el interés de un grupo o de una comunidad. Son interdisciplinarios por definición, porque articulan saberes de diferentes áreas para abordar el problema desde todas sus perspectivas de estudio posibles. • Los estudiantes juegan un papel central en el diseño e implementación de los proyectos: no son meros espectadores de lo que el docente pensó para ellos sino que desarrollan juntos el plan de trabajo. La participación es un principio fundamental dentro de ellos. • La producción es uno de los ejes principales de los proyectos: se trata de poner manos a la obra en el desarrollo de propuestas que permitan indagar, conocer, experimentar, comunicar, etc. las temáticas que se derivan del problema seleccionado como eje del proyecto. • Los contenidos curriculares se abordan desde los problemas y temas planteados, buscando dotarlos de un significado y un sentido para quienes los están aprendiendo. No se dan fragmentados y aislados, sino al servicio del interés que dio origen al proyecto. • Buscan desarrollar la autonomía de los estudiantes en su puesta en práctica: promueven el compromiso, la colaboración y el trabajo en equipo. • El docente es quien guía el proceso de conocimiento, análisis, investigación, experimentación, producción, etc. y pone a disposición los materiales y recursos, colaborando en la organización y resolución de las diferentes actividades de aprendizaje. • Se inicia por una evaluación diagnóstica como punto de partida; luego se evalúa el proceso y las producciones finales en relación con él.


REENCONTRARNOS CON LA PLANIFICACIÓN La burocratización de la planificación llevó a menospreciarla y a alejarse de ella. Tampoco ayudó su reducción a un mero listado de contenidos, en donde la única tarea relevante pareció ser cómo ubicarlos en el tiempo escolar. Volver a valorar la planificación implica entonces generar un espacio sistemático de reflexión sobre las prácticas de enseñanza y el aprendizaje de los estudiantes. En la medida en que se recuperan los espacios, será factible romper con las inercias que impulsan a hacer siempre las cosas de la misma manera. La planificación no debería ser un acto en solitario sino el producto de un trabajo colaborativo entre pares

y con los equipos de conducción. Si somos capaces de compartir y debatir, la riqueza de nuestras ideas podrá verse potenciada por el aporte de la mirada del otro y, por qué no, por el trabajo colectivo y articulado con los colegas. La planificación es sin duda el momento más creativo del trabajo docente, ponemos a volar nuestra imaginación y pensamos todos los escenarios posibles para la enseñanza; por lo tanto es donde proyectamos los deseos y los sueños sobre todo aquello que nos proponemos en el aula. ¿Acaso podríamos conferirle tan poca relevancia a algo tan importante para nuestra tarea docente?

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El teatro aporta una interesante variedad de recursos pedagógicos en el aula. A través de las puestas en escena se trabajan múltiples competencias en los estudiantes. Facilita el aprendizaje de una segunda lengua a partir de su narrativa propia

Los grandes aportes del teatro como recurso pedagógico 14

Todos consideramos el teatro como un arte que combina discurso, movimiento, música, sonidos, gestos y escenografía para representar historias, mostrar conflictos o compartir ideas, emociones y sentimientos. La pedagoga María Dolores Gala sugiere ver en el teatro “una metodología capaz de aprovechar las ventajas pedagógicas de la dramatización, entendida ésta no sólo como un apartado incluido en el Área de Expresión Artística, sino como un sistema de comunicación en el que se integran todas las formas de expresión, verbal y no verbal y desde el que sea posible globalizar todas las áreas, artísticas y no artísticas”. Gala enmarca el actuar educativo actual como un reto “para educar en la novedad, para ser capaces de adaptarse y dominar las tecnologías que dan acceso a la información”. El actuar educativo prepara al estudiante para afrontar los permanentes cambios que se viven en la sociedad, tanto en el componente profesional como humano.


Las nuevas corrientes pedagógicas entregan el protagonismo educativo al estudiante. Él es quien debe explotar sus potencialidades dentro del marco educativo. Sin embargo, el sistema educativo se mantiene aferrado a un sistema tradicional de enseñanza. “La escuela primaria sigue dando tanta importancia a los contenidos memorizados, olvidando aspectos tan importantes para la educación del ser humano como la creatividad y la asertividad”, sentencia Gala. El teatro se convierte en un poderoso recurso pedagógico aplicable al desarrollo de múltiples áreas: la expresión corporal, la creatividad, las habilidades sociales, la lengua, la historia, la literatura. La dramatización de un contenido determinado favorece el aprendizaje creativo utilizando una metodología de carácter lúdico y dramático. El dinamismo de una puesta en escena permite a estudiantes y docentes la posibilidad de desarrollar su actividad de manera eficaz. Es necesario que los estudiantes se apropien del contenido para trabajar su dramatización. De este modo, se logra la motivación intrínseca tanto para organizar la actividad como para asimilar e investigar el contenido asignado. El juego dramático se proyecta como una dinámica agradable para los estudiantes, incluso para los más desintegrados, o especialmente para ellos. Parece un error no aprovechar estas ventajas pedagógicas de la dramatización en la escuela. Para la pedagoga Susana Nicolás Román, de la Universidad de Almería (España), el teatro refuerza com-

petencias básicas como aprender a aprender, la competencia social y ciudadana, autonomía e iniciativa personal, y de forma más específica, la competencia artística y cultural:

dar la dimensión social. - Competencias comunicativas.la capacidad expresiva del teatro - Competencias pragmáticas.- la es indudable. Tanto desde la oraorganización de una puesta teatral (ya sea a un nivel avanzado toria como desde la narrativa, el como para la participación en el estudiante activa múltiples contenidos curriculares. Si además aula) requiere un trabajo grupal y productivo. se integra la actividad con el desarrollo psicomotriz (por - Competencias interculturales.permite desenvolverse en una siejemplo el baile) se considera como una actividad integral. tuación de comunicación intercul- Competencias sociales.- comtural donde el hablante es capaz de desarrollar sensibilidad o emprende el conocimiento y las patía hacia culturas extranjeras destrezas necesarias para abor-

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La dramatización, puede desarrollar estrategias de enseñanza a partir de situaciones problematizadas y con fuerte carga lúdica, de manera tal, que generen un trabajo afectivo en grupos operativos, que facilite situaciones de práctica de la creatividad individual y colectiva motivando el aprendizaje de contenidos diversos y la captación intuitiva de habilidades sociales (asertividad, autoestima, tolerancia, cooperación y responsabilidad). El teatro, de acuerdo a Nicolás Román, “plantea la posibilidad de desarrollar todas estas competencias en una sola actividad integradora. Los estudiantes trabajan en equipo siendo ellos mismos los protagonistas de su aprendizaje”. La versatilidad de la puesta en escena como metodología de trabajo se adapta a la propuesta educativa más actual. María Dolores Gala defiende su aplicación en el aula puesto que “persigue el doble obje-

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tivo de ser productivos y ser formativos, abarcando a la vez la socialización y la actitud de vida creativa”. La plasticidad que el juego dramático suma al proceso pedagógico libera todo el potencial creador que posee el estudiante; reconoce en toda la plenitud el potencial humano y activa la educación de las habilidades sociales. Históricamente, el teatro se ha caracterizado por su valor pedagógico. En diversas culturas, las escenificaciones públicas aportaban una función social educativa. Es llamativo como el entorno escolar ha desoído su potencialidad como recurso didáctico. Desde la perspectiva expresada por Susana Nicolás Ramón, el sistema educativo fuerza al maestro a seguir unas pautas rígidas propias de la educación tradicional (basada en el aprendizaje mediante libros y el refuerzo memorístico) y le presenta

problemas para poner en práctica una enseñanza dirigida a la comprensión y al desarrollo de la creatividad del estudiante, por supuestas exigencias del currículo. Esta limitante frena la renovación de dinámicas en el aula. A la larga, la falta de innovación pedagógica limita “los medios de expresión verbal y sobre todo gestual, en base a normas de “buena educación”, imponiendo la autocensura, reduciendo la expresión lo más posible a un sistema verbal y gestual estricto, de normas rigurosas”, concuerda Gala. Amabas autoras animan a los docentes para aprender primero técnicas de la expresión dramática y utilizarlas correctamente en su trabajo de aula. La máscara inherente al proceso teatral favorece en gran medida la desinhibición así como el desarrollo de relaciones personales a un nivel superior.


UNA EXPERIENCIA DE INTEGRACIÓN El Colegio Público de Educación Especial “La Alegría”, acoge a niños y jóvenes de entre los 3 y 21 años, con deficiencia mental y problemas físicos, sensoriales, de salud, conductuales y sociales asociados. La labor educativa que se realiza incluye contenidos de relaciones interpersonales, autocontrol, conciencia social y trabajo en grupo, habilidades necesarias para establecer relaciones sociales satisfactorias. Por estas razones, se vio la necesidad de llevar a la práctica un proyecto que mejorara las competencias sociales de los estudiantes y que contribuyera a mejorar su calidad de vida. El proyecto se desarrolla a través del teatro, incluye todas las áreas de aprendizaje y a toda la comunidad educativa. Cada obra es la culminación y exteriorización de un proyecto, que impregna la dinámica, los objetivos y contenidos

del colegio. Cada proyecto está relacionado con un tema específico que permite guiar las programaciones didácticas; obras teatrales; elaboración de material, disfraces y escenarios de la obra, donde los diferentes ciclos se reparten el trabajo a realizar teniendo en cuenta el nivel y características de los estudiantes; ensayos de la obra partiendo de la interiorización y comprensión del tema; organización de ensayos de bailes y escenas en clases de música, psicomotricidad y habilidades sociales y elaboración de un folleto ilustrado por los estudiantes, que refleje el argumento de la obra, recogiendo el material elaborado en las aulas. La promoción de la salud está presente en todo el proyecto a través de las líneas de hábitos higiénicos, alimentación, actividad física, medio ambiente, salud emocional,

convivencia y actividades sanitarias específicas. La base de la formación para los estudiantes es el aprendizaje de hábitos, de forma que con el tiempo se generalicen en su vida diaria y sean capaces de tomar decisiones que les den mayor autonomía y calidad de vida. La representación de cada obra de teatro, como culminación de un proyecto, ha conseguido mejorar la autoestima y la concepción que la sociedad tiene de estas niñas y niños. Otro logro alcanzado es el cambio de actitud de la misma sociedad. De esta manera se logra no solo la adquisición de contenidos conceptuales, sino también fortalecer las competencias necesarias para su desarrollo personal, social y emocional. El teatro como recurso didáctico, medio de integración y convivencia y desarrollo de la salud emocional.

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Ignasi Casals: “ser docente es el mejor trabajo del mundo” Profesor y director de escuela durante más de 40 años y autor del libro que recoge su experiencia en las aulas. De pequeño estudió en un internado: fue entre esas paredes donde se curtió un chico al que le gustaban las matemáticas y jugaba al futbol a pesar de ir cojo, consecuencia de la polio que sufrió siendo muy pequeño. De aquellos años conserva algunos recuerdos, como un profesor que fingía no darse cuenta de que él y sus compañeros, tras sus cuadernos, leían novelas.

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En su libro relata sus vivencias como profesor y director de la Escola Ginebró (Enebro), un proyecto educativo en el que plasmó su sueño por mejorar la educación. ¿Qué rol le entusiasmó más? El de maestro, aunque el de director también, porque he sido un director de escuela peculiar: la he dirigido a base de estar con los maestros, de ir a desayunar con ellos, de salir fuera a saludar los padres. Esto ha hecho que los padres y los alumnos me hayan querido mucho y que el trabajo haya sido muy gratificante. Pero ser maestro es mejor. Dar clase a los niños, explicarles las cosas, que te escuchen, ver cómo aprenden, cómo se interesan,

cómo te miran… Siempre que he dado una clase he terminado dando las gracias. ¿Qué recuerda de los maestros y los alumnos con los que compartió su vida en la escuela? Recuerdo muchísimo a Isidoro, una persona extraordinaria, amigo y compañero. A veces me decía: “Nacho, Gloria ya ha pagado la excursión, ¿eh?” y yo le contestaba “Ah, bueno, pues ya traerás el dinero” y él decía “Sí, sí, me lo dio a mí y lo tengo en casa”. En realidad, era él quien pagaba la excursión para que la niña pudiera ir. Isidoro era así, un tío impresionante. Y de alumnos recuerdo algunos muy brillantes y algunos más difíciles. De

los últimos me acuerdo especialmente, porque son los que más me gustan. ¿Qué deben aprender los alumnos? Les has de despertar la curiosidad, ya aprenderán ellos. Es cierto que deben tener un orden en la escuela, pero aprender, aprenden de lo que ven de los maestros, de los otros alumnos, de sus padres, de sus amigos o de sus abuelos. Los maestros deben aprender a despertar esa curiosidad, tener vitalidad, saber que están haciendo el mejor trabajo del mundo y… ¡les tiene que gustar Bach! ¿Bach? En la escuela la música es funda-

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mental: todos los niños aprenden música en Ginebró. Además, un niño que de pequeño escucha Bach, de grande no puede ser mala persona. ¿La escuela debe educar en valores? Los valores forman parte de la vida, están en la calle, en el día a día. La informática no se aprende, se practica, y lo mismo pasa con los valores. Además, en la escuela Ginebró hay dos cuestiones sobre las que no se discute: la igualdad de sexos y la pena de muerte. ¿Por qué? Porque no es cuestionable. Y el mismo hecho de que sean cuestiones indiscutibles ya es muy significativo para los niños. ¡Ah! En Ginebró también es muy importante que los niños vean que los maestros se tratan con respeto, que se besan, que se hacen bromas… ¿Es posible trasladar lo que nos cuenta a todas las escuelas? Siempre he tenido un deseo: que la Escola Ginebró no hubiese tenido que existir, porque habría significado que las escuelas ya eran así. Ginebró es un sueño. En su libro compara la educación con el bambú japonés. Hay un tipo de bambú que debes plantar, tapar y regar. Durante tres años no lo ves, pero debes continuar regándolo y, al cabo de tres años, sale. Pasa lo mismo con la educación: debes ir regando a los niños día a día. ¿Y esto es posible hoy? Yo creo en la utopía. Creo que, con una buena educación, sería posible vivir sin semáforos. Dentro de esta utopía, ¿cómo encajamos la tecnología digital?

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Se trata de una herramienta más, como lo son las manos y los bolígrafos, pero es una herramienta muy interesante: estar hablando de Rubens en clase y poder mostrar sus obras a través de internet la hace muy potente. Desde Tiching también soñamos con mejorar la educación. Y, además, permite otra cosa: hacer que un profesor del Faro del Fin del Mundo de Ushuaia que sueña con mejorar la educación pueda compartirlo conmigo. Él quizá sueñe con mejorar la educación de unos niños a quienes interesa más aprender a pescar y a correr, y yo con mejorar la de unos niños que son del Barça y a quienes interesa más aprender economía. Pero tenemos el mismo sueño y Tiching nos permite compartirlo.


ESCOLA GENEBRÓ / ESCUELA ENEBRO

El empeño de padres y docentes crea, en 1969, el centro de formación escolar Genebró (enebro) con el propósito de ofrecer una educación diferente. En sus inicios fue concebida como una cooperativa de maestros, aunque debió evolucionar para adecuarse a las normativas legales. “Su propuesta educativa se centra en el profundo respeto por los demás, sin discriminaciones, potenciando la diversidad, los valores democráticos y la participación”. Para lograr estos propósitos, el equipo docente está en permanente reciclaje, una actitud de fortalecimiento y coherencia con el proyecto educativo. El clima de trabajo incentiva la libre expresión y la autonomía individual a partir de una mirada crítica a la realidad. El énfasis en el

valor de la investigación permite fortalecer el comportamiento colectivo en la búsqueda de nuevos tipos de aprendizaje. Los estudiantes comparten un clima de confianza, respeto y colaboración tanto con docentes como con padres de familia. Todos conforman la comunidad educativa y todos son parte de un contexto social integrador. La inserción con la comunidad es otro de los ejes de trabajo en la escuela. De manera permanente colabora con instituciones culturales, deportivas y sociales de la comunidad. Objetivos generales • Educar de manera integral del alumnado. • Potenciar el respeto a los demás, al entorno ya las cosas, fomentando valores como la solidaridad, la tolerancia y la

responsabilidad. • Desarrollar y potenciar las capacidades intelectuales, físicas, artísticas del alumnado. • Defender la diversidad como elemento enriquecedor tanto del grupo como de cada uno de los individuos que lo integran. • Potenciar la autoestima y la aceptación de uno mismo, haciendo que todo el mundo se sienta acogido, cuidado, respetado y valorado. • Promover el ejercicio de la responsabilidad, estableciendo los límites imprescindibles y dejando un amplio margen en el que cada uno se pueda mover y decidir. • Dar atención individualizada a todos y cada uno de los chicos, sin desatender aquellos que presentan dificultades específicas.

Entrevista extractada de blog.tiching.com

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Cómo hacer de una experienci Aparece en la sala acompañada de una bicicleta. ¡En el aula! Y no solo eso, también acarrea una gran maleta de historias en la parrilla. María Delicia Landívar es comunicadora y actriz de teatro. En sus talleres invita a los maestros a dinamizar las clases por medio de relatos que despierten la curiosidad de los estudiantes.

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e un cuento ia maravillosa Al abrir la maleta, cual caja de Pandora, saltan a la sala infinidad de relatos. Hoy nos cuenta la historia de Julia, una ratona de biblioteca. La maleta escupe un par de libros y ya estamos listos para iniciar el cuento. La obra está escrita por Rosalba

Guzmán, escritora cochabambina. “Conquistando a Lindolfo” fue escrita como parte de un espectáculo de narrativa oral para impulsar la “bibliocleta”. La puesta en escena nos cuenta las peripecias de la ratona Julia dentro de la biblioteca escolar. A Julia le

apasiona la lectura. Cada noche dedica horas y horas a descubrir los libros que se esconden en la biblioteca. Ernestina, la bibliotecaria es su cómplice y con ella comparte las lecturas de cada noche. Mientras el relato avanza, Delicia recorre la sala y se apropia del escenario.

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Tras el escritorio docente se esconde Ernestina, entre sus cuadernos de registro. Por la sala, en los pupitres de los estudiantes, se van colocando libros con historias diversas. A esta altura de la historia, todos los estudiantes tienen en su mesa un libro. La muñeca que representa a Julia, saltarina e inquieta, recorre toda la sala en busca del libro que “devorará esta noche”. Consulta sobre la expectativa que el libro le causa a cada uno de los estudiantes. Así, despierta un resquicio de inquietud y les motiva a la lectura. Pero, Delicia retorna al lado más dramático de la narración, un ratón no es el mejor amigo de los libros. Por ello, el director del centro ha dispuesto que el gato Lindolfo vi-

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gile la biblioteca y “acabe con la amenaza de la ratona”. La amenaza de Lindolfo inquieta a Julia quien debe descubrir qué tipo de riesgo supone ese llamado “Gato”. La ratona pide ayuda a sus nuevos amigos para que activen sus teléfonos y le muestren fotos de esos gatos. Entre todos comparten las imágenes de lindos gatitos y, también, de esos crueles gatos cazadores de ratones. Poco a poco indagan sobre la familia de los felinos y sus particularidades. Entre todos han preparado a Julia para la llegada de Lindolfo. De manera natural, la narradora ha involucrado a los estudiantes en la historia. Se han vuelto cómplices de Julia para descubrir quién será ese temido gato. Ha despertado los

conocimientos previos y, a través de los teléfonos, ha iniciado una investigación de aula. Solo falta que Lindolfo aparezca. Por arte de magia, la maleta da paso a un gatito regordote y perezoso. Tras unas miradas iniciales de curiosidad, descubre a Ernestina, la bibliotecaria y se presenta. Rápidamente, la bibliotecaria le expone la naturaleza de la biblioteca y trata de despertar el entusiasmo por la lectura en Lindolfo. Ante todo, desea que no se convierta en una amenaza para Julia. Entre ambas, deben despertar el gusto por la lectura en el “aburrido” Lindolfo. ¿Podrán los estudiantes ayudar a Julia en esta misión?


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TODAS LAS MATERIAS PUEDEN AD ¿Qué requiere un maestro para dinamizar una clase a través del Cuentacuentos? Un maestro tiene, en realidad, todo lo que se necesita para dinamizar una clase: El texto, la voz y el cuerpo. Y son a su vez los tres elementos fundamentales de un Cuentacuentos. No se necesita más. Lo más difícil, quizás, es romper los paradigmas de que un maestro debe aparentar todo el tiempo ser serio, sensato y responsable. Ser un adulto. Para un cuentacuentos debemos volver a ser niños, niños grandes y perder la vergüenza. ¿Qué elementos de preparación son convenientes para dinamizar un relato? Preparar la clase con anticipación sería fundamental para un MaestroCuentacuentos. Donde debe reorganizar el texto de la lección que quiere dar, en un relato. Todo puede ser una gran historia, depende de nuestra creatividad y la forma de contarlo.

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Luego le sigue la voz, jugar con la intensidad, la entonación, modulación e intención. Y el cuerpo, pensar como transmite la corporalidad, cada gesto, cada movimiento de la mano, de los dedos y hasta las posiciones de los pies. Y como parte fundamental del cuerpo y el cuentacuentos: se debe poner el corazón. ¿Cómo provocar al estudiante para que despierte su atención? El solo hecho de presentar una clase de forma no tradicional, ya despierta la curiosidad del estudiante. Podemos a eso añadirle desplazamientos por todo el aula, permitir el uso de los celulares para filmaciones, involucrarlos en la narrativa mediante conversaciones o una intervención directa. Se pueden recurrir también a elementos teatrales si se siente que con la voz y el cuerpo no estamos logrando despertar su atención. Estos pueden ser una peluca, un bigote, un bastón, etc.

Dejar una historia a medias, puede servir para despertar su atención. Los alumnos serían los encargados de investigar el final y también relatarlo. ¿Para qué materias serviría? Para todas las materias sin excepción. “¿Y cómo hacemos con las matemáticas?” es lo primero que me preguntan tras esta respuesta. El típico planteamiento matemático de nuestra infancia: “Pepito tenía dos manzanas, le regalo una a Susana. ¿Cuántas manzanas le quedan?” Eso ya es una historia. Hay que ejercitar nuestra creatividad para romper paradigmas. ¿Y los estudiantes puedan ser corresponsables en esta metodología? Si un maestro puede convertirse en un Cuentacuentos. ¿Qué pase entonces con el estudiante? Propongo hacer que sus exposiciones en clase, sean espectáculos de narración oral escénica.


DAPTARSE A UN RELATO DE AULA

Envianos tus opiniones para que puedan ser publicadas en nuestra siguiente ediciรณn, al correo electrรณnico:

revista@bienaventuranza.org 27


Bases y métodos para educar el Queremos que nuestros hijos se conviertan en personas con un talento artístico especial. Desde pequeños, los inscribimos en cursos y talleres de capacitación. Una de los métodos más exitosos en el desarrollo de talentos es el método Suzuki.

talento artístico

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El debate sobre si el talento nace o se hace ha dado mucho qué hablar. A mediados del siglo XX, el maestro de violín Shinichi Suzuki propuso un método de enseñanza para alentar el aprendizaje temprano. Casi 70 años más tarde, muchas de sus experiencias han sido aplicadas en otros escenarios de educación más allá de la música. Shinichi Suzuki (Nagoya,1898-Matsumoto,1998) fue un violinista, pedagogo, filósofo y humanitario japonés que revolucionó el mundo pedagógico con su método de enseñanza. La base que sustenta su sistema de enseñanza considera que la habilidad no es algo innato y que, por tanto, el talento puede ser fabricado. Cualquier niño es capaz de desarrollar habilidades superiores si se utilizan los métodos correctos en su entrenamiento, “de hecho, todos los niños del mundo crecen con un método educativo perfecto: su lengua materna. ¿Por qué no aplicar este método para enseñar otras facultades?”. Desde esta forma de ver las cosas, Suzuki analiza las dinámicas de aprendizaje que permite a los niños hablar una lengua a temprana edad. Si se logra aplicar las mismas técnicas a la enseñanza de un instrumento musical, el resultado ¡podría ser similar!

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La base pedagogía del método Suzuki explora la capacidad cognitiva de los niños. Al igual que el aprendizaje de una lengua materna, pueden desarrollar las bases de un talento musical (y artístico) a tempranas edades. La dedicación continua y sistemática sostienen los pilares del método. La naturalidad con la cual los niños aprenden un idioma se traslada a la enseñanza de los lenguajes artísticos. La escucha, la imitación y la repetición son los ejercicios que

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permite adquirir el talento de manera natural La psicóloga Anna Garí Campos destaca los ritmos de aprendizaje que el método Suzuki dispone. El sistema diseñado por el maestro Shinichi Suzuki propone dos tipos de lecciones: las individuales y las grupales. En la lección individual se trabajan elementos específicos para hacerlos lo más fáciles posible. Por ejemplo, se trabaja la postura del cuerpo, el movimiento del arco (en los instrumentos de cuerda, como el violín o el violon-

chelo), la colocación de las manos (sobre el piano, sobre el violín), el trazo en las artes plásticas. El complemente al trabajo individual se logra a partir de las clases de grupo. En estas sesiones el niño puede compartir la música con los otros niños, reforzando todo aquello que ha aprendido en la clase individual. Aprende a tocar junto con otras personas, actividad que le obliga a desarrollar estrategias diferentes a las utilizadas en la clase individual, por ejemplo, escuchar qué hacen los otros, seguir


el ritmo de los demás, tocar más fuerte o más flojo según lo hace el grupo, etc.. A parte de esto, los beneficios sociales de las clases en grupo (pasárselo bien con sus compañeros, recibir la valoración de los otros) son un gran estímulo para practicar más en casa. La participación de la familia respalda el trabajo realizado y motiva al estudiante a superarse cada día más. El método Suzuki concede una gran importancia al papel de los padres en el aprendizaje de su hijo. De hecho, se pide que cuando el niño es muy pequeño, uno de los padres acompañe en clase a su hijo y el profesor, formando de esta manera el llamado “Triángulo Suzuki“. En esta triple interacción se generan las condiciones adecuadas para formar el talento. En el manual pedagógico elaborado por la Federación del Método Suzuki se resalta que “el destino de los niños yace en manos de sus padres”. Y hace un llamado explícito: “Padres, debemos motivar constantemente a nuestros hijos”.

“La mayor influencia que un niño puede tener proviene del entorno de los padres cuya responsabilidad mayor en la consecución de cualquier objetivo es la de infundir seguridad a sus hijos. Esta seguridad se traduce en alimento, abrigo, educación y en una inmensa ternura. En la familia, el padre o la madre y el niño ya tienen una relación establecida y desde antes de empezar a tener clases formales, le dan la entrada en su relación al profesor formando un equipo para que les guíe con el aprendizaje del instrumento y les ayude a crecer a muchos niveles”. (Formación de Profesores método Suzuki)

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Shinichi Suzuki era hijo de un fabricante japonés de instrumentos musicales. A pesar del interés de su padre para que aprendiera a fabricar violines y continuar con el emprendimiento familiar, el joven Shinichi experimentó la magia del violín. Todo apunta a una pieza musical como la clave de la inspiración. El “Ave María” compuesto por Frans Schubert e interpretado por Mischa Elman despertó el impulso musical del maestro Suzuki. Su formación musical se inició en el conservatorio de música de Tokio para completarse en Berlin. Tras su retorno a Japón inauguró un instituto de enseñanza musical que pronto se convertiría en el Centro de Investigación de la Educación del Talento, centro que en apenas 10 años logró en reconocimiento internacional. Su impulso por dotar de oportunidades a los niños le permitió aliarse con la actriz Liza Minnelli y el premio Nobel de la Paz, Linus Pailing, para promover el Instituto para el Logro del Potencial Humano una organización sin ánimo de lucro que pretende mejorar el desarrollo neurológico de niños que han sufrido una lesión cerebral. El método Suzuki desarrolla un plan de trabajo metódico. Primero se escucha la pieza que se debe interpretar. De esta manera el estudiante ya tiene una idea previa de cómo tiene que sonar la pieza antes de tocarla. Escuchar la pieza de manera reiterada, mientras sus padres le llevan en coche o cantando por la casa la canción que él está estudiando en aquel momento. El siguiente paso consiste en repetir e imitar la interpretación para adquirir los diversos matices que cada obra propone. Las canciones y obras que los niños aprenden con el método Suzuki son muy atractivas, de forma que motivan al niño a aprender otras nuevas y así avanzar hacia obras más difíciles.

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UN DECÁLOGO DE TALENTO La Educación de Talentos, sintetiza la psicóloga Anna Garí Campos, prepara las condiciones necesarias para el desarrollo pedagógico: • El ser humano es un producto de su medio ambiente. • Cuanto más temprano, mejor. No sólo en la música, sino en todas las ramas del aprendizaje. • La repetición de las experiencias es importante para el aprendizaje. • Los maestros y padres (el ambiente adulto humano) debe estar al nivel más alto y continuar su crecimiento para proveer una mejor enseñanza para el niño. • El sistema o método debe incluir ilustraciones para el niño, basadas en el entendimiento del maestro del cuándo, qué y cómo. El decálogo del método Suzuki requiere un trabajo de confianza, entusiasmo, amor y respeto para lograr un aprendizaje exitoso: 1. Todos los niños tienen talento. 2. Paciencia, cariño y aliento 3. Comienzo temprano (3-4 años) 4. El corazón del método es la familia 5. Nunca obligar, siempre disfrutar 6. Poco a poco y sin prisa 7. Escuchar 8. Repetir 9. Practicar y escuchar todos los días 10. Educación global


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