ela Sabática
“El Señor quiere usar la escuela de iglesia para ayudar a los padres en la educación y preparación de sus hijos para el tiempo que nos espera. Por lo tanto, dedíquese la iglesia con fervor a la obra de esta escuela, y haga de ella lo que el Señor quiere que sea”, “Los niños debidamente instruidos serán testigos de la verdad” (Consejos para los Maestros, Padres y Alumnos, pág. 159, 161, 162).
“Se me ha instruido que esta clase de obra misionera tendrá una notable influencia al extender la luz y el conocimiento de la verdad” (Manuscrito 150, 1899). “El Señor desea que se hagan afanosos esfuerzos en la educación de nuestros niños. ¿Darán los miembros de la iglesia recursos para adelantar la causa de Cristo entre los demás y dejarán de paso a sus propios hijos fomentar la obra y el servicio de Satanás? “Cuando se trata de atender a los intereses personales, los hombres pueden seguir su propio juicio. Pero el llevar adelante la obra del Señor en la tierra es asunto enteramente distinto. Cuando Él indica que la compra de una propiedad determinada es necesaria para el progreso de su causa y la edificación de su obra, ya se trate de un sanatorio, de una escuela o de cualquier otra institución, Él hará su adquisición posible si los que tienen experiencia muestran su fe y su confianza en sus planes, y obran con prontitud para aprovechar las ventajas que Dios les señala. Si bien no debemos procurar arrebatar la propiedad de nadie, debemos, sin embargo, ver y aprovechar con prontitud las ventajas cuando ellas se nos ofrecen, a fin de poder hacer planes para la edificación de la obra. Después de esto, debemos dedicar todas nuestras energías a obtener del pueblo de Dios ofrendas voluntarias para sostener esas nuevas instituciones” (Joyas de los Testimonios, tomo 3, págs. 420, 421). Actualmente contamos con varias escuelas en África, Asia, Centro y Suramérica, pero tomando en cuenta estas solemnes declaraciones, el Departamento de Educación de la Asociación General, apela a todos los hermanos y amigos en el mundo para que el Señor Jesús obre en vuestros corazones y así podáis contribuir generosamente con vuestras ofrendas; las cuales servirán para establecer escuelas primarias: en África, Ruanda, en Centroamérica, Nicaragua, Suramérica, Bolivia y Asia, Filipinas; ponemos en las manos de Dios este plan esperando que se cumpla su voluntad. “Encomienda al Eterno tus obras, y tus planes tendrán éxito” Proverbios 16:3. –Hno. Danilo López Monterroso
Director Interino del Departamento de Educación de la Asociación General
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