La realidad es que la tragedia ha estado presente en el arte y en la vida desde siempre. Casi podría decirse que sin tragedia no hay artistas, pues como decía el maldito más genial de Norteamérica, William Faulkner: “Un artista es una criatura impulsada por demonios”.
Por eso y mientras secamos con la camisa del editor el manuscrito sobre el cual se nos derramó el café (Ups… ¡vaya tragedia! Sepan disculpar, pero el humor es una de las formas más efectivas de enfrentarla), los invitamos a leer y compartir este número dedicado íntegramente a Las tragedias en el arte.