Pliegues/Despliegues - 1R

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Primera ronda Julio-Noviembre 2008 Diseño de logotipo: Dolores Ardiles Diseño de portada: Delenda est Carthago Maquetación: Delenda est Carthago http://delendaestcarthago.wordpress.com

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de este cordel de papel prendimos los diez pliegues que sueltos giran rondan ruedan



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Alicia Colmenar

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Corina Margarita Buzelin Haro

11 Dolores Ardiles 13 Elena Anníbali 15 Gabriela Carrión 17 Jaro Binah 19 Lucas Amuchástegui 21 Miriam (Jop) Rodríguez 23 Romina Paula Ramos 25 Verónica Cento

PRIMERA RONDA Julio-Noviembre 2008



El espíritu del vino (Otoño)

Cuando se quiso dar cuenta, era otra vez otoño. Las uvas estaban maduras

y el campo propicio para la vendimia. Pelerín, el espantapájaros, lo sentía en las espigas de su relleno. Lúcios, el mochuelo, lo sentía en las plumas de sus alas. En la granja, todo era alboroto ante las viñas preñadas de oro. El ave voló hasta posarse sobre el espantajo: - Buenos días, guardián de los pastos, quién pudiera contemplar el paso de las estaciones impertérrito. - Buenos días, guardián de los bosques, quién pudiera recorrer la noche silencioso y voraz. Así se saludaban, cada otoño, Pelerín el espantapájaros y Lúcios el mochuelo. El solsticio estaba próximo, y la vieja rapaz acudía a su llamada. Días tras día, durante la recolección, Lúcios venía a dormitar sobre los hombros de Pelerín. Con sus patas fijas en los brazos de escoba, el ave musitaba historias de ratones huidizos y liebres suculentas, de persecuciones bajo las estrellas, del murmullo de la noche entre los olivos. Noches tras noche, durante la cosecha, Pelerín susurraba maravillas al oído atento de Lúcios: la belleza de los amaneceres, el espesor de la niebla matutina, el calor del sol sobre la tierra fértil, el germinar de las semillas entre los rastrojos, el grito de la vida en los campos. Mientras la Luna crecía, la uva era recogida y los racimos asolados, las prensas engrasadas y las tinajas lavadas. Al fin una noche, la Luna resplandeció llena en el firmamento, entonces los hombres llenaron los tambores, las mujeres se arremangaron las enaguas, y se inició el ritual del vino. Las risas de los

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niños desvelaban los campos, mientras madera y carne observaban en silencio, los ojos amarillos de Lúcios fijos en los vapores que escapaban de las prensas. Pronto el mosto brotó de los caños y las mujeres bailaron la uva para evitar la fermentación. La Luna se desdibujaba ya en el horizonte cuando despertó el Espíritu del vino. Entre los vahos de la maceración emergió somnoliento, y Lúcios emprendió el vuelo. Tres círculos, tres, arremolinando los humores. Tres círculos, tres, batiendo las poderosas alas para elevar los vapores de la uva hasta el brillante astro. El remolino llegó a su cénit, y el Espíritu del vino se hinchó de amor al rozar la Luna. Después, extasiado, se desplomó sobre la Tierra y rodó alegre hasta los pies del espantapájaros, donde Lúcios y Pelerín esperaban en silencio. - El tiempo está maduro, O Espíritu -entonaron- hemos cumplido nuestra parte, concédenos, pues, lo que más deseamos. Entonces, el mochuelo hundió sus garras en el frío leño, y el Espíritu del vino se disipó en el amanecer, ahogándoles con su aliento. Y así, un año más, al romper el sol, el que surcaba los cielos quedó fijo a la tierra, y las raíces de palo emprendieron el vuelo.

Junio 1976 Madrid (España) A vueltas con las palabras. Fumadora compulsiva de menta. Ritualizadora del té. Navegante. Azul. laoruga.wordpress.com

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Indiferencias diferentes de Engendrar Mariposas

Tu hombre me rozó la espalda y me pidió algo que quería llevarte: el anillo

plástico, la cadena cobre, la billetera vacía, la cartera vieja, las cosas. Me tomó de las manos, me mordió las uñas, los nudillos, las muñecas porcelana, el codo, las dio vuelta y, sediento, las palmas, las líneas, la vida, la muerte, la todo, la nada… Siguió mirando la cara pálida, la nariz sucia, la boca muda, el pecho. Ahí se detuvo y pidió otra vez algo para darte. La boca muda. Sus manos soltaron las mías y se hundieron arrancando el corazón, la aorta, las venas, la sangre, la la. Se comió el alcaucil rojo, clavó los dientes, tragó las hojas, gustó el latir, digirió. La nada de mis palmas me invadía la cintura, las piernas, la cabeza, la nunca, la siempre… Me llevaste toda y te nutriste de lo más rico. Me comiste entera. Me sentiste tuya. Me negaste mía. Me me Pero vos tampoco te quedaste entero. Porque aún tengo en mis pechos tus azules ciegos… Tu mujer me robó las perlas, la palabra oro, la nariz platino, el silencio, el silencio mudo. Lo posó en tu boca y tus comisuras lo bebieron todo. La saliva espesa. Se comió el tesoro del estómago lleno, de la luna entera, del cabello seco, del del. Teñiste mis ojos con un negro oscuro, son un manto sucio, un cielo nocturno. Impregnaste mis dedos de color frutilla, de color zafiro, de esmalte prohibido. Me bebiste todo. Me pintaste tuyo. Me sacaste entero. Me negaste mío. Me me.

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Pero yo no entiendo esta paleta kármica, esta silueta de drama, esta rozada de espalda, esta hurtada de perlas…si quebrando la hoja, se disuelven en la nada, en la falta, en la ausencia, en la carencia… en la luna entera, la palabra oro, la siempre, la nunca, la aorta, la nada, la todo, la muerte, la vida, las líneas, la espalda…

Diciembre 1983 La Falda (Argentina) Mezclo, tejo y reparto letras. (ovillo) Contemplando mariposas. Chupetines de naranja y barriletes desde la cintura. Naranjidades, más. corinamargarita.blogspot.com

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Instantáneas Bares // café No tanto

Instantáneas. I. A contraluz la espalda arqueada hacia atrás, las piernas como una silla con un respaldo de senos. La luz recortaba con su filo incandescente la ausencia de los invitados a la mesa. II. Un grano de sal, una nube de pimienta verde descansando en la concavidad del ombligo ovalado. La cerámica era piel blanca. Un tenedor le puso fin a la escena, mientras quitaba de entre mis dientes el sabor a nada. III. La topografía de la diagonal que nace en la cintura, deslizaba por ahí letras rodantes, prólogos de un cuento inconcluso escrito en colaboración. Cerca de la rodilla en su lado interno se hallaba el fin del relato, de todos los relatos. IV. El epílogo tenía como letra capital la primera vértebra lumbar, un renglón ondulado de lado a lado, derecha a izquierda oscila la lengua del que narra en primera persona, en una única persona.

Café/bares/adivinación I Isadora leía las borras del café, eternas filas de parroquianos esperaban en su living el turno que les adelantaría la vida. Engañó uno a uno a los consultantes, a todos les susurraba predicciones ajenas; ellos creían y bebían.

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II Es una ciudad sin bares, los cafeteros no tienen gremio ni sede ahí, están solos pasándose el mismo colador, usando el mismo gastado café. Las tazas son su vida porque esas se comparten, se prestan pero siempre vuelven buscando dueño, a veces se confunden y a veces no. Las confundidas se inmolan rompiéndose las asas, así no las agarran mas cambiándoles las suertes.

Agosto 1982 Córdoba (Argentina) Insomnios. Muchos insomnios. Propulsión en sábanas con lunares. Violeta. teodoradorna.blogspot.com teodoradornapostales.blogspot.com

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Algunitas Sujeto a destrucción

/algunitas poetas que conozco mueren por morirse muy jóvenes, muy putas, y extremadamente talentosas (pero el orden puede variar)/ /he contado: dos que esperan meter la cabeza en el horno, una, meterse el seconal en la garganta, otra se abre, cada tanto, las venas por si allí encuentra el caudal imaginativo/ /cuando notan a Fulano en una reunión, ponen cara de buey zonzo, sofocan las risitas, y le hablan de 'Fucó' o 'Deguidá', por si sus reputaciones ascienden oh, sí, de algo hay que hablar en el poema mucho mejor si es sobre la Gran Tragedia de Sus Vidas, nenas que papi abandona, que mami desama, que cobayo muere aplastado por camión lechero femmes fatales de todas maneras/ qué pena que yo sea provinciana haga la siesta,vea los simpsons y que jamásmente logre comprender cómo carajo se convierte una en poeta de endeveritas

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vino, a mi jardín, la vaca sagrada de la literatura vino con su lomo de no ser montado, con los dos ojos anhelantes de toro negro, con los mugidos rotos de vaca vieja a comerme las flores, vino, a morderme la ropa tendida, como un caníbal, vino, como un político, a arengarme, a pisotear mi casa, a cagar en mis cortinas, vino, sí, a meter bulla al vecindario y sembrar la discordia, a perder las manzanas nuevas, las brevas de los higos que crecían como pechos en los árboles fragantes y altos, a espantar los pájaros

entonces, harta, jodida, le grité: "con tu leche a otra parte, vaca!" y se fue con su vacuno trote a jardines más fecundos a mujeres más dóciles a refregarse en sus faldas como en un palenque y se quedó ahí, con las santas de siempre, con las que hablan bajito con las correctas

Abril 1978 Oncativo (Argentina) Libro: Las madres remotas chemadamme.blogspot.com

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Pobrecía

i tu voz crece fino espanto cursiva para vivir la uso casi ii tu increíble tu único anudas i toqué fondo y me convertí en pez que limpia lo que decanta la rueda gira el agua es transito y el pez, pájaro ii Un desierto abre cielo. Esta pobrecía promete arena y agua i clavé el ojo en el centro del miedo para verlo cuando se va ii el ojo estrella se arde cavidad, fuego y polvo humedad es

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Todas esas frases repetidas hasta el cansancio son cuerpo, se hacen cuer-

po. Las escuchas y no parece, pero se vuelven tejido, músculos, piel, venas, sangre. ¿Quién dijo que es un hueco, una ausencia? Se hacen puta carne. Al rato te das cuenta que te apoyas en una nueva pierna, que el cuarto ojo está ahí entre los tuyos. Empieza tu deformidad. Cambian tus movimientos. Te detiene. Es difícil. No hay espejos. Yo tengo las mías. Ahora, evito la boca que las pronuncia: Deja de perder crash de tu vida crash dando vueltas alrededor de crash que no tiene crash nada para crash No podemos hablar de crash no hay crash. Sólo crash crash. Boca de lobo insiste en su crueldad: cuando estoy lejos, me busca, encuentra y repite: sos el sol que ya no ay! Paradójicamente, estoy absolutamente convencida de obedecer a las mismas palabras con las que todavía lucho, las que me multiplicaron y detuvieron. Es claro: obedezco al cuerpo. Aprendo sobre el silencio y la separación. La definitiva, la irreversible. El cuerpo extranjero cae. --De este silencio de cajas chinas/ oriental/ orientado/ hacia adentro./ De esta ausencia/ para abrir y quitar/ sucesivamente/ para ahondar/ para hallar/ más de lo mismo/ hasta llegar / al corazón De este vacío.

Diciembre 1982 Córdoba (Argentina) Acuática. Escribe, lee. Ama a los pájaros. lobosycabritos.blogspot.com

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Primer puerta

Sobre. Cerrado. Paz. Una orquídea flambea sus alas en formas equívocas. La espera se desdibuja los ojos. Azul, sed; CEIBO. El silencio deconstruye el VACIO. Bebe, del país argento. Bebe, del lecho barroso del río. Los senos se parametrizan dentro de una aguja. Una calabaza se abre a la respiración del tiempo. Abre, a la boca de la mariposa.

La araña centraliza la tierra. Las agujas del borde dorado. El centro de algodón revolcado en cristales ardiendo. La cena. Un flamenco rojo de seda. Una yema se deshace frente al cuadro secular. Rompe. Los espejos yacen inmóviles. Patos de punta juegan sobre un baile romo. Nervaduras de olas -corchea enredadas en los remolinos. Ténue, lenta. Deshiela. Me asigno a un caleidoscopio. Dos lunares de brillo incorpóreo me desatan los cordones. Un reflejo óseo deposita en la silla la estela móvil.

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Ruedas resbalando. Giran, empiezan. La luz la observa inmóvil mientras el viento.

No obligar, tender hacia el vacío

Rendirme a la EVIDENCIA

TENDER e

evidente

n

de que jugamos al silencio. c No hay una sola idea que me plasme agujero.

a í d

Doy pasos, como si fuera en cadencia inexacta

a l

IMPÚBER

i b r e

Invierno 1982 Al sur. Hacedora de luces. Hilvanadora de silencios. Viajera de escobas fosforescentes. Adoradora del mate. Verde. ojodelaspuertasventana.blogspot.com

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Impaciencia

uno algo que decir/ no tiene ni tendrá control/ no publicable/ ni editable/ no formalmente llamativo/ pero es un pájaro/ se dice. nadie puede tomarlo/ asirlo/ encerrarlo/ no llorarán ni reirán con el pájaro/ es un pájaro/ una vez hablado/ vuela.

dos hacés esto o lo otro: tanto el desajuste / no al lugar de barco flotante/ no hay dignidad o preámbulo, dicha o choque en ello: otoñal.

Tres la tarde hoy sin membrana pesa como lo crudo/ me inunda potencia el mar/ me lleva el pájaro que se deja ir/ vuelve y no somos iguales

cuatro apoyo mi pared sobre la sed/ ¿adonde fue la sed? ¿corrió su suave lamido sobre mis palabras-piedra? en segundos regreso al juego: mastico la tierra, los mapas, las ciudades iluminadas/ devoro desenfrenado

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cinco no hay vestigio de locura en esto/ pero, oh diablos no hay tampoco razón/ estoy corrido/ estoy desenfocado/ no necesito zoom de cerca miran mis animales de agua/ des-hago sin reflexiones o muecas.

seis

un cohete que zarpa de madrugada/ al mediodía sabe dos cosas: tiene fallas/ una amarra no se ha soltado/ la explosión parece inminente/ aerolitos y planetas de espuma me esperan estirándose hacia la noche azul.

Julio 1974 Trelew (Argentina) ¿Qué hay de mágico en las libretitas y en las cajas de música? Sin cuerpo a veces. Los líquidos que no pueden faltar: vino tinto, toda clase de té, agua. Caminante compulsivo. Azul Marino. noesmasqueunblo.blogspot.com

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Dulceiner

Llegó una pequeña niña con su instrumento extraño.

Lo armó en el suelo y explicó: "Abro el miedo para tocarlo, el golpe debe ser suave y delicado, sólo así se crea la verdadera melodía de la divina locura. Quisiera hacerla durar… pero cómo poder hacer eterno a lo efímero" Comenzó, abría y cerraba la boca, ya cuando dominaba, sonreía… su sonrisa era un "lo estoy logrando" Te emociona, lo sé, sólo hay que mirar tu cara y la combinación de colores que aparecen. Cesó de repente. Lo detiene. Mira lo que hace, decide que debe tocar las melodías más rápido, con más ímpetu, sin furia, sólo con decisión. Y hubo silencio, la gente no salía de su asombro. - ¿Quién eres? - Soy Dulceiner - ¿Realmente quién eres? - Yo soy viento, me es difícil caminar en ciudades contaminadas, no soy miscible, no puedo mezclarme con otro cuerpo. Menuda idea la mía de disfrazarme de niña, lo hago por la inocencia que perdí alguna vez, para recobrar el brillo. Es así como, con este instrumento que representa mis miedos, mis defectos, mis apatías, salgo de pueblo en pueblo a tocar. Descubrí que puedo transformar el desastre en esto que soy ahora… la divina locura. Yo sola escuché a Dulceiner. Cuando levanté la mirada, no había nadie en la calle, sólo yo. Me sonrió con melancolía y volvió a partir. Regresé a casa con toda la música que escuché en mi mente, deseando escribirla, quizá tan solo dibujarlas en papel, frotarlo y que volviera a sonar

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como Dulceiner tocaba. Comencé a escribir en un papel desgastado y con un lápiz de poca punta. Tenía a veces que afincar bien mi mano para que la letra me saliera legible, puse el papel a la luz y así pude leer:

Podría decir, que en su tiempo, Dulceiner era una soñadora, pero que por su soñar particular perdió el sentido de la realidad, creció y no le gustó el mundo en el que habitaba. Por ello creó un mundo propio, en donde los miedos, más allá de encerrarla, de cohibirla, eran transformados en instrumento de música. Así funciona el mundo de los sueños, así se escapa del tormento y del tiempo saturado. Una bomba de tiempo es sólo una pompa de jabón soplada por un niño de carita pecosa, que puede explotar, y más allá de quemar y destruir, sólo hace "POC" y da paso a risas… No más dubitativas. Sólo hay montañas con rastros de divina locura, intentos por encontrar anhelos que jamás se agoten, entender que el análisis nos impide sentir, y que a las emociones no se les puede llevar en un diario. Terminé de escribir, miré por mi ventana, veía como ya era de noche, fui a cerrar las persianas, y volví a escuchar a Dulceiner, sonreía al tocar su instrumento tan raro… Tocó una última melodía antes de partir, me dibujó la música en el hielo de la indiferencia de los demás, me dio calor y me regaló la más hermosa sonrisa.

Febrero 1980 Maracay (Venezuela) Dislexica de letras y números. Oda al café y a Thot. Viajera. Verde. todoelmundotieneunfuckingblog.com

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Limbo

Un gato que se acurruca sin prisa durante años de ronroneo inconcluso El miedo al agua de un gato que entra al mar cerrando los ojos ... El cielo engendra un movimiento hacia arriba estimulado por un peligro al ras de toda circunstancia Lo veo en puntitas de pie tratando de estirarse hasta al rincón de la lluvia que odia el alma de todo lo concreto ... La desfachatez me sonrojó de golpe se me hizo un infinito punto rojo en la garganta con una exhalación lunática de aliento envejecido y cuerdas soltándose despacio. El vaivén oscila / el murmullo dice mi nombre y por último, entra.

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Ya sé cómo me ves, pero si osaras apoyar tu oído en la aparente languidez de mi pecho acostado, tibio, en la cama notarías qué tirita y qué galopa … La música hacía que viniera desde afuera un canto como de procesión religiosa antigua, a vela. Empecé a sacar las frazadas una por una hasta llegar hasta la sábanas. Una por una, la deshojé entera. "Es obsceno lo que estás diciendo" Y sí. Adoro temblar cuando te escribo cartas. ... Soñó que bailaba más alto y más rápido que el cielo algo dormido en su sonrisa, arde … Comprarían diarios íntimos y libros de correspondencias y verían realitys por televisión si tuvieran una. Harían cualquier cosa con tal de enamorarse, los malditos pálpitos. Esos vulgares. ... Recordó un sueño como si partiera y mordiera por primera vez un fruto con los ojos cerrados (ella había roto con su propio secreto) y temía a lo incesante de ese acto, tan breve

Octubre 1980 Buenos Aires (Argentina) "...un árbol de humo, cómo fuma esa morocha herida de petreles" espacioparafumadores.blogspot.com

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I

II

mi palabra tan dubitativa evocadora de secretos y de sagrados rituales de infancia

una mujer que mira al sur posee una tristeza en el rostro en miniatura

aquella deshojada y cuarteada por mi boca para que no diga esas cosas que hieren y traspasan ferozmente

toda ella es una figura raída imposible de precisar nadie sabe qué le duele pero su figura parece dormir un largo sueño

esa palabra minusválida corporal y maciza la emancipada por mis pérdidas

una mujer que mira al sur camina hacia un puerto invisible y errante levanta la mano como quien saluda a alguien que se va

aquella salvajemente hermosa que frente al público prefiere no desvestirse y que posee un dolor en la boca indescifrable esa palabra llena de asombro ante las cosas ante el amor agolpado sin sabe qué decir sin saber si callar o pronunciarse

sola navega las calles con una soledad insufrible una mujer que mira al sur tiene ganas de partir siempre

a veces simula saber sobre cuerpos y las sombras de los rostros pero no mi palabra transpira tanta hambre

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III poseo una palabra frondosa depositada en mi vientre una palabra que se parece a tu boca ella ha tardado tanto en aprender a hablar que sus palabras surgen descorchadas y solas

Octubre 1979 San Francisco (Argentina) No tengo ningún libro publicado, Pero sostuve por largo tiempo un poemario Titulado "Poética del asombro". Aún está abierto, a la espera de que surjan cosas nuevas. www.laescribientediurna.blogspot.com

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A todos los que dan movimiento a los pliegues.



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