Caminamos, con bastante cuidado de no arruinar una de las tantas construcciones de los curris, y seguimos a la saltarina Rosi. Con los ojos abiertos como platos analizamos cada uno de los detalles de la locura de mundo en las que el gran Henson plasmó la alegría de vivir de Fraggle Rock. En este lugar no hay espacio para la tristeza o el hastío, es un mundo tan a todo color como las “pieles” de los Fraggles.
J y M dudan entre el agua y la postal. Las salpicaduras de A los empapan en su dilema.
-No los habrán visto, ¿verdad?-se acerca tímidamente Dudo.
Tocamos dos palmas al más puro estilo del perro de Paulov.
-Seguro que lo habrán hecho-contesta tan optimisma como siempre Bongo. Con nuestras recuperadas voces infantiles podríamos negarlo: ni rastro de Goris ni de Doc, pero entonces divisamos la laguna… ¿Quién no deseó alguna vez tirarse allí en plan bomba? -No te parece extraño-A es el primero en quitarse los zapatos-Marionetas que nadan, ¿cómo es que no se rompen? -Bueno, son marionetas que hablan y cantan…le contesta J, imitándole. -Y viajan-añade M, aproximándose a la orilla¿Dónde estará Matt ahora? -Podríamos preguntárselo a la señora Montaña de Basura-aporta Musi, a la que poco le parece importar que hablemos de ellos como si no tuviesen derecho a existir. -La Montaña de Basura ha hablado-coreamos los tres como las mismísimas Filo y Mena (la rata pluriempleada que hacía cameos en “Dinosaurios”). -No, yo sé que está en Suiza, me ha enviado una postal-anuncia Gobo con la susodicha en su mano
-Pero, ¿qué hacéis?-les pregunta, haciendo aspavientos desde el agua¡Ven a disfrutar!
-No sé yo si la finalidad de venir aquí es bañarse-comparte M. -¡Tus problemas, déjalos!grita, entre zambullidas, A. -Realmente, Jim Henson sólo quería que los niños no fuesen tratados como tontos, pero siguiesen siendo niños-expone J. -Niños que vieron los Fraggles y no tienen ni un solo trauma-es una voz conocida, pero la oscuridad no nos deja ver quién es… -También lo fueron quienes nos vieron a nosotros-vuelve a hablar y se entrevé un brillo metálico. -¿Quiénes sois?-cuestiona A, nadando hacia el resto. El sonido de pasos resuena en la cueva, vienen más de uno…
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