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Se ha puesto todo el empeño en la localización de los propietarios de derechos de autor. En reimpresiones futuras se rectificará cualquier error u omisión que sea notificado. Diseño de portada: Estudio Sagahón / Leonel Sagahón Breve antología de poesía mexicana impúdica, procaz, satírica y burlesca Interdicta, secreta, anónima, culta y popular © 2015, Juan Domingo Argüelles (selección, prólogo y notas) © 1989, Fondo de Cultura Económica, por los textos de Alfonso Reyes, La urticaria, Alfonsecuente, Misiva a Salvador. Todos los derechos reservados, México, D.F. © 2015, Herederos de Jorge Ibargüengoitia, por el texto: No te achicopales Cacama © 2015, Legítimos Sucesores de Salvador Novo, S.C. por los textos: Salutaciones de año nuevo, 1960, A Antonio Castro Leal, Teixidor compila Anuarios bibliográficos, El balazo a Don Pascual Ortiz Rubio, Otra salutación de año nuevo. D.R. © 2015, Editorial Océano de México, S.A. de C.V. Blvd. Manuel Ávila Camacho 76, piso 10 Col. Lomas de Chapultepec Miguel Hidalgo, C.P. 11000, México, D.F. Tel. (55) 9178 5100 • info@oceano.com.mx Primera edición en Océano exprés: 2015 ISBN: 978-607-735-693-6 Todos los derechos reservados. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita del editor, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. ¿Necesitas reproducir una parte de esta obra? Solicita el permiso en info@cempro.org.mx Impreso en México / Printed in Mexico


I. Hist贸rica y pol铆tica



Contra el gachupín Viene de España por el mar salobre a nuestro mexicano domicilio un hombre tosco, sin algún auxilio, de salud falto y de dinero pobre. Y luego que caudal y ánimo cobre, le aplican en su bárbaro concilio otros como él, de César y Virgilio las dos coronas de laurel y robre. Y el otro, que agujetas y alfileres vendía por las calles, ya es un Conde en calidad, y en cantidad un Fúcar; y abomina después el lugar donde adquirió estimación, gusto y haberes: ¡y tiraba la jábega en Sanlúcar! • Atribuido a Mateo Rosas de Oquendo (¿1559?-1612), este magistral soneto está recogido en la Sumaria relación de las cosas de Nueva España (1604), de Baltasar Dorantes de Carranza, y representa uno de los momentos más estimables de la sátira social de la época contra los españoles que venían a la Nueva España a “hacer la América”. El término “Fúcar” alude a Fugger, apellido de la familia alemana de banqueros de los siglos xv y xvi , y en un sentido general se refiere a alguien muy rico. En relación con el último verso, el investigador Arnulfo Herrera explica lo siguiente, en su ensayo “Los traspiés de un sermón famoso” (incluido en el libro Poesía satírica y burlesca en la Hispanoamérica colonial, Madrid, 2009): “La jábega es una red muy larga de pescador que se tira desde la tierra con ayuda de unos cabos. Sin embargo, la expresión ‘tirar la jábega en Sanlúcar’ debió tener un sentido rufianesco en el lenguaje de germanía porque Sanlúcar formaba parte de los sitios infestados por la delincuencia en un conocido mapa de la picaresca española aurisecular”. • { 27 }


Epitafio Aquí yace el gachupín que vino de Santander. Como vino a hacer rico, nada más vino a joder.

variante

Aquí yace, y hace bien, Venancio el de Santander. Como vino a hacerse rico, nada más vino a joder.

• De autor anónimo, esta cuarteta es, sin ninguna duda, obra de un criollo. Muchos españoles que llegaban a América en la época colonial procedían del puerto de Santander (Cantabria), y eran especialmente comerciantes. En el siglo xviii un decreto real permitió a Santander un comercio amplio e intenso con las colonias españolas y algunos santanderinos prosperaron notoriamente gracias a la Nueva España. • { 28 }


Contra los criollos En la lengua portuguesa al ojo le llaman cri, y aquel que pronuncia así aquesta lengua profesa. En la nación holandesa ollo le llaman al culo y así con gran disimulo, juntando el cri con el ollo lo mismo es decir criollo que decir ojo de culo.

• De autores anónimos, esta décima y la siguiente (que es respuesta a la presente) datan del siglo xix . Las incluye Gabriel Zaid en su Ómnibus de poesía mexicana (1971), y Juan María Alponte (en su libro A la vera de las independencias de la América Hispánica, México, Océano, 2009) comenta que, durante la Colonia, la primera décima “apareció en varias esquinas de la ciudad de México, cuya autoría se atribuyó a los peninsulares dueños de las tiendas del Parián”, y que la respuesta de los criollos (la décima de la página siguiente) no tardó mucho. Ambas son, sin duda, piezas magistrales de la poesía satírica y burlesca de la última época del México colonial. • { 29 }


Respuesta de los criollos Gachu en arĂĄbigo hablar es en castellano mula: pin la Guinea articula y en su lengua dice dar: de donde vengo a sacar que este nombre gachupĂ­n es un muladar sin fin, donde el criollo siendo culo bien puede sin disimulo cagarse en cosa tan ruin.

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La herencia del virrey Marquina Para perpetua memoria nos dejó el virrey Marquina una pila en que se orina y aquí se acaba la historia.

variante

Para perpetua memoria nos dejó el virrey Marquina una fuente en que se orina y ahí se acabó su historia.

• Félix Berenguer de Marquina (Alicante, España, 1736-1826) fue virrey de la Nueva España de 1800 a 1803. Se dice que tenía poca habilidad para gobernar, y en cuanto a la obra pública dejó muy poca, pues únicamente se le recuerda por la finalización de la estatua ecuestre de Carlos IV (el famoso Caballito), de Manuel Tolsá, y por una fuente que nunca tuvo agua y que muchos usaban como mingitorio; de ahí el sentido burlesco de la excelente cuarteta anónima que resumió toda su administración. • { 31 }


Contra Calleja y Apodaca Señor Virrey Apodaca, ya no da leche la vaca, porque toda la que había Calleja se la llevó. Ahora ya no hay más que pollos y estos son para los criollos. La tiranía de Apodaca nos causa gran malestar. Más valiera que el Virrey se fuera pronto a pelear, pues no tenemos empacho en llamarle buen borracho.

• Estas coplas anónimas muestran la inconformidad popular contra los virreyes Félix María Calleja (1753-1828) y Juan Ruiz de Apodaca (1754-1835), que ocuparon el poder en la Nueva España de 1813 a 1816 y de 1816 a 1821, respectivamente. Calleja fue relevado en el poder por Apodaca, luego de que muchos notables se quejaran de él ante la Corona española, debido a sus abusos y autoritarismo. Cuando regresó a España se llevó cuanto pudo, según el sentir de la gente. Apodaca, por su parte, tomaba a veces decisiones tan absurdas, ridículas o descabelladas (por ejemplo, prohibió que los niños volaran cometas) que la gente pensaba que lo hacía cuando estaba borracho. • { 32 }


Mier da para todos Del mayordomo de Mier los mendigos se quejaron, porque algunos no lograron que les diese de comer. Entonces, con malos modos, y agachando las orejas, dijo aquél: “No habrá más quejas porque Mier da para todos”. L uis G. L edesma

• La poesía de Luis Gonzaga Ledesma (Zacatecas, 1847-Aguascalientes, 1922), estupendo poeta satírico y humorístico que adoptó el seudónimo “Samuel”, está recopilada en el volumen La musa festiva de Samuel (1887). A dicho libro pertenece este epigrama en el que usa magistralmente el doble sentido y que, además, revela a la sociedad mexicana del siglo xix , hecha de amos, mayordomos y pobres cuando no mendigos.• { 33 }


Contra el tirano Tenga el tirano presente y su gavilla falaz, que la era de la paz a todos por igual mide, y como acabó Iturbide acabarán los demás.

• Esta copla popular está dirigida a Antonio López de Santa Anna (17941876), quien fuera presidente de México en once ocasiones (entre 1833 y 1855) y que, dictatorialmente, adoptó el tratamiento de Alteza Serenísima. La referencia a Agustín de Iturbide (1783-1824) se debe a que, proclamado éste emperador mexicano (“Agustín I”) en 1822, fue derrocado y desterrado en 1823. Estuvo exiliado en Europa y, cuando regresó a México en 1824, fue arrestado y ejecutado en Tamaulipas. De ahí la advertencia que se le hace a Santa Anna en esta copla que cita Enrique González Pedrero en su libro País de un solo hombre: el México de Santa Anna, vol. i: La ronda de los contrarios (México, 1993). • { 34 }


¿Contra Santa Anna? El éxito no fue malo, vencimos a los traidores, y volví pisando flores con una pierna de palo. A ntonio P laza

• Antonio Plaza (Apaseo, Guanajuato, 1833-ciudad de México, 1882) es, esencialmente, un poeta rudo y directo (“el inefable Plaza”, dicen con injusto desdén los cultos), pero quizá por ello lo mejor de su producción son los epigramas satíricos y burlescos. Se hizo muy popular con su poema “A una ramera” y otros más que, sin duda, sedujeron a un público lector sencillo y poco exigente en el siglo xix y buena parte del xx , entre ellos uno que lleva por título “La voz del inválido”. Su obra poética completa fue recogida en 1890 en el volumen Álbum del corazón que prologó su amigo Juan de Dios Peza. Curiosamente, esta cuarteta que durante muchos años se ha dicho y escrito que dirigió, con escarnio, a Antonio López de Santa Anna, no es en realidad un epigrama burlesco ni el blanco de la supuesta burla fue el militar y político mexicano; forma parte de “La voz del inválido” y no hace referencia a la amputación de la pierna del dictador; por el contrario, se trata de uno de los momentos líricos más tristes en donde, con pesadumbre, “un viejo descreído y mutilado” cuenta su vida y da consejos “a un joven de naciente bozo”. Es absurdo pensar que quien habla en ese poema es Santa Anna, pues lo que el anciano aconseja al joven (llamado Andrés) es un elevado comportamiento moral (“quiero, Andrés, que no hagas mal / ni dejes que te lo hagan”... / Yo no te aconsejo el vicio, / el que mal hace, mal halla”..., etcétera) del que, por supuesto, careció Santa Anna. Fuera del contexto en el que Antonio Plaza escribió esta cuarteta, muchos se la dirigieron al dictador, y en diversas antologías literarias e historias de la literatura se consigna, erróneamente, que se trata del epigrama que Plaza escribió contra Santa Anna cuando éste perdió una pierna, producto de heridas de guerra en la lucha contra los franceses en Veracruz. Plaza nunca escribió tal epigrama; más bien el epigrama es obra del uso popular que se le dio a estos versos para satirizar a quien apodaron a partir de entonces “El Quince Uñas”. • { 35 }



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