Revista Párodos Nº2

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PÁRΩDOS

Nº2 AÑO I

Tú Opin a

ROSA NAGORE

"Actuar me apasiona"

s

BUDAPEST una historia heroica

AS Í Ñ PA S M A CO R R A V A N

Don halloween Tenorio



Sumari Ω

NOVIEMBRE 2013

Contra viento y marea No es fácil levantar algo de la nada. Los problemas que en ocasiones surgen y se ponen por delante tienen la capacidad de mandar al traste cualquier idea. No importa el entusiasmo y la pasión que se ponga en el proyecto, los contratiempos siempre aparecen: falta de recursos, de tiempo, de materiales...etc. Todo esto confluye en el peor de los enemigos: el desánimo y la apatía. Sobreponerse a semejantes problemas requiere un esfuerzo extra que no podría llevarse a cabo sin la ayuda de otras personas. Por esas personas merece la pena continuar y salir adelante. Dentro del universo #PÁRΩDOS, esas personas son todas aquellas que han colaborado poniendo su mejor cara y sin pedir nada a cambio, en la edición de la revista. Pero voy más allá. Todos los que han hecho clic sobre el primer número de #PÁRΩDOS, los que la han compartido con sus amigos a través de las redes sociales, los que han comentado y valorado el trabajo que conlleva un proyecto como éste, son la razón de que el segundo número haya visto la luz. Sabemos que los problemas y los contratiempos seguirán ahí, con ganas de acabar con todo lo que se les ponga por delante. Sin embargo, van a tener que golpear terriblemente fuerte para acabar con #PÁRΩDOS. Están avisados.

DIRECTOR Y EDITOR Daniel S. Villodres (revistaparodos@gmail.com)

DISEÑO LOGO RR.SS Joao Walking

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Editorial. Compromiso y pasión La Firma. Laura Laiglesia

Entrevista. Rosa Nagore Reportaje. Budapest. 9º borrador Redes Sociales Curiosidades teatrales Grupos navarros Una mirada al pasado Don Halloween Tenorio

Críticas Tú opinas Rincón de Lectura Agenda


E dit Ω rial

#

El teatro atrapa

C

onozco pocas cosas que sean más gratificantes que dedicarse al teatro. Perdón, rectifico, no conozco nada más gratificante que dedicarse al teatro. Y lo digo desde la sinceridad más absoluta y desde la perspectiva y experiencia que me da el haberme sumergido en otros campos profesionales. ¿Qué tiene el teatro que atrapa a todo aquel que osa subirse a un escenario? Puede sonar a contradacción, pero a lo largo de los años, no ha habido ni una sola ocasión, en la que minutos antes de subir a las tablas, no haya escuchado a algún actor frases como: “quién me mandará a mí meterme en esto”. Les confieso que en numerosas ocasiones he estado de acuerdo con dichas afirmaciones. Y es que no es fácil dedicarse a la interpretación, y no hablo ya de los nervios previos a una actuación, sino al esfuerzo y dedicación que requiere participar en un montaje teatral. No hay día que no recuerde la frase de un profesor que tuve durante mis años de formación: “No hay nada más fácil que ser actor, sólo tenéis que aprenderos el texto y no chocar con los muebles”. Nada más lejos de la realidad. Esto no se reduce a recitar un texto como un papagayo ni a seguir unos movimientos cual robot. Hay que sentir lo que siente el personaje, creerse lo que ocurre en escena, repetir tantas

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veces hasta que las acciones más raras y extracotidianas se conviertan en naturales. Es un trabajo duro y complejo, pero te atrapa y lo disfrutas. Las horas vuelan en pleno proceso de creación y búsqueda. No importa lo que te exijan, pides más y quieres dar más. Nunca es suficiente porque los personajes están vivos y cambian constantemente. Eso es disfrutar del teatro. Lanzarte al vacío ante cualquier nuevo reto y abrirte a explorar nuevos sentimientos y formas de vivir. Y todo ello a través del trabajo, la dedicación y la constancia en los ensayos. Sólo de ese modo se alcanza el punto álgido, el climax del trabajo actoral que trae consigo la sensación de satisfacción por un trabajo bien hecho. Sin embargo, os aseguro que os sabrá a poco y querrán que llegue el siguiente día de ensayo para probar y experimentar cosas nuevas. Es lo que tiene el teatro, siempre quieres más.

Daniel S. Villodres director de PÁRΩ DOS @danivillodres



La Firma

La grandeza de formar “¿Puede haber algo más grande que compartir los miedos, las alegrías, la superación, el perfeccionamiento, los bajones, los subidones...?”.

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Uno de los momentos más bellos del teatro es el proceso. Lo que ocurre cuando se prueba, cuando se ensaya, cuando se juega, cuando se descubre, cuando se falla, cuando se duda, cuando se permite a la imaginación volar, cuando uno se da cuenta de sus defectos, de sus errores, de sus virtudes y sus aciertos, cuando las cosas crecen, cuando las cosas cambian. Y la formación es un proceso continuo. Por eso a mí, si me diesen a elegir de entre todas las facetas que tiene el teatro me quedaría con la formación. Es cierto que cualquier actividad que tenga relación con el teatro abarca todos estos aspectos pero es en las clases, en el día a día, donde más se puede disfrutar porque no hay prisa, no hay un resultado que mostrar. Es un proceso. Sólo hay trabajo, sólo hay paciencia. Y es un trabajo intenso, pero muy gratificante. La energía que depositas te viene devuelta siempre, igual no hoy ni ahora pero sí

mañana o dentro de unos años, en un gesto, en un movimiento que uno de tus alumnos ha logrado. ¿Puede haber algo más grande que compartir los miedos, las alegrías, la superación, el perfeccionamiento, los bajones, los subidones,…? ¿Puede haber algo más grande que ayudar a alguien a descubrir cosas nuevas? Por eso me quedo con la formación, con el proceso, con las clases. Ahora tengo la suerte de trabajar como formadora, con actores que se inician y con otros que se perfeccionan. Con niños, adolescentes, jóvenes y mayores. Toda una amalgama de mundos, de tiempos, de culturas, de épocas, de inquietudes y experiencias. Y lo mejor de todo: todos los días, en todas las clases, son ellos, los alumnos, los que te brindan la oportunidad de aprender cosas nuevas.

Laura Laiglesia



ROSA NAGORE


“Si me llamasen hoy para ir a Madrid a trabajar me iba sin dudarlo”

La actriz pamplonesa, Rosa Nagore, actualmente forma parte del elenco de compañías como Talo, de la que es parte desde hace trece años, y Auzoa Teatro. En el plano audiovisual ha trabajado con el director navarro Karlos Alastruey, entre otros, y ha realizado trambién diversos trabajos de publicidad.

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ía frío y lluvioso en Pamplona. Alrededor de las 16.30 de la tarde, Rosa Nagore me abre las puertas de su casa en la Txantrea con una enorme sonrisa dibujada en su rostro. Pronto, la conversación comienza a ir por derroteros teatrales aprovechando el Almanaque de Las chicas del calendario que Rosa tiene colgado en su cocina. En todo momento pude ver en sus ojos un brillo especial mientras me contaba aquel trabajo. “Fue algo precioso y que nos unió mucho a todas las actrices. El calendario lo hicimos poco antes del estreno de la obra y se notaba cómo, en los ensayos previos al estreno, el ambiente era totalmente diferente. Además, los beneficios de su venta fueron para ADANO (Asociación de Ayuda a Niños con Cáncer de Navara), y eso le dio un significado más especial”. Por supuesto, comentaba Rosa, no faltaron las pequeñas reticencias y el humor. “Al fotógrafo le gastamos una broma en la foto grupal. En el momento en el que nos tenía a todas colocadas, dije de ponernos las partituras sobra la cabeza. En ese instante, Hetor Hueso, que hacía las fotos se quedó cortadísimo y se puso colorado”, recordaba Nagore entre risas. Y es que los años de Rosa en Talo han sido muy especiales y sin duda la han

“El teatro me ha ayudado mucho a la hora de superar momentos duros de mi vida”.

“El teatro y actuar es la pasión de mi vida. Es lo que más me gusta hacer”

ayudado en otros aspectos de su vida. “El teatro ha sido una de las grandes razones que me han ayudado a seguir adelante y Talo y Auzoa han sido fundamentales”. No es de extrañar ese sentimiento de agradecimiento por parte de Rosa. La ilusión con la que me contaba la celebración del treinta aniversario de la compañía no dejaba lugar a dudas. “Conseguimos reunir a los directores que en algún momento de su vida han dirigido la compañía y a los actores que han participado en sus montajes. Fue muy emotivo ver cómo hijos o las mujeres de directores ya fallecidos nos agradecían emocionados el homenaje”. Ya sentados frente a frente y después de una larga pero poco fructífera búsqueda de una revista especial editada por motivo del treinta aniversario de Talo, hablamos sobre su capacidad para la interpretación. Siempre que te he visto actuar me ha llamado la atención tu trabajo. ¿Tienes algún tipo de formación? Nunca he recibido clases. Hice teatro en el colegio y lo dejé a los catorce años. Desde entonces, y durante casi 30 años, no volví a pisar un escenario hasta el día en el que hice una figuración para Talo y, a partir de ahí, fueron dándome papeles PÁRODOS

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me llamaran para trabajar en Madrid, iba sin pensármelo. Te digo esto porque a raíz de un curso de Cuando se te da un nuevo papel, ¿cómo afrontas dramatugia y cine que hice en Butaca 78 este verano, el trabajo del personaje? Muchos actores recurren el director de casting Juanma López me dijo que si me hubiera conocido antes, mientras él era director a la técnica, pero, ¿y en tu caso? No recurro a nada en concreto. Simplemente leo el de casting de Hospital Central, yo habría salido en esa serie. papel y lo memorizo. cada vez con mayor peso.

¿Cómo es posible que sin una formación reglada se tenga esa capacidad? Supongo que será una cualidad innata. Tengo capacidad para, desde una primera lectura, entender al personaje y saber lo que siente. Además, directores con los que he trabajado y profesionales de este mundo me han dicho en varias ocasiones que yo podría haberme dedicado a la intepretación. ¿Cómo sienta que, a estas alturas y casi a toro pasado, y digo casi porque siempre hay personajes para todas las edades, te digan que podrías haber sido actriz? Pues imagíante. Que te digan que aquello que te apasiona y sabes hacer podría haberlo hecho a nivel profesional es un halago. De hecho, a día de hoy, si 10 PÁRODOS

¿Te imaginas trabajar y poder vivir de la interpretación? Sería un regalo. Trabajar de lo que más te gusta. De hecho, el vídeo que grabamos en el curso con mi presentación y un monólogo ya me lo ha editado mi hija María y lo hemos enviado a algunos directores de casting que me dijo Juanma. Nunca se sabe qué puede pasar... Por eso te digo. Hace años, con mis hijas pequeñas, el trabajo...etc., era impensable imaginarme algo así, pero, ¿a día de hoy? Si me llaman y me tengo que pedir una excedencia, lo hago y voy. Además, Juanma me comentó que en mi rango de edad hay falta de actrices y que les cuesta mucho encontrar a alguien para cubrir ese perfil de personajes.


Actualmente estás actuando en el último montaje de Auzoa, ¿cómo surgió esta compañía? Auzoa surgió de Talo con la idea de tratar teamáticas diferentes a las que tratamos en Talo. Al ser menos actores, tenemos la oportunidad de trabajar de manera distinta. Pero también se hizo para buscar financiación. Los montajes de Auzoa y Talo se intercalan: este año hemos montado Yo te querré siempre con Auzoa y el año que viene le tocará a Talo con una obra que ha escrito nuestra directora Laura Laiglesia. En Yo te querré siempre interpretas a Marie, una mujer que, tras la muerte de su marido en un accidente de tráfico, comienza a sospechar que él la estaba engañando tras encontrar una obra de teatro que estaba escribiendo, en la que el escritor se enamoraba de una joven actriz. ¿Cómo ha sido el proceso de montaje? Pues un gusto El director, Ignacio Aranaz, nos ha dado la oportunidad de profundizar muchísimo en los personajes. Ignacio, antes de montar las escenas nos obligaba a hacer el trabajo de mesa, donde nos pedía que en todo momento fuéramos conscientes de cuál era el objetivo del personaje y qué era lo que quiere conseguir. ¿Habías trabajado alguna vez de esa manera tan exhaustiva? Nunca. Y me ha encantado. A parte de que en algunos aspectos personales me identificaba con Marie, el trabajo de objetivos, de saber de dónde viene y a dónde va Marie, ha sido muy intenso. Aranaz me dijo que sólo yo podría haber hecho a este personaje (pausa). Mira, hubo una día en el que me dijo que tenía que entrar a escena queriendo salir en todo momento. “Esto sólo se lo he visto hacer bien a una actriz en mi vida”, me dijo, “pero sé que te lo puedo pedir a ti”. Rosa terminó su respuesta diciendo: “Aranaz me dijo que yo debería estar haciendo teatro en Madrid”. Con esa frase a modo de sentencia, y mientras Rosa Nagore se levantaba para buscar algunas fotos de sus actuaciones con Talo y Auzoa, me dio a entender que nada le hubiera gustado más que dedicar su vida a la interpretación. Y es que debe provocar sensaciones extrañas que todo el mundo, sin excepción, te diga que podrías haberte dedicado a lo que de verdad te apasiona: el teatro.

"Con Yo te querré siempre, he hecho por primera vez un trabajo teatral en profundidad".


LECCION DE HISTORIA EN EL TEATRO GAYARRE Victor Iriarte desvela con ayuda de una lectura dramatizada el proceso de elaboraci贸n de su obra BUDAPEST



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n director y dramaturgo, una ayudante de dirección y regidora, ocho actores y una apasionante historia que incomprensiblemente ha quedado prácticamente sepultada por el paso de los años. Este es el cóctel que, Victor Iriarte, periodista, director y dramaturgo, reunió para dar a conocer al público del Teatro Gayarre esta magnífica historia plagada de valor, humanidad y humildad. El evento se enmarcó en las jornadas “Leer para crear”, programadas por el Teatro Gayarre. En él, con la ayuda de los actores que interpretaron los diferentes personajes del borrador, el autor explicó de manera extendida, el origen, proceso y problemas que se ha encontrado a la hora de plasmar los acontecimientos sobre el papel. Pero, ¿cuál ha sido el proceso de trabajo que han compartido director y actores? Fueron dos las semanas que se emplearon para llevar a cabo el montaje. Puede tratarse de tiempo suficiente para una lectura dramática, sin embargo, no se trataba de una lectura al uso. Durante el primer día de ensayo, Victor, explicó a los actores de manera pormenorizada todos los entresijos de su investigación. Veinte años de trabajo que comenzaron con la lectura casual de un suelto en prensa, resumidos en tres horas y unas pocas páginas. Todos los actores escuchaban atentos, sin perder detalle, las peripecias de Ángel Sanz Briz, Giorgio Perlasca y Angelo Rotta, entre otros, en la Hungría de la segunda mitad de 1944, en el preciso instante en el que la Alemania nazi invadía el país centroeuropeo, comenzando así, la última gran purga de judíos. Poco a poco el autor iba dando claves a los actores sobre los personajes que deberían interpretar: quiénes eran, de dónde venían, cuáles eran las circustancias personales por las que pasaban en el momento de la invasión...etc. Sin embargo, la primera sesión fue meramente introductoria y no hubo lectura de papeles. A pesar de ello, el proyecto y la propuesta apasionó a todos por igual. Era un texto ambicioso y unos personajes complejos. Días después, llegó la segunda sesión que se llevó a cabo en la escuela de actores Butaca 78. Pero, ¿dónde estaban los atriles? ¿Y el espacio de lectura cuál iba a ser? No había, ni iba a haber nada de eso. Ni siquiera parecido. El ensayo comenzó por la última escena del borrador mientras se esperaba la llegaba el resto

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Veinte años de trabajo que comenzaron con la lectura de un suelto en prensa sobre Ángel Sanz Briz.

del elecnco. Y pronto las sorpresas hicieron acto de presencia. No se trataba únicamente de caracterizar la voz y modular con diferentes matices las frases de los personajes, sino que, además, se incluían movimientos escénicos, uso de utilería y relación de miradas entre los actores. ¿Cómo hacer todo eso con uno o varios papeles en las manos? La respuesta era sencilla visto desde fuera, pero algo más complicada de ejecutar: con habilidad y práctica. A todas esas dificultades, que repito, es más de lo que en un principio parecen, se sumó una que resultó obvia después de concer cómo iba a ser la puesta en escena: la construcción física del personaje. La mayoría de las escenas se desarrollaban en el despacho del cónsul en la legación española


Foto: Víctor Iriarte

en Budapest. Una información que resultó clave para comenzar a asimilar la apariencia física y las relaciones alteradas por los diferentes estatus de los personajes. Por ejemplo, El cónsul español, Mugiro, y el Nuncio, Angelo Rotta, eran los personajes con mayor rango, de tal manera que el resto de personajes con menor graduación (Sanz Briz, Madame Tourné, Zoltan Farkas...etc.) debían tener en cuenta, en todo momento, las reglas de cortesía y protocolos para con estos personajes. En el primer ensayo quedó patente el gran peligro del montaje: confiarse con el texto. Al tener las frases delante, se corría el riesgo de centrarse demasiado en otros aspectos como los movimientos, construcción física, relaciones y utilería, lo que hubiera provocado errores y pérdidas durante la lectura. La pregunta era

evidente: ¿leer o estudiar?. Victor Iriarte lo dejó claro desde el primer minuto: “yo no puedo obligar a nadie a estudiarse el texto”. El primer día en la sala de ensayos del teatro Gayarre comenzó a notarse en el ambiente la aparición de los primeros nervios. Sólo dos pisos más abajo se encontraba el escenario con más solera de Navarra. El espacio donde cualquier actor quiere actuar. Para algunos actores era la primera vez que iba a pisar ese escenario y la ilusión que eso generaba se palpaba. Las nuevas indicaciones del director iban sumándose a las antiguas, algunas veces incluso se contradecían unas con otras. Y es que ya lo advirtió Iriarte el primer día que se reunió con los actores: “Yo como director, algunos ya me conocéis, otros no, os puedo decir hoy una cosa y PÁRODOS 15


Foto: Ángel Sanz Briz y Giorgio Perlasca

mañana otra totalmente distinta”. La lectura iba tomando cuerpo. Los actores Rosa Nagore, Javier Baigorri, Jesús Idoate, Javier Chocarro, Ramón Elizondo, Boris Díaz, Sergio Albillo y Daniel S. Villodres, iban asimilando las numerosas directrices de Iriarte. Era evidente cómo el director quería hilar fino. Victor tenía en mente (algo obvio después de tantos años de trabajo y varios borradores), cómo debían sonar las frases de cada personaje, qué ritmo debían tener las escenas y cuáles eran las palabras importantes que los actores debían remarcar en su discurso para hacer más entendible el texto. De tal modo que si una escena no salía, ésta se repetía una y otra vez hasta que el resultado era óptimo. Por otro lado, la labor de la ayudante de dirección y regidora, Laura Laiglesia, resultó fundamental para que nada quedase en el olvido. Todos los movimientos y acciones parecían grabados a fuego en la mente de Laiglesia. Si en algún momento un actor olvidaba cuándo debía levantarse, sentarse o moverse, un sólo y sutil gesto de la ayudante de dirección bastaba para entender cuándo era el momento exacto para 16 PÁRODOS

realizar la acción. Un trabajo brillante. Y por fin llegó el 4 de noviembre. Después de cinco sesiones de ensayo, de las que una había sido solamente una mera charla, se presentaba el día de la representación. La lectura comenzaba a las ocho de la tarde, pero los actores fueron citados a las cinco para poder hacer previamente un pase en el escenario del Gayarre. Algo totalmente necesario para poder ajustar los movimientos al nuevo espacio. Sin embargo, un enorme contratiempo se le presentó a Victor Iriarte y a todo el elenco: uno de los actores se encontraba indispuesto. Javier Baigorri, que ya en el ensayo previo del domingo se encontraba febril, aparecía el día de la representación con la confirmación de padecer neumonía. El aspecto de Javier no era alentador: sudaba, temblaba de frío y se le notaba débil físicamente. ¿Cómo iba a poder aguantar las más de seis horas que quedaban por delante? Victor, visto el panorama, tomó la decisión de enviar a Baigorri a casa. Pero, ¿quién haría el papel del cónsul Mugiro? De las seis escenas a representar, Javier Baigorri


(Mugiro) aparecía en dos de ellas. Además, tenía el hándicap de que el texto de Mugiro era tremendamente discursivo. ¿Cómo sustituir, a menos de tres horas para el comienzo de la lectura, a un personaje que estaba tan trabajado y resultaba clave para el entendimiento de la obra? “Señoras, señores, esta tarde, uno de los actores, Javier Baigorri, ha llegado indispuesto al teatro aquejado de neumonia, así que le hemos enviado a casa. Teníamos dos opciones: una buena y otra mala. La buena era suspender la sesión de hoy. La mala era que yo, Victor Iriarte, sustituya a Javier Baigorri. Como ven hemos optado por la segunda. Lo siento mucho por ustedes”. Así explicó el director al público asistente el experimento que hubo que afrontar a última hora. Sorprendentemente salió bien. Era evidente que quien mejor conocía el texto y tenía en mente cómo matizarlo correctamente, era el propio Victor. Aún así no era algo sencillo. A parte de la lectura, Victor Iriarte introducía su obra hablando del contexto y los personajes ampliamente y tras cada escena, volvía a explicar aspectos fundamentales para hacerla más comprensible, ya que sólo se representaban partes fundamentales del borrador. A todo ello había que sumarle los movimientos escénicos y los aspectos púramente actorales. Un esfuerzo titánico, pero el resultado fue tremendamente efectivo. La representación se llevó a cabo ante unas ochenta personas aproximadamente. Como nota curiosa cabe destacar que el público entró con quince minutos de antelación a la sala, debido a la lluvía, siendo recibidos por los actores que ya se encontraban sentados en sus respectivos sitios en escena. Resultó curioso cruzar la mirada con familiares y amigos manteniendo la actitud de los personajes. A partir de ese momento, el Teatro Gayarre y su público, fueron testigos de excepción de una magistral clase de historia impartida elocuentemente y con grandes dosis de vehemencia por Victor Iriarte, que tuvo la capacidad de transmitir y contagiar la pasión de una historia increíble a todos los asistentes. Por unas horas, la heroicidad de Ángel Sanz Briz, Giorgio Perlasca, Madame Tourne, Angelo Rotta y Zoltan Farkas, fue desenterrada del más profundo de los olvidos, para recordar cómo un grupo de personas vinculadas al consulado de España en Budapest, salvaron a cinco mil judíos.

"La mala era que yo, Victor Iriarte, sustituyese a Javier Baigorri. Lo siento por ustedes".

El público del Teatro Gayarre fue testigo de excepción de una magistral lección de historia. Foto: Monseñor Angelo Rotta

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ESCRIBIENDO HASTA EN SUEÑOS Durante el siglo XVI y XVII el teatro se caracterizó por su relación con la sociedad de la época. Los autores bebían de la situación de la política, la economía y de la sociedad en general, que se encontraba en una clara decadencia después de haber vivido la esplendorosa época del Imperio español “donde nunca se ponía el Sol”. Frente a esta situación tenemos como contrapunto, el excepcional desarrollo de la comedia española, de la que podemos decir, sin exagerar, que es la mayor proliferación de teatro que se ha conocido hasta hoy. A esto se une la gran cantidad de dramaturgos de altísimo nivel como Calderón, Cervantes, Lope de Vega… etc., y su extensa nómina de obras, entremeses, y diferentes géneros literarios, que vendían a las diferentes compañías.

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Los autores cobraban gran importancia y reconocimiento por las gentes por su forma de escribir comedías, que es como se denominaban las obras de los autores, pasando después a llamarse “comedía nacional”. Estos dramaturgos tenían una extensa nómina de escritos, pero, ¿tanta imaginación tenían los autores de la época para escribir mas de 1500 comedias como Lope de Vega? Parece ser que sí. Sin embargo, esto se debía, también, a la situación del país de pobreza y declive, lo que hacía que los escritores tuvieran un gran abanico de temas de los que nutrirse para sus comedias. Todo ello, sumado, claro está, al talento de los autores. Dentro de la extensa nómina de grandes dramaturgos que pulularon por aquellos tiempos, el gran genio del teatro español de la época fue, sin lugar a dudas, Lope de Vega. En su larga carrera dramática, que puede considerarse iniciada en serio en la penúltima década del siglo XVI y que se prolonga hasta muy poco antes de su muerte en 1635, Lope compuso un número sorprendentemente elevado de obras. ¿Cómo escribir 1500 obras y tener tiempo para disfrutar plenamente de los "placeres" del siglo XVI? La respuesta es sencilla: basando los temas de sus obras en las costumbres y modos de vivir de la época. De modo que la picaresca, los romances, las intrigas y las afrentas, tan habituales en tiempos de Lope, eran la fuente de la que bebía el autor. No sería, visto lo visto, muy grotesco imaginar a un Lope de Vega continuamente con una pluma en la mano mientras justaba, iba a misa o seducía a una bella dama.


DRAG QUEEN DE ANTES DE CRISTO

usuarios. La función de estos coturnos era proporcionarles una falsa altura a aquellos comediantes que interpretaban a personajes nobles, para que su estatura descomunal, impresionara al público. De este modo, el actor se elevaba por encima del coro, equiparándose a las grandes dimensiones de la máscara, convirtiéndolo así en un personaje enorme.Algo así como las calzas que utiliza Nicolas Sarkozy en sus zapatos. Debía resultar impresionante para el público observar cómo algunos actores se elevaban numerosos centímetros con ayuda de los coturnos, a la vez que realizaban exagerados y amplios movimientos para ensalzar la importancia de algunos personajes. Un espectáculo digno de ver.

Que no. Que no es el calzado de una drag queen que está a punto de hacer una imitación de Rocio Jurado en el escenario de un pequeño local de ambiente de Torremolinos. Podría serlo, pero no lo es. Son coturnos. ¿Que qué es eso? Pues lo que veis, unos enormes zapatones. Los coturnos nacieron en la antigua Roma. Era un calzado formado por una suela de corcho y sujetos por cintas de cuero, siendo los actores que representaban las tragedias griegas, sus principales

CUANTA MÁS MIERDA MEJOR Fue la popular serie adolescente Upa Dance (que tanto daño hizo al mundo del teatro), la que popularizó y dio a conocer el término "mucha mierda". En ella, explicaban que el origen de esta escatológica expresión provenía de una época en la que las compañías no cobraban entrada en los corrales de comedia. De tal modo que, dependiendo de las heces que los caballos de la gente pudiente hubieran depositado en la entrada, recibirían más o menos dinero tras la actuación. El público, al final la función, tiraba monedas al escenario y los actores se agachan velozmente a recogerlas. Sin embargo exisite otra versión del origen de la expresión. Se cuenta que durante el medievo, Cuando los actores llegaban a un pueblo, si había

mucho estiércol a la entrada, podían saber si (en función de la extensión del mismo) en aquel momento había un mercado, feria u otro acto y merecía la pena detenerse para hacer su espectáculo. El deseo entonces, entre los compañeros de gremio, era que encontrasen mucha mierda en el siguiente pueblo, quedando la expresión abreviada que ha llegado a nuestros días. PÁRODOS 21


COMPAÑÍAS NAVARRAS El teatro en Navarra goza de una salud envidiable. Salta a la vista. Es magnífico comprobar cómo cada fin de semana numerosos espectáculos teatrales se muestran en los escenarios (o pequeñas salas) de toda la geografía Navarra con un seguimiento muy fiel por parte de los espectadores. Compañías y grupos llevan a todos los rincones sus montajes con la mayor de las ilusiones y desde #PÁRΩDOS queremos hacer un repaso para que conozcáis mejor a todos esos grupos. Pero, ¿por dónde empezar? ¿Qué criterio seguir? Sencillo, el de toda la vida, el alfabético. Así que hoy, el primer artículo es para ALMADÍA TEATRO, grupo al que hoy conocemos un poco más en profundidad. Actualmente Almadía Teatro es uno de los grupos amateurs con más actividad de Navarra. Su último montaje (aún en gira), Dinero Negro de Ray Cooney suma ya casi diez representaciones. Cabe resaltar que el estreno de esta obra se produjo en la Sala de Cámara del Auditorio Baluarte. Ésta fue la primera vez en la corta historia del auditorio pamplonés que una compañía de teatro amateur mostraba allí su trabajo. Premio, éste, sin duda merecido por el amplio bagaje que Almadía lleva a sus espaldas. En 2001 Julio Alonso, Vanessa Viñas y Carol Vázquez se unieron para formar el grupo de teatro. Su primer montaje, El tiempo apremia de Antonio Tabucchi corrió a cargo del director navarro Alex Pastor. Poco tardó esta compañía en mostrar su ilusión, ganas y talento, puesto que con su primer montaje ya lograron el tercer puesto en la Muestra de teatro de Aquí de Pamplona. Un comienzo sin duda esperanzador. Desde entonces, Almadía no ha dejado de trabajar Foto: Almadía Teatro

y contar historias por todos los escenarios navarros. En 2004 estrenaron Negra de de Luis M. González Cruz, también a cargo de Alex Pastor. Y sí, tambíen este montaje fue galardonado en la Muestra de teatro de aquí. Sin embargo subieron un peldaño más hasta conseguir el segundo puesto. Ya en 2006 estrenaron Educando a Rita de Willy Russell y en 2008 se zambulleron en el apasionante reto de llevar a escena Taxi de Ray Cooney, que en esta ocasión dirigió Óscar Orzáiz. Este momento fue un punto de inflexión para Almadía al apostar por un género complejo (pero efectivo) como es la comedía de enredo y al tener que abordar una ampliación del elenco. Se podría decir que con Taxi vinieron los momentos de mayor esplendor de Almadía, logrando numerosas nominaciones y premios en diferentes autonomías. Cabe destacar el primer premio de la Muestra de teatro de aquí, el premio del público en el festival Garnacha de La Rioja y las nominaciones a mejor actor protagonista, premio del público y mejor grupo del certamen nacional de teatro amateur Lagasca 2010. Actualmente, Almadía, repite con Dinero Negro, autor, director y género teatral. Sin duda un acierto después de los éxitos conseguidos con Taxi. Tras llevar la obra de Cooney a Baluarte, Villba, Azagra o Puente la Reina, podéis ver esta divertida comedia en Sarriguren, dentro de la muestra de teatro amateur del Valle de Egüés el domingo 17 de noviembre. Desde #PÁRΩDOS queremos desear a Almadía muchos éxitos además de los ya conseguidos y una larguísima vida. Fuente: Blog Almadía Teatro Federación Teatro Amateur Navarra




多DON HALLOWEEN TENORIO?


Esta “reinterpretación” de forma grotesca de una escena del Tenorio de Zorrilla, está pensada para llamar la atención sobre el giro que han dado las costumbres en nuestro país en los últimos años. Parece que la introducción de la fiesta de Halloween en todas las esferas de la vida social, ha hecho que se olvide la tradición de representar la obra de Zorrilla. Pero, ¿se ha relegado a este clásico de la literatura española? Trasladémonos en el tiempo. ¿Será demasiado al 15 de noviembre de 1907? Por esas fechas en la revista El Arte del Teatro, en su nº 40 podía leerse: “La empresa del Teatro Español, rindiendo culto a la costumbre y demostrando una vez más su esplendidez, ha ofrecido en los primeros

días de noviembre las indispensables representaciones del drama de Zorrilla “Don Juan Tenorio”, con un lujo superado hasta el día por ninguna otra” Un drama religioso-fantástico, como indica el texto, que ha sido representado y sigue representándose, aunque parezca olvidado por algunos sectores de la sociedad en favor de la trivial pero colorida noche de Halloween. Hemos podido ver “al Don Juan” clásico, difundido para todo el público por TV desde los años 60 en varias ocasiones; versiones del mito con ambiente setentero o con escenografías sorprendentes, a veces incluso asépticas, pero siempre con la fuerza conmovedora y emocionante de una historia de amor que continúa más allá de la muerte. El drama Zorriniano incluso se ha podido disfrutar en el cine. En los


años 20 Ricardo de Baños nos ofreció su versión. Y como no podía ser de otra manera, también en el teatro, representado por actores de la talla de Emilio Thuillier, Paco Rabal…etc. Hasta a la calle se ha llevado este clásico, con personajes que bajan del escenario y se acercan al público. Actores y actrices, directores y escritores, tanto profesionales como amateurs, han dado vida al mito donjuanesco. Pero no sólo el teatro, el cine o la televisión han bebido de esta obra. También el resto de las artes lo han evocado en la escultura o la pintura, como el genio Salvador Dalí lo reflejó en alguna de sus bocetos. Se ha introducido en el mundo del cómic y de la ilustración; se han realizado versiones humorísticas, picantes e incluso reivindicativas y la cartelería de la obra es magnífica pues los personajes tienen tal cantidad de

matices, que despiertan la imaginación de los ilustradores. Las modas cambian y, ahora la novedad es ponerse un disfraz de zombi, maquillarse con aspecto gore y salir a “interpretar un papel”… Esto atrae a las masas deseosas, como en carnaval, de adoptar otra identidad pero con un regusto tétrico y macabro. Ellos prefieren ser actores de su propia obra. Lo ven como una forma de evadirse por un día, pasando “al lado oscuro” y, tal vez, quién sabe, también acercarse al teatro a presenciar una representación, aunque en ellas aparezcan espectros o apariciones. Sin embargo, eso del teatro, quizá, les resulte demasiado pasivo. Pero las tradiciones están arraigadas y aunque ahora estén de moda las calabazas siniestras, nuestros Don Juan y Doña Inés seguirán conmoviéndonos con sus versos:

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#La futilidad de la vida • • • •

Obra: Morir o no morir Autor: Sergi Belbel Director: Ángel Sagüés Reparto: Rakel Goñi, Sergio Albillo, Ramón Elizondo, María Gastón, Iñigo Zamarguilea, Itziar Lotero y Pili Oñate • Compañía: Teatralis

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uede parecer algo frívolo, pero, ¿qué importancia tiene la vida si un pequeño matiz puede acabar con ella de un plumazo o, por el contrario, salvarla? ¿Tiene sentido que algo que consideramos tan importante pueda quedar a merced de elementos, en ocasiones ridículos, que escapan a nuestro control? Desgraciadamente así es y así lo podemos comprobar día tras día en los medios de comunicación. Sin embargo, Morir o no morir, pretende decirnos que vivamos con mayor intensidad aquellos aspectos de la vida que pueden llevarnos a disfrutar de ella al máximo y no hagamos, como suele decirse, un mundo de cosas que no tienen importancia. En Morir (título original de la obra), el autor catalán Sergi Belbel se sirve de siete episodios diferentes pero entrelazados por una idea común: la muerte como algo banal en la existencia del ser humano. Eso ocure en la primera parte de la obra. Ya en la segunda, se nos muestran las mismas escenas pero

con sutiles cambios que evitan la muerte de los que perecían en la primera parte. El montaje funciona gracias al interés que mantiene el desarrollo del texto por saber cuál será la causa que evite la muerte de los personajes.

al servicio del libreto. Sin embargo, la segunda parte de la obra puede hacerse un poco repetitiva al conocer, el espectador, cuáles son las situaciones que se le van a presentar. A pesar de esa dificultad dramatúrgica, Sagüés consigue imprimir a sus actores un ritmo mayor que consigue que no pensemos en cuántas escenas quedan para llegar al final de la obra, sino en cómo van a salvarse los personajes. En definitiva, Teatralis, consigue hacer que, en la escasa hora y media que dura el espectáculo, nos planteemos preguntas y reflexionemos sobre un tema sobre el que se lleva siglos filosofando y debatienLa escasa y austera escenografía do: la vida y la existencia humana. ayuda a que el espectador pueda centrar su atención en las diferentes situaciones que nos presenta el DSV autor. En cuanto a las interpretaciones, están a la altura del texto. Los actores consiguen con su trabajo, dar importancia a lo que Sergi Belbel y Ángel Sagüés quieren contar con Morir. Es una auténtica labor

Los actores consiguen con su trabajo centrar la atención en la esencia del texto de Belbel.

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#Lección necesaria • • • •

Obra: Transición Autor: Alfonso Plou y Julio Salvatierra Director: Carlos Martín y Santiago Sánchez Reparto: Antonio Valero, Elvira Cuadrupani, José Luis Esteban, Balbino Lacosta, Álvaro Lavín, Carlos Lorenzo, Eva Martín y Eugenio Villota • Producción: CDN, L’om Imprebis, Teatro Meridional y Teatro del Temple

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ejando a un lado el debate político que puede suscitar cualquier alusión por ligera que sea a temas como la dictadura, la transición o la propia democracia actual, Transición es un montaje hecho para la reflexión. Transición se sucede en tres realidades diferentes y desordenadas cronológicamente. Adolfo, un paciente que sufre de Alzheimer, cree, en realidad, que es Adolfo Suaréz, el que fuera Presidente del Gobierno. La artimaña creada por Salvatierra y Plou se refuerza con el papel de los enfermeros y médicos de la clínica, que dan pie a que Adolfo vea en ellos personajes clave de aquella época como el Rey, Carrillo, o Gutiérrez Mellado. Por primera vez, se aborda teatralmente y en profundidad, un periodo de la historia de España tremendamente decisivo: el paso de la dictadura a la democracia. Todo ello engranado en la figura de un Adolfo Suárez desmemoriado, magníficamente interpretado por un sublime Antonio Valero que consigue dar máxima credibi-

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lidad a su personaje en los momentos más irónicos y en aquellos que precisaban de mayor contundencia dramática. Durante el transcurso de la obra se van sucediendo los saltos cronológicos, acompañados con proyecciones, prácticamente ya olvidadas, pero que están presentes en el

sonajes históricos, mostrándolos como la proyección que el falso Suárez tiene de ellos, consiguiendo con la caricatura un efectivo toque humorístico. Sin embargo, no hay que tratar el espectáculo como un mero divertimento que no va más allá. Transición es una necesaria lección de historia que nos obliga a llevar la vista atrás para conocer de dónde viene la sociedad en la que actualmente vivimos. La escena final cae como una pesada losa sobre la conciencia de los espectadores, pues hace que nos preguntemos quién tiene la culpa de la situación actual del país, ¿los que hicieron la Transición en un subconsciente colevtivo y cancio- momento en el que nadie quería nes de la época, interpretadas por dar su brazo a torcer, o nosotros los actores, que dan una atmósfe- que tendemos a culpar de nuestros ra cabaretera al espectáculo muy males a todos menos a nosotros acertada. mismos? El trabajo interpretativo se mueve en un estilo coral en el que todos los actores están francamenDSV te bien. Los directores Carlos Martín y Santiago Sánchez, aciertan en la manera de reproducir los per-

Transición nos obliga a echar la vista atrás para conocer de dónde viene la sociedad actual.


Tú Ω pinas "Pura magia"

N

o tenía acompañante, mis habituales debían atender compromisos ineludibles, y el comodín no funcionó, las chicas de Teatralis no aparecieron esta vez. Pese a ello decidí asistir al montaje de Nueva Babel. Bendito acierto. Me senté en la última fila para ocultar mi condición de lobo solitario enganchado a estas lides. La sala se llenó y tuve que cambiar mi posición varias veces para permitir a las parejas más rezagadas sentarse juntas. Al final todos los que no teníamos con quien departir acabamos agrupados en el extremo central de la fila. Buena posición. La función comenzó. Con la primera nota del tema que da título al espectáculo, la piel se me puso de gallina. Y permanecería así hasta el final e incluso horas más tarde recordando las emociones vividas. Nadie puede escapar al embrujo de Mercury, pero no fue solo la música lo que hizo entrara en estado de trance desde el minuto uno. La puesta en escena fue sublime. Que gran combinación el cuero con los rojos, sobre todo si se complementa con la infinita nariz de la máscara veneciana. El corsé en la mujer y el chaleco en el varón nunca debieron pasar de moda. Todo ello regado por la Luna llena de Verona. No había apenas mobiliario, pero el escenario nunca estuvo vacío. Esa Luna atraía los corazones de los ocho intérpretes hasta casi sacarlos de su pecho, del mismo modo que tira de las aguas de los océanos para generar los ciclos de las mareas. Esa Luna los engrandecía y llenaba de energía. Quisiera ser como ellos, pero pronto entendí que no estaba capacitado para interpretar un papel de este calibre. Cantaban en inglés, y ese fue siempre mi punto débil en la escuela, hasta el punto de cogerle pavor. Además, el contexto de la obra no daba opción a cantarlo en tono “botellesco”. Los ocho iban ataviados de micrófonos, pero no ocultaban sus impresionantes chorros de voz. Y aunque cuando dos personajes acercaban sus caras hacían interferencias, esos detalles se hicieron invisibles para mí. Incluso la mala

educación de quien abandona la sala antes de acabar la función y rompe la oscuridad al abrir la puerta me desconcentró. Que la función sea gratis, no significa que no se deban cumplir todos los protocolos. Pero daba igual. Se suele decir que hay que proyectar la voz hasta la última fila de la sala. Pero en este caso la música te atravesaba y rebotaba con la pared del fondo, los laterales y el techo y entraba y salía una y otra vez por todos los poros de mi cuerpo. Estaba entregado a mis emociones y nadie me sacaría de mi felicidad. Lo sentí otra vez. Y me vino a la mente la frase de Genaro Gattuso tras proclamarse campeones del Mundo en 2006, “Jugando al lado de Andrea (Pirlo), a veces pienso si realmente practicamos la misma profesión”, en alusión al exquisito toque de balón del medio centro gitano. Pensaba lo mismo. Viendo el trabajo, técnica y entrega de estos jóvenes artistas, me veía menos actor. No hubo dos bailes iguales, y eso que no dejaron de danzar un solo instante. Transmitieron amor, deseo, diversión, duda, pena… llanto. Grandes coreografías grupales y por parejas, pero sobretodo que fuerza y que ganas de disfrutar encima del escenario. Y llegó el beso. La besó después de muerta. El mismo beso que dio Roy Batty a Pris en la mítica Blade Runner. No hay amor más grande, ni la muerte los separará. El mismo tema que abrió, cerró, y mis párpados cayeron y me dejé llevar por la mística. Como dijo Guevara (Nacha, que no Ernesto), “…un sentimiento entrañable, un aplauso interminable…”, a mi aun me duelen las manos. Y lo hice de pie, algo caro de entregar por mi parte. Solo se lo había dado al Lorca con que nos emocionó Ana en la muestra de Butaca. Un último y único pensamiento ala abandonar la sala. Yo también quiero vivir para siempre, al lado de mi Capuleta, y ya a nadie le importará las raíces Montescas.

Miguel Angel Peñas Ligli Trouppe PÁRODOS 31


R I N C Ó N D E L E C T U R A

BOCATA DE NAVIDAD

M

i barrio, es un barrio como cualquier otro, pero le tengo mucho cariño. ¡Qué pasa, es mi barrio! Y tiene algo que nos une a todos los vecinos. No es nuestro equipo de fútbol, seremos de los pocos sitios sin equipo ni en regional. Ni las fiestas del barrio, que tampoco tenemos. Por no tener no tenemos ni un policía municipal a la que echar en falta cuando pasa algo. Pero lo que nos une, y sucede una vez al año, es el Belén de la parroquia. ¡Es impresionante! ¡Ah, no lo he dicho! Iglesia tenemos, pero tampoco vamos mucho. Salvo en Navidad, porque ya desde la primera semana de diciembre se convierte en la segunda casa de todos, para algunos la primera. Y allí todos aportamos nuestro granito de arena, algunos un saco. Pero desde hace cinco años el Belén de mi barrio es aún más especial si cabe… Todo empezó un veinticinco de diciembre. Una fecha muy apropiada para que ocurran cosas especiales. A esa iglesia que antes os he contado que pocos y poco vamos, hay una ocasión en que nadie falta. El veinticinco de diciembre, a misa de once. Nos reunimos alrededor de nuestro precioso Belén a cantarle al Niño Jesús que acaba de nacer. Aquel año

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se hizo una colecta especial para comprar una figura de Jesús preciosísima. Preciosísima y carisisisisisisíma. Pero a nadie nos importó colaborar, cada uno con lo que pudo. Como no gastamos ni en fútbol, ni en fiestas. Cuando unos días antes Don Hilario, el párroco, nos enseñó la figura que compró con lo recaudado, a todos se nos iluminó la mirada. Hasta a Doña Rosa le dio por sonreír, que llevaba más de treinta años sin hacerlo, desde que su primer y único novio, el Miguelillo, pasó a llamarse Micaela. Fue de los primeros en operarse de eso. Perdón, de las primeras. Eustaquio, el carnicero, no pudo contenerse y hasta lloró de emoción. Y son ciento treinta kilos de emoción. Es enorme el Eustaquio, lo que sacó de pañuelo para el resto era un mantel. El Belén que era único para nosotros, ahora podía serlo para todo el mundo. Hasta la tele vino a grabarnos. Fue un acontecimiento en la historia de nuestro barrio. El “Raspas”, un mal bicho, que no había aprobado ni gimnasia desde segundo de EGB, y al que el director del instituto, llegó a pagar para que no fuera, hasta se peinó ese día. Al principio nos costó reconocerlo. Pero el veinticinco de diciembre de hace cinco años, aquella mañana que acudíamos más


felices que nunca a cantar a nuestro flamante y reluciente nuevo Niño Jesús… Resultó que no estaba. ¡Alguien lo había robado! Todos pensamos en el “Raspas” el más malo del barrio. Pero allí se encontraba, con nosotros, por segunda vez en su vida peinado, y diciendo muy serio, muy serio: “Como haya sido uno de mis colegas, le parto las piernas”. “Como haya sido uno de tus colegas se las parto yo”, puntualizó Eustaquio. “Sí, mejor. Pero mientras yo le escupo”, sentenció el “Raspas”. Doña Rosa dejó de nuevo de sonreír y decidió meterse monja. “En este mundo sólo existe maldad”. Don Hilario revisaba la iglesia de arriba abajo por si alguien lo había escondido para gastar una broma. Lo llevaba haciendo desde las ocho de la mañana y por primera y única vez en su vida le vimos enfadado. Y por primera y única vez en su vida se le oyó cagarse en… Su jefe, digámoslo así. A punto estábamos de llamar a la policía, los GEOS, la CIA y a Antonio Banderas, al fin y al cabo hizo del Zorro, cuando apareció el señor Gabriel, un jubilado del ayuntamiento que siempre llegaba tarde a todos partes, con la deseada figura en una mano y un pobre indigente agarrado con la otra. “Mirad lo que este desgraciado quería venderme por veinte euros”. Todas nuestras miradas se clavaron en aquel personajillo desgarbado. ¡Robar en Navidad! ¡En una iglesia! La indignación rebosaba aquel sagrado lugar. Eustaquio se empezaba a remangar, el “Raspas” a carraspear preparando artillería, y Doña Rosa cometería una última maldad antes de ingresar en el convento. Un hilo asustado de voz susurró: “Yo solo quería sacar para un bocadillo. Siento haberos enfadado”. Algo se nos encogió a todos en los adentros. Eusta-

quio decidió comprar el Niño Jesús al indigente. Semejante figura por veinte euros era una ganga. Cincuenta le dio. El hombre miró el billete, sonrió y se fue sin entender lo que había sucedido, aunque tampoco le importaba. Iba a comer algo caliente por primera vez en mucho tiempo. Demasiado tiempo. Nunca se colocó aquel maravilloso Niño Jesús de vuelta en el pesebre. Eustaquio lo había comprado y en su carnicería lo puso. Cuando queremos verlo nos basta asomarnos por su tienda. Allí lo tenemos, entre chorizos, jamones, chistorras... ¡Está bien acompañado! Pero desde aquel año, cuando a principios de diciembre nos volvemos a reunir en la parroquia para comenzar a montar nuestro Belén ya sabemos que va a faltar una figura. Y el día veinticuatro, después de comer, todos acudimos a la parroquia, cada uno con un bocadillo, como ése que aquel indigente quería. Entre todos decidimos qué bocadillo colocaremos en el pesebre en lugar de la figurita que nos falta. Los que sobran los llevamos a un albergue para personas sin techo. Y si a alguien le da por robar nuestro “gastronómico” Niño Jesús, sonreímos, nadie se enfada. Seguro que si lo ha cogido es porque le hace más falta que a nuestro Belén y en seguida alguno de nosotros hace uno nuevo. Así es el Belén de nuestro barrio. Un Belén con un bocata en lugar de Niño Jesús. Raro es cierto, pero si alguien necesita un bocadillo en Navidad siempre encontrará uno en mi barrio. Y no sólo en Navidad, el resto del año sólo tiene que pasarse por la carnicería del Eustaquio. Lo que os dije, ciento treinta kilos de pura emoción.

M IKEL I K E O PÁRODOS 33


AGENDA TEATRAL 2ª QUINCENA NOV.

€ Viernes 15 de Nov. Ramón Aranguena Txalo Teatro Zarrapastra Yampo Teatro Ion Barbarin

El placer de fracasar. San Jorge. 21h Ni para ti ni para mí. Ansoáin. 20h Destino destierro. Villaba. 20h Cri, cri, crack. Tafalla. 20:30h El mono sabio. Estella. 21h

12 6 5 8

Sábado 16 de Nov. Atrapana LaSal Teatro Ligli Trouppe H¿O

El landó de 6 caballos. Andosilla. 20:30h

3

Lalú. Mendillorri. 11 y 12:30h

3 -12

Esto va de cine. Sarriguren. 18.30 Burbujas Mágicas. ENT. 20H

Domingo 17 de nOV. Almadía Teatro

Dinero negro. Sarriguren. 20h

6

Pablo del Mundillo La isla del tesoro. Huarte. 19.30h

4

Incierto Trouppe

En lo más crudo dle invierno. Villaba. 20h

3

Burbujas mágicas. ENT. 20H

12

H¿O

Miércoles 20 de Nov. Clown

Molestias clownicas. Baluarte. 19h

Jueves 21 de Nov. Txalo Teatro

Teatro Galileo Yllana Teatro Platea El Escondite Atikus Teatro GAT Complexus Teatro

---

Pottola. ENT. 20:30H

5

La banqueta. Teatro Gaztambide. Tudela. 20.30h

16

Far West. Noain. 21h

8

Vidas atormentadas. Tafalla. 20:30h

8 8

Viernes 22 de Nov.

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6

Entre espejismos cabaret. ENT. 20:30H Cosas de mujeres. Orkoien. 20h

10 5

Dúos, tríos y líos. Corella. 20h

5

El pobre de mi tío Vania. Estella. 21h


Sábado 23 de Nov. T. de Teatro Yllana Iluna Teatro Ligli Trouppe Sexpeare Teatro

Aventura. Teatro Gayarre. 20h.

8

Far West. Alsasua. 20h Camioneta y manta. Burlada. 20h

8 9

No es tan fácil. Falces. 20h

5

Sexpearemente. Cintruenigo. 20h

8

Domingo 24 de Nov. Artedrama Yllana Kerretabidea Trasto Teatro Incierto Trouppe GAT

Hamlet (euskera). Villaba. 20h Far West. Mutilva. 20h Geriátrico casi perfecto. Sarriguren. 20h Los sattisfechos. ENT. 20h

Paraskenia Teatro Txalo Teatro

3

El miedo que me habita. Tafalla. 20:30h

15

El nombre de la rosa. Noain. 22h

8

Anzana. Tafalla. 20:30

5

Carpe Diem. Lodosa. 21:30

8

Adelante hombre del 600. Burlada. 20h

10

La caja oscura. Teatro Gayarre. 20h

8

Con fajas y a lo loco. Ansoáin 20h

6,30

Sábado 20 de Nov. Ambigú Teatro

Adriana Olmedo

12

Esta noche teatro. Villaba. 19:30.

Viernes 29 de Nov. Pentación

6

La cenicienta. Burlada. 18h

Miércoles 27 de Nov. Zarrapastra

6

Hermanas. Olite. 19.30

Martes 26 de Nov. Jus la Rocha

6



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