23549c

Page 1

Memoria y haiku

1 MATSUO BASHŌ 松尾芭蕉 17 2 NATSUME SŌSEKI 夏目漱石 18 3 RETSUZAN 列山 19 4 MASAOKA SHIKI 正岡子規 20 5 KOBAYASHI ISSA 小林一茶 26 6 MATSUO BASHŌ 松尾芭蕉 ................... 27 7 MASAOKA SHIKI 正岡子規 28 8 MATSUO BASHŌ 松尾芭蕉 30 9 MASAOKA SHIKI 正岡子規 .................... 31 10 KYOSHI TAKAHAMA 高浜虚子 36 11 MASAOKA SHIKI 正岡子規 38 12 KYOSHI TAKAHAMA 高浜虚子 41 13 MATSUO BASHŌ 松尾芭蕉 42

KAKIO TOMIZAWA 富澤赤黄男 45

RYŪNOSUKE AKUTAGAWA 芥川龍之介 46

KOBAYASHI ISSA 小林一茶 .................. 47

OZAKI 尾崎放哉

OZAKI 尾崎放哉

14
15
16
17 HŌSAI
51 18 HŌSAI
52 EL ARTE INSUBORDINADO 7 ÍNDICE Haikus

19 HŌSAI OZAKI 尾崎放哉 53 20 MASAOKA SHIKI 正岡子規 ................... 54 21 MATSUO BASHŌ 松尾芭蕉 55 22 HAKUEN 白猿 ................................... 59 23 WAKYŪ 和及 60 24 SANTŌKA TANEDA 種田山頭火 61 25 MASAOKA SHIKI 正岡子規 62 26 MATSUO BASHŌ 松尾芭蕉 63 27 KOBAYASHI ISSA 小林一茶 64 28 NAOJO 直女 68 29 KOBAYASHI ISSA 小林一茶 .................. 69 30 SANTŌKA TANEDA 種田山頭火 70 31 TAIRO 大魯 ..................................... 72 32 ICHIMU 一夢 73 33 KOZAN 鼓山 76 34 KOBAYASHI ISSA 小林一茶 77 35 BAINEN 梅年 80 36 MASAOKA SHIKI 正岡子規 82 37 KŌHA 香波 85

EL ARTE INSUBORDINADO

El haiku nació como una estrofa insubordinada. Originariamente, lo conformaban los versos iniciales de las tankas, composiciones de cinco versos que se organizaron en torno a dos conceptos o imágenes durante el periodo Heian —del siglo VIII al XIII—, o del hakai no renga, un poema encadenado que expresaba imágenes sencillas, cotidianas y habitualmente humorísticas, un contexto en el que el haiku se llamaba «hokku» por ser la frase de apertura de estas composiciones. Ya entonces presentaba los rasgos que posibilitaron su emancipación: los versos del hokku conformaban una imagen o concepto unitario que daba el tono del hakai no renga y los poetas probaban su capacidad compositiva creándolos. Así concibieron Matsuo Bashō y sus discípulos los haikus de los siglos XVII y XVIII que leemos actualmente en las antologías, donde se recogen emancipados de los poemas de los que formaron parte,

7

a cambio de quedar supeditados a la estructura del libro que los aloja. La relativa autonomía del hokku determinó que se independizara posteriormente del hakai no renga; entonces se llamó «haiku» y, así, nació como idea o imagen que reverbera en el silencio.

Memoria y haiku se ha compuesto con el propósito de respetar la naturaleza de estos poemas y de preservar el sentido de la composición requerido por cualquier libro mediante el diálogo establecido entre los haikus y las imágenes de Pep Carrió, una serie de ilustraciones con la forma simplificada de la cabeza, convertida en un microcosmos por las imágenes que aloja y la rodean.

Los haikus seleccionados son de épocas distintas y, en cierto modo, constituyen una muestra alterada de la evolución de estas composiciones: hay poemas de Matsuo Bashō (1644-1694), Issa Kobayashi (1762-1826), Natsume Sōseki (1867-1916), Taneda Santôka (1882-1940) y Kakio Tomizawa (1902-1962), entre otros autores. Sin embargo, los haikus de este libro no se han ordenado cronológicamente para eludir precisamente los rasgos historicistas o biografistas de otras antologías. Memoria y haiku se compone de los diálogos que se entablan entre los temas de las composiciones, desde las clásicas escenas naturales sobre el cambio de estación o aquellas con que se expresa un gesto, un movimiento, un estado transitorio del paisaje o del observador, hasta temas más

8

conceptuales, como el sueño, la metaescritura y la percepción de la vida desde el ocaso; un tono que predomina en la antología, aunque no está exento del descanso sensorial, contemplativo y no metafísico que proporcionan los haikus paisajísticos.

Así, la antología se organiza en segmentos temáticos cuyas transiciones recaen en haikus metaescriturales y de temas oníricos, con conceptos inciertos o que desestabilizan las pocas certezas sobre las que se asientan los que les anteceden y preceden, para favorecer la transición de unos temas a otros y dar coherencia al libro. Los primeros poemas de este itinerario expresan la relatividad del tiempo y quizá de la vida, una incertidumbre que da paso a tres haikus sobre la muerte, lo evanescente y el vacío. El último que hace de transición al conjunto de haikus muestra el impulso del viento estival a través de la imagen de unos escritos volando, un instante cuya interpretación literal dialoga en el siguiente poema con el vuelo de una mariposa, el preludio de una nueva estación y de un paisaje natural que se va poblando de vida. Estos haikus contrastan entre sí con los movimientos ascendentes y descendentes de los seres vivos que habitan los dos medios naturales que se establecen en torno al horizonte de la superficie del estanque: el aire y el agua. Siguen dos haikus también paisajísticos, tradicionales o tópicos, si se prefiere, que muestran la vida terrestre y derivan en la imagen de la casa, el tema que se explora a continuación. Así, en los poemas que siguen, la casa

9

aparece como lugar de recogimiento y de encuentro con el paisaje. La casa como linde con el exterior desemboca de nuevo en el tema paisajístico de los siguientes haikus, cuyo tono es similar al de las composiciones del comienzo, pues muestra paisajes deshabitados, con indicios de vida evanescente, que evocan una despedida afín con el final del libro.

Es inevitable que el itinerario temático planteado en estas páginas matice el significado de los haikus, pues estos se contagian del tono y las imágenes de los que les siguen o preceden. Ciertamente, ni la ordenación cronológica de las composiciones ni la información del contexto en que se escribieron posibilitarían reconstruir su significado originario. Estas suelen expresar sintéticamente imágenes, gestos y conceptos y, en ocasiones, lo hacen de forma enigmática; un rasgo que posibilita que su significado varíe notablemente de un lector a otro y que se contagie del que connota el contexto en que se encuentran, pues incluso aquellos que se escribieron para saludar a la muerte, como el de Kōha que cierra el libro, o un pensamiento fugaz en la guerra, como aquel de Kakio que expresa el destello de una explosión en la imagen de una flor, se integran perfectamente en el discurso generado por la ordenación a la que obliga todo libro.

Ya se ha dicho que uno de los propósitos de esta antología es preservar la naturaleza insubordinada de los haikus; por ello, se ha creado una suerte de silencio con el propio diseño del libro, donde se prescinde de la escritura en kanji y en rōmaji de

10

los poemas para aislar la composición en el blanco de la página, y, sobre todo, con las ilustraciones de Pep Carrió, descanso de la palabra en imágenes que entablan un diálogo con los haikus y entre ellas mismas. Como se ha dicho, todas tienen en común la forma simplificada de la cabeza. Unas veces hace de fondo, otras, se transforma en figura o en lugar, y el conjunto de variaciones muestra que la cabeza es un microcosmos, reflejo y prolongación del mundo exterior.

Las ilustraciones alternan perspectivas y encuadres de paisajes y espacios cerrados con imágenes evanescentes y metaescriturales, pues dialogan con los temas de las composiciones en un orden similar: las imágenes más difusas, que sugieren la forma de la cabeza con constelaciones de elementos repetidos, trazos y manchas, abren y cierran el libro y flanquean a otras de motivos naturales, formas orgánicas al comienzo, paisajes y seres después, que dan paso a imágenes donde la cabeza se muestra como lugar cerrado, que dialoga con los haikus de la casa.

El hecho de que muchas ilustraciones se hayan realizado sobre papel de cuaderno con tintas, grafito, lápices de colores o collage refuerza la gestualidad del haiku, el impulso de captar visiones, percepciones o pensamientos fugaces. Asimismo, la espontaneidad de los gestos se connota en el ritmo irregular de la sucesión de imágenes y poemas del libro, con los que se desautomatiza la cadencia de la lectura. Las secuencias con

11

distinto número de haikus e ilustraciones refuerzan el extrañamiento que suscitan las composiciones y la lectura insubordinada de cada una de ellas, manteniendo, a la vez, los itinerarios semánticos de los poemas y las imágenes, similares, aunque no plenamente coincidentes, pues se complementan, convergen y divergen en diferentes pasajes del libro.

Queda mencionar que el título de la antología deriva de Materia y memoria, la obra de Henri Bergson donde el autor reflexiona, entre otras cuestiones, sobre los diferentes tipos de memoria y la forma en que estos afectan a la percepción de la realidad, la materia, a veces indistinguible del recuerdo de lo inmediato. Puesto que el haiku es la composición por excelencia destinada a captar el cambio fugaz en la materia o en la memoria, o, por decirlo de otro modo, la materialidad de las cosas y del propio pensamiento, parecía pertinente vincular los conceptos de aquel libro a los de este; un vínculo reforzado con las ilustraciones de Pep Carrió si se tiene en cuenta que la cabeza es la morada de la memoria y de la imaginación, la loca de la casa que se nutre de la materialidad del pensamiento y de la propia memoria. De este modo, al comparar el título de aquella obra, Materia y memoria, y el de esta, Memoria y haiku, se establece un paralelismo entre «haiku» y «materia», y la palabra «memoria» se asocia indirectamente a las ilustraciones de Pep Carrió, dotando, así, con el título elegido, de un sentido nuevo al libro, a los poemas y a las imágenes.

12

La última reflexión de este prólogo recae en la atemporalidad de los haikus, un rasgo afín a su naturaleza insubordinada, que posibilita mezclar en un mismo discurso composiciones de distintos siglos con imágenes actuales, un conjunto plenamente coherente y con vigencia para el lector de ahora, que ha sido posible gracias a la cuidada traducción de Rumi Sato, quien ha velado por preservar la complejidad oculta de cada poema con la sencillez de las palabras elegidas esmeradamente. Así, atienda o no el lector al sentido del título o al de la selección y ordenación de los haikus e ilustraciones, en cualquier caso, le quedará el goce de la imagen y la palabra.

13
Haikus

Futari mishi yuki wa kotoshi mo furi keru ka.

No paro de pensar: ¿acaso no será la misma nieve que miramos juntos?

MATSUO BASHŌ

17
PERIODO EDO [SIGLO XVII] 二人見し雪は今年も降けるか 松尾芭蕉
1

梅遠近そぞろあるきす昨日今日 夏目漱石

Ume ochikochi sozoro aruki su kinō kyō.

Ciruelos aquí y allí, vagando entre ellos ayer y hoy.

NATSUME SŌSEKI

18
MEIJI Y PERIODO TAISHO
XX] 2
PERIODO
[SIGLOS XIX Y

露の世と悟るその夜を寝覚めかな 列山

Tsuyu no yo to satoru sono yo wo nezame kana.

Iluminación: ahora descubro que este mundo es una gota de rocío.

RETSUZAN

19
PERIODO EDO [SIGLOS XVIII Y XIX] 3
行かばわれ筆の花散る処まで 正岡子規 Yukaba ware fude
chiru tokoro made.
MASAOKA
20 PERIODO MEIJI [SIGLOS XIX Y XX] 4
no hana
Como voy, no pararé hasta que caigan pétalos de mi pincel.
SHIKI
23
24
25

Furuinu ga saki ni tatsu nari hakamairi.

Un perro viejo guía a su amo entre las tumbas.

26
PERIODO EDO [SIGLOS XVIII Y XIX] 古犬が先に立也はか参り 小林一茶
5

Kono michi ya yuku hito nashi ni aki no kure.

Este camino nadie recorre, solo el ocaso de otoño.

27
此道や行人なしに秋のくれ 松尾芭蕉
6

Kaerimireba yukiaishi hito no kasumi keri.

Me volví y el hombre que me crucé ya era niebla.

MASAOKA SHIKI

28
かへり見れば行きあひし人の霞みけり 正岡子規
PERIODO MEIJI [SIGLOS XIX Y XX] 7

PERIODO

8

埋火や壁には客の影法師 松尾芭蕉

Uzumibi ya kabe ni wa kyaku no kagebōshi.

Mi única invitada, la sombra que refleja en la pared la luz de las brasas.

MATSUO BASHŌ

30
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.