VICARIATO APOSTOLICO DEL CHACO MISIÓN FLUVIAL 2012 “Discípulos alegres de Jesús, enviados con el Tesoro del Evangelio” (Aparecida, 28) Nos encontramos ya en la tercera edición de la misión fluvial, dentro del Vicariato Apostólico del Chaco, una iniciativa que se coloca dentro de la Gran Misión Continental Permanente en el Paraguay, Una nueva evangelización para un nuevo Paraguay, con la participación de varios grupos y movimientos: Familias misioneras, sacerdotes, religiosos/as, jóvenes...
1. Objetivo general Expresar la alegría del Evangelio como comunidad eclesial, con el mismo ardor de los primeros discípulos misioneros del Señor, depositarios de una gran riqueza que compartir y anunciar, con el testimonio sencillo y profundo vivido en comunión de fe entre los enviados, según las orientaciones de Aparecida. La misión fluvial se inició el 3 de enero de 2012, con la presencia del Arzobispo Coadjutor de Asunción Edmundo Valenzuela, cuatro Sacerdotes de la Arquidiócesis de Asunción, las religiosas Hijas de María Auxiliadora: Sor Idalina Mareco, Sor Isidora Villaverde, Sor Cristina Paredes y Sor Graciela Fernández, como también las familias misioneras coordinadas por la pareja Carmen Benítez y Aldo Fanego que desde hace tres años vienen fortaleciendo el acompañamiento a las familias del Chaco y de todo el país, junto con jóvenes provenientes de grupos misioneros diocesanos y grupos juveniles de las obras de las Hijas de María Auxiliadora del Paraguay. La misión se realizó en siete poblaciones sobre el Río Paraguay: Comunidad de Carmelo Peralta, Isla Margarita, Puerto Guaraní, Fuerte Olimpo, Comunidad Indígena de Puerto Esperanza, Puerto Diana y Bahía Negra. Cada población recibió a una comunidad misionera conformada por: Sacerdote, Religiosa, Familias Misioneras y jóvenes.
Esta tercera experiencia de misión fluvial, reavivó la pasión misionera en unos y el deseo de ser discípulos en los otros. Todos se han sentido fortalecidos por la Presencia de Jesús, cercano a cada persona, a cada situación, y en todos los contextos socioculturales. Queda el desafío de acompañar la experiencia vivida durante todo el año, haciendo un seguimiento a los grupos conformados en cada población, a las comunidades de familias misioneras, a los jóvenes misioneros del Chaco paraguayo. El Espíritu Santo sigue operante, es el protagonista principal de la misión, sigue suscitando en la Iglesia: personas, comunidades y propuestas que facilitan el anuncio del Reino a toda la Creación. Se culminó la experiencia con una Eucaristía concelebrada en la Catedral de Fuerte Olimpo el 9 de enero, seguida de la Evaluación final, en donde cada misionero agradeció por la llamada a ser discípulos y misioneros.
El barco “Tupasy III” que lleva a los misioneros del Evangelio por las riveras Chaqueñas