Los Jolley-Rogers y el galeón fantasma

Page 1


Para los abuelos, por todas las historias sobre la guerra y las tazas de té fuerte ante la chimenea más cálida de Salford. LOS JOLLEY-ROGERS Y EL GALEÓN FANTASMA Una publicación de Ediciones Fortuna www.edicionesfortuna.com www.facebook.com/edicionesfortuna info@edicionesfortuna.com Copyright © 2016 sobre la presente edición The Jolley-Rogers and the Ghostly Galleon First published in the UK in 2014 by Templar Publishing, an imprint of the Bonnier Company Limited. Copyright © Jonny Duddle 2014 Traducción: Eva González Rosales Segunda edición. Reservados todos los derechos. ISBN: 978-84-945027-8-1 Materias IBIC: YFC-YFU-2ADS Depósito legal: BI-1320/2016 Impreso en España


Los JOLLEY-ROGERS y el

GALEÓN FAN TAS MA JONNY DUDDLE


! S O M A P ยก ZA R


P rรณlogo


ยก ZA R PAM

OS !


mos! ¡Bajo la luz de la luna va el oro, s o m re a ev ll s no , ta a pl ¡Rapiñaremos la os el tesoro! m re a rd a gu o rc ba l de y en la bodega fama. a en bu s o m ne te no s, o it Dicen que estamos mald cama! la en ís rm do s ra nt ie m e ¡Os robaremos la llav ¡Zarpamos! ¡Zarpamos! mos! ¡Bajo la luz de la luna va


ยกCRUNCH!

La quilla del bote se estampรณ contra la orilla y arรณ un profundo surco en la playa. Pesadas botas de cuero cayeron silenciosamente en la arena.


ยกDesembarcad, mis valientes!

Dedos descalzos con juanetes chapotearon en el agua.


¡Pegaos a mí, bucaneros!

¡En estas calles hay un botín!


Prepararon los mosquetes. y desenvainaron las dagas. El frío y mortífero acero centelleó bajo la luz de la luna. La playa se llenó de negras sombras que subieron los escalones y desaparecieron en las calles iluminadas por la luna de Villasosa de la Ribera.



1.

E l M useo Arturo Paparruchas, sentado en la acogedora sala de vigilancia del museo de Villasosa de la Ribera, dio un bocado a su magdalena de doble chocolate y sorbió su té. —Ummm, qué rico está el té —murmuró mientras se le caían de la barbilla algunas miguitas del dulce.


El de guardia de seguridad era el mejor trabajo que Arturo había tenido. Innumerables tazas de té caliente, tantas magdalenas como pudiera comer (sin que la señora Paparruchas le recordara sus problemas para abrocharse el pantalón), tiempo de sobra para leer la revista mensual Coches de Abuelete y horas de silencio para abordar sus adorados crucigramas. Pero lo mejor de todo, pensó Arturo, era que en Villasosa de la Ribera NUNCA pasaba nada.

¡CRAC! —¿Qué ha sido eso?


¡CLANC! —Seguramente es un gato en el callejón —murmuró Arturo. Cambió a la cámara del callejón, pero en el monitor no se veía nada.

¡CLUNC! —O un ratón muy grande…

¡CRAS! —Será mejor que lo compruebe —se dijo a sí mismo.


Lo único malo de trabajar en el museo de Villasosa, aparte del picor del jersey de su uniforme y de tener que sacar brillo a sus zapatos cada día, era que a Arturo no le gustaba demasiado la oscuridad. Más allá de la luz de su linterna todo parecía siniestro. Había sombras extrañas por todas partes: estatuas, esculturas, animales disecados, cuadros y…


… I P … I P P… P…

! S A T A R I PIR… ¡P


DIARIO D

E VILL A

¡AS DE SOSA L QUEDA OS CRUCIG R SIN PA LABRA AMAS SE S!

LA

DE Z O V OSA

S

VILLA

A Í C I L O P ! A ¡ LA J E L P PER

¿P I R V I L L A ATA S E SOS N A?

O R O S TE ADO ROB


2.

L as N oticias —Muy buenos días desde Villasosa TV. Según los últimos informes, el museo de Villasosa de la Ribera podría haber sido saqueado por piratas.

VILLASOSA TV


—La policía afirma que las cámaras de vigilancia no grabaron a los intrusos y que tampoco se han encontrado huellas u otras pruebas. En este momento solo cuentan con el confuso relato del campeón de crucigramas y guardia de seguridad del museo, Arturo Paparruchas. —Conectamos en directo con la rueda de prensa en la comisaría de policía de Villasosa de la Ribera, desde donde el inspector general Despístez informará de los últimos acontecimientos.

20


ESTAMOS PERPLEJOS.


—Y ahora conectamos con nuestro corresponsal en Villasosa.

Volvía a casa desde el bar cuando los vi. Eran cientos y estaban muy exaltados; agitaban los sables, cantaban y maldecían. Iban cargados de tesoros, sí señor. Mi esposa no me creía. Me acusó de estar borracho, ¿se lo puede creer? Me dijo que me acostara en la habitación de invitados, eso me dijo. Y que no desordenara la colada, porque estaba ya bien doblada.


Voy a pasarme el día planchando y tendré que volver a lavar las sábanas. Huelen a cerveza rancia y a patatas fritas, y esperamos invitados para el martes que viene. Mi marido estaba borracho. Piratas, me dijo que eran. ¿Cuándo se ha oído algo así? ¿Piratas en nuestros días?

—Este ha sido el testimonio de Mervin Tarambana y de su esposa Sheila, que viven en la urbanización Vistas Marinas. Devolvemos la conexión al estudio.


Matilda masticó ruidosamente sus cereales y escuchó la radio con atención. —El robo en el museo de Villasosa ha sucedido un mes después de que la excavación arqueológica de Punta del Loro fuera misteriosamente saqueada durante la noche. Muchos de los tesoros de Punta del Loro, restos de un barco hundido, habían sido trasladados al museo para su custodia, pero fueron robados en el asalto de anoche. La policía aún no ha confirmado


que ambos delitos estén relacionados. A Matilda le encantaban los piratas. De hecho, su mejor amigo, Jim Lad, era un pirata. Sacó una botella vieja de la caja de reciclaje, decidida a escribirle una carta. Si había piratas involucrados, quizás Jim supiera algo al respecto.

Aconsejamos a los ciudadanos que guarden sus objetos de valor y no abran la puerta por la noche, sobre todo a piratas. También les recordamos que en Villasosa no suele haber problemas con los corsarios. Lo más importante: ¡QUE NO CUNDA EL PÁNICO! SOSA FM


3.

¡P ánico ! En Villasosa había cundido el pánico. Todo el mundo parecía tener prisa. Los tenderos cerraban sus tiendas temprano. Los ciudadanos se escabullían cargados de antigüedades y bolsas llenas de dinero. Los coches de policía corrían de un lado a otro con las sirenas encendidas. Y todos los turistas habían vuelto a sus casas. Los rumores de piratas saqueadores pueden tener ese efecto en un pequeño pueblo costero.

26


Había pasado casi un mes desde el robo en el museo y la policía seguía perpleja. El inspector general Despístez había hecho una lista de todas las cosas que sabía con certeza. No era muy larga.

Robo en excavación arqueológica: 14 mayo Robo en museo: 12 junio Ambos delitos ocurrieron con luna llena Las cámaras de seguridad no grabaron nada La próxima luna llena es: ¡MAÑANA!



Los residentes de Villasosa corrían de un lado a otro para asegurarse de que todo estaba cerrado a cal y canto. No quedaba espacio en la bóveda acorazada del banco y todas las cajas fuertes estaban llenas. Al volver a casa desde el colegio, Matilda pasó junto a una hilera de gente que se aferraba a sus objetos de valor. Las puertas del banco estaban cerradas, pero la cola doblaba la esquina, bajaba la colina y seguía por el paseo marítimo. Todos los de la hilera miraban el mar con nerviosismo y murmuraban tonterías incomprensibles sobre piratas. La señora Penélope Cabal, la directora del banco, estaba intentando convencer a la gente de que se fuera a casa.


¡AH DEL BARCO, MIS VALIENTES! Matilda, Jim Lad y los JOLLEY-ROGERS están de vuelta para otra intrépida aventura de piratas. ¡Os esperamos en las librerías a partir de noviembre de 2016!

www.edicionesfortuna.com www.facebook.com/edicionesfortuna


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.