Liturgia sacramental Terminada la homilía. El que preside, les hará la triple interrogación, por la que éstos expresan su libertad para casarse, su voluntad de vivir indisolublemente su matrimonio y de recibir responsablemente a los hijos. Parte central del matrimonio: la expresión del consentimiento por parte de los novios. El novio: Yo, N., te acepto a ti, N., como mi es posa y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida. La novia: Yo, N., te acepto a ti, N., como mi esposo y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida.
Confirmación del consentimiento El sacerdote, extendiendo la mano sobre las manos unidas de los esposos, dice: El Señor confirme con su bondad este consentimiento que han manifestado ante la Iglesia y cumpla en ustedes su bendición. Y lo que Dios acaba de unir, que nunca lo separe el hombre. Bendición y entrega de anillos y arras Bendice +, Señor, a estos hijos tuyos, N. y N., y santifícalos en tu amor, y que estos anillos y estas arras, símbolos de fidelidad y de ayuda mutua, les recuerden siempre el cariño que se tienen. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Entrega de los anillos El esposo: N., recibe este anillo como signo de mi amor y de que siempre te seré fiel. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. La esposa: N.,recibe este anillo como signo de mi amor y de que siempre te seré fiel. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del lEspíritu Santo. Entrega de las arras El esposo: N., recibe también estas arras como prenda de la bendición de Dios y del cuidado que tendré de que no falte lo necesario en nuestro hogar. La esposa: N., yo las recibo como prenda de la bendición de Dios y en señal de los bienes que vamos a compartir. * Entrega de la sagrada Biblia Reciban el libro de la Sagrada Escritura, que contiene la Santa Palabra de Dios. Que esta Santa Palabra sea fuente de luz y de vida en el camino que hoy emprenden como esposos cristianos. Oración universal... Liturgia Eucarística... Dicho el Padrenuestro... Bendición nupcial. Se les coloca el lazo: N. y N, ustedes, como esposos cristianos, están ya unidos para siempre. En este momento en que la santa Madre Iglesia va a implorar solemnemente la bendición de Dios sobre ustedes, se les va a colocar el lazo, símbolo de la unidad indisoluble que, por el amor y la mutua entrega, deberán vivir todos los días de su vida.
El sacerdote, invita a los presentes a orar con estas palabras: Hermanos, roguemos humildemente a Dios, nuestro
Padre, que derrame la gracia de su bendición sobre estos hijos suyos (N. y N.), que acaban de contraer matrimonio en Cristo, y a los que unió en santa alianza, (por el sacramento del Cuerpo y de la Sangre de Cristo que van a recibir,) los haga perseverar en un mismo amor. Luego el sacerdote con las manos extendidas sobre los esposos, continua: Dios nuestro, tú que con tu poder lo hiciste todo de la nada... PARROQUIA: DIVINA PROVIDENCIA MARIANO MATAMOROS NO. 114 EZEQUIEL MONTES, QRO. TEL. (441) 2-77-04-94 C.P. 76650
Parroquia Divina Providencia Matrimonio: Naturaleza e Institución
No es desechable, es para toda la vida.
Naturaleza del Matrimonio La unión conyugal tiene su origen en Dios, quien al crear al hombre lo hizo una persona que necesita abrirse a los demás, con una necesidad de comunicarse y que necesita compañía. “No está bien que el hombre esté solo, hagámosle una compañera semejante a él.” (Gen. 2, 18). “Dios creó al hombre y a la mujer a imagen de Dios, hombre y mujer los creó, y los bendijo diciéndoles: procread, y multiplicaos, y llenar la tierra y sometedla.” (Gen. 1, 27-28). Desde el principio de la creación, cuando Dios crea a la primera pareja, la unión entre ambos se convierte en una institución natural pero con un vinculo permanente y una unidad total (Mt.19, 6). Por lo que no puede ser cambiada en sus fines y en sus características, ya que de hacerlo se iría contra la propia naturaleza del hombre. El matrimonio no es, por tanto, efecto de la casualidad o consecuencia de instintos meramente naturales e inconscientes. El matrimonio es una sabia institución del Creador para realizar su designio de amor en la humanidad. Por medio de él, los esposos se van perfeccionando y van creciendo mutuamente y colaborando con Dios en la procreación de nuevas vidas. Esta unión –basada en el amor– que implica un consentimiento interior y exterior, estando bendecida por Dios, al ser sacramento hace que el vínculo conyugal sea para toda la vida. (Cfr. CIC can. 1055). El matrimonio para los bautizados es un sacramento que va unido al amor de Cristo su Iglesia y lo que lo rige es el modelo del amor que Jesucristo le tiene a su Iglesia (Cfr. Ef. 5, 25-32). Sólo hay verdadero matrimonio entre bautizados cuando se contrae el sacramento válidamente.
Institución del Matrimonio Hemos dicho que Dios instituyó el matrimonio desde un principio. Cristo lo elevó a la dignidad de sacramento a esta institución natural deseada por el Creador. Jesucristo explica a sus discípulos el origen divino del matrimonio. “No
habéis leído, como Él que creó al hombre al principio, lo hizo varón y mujer? Y dijo: por ello dejará a su padre y a su madre, y los dos se harán una sola carne”. (Mt. 19, 4-5). Cristo en el inicio de su vida publica realiza su primer milagro –a petición de su Madre– en las Bodas de Cana .(Cfr. Jn. 2, 1-11). Esta presencia de Él en un matrimonio es muy significativa para la Iglesia, pues significa el signo de que desde ese momentos- la presencia de Cristo será eficaz en el matrimonio. Durante su predicación enseñó el sentido original de esta institución. “Lo que Dios unió, que no lo separe el hombre”. (Mt. 19, 6). Para un cristiano la unión entre el matrimonio –como institución natural– y el sacramento es total. Por lo tanto, las leyes que rigen al matrimonio no pueden ser cambiadas arbitrariamente por los hombres. El sacramento del matrimonio es sacramento de amor. El amor esponsal entre Cristo y su Iglesia se vive de un modo más concreto en el amor de los esposos mediante el Sacramento del Matrimonio. Efectivamente este sacramento no sólo formaliza la relación de amor entre un hombre y una mujer sino que crea lazos tan hondos que une a las personas en un solo ser. A partir del momento en que se realiza el Sacramento del Matrimonio las personas lucharán juntas por llegar a su perfección y mutuamente entregaran su vida. Esto nos hace entender que el Sacramento del matrimonio tiene como finalidad principal la realización plena de las personas en el amor; como fruto de ese amor se procrearán hijos y se educarán para que algún día lleguen a su madurez personal en el amor: todo esto será consecuencia no de una educación nacida de las palabras sino del ejemplo, de la forma como vivan su amor los esposos.
Vean los esposos en el ejemplo de la Sagrada Familia formada por Jesús, María y José, el ejemplo a seguir para crecer todos no sólo en edad sino en sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres hasta llegar juntos a formar la familia de Dios en la eternidad. El sacramento del matrimonio en el Cat., de la Igl., Católica.
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
1659 S. Pablo dice: “Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia… Gran misterio es éste, lo digo con respecto a Cristo y la Iglesia” (Ef. 5,25.32).1660 La alianza matrimonial, por la que un hombre y una mujer constituyen una íntima comunidad de vida y de amor, fue fundada y dotada de sus leyes propias por el Creador. Por su naturaleza está ordenada al bien de los cónyuges así como a la generación y educación de los hijos. Entre bautizados, el matrimonio ha sido elevado por Cristo Señor a la dignidad de sacramento (Cf. G.S. 48, 1; CIC can. 1055, 1).1661 El sacramento del matrimonio significa la unión de Cristo con la Iglesia. Da a los esposos la gracia de amarse con el amor con que Cristo amó a su Iglesia; la gracia del sacramento perfecciona así el amor humano de los esposos, reafirma su unidad indisoluble y los santifica en el camino de la vida eterna (cf. Cc. De Trento: DS 1799).1662 El matrimonio se funda en el consentimiento de los contrayentes, es decir, en la voluntad de darse mutua y definitivamente con el fin de vivir una alianza de amor fiel y fecundo.1666 El hogar cristiano es el lugar en que los hijos reciben el primer anuncio de la fe. Por eso la casa familiar es llamada justamente “Iglesia doméstica”, comunidad de gracia y de oración, escuela de virtudes humanas y de caridad cristiana.