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Sarah Crowner

Serpentear

Edición de Donna Wingate

Con la colaboración de Nikki Columbus, Quinn Latimer, Ana Elena Mallet, Diego Matos e Ingrid Schaffner

6 Prólogo

Ramiro Martínez Estrada

Lucía I. Alonso Espinosa

15 Interfaces materiales

Los azulejos de Sarah Crowner

Ana Elena Mallet

27 Sarah Crowner en cinco actos

Nikki Columbus

43 Partitura para tres serpientes

Quinn Latimer

57 Arquitectura emocional

Ingrid Schaffner

89 Azules con verdes, verdes con azules

El color como forma, la pintura como arquitectura

Diego Matos

Colaboradores99

Participación en exposiciones (selección)101

Bibliografía (selección)105

Agradecimientos de la artista108

Créditos fotográficos110

Prólogo

Para el Museo Amparo supone un auténtico privilegiopresentar Serpentear, una fascinante exposición de la artista neoyorquina SarahCrowner compuesta por dos partes diferenciadas aunque interconectadas: su obra Platform(Cobalt Snakeskin) [Plataforma (Piel de serpiente cobalto)], específica para nuestras instalaciones, y la presentación que la acompaña y que Crowner ha elaborado a partir de nuestros fondos prehispánicos, coloniales, modernos y de arte contemporáneo mexicano, que complementan una selección de sus últimos lienzos.

Platform, obra monumental instalada con enorme precisión y que ocupa más de trescientos metros cuadrados del patio del museo, consiste en un mosaico de terracota esmaltada en forma de piel de serpiente procedente de Cerámica Suro, un taller de cerámica familiar fundado hace décadas en Guadalajara con el que la artista lleva colaborando de forma habitual desde 2014. En el camino hacia este extraordinario proyecto, Crowner se sumergió a fondo en la colección permanente del Amparo para dar con una selección interpretativa y personal, fruto de un meticuloso estudio, de arte mexicano en infinidad de formatos y de muy diversas épocas: desde hojas de contacto en blanco y negro de la fotógrafa Graciela Iturbide hasta piezas de talavera poblana o pinturas barrocas mexicanas del siglo XVIII , pasando por una selección de bocetos para diseño de vestuario de Juan Soriano. Como resultado encontramos una exposición compuesta al margen de los cánones tradicionales de la historia del arte –basados en categorías, cronologías o técnicas– y fruto de una genuina colaboración entre la artista, el museo, las obras y la historia. Todo ello se traduce en una experiencia única e incluso reveladora para el espectador, que asiste a sorprendentes contrastes con un potencial infinito de expresiones y significados nuevos.

A lo largo de su carrera, Sarah Crowner no ha dejado de desafiar los límites de la pintura contemporánea, convirtiéndola en una actividad más completa al integrarla en el ámbito arquitectónico, en instalaciones, en representaciones y en libros de artista. Este

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elaborado volumen, publicado con motivo de la muestra, nos permite valorar el alcance completo de su proyecto a través de todas estas técnicas y géneros. Tanto el libro como la muestra son ajenos a los patrones que suelen seguir los catálogos de exposiciones y las exposiciones individuales. Muchos de sus anteriores mosaicos, cuadros y obras de escenografía se reproducen y se abordan aquí en profundidad, y nos permiten conocer cómo múltiples disciplinas de la cultura mexicana, así como la historia del modernismo en su conjunto, le han servido de inspiración. Incluimos, asimismo, una serie de imágenes que acompañan al poema narrativo Score for Three Snakes [Partitura para tres serpientes] que representa, en sí mismo y en este libro, una obra dentro de otra obra.

La exposición es una prueba más del tradicional compromiso del Amparo con la organización de muestras de arquitectura y diseño que ponen de relieve la importancia de imaginar entornos más habitables, ente las que se incluyen algunas de máxima relevancia, como Enrique Norten. Los límites de la forma (2012); Nuevos territorios. Laboratorios de diseño, artesanía y arte en AméricaLatina (2016); Mario Pani. Arquitectura en Proceso (2016); Perspectivas:Tatiana Bilbao Estudio (2018) y Barro y Fuego: El arte de la alfarería enOaxaca (2019).

Aprovechamos para transmitir nuestro más sincero agradecimiento a Sarah Crowner por su colaboración y generosidad y a Ana Elena Mallet, que trabajó codo con codo con la artista organizando la exposición en las salas y que contribuye con un interesantísimo capítulo a esta publicación. Gracias, también, a Nikki Columbus, Diego Matos e Ingrid Schaffner por hacernos reflexionar con sus textos, a Quinn Latimer por su poema y a Ryan Polich por el cuidado diseño de este catálogo. El Amparo no quiere olvidarse de agradecer al personal del museo su incansable trabajo y a Cerámica Suro la elaboración del mosaico. Por último, gracias de corazón a Santiago Fernández de Caleya, de Turner, nuestro coeditor, y, en especial, a Donna Wingate por su estrecha colaboración con Sarah Crowner en la dirección editorial y creativa de esta magnífica publicación.

Ramiro Martínez Estrada director ejecutivo

Lucía I. Alonso Espinosa directora general

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Interfaces materiales

Los azulejos de Sarah Crowner

LA ERA DE LA INFORMACIÓN , cuyos albores se remontan a los años setenta y que se extiende hasta la industrialización masiva de los medios de comunicación, hace palpables a un mismo tiempo las distintas interacciones que se dan entre sistemas de diversa índole en lo que podríamos denominar «zonas de comunicación» –aquellas áreas o canales (y agujeros de conejo) que se nos plantean–. Para facilitar la interacción, los otros reciben y procesan las señales, de manera que se posibilita un conjunto más o menos adecuado de operaciones. En el mejor caso, se genera nuevo conocimiento. Nuestras actividades, ya sean digitales o reales, constituyen los patrones de nuestros datos y podría decirse, tanto en términos emocionales como técnicos, que nuestra existencia y nuestro comportamiento cotidiano dejan siempre tras de sí un poso registrado, documentado, grabado. De este modo, quedamos permanentemente fijados a la interfaz.

A lo largo de los años, la práctica artística de Sarah Crowner se ha convertido en una arquitectura de matrices materiales. Su proyecto más reciente, en el Museo Amparo de Puebla (México), muestra su interés por el pasado y el presente mexicanos. En uno de los patios coloniales del edificio se encuentra alojado su suelo de azulejos de terracota que, aun con la reciente renovación arquitectónica dirigida por Enrique Norten, sirve de reflejo de México y su historia. (Laconstrucción original data del siglo XVI y se utilizó a modo de hospital, colegio y vivienda a lo largo de los años. Fue el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez quien la transformó en un museo en la década de 1990). Los azulejos de Crowner, de un intenso azul cobalto y en forma de escamas de reptil, nos recuerdan la piel de una serpiente, el mar o un espejo de agua. La repetición de los patrones que utiliza la artista en esta instalación produce un efecto visual que evoca la pintura abstracta, los planos y patrones arquitectónicos o el diseño, pero también los elementos y patrones naturales.

Crowner enmarca su práctica artística en un punto intermedio entre las artes aplicadas y las Bellas Artes, con una producción destacable que ha cuestionado de manera sistemática la jerarquía

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que posiciona la pintura por encima del diseño.¹ Sus cuadros, objetos e instalaciones amplían, con exquisitez y finura, las fronteras de sus propias disciplinas. Crowner, que se ha centrado durante mucho tiempo en las técnicas y los materiales tradicionales como la arcilla, la madera, la tela, el lienzo o la pintura, reformula por completo, en cambio, los contextos en los que estos se presentan o se sitúan, por ejemplo, edificios modernos, jardines, museos, hogares, escenarios y otros lugares de representación, así como espacios comerciales. Las obras que emergen de dichas intersecciones –murales, azulejería para suelos y techos, tapices, piscinas y, por supuesto, cuadros– nos invitan a reconsiderar todo conocimiento previo que podamos tener sobre dichos entornos, sobre sus aplicaciones profesionales (como el diseño o la producción) y sobre las obras de arte. Es más, toda nuestra concepción del valor de uso vinculado a la forma material se ve desafiada por el arco de su proyecto.

Podría decirse, por lo tanto, que Crowner trabaja con interfaces, adyacencias que señalan hacia la naturaleza de sus materiales. Dicho trabajo, que trata sobre los límites, los habita o los sobrepasa, no nos impone ninguna conclusión en particular; es decir, ni delimita ni constriñe la obra de arte en aras de un resultado determinado, sino que más bien expande su contexto mediante indagaciones y el cruce reiterado de fronteras:

Vista de la instalación de Wall (Wavy Arrow Terracotta) [Muro (flechas onduladas de terracota)], 2018. Mosaico de terracota esmaltada, contrachapado, mortero y lechada; dimensionesvariables. Carnegie Museum of Art,Pittsburgh,Pensilvania

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He llegado a la conclusión de que la tarea del artista no es demostrar nada, sino descubrir aquello que puede romperse y volverse a construir. El tema, si es que tiene que haberlo, en lo más superficial pueden ser los patrones, pero lo cierto es que se trata del propio proceso de creación artística, el sistema de movimiento lateral con la vista puesta alrededor, hacia el exterior, para intentar encontrarle un sentido y construir un mundo nuevo.2

Crowner puede establecer vínculos entre puntos distantes de sus obras gracias a que la flexibilidad de estas fronteras remite a la temporalidad y la cronología, además de al arte y al diseño. Las formas orgánicas que crea aluden además al orden primordial de la naturaleza y lo sagrado: líneas rectas, espirales y círculos que pueden leerse a modo de formas de expresión del tiempo a lo largo de la historia de las culturas; y el círculo y el semicírculo son símbolos astrales con múltiples interpretaciones. La serpiente o línea curva representa el agua, el caldo primigenio y el origen de la vida sobre la tierra y en el mar. Todas estas representaciones muestran paralelismos con los objetos y las imágenes de Egipto, Babilonia, Asiria, Perú, las islas del Pacífico y Norteamérica, incluido México, cuyas tallas en piedra, dibujos y variedad de artefactos le proporcionan a la artista una fuente abundante de recursos. Por ejemplo, su obra Wall (Wavy Arrow Terracotta) [Pared (Terracota de flechas onduladas)], de 2018, una pieza para pared, de veinte metros, compuesta de azulejos de distintos tonos de azul, desde el claro al medio o incluso a variedades frías de gris, parece cobrar vida durante el día con un patrón de una especie de galones curvados que genera la ilusión de un movimiento trenzado y ondulante. El resultado es una suerte de esquematización épica de las representaciones primitivas que pueden encontrarse en las pinturasrupestres.

La relación de Crowner con México constituye un aspecto importante de su trabajo con los azulejos. Con el objetivo de expandir su producción, en 2013 viajó hasta Cerámica Suro, una fábrica situada a las afueras de San Pedro Tlaquepaque, en Guadalajara. Este taller, fundado en 1955 por Noé Suro Olivares, elaboraba cerámica blanca para establecimientos, hoteles, restaurantes y tiendas de artesanía. Al poco tiempo, el negocio comenzó a crecer e incorporó estilos y técnicas diferentes inspirados por las tradiciones artesanas locales para un

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Cerámica Suro, Guadalajara, México, 2013

Piscina, Fundación Casa Proal, San Rafael, Veracruz, México, 2018

nuevo grupo de clientes, sobre todo los del sector hotelero. Colocar mosaicos o azulejos sobre fachadas y edificios se convirtió en una solución emblemática que, además, contaba con un acabado a mano. También los pintores de Cerámica Suro se volvieron conocidos por su trabajo, mientras el departamento de la empresa dedicado al color desarrollaba tonos originales y combinaciones que se hicieron muy populares.

En los noventa, Luis Miguel Suro, hijo de Noé y artista visual, empezó a producir su obra de arte contemporáneo en el propio negocio de la familia. Poco después, sus amigos y compañeros se habían hecho con los hornos, de manera que el taller se convirtió en un lugar donde los artistas podían experimentar con formas, técnicas y soluciones. Cuando José Noé Suro Salceda, el hijo mayor, se hizo cargo de la empresa y transformó el taller en una fábrica con una capacidad más amplia, su interés por el arte contemporáneo lo llevó a redirigir la producción para asumir así la obra de clientes dedicados a las artes aplicadas y otros campos creativos, quienes hoy en día suponen su fuente de ingresos principal. Arquitectos, diseñadores, artistas y chefs cuentan ahora con un lugar que se ajusta a sus necesidades, donde pueden encontrar soluciones nuevas incluso para sus proyectos más extravagantes.

Para la instalación del suelo que hizo Crowner en 2014 en la Casa Franco de Luis Barragán, en Guadalajara, Cerámica Suro elaboró unos grandes azulejos blancos con formas que, junto a una lechada azul/gris, creaba también una composición dinámica y ondulante. La entrada de la casa es como las fauces de un dragón desde las que se extiende una lengua bífida serpenteante gracias al patrón del suelo hecho por la artista. Dentro, la sensación de fluctuación queda acentuada por el contraste con los muros blancos con oquedades horizontales que producen un juego de perspectivas muy acorde con el interés de Barragán por la interacción entre luz y color en los distintos elementos de su arquitectura. Mediante la composición, lo terrenal y lo concreto generan una atmósfera para los visitantes que se percibe como algo efímero. Se produce un diálogo práctico con Luis Barragán y su arquitectura –podemos decir que esto es un hecho– y, con todo, nuestra comprensión de la obra se activa también desde una perspectiva profundamente espiritual y emocional.

Puede observarse un diálogo igual de interesante entre disciplinas, materiales y tiempo en el suelo, el panel y los azulejos que planteó

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Crowner para el restaurante del museo Guggenheim de Nueva York (2017). En una conversación con la arquitectura icónica de Frank Lloyd Wright, la artista elaboró un panel de azulejos curvados que responde al diseño del museo pero que, con su color amarillo intenso, destaca frente al material y los tonos pálidos del edificio a modo de contrapunto ante su austeridad y pureza. El color confronta y complementa, rectifica y corrige nuestras percepciones sobre la materialización de la modernidad, al mismo tiempo que exige que tanto esta como nosotros centremos nuestra atención en el presente.

La obra de la artista de 2018 para la Fundación Casa Proal de San Rafael (Veracruz) trasciende los límites de sus instalaciones de azulejería previas y de lo que sabemos sobre la pintura como medio. Se trata de una piscina con la forma de dos olas, una junto a la otra, que se unen para generar movimiento y tensión. Una vez más, la artista hace uso de patrones de azulejos y de repeticiones para crear así sus ilusiones

arriba y página siguiente Ceiling (Stretched Pentagons) [Techo (pentágonos alargados)], 2022. Mosaico deterracota, contrachapado, aluminio, mortero y lechada;dimensiones variables. Casa Valhalla, Punta Mita, México, diseño de Tatiana Bilbao Estudio

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izquierda Anni Albers, Red Meander [Serpenteo rojo], 1954. Lino y algodón, 52.1 × 37.5 cm. Colección particular

derecha Josef y Anni Albers en Monte Albán, México, 1939. Fotografía en gelatina de plata, 12.1 × 8.3 cm. The Josef and Anni Albers Foundation, 1976.7.1397

ópticas. Un bordillo de roca volcánica (un material asociado a la arquitectura mexicana) enmarca el cuerpo de agua dentro de una coronación de terracota sin tratar, y un contorno de azulejos amarillos recorre la piscina, de un azul intenso, lo que destaca el fondo, la forma, los patrones y los materiales. Resulta una obra exquisita, pero cuyo objetivo es también que la utilicen. Incluso podríamos catalogarla como pintura en forma de piscina, activada por la presencia de un cuerpo. Como norma general, la obra de Crowner invita a la participación de los cuerpos, tanto el de la propia artista mientras trabaja en ella, por ejemplo, en el caso de sus cuadros compuestos por paneles cosidos, como el del espectador que, para introducirse en la obra –como en el caso de la piscina– debe aportar algo más que su mirada. La sensación inmersiva de la piscina culmina en el ambiente mágico que diseñó la artista para Valhalla, una casa de la arquitecta mexicana Tatiana Bilbao en Punta Mita (México) en 2022. En ella, el suelo, el techo de azulejos de la artista y el horizonte azul intenso de la costa que la rodea se desdibujan y se fusionan en una sensación única mientras la percepción de la obra va cambiando según avanza la luz a lo largo del día. Los patrones y las repeticiones forman un entorno que enmarca la entrada a la casa igual que el paisaje circundante. El

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páginas siguientes Ceiling (Stretched Pentagons) [Techo (pentágonos alargados)], 2022. Mosaico de terracota esmaltada,contrachapado, aluminio, mortero y lechada;dimensiones variables. Casa Valhalla,Punta Mita, México, diseño de TatianaBilbao Estudio

interior y el exterior se aúnan para transformarse en un cuadro donde el espectador es a un tiempo participante y observador.

Si bien el color siempre ha sido parte de los procesos de exploración de Crowner, sus numerosas colaboraciones con Suro han resultado en nuevas gamas tonales que han enriquecido su obra. Gracias al diálogo con Cerámica Suro, sus intereses se ampliaron y llegóa amar la historia y la cultura mexicanas. Crowner pertenece ahora al conjunto de extranjeros que han viajado, vivido o trabajado en México durante el siglo XX y que, con profundo respeto y dedicación, se han visto influidos por la herencia cultural, los materiales locales, la artesanía tradicional y la riqueza visual de los distintos momentos de la historia mexicana, y así ha podido transmitirlos en su obra. Al hacerlo, se suma a una larga lista de artistas y diseñadores ilustres, como Josef y Anni Albers, Ruth Asawa, Elena Gordon, Carlos Mérida, Clara Porset, Cynthia Sargent y William Spratling, entre muchos otros. De este modo, un suelo que, en apariencia, tiene un objetivo práctico –requisito para el movimiento humano tan básico como los pies, la rueda y la propia tierra–, en el Museo Amparo nos ofrece una experiencia que es la de siempre y, a la vez, por completo diferente: hace colapsar al mismo tiempo nuestra concepción del valor de uso y nuestra percepción mientras el interior se funde con el exterior, lo contemporáneo se fusiona con lo histórico, lo estructural fundamenta lo contemplativo y lo artesanal humaniza lo comercial/industrial. La azulejería de Crowner funciona a modo de interfaz entre el tiempo, los materiales, el medio, los movimientos artísticos, la percepción, las disciplinas, las ilusiones y las definiciones. Para los observadores, esto amplía la noción de un arte que existe más allá de un espacio hegemónico determinado y que puede funcionar como una obra viva, hermosa, útil y mutable. Así el arte y el diseño se aúnan para producir una obra completa que requiere de nuestra participación directa. Los espectadores, expuestos a la experiencia de vivir, afrontar y habitar estas obras, se convierten en participantes/usuarios activos.

notas

1.Sarah Crowner. Correspondencia del 28 de febrero de 2022 mediante correo electrónico con la autora: «Mi obra se encuentra en un punto entre las artes aplicadas y las “Bellas Artes”, y plantea interrogantes sobre el binomio diseño-pintura y el modo en el que un proyecto puede considerarse ambos al mismo tiempo [. . .], en algún

lugar entre el arte y la artesanía, o entre una manta o un tapiz y un cuadro. Me gusta cuestionar estas ideas y la relación de la artesanía o del diseño (hechos a mano para un fin práctico) con el arte (sin tal objetivo)».

2.Crowner, correo electrónico a la autora.

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Este libro se publicó con motivo de la exposición Sarah Crowner: Serpentear, celebrada en el Museo Amparo de Puebla, México, entre el 10 de diciembre de 2022 yel 17 de abril de 2023.

Museo Amparo

Av. 2 Sur 708

Centro, 72000 Puebla, Pue., México

Publicado por TURNER

Diego de León, 30 28006 Madrid www.turnerlibros.com

Distribuido por TURNER www.turnerlibros.com

España

Machado Grupo de Distribución machadolibros@machadolibros.com

Latinoamérica

Océano info@oceano.com www.oceano.com

DISPONIBLE EDICIÓN EN INGLÉS

Estados Unidos y Canadá DAP orders@dapinc.com www.artbook.com

Europa

ACC sales@antique-acc.com www.accdistribution.com/uk

© 2023, Turner © 2023, los autores por los textos © 2023, Sarah Crowner por sus obras

ISBN: 978-84-19539-00-7

DL: M-11602-2023

Diseño: Ryan Polich, Marquand Books, Seattle

Edición: Donna Wingate

Edición (adjunto): Marc Joseph Berg

Revisión y corrección de estilo: Laura Badsey

Composición tipográfica: Brynn Warriner

Traducción: Miguel Marqués y Marcos Pinedo

Dirección de producción: María José Fresneda

Tratamiento del color: I/O Color, Seattle Impreso y encuadernado en España por Artes Gráficas Palermo

Sobrecubierta: vista de estudio, Brooklyn, Nueva York, 2022

Fotografía de Charles Benton

Frontispicio: Ceiling (Stretched Pentagons) (detalle), 2022. Mosaico de terracota esmaltada,contrachapado, aluminio, mortero y lechada;dimensiones variables. Casa Valhalla, Punta Mita, México, diseño de Tatiana Bilbao Estudio. Fotografía © Luis Gallardo/LGM Studio, por cortesía de Galerie Nordenhake

Página 4: vista de estudio, Brooklyn, Nueva York, 2022

Páginas 8–14: vistas de instalación de Sarah Crowner: Serpentear y Platform (Cobalt Snakeskin), Museo Amparo, Puebla, México, 2022. Fotografías de Carlos Varillas/Museo Amparo

Página 49: Joan Brossa, Poema visual, 1970/1978. Serigrafía en papel; 49.5 × 37.7 cm. MACBA, Colección y Consorcio, Fundació Joan Brossa

Página 50: Ceiling (Stretched Pentagons), 2022. Mosaico de terracota esmaltada, contrachapado, aluminio, mortero y lechada; dimensiones variables. Casa Valhalla, Punta Mita, México, diseño de Tatiana Bilbao Estudio. Fotografía © Luis Gallardo/LGM Studio, por cortesía de Galerie Nordenhake

Página 51: Graciela Iturbide, Pescaditos de Oaxaca, México, 1992. Colección de la artista

Páginas 52–53, arriba: Graciela Iturbide, Autorretratocon serpiente, Brasil, 1990 aprox. Hoja de contacto en gelatina de plata. Colección del Museo Amparo

Páginas 52–53, abajo: vistas de estudio, Brooklyn, Nueva York, 2022. Fotografía de Charles Benton

Página 54: Graciela Iturbide, Benarés, India, 2000. Colección de la artista

Página 55: vistas de estudio, Brooklyn, Nueva York, 2022. Fotografía de Charles Benton

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