Isolagnosis

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Isolagnosis Ignacio GutiĂŠrrez

Ediciones En Huida


© De los poemas: Ignacio Gutiérrez Maquetación: Martín Lucía (mediomartin@yahoo.es) Coordinador editorial: Ediciones En Huida ISBN: 978-84-941326-6-7 Depósito Legal: SE 1758-2013 Está prohibida la reproducción total o parcial de este libro, al igual que su incorporación a un sistema informático, su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, reprográfico, gramofónico u otro, sin el permiso previo y por escrito de los editores. Contacte y haga su pedido (sin gastos de envío): ventas@edicionesenhuida.es


Índice de poemas

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No busques la muerte si no es como inicio de la vida Aléjate de la caída de la tarde Cuando todo el mundo pisábamos la misma arena blanca Por qué quieres que termine este día El sacerdote escaló la piedra y nuestros corazones ... Oculto en la oscuridad su duración no está determinada Sí, la roca estaba erosionada y habían pasado muchos años ¿Esperabas que te aplaudiésemos por hacer lo que hiciste? Eso que ha sucedido, tan terrible, es lo mejor que podía ocurrir Qué encuentran estas raíces para florecer así Y sus ojos se evaporaban mientras cantaba No te conformes con regresar a casa Lo misterioso y lo desconocido circundan el conocimiento. El eterno marinero trajo la noticia Nunca serán tuyas ninguna de estas flores

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I II III IV V Al sol hace calor, La extraña y melancólica canción * ** Hablas como en un espejo


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Hace ya demasiado tiempo Las tablas, el cigarro y el solar; Antes de recoger el trigo Pero estas terribles historias Bloqueada en su modernización Ella dice: había algo afectivo entre nosotros, Nos perdimos cerca de las espinas doradas, Dibuja algo con el dedo sobre el polvo. ¡Oh! La luz descansa sobre el tiempo Las imágenes Al sol hace calor La extraña y melancólica canción Entonces te quedaste quieto *** Hablas como en un espejo Hace ya demasiado tiempo Las tablas, el cigarro y el solar. Antes de recoger el trigo Pero estas terribles historias Bloqueada en su modernización... Ella dice: había algo afectivo entre nosotros Nos perdimos cerca de las espinas doradas Dibuja algo con el dedo sobre el polvo ¡Oh! La luz descansa sobre el tiempo Fragmentos de una acción dramática en verso libre


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Verano de 2012



No busques la muerte si no es como inicio de la vida

El alcohol humedece las esquinas, potencia los tonos agudos y se olvida de la sĂ­laba om -que nos abraza, nos da calor y nos refresca. Como la imagen del niĂąo que de rodillas no reza, ahoga insectos en un charco de lluvia que refleja el cielo y su cara.

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AlĂŠjate de la caĂ­da de la tarde

La naturaleza nos habla

y sus dos ojos amarillos se encienden violentos en el bosque. Los caminos nos conducen por senderos oscuros y las linternas nos alumbran difĂ­cilmente. Se respira el olor de la consciencia intranquila, del trabajo realizado y de sus consecuencias positivas y negativas.

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Cuando todo el mundo pisĂĄbamos la misma arena blanca

En el principio no existĂ­a dualidad

por eso es tan difĂ­cil que nos entre en la cabeza. Por el sol distinguimos entre el brillo y las sombras y las gaviotas son hermosas y nos dan miedo si se acercan. Hay que tener cuidado porque en la arena, su sombra, son como agujeros.

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Por qué quieres que termine este día

Un puñado de tierra siempre es lo mismo

aunque sus granos nunca estén dispuestos en el mismo orden. Asimismo, la consciencia del pasado y su carga, a cada instante más profunda, se confunde con el momento presente y a la vez, con el futuro predecible. El futuro y el pasado cambian cada segundo pero igual, el puñado de tierra siempre es tierra.

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El sacerdote escaló la piedra y nuestros corazones latieron intranquilos

Debía subirse el vestido

para correr por la playa y se la veía perdida en un laberinto de formas, texturas y colores. Igual que el glaciar avanza ignorando la historia de sus dramas y contradicciones, intercambiaba, celosa, bisutería en el mercado.

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Oculto en la oscuridad su duración no está determinada

Aunque sonreía, recogía confusa

los trozos del jarrón. Decía: esto quizás pueda arreglarse y miraba las formas cortantes de la cerámica barnizada pensando en el camino del ser al no-ser, pensando en la rutinas autoimpuestas que nos confunden y nos marean como una pantalla de irrealidad.

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