MARZO
oye Oye susu voz voz Oír a Dios es vital para disfrutar el plan eterno de nuestras vidas. Si no somos sensibles a la misericordia de Dios, nos tornaremos insensibles a su voz
LEJOS DEL RUIDO Mateo 6:6
E
JUE
1
l mundo hace que nos resulte relativamente fácil llenarnos los oídos con toda clase de cosas que ahogan la voz de Dios y lo alejan a Él, relegándolo más y más a un lugar secundario en nuestras vidas. Debemos pedirle a Dios que circuncide nuestros oídos para no distraernos con los deseos carnales, que nos impiden oír su voz suave y apacible. Necesitamos aprender a escuchar. Escuchar va más allá de oír las palabras que se hablan. Escuchando significa pensar en el mensaje para entender de manera clara y completamente. No podemos escuchar a Dios muy bien cuando nuestras vidas están
excesivamente ocupadas y saturadas de ruido; para poder oírlo, entonces, necesitamos aprender a disfrutar de la soledad, y asegurarnos de hacerlo con regularidad. Cómo oír
a Dios, Joyce Meyer
HABLA EN TU INTERIOR Romanos 1:19-21
L
VIE
2
a Palabra de Dios enseña que lo que se conoce de Dios es evidente para todos porque Él se dio a conocer en la conciencia interna de cada ser humano. Cuando rehusamos servir a Dios con nuestra vida, queriendo seguir nuestro propio camino, encontramos formas de tapar e ignorar ese 137