Diabetes Mellitus Casos clínicos en atención primaria

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César Augusto Guevara Cuéllar Carlos Andrés Pineda Cañar

Los tipos II y III (en especial la tipo III), se correlacionan con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y de aparición de diabetes tipo 2. El tipo IV se relaciona con complicaciones de corte mecánico: insuficiencia venosa, osteoartritis y alteraciones emocionales. Sin embargo, han surgido algunas discrepancias con ciertos hallazgos frecuentemente vistos en la práctica clínica: Situaciones tales como el obeso que no presenta ninguna alteración a lo largo de los años, o el paciente delgado que exhibe una gran cantidad de alteraciones metabólicas derivadas de resistencia a la insulina. A lo anterior se le suma que solamente el 30% de los obesos desarrollan diabetes; es decir, es un factor de riesgo pero no sólo basta con ser obeso. Lo anterior ha llevado a plantear una nueva clasificación basándose en estos hallazgos clínicos: Obeso metabólicamente sano Constituye cerca del 25% de los obesos. Se trata de aquel individuo con IMC elevado pero sin evidencia de alteraciones metabólicas significativas (hipertrigliceridemia, glucemias alteradas, LDL altas, HDL bajas). No son claras las razones por las cuales estos pacientes no generan alteraciones metabólicas aunque se han planteado: factores genéticos; menor contenido de grasa visceral, aparición temprana de obesidad, hiperplasia más que hipertrofia de adipocitos. Este tipo de paciente podría corresponder a los tipos I y IV. Obeso metabólicamente enfermo Cerca del 70 a 80% de los obesos corresponden a esta clasificación. Se trata de aquel paciente con un IMC elevado y que presenta alteraciones metabólicas y factores de riesgo importantes. El factor más importante ligado a estas alteraciones corresponde a la mayor cantidad de grasa visceral con adipocitos grandes. Este tipo de paciente corresponde al tipo II y III.

Editorial USC

Delgado metabólicamente obeso Constituye cerca del 20% de los delgados. Se trata de un paciente con IMC normal con presencia de alteraciones significativas (cifras tensionales elevadas, LDL y triglicéridos elevados, HDL bajos, hiperinsulinemia). La alteración más importante que se encuentra en este paciente es que la poca grasa que tiene se encuentra distribuida en el compartimiento visceral. En otras palabras, al no corresponder a ningún tipo de clasificación por tipos, pues que no presentan obesidad según el IMC, el riesgo en más elevado. ¿Por qué la obesidad central es un factor de riesgo para la aparición de diabetes? En varios estudios se ha encontrado que un exceso del 120% de peso corporal se correlaciona significativamente con incremento en la resistencia a la insulina. Esto se deriva del importante papel que el tejido adiposo juega en el metabolismo de los hidratos de carbono. Anteriormente se pensaba que este tejido sólo 138


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