Escritores Independientes Nº 0

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Escritores Independientes


Escritores Independientes Enero 2011

DIRECTOR EDITORIAL Daniel Estorach Martín arawna@hotmail.es

“Hijos de Gondor y de Rohan, mis hermanos. Veo en vuestros ojos el mismo miedo que encogería mi propio corazón. Pudiera llegar el día en que el valor de los hombres decayera; en que olvidáramos a nuestros compañeros y se rompieran los lazos de nuestra comunidad. Pero hoy no es ese día. En que una hora de lobos y escudos rotos rubricaran la consumación de la edad de los hombres. Pero hoy no es ese día, ¡en este día lucharemos! Por todo aquello que vuestro corazón ama de esta buena tierra, os llamo a luchar, ¡hombres del oeste!” [Aragorn, en El Señor de los Anillos]

COORDINADORES GRUPOS FB Diego Castro Sánchez José Enrique Serrano Expósito SELECCIÓN DE CONTENIDOS Carlos Moreno Daniel Estorach Martín Diego Castro Sánchez Francisco José Palacios Raúl Mendoza COLABORAN EN ESTE NÚMERO Almudena Aibar Hidalgo, Antonio Castro, Belén Márquez, Bella Agossou, Carlos Moreno, Carolina Márquez, David Mateo, Diana Fernández, Francisco José Palacios, Iván de los Ángeles, Javier Fernández Jiménez, José Enrique Serrano, Luís Beltrán, María Josefina Carrillo, Marcos Prieto, Max Kahl, Montse Fuster, Nadir Kateb, Selene Urbano, Teresa Hernández, Virginia Molina ILUSTRACION DE PORTADA Jordi Armengol MAQUETACIÓN Y DISEÑO Daniel Estorach Martín ADMINISTRADOR WEB Marcos Prieto http://www.escritoresindependientes.org/

Somos escritores. No somos famosos ni vendemos miles de ejemplares de nuestros libros, pero somos escritores. Y somos conscientes de lo difícil que es vivir de esta profesión, más cuando empiezas y nadie te conoce, cuando a duras penas acabas de conseguir publicar tu primer libro. Pero ahora nos vais a conocer, porque aquí hay talento, hay buenas ideas y, sobre todo, muchas ganas de trabajar y de darlo todo.

AR

E BOOKS

En total sumamos casi 2.000 personas en dos grupos hermanos de Facebook, escritores todos, trabajando juntos en una misma dirección: cumplir nuestros sueños, ser leídos y, a poder ser, vivir de ello; cada uno a su manera, con su estilo, pero con una idea común: hacer ver al mundo que los escritores noveles podemos aportar mucho al mundo de la literatura, cada vez más mercantilista y falto de ideas nuevas. Sólo necesitamos que nos den una oportunidad. Esta revista es la oportunidad que nos damos a nosotros, a vosotros y a Ellos. Daniel Estorach. Director editorial. arawna@hotmail.es


4 Taller

25 Taller

Guía de autoedición paso a paso

Introducción a la fantasía épica

9 Opinión

27 Reseña

El Templo de la Lectura Incómoda

10 Relato El Guerrero de la Profecía

15 Reseña El Paladín de la Reina

16 Novela recomendada El Rey de Eiselorn

22 Columna La sombra de Grumm

23 Blog recomendado El Regreso de los Siete

El Corredor del Laberinto

38 La Serie-novela Destino, capítulo 1

41 Jóvenes Promesas Selene Urbano

30 Herramientas del

42 Escritores del

escritor - Concurso

Mundo

Storybook

31 Relato El Guardián de la Tierra Prometida

34 Uno de los

Bella Agossou

45 Curiosidades 46 Otros autores Luís Beltrán

nuestros

47 Certámenes

José Enrique Serrano Expósito

Literarios

37 Los Clásicos Charles Baudelaire

49 Despedida


Este es un artículo de consulta para autoeditores que deseen independizarse totalmente, y está especialmente indicado para todos aquellos escritores que ya han probado servicios como Lulú o Bubok y que buscan una alternativa aún más independiente y con absoluto control sobre los gastos y los beneficios derivados de la comercialización de sus obras.

en cuenta que aunque no contrates ningún servicio de corrección ortotipográfico, o de estilo, tu obra será entregada en algún momento a alguien. Como mínimo la entregarás al impresor, y no tiene porque pasar nada, pero el registro previo es un trámite que deberías considerar para mayor seguridad. El registro de la propiedad intelectual está transferido a las comunidades autónomas.

1. Escribir tu obra literaria 3. Pulir la obra Lógicamente, en primer lugar, escribes tu obra literaria. Yo aconsejo escribirla directamente en el formato adecuado y bien maquetada, para no tener que rehacerla luego. Hacerlo así, también te va orientando sobre el número de páginas de la obra, y las herramientas para crear un índice automático de orientan a dimensionar los capítulos. No aconsejo hacer obras muy voluminosas a los autores noveles. Para un potencial comprador, una obra voluminosa de un autor novel supone doble atrevimiento. (Esa es una lección que algunos como yo aprenden a posteriori). Puedes usar Open Office o Microsoft Word. Lo ideal es que trabajes siempre en el formato propio del editor que estés usando, y luego el entregable para la imprenta lo pasas a formato PDF.

2. Primer registro del borrador de la obra Una vez terminada la obra, puedes opcionalmente registrarla como primer borrador en el registro de la propiedad intelectual de tu comunidad (yo suelo hacerlo si es una obra importante). Para ello la imprimes en DINA-A4 y la encuadernas con un canutillo y la llevas al registro. Con ello evitas casos de indefensión ante un posible plagio. Ten

Opcionalmente y una vez registrado el borrador, te puedes permitir contratar servicios de corrección de estilo y ortotipográfico, o también puedes optar por hacerlo todo tu mismo si te ves capaz. Debes de tener muy en cuenta que el proceso finalizará con la adquisición de una pequeña tirada de ejemplares impresos y cualquier pequeña errata afectará a toda la tirada. Repasa tu obra concienzudamente varias veces, ya que siempre se pasa por alto alguna cosa. Acudir a un profesional puede ser una buena idea si no tienes una facilidad para autocorregir faltas ortotipográficas y de estilo. Todo este trabajo se hace especialmente pesado si la obra es muy voluminosa. No pienses que podrás hacer correcciones menores a tu obra sin que eso te afecte. Cada nueva edición exige un nuevo ISBN. Cuando las diferencias con la edición anterior son mínimas, se califica como reedición, pero también requiere un nuevo ISBN y un nuevo depósito legal. En tiradas pequeñas es un gasto que te va a repercutir en tus beneficios o en el PVP de la obra.


4. Diseñar una portada Deberás diseñar una portada y obtener un PDF. Quizás no tengas problema para pasar la imagen del diseño de portada al formato PDF, sino para hacer el diseño por no haber manejado nunca un programa de retoque fotográfico. No te preocupes Gimp es gratuito y tan bueno como el conocido Photoshop de Adobe.

5. Pedir presupuesto para impresión bajo demanda Una vez finalizada completamente la obra y la portada, pides precio para impresión bajo demanda. Hay muchos sitios que ofrecen impresión bajo demanda y solo hay que buscar en Google y pedir varios presupuestos. Habitualmente te cobrarán cinco libros más de los que encargues para reservar un depósito legal. El depósito legal es un requisito obligado para las empresas de impresión. No supone una obligación para el autor, aunque tampoco puedo descartar que en algún tipo de disputa legal, la obra que carezca de depósito pudiera tener una consideración legal distinta. Solo se hace la primera vez que pides la impresión de una tirada de un libro. Las posteriores no lo necesitan. Debes primero pedir un presupuesto a tu servicio de impresión indicando el número de ejemplares que deseas encargar y no debes

hacerlo con excesiva antelación porque la validez de los presupuestos siempre está limitada en el tiempo. Deberían ofrecerte una validez del presupuesto por un par de semanas como mínimo. Yo creo conveniente encargar una tirada mínima de 20 o mejor 30 para que no repercuta tanto el gasto del depósito legal y para que te hagan un precio interesante. En algunos sitios ni siquiera admiten encargos de menos de 50 ejemplares. En cualquier caso esta forma de trabajar te obligará a mantener un pequeño Stock. Una parte de los libros que no uses inmediatamente la empaquetas bien para que no cojan polvo y las guardas. Los irás sirviendo al ritmo que demande el mercado. Si te consideras un escritor de oficio y temes que de tu libro no puedas llegar a vender más de 20 unidades en varios años, vamos mal. Hay que ser un poco más optimista y pensar que eso podría lograrse en un plazo inferior de tiempo. Es evidente que la labor de autopromoción es esencial y nada trivial. Ni siquiera las buenas obras se venden solas. Los libros al costo, son relativamente baratos y te pueden servir como instrumento de promoción, pero no se trata de hacer regalos indiscriminados, sino de cederlos en bibliotecas, o regalarlos a gente conocida con un interés muy especial por ese género, o a gente que pueda publicar una vez leído alguna crítica sobre tu obra en Internet.

6. Cálculo del PVP Para hacer este cálculo primero tienes que calcular cuanto te ha costado cada ejemplar a ti incluyendo todos los gastos de producción, transporte, así como hacer una previsión de gastos de distribución en función de la amplitud de la zona que pretendas abarcar durante los años en que esté vigente esa edición para no terminar pillándote los dedos . Se supone que no vas a limitarte a colocar tus libros siempre en la tienda de la esquina, aunque esa sería tu mejor opción para empezar siempre que la linea editorial coincida con el género que tú ofreces y logres captar al tendero. Te ilustraré el cálculo con un ejemplo práctico bastante realista. Mientras no digamos otra cosa los precios que mencionemos serán sin IVA y este es de 4%. Supón que tienes un libro de 240 páginas y


que el servicio de impresión bajo demanda para un pedido de 30 ejemplares te los deja en 6 euros más 7 euros de portes que vamos a considerar como 8 porque el IVA del transporte es 16%. Suponemos que te cobran 5 libros más para depósito legal y tú gastarás otro más para el registro de l propiedad de la versión definitiva.

Es decir, que se imprimen 35 pero dispondrás de 29 para comercializar. Los gastos (transporte+6libros) supondrán (8+36)/ 29= 44/29 =1.466. Es decir, cada ejemplar a ti te ha costado realmente 6+1.517. Pongamos uno 7.52 euros de coste total por libro para esa primera tirada. Las siguientes tiradas te saldrán más baratas al no tener que gastar esos 6 libros extra pero debes trabajar con esas cifras para no pillarte los dedos. Si haces una nueva edición se generará un nuevo depósito legal con sus correspondientes gastos. Ahora supongamos que te conformas con un beneficio mínimo para ti de unos euros, dejamos otros 3 como margen para no pillarse los dedos con los gastos de distribución porque lo que no puedes hacer es cobrar más adelante una cantidad diferente a otras tiendas en función de unos gastos de transporte y distribución que deberás asumir tu como parte de la faceta de distribuidor de tu propia obra. Debes actuar profesionalmente como lo haría otro distribuidor y una vez que marques un PVD y un PVP deberás mantenerlos de forma indefinida mientras dure esa edición. Hacerlo de otra forma no está bien visto. Tu no vas a vender libros de uno en uno, así que tampoco te pases reservando mucho para

ese concepto. Yo creo que para un autoeditor y para una distribución a pequeña escala 3 euros por libro es suficiente. No aceptes pedidos de menos de cuatro ejemplares a precio de distribución porque una gestión de pedidos libro a libro comportaría gastos mayores. De todas formas debes tenerlo en cuenta a la hora de intentar colocar tu obra y renunciar a las zonas que supongan un gasto mayor al que tú has presupuestado. De esa manera todo lo que te ahorres en distribución, también será para ti. El beneficio real oscilaría entre los 3 euros para pedidos pequeños a zonas remotas y los 6 euros para la tienda de la esquina. Es decir, que tu PVD = 7.52 + 3 + 3 = 13.52 Euros. Ahora puedes dejar un margen de beneficio al tendero de un 30% Es decir que tu PVP = 13.52 * 1.30 = 17.576 euros. es decir unos 17.55 euros. (Las dos últimas cifras del precio procura que sean cinco o menores de cinco) Todo esto son cifras orientativas para que tengas una referencia. Yo en mi primer volumen hice un cálculo muy malo, pero no pasa nada. Hay que hacer el cálculo definitivo una vez que tienes los libros en tu poder. El precio que tú darás a la agencia del ISBN puede ser variado y no te compromete, pero intenta dar un precio aproximado. El PVP es un dato necesario para rellenar la solicitud del ISBN en la agencia nacional. Es un trámite gratuito esencial para poder ofrecer tu libro a las tiendas. Las tiendas necesitan dar de alta los libros en sus catálogos y si no tienen ISBN no pueden hacerlo. Deberás hacer una labor comercial en persona para abrir mercado. Seguramente será la parte más difícil de todo este negocio. Las ferias de libros son eventos interesantes para poder contactar con muchos posibles clientes.

7. Obtención del ISBN Ya tienes un PVP que puede ser definitivo o no, y ya puedes ir a la agencia del ISBN y solicitar tu número de ISBN. El ISBN es una forma estandarizada de identificación y referencia de un libro y sin esto un libro no puede ser comercializado en la forma habitual. El lugar donde yo hago esta gestión de


solicitud del ISBN está en Madrid. Subdirección General de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas C/ Santiago Rusiñol, 8. 28040 Madrid Teléfono: 91 536 88 00 Fax: 91 536 88 22 Aunque la gestión se pueda hacer por correo, a mí la primera vez me tardaron dos meses en notificarme que me lo rechazaban por omitir el precio. Una gran pérdida de tiempo. Por ello ahora hago siempre la gestión personalmente. Es un trámite que te conviene que sea ágil, ya que tu contraportada no estará completa sin ese código y no puedes mandar imprimir el libro hasta que conozcas tu ISBN. El código de barras EAN además de incluirlo en la contraportada deberás incluirlo en las primeras páginas. Mira como lo hacen en otros libros. Encabezando el artículo puedes ver una foto de un par de registros de ISBN realizados por mí, por si te resuelven alguna duda. Observa que en el párrafo 16 (Notas), se debe indicar ‘Ed. Bajo Demanda’. Como datos de editorial pones tus datos personales, aportas fotocopia de tu DNI y

firmas el formulario (obligado para autoeditores). El tamaño de mi libro es de 6?x9? hay que ponerlo en centímetros. Puedes usar decimales, pero al parecer lo redondean. El número de la edición y el número de impresión han de ignorar las ediciones e impresiones no registradas con ISBN español. Es decir, si estás usando por primera vez ISBN o ISBN español para esa obra se debe considerar como primera edición y primera impresión, (así me lo explicaron en la agencia). Se entregan dos copias firmadas. El trámite termina con la devolución de una de las copias sellada y con una anotación escrita por ellos indicando el número que será un ISBN-13.a repercutir en tus beneficios o en el PVP de la obra.

8. Modifica la contraportada incluyendo el código EAN Una vez que ya tienes el número de ISBN, obtienes el código de barras y haces una nueva contraportada. No podrás verificar su inclusión en la base de datos de la agencia hasta pasados unos días. Si quieres probar a hacer alguna búsqueda usa el enlace de la “Base de datos de libros editados en España” que acabamos de referenciar introduce tu código ISBN. Si no tienes uno puedes probar con este 978-84-613-0053-2.

9. Hacer el pedido al servicio de impresión Una vez completada la contraportada definitiva de tu libro, ya puedes confirmar el pedido a la empresa de impresión bajo demanda. Te solicitarán el arte final en PDF. Antes de imprimir la totalidad de los ejemplares deberían hacer una prueba y notificarte cualquier anomalía. De todas formas si no lo has hecho nunca y quieres hacer una prueba de impresión previa, puedes optar por hacer una prueba en Lulu o en Bubok, porque los PDF que se entregan son generalmente válidos en cualquier servicio de impresión bajo demanda. Una vez recibas el material asegúrate de que la calidad es la adecuada, que hicieron el depósito legal efectivo y que ahora figurará indicado en el interior del libro. Los libros tienen un IVA del 4%, (salvo que Zapatero ordene otra cosa) comprueba la factura.


10. ¿Cómo promocionar un libro? Deberías tener ya planificada alguna estrategia y para el momento de publicación alguna campaña de márketing acorde a tus posibilidades y a tus medios. Internet será tu principal aliado.

11. Ya puedes distribuirlos con todas las garantías legales y comerciales Después en cada tienda que te acepte el libro necesitarás dejar un pequeño Stock en depósito y tu mismo deberás quedarte con un pequeño Stock para ir suministrando rápidamente en caso de que algún minorista agote existencias. Si no es en unos pocos meses, en un par de años como mucho encontrarás la forma de colocar el resto de ese pequeño Stock. Puedes pedir una tirada más reducida, pero el precio de los libros en tiradas pequeñas va a ser el menor de tus gastos si inviertes un poco de dinero en promoción. La auto promoción es un arte, conviene basar lo máximo posible en una buena promoción en Internet porque es más barato, pero con un poco de dinero también puedes conseguir una mejora de la promoción de tu obra. No uses AdWords porque pese a poder invertir solo la cantidad que quieras para vender libros es antieconómico. No debes perder nunca de vista el escaso rendimiento que te da la venta de un solo ejemplar (en nuestro ejemplo 3 euros), a la hora de invertir en promoción.

Aunque cueste más la distribución, yo no aconsejo venta directa al consumidor final. Si bien el margen de beneficio es mayor, entrarías en una dinámica que frenará el crecimiento de tu negocio. La venta directa restará tiempo a actividades con más potencial a largo plazo. Cada vez que un autoeditor hace algo, deja de hacer otras cinco esenciales. Lo interesante es abrir mercados en pequeñas tiendas que se puedan encargar de su comercialización, porque eso te libera para poder hacer otras cosas más productivas. A un autoeditor, nunca le sobra tiempo. La gestión de pedidos, envíos, reclamaciones, facturas, albaranes, etc. es algo que implica un gran trabajo. Una tienda pequeña online no es la solución para un autoeditor independiente. En mi opinión y en base a mi propia experiencia en este tipo de negocios, estos no son rentables a menos que se genere un beneficio superior a 20 euros por cada pedido. Ámazon sí genera beneficios con pequeños pedidos, pero no hablamos de una pequeña tienda online sino de un gigante. Sé de lo que hablo porque durante algunos años monté una pequeña tienda virtual de venta y distribución de productos informáticos. Artículo de Antonio Castro http://www.ciberdroide.com/wordpress/


El templo de la lectura incómoda Por Carlos Moreno Martín En España no se lee. O al menos eso dicen. A saber. Yo soy español y leo, y mucho. La Meyer se está forrando con nosotros, y también lo hizo en su día la Rowling. Cuando Dan Brown publica un nuevo libro, los ejemplares vuelan de las estanterías. Igual que con Reverte, King y compañía. Que los niños no lean es otra historia. Pero es que es lógico; no tienen más remedio que coger un videojuego si quieren emociones fuertes. He hablado con mucha gente que no les gusta leer. No el típico que piensa que sí, que mola leer, pero que le gusta más la televisión. No, gente que ODIA leer, que lo tiene descartado por el resto de su vida como antonomasia del aburrimiento. Y yo siempre les hago la misma pregunta: Tú te leías los libros que te mandaban en el colegio ¿no? Y todos me responden que sí. Y entonces le doy una palmada en la espalda en señal de apoyo y meneo la cabeza de un lado a otro, comprendiendo su drama. Por supuesto yo no soy el Instituto Nacional de Estadística, ni ganas, pero en mi estadística privada, llamémosla el Instituto Carletero de Estadística, todos los que se tomaban en serio los libros que mandaban en el cole, de mayores no han leído ni los anuncios de contactos de los periódicos. Como mucho, la Super pop. Porque, admitámoslo, nos mandaban cada petardo en el colegio que daba gusto verlos. Así no se anima a los niños a la lectura. En mi caso, por suerte, les hacía más bien poco caso, pero recuerdo un libro que me mandaron que se llamaba la Piedra de Toque que tenía tela. No estoy hablando de que sean malos libros, o que los autores sean malos escritores, para nada. Eso a un niño de nueve o diez años le trae sin cuidado. Es porque suelen ser libros aburridos. El que os comento, por ejemplo, era la historia de un niño con Síndrome de Down. Que sí, que muy bonita la historia, que nos enseña a comprender y aceptar a personas con esa enfermedad. Pero un niño de once años no quiere eso. Un niño quiere espadas, magia, acción, aventuras… Quiere, y necesita, algo que le haga volar la imaginación. También recuerdo que me mandaron El camino, de Miguel Delibes. Creo que ese es uno de los pocos libros que no he logrado leerme en mi vida. Miguel Delibes era un hacha, cierto, pero el libro era aburrido hasta la muerte.

Y encima, después de mandarle al niño un libro de dudoso entretenimiento le ponen un examen y ¡Ay de él si no se lo lee! Se queda sin juguetitos en Navidad y sin vacaciones en verano. De esa manera sólo se consigue que el niño vea la lectura como estudios, como una obligación, algo que tiene que hacer por narices si quiere irse al parque con los colegas. Y leer no es eso. Leer es pasar un rato entretenido, disfrutando y viviendo aventuras. Si a los niños les mandaran para leerse libros más acordes a sus necesidades, pongamos por ejemplo, Crónicas de la Dragonlance, creo que el tema de la lectura sería otro cantar. Además son tres libros. ¡Perfecto! Uno para cada trimestre. O que les manden Crepúsculo a las niñas y Harry Potter a los niños. Uno de los problemas es que siempre se ha visto la lectura como algo cultural, como si al leer estuvieras aprendiendo algo. Y es así, se aprende mucho más de la vida leyendo una novela que una semana en el colegio. Pero ¿Qué hay del elemento entretenimiento? ¿Acaso se lee solo para aprender? Pues no. También se lee para pasar el rato en la playa, en el autobús o en la cola del HyM. Igual que se ve una película. Desde aquí quiero hacer un llamamiento a los profes de España. ¡Por favor, manden a los niños libros chulos! Da igual si es fantasía, terror, histórica, thriller o un recetario de jamón, pero que se entretengan, que cojan el gusto a la lectura. Ya verán como en un futuro leemos más. Y si no, siempre nos quedarán los videojuegos.


Autor: Javier Fernández Jiménez Bio: Javier nació en Madrid un gélido 7 de noviembre de 1978. Desde entonces, evitentemente, ha pasado muchas cosas y se ha convertido, haciendo uso de sus propias palabras, en un aprendiz de mucho y maestro de nada. Escribe relatos, poemas, microrrelatos (inventando y especializándose en sus microrrelatos en 3 capítulos), libros… Y, además, es copresentador y codirector de dos estupendos programas de radio (Castillos en el Aire y Menudo Castillo), redactor de un periódico local, reseñador de libros… y, en sus ratos libres, regenta un supermercado junto a su padre. Libro favorito: La Historia Interminable, de Michael Ende Página web: http://javienci.blogspot.com

Me sacaron de mi aldea casi a rastras, entre gritos, empujones y una lluvia infernal que abrasaba hasta el más oculto de mis huesos. Me despertaron en la noche. Hombres armados, guerreros, todos con mirada taciturna y decidida, todos tocados con cabellos largos y yelmos con cuernos de carnero. Héroes de IshlarDool, caballeros reconocidos en toda la Tierra Sombría, temidos y respetados en todo el mundo, incluso en mi apartado hogar, lejano a cualquier corte o fortaleza. ¿Qué podían hacer aquí los Héroes? ¿Qué podían querer de nosotros? Nosotros no éramos más que campesinos y labriegos, los más osados de entre los nuestros apenas se habían aventurado en las montañas a cazar algún gamo o jabalí para la Cena del día de año nuevo, nada más. Nadie más había salido jamás de la aldea para otra cosa. No lo entendía. No entendía qué podían querer los Héroes de nosotros. No éramos nadie, no éramos nada. Mis padres lloraban, gritaban y suplicaban, arrojándose con desespero sobre los pechos metálicos de los caballeros llegados de la lejana capital, llamándome a través de la tormenta, luchando con todas sus fuerzas. Pero los Héroes no dejaron que se acercasen más a mí, el acero de sus espadas se reflejaba en las pupilas claras de sus ojos. No dijeron nada, pero la amenaza era evidente y las manos en las

empuñaduras de las armas terminaron por alejar cualquier posible ayuda. Los Héroes eran temibles. Sus cabellos rubios, al menos la parte de sus cabellos que no quedaba oculta bajo sus yelmos de miradas aviesas, de ojos rasgados y ceños fruncidos, de cuernos de carnero, volaban libres al viento, empapados de agua de lluvia. Me azotaban en la cara cuando partimos al galope, haciendo que cerrase mis propios ojos con fuerza y que me abrazase con furia a la cota de malla de aquél que me llevaba en la grupa de su alazán. Al menos eso era lo que yo me repetía una y otra vez para mis adentros, que me aferraba con fuerza para no caerme, aunque en realidad era el más puro de los terrores el que me tenía clavado a la silla, ciego a lo que acontecía a mi alrededor y enraizando mis dedos a la cota de malla del Héroe destinado a mi cargo. Escuché más voces y gritos a mi alrededor, más de los que jamás había escuchado nunca. Una existencia pacífica y tranquila. Una existencia cercenada de golpe. Gritaban y lloraban los aldeanos, a lo lejos escuché, o creí hacerlo, el gemir de mi madre y el llanto de un niño pequeño, mi hermano, también escuché el golpe mortal que llevó a mi padre a engrosar las filas del Ejército del Más Allá. Él era un hombre de paz y no había entendido la amenaza velada tras la firmeza de los Héroes. Noté calor en mi


carne, incluso a través de la tormenta y la lluvia escuché el fragor del fuego, de la muerte y casi la vi ante mí, con su guadaña, barriendo la aldea y poblando su reino de campesinos que labraran sus tierras siempre marchitas. Vi a la Parca cercenando cualquier asomo de vida a mi alrededor. Los Héroes también gritaban, aunque ningún cuento decía que éstos lo hiciesen alguna vez o que temblasen de miedo. Mi guardián temblaba, pude sentirlo a través de su coraza. Noté que mi guardián temblaba de miedo y me dije que tampoco los cuentos hacían mención al temor de aquellos guerreros enfundados en armaduras y ocultos bajo yelmos adornados con cuernos de carneros. El entrechocar de los metales resonaba en el aire, de manera más estruendosa que de los truenos que poblaban el ambiente eléctrico que acompañaba la huida. La tormenta era feroz, tan mortal como el acero de esos guerreros vestidos de alabastro. Yo me dejé llevar y solo abrí los ojos cuando escuché un bramido más poderoso de todos cuantos había escuchado aquella terrible última noche en mi aldea. Aquel rugido era el sonido más aterrador que jamás escuché en mi existencia. Todo mi ser tembló de pavor y supe, en lo más hondo de mi alma, que estaba en peligro, todo lo estaba. Al abrir los ojos estuve a punto de perder el equilibrio y habría caído del caballo de no ser por mi guardián, que detuvo el galope de manera brusca y provocó de ese modo que me pegase aún más a su espalda. Después espoleó a su caballo con precipitación y ansia, a la par que me gritaba que me agarrase más fuerte. El calor era brutal. El fuego consumía todo el pueblo. Cada casa, cada cerca, los graneros… todo, todo ardía, lamido por las llamas hambrientas que campaban a sus anchas, devorando cuanto encontraban a su paso, edificios, árboles, huertos, ganado… y personas, sí, personas, vomité cuando hasta mí llegó el aroma dulzón de algo que se quemaba, un olor que nunca había olido antes… fue entonces cuando supe que la aldea estaba condenada y cuando la vi. Vi a la criatura. Era enorme, majestuoso y grande como una montaña, pero a la vez escurridizo y sinuoso como un arroyo en un día lluvioso o en primavera, era hermoso y a la par horrible. Durante toda mi infancia había soñado con ver algo así y ahora que lo tenía delante, odiaba el día en el que

Lorferiol, el Señor del Mundo, había otorgado la vida a una criatura semejante. Comprendí por fin que los dragones eran seres antinaturales. El Dragón era rojo como el fuego que exhalaba su garganta, aunque si cambiaba de lugar, yo podía advertir que sus escamas cambiaban de tonalidad con el lugar en el que estuviera. De pronto se tornó tan negro como la noche y sólo pude descubrir dónde se encontraba gracias a sus ojos amarillentos, de pupilas verdes y alargadas, eran ojos afilados, podía sentirlos tras de mí, podía ver su maldad gracias a esos ojos diabólicos y al fuego que destruía toda mi vida en unos pocos segundos.

Algo de mí murió aquella noche. Toda mi familia, mis amigos, mi hogar… todo lo que poseía fue deshecho por el fuego del Dragón. Nunca supe el nombre de aquella criatura, todos los dragones tienen un nombre, para derrotarlos es necesario conocer su nombre e invocarlo antes de un enfrentamiento, de otro modo es imposible vencerles en batalla. Nunca supe el nombre de esa criatura asesina y nunca pude vengar la muerte de tantos y tantos inocentes. Pero mi guardián estaba más preocupado por mí que por cualquier otra cosa, quería salvarme a toda costa, sacarme de allí como fuera y yo no era capaz de saber el por qué de aquella locura. ¿Por qué no salvaban a los demás? ¿Por qué a mí? ¿Por qué los Héroes habían venido hasta mi aldea atrayendo la ira de un Dragón? Todas esas preguntas fueron todavía más repetidas en mi cabeza, cuando aquella niña se interpuso en nuestro paso, era la hija de Gaul, el molinero. Una pequeña muy bonita, de cabellos rizados y ojos verdes, tenía una cara repleta de pecas y una voz musical que amenizaba muchas


veladas pasadas en vecindad en torno a un buen fuego. El Fuego. La pequeña se situó delante del caballo de mi guardián y con su voz angelical nos gritó que la llevásemos con ella, que la salvásemos… el Héroe no se detuvo y la pequeña no se apartó del paso de los cascos, quizá la hubiese podido sortear, pero el Dragón estaba muy cerca de nosotros, nos buscaba a nosotros, me buscaba a mí, lo sabía, aunque en nuestra persecución destruía cuanto se le interponía. El Héroe hizo que el caballo pisotease con fuerza, que saltase si era necesario. Al volver la vista atrás sólo pude ver los cabellos rizados de la hija de Gaul enterrados en el barro del suelo y sus ojos verdes mirando al infinito, abiertos en una mirada de escepticismo y terror. Sus pecas siempre acompañarán mis pesadillas, hasta el fin de mis días, para siempre. El Dragón nos pisaba los talones, los cascos del caballo chapoteaban en la noche, el camino cada vez era más embarrado y resbaladizo. La comitiva de Héroes que nos perseguía era cada vez menor. Uno a uno, todos ellos refrenaban su montura para enfrentarse con la Muerte Roja, que los despachaba con la guadaña que le había arrebatado a la propia Muerte. Yo estaba fascinado por la perfección ofrecida por esa criatura infernal, la más

poderosa criatura que el Creador forjó para este mundo, una máquina de matar, un cazador insuperable que no tenía parangón, una fuerza tan terrible como un terremoto o una erupción de un volcán… quizá los dragones fuesen una mezcla de ambos fenómenos, o quizá fuesen ellos los que los provocasen con su furia. Llegó un momento en el que sólo quedamos mi compañero de grupa, dos Héroes que nos perseguían a caballo y yo mismo, enraizado como podía a la cota de malla de mi protector, preguntándome por qué estaba siendo azotado por los cabellos rubios empapados de lluvia y barro, por qué sufría espasmos de terror cada vez que escuchaba rugir al Dragón y por qué no estaba durmiendo en mi cama de plumas de ganso, de donde había sido arrancado hacía solo unos minutos. Las pecas de la hija del molinero también pulularon por mis pensamientos. Noté que, en mi cara empapada por la lluvia y el sudor, hacía aparición el agua salada de dos arroyos invisibles que nacían en mis ojos doloridos. De pronto mi caballo se detuvo y me percaté de que el guardián cercenaba las raíces de mis manos y se apeaba de la grupa con violencia, me gritó algo que me hizo agarrarme con todas mis fuerzas a las riendas del alazán. Le golpeó en la grupa y me vi lanzado camino adelante, muy cerca de caer al suelo. El miedo me hizo agarrar con fuerza las crines del animal que galopaba como alma que lleva el diablo. Este relinchó de dolor al notar mis uñas en su piel, pero no se detuvo, el terror al Dragón era más poderoso que el dolor. Me giré a tiempo de ver a aquel que me había llevado en la grupa de su caballo enfrentarse con una simple espada a todo un Dragón. A tiempo de ver los cabellos largos azotados por el viento siendo consumidos por el fuego, a tiempo de descubrir que el yelmo adornado con cuernos de carnero ocultaba el rostro de una mujer. Me caí del caballo y rodé hasta el río, donde me quedé inmóvil y sin emitir un solo sonido, no respiré y me dio igual estar en un gran peligro de ser arrastrado por la corriente. Con los ojos cerrados y llorando en silencio, temblando, escuché cómo el impetuoso alazán era devorado por el Dragón y como éste, tras haber masacrado a cuantos se le habían puesto delante, emitió un nuevo bramido de satisfacción y levantó el vuelo con el impulso de los músculos de sus piernas y el movimiento


perezoso de sus alas membranosas. Antes de quedarme solo en la noche y de desfallecer, tuve tiempo de ver la colosal y esbelta figura zigzagueando en el cielo nocturno del Bosque de Lur, sobre las copas de unos árboles que no quemó por puro capricho, porque de haberlo querido habría podido calcinar toda la región con su aliento ardiente. Me encontraron al día siguiente, con medio cuerpo en el agua y heridas en buena parte del mismo. Me curaron y me felicitaron por haber sobrevivido a la noche. Me llamaron héroe, a mí, que me sentía como un desecho y un cobarde, me llamaron héroe. Vi demasiadas caras satisfechas y sonrientes para mi gusto. Aquella gente estaba alegre. Sonreían ante mi hazaña nocturna. Aquellos que me habían encontrado eran más Héroes de Ishlar-Dool, enviados en misión de guerra en busca de una persona que, decían, traería la paz a las Tierras Sombrías. Dijeron que llevaban siglos buscando al Guerrero de la Profecía. Dijeron que yo era esa persona, que yo era el Guerrero de la Profecía, me curaron y me contaron muchos cuentos, leyendas, profecías y augurios que hablaban de la existencia de un aldeano que sería capaz de derrotar al Mal y traer la paz al mundo para siempre. Quise explicarles que solo eran historias, que no eran reales. Que nunca podría luchar por la paz de nadie, que no era la persona que buscaban. Pero ellos me dijeron que sus Sabios habían afirmado que yo era el Salvador, el Mesías esperado. El que salvaría al mundo. Muchos bravos guerreros, algunos de la valía de la Maestra de los Héroes, la dueña de los destinos de toda la Orden de los Héroes de Ishlar-Dool, orden militar y religiosa, habían muerto la noche anterior para salvar mi vida. No podía ser un bulo, aquellas historias eran ciertas, las leyendas no se equivocaban y la profecía era real. Yo era el Salvador esperado, así lo demostraba la presencia de un dragón en la cacería. Y al fin me habían encontrado. Muchas gentes en las Tierras Sombrías consideraban a los Héroes tan peligrosos como los males de los que decían les protegían. Eran locos sanguinarios capaz de cualquier acto con tal de cumplir las Profecías y los Edictos que sus Sabios emitían cada cierto tiempo. Sí, ellos luchaban contra los Demonios Nocturnos, los crueles ejércitos del Rey Asghargh, el tirano que gobernaba tres cuartos de las Tierras Sombrías y

que aspiraba a gobernarlas en su totalidad, pero aun así eran tan temidos por las personas de bien como sus enemigos ancestrales. Estaba aterrado, confundido… estaba roto, completamente roto.

Así que no me opuse cuando me llevaron a Ishlar-Dool y me nombraron Hermano de la Orden. Era un Héroe, me obligaron a aprender los Edictos de Ireil, su vengativo dios, me entregaron una espada milenaria con poderes mágicos que solo el Rey de los Hombres podía esgrimir. La espada me quemó las palmas de las manos al aferrarla, pero los Héroes no le dieron importancia a ese hecho y me obligaron a llevarla siempre conmigo. Me enseñaron algunas técnicas de lucha aunque según ellos no era necesario hacerlo, pues era el Elegido, el Mesías y nada podría detenerme. Traería la paz al mundo. Cuando los Demonios sitiaron la fortaleza de los guerreros para llevarme y matarme, los Héroes opusieron resistencia, lucharon y murieron por mí a cientos, a millares, mientras yo era escoltado a un lugar seguro. La fortaleza de los Héroes ardió y sus bravos guerreros fueron masacrados sin piedad, sus cabezas colgaron de las picas y sus pellejos, arrancados en vida, adornaron desde entonces los ropajes infectos de los Demonios de Asghargh. A mí me llevaron a la Corte, fue allí donde me proclamaron Rey y General de los Ejércitos de los Humanos, me dieron otra espada mágica, espada que arrebataron al rey legítimo tras ajusticiarle con ella al intentar oponerse a mi nombramiento. Me forjaron una armadura de oro y plata y me vistieron con ropas lujosas, se dictaron Edictos para que todos los hombres


acudiesen a la batalla final frente a los Demonios, la batalla en la que la Profecía decía que los males del mundo acabarían gracias a un muchacho llegado de Tierras Orientales. Al cabo de unos días un simple campesino gobernaba los designios del mundo libre conocido, un chico estaba al frente de todos los ejércitos humanos. Quise decir que no sabía qué tenía que hacer, pero me dijeron que mucha gente buena y de gran valía había muerto por mí, por ese instante, para cumplir la Profecía y los Sabios me la leyeron allí mismo, al pie del campo de batalla, la profecía decía que los Héroes de Ishlar-Dol salvarían a un campesino de las fauces de un Dragón, que éste comandaría los ejércitos de los Hombres ante la jauría de los Demonios del Rey Asghargh y que los hombres dejarían de estar sometidos a los designios del tirano. Así comenzó la batalla. Una batalla en la que uno de los bandos estaba dirigido por un imberbe vestido con ropas lujosas que no sabía qué hacer con los hombres a su cargo, armado con dos armas mágicas que no sabía utilizar, ataviado con una armadura de oro y plata que no sabía portar. Apenas duró media hora, todo sucedió muy rápido. Los mejores Héroes de Ishlar-Dol, los primeros en entrar en batalla, murieron abrasados por la magia del propio Asghargh. Les siguió el resto de los ejércitos, compuesto, además de por soldados, por campesinos, labriegos, ganaderos, carpinteros, mesoneros… todos los hombres y mujeres que habían creído en la Profecía de los Sabios, todos los que habían

acudido a combatir en una batalla que ya sabían ganada de antemano, murieron aquella noche. Todos, no quedó nadie que diese su vida para proteger al más inepto de los héroes erigidos por las Profecías. Arrodillado en el fango sanguinolento, llorado e implorando clemencia, aquel muchacho por el que tantos habían muerto y dado su existencia, aquel Héroe erigido por los designios de una Profecía, aquel cobarde convertido en azote del Mal… yo, fui ejecutado. Mi cabeza rodó por el barro, quedando en una postura poco galante entre las piernas de uno de mis generales, mi cuerpo se quedó allí, arrodillado, con las dos espadas mágicas reposando junto a mis rodillas. Antes de que mi cuello fuese cercenado por su espada negra y oxidada, recordé las pecas de la hija de Gaul y sus cabellos enmarañados adornando el barro de la aldea calcinada. El Rey Asghargh se hizo con el señorío de las Tierras Sombrías en toda su extensión, la cacería del humano se extendió por todo el mundo hasta que el último de ellos acabó en el cadalso, mutilado por la guadaña. La Profecía de los Sabios se había cumplido, ningún hombre fue sometido por el Tirano desde entonces. Ningún hombre. La Profecía se había cumplido. Y todo gracias a las hazañas de un joven campesino. Relato de Javier Fernández Jiménez http://javienci.blogspot.com


Escrita por Carolina Márquez Rojas Nunca fui aficionada a la literatura fantástica, pero lo que sí recuerdo es que Belén se pasaba horas leyendo una historia que alguien le regaló durante una enfermedad que la obligó a guardar cama, un relato que ocupaba tres o cuatro tomos, una edición de hace 25 o 30 años, lo que entonces me parecía un tochazo, largo y solemne, con nombres muy raros que suponían un esfuerzo enorme el poder recordarlos todos sin perderse entre unos y otros. Esa historia que a mí me resultaba indiferente, era, ni más ni menos, que El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien. Y sé a ciencia cierta que fue en ese período cuando nació la afición de Belén por la Fantasía, los mundos irreales y las aventuras de seres surgidos de la más poderosa imaginación que haya existido jamás. Nació así un sueño: crear una historia imaginada por ella misma, escribirla y...publicarla algún día. Después de muchos años de trabajo, esa historia por fin ha visto la luz, bajo el título de El Paladín de la Reina (Paladín de Briah). Tuve la fortuna, ya hace tiempo, de leer uno de los primeros borradores de la historia. Lo que me costó entrar en ella sólo la diosa Briah lo sabe. No acababa de engancharme y así se lo comenté a la autora. Mi falta de experiencia en el género tenía mucho que ver, desde luego, y se trataba de un borrador...Belén tenía muy claro que aquello no era definitivo y quería mejorarlo. Y vaya si lo hizo, mucho. De aquella primera lectura me impresionaron muchas cosas, porque después de unos primeros capítulos en los que andaba confusa y perdida, el mundo fantástico de Hernia y sus Paladines comenzó a atraparme. Sus personajes consiguieron hacerme sufrir, enamorarme (no me importaría tener a un elfo como Aradir en mi vida), reir, llorar, sonrojarme y volar a lomos de un dragón -por Dios, qué sería una novela fantástica sin una serpiente voladora, con lo que me gustan a mí-. Nunca creí que Belén escribiera tan bien, tan claro, con un vocabulario tan amplio y frases que no se me hubieran ocurrido en la vida. También recuerdo lo mucho que me reí con Undreas, mi personaje favorito, con el capítulo en la taberna y con la ironía y el lenguaje de algunos de los personajes secundarios. Y todo ello con un borrador. En esta segunda lectura todo ha sido más mágico aún. Recordar lo que me impresionó me ha servido para disfrutar la historia doblemente, a lo que se ha unido el hecho de que las modificaciones introducidas por la autora han contribuído a atraparme desde las primeras páginas. Desde luego, la imaginación desplegada es impresionante, hasta existen unos apuntes de lenguas extrañas, con las que algunos personajes se dirigen a Brisazul, la yegua del elfo Aradir, o a Aureón, el dragón del pueblo Sigurd. La historia contiene todos aquellos elementos del género: personajes clásicos, como elfos, enanos, guerreros (Paladines), otros nuevos pero igualmente fantásticos: sigurds, kurgash, skirdos, aunque lamento que el ejército Oesdán no tenga mayor protagonismo (espero que en la segunda parte Córax y su ejército se impongan al resto); el relato tiene también su dosis de romanticismo...siempre pensé que los elfos eran un poco afeminados -existe un personaje que los llama “nenazas”-, sin embargo Aradir es todo un conquistador desvergonzado e irresistible. Por supuesto, el amor platónico también tiene un lugar, así como la magia, las duras y sangrientas luchas en las que ruedan cabezas, miembros, armas, caballos y todo lo que se mueva en un campo de batalla. Pero fundamentalmente estamos ante una historia de amistad, lealtad, honor y compromiso. La amistad entre dos seres pertenecientes a razas diferentes, unidos por una misma causa: restablecer el orden y el equilibrio entre el Bien y el Mal, Briah y Binah, la Luz y la Oscuridad. La lealtad de un Paladín a su rey y su sacrificio por el bien común. El honor de los Paladines que les lleva a actuar más allá del deber, y el compromiso de todas las razas de Hernia por superar la Oscuridad. Una historia para disfrutar más allá de los límites de la imaginación y para comprender cuán importantes son estos valores que olvidamos en nuestras vidas cotidianas. Espero con ansiedad la segunda parte, y sigo sin haber leído a Tolkien, espero que me perdone por haber preferido antes el relato de M. Belén Márquez.


Sinopsis del libro: Tras las invasiones de los Pueblos del Este, una época de oscuridad y desidia se cierne durante más de 50 años en el Continente de Imnavel. Tan sólo unos pocos reinos, mermados por décadas de lucha, resisten las invasiones para mantener sus pueblos a salvo. Pero el último Rey de Derehlar, Dighlon, conquista la Montaña Elevada de Iver Osterith, último bastión de defensa de los habitantes de Imnavel. Los Déspotas del Este capturan en la gran Cima a Gahlandir el Sempiterno, el Valedor, junto a Aldrids y Epsígoras, alentados por el poder de los Seis. Este último acto hace que los supervivientes de Imnavel se agrupen para repeler las invasiones o perecer para siempre. Nuevos ejércitos se levantan. Nuevas armas son blandidas. Nuevos aceros son forjados. Bosques y lagos mueren. Incluso los Antiguos oyen nuevamente el rumor de la guerra, el viejo rumor que no se oía desde las Primeras Eras. A partir de allí, los Hermehrs esperaron por su revancha, una que les devuelva su pasado e historia, sus antiguas tierras y sus viejas canciones de nobles reyes e hidalgos señoríos. Las Eras Doradas y las Eras Sabias habían llegado a su fin para dar comienzo a la Era del Elwendur, la Migración de los Pueblos.

Max Kahl no es sólo el autor de El rey de Eiselorn. Su novela está enriquecida con música compuesta exclusivamente por él y que complementa la trama de su historia. Además, ha inventado la sintaxis y morfología del idioma que hablan las razas que pueblan su mundo inventado. Todo esto hace que la lectura de El rey de Eiselorn prometa ser una experiencia interactiva y divertida. Biografía del autor: Max Kahl, argentino de nacimiento, es profesor de alemán, inglés y música. Desde temprana edad se interesó por la literatura de novela e histórica. En la adolescencia, su interés se centró en la historia de los antiguos pueblos europeos y las personalidades que se destacaron. Tácito, Strabo, Sturlusson, Borges, Goethe y toda la colección histórica y literaria germánica, como el Cantar de los Nibelungos, las runas o las Eddas Nórdicas han sido y siguen siendo hoy su pasión. Datos del libro: Título: El Rey de Eiselorn. Libro I: Elwendur. Autor: Max Kahl Editorial: Grupo AJEC Colección. Excalibur fantástica Género: Fantasía épica. Número de páginas: 424 ISBN: 978-84-96013-70-4 Precio: 17’95 €


Avance del primer capítulo Las Sombras de Dargmentor Sobre el horizonte se desdibujaban las últimas figuras doradas de Asdur. Los colores se entremezclaban refulgentes en todos los retazos, donde las blancas aves se bañaban libres sobre el último vestigio del día. La vertiginosa claridad celeste fue contorneándose de forma pasiva y pausada en las lejanas colinas, donde las sombras pintaban un pálido color en todas sus laderas. Allí, la altura de oro cedía paso entre las protuberancias rocosas y salientes predominantes de las cotas, tornándose invisibles para volverse parte del fondo del cielo. Abajo, las antorchas y las llamaradas comenzaban a iluminar las ciudades. Las Sierras Delt se hallaban escondidas tras la espesura del Río Térsis, calmo, apacible y distendido, serenamente acompañando de aromas propios la placentera quietud de las historias todavía vivas. Los senderos desnudos de árboles eran transitados por los habitantes como lo hicieron por generaciones sus antepasados. El día cayó y la noche se levantó desde las profundidades del Este acudiendo al llamado de las Afgards que en lo alto observaban atentas y expectantes. Mientras tanto, un compulsivo frío castigaba continua e impunemente la superficie del río esculpiendo olas que no llegaban a alterar su paz. Los reflejos de las luces de la ciudad se mostraban danzarines y llameantes sobre el rostro líquido, que se deslizaba como una serpiente, atrevido, amenazante y peligroso entre los pastizales. Midirath se asomó en el cuadro crepuscular con claros poderosos y frágiles para avistar con ojos de fina y brillante plata los contornos de la tarde que lenta se despedía hacia los distantes lindes azules y rojos. La calma dominó Hembrehl, majestuosa, penetrante, imponente, como una pintura registrada sobre el portentoso telón de un reino nunca olvidado. Las altas edificaciones y las torres vigías de piedra se elevaban por entre las

cabezas de los techos para escudriñar las distancias que desaparecían en las últimas imágenes de la densa lejanía. Los jinetes de la Alfald eran comúnmente vistos por los alrededores y los soldados portaban armaduras de metal pulido y cascos y escudos lustrados y caminaban formando largas filas. Algunos sujetaban antorchas que iluminaban la noche, la que ya los había sorprendido trayendo mensajes de oscuridad junto a la ventisca que impregnaba el aire. Sobre las orillas del Río Térsis, en su desembocadura con los Brazos del Bürd, descansaban los barcos, naves y botes que pertenecían a la Furlan y la Flota de Nammar, con sus altas y grandes velas que resaltaban en el cielo. En las afueras, formaciones y destacamentos de soldados del Akerlan se hallaban postrados, acompañados por disciplinados guerreros fuertemente armados. Otros hacían guardia recorriendo las calles en carros tirados por caballos y bueyes, con los Iggards marchando a la cabeza y en los costados, perdiéndose en los reflejos de un escondido anochecer. Los candelabros se hallaban pálidamente enrojecidos, como hojas de espadas recién forjadas en imperiosas calderas, asemejándose a mundos pequeños de fuego que danzaban al movimiento del viento. Incontables, los puntos de luz de las edificaciones eran granos de luminaria que agujereaban las sombrías facciones de los paredones, eran dedos ígneos que moldeaban las esculturas de la ciudad y acariciaban las misteriosas imágenes que se recortaban y se proyectaban a lo largo de las fachadas. De vez en cuando, una de ellas era apagada por el aliento del aire que recorría incansable todas las texturas rocosas. Otras eran avivadas aún más y alimentadas por las nutrientes que les daban de beber como la lluvia fresca del Crolin Ereddas daba de beber a las raíces, tallos y hojas de las plantas que ansiosas y sedientas esperaban por aquél toque de vitalidad. Las torres de las fogatas y de las calderas elevaban sus humos hacia las alturas, los aromas y fragancias se perdían y se fusionaban con los de las chimeneas. Hembrehl, Heredald, Gerhalia, Axedur, Durkalia y las demás ciudades de Hermehrian entraban en la noche a paso lento y era posible contemplar desde la lejanía como los hilos de oro y plata se tejían y se devanaban en las fronteras del horizonte, donde


algunos mantos de luces se levantaban hacia el cielo para recubrir las superficies de las colinas y las lomas. Era el año 558 C.H. cuando Hingel ingresó apresurado a Thelion. Corrió largos pasillos de estatuas y se llevó con él las atentas miradas. Tras él iban Desper y Leaff. Llevaba un paso preciso y portaba en su brazo derecho el casco de metal de su uniforme. Su sobria capa bermeja revoloteaba al mismo ritmo tras él y lo seguía como una sombra de terciopelo. Su espada dorada colgaba a un costado de su pierna izquierda. Desper, de rostro severo e inquieto, y Leaff, rígido y firme, iban formados de a dos y portaban también cascos en sus manos. Ninguno de los tres dijo nada, pero las expresiones de sus ojos eran las mismas. Sus miradas sólo apuntaban hacia la gran puerta que descansaba al final del corredor. Los dos guardias estaban armados con lanzas de metal que sujetaban el estandarte de Hermehrian y escudos perfilados en cuero y madera, cuando abrieron las pesadas moles de hierro y dieron libre paso. Por él ingresaron al Salón de Amnin. Esta vez, con pasos más lentos y medidos, recorrieron el trayecto que los separaba de los dos tronos. Ante las escalinatas, los Iggards se arrodillaron y sus cabezas se inclinaron. El Rey les ordenó que se parasen y les recomendó que subieran al estrado. Jurg estaba postrado en su trono y sus ojos recorrieron incesantes los escritos que sobre la gran mesa descansaban. Sus atuendos negros sobresalían en lo alto de la tarima, adornado por tramas de hilo dorado y plateado que hacían juego con sus guarniciones de metal. La capa negra lo escoltaba inmutable. Jurg, Décimo Rey de la Dinastía Eráhlica, levantó entonces su copa incrustada de piedras y la arrimó a su boca enmarcada por una barba que escuadraba su filosa y recta nariz. De ella bebió un sorbo de vino, del mejor que se podía obtener en todos los territorios de la Nueva Derehlar y aún fuera de ella, resultado de los cuidados y bien preparados viñedos de Axedur y los vinos que de allí salían eran de exquisito sabor y excelente color y tinte, siendo la preferencia del Castillo de Thelion. En Axedur se hallaban los viñedos del viejo Duman, famoso por el preparado y el cultivado de la Vid Roja, la Lith, la única uva en su especie en todo el Continente de Imnavel, los más grandes viñedos de todo el nuevo reino, y el viejo Duman era el orgulloso y

afortunado dueño, además de ser haber sido elegido por el Erahl IX, padre de Jurg, quien había catalogado sus vinos como»la bebida que todo Rey merece». Su hijo apoyaba esa idea bebiendo continuos tragos del fresco brebaje. Ante él, Hingel dijo: —Mi Señor, traigo saludos de Circess, Señor del Ejército de Sénistriar, quien envía a Su Excelencia las noticias que pronto pondremos en evidencia—. Hingel hizo una pausa y respiró. Luego agregó: —He estado con Lund, Ordinario de Armas de Larem. Se hallaba en Lugan Dalur y me ha explicado los resultados de sus jornadas por las Tierras Neutras. Posteriormente daré mis informes, en cuanto nos hallemos listos—. El Rey respondió efusivamente: —Agradezco tu mensaje, Hingel. Has llevado a cabo una excelente labor que oportunamente será recompensada. Hace mucho tiempo que no veo a Circess y Lund, y las palabras que tengan para mí serán bienvenidas entonces—Jurg mostró una sonrisa apenas visible, apenas palpable. Continuó después: —Has tenido un largo viaje tras tus espaldas y sería injusto hacerte quedar aquí, por los tanto, puedes ir a descansar. Ve y bebe, come algo antes de que la junta comience. Lo mismo es para ustedes. Desper. Leaff. —Agradecidos estamos, mi Rey. Así lo haremos—respondió Hingel. Desper y Leaff se mantuvieron en silencio. Los Hermehrs se retiraron y dieron paso a una quietud que era común en el castillo, mientras el Rey seguía observando los documentos que se hallaban en su posesión. Antelor era Iggard de la Furlan y recién llegaba de sus viajes hacia los Mares del Norte. Con él llegó Nemmes quien era Iggard de la Haslan y había emprendido varios recorridos hacia las Tierras Desiertas cercanas a los límites con Vaddeland y Dammland. Ambos aparecieron por la puerta de entrada al Salón de Amnin como dos fugaces destellos de luz. Al acercarse a las escalinatas, fielmente saludaron y se arrodillaron. El Rey no alzó la voz. Nemmes exclamó: —Mis honores a Su Excelencia. Ha de permitirme anticiparle que, si no es inadecuado de mi parte, quisiera que cuanto antes comience la reunión. —Y así será. Sólo queda aguardar por


algunos Gilgonds que se han demorado por razones que desconozco. Sé que están prontos a llegar, pues les hice saber que ésta junta era importante. En cuanto a las noticias que traen, no quiero que me anticipen nada más. Cuando estemos todos listos para escucharlas y atenderlas será entonces cuando las presenten sobre nuestras manos—dijo el Rey. —Bien, Señor. Permítanos entonces retirarnos hacia el salón y reunirnos con los Gilgonds que ya han llegado—exclamó Antelor. —Todo ha marchado en perfecto orden, tal como se planearon éstas campañas. Los barcos se hallan en excelentes condiciones y en éstos momentos están siendo revisados por segunda vez. Me atrevería a decir que en pocos momentos, antes del alba tal vez, estarán guardados nuevamente—agregó Antelor. —Los caballos que nos han acompañado han sabido sobrellevar muy bien las cargas que suponían a través de terrenos desiertos y escarpados. Los animales se hallaban muy bien preparados y por ello no se produjo ningún inconveniente en el viaje de ida ni en el de vuelta. Lo mismo puedo decir de los carros de combate, Su Alteza. Todos ellos se encuentran en perfecto estado—dijo Nemmes. —Perfecto. Bien, muy bien—pensó un dubitativo Jurg, a la vez que bebía su ya acostumbrado trago de vino y ojeaba una y otra vez las hojas que se desplegaban bajo su severo rostro. —Ya que todo ha salido como lo pensamos y no ha ocurrido ningún percance con los barcos y los carros y ninguno de los Hermehrs de la Akerlan ha salido herido, los invito a ambos a pasar al Salón de Idrith, donde los esperan los Gilgonds. Súmense a ellos y pongan en orden sus asuntos e ideas. Pronto me uniré a ustedes—dijo el Rey. Los Hermehrs se perdieron a través del largo recorrido de las galerías hacia los estratos internos del castillo, caminando todos los pasillos exuberantes y hermosos que llevaban al Salón de Idrith. Los Gilgonds llegaron a la par de los Iggards. Entre ellos, Estel, Gilgond de Heredald, Nemeril de Gledia y Algress de Dastorg. Los otros ya se hallaban adentro, aguardando impacientes la llegada de los faltantes y del Rey. Sobre la gran mesa ovalada, en cuyo centro se hallaba detallada la insignia de la Nueva Derehlar, se encontraban los informes de todos los Gilgonds

de los Storderths de la nación. Reunidos en ordenada formación alrededor de la mesa se hallaban sentados los restantes, algunos de los cuales hablaban en voz baja con los que a sus lados se encontraban, otros atendían a sus escritos y otros bebían diversas bebidas, mientras esperaban al Rey. Finalmente, Jurg abrió las puertas de la entrada y por ella se adentró a paso firme y lento, con su capa volando tras él como un halo de género que cortaba el aire, recorriendo los pasos que lo separaban de la gran mesa central sin decir palabra. Los Gilgonds se pusieron de pie y dieron sus saludos al Rey. Entonces Jurg exclamó: —Pueden sentarse ya. Luego depositó sus papeles sobre la tabla y se sentó en el sillón central del extremo de la punta del ovalo de madera, cristal y hierro. A su espalda se mostraba un embellecido ventanal de vidrios de varios colores, con motivos y adornos de figuras legendarias que iluminaban todo el Salón de Idrith. Lo rodeaba un marco de oro reluciente, entremezclado con relieves de plata que hacían de la ventana una obra de arte por la que entraba la gran cantidad de luz que embellecía el ambiente con tintes azules, violetas, rojos y celestes. La figura del Rey podía dejarse ver delante del luminoso fondo y recortarse coronada por un interminable baño de claridad que acariciaba los bordes de su cuerpo. Hubo un silencio que cortó las voces y los susurros que antes invadieron la sala. Nadie dijo nada. Aguardaban a que el Rey rompiera el hielo y el ahogante silencio que enmudecía las gargantas. Al fin, Jurg dijo: —Los he hecho llamar para hacerles saber que he recibido importantes noticias, desde que enviamos Nemmens a ciertas regiones, previos a las expediciones de la Akerlan, la Furlan y la Haslan—expresó, quien luego se detuvo por un momento y luego prosiguió. —Los informes que he recogido no son buenos, por lo tanto, y esto es quizás, pues no quiero confundirlos, la amenaza que aquejó a nuestros ancestros posiblemente esté de vuelta en nuestro pueblo—dijo Jurg, mientras que hubo confusión en el Salón de Idrith y susurros entre los presentes. La prematura noticia alertó a los Gilgonds, los que luego se prestaron a realizar cuestionamientos.


Las 10 preguntas,

por Carlos Moreno

1.¿Tienes alguna costumbre a la hora de escribir? ¿Alguna manía? Normalmente escribo en altas hora de la madrugada mientras bebo café y fumo algún que otro tabaco en pipa. También escucho mucha música. Soy músico y no puedo vivir sin escucharla o tocarla. 2.¿Cómo fue el proceso de publicación de El Rey de Eiselorn? Contacté con Raúl Gonzálvez, editor de la editorial GRUPO AJEC, quien amablemente me dijo que le interesaba la novela. Solo tuve que modificar algunos aspectos de la introducción. El proceso fue interesante porque en ese momento la editorial estaba por decidir si crear o no la Colección Excálibur Fantástica, que reuniría obras del género épico fantástico. Felizmente, Raúl aprobó el proyecto con los primeros cinco libros de la colección. EL REY DE EISELORN-Libro Primero: Elwendur resultó ser el segundo en salir publicado. Ahora, la colección se halla en pleno crecimiento, con autores y obras de destacado nivel literario. El Rey de Eiselorn fue publicado el 09/09/2009, un número interesante para mí. A partir de entonces, el libro comenzó a ser distribuido por toda España, con muy buenos índices de venta. 3.¿Algún consejo para los que quieran escribir su primera novela? Leer mucho. Realizar todos los borradores necesarios. Anotar nombres de personajes, lugares, fechas, mapas, tablas, etc. y las diferentes relaciones entre estos y guardarlos para posteriores usos (Para crear mapas, genealogías y demás, existen softwares especiales que ayudan mucho al escritor, personalmente no los utilizo). Aconsejo crear algún glosario en un apartado con calidad de apéndice o anexo, en donde el lector pueda recurrir a la hora de leer mucho nombre extraño. Luego, leer y releer la obra hasta el hartazgo. Corregir errores de ortografía, tipografía y estilo: justificar párrafos, organizar capítulos, prestar atención las reglas de los diálogos, tener en claro las diferentes líneas argumentales para no cometer errores de interpretación, etc. Posteriormente, un buen consejo es compartir el libro con familiares y amigos y aceptar cualquier opinión medianamente razonable. Una vez que el escritor crea y sienta que la obra ya está lista, debe registrarla en las correspondientes oficinas de derecho de autor. Por último, lo más difícil: comenzar a buscar editoriales y este es un punto que no puedo aconsejar porque cada editorial es un mundo aparte, con sus reglas e intereses. Obviamente, se debe enviar el manuscrito a casas editoriales que tengan que ver con la narrativa: fantasía, ciencia ficción, etc. Para esto, se debe hacer caso a los pedidos de ésta, por ejemplo, algunas piden manuscritos impresos mientras que a otras es posible enviar un fichero en Word o PDF, inclusive un CD por correo. Es importante que el escritor envíe los datos personales, sinopsis, biografías, páginas web, blogs, fotos, dibujos o lo que sea para que los editores puedan conocerlo, ya que reciben diariamente decenas de manuscritos, muchos de los cuales son rechazados por errores ortográficos, de estilo, por falta de datos, o directamente porque ven que la obra no es lo que buscan, y más. A partir de allí, se debe estar dispuesto a aceptar las sugerencias de algún posible editor interesado e intentar llegar a un acuerdo referente a lo literario y/o contractual. 4.¿Alguna anécdota o curiosidad que te sucediera mientras escribías tu libro? Creo que muchos aspectos de mi vida influyeron o fueron influidos por éste libro. Momentos malos y buenos muchas veces me acompañaron en mi rutina, a la vez que también lo hacían con los personajes de la obra. Era como si ambos aspectos se hallaban ligados: vida real e imaginaria uniéndose e induciéndose mutuamente. Durante el proceso de creación ocurrieron muertes, nacimientos, felicidad, tristeza, incertidumbre, miedo, alegría y amor en ambos mundos, por lo que puedo decir que este libro es un reflejo de mis sueños, sentimientos y pensamientos. 5.¿Qué libros o películas te han inspirado a la hora de escribir El Rey de Eiselorn? El Silmarillion, El Hobbit y El Señor de los Anillos principalmente. Literatura germánica como las Eddas o la Germania de Tácito, mitologías germánicas cuyas creencias se basaban en los antiguos dioses paganos: Wotan, Tiwaz, Donnar, las runas, el Hávamal, la historia de Sigfried y los Nibelungos, e historias de pueblos antiguos como los Teutones, los Queruscos, los Godos, los Alamanes, es decir, los Germanos. Mucha influenciaron en mí las historias y los legados de Hermman o Arminius, príncipe de los Queruscos, quien el 9 de Setiembre del año 9 de nuestra era (09/09/09) destruyó tres legiones romanas en la Batalla de Teutoburgo, poniendo fin a la tiranía de Roma. O Alarico, un gran guerrero perteneciente a la tribu de los


Godos, un pueblo sufrido y masacrado durante mucho tiempo por los romanos, y que luego logró vengar su sufrimiento destruyendo Roma en el año 410 d.c. Por supuesto, películas como El Señor de los Anillos, Beowulf, Braveheart, 13 Guerreros, y otras épicas también me han inspirado mucho. 6.¿Eres escritor de mapa o de brújula? Ambas opciones son viables para mí. Cuando escribí el libro ya tenía en mente lo que quería, pero desde ya, a medida que las palabras afloraban, surgían ideas que no quería desaprovechar. Por esto, las tramas argumentales fueron creadas en un principio con el solo objetivo de saber hasta donde quería llegar, pero esto no ha sido impedimento para salir de las líneas conceptuales y ampliar más los horizontes. 7.¿Cuáles son tus autores favoritos? John Ronald Reuel Tolkien, principalmente. Jorge Luis Borges, Tácito, Strabo, Sturlusson. De los nuevos autores, Patrick Rothfuss. 8.¿Qué procesos sigues al escribir una novela? Varios procesos paralelos. Por ejemplo, creo las tramas que compondrán los argumentos de un tema de manera abstracta y los registro en un archivo Word. Si existen varios temas relacionados, pues lo remarco. Luego, agrego nombres de personajes, lugares, etc. De acuerdo a ello, creo los nombres de los capítulos, las genealogías, las tablas de fechas, los mapas, los glosarios, los índices, la música, los poemas, los idiomas, y más. Muchas veces, estos mismos apéndices me llevan a ampliar las tramas, por lo que son procesos bidireccionales: por un lado, la creación desde la totalidad es distribuida luego en partes, del mismo modo que desde las partes es posible ampliar la misma o diferente totalidad argumental. Podría decir que muchos de estos procesos son predeterminados, pero debo agregar también que muchos de ellos son espontáneos y surgen a medida que los temas se desarrollan. Lo importante es llevar un registro de todo, en un archivo, en papel, donde sea, pero debe haber un soporte donde luego recurrir con el paso del tiempo. 9.¿Cuál es tu primer recuerdo relacionado con la literatura? Recuerdo haberme maravillado con la mitología griega a los 9 años. Todos los dioses y las diferentes historias que los envolvían poseían un halo mágico e imponente que me hacían pensar en ellos. La historia de Teseo y el Minotauro marcó en mí la pasión por la fantasía. Toda la amplia variedad de personajes en ésta mitología es admirable: hay fantasía, terror, amor, odio, traición, todos los componentes necesarios para hacer volar la imaginación. Y ha sido escrita hace miles de años. Creo que no deberíamos olvidar todas estas mitologías, inclusive las célticas, tan ricas y fantásticas, tan arraigadas a los pueblos y a las tierras y tan subestimadas por las religiones de oriente. 10.¿Qué es para ti escribir? Ingresar a otro mundo y escapar de ésta realidad superficial, egoísta y consumista. Escribo por la mano de "algo" o "alguien" que me dicta, desde alguna región cerebral conectada con el pasado, las historias que relato, como si los personajes quisieran volver a la vida para contar al mundo lo que ha sido y lo que será. En esta tierra tecnologizada, globalizada y contaminada por países y gobiernos cada vez más corruptos, prefiero huir a otra realidad donde los valores no se han perdido, donde las palabras amistad, amor, compañerismo, solidaridad, honor, lealtad, legados, ejemplos aún conservan su verdadero significado. Creo que los escritores, ilustradores, músicos, poetas, escultores, en fin, los artistas, son los últimos defensores de un mundo ideal y maravilloso que sobrevive con una espada en la mano y un sueño en sus corazones. Sigamos así, mis amigos de las letras, nunca nos dejemos morir por el martillo de la mediocridad. Somos pocos quizás, pero verdaderos. Un cordial saludo desde mi corazón a ti, Carlos. Y a todo el equipo de Escritores Independientes, un sincero y eterno agradecimiento. Vuestras labor posee una nobleza impecable, nobleza casi olvidada hoy en día. Recordad que la mas grata recompensa para los soñadores es, precisamente, poder soñar. Muchos no pueden hacerlo, nosotros sí. Os animo a escribir e imaginar: la literatura no pertenece a nadie más que al soñador. Gracias Daniel. Gracias a todos. Gracias a los lectores. Os abrazo en mi corazón.


¿Qué es lo que diferencia lo juvenil de lo adulto? Las grandes editoriales, apoyadas por el sector audiovisual, se consolidaron, crecieron, crearon libros juveniles cada vez más interesantes y se lucraron gracias a un mercado en auge. Esa es la gran pregunta que se hacen muchos escritores y seguidores del género fantástico. ¿Por qué de unos años a esta parte, el fantástico juvenil proporciona importantes beneficios y se diferencia tanto de la literatura de adultos? Las causas son variables y complejas, aunque la más importante es la capacidad que ha tenido la novela juvenil a la hora de llegar a la gran pantalla, y un claro ejemplo es el personaje de Harry Potter. La saga de J.K. Rowling, para mí la última gran saga juvenil con un trasfondo aventurero que ha sido llevada al cine, destapó una nueva moda a la que supieron adaptarse muchas editoriales de fantástico juvenil: vender derechos a las productoras cinematográficas. Desde entonces hemos visto «Las crónicas de Narnia», «Un puente hacia Terabithia», «Las Crónicas de Spiderwick» o «Corazón de tinta». Harry Potter provocó un cisma cinematográfico que produjo grandes beneficios y dio alas al sector del libro. Las grandes editoriales, apoyadas por el sector audiovisual, se consolidaron, crecieron, crearon libros juveniles cada vez más interesantes y se lucraron gracias a un mercado en auge. El género adulto tuvo su reflejo en «El señor de los anillos» de Peter Jackson, pero las editoriales no encontraron la forma de subirse al tren. En España, más allá de novelas como «El nombre del viento», «Juego de tronos» o la saga de Tramorea de Javier Negrete, las editoriales de género fantástico no encontraron su particular canto del cisne cinematográfico. Dejando a un lado franquicias, dirigidas a un público rolero por excelencia, o pequeños nichos literarios como los formados por los seguidores de «La rueda del tiempo» o «La espada de la verdad», el género fantástico no acaba de despegar. Hace poco, un buen amigo escritor, Sergio Mars, comentaba en una presentación que la diferencia entre novela juvenil y adulta era el trasfondo y el enfoque de la historia y, sobre todo, el mensaje que

transmitía la trama a la hora de ser asimilado por el lector. En términos generales, esas deberían ser las diferencias, sin embargo, cuando prestamos un poco más de atención a los nuevos géneros juveniles que abarrotan las mesas de novedades, nos damos cuenta de que, en la mayoría de los casos, las diferencias son más básicas y la mayoría de ellas van dirigidas al principal motor del libro: la trama. La nueva novela juvenil romántica o «paranormal romántica», defínanla como quieran, adolece de un hilo argumental que dé consistencia a la historia contada. El cuarenta por cien de la novela la conforman los personajes, el sesenta por cien los sentimientos hábilmente dosificados a lo largo del libro y sólo el diez por cien queda destinado a la trama. Por supuesto, eso supone un abismo en términos literarios cuando dirigimos la mirada hacia el género fantástico adulto en donde el culebrón también tiene su parcela de importancia, pero los personajes y la trama sí que son eslabones ineludibles de la historia. El consumidor actual de literatura juvenil rehúsa los clásicos con los que nos criamos hace treinta años: véase Julio Verne, Emilio Salgari, J.R.R Tolkien o Isaac Asimov, e incluso le da la espalda a la literatura juvenil fantástica más reciente encarnada por Margareth Weiss y Tracy Hickman, Michael Ende o Tad Williams. ¿Signo de inmadurez? ¿Involución en las inquietudes que mueven a nuestros chavales? Lo cierto es que el número de consumidores de literatura juvenil ha ido creciendo a lo largo de los últimos años, lo cual tendría que repercutir en el crecimiento del bagaje cultural de nuestros hijos, pero lo cierto es que los textos que encaraman a los bestsellers juveniles a los primeros puestos de ventas se aproximan más a la novela romántica convencional, que al juvenil que consumíamos hace diez años. A partir de ahí, saquen ustedes mismos sus propias conclusiones.


El blog fue creado para dar a conocer la novela de Montse Fuster, “El regreso de Los Siete”, la cual está a punto de terminar. El motivo que ha impulsado a la autora a dar a conocer su obra gratuitamente es, principalmente, obtener opiniones de lectores con intención de mejorar en lo posible el manuscrito y saber de primera mano las reacciones que provoca, esto es, si gusta o no. Es muy consciente de que, para ello, no valen las opiniones de allegados y conocidos, qué mejor que un blog como barómetro, ¿verdad? El blog de “El regreso de Los Siete” es la puerta de entrada a una novela de fantasía en la cual los siete protagonistas son reunidos por un misterioso ente cada vez que el mundo de Álderan se ve amenazado por una de sus facciones malignas. Cada uno de los personajes tiene su propia visión del mundo, de la vida y de cada uno de sus compañeros; sin embargo se complementan, formando un grupo lleno de camaradería y aprecio. Sin embargo uno de ellos, Enitt, ha perdido la memoria cuando es requerido por el misterioso ente: no será fácil para él entender los motivos por los cuales no recuerda, ni recuperará la memoria al instante cuando se estime oportuno. Poco a poco irá descubriendo quién es él y quiénes son sus compañeros, a la vez que se enfrenta a una situación jamás vista por el mundo: la desaparición de los Dioses Blancos y la apertura de la Puerta de los Planos en Álderan.

Biografía de la autora: Nacida en Barcelona en abril de 1964, Montse se crió en el barrio de Sant Andreu. Cursó sus estudios en el colegio de monjas Sagrada Família, desde los 4 años hasta los 16 años de edad, momento en el que se vio atraída irremisiblemente hacia lo que es su actual profesión: la peluquería. Casada y madre trabajadora de dos hijos, siempre encontró tiempo para la lectura; fue, sin embargo, después de cumplir los 35 cuando su primo la introdujo en la novela fantástica con la trilogía “El Señor de los Anillos” y después con la saga del Elfo Oscuro de R.A. Salvatore. A partir de ese momento se vio atraída por el género hasta llegar a atreverse a escribir su propia novela, proyecto en el cual lleva trabajando 5 años en los escasos ratos libres de los que dispone. Libro favorito: La saga de Geralt de Rivia, de Andrzej Sapkowski Dirección del blog: http://lossiete-sashka.blogspot.com/


Extracto de El regreso de Los Siete

Cinco personajes alrededor de una mesa frente a espumosas pintas de cerveza, a cuál más extraño, cesaron sus parlamentos y fijaron su atención en el recién llegado. — Al caballero Liander parece ser que ya le conoces— dijo Ross—. Mejor que sea él quien haga las presentaciones. Toma asiento, por favor. — Bien, ¿por quién empezamos…? Hum… Las damas primero. Ella es Artea, hechicera del más alto rango, pero nosotros la llamamos Winter. Su especialidad es la magia de hielo. La mujer de ojos verde esmeralda le miraba con curiosidad. Él la miró con admiración: no le cupo duda de que era la mujer más bella que jamás había visto, y que ella sacaba ventaja de este don con indumentarias que insinuaban su excitante cuerpo, usando como un arma más la libido que despertaba en los hombres. Supo instintivamente que esa belleza escondía una mente fría y sin escrúpulos, una inteligencia afilada y letal a todas luces. Reprimió unas ganas tremendas de enredar los dedos en sus largos cabellos negros y besarla en la boca, de abalanzarse sobre ella y… — ¡Deja de jugar, Winter!— la reprimió un hombretón. Aunque su semblante trataba de parecer serio, sus ojos decían todo lo contrario. — Discúlpala, es un poco zorra. La hechicera le lanzó una mirada venenosa. — Sólo era una broma— dijo esta. — Él es Briego… Ya le irás conociendo— continuó Liander. La gran estatura, la robusta complexión y la melena rojo fuego de Briego hacían de él el personaje más espectacular del grupo. Estaba cómodamente repantigado en la silla, con una pinta en la manaza, entre Liander y un elfo; vestía una túnica parda corta adornada con pieles grises y, sobre ésta, una cota de mallas sin mangas

elaborada por enanos, a la vista de las runas y símbolos grabados. Sus botas altas tocadas con piel en lo más alto de la caña, eran de clara manufactura bárbara. Su gran espadón, que descansaba colgando de su cadera hasta apoyar en el suelo, también parecía forjada por enanos, al igual que sus muñequeras, y la mezcla de ambas culturas en la persona del gigante extrañaron un tanto al anciano. — ¿Un bárbaro? — Preguntó Enitt, todavía turbado por el impulso erótico que la hechicera le imbuyera telepáticamente. — Sólo a medias — respondió Briego—. Por parte de padre. Mi madre es una enana de magna estirpe. El anciano le miró perplejo. — Sé lo que estás pensando… — dijo el elfo sentado a la diestra del hombretón con una media sonrisa maligna—. Si no la reventó el padre al concebirlo, debió reventarla el hijo cuando lo paría… —Enitt se mordió el labio para contener la burbujeante carcajada que subía por su garganta, y no era el único. El elfo continuó, satisfecho de la expresión de enojo del bárbaro —. A mí lo que más me sorprende es la historia de amor en sí misma. —El elfo es Sivar— se apresuró a intervenir el caballero para evitar una temible respuesta de Briego a las provocaciones del otro—. Alquimista, arquero y con algún que otro conocimiento de magia. El esbelto elfo agachó levemente la rubia cabeza a modo de saludo. Vestía una casaca verde oscura sobre polainas grises con un ancho cinturón de piel flexible, a la manera de los elfos; botas altas y unos guantes de piel que le llegaban hasta los codos. — Y el último de los Siete, Proctor —prosiguió—. Su verdadero nombre es impronunciable, al menos para mí, así que lo abreviamos. Él es el miembro más carismático del grupo, porque él es… — ¿Por qué ahorrarle la sorpresa?— le interrumpió Briego al punto con una expresión divertida, acompañando la frase con un alegre manotazo en el hombro de Liander. El caballero dudó un momento, mirando directamente a los ojos azules de Enitt. — Está bien, dejaremos que lo descubras por ti mismo. ————————


Buenos personajes, una historia fascinante y un hilo conductor suelen ser los elementos imprescindibles para escribir una novela. Sin embargo, la fantasía épica va más allá de la literatura que hemos conocido y de los distintos géneros que han acogido las estanterías de nuestras bibliotecas desde la noche de los tiempos. Fritz Leiber fue el primero en darle nombre al género y, a su vez, puede considerarse uno de sus creadores. El género como tal, apareció en los Estados Unidos en 1930, desarrollándose desde entonces hasta formar parte esencial del género fantástico en general. Aunque pensemos que muchas historias son consideradas erróneamente como fantasía épica, veremos en este taller que tiene sus propias características que las diferencian, dentro del género de fantasía. Efectivamente, en la fantasía épica se encuentra una peculiar mezcla de situaciones imaginarias, imprecisas, actos de caballería, sagas escandinavas, narraciones celtas, eventos y términos especiales, llenos de curiosidades, de culto y de historia y, aunque el género apareció hace relativamente poco, da una imagen clara y absoluta que refleja aquella historia, la de nuestros antepasados, celtas, griegos o árabes, y de cómo vivieron. La fantasía épica es un estado de pura libertad, donde la mente se permite aventurarse por las líneas y epopeyas llenas de moralejas distintas, donde la mente reconoce la valentía de los hombres y la ficción tiene un reino que se parece a la realidad, con personajes de nuestra

sociedad, jóvenes quizás, adolescentes, en busca de una luz que les ayude a entender el verdadero sentido de su ser. Buscándose en los rostros cobardes de los demás, el protagonista logra enfrentarse a una realidad absoluta. El mundo paralelo sí que existe, la tercera dimensión ya no es una invención inmoral. Esa analogía de seres, esa afinidad de los humanos, que buscan fuera lo que llevan dentro, ha dado luz verde a la fantasía épica, y poder ir más allá y lograr un éxito imprevisto con producciones literarias y cinematográficas de gran fama. Caracterizada por la presencia de seres fantásticos, mitológicos, o con poderes extraordinarios, la fantasía épica desempeña un papel importante y muestra incontestablemente a través sus protagonistas, la búsqueda de la justicia y de una vida normal. Refleja también, sin embargo, las capacidades del ser humano para alcanzar sus sueños, poder ser útil y cambiar los hechos cuando, y sólo cuando, se dé cuenta de que es capaz de vencer el mal y que, aunque pasemos página, se tratará siempre del mismo libro, el libro de la vida, nuestra vida. Este subgénero de la literatura fantástica, suele relatar las aventuras de un héroe que llevaba una vida normal hasta que, de repente, un día todo cambió y se vio obligado a actuar para salvar un reino olvidado, para salvarse a sí mismo de un sentimiento abrasador o para salvar su dignidad en un mundo que ya no la tiene. Como característica esencial, las narraciones de la fantasía épica tienen lugar en el pasado remoto, en la época medieval muchas veces, o


en tiempos indefinidos y lejanos, donde el hombre vivía como guerrero sin modales y tenía como compañero su espadín y su coraje. ¿Cuáles son los pasos cronológicos de una historia fantástica? Escribir una obra de literatura de fantasía épica exige pasar por ciclos precisos para acertar con el relato, como hemos leído durante años en las aventuras de Stephen King, de J.R.R. Tolkien y su trilogía El Señor de los Anillos, y muchas otras aventuras que reflejan el mismo pasaje de la pluma por las calles de la obra que a través de sus moralejas y de su mensaje disimulado, nos habla y nos encanta. Para escribir una obra de fantasía épica debe uno tener en cuenta los siguientes rasgos característicos: 1. La vida ordinaria que llevaba el protagonista 2. El desafío y la llamada del compromiso 3. El rechazo al miedo 4. El encuentro con el mentor y su ayuda sobrenatural 5. La aceptación de la misión y el viaje por tierras extrañas 6. Pruebas de valentía, de amor y de fe 7. Enemigos, bestias que aspiran a impedirle actuar 8. Aliados que colaboran en su misión 9. Acercamiento al éxito y una prueba traumática 10. Sobreponerse al miedo y la recompensa 11. Triunfo del protagonista y la vuelta al mundo ordinario No todos los pasos son necesarios para la creación de una historia de fantasía épica. Sin embargo, estas directrices fueron seguidas por

Vladimir Propp en su método para la creación de una historia fantástica. Así, se entiende bien que algunas obras son épicas pero no forman parte del género de la fantasía épica, como por ejemplo La Odisea, los relatos mitológicos y algunas obras contemporáneas como ciertos relatos de Julio Cortázar o Jorge Luis Borges, obras todas del género fantástico pero no del subgénero épico. Gracias principalmente a las grandes superproducciones y adaptaciones cinematográficas de J. R. R. Tolkien, ElSeñor de los Anillos o de J. K. Rowling, Harry Potter, este género ha recibido la atención de todas partes del mundo en los últimos años y seguirá produciendo este efecto siempre que sigan apareciendo nuevas obras de interés y autores con estilos diferentes, originales y de actualidad. Algunas obras nuevas son un verdadero éxito para la fantasía épica como Canción de Hielo y Fuego, de G. R. R. Martin, o la Leyenda de las Templarias, de Olga Lucía Montoya Laverde, autora que defiende la fantasía épica, y presenta sus novelas en este género como un fruto bendito, una contemplación eterna. Sus textos que son fragmentos de placer, de fe y de creencia divina, otorgan a su última obra La leyenda de las Templarias, un éxito incontestablemente grande, y que no va a ser el único. Artículo de Nadir Kateb http://nadir-kateb.over-blog.com/


Escrita por Daniel Ojeda Corre. Observa. Grita. Sobrevive. Busca una salida. No mires atrás… “El corredor del laberinto”, de James Dashner, es una novela publicada por Nocturna Ediciones y que se une al género distópico juvenil, una temática que está atrapando cada vez a más lectores y muy innovadora. De un gran grosor más que apetitoso, cuenta con una cubierta sencilla pero que refleja a la perfección lo que es la historia, intensificando las sombras y luces en la imagen que también existen en la historia. La obra de James está dividida en capítulos cortos, teniendo mucho que ver el ritmo de la historia, hay que decir que consta de 524 páginas. Cabe destacar la traducción de Noemí Risco Mateo, a la cual nombro por su trabajo traduciendo palabras creadas por el autor y no realmente fáciles. James Dashner es un autor nacido en Georgia en 1972 y licenciado por la Brigham Young University, en 2003 publicó su primer libro al que le continúan varios más, hasta llegar a la primera entrega de esta trilogía, de la cual los derechos están vendidos a la 20th Century Fox. Pasa el dedo por el relieve del título, agárralo bien entre tus manos y disfrútalo. "Thomas" es el único nombre que recuerda cuando abre los ojos y se encuentra en una caja metálica. Numerosos pares de ojos le observan cuando comienza a sentir el suelo bajo su espalda, ha llegado a un lugar desconocido donde no conoce a nadie y no parece recordar absolutamente nada. “Bienvenido al claro” esas palabras que salen de uno de los chicos que le miran, le suenan extrañas y desde ese momento sabe que todo va a cambiar para él. Un lugar cerrado por muros de piedra los cuales se abren solo por la mañana y vuelven a cerrarse a la noche, sólo chicos conviven con él sin existir la presencia de chicas, una vez a la semana llegan víveres y un día al mes llega un nuevo chico, un novato y ahora el verducho es Thomas. Al otro lado de los muros que mantienen cerrado el claro, se encuentra un laberinto, donde no debe encontrarse nadie por la noche cuando las puertas comienzan a cerrarse, ya que si esto sucede, Ese clariano está perdido o más bien muerto. La vida para Thomas en aquel extraño lugar es totalmente confusa, su mente se encuentra repleta de huecos vacíos, no recuerda como se llama su madre, si tiene hermanos, ni siquiera como era su vida antes de llegar allí. Mediqueros, excavadores, enterradores, corredores, etc, cada uno de los chicos que le recibieron al abrir los ojos y ver el sol, tiene una tarea en la que estar ocupado durante todo el día, como un buen novato tendrá que encontrar su profesión y dedicarse a ella ¿Eso es todo lo que le depara a Thomas? Parece que no. Vértigo, claustrofobia, miedo, inseguridad y dudas… Son muchos los sentimientos que acompañan a Thomas en la aventura de conocer lo que le protege del laberinto, lo que hay más allá de esas cuatro paredes. Pero también convivirá con sus propios pensamientos, aunque poco a poco comenzará a resignarse a que esa es su nueva vida y no hay nada más allá. Pero el ritmo monótono que parece tener su incorporación es interrumpido por una estruendosa alarma, ha llegado alguien más, pero para sorpresa de todos, es una chica que permanece inmóvil en la misma caja en la que cada uno de ellos llegó. ¿Estás dispuesto a correr por el laberinto y a descubrir lo que hay más allá de él? Esto sólo es el comienzo... Cuando estás acostumbrado a leer muchos libros, son bastantes los que simplemente te entretienen, otros no llegan a gustarte y son pocos los que llegan a hacerse un hueco en tu cabeza para siempre, colocándose entre tus favoritos. En mi caso “El corredor del laberinto” ha pasado a ser una historia importante para mí, se ha colocado entre mis preferidos y destaca con diferencia entre mis últimas lecturas. Contar más del argumento de esta historia sería una gran jugarreta para sus futuros lectores, porque cada página de la novela gustará y


sorprenderá en la misma medida. En el primer momento el autor nos induce a un ambiente totalmente seductor en la literatura que es preguntarnos: ¿Cómo? ¿Qué? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Dónde? Ya en la primera escena nos encontramos con un adolescente que no sabe a qué lugar ha llegado en una caja metálica (ascensor), parece que se le ha borrado completamente la memoria y es como si hubiese vuelto a nacer, todas estas sensaciones las ha sabido transmitir James al lector. Al leer “El corredor del laberinto” he sentido claustrofobia, ira, emoción, sorpresa, novedad, pero sobre todo que estaba leyendo un libro bien escrito. He de dejar claro que el único punto negativo que se le podría sacar a la obra de James Dashner, es su lento comienzo que en cierta parte la historia de Thomas lo requiere, ya que se narran los primeros días de el protagonista en el claro, amoldándose a su nueva vida, conociendo a los clarianos y descubriendo los primeros puntos que plantea la trama. Siendo sinceros el libro me llevaba como el caudal de un río a un buen ritmo, pero fue el final lo que me hizo decidir que si le tuviese que dar una puntuación, sería lo máximo y es que se lo ha ganado a pulso. Siempre hay algún punto que al lector nos gustaría que el autor hubiese potenciado más, en este caso y desde mi opinión, sería la relación entre Thomas y la única protagonista femenina, alguna pincelada más sobre su pasado y el de algunos de sus compañeros… Pero al fin y al cabo esto son solo ganas de saber todos los misterios que ha dejado abiertos el señor Dashner. Un final que solo podría definir con la palabra increíble, el autor cierra la primera novela de una manera sorprendente dando en las narices al lector esas esperanzas que tendrá de que se resuelvan todas las incógnitas, porque al leer la última página la rabia, la desesperación y las ansias de leer el segundo libro me han visitado inmediatamente. Sin duda James Dashner ha conseguido descolocarme positivamente con “El corredor del laberinto”. El ritmo de la novela es más que incansable, a pesar de su lentitud al comienzo o de la espera en algunos momentos para que suceda algo que todo lector deseará, me ha inducido a seguir leyendo cada vez más rápido y me ha mantenido en una incertidumbre constante, acelerando el ritmo, por supuesto, en las escenas claves y más importantes del argumento. Actualmente el género distópico ha acaparado una gran parte del mercado juvenil, acompañando a otras modas, pero dejando claro que son historias que tienen un gran número de seguidores. “El corredor del laberinto” es una distopía futurista, pero destaca en el género juvenil y poco a poco llegará a las casas de más lectores, que no podrán dejar sus páginas una vez que se rindan al laberinto de emociones, misterios y aventuras que el autor les ha preparado. Quiero dejar claro que esta historia pasará a ser de las favoritas de muchos lectores del género o incluso de cualquier otro, pero que también tendrá aquel público al que simplemente le guste, tengo claro que conmigo ha conseguido más que eso. La pluma de James Dashner, no cabe duda, de que es la culpable de que “El corredor del laberinto”, sea una obra IM-PRE-SIO-NAN-TE. James Dashner tiene suficiente garra para atrapar a lectores de todo el mundo, agilidad a pesar de que haya en momentos en los que reduce considerablemente el ritmo, el poder de transmitir las sensaciones que probablemente él sintió al escribir, al igual que los personajes y sencillamente el don de narrar cada una de las escenas. Un autor que detalla, cuenta y sorprende en cada una de sus letras, ha creado una obra en la cual es visible el trabajo y lo bien hilado que está el argumento. Dashner ha conseguido que me fijase en las pequeñas cosas, que evaluase cada una de las escenas en busca de alguna revelación y que saborease los diálogos, características que solo logran las obras que tienen un buen sitio en mi estantería. He de decir que me han encandilado los personajes creados, cada uno de ellos me ha ganado por sus actitudes, su fuerza, pero sobre todo por el trasfondo que tienen. Minho es uno de los perfiles que más me ha llamado la atención, me sorprendió cuando entró en escena y desde ese momento demostró ser un buen corredor del laberinto, no cabe duda de que Chuk añade la ternura al argumento, pudiendo ser el hermano pequeño de cada uno de nosotros. En muchas novelas juveniles, el personaje masculino brilla por su físico y su forma de hablar, Thomas es un buen protagonista y aunque su físico no sea seductor, consta de inteligencia, valentía y de humanidad. A primeras se puede pensar que el personaje de la chica que llega al claro, desencadenará una historia amorosa con Thomas, pero aunque hay conexión, el autor no ha explotado esa parte que parece que averiguaremos en la segunda entrega. El que en el argumento haya infinidad de personajes, al haber más de 50 personas en el claro, crea misterio e interés en doble dosis a la hora de leer y conocer a cada uno de los clarianos, tanto principales como secundarios.


James Dashner ha conseguido crear de un argumento que podría ser aterrador, una historia maravillosa, que no dejará descansar al lector ni tras finalizar el libro, introduciendo el laberinto en su cabeza como el mayor de sus problemas. He sufrido, me ha dado rabia, he sonreído y he sentido la ira y cada uno de los sentimientos al lado de los habitantes del claro, he sido un clariano a punto de salir al laberinto para buscar una salida. “El corredor del laberinto” no es un libro fácil, tiene escenas duras aunque alternándolas con momentos más suaves, no deja de ser un argumento en muchos momentos complicado que hará las delicias de los amantes de las historias que dejan sedientos de más y que está repleta de adrenalina, justamente como yo. Los derechos de la obra han sido vendidos para llevarla a la gran pantalla, por supuesto que si se cumple estaré allí para verla, ya que el argumento da perfectamente para hacer una muy buena adaptación. La originalidad del autor está patente en bastantes ocasiones, creando hasta palabras en otro idioma caracterizado para el “Claro”. Hago un llamamiento a cualquier lector del mundo y de cualquier género, no te arrepentirás de leer “El corredor del laberinto”, James ha escrito una novela que te inducirá en el mundo del laberinto, un universo donde nada es lo que parece y que te transmitirá cualquier cosa menos indiferencia. Con un final más que intrigante que me ha hecho apretar los puños y con un epílogo que me ha dejado sin palabras, que he tenido que releer tres veces, solo puedo decir que me muero por leer la segunda parte y comprobar que me fascinará tanto como lo ha hecho esta primera novela. Quería gritar, llorar, vomitar. El coro de voces se había quedado en silencio, pero alguien habló cuando tiraron de él para sacarlo por el borde afilado de la oscura caja. Y Thomas supo que nunca olvidaría aquellas palabras: - Encantado de conocerte, pingajo- dijo el chico-. Bienvenido al Claro. Memoriza, memoriza, memoriza…

Reseña publicada originalmente en


Storybook Storybook es una herramienta verdaderamente útil, sobre todo al principio del proceso de creación de una novela; una aplicación en la que se pueden organizar ideas de forma rápida y sencilla (aunque al principio no lo parezca). En ella se pueden distinguir dos apartados principales: un menú a la derecha donde tendréis a mano información acerca de personajes y lugares de la novela, y la parte principal de la aplicación donde se verá el cuerpo de la novela. A su vez, éste puede visualizarse de tres maneras distintas: bien por escenas separadas en líneas argumentales y por orden cronológico, bien por capítulos o bien en forma de libro completo. No me enrollo más en cómo es la aplicación, lo mejor es que vosotros mismos lo veáis en la siguiente dirección de internet: http://storybook.intertec.ch/joomla/ Puede que lo mejor de este programa es que se puede descargar de manera gratuita y bajo el amparo de la legalidad en esta dirección: http://storybook.intertec.ch/joomla/index.php/download-top Quizá no sea la herramienta más completa, ni la más moderna, pero es muy sencilla de utilizar. Y en la misma web de descarga encontraréis tutoriales muy completos. La única pega es que tendréis que leerlos en inglés.

Participa y llévate uno de estos 3 libros !! Qué tienes que hacer: Pues algo muy sencillo. Sólo tienes que escribir un microrrelato de fantasía épica de no más de 300 palabras y enviárnoslo a la revista a la siguiente dirección de email: concursos@escritoresindependientes.org Un jurado compuesto por algunos de nuestros colaboradores lo leerá y lo puntuará y, si tu microrrelato queda entre los tres primeros, te llevarás uno de estos libros y, además, ¡saldrá publicado en el próximo número de la revista!


Autor: Iván de los Ángeles Company Bio: Iván es un escritor joven de tan sólo 21 años que dice, textualmente, que sus sueños son grandes, su ambición también y su voluntad de aprendizaje, más. Empezó a escribir con 14 años, iniciando la gestación de la novela que le llevaría dos años escribir y que hoy podéis encontrar en Bubok, extendida y mejorada, llamada "Mystic Crystal: La Leyenda". Sin embargo, quienes quieran encontrar un estilo fiel a lo que es Iván hoy, sin duda deberían dirigirse a su proyecto actual "Ecos de Odio". Libro favorito: Casino Royale, de Ian Flemming Página web: http://ecosdeodio.livejournal.com/

El Guardián de la Tierra Prometida. Vestigio de eras pasadas, ente físico atemporal, arcaico instrumento de defensa, custodio de un paraíso inalcanzable a los mortales. La Tierra Prometida ha sido el sueño de naciones enteras, la última utopía de la humanidad, y muchos han sido los que han fracasado en su conquista. La historia ha sido testigo de incontables asaltos, ejércitos enteros masacrados por la mole de carne y acero protectora del mayor secreto de la existencia. Se la considera la manifestación más bella de la felicidad, el descanso eterno en vida, una vida inmortal junto a los Dioses entre un súmum de satisfacciones materiales y espirituales. La culminación de todo, el principio de una nada perfecta y eterna. L os oríge n e s de la má s fu e rte manifestación de ambición humana se pierden en los albores del tiempo, y ya nadie recuerda cuál fue el primer valiente que se enfrentó al Gigante. Los mitos y leyendas, conservados a lo largo del fluir de la existencia, nos hablan de tiempos pasados de gloria y fruición, en los que la entrada a la Tierra Prometida era libre para el pueblo. El portal, otrora lleno de paz y armonía, es ahora lecho de muerte para todos aquellos valientes que se atrevan a acercarse. ¿La causa? Muchas versiones han surgido acerca de este suceso. Algunas, afirman que la humanidad

mancilló el regalo divino del paraíso, abusando de sus tentaciones, rechazando el mundo real, centrándose sólo en obtener el placer sin dar nada a cambio, y el Guardián fue un castigo a su soberbia enviado por los Dioses. Otras, simplemente hablan de un Gigante malicioso, un ser nauseabundo no muerto venido de las profundidades del infierno con el único objetivo de causar dolor. Sea como sea, mi ejército marcha raudo y valiente a su encuentro. Más de doscientos hombres armados hasta los dientes haremos frente a esa monstruosa aberración, y acabaremos con ella de una vez por todas. Nuestra voluntad es fuerte, nuestra moral, alta. El Guardián ya no es lo que era. A lo largo de los tiempos, muchas historias se han contado acerca de su tenacidad y sed de sangre, pero por alguna razón cada vez hay más supervivientes a sus ataques, cada vez más hombres son capaces de huir tras la derrota, y sus crónicas son menos aterradoras. Cuentan que, tras cada batalla, el Gigante devora uno a uno los cadáveres que siembra en su espiral de destrucción, y con ello regenera todo daño sufrido por su carne corrupta. Y es que de todas formas, como ser de piel y hueso que sigue siendo, parece que el Guardián también se puede desgastar con el tiempo.


Esta es mi oportunidad, y no voy a permitir que nadie se me adelante. Me llamo Faedorn, príncipe de las tierras baldías de Caraguan; voy a ser el verdugo del Guardián de la Tierra Prometida, y el primero en entrar en ella. Tras cuatro días de viaje a través de pantanos, ensenadas, bosques y montañas, llegamos por fin a las cercanías del mismísimo Portal del Paraíso. La luz de la mañana se reflejaba a lo lejos en la prístina edificación sagrada, elevada sobre el manto verde de los árboles del Bosque de la Eternidad. Dos enormes columnas redondas de piedra lisa, perfecta, inalterable, eterna. Entre ellas, a menor altura, un majestuoso arco de gran envergadura daba la bienvenida a los visitantes del sagrado lugar, el cual albergaba el Gran Portal en su interior precedido por unas escaleras de mármol. De proporciones descomunales, aquella edificación parecía haber sido ideada especialmente para el uso de los Dioses. Maravillados por la visión que se presentaba ante nuestros ojos desde lo alto de aquella colina, mis hombres y yo nos olvidamos por un momento de la enorme confrontación que pronto tendría lugar. Muchos de ellos iban a morir, y lo sabían. Pero la posibilidad de la entrada al paraíso bien merecía tentar a la suerte: sería muerte o gloria. Empuñando la prudencia y la astucia como nuestras armas, decidimos dormir allí mismo durante todo el día hasta la caída del sol, descansar y esperar a atacar bajo el manto de la noche de otoño. Y llegó la oscuridad. Más de doscientas almas silenciosas nos apresuramos en bajar la colina adentrándonos entre el mar de árboles siendo nuestros pasos silenciados por el ulular de los búhos. Poco tardamos en llegar al claro del bosque y encontrarnos cara a cara con el Gigante. Ni la más grotesca de las leyendas escuchadas acerca de aquel monstruo me hubiera podido preparar para la visión que se presentó ante mis ojos. Por primera vez tuve miedo, me sentí pequeño, débil, inofensivo. El Guardián de la Tierra Prometida era una enorme montaña sin rostro: carne y acero hechas un solo cuerpo brutal, temible, de deformidad insoportable. No había una sola parte de su organismo que no estuviera fuertemente protegida por una siniestra armadura de acero negro de apariencia impenetrable. Parecía medir sólo unos cinco metros de altura, pero algo en mi

interior me advertía de que esa apariencia era como una simple sombra inocente de lo que en realidad era. La mera visión de sus armas de guerra, dos descomunales hachas de mano cuyo filo era tan largo como cualquiera de mis hombres, me hizo estremecer. Titubeé. Si aquel engendro hubiera tenido algo parecido a ojos en su rostro cubierto por metal, podría decir que se nos quedó mirando fijamente, a la espera de acometer contra aquellos que pretendíamos subir las escaleras, impedirnos pasar entre aquellas dos majestuosas columnas de camino al Gran Portal. Los soldados de infantería empuñaban sus espadas y mazos. Los tiradores, situados en fila más atrás, tensaban sus arcos. Tras segundos de desesperante silencio, di la orden de ataque. Nunca olvidaré aquello que se desató de repente ante mis ojos. Nunca. Tan pronto como mis hombres más valientes corrieron a atacar los primeros al Gigante, éste movió su enorme hacha rápidamente, como si de un pequeño cuchillo se tratara. Cinco hombres fueron partidos por la mitad al instante, cayeron sus divididos cuerpos sin vida al suelo antes de que pudieran siquiera advertir las garras de la muerte. Aprovechando el ligero desequilibrio que en el Guardián provocó esta acción, el resto de mi ejército se precipitó en marabunta, enloquecidos, dispuestos a destruir el negro metal y cercenar hasta el último milímetro de carne de aquella aberración. Nunca imaginé que yo, el mismísimo Faedorn, acabaría así... pero entre mi arco y mi espada, elegí el primero para luchar contra la gran bestia. Me sentí cobarde, despreciable, pero el miedo me superaba. Mis flechas, sin embargo, poco podían hacer contra la coraza metálica del Guardián, sólo dañada por los fuertes mandobles que mis más avispados guerreros acertaban a propinarle. Mis hombres caían uno tras otro, sus miembros cercenados volaban por el aire rodeados por una llovizna de sangre alimentada segundo a segundo por la furia incontrolable del Gigante. Mi ejército era sin duda fuerte y valeroso, pues aún a pesar de su rápido exterminio fue capaz de ir destrozando la armadura del Guardián a un ritmo increíble, de llegar a penetrar su carne podrida sin causar, aún así, grito de dolor alguno por parte del monstruo. Poco a poco la cantidad de trozos de carne fresca sobre el charco rojo que era el campo de batalla


fue superando a la de soldados de infantería con vida, pero la bestia iba mostrando signos de debilidad, y ordené a mis arqueros que se añadieran al combate cuerpo a cuerpo. ¿Qué hice yo? Bueno, yo… yo quería ante todo llegar a la Tierra Prometida. Dejando a un lado toda mi moral, aproveché el momento de debilidad del Guardián para pasar presto por su lado, subir la solemne escalinata, y adentrarme en aquel estrecho templo que albergaba una espléndida puerta de piedra en su interior. Sin pararme a observar la majestuosidad de sus relieves y su ¿cerradura?, empujé aquella puerta hacia adentro con todas mis fuerzas, expectante por ver qué me encontraría al otro lado. Casi muero. Más concretamente, casi caigo al abismo sin fin bajo el umbral. Nada más hube abierto aquella extraña entrada me di cuenta con pavor de que conducía a un sitio totalmente diferente a lo que me esperaba. Era la nada, la más pura y completa nada, negrura absoluta careciente de todo espacio o profundidad. ¿Era aquello la Tierra Prometida? Me sentí tremendamente decepcionado. Pero, al fin y al cabo, estaba claro que así hubiera sido demasiado fácil. Me quedé observando, triste y abatido, el extraño hueco que había sobre los relieves de aquella puerta. Sí, sin duda parecía una cerradura, pero ¿para qué llave? ¿Acaso sería ésta necesaria para que las puertas llevaran a su verdadero destino? Poco tardó en revelárseme sola la respuesta. El cese de los agónicos gritos de batalla alertaron de nuevo mis sentidos,

expulsándome de mis divagaciones, y me giré al escuchar los torpes y desiguales pasos de algo enorme. Allí estaba el Guardián de la Tierra Prometida, plantándome cara. Cojeaba. La mayor parte de la armadura de su torso había sido destruida, aunque de sus numerosos cortes profundos no manaba ni una pizca de sangre. Le había sido cercenado el brazo izquierdo, y el derecho no empuñaba ningún tipo de arma. Un ser vivo normal nunca seguiría en pie en aquel estado. Sonreí. Observé su cabeza: donde antes había un férreo casco sin apertura alguna, ahora se atisbaba una especie de objeto dorado de forma alargada, aún medio resguardado por fragmentos de metal que se resistían a desprenderse.

Desenvaino mi arma, consciente de mi destino. De que no se puede matar a lo que ya está muerto, pero también de que nadie dijo nada acerca de arrebatar. Sé que, gane o pierda, esta será mi última batalla sobre la tierra.

Relato de Iván de los Ángeles Company http://ecosdeodio.livejournal.com/


Entrevista a José Enrique Serrano Expósito José Enrique es un magnífico escritor de fantasía, y además es informático y administrador del grupo Tertúlia de Escritores en Español, en Facebook. José Enrique Serrano Expósito es un polifacético cordobés de 54 años de edad. Algunos meses después de que se prejubilara a los 51 años, ha encontrado el tiempo necesario para dedicarse a las actividades que siempre le gustaron, algunas tan saludables como la práctica de varias artes marciales, y otras más altruistas como la colaboración con determinadas ONG. También se dedica al diseño de páginas web. Pero lo que de verdad le gusta a José Enrique, es la literatura. Es precursor en algunas redes sociales de grupos de escritores, noveles o profesionales, así como uno de los principales promotores de esta revista, “Escritores Independientes”. Además, desde que cumplió 52 años, alterna la lectura con la producción literaria propia. FRANCISCO.- José Enrique, ¿desde cuándo escribes? JOSÉ ENRIQUE.- Desde hacía tiempo pensaba en escribir libros, y después algunos amigos me animaron a hacerlo, pero no me decidí hasta que me vi libre del horario impuesto por mi actividad laboral. Me lancé a escribir meses después de mi prejubilación. Ese tiempo lo llené rápidamente, ahora tal vez esté más ocupado que antes, con ésta y otras actividades. F.- ¿Qué resorte interior te impulsó a hacerlo? J.- Fue hace más de dos años; una erupción de creatividad, una decisión firme - y una necesidad - de, en adelante, dedicar parte de mi tiempo a transmitir historias e ideas, poemas… lo que brote de mi corazón. F.- ¿Cuál es el resultado de esa “erupción de creatividad”? J.- Pues por ahora he escrito cuatro libros, y estoy escribiendo otros tantos. Por ejemplo, entre los que he terminado, se encuentra el libro “Cuentos de antes de dormir”, que es una colección de nueve relatos de fantasía épica, no relacionados entre sí, de variada temática. Unos para contar a los niños o que los lean ellos, otros para mayores, y todos para ser leídos por personas de corazón joven. Otro, titulado “Leyenda de la Isla Encantada”, que es una novela de fantasía épica, se trata de una aventura épica de talante élfico que narra la historia de seres mitológicos, hadas, elfos e incluso seres humanos, habitantes de una isla afectada por el poderoso encantamiento de un espíritu a quien llamaban Elborendil, que había convocado allí a esos seres, junto con unos cuantos humanos, siglos antes del comienzo de la primera historia narrada en el primer capítulo. “Los Sillin y los Ingullin” es otro de mis libros, y también es una novela de fantasía épica. Narra la aventura de un hombre, tres de sus sobrinas y un sobrino, en relación con unos seres de aspecto humano pero de una estatura inferior a diez centímetros. Los Elborin eran dos tribus que vivían bajo una colina, dentro de una gran geoda: Los Sillin y los Ingullin. Y, por último, “Pentiana. Tomo I: Colonos de Pentiano”, que es una novela de ciencia ficción y fantasía épica. Cuenta la historia de una civilización que, procedente del planeta Tierra, habita en sucesivos planetas de sendas estrellas del cúmulo globular M80, el cual existe realmente. F.- ¡Vaya imaginación! Cuando los escribiste, ¿lo hiciste con objeto de publicar o escribías para ti mismo? J.- Escribo, pues lo necesito… Pero también necesito comunicar lo que escribo, hacer partícipes a


muchos - no tengo preferencias en cuanto a lectores - de lo que considero bellas historias preñadas de valores, que brotan de mi corazón. F.- ¿Los tienes publicados? J.- Sí, los tengo autoeditados en Bubok, Artgerüst, Smashwords y CreateSpace. F.- Veo que bebes mucho del género fantástico. Cuéntanos tus influencias a la hora de escribir. J.- Tanto C.S. Lewis como J.R.R. Tolkien son mis grandes maestros, además de otros autores como Michael Ende, Margaret Weis, Tracy Hickman, Ursula K. Le Guin y J.K. Rowling. Con ello y los libros que he descrito brevemente, se ve claro que mi género preferido es la fantasía épica, pero también lo es la ciencia ficción relativa a grandes aventuras épicas en que el hombre se embarcaría en un lejano futuro, ayudado por la ciencia y la técnología. Dentro de la ciencia ficción más épica, mi obra favorita es la trilogía de Ransom, de Clive Staples Lewis, que yo sepa la única novela de inspiración cristiana en este género. También yo aspiro a escribir una trilogía de ciencia ficción de inspiración cristiana: es “Pentiana”, de la que he terminado el primer tomo, pero llevo bastante avanzados los tomos segundo y tercero. F.- Por la temática sobre la que escribes…, ¿te diriges a algún tipo de público determinado? J.- Sobre todo, a todas las personas de corazón joven. Aunque pienso que la fantasía épica que escribo es para todos los públicos, y algunos me lo han confirmado. Hay quienes piensan que eso es imposible, que hay que ceñirse a un determinado tipo de lectores. Me atrevería a dar un intervalo de edades: de 9 a 90 años. Creo que a ello ayuda el hecho de que escribo con un estilo sencillo y claro - o eso intento -, huyendo de los cultismos, las florituras lingüísticas, las frases enrevesadas… No me gusta ese tipo de literatura en que hay que poner más esfuerzo del razonable para entender al autor. Otra característica de mi narrativa es que voy al grano, no me gusta detenerme demasiado en descripciones paisajísticas, o en describir el paisaje interior de los personajes, salvo que lo considere interesante. Esto se puede ver en mi novela “Leyenda de la Isla Encantada”. Da para muchos regodeos románticos, para muchas descripciones paisajísticas y para dar muchas vueltas a los sucesos, además de alargar los diálogos. Otros autores, para narrar todo lo que ocurre en esa novela, hubiesen empleado doble número de páginas, o más. F.- Supongo que continúas desarrollando esa capacidad para la escritura…, ¿puedes hablarnos de futuros proyectos? J.- Quizá algún día escriba la continuación de “Leyenda de la Isla Encantada”; la titularía “La Isla de Elborendil”. Estoy escribiendo actualmente los siguientes tomos de mi trilogía de ciencia ficción: “Pentiana. Tomo II. Azul y Mundo” y “Pentiana.Tomo III. Apéndices”; “Cuentos de Jesé” tendrá un número indeterminado de relatos – poco extensos, de ahí lo de “cuentos” - ; “Las Islas de Albarien” será otra novela de fantasía épica, ésta encargada por una de mis hermanas; y “Poemas de Jesé”. F.- Por último, hazte un poco de publicidad. Dinos en qué blogs podemos leerte, y dónde podemos adquirir tus libros. J.- En http://jese.es/libros podéis leer la información necesaria para adquirirlos. Si el lector reside en Europa, mejor a través de Bubok.es ; si reside en USA, mejor a través de CreateSpace.com - por aquello de que el correo aéreo es muy caro. Muchísimas gracias, José Enrique. Desde “Escritores Independientes” te deseamos que coseches muchos éxitos.


Escrito por José Enrique Serrano Expósito

A Varda Elbereth le brillaron sus ojos Más que nunca. La Dama de la Luz sonreía, Sentada en su trono de perlas. Su excelso esposo recitaba Un canto a sus queridas estrellas. Mamwe Súlimo es el Rey Bardo, Quien inspira a los poetas, A quienes narran historias, A quienes plasman maravillas con letras. De él fluye, en palabras, la belleza. Sentado en su trono de zafiro, Sus grandes ojos azules bien abiertos, Siempre joven, Su voz le hermosea. Él es el Sabio, Cuya boca profiere Sabiduría y belleza. Las criaturas de Varda Rutilaron como los ojos de su Reina Y el aire detuvo su flujo, Paralizado al escuchar, De su señor, los versos. Las gigantescas Águilas de Mamwe Se congregaron y volaron en círculos Rodeando la torre, blanca y esbelta. En el salón del trono Se miraban Rey y Reina. Nunca bardo alguno cantó así a las estrellas. La Reina de ellas escuchaba, Hermosa, sabia, esbelta... Lloró de pronto, Y ante el Rey inclinó la cabeza. Varda Elbereth, la mujer más hermosa, Derramaba felicidad por sus ojos. Lloraba y reía, Su corazón transido de júbilo, Y de amor por su marido. -¿Por qué lloras, esposa? ¿No te gustó mi canto, Alteza? -Más que nunca, Rey Bardo y esposo; No pude resistir tanta belleza. Mi amor por ti no muere, Y crece con tus cantos, A mí o mis estrellas. -De mis versos no son los mejores

Los dirigidos a ellas, Ni a mis Águilas, ni a mis aires, Ni a profundidades, ni a alturas. Mis mejores cantos son para ti, Cuando exalto tu sabiduría y belleza. Pero mis versos favoritos Son los que tú me dedicas, Con tu hermosa voz, con tu mirada... Mi corazón y mente en ti abdican. Yo soy el Rey del Mundo, Pero tú mandas en mi corazón, Mi Reina.


Una sección de Teresa Hernández Recordando a Charles Baudelaire (1821-1867) Baudelaire bien puede ser considerado como el padre de la poesía moderna. Fue un hombre comprometido que participó activamente en la revolución de 1848. En 1857 publicó su máxima obra, un libro de poemas titulado Las flores del mal. Su aparición suscitó una gran polémica y fue considerada como «una ofensa a la moral pública y las buenas costumbres». El autor fue procesado y condenado por dicha publicación. Rescatamos el poema XIV de dicha colección. Bellísimo.

XIV- El hombre y la mar ¡Para siempre, hombre libre, a la mar tú amarás! Es tu espejo la mar; mira, contempla tu alma en el vaivén sin fin de su oleada calma, y tan hondo tu espíritu y amargo sentirás. Sumergirte en el fondo de tu imagen te dejas; con tus ojos y brazos la estrechas, y tu ardor se distrae por momentos de su propio rumor al salvaje e indomable resonar de sus quejas. Oscuros a la vez ambos sois y discretos: hombre, nadie sondeó el fondo de tus simas, tus íntimas riquezas, oh mar, a nadie arrimas, ¡con tan celoso afán calláis vuestros secretos! Y en tanto van pasando los siglos incontables sin piedad ni aflicción vosotros os sitiáis, de tal modo la muerte y la matanza amáis, ¡oh eternos combatientes, oh hermanos implacables!


Detesto los entierros. Otra vez a volver a empezar. Me caía bien Francisco; había sido un buen hombre, al menos en su mayor parte. Su problema se reducía básicamente a ese detalle: era un hombre; con sus debilidades y sus virtudes. Un humano con el que compartí cada uno de sus ochenta y dos años de vida. En este trabajo es difícil no empatizar con los protegidos que te asignan. Me senté en uno de los fríos escaños de madera cerca de la capilla, en solitario, a medias entre los amigos, conocidos y familiares de Francisco y el constante ir y venir de los turistas y curiosos que visitan la catedral. Pocas veces mi destino me trajo a estas tierras del noroeste español, y menos aún con la posibilidad de meditar en un clima tan relajante como el silencio de aquel templo, a la luz de sus mágicas vidrieras. Saboreaba cada segundo de paz mientras evaluaba el balance de la vida del hombre al que despedían entre callados saludos. No sería yo quien le juzgara, pero era como las apuestas que tanto entretenían a los mortales. Fray Mateo pasó fugaz a mi lado con manifiesta indignación en su semblante. Extraño en un fraile tan afable como aquel. Me giré divertido para ver cuál era el motivo de su airada prisa. Lo que descubrí borró mi sonrisa al tiempo que me incorporaba de un salto. ¿Cómo pudo estar tan cerca de mí y no darme cuenta? Recordé que nos encontrábamos en un templo; terreno neutral en el que nuestros sentidos y poderes se anulan. Tendría que haberme dado de bruces con ella para haberla descubierto. Fray Mateo gesticulaba y murmuraba a la mujer, tratando de no llamar la atención,

mientras ella le devolvía una mirada vacía desde su rostro sereno. Sin tocarla, el alterado fraile empleaba todo su lenguaje corporal para invitar a la oscura dama a que abandonase el templo. También ella era consciente del suelo que pisaba por lo que cuando quise reaccionar ya salía contoneándose por una de las puertas laterales. Nada me retenía ya junto al bueno de Francisco. Intrigado por la presencia de aquella mujer me dispuse a seguirla. Había sido muy atrevido por su parte entrar al templo; no era algo que ocurriese todos los días. Cuando Fray Mateo me vio a su lado me cogió del brazo para susurrarme al oído: —¿Dónde vamos a ir a parar, Esaúl? Esto es un desastre. Ya solo faltaba que los demonios Autor: Marcos (DK) Prieto Esteban Bio: Marcos nació el 30 de enero de 1971 en Bizkaia. Informático y profesor de profesión, no fue hasta principios del año 2010 cuando empezó a escribir, primero como pasatiempo entre amigos en forma de fanfic y luego, tomándoselo ya en serio, con relatos cortos, cuentos y una novela de fantasía épica que está publicando en su blog. Actualmente reside en un pueblo del centro de la provincia de León y, mientras pule su estilo, espera su oportunidad con las editoriales. Libro favorito: Rimas y Leyendas, de Gustavo Adolfo Becquer Página web: http://dkmarcos.blogspot.com/


vinieran a pasearse por la casa de Dios. ¡Qué desfachatez! ¿La conoces? —Aun no, mi buen amigo. Déjame esto para mí, queda tranquilo. —Ve con Dios hijo —se despidió con unas paternales palmadas sobre mi brazo. Conocí a Fray Mateo hace ya cuatro años, cuando la oscura mancha que crece en su cerebro irrumpió silenciosamente abriéndole la mente a un nivel de percepción vedado a los mortales. Desde entonces es capaz de sentir el aura argéntea que nos señala entre los nuestros; y también el oscuro vacio que acompaña a los demonios como aquella mujer. En una de mis visitas al templo me sorprendió con su descubrimiento. Era un hombre humilde y de corazón sincero y generoso. Pronto entablé una grata amistad con él y fueron incontables las horas de charla bajo los pórticos que rodean el patio del claustro. Me parecía irónico el trato paternalista que me dispensaba. No debe ser fácil para un mortal asimilar que el joven con el que hablas existe desde el principio de los tiempos. Pensaba en las cosas que aún le quedaban por vivir desde sus sesenta y cuatro años, a punto de jubilarse, como bromeaba él a sabiendas de su entrega absoluta. Si no fuera por aquel tumor. El aire frío de la tarde de diciembre me acogió en el exterior donde, ahora sí, el oscuro rastro de la mujer marcaba con claridad su camino. Agradecí tener otra cosa en la que pensar mientras me apresuraba calle abajo en pos de la maligna estela. No tardé en encontrarla. Su rastro me llevó hasta el Gran Café, un bar que hace esquina en el cruce de dos callejuelas del barrio antiguo de la ciudad. A través de los ventanales podía ver parte del interior del local. Estaba bastante concurrido, lo cual era normal a estas horas de la tarde, pero no pude ver a la mujer. Me temí una trampa, pero ella estaba dentro, de eso no tenía ninguna duda. Entré. Mientras me acostumbraba al calor del local, entre el murmullo de los clientes y la música de fondo, dejé que mis sentidos me llevaran hasta ella. Me detuve a unos pasos de su mesa. Aparentaba unos treinta años, morena de largos y lisos cabellos. Sus oscuros ojos destacaban sobre una bonita nariz y unos finos labios remataban un semblante que hacía que muchos hombres se volvieran a mirarla.

Toqueteaba un pequeño reproductor digital de música con unos dedos finos, con las uñas recortadas y sin pintar. Sentí una pequeña decepción; creo que en el fondo esperaba encontrarme con unas largas y sucias garras terminadas en afiladas uñas. Sobre la mesa, junto a unos auriculares enredados en su propio cable, dos tazas de café. —Te he pedido un capuchino —dijo levantando su vista hacia mí al percatarse de mi presencia-. No sé qué es lo que prefieres tomar, pero a todo el mundo le gusta el capuchino. Tenía una mirada profunda, inteligente; con un brillo de melancolía que acabó desmontando los prejuicios tras los que me parapetaba de aquel extraño demonio. —¿Prefieres tomarlo de pie?, ¿o estás esperando a que se enfríe? —continuó con un amago de sonrisa en la comisura de sus labios. —¿Quién eres y qué haces aquí? Intenté mantener una postura autoritaria, intimidante. Ella se llevó la taza a los labios y manteniendo la mirada le dio un largo y tranquilo sorbo.


—Me llamo Sara, y estoy de paso —dijo depositando suavemente la taza sobre su plato-. Siéntate, no voy a comerte. Continué con mi postura distanciada, estudiando a la mujer demonio. Cuando ella apartó su mirada de mis ojos para realizar un rápido registro de los humanos que nos rodeaban en el local, me di cuenta de lo poco conveniente que mi llamativa postura resultaba para quien busca pasar desapercibido. Me senté al otro lado de la pequeña mesa. Ahora, desde tan cerca, pude olerla. No pude identificar el perfume, pero resultaba muy agradable pese a la oscura aura que flotaba a su alrededor. —Suelo tomar café americano, muy largo de agua —le dije mientras me quitaba el abrigo y me acomodaba en la silla-. Pero me tomaré el capuchino, gracias –me apresuré a añadir al ver que ella buscaba con la mirada al camarero. —Estupendo, ya vamos avanzando –ahora su sonrisa lucía cálida y abierta, como aliviada al recibir una buena noticia. Pude notar como sus hombros se relajaban y como con el gesto descargaba parte de su peso sobre los codos apoyados en la mesa. Cada vez estaba más intrigado por aquella mujer que decía llamarse Sara. El capuchino de mi taza parecía tener la temperatura perfecta, por lo que bebí lentamente, en silencio, dándole tiempo a que empezara a contarme su historia. Al menos eso tenía claro. Si la había encontrado tan fácilmente es porque así lo deseó. Ella sabría seguro de mi obligación para dar parte de este encuentro. Como custodio no me corresponde enfrentarme a los demonios que me encuentre, pero Gabriel siempre tiene alguno de sus soldados preparado para salir de caza. —No busco problemas —comenzó—. El Príncipe me ha permitido mantener la libertad. Solo quiero retirarme a un lugar apartado y pasar desapercibida. Cruzarme contigo ha sido un accidente; tarde o temprano ocurriría. —Pasearte por una catedral no es una maniobra muy disimulada, que digamos. Ella detectó la duda en mis palabras, la desconfianza natural entre seres tan opuestos. De nuevo sentí sus músculos tensos. Apartó los ojos tratando de ocultar el temor que los inundaba. —No sé qué esperaba de esta reunión —dijo levantándose y recogiendo su MP3-. Será mejor que desaparezca antes de que lleguen

vuestros cazadores. Velozmente recogió su cazadora y se abalanzó en dirección a la puerta del local. Al pasar a mi lado estiré el brazo sin pensarlo, tratando de retenerla. —Espera —le pedí. —¡No me toques! —Contestó ella haciendo un brusco giro para evitar mi contacto-. No me toques, ya me voy. Bonita forma de comenzar la conversación. Me sentí como un auténtico majadero. Lo mejor era dejarlo estar. Daría parte a mi superior y que él se encargara de decidir qué hacer con ese demonio. Ahora lo que debía preocuparme era estar preparado para recibir mi nueva misión. Sí, tenemos unas normas y debemos cumplirlas. Por eso aún me pregunto por qué salí corriendo detrás de ella. Aún estaba junto a la puerta, en el estrecho callejón que bajaba en dirección al parque, subiendo la cremallera de su oscura cazadora. —¿Quieres esperar, por favor? No voy a comerte —le repliqué empleando su misma broma. La temperatura seguía bajando. Aproveché la pausa para colocarme mi abrigo. Mientras lo abrochaba levanté la vista por encima de Sara. “Ordoño IV el malo” rezaba el cartel de la calle. Estupendo. Mejor no sacar conclusiones. Sara me miró por un momento y luego a la calle por donde había tratado de huir. Dudaba. No tenía mucho tiempo si quería cambiar el rumbo de la situación. —Me llamo Esaúl. Lamento haber sido tan brusco. Mantuve la distancia, esta vez por respeto a su espacio, mientras ella me miraba y se preguntaba si era sincero. —¿Te apetece dar un paseo? —añadí tratando de romper el tenso silencio que nos separaba.

CONTINUARÁ...


Leyendo a Selene Selene, con tan sólo 14 años, ha ganado numerosos premios y está a punto de publicar su primer libro. MI AMIGA ALICIA Y YO Cuento escrito con 12 años Vivía en la biblioteca de mi ciudad, en Madrid, junto con otros libros. A las 9 de la mañana abrían las puertas de está. Alicia era la niña que siempre me cogía para leerme. Recuerdo la alegría que me entraba cuando la veía llegar. Leía mis hojas y las pasaba cuidadosamente. De pronto un día no apareció. Pasaron muchas semanas pero ella no venía. Me iba hundiendo cada vez más en la tristeza y en la soledad. De repente, un día volvió. Yo lleno de alegría espere a que me cogiera, pero mi espera se hizo eterna por que se decantó por otro libro cercano a mí. Entonces, hundido en la pena, rompí a llorar. Poco a poco, durante muchos años me fui quedando en el anonimato pues nadie me quiso volver a coger, hasta llegar a estar en la estantería más alta. Ya era un libro viejo y lleno de polvo del que los niños de hoy en día no tienen interés por leer. Solo podía hacer una cosa, hablar con mis compañeros de estantería, libros viejos y poco interesantes como yo que se tiran todo el día durmiendo. Así pasé muchos años. Los años más aburridos de mi larga e interminable vida. Un día oí como una mujer adulta preguntaba por mí. Entonces vi como la bibliotecaria alargaba el brazo y me cogía para dárselo a aquella mujer de melena rubia y ojos oscuros. Está le dijo: —Si lo desea se lo puede llevar. Es un libro muy viejo, que ya nadie usa. La mujer llena de alegría me guardo en una bolsa y me llevo consigo. Cuando llegue a su casa, está era grande y acogedora. De pronto, en una pared vi una foto antigua de ella. Me llamó la atención, pues la cara me resultaba conocida, y al instante me di cuenta de todo. ¡Era Alicia! La mujer adulta, ¡era Alicia! Entonces ella tan alegre como yo, me depositó en su mesilla, y todas las noches antes de dormir me cogía para leerme pasando mis hojas cuidadosamente como cuando era niña.

NIÑA SALVAJE Poesía escrita con 11 años Niña salvaje . ¡Qué larga es la vida! y ¡qué cortito tu traje! Más quisieras que tu traje fuera largo, y los colores de tus ojos de un rojo amargo. Más quisieras, más quisieras, poder ser campesina, para poder ver la luna cerca de las esquinas, pero como no es así. Tienes que ser salvaje, la niña del pelo corto, y también la del traje.

Biografía de la autora: Nacida el 19 de Diciembre de 1996 en Córdoba, Selene Urbano comenzó a escribir sus propios cuentos a la temprana edad de 5 años. Yo tenía una manzana fue su primer relato, y luego llegaron los numerosos premios con que ha sido galardonada. En 2008 estuvo a punto de publicar su primer libro, y ha sido entrevistada en diversos programas de radio y televisión. En la actualidad tiene 14 años y estudia 3º de ESO en su instituto. Libro favorito: Crepúsculo, de Stephenie Meyer Página web: http://escritos-de-una-mortal.blogspot.com/


Bella Agossou

Porque esto es África El África que yo conozco no es un África de niños desnutridos, ni un África de moscas y de basuras, ni de chozas y de tapa-rabos. Nos hemos pasado media v ida con informaciones distintas de diversas fuentes y de diversos países. Y estas informaciones hacen que cada uno tenga su opinión respecto a las realidades de los otros países. En África, la visión que tenemos de Europa, es la que nos dejan entrever y otear en las series importadas, los documentales, las películas; lo que leemos en los libros, lo que nos explican los que han emigrado... Somos influenciables. Y por esto muchos africanos, ven Europa como un El Dorado, un país de luz, un panorama de montañas verdes que se perfilan en el horizonte, gente bien vestida, destilando bienestar. Aunque muchas veces la información está censurada, porque nunca vemos a gente fumando o escenas de cama, lo que nos llega es una Europa rica y atrayente. Yo siempre había pensado que aquí, en Europa, la idea que se tenía de África era la de nuestra realidad diaria; África agobiante, con sus motos, sus aire contaminando, sus mercados ruidosos, sus sonrisas, sus telas multicolores… Pero me equivoqué. Una vez, desde mi sofá europeo haciendo zapping, vi un documental sobre África. Me quedé pasmada al ver a niños medio muertos de hambre con moscas alrededor, la barriga hinchada, enfermos de Kwashiorkor y otros, raquíticos llorando con un hilito de voz aguda y rara. Me quedé helada, con el ceño fruncido ante la cantidad impresionante de basura, montañas y montañas de mierda, con gente

Biografía de la autora: Bella Agossou es originaria de Benín, el antiguo Dahomey, un pequeño país del África occidental. Tiene 29 años y es estudiante de economía en la Universidad de Barcelona y alumna de teatro en su tiempo libre. Inquieta y emocional como sólo lo son los que han nacido en el mes de junio, Bella también escribe, y es en su blog, “El Armario de Yaïvi”, del que nos dice que es un armario de diferencias culturales, donde todo cabe: cuentos, fotos, poesias y reflexiones sobre diferentes vectores culturales. Dirección del blog: http://yaivi.blogspot.com/

alrededor en la más natural de las rutinas. Niñas acuclilladas con las manos en el mentón, perdidas en su pensamiento, sin inocencia. Me quedé horrorizada viendo mercados pobres y color tierra, con mujeres tristes y hombres cargados, todos vestidos de harapos, pueblos con casas de tierra batida, y niños con taparabos. Me emocioné al ver a hombres viejos cargados como mulas tirando de vacas o de asnos famélicos. No vi ninguna estructura, nada. Me dolió el corazón al pensar que aún había gente que vivía así en África, gente que vive en condiciones horribles y nefastas en todo un país. Me dolió y esperé que toda esta gente, pudiera tener ayuda humanitaria y me desconecté de las imágenes pensando si alguna vez toda esta gente saldría de esta pobreza. Y de repente me


quedé de cuadro y volví a la realidad. La voz en off, con un deje de pena, de aflicción y de amargura, con un tono lloroso y lavado por el padecimiento y la pesadumbre, dijo el nombre de mi país. Dijo que era mi país. ¿Mí país? Eso no era mi país. ¿Dónde están las imágenes de mi ciudad? ¿Y las de mi pueblo? ¿Dónde están las calles y los caminos asfaltados que recorría yo cada día para ir a la escuela? ¿Dónde? ¿Dónde están los hombres con prisa en sus motos, mujeres con sus coches y sus trajes de mil colores y dibujos extravagantes? ¿Dónde está nuestra dignidad? Este no era mi país. ¿Dónde están los mercados en ebulición? ¿Y los niños vestidos a la última moda semejante a la de los negros americanos de principio del siglo pasado? Este estilo que para nosotros es todo un derroche de glamour y de finura. ¿Dónde están los niños mofletudos y con un gorgojeo anticipando un chorro de voz ligado a la buena alimentación a base de maíz, garbanzos, arroz, soja, leche en polvo, peces ahumados y cáscaras de huevos? ¿Dónde están los edificios horteras con sus señales luminosas? ¿Y esas calles con ambiente que cada noche zumban con el ruido de la muchedumbre? Y, vale que los pueblos no sean como las ciudades, pero es que este no era mi país, En los pueblos pobres del Dahomey, la gente sonríe. ¿De dónde habían sacado estos vertederos que eran hectáreas enteras de mierda?. Este no era mi país. Me quedé sorprendida preguntándome por qué ponían esas imágenes y no las otras, las de la gente en su rutina de cada día, yendo a trabajar, de fiesta como cada noche en Cotonou, imágenes de los locales llenos a rebosar de gente bebiendo y charlando como en los bares de la Gran Vía. ¿Por qué éstas, que no dejan entrever ni un atisbo de modernización o de avance social, sino una vida de pobreza infinita y sin ningún futuro? Esto no era mi país. Yo jamás había pasado por aquellos sitios que veía en la pantalla. Y anda que no me he repasado los diversos rincones de mi tierra. Mi país no es el país de los niños raquíticos y el Kwashiorkor ya ni entra en nuestro vocabulario. Tenemos centros comerciales, tenemos escuelas, tenemos gente que se viste con pantalón y camisa,

mujeres con minifalda y cinturones a juego, peluquerías llenas, tenemos buses, tenemos taxi–motos, tenemos servicio de agua y electricidad, tenemos sedes gubernamentales, desfiles de moda, festivales de cine y de teatro, bancos... Y perdonen que enumere cosas tan banales pero es que en el documental no salía nada de esto. Tenemos todo esto, aunque no tan moderno tecnológicamente como aquí, claro. Pero en aquel documental sólo salía una imagen de una África triste, irreconocible para los propios africanos. Una África no sólo pobre, sino acabada y aplastada bajo el peso de las enfermedades virulentas y de la pobreza enfermiza. Y esto me llenó de rabia. Pensé que a lo mejor ponían estas imágenes para incitar a las Ong’s o a la sensibilidad de la gente para que donen para las ayudas humanitarias, pero no se me alivió la rabia. Pensé que así, a lo mejor era la única manera que tenían de sensibilizar a la gente de aquí de que había mucho que hacer en África, pero no se me alivió la rabia. Pensé que a lo mejor esto existía realmente en mi país, pero no se me alivio la rabia. Pensé, reflexioné, medité, cavilé, consideré, razoné pero no se me alivió la rabia. Un sentimiento de furor sordo que me subió desde lo más profundo de mis entrañas, como cuando te mienten y lo sabes, como cuando no puedes hacer nada para responder a un insulto humillante. Es que mi país no es así. ¿Qué necesidad hay de dejar todo un país reducido a esta imagen? Todo un continente minimizado a esto. Tiene que haber otras maneras de sensibilizar... ¿Qué pasa? ¿Los que ayudan o apadrinan no lo harían si no vieran imágenes de este tipo? Es que por muchas razones que le pusiera para poder justificar aquel documental, no conseguía que se me fuera la rabia y el enojo. Y me acordé de CAD PRODUCTIONS con su documental sobre la inmigración, cuando Phillipe me dijo que ellos querían sensibilizar a la gente frente al problema de la inmigración y no con los mismos documentales de siempre en los que se ven a negros en pateras, con la boca seca o trabajando en los campos de cultivo, sino una imagen diferente porque “hay gente que viene aquí y vive, trabaja, cotiza y tiene


una vida como los de aquí”. ¿Por qué no hacen como los de CAD, un documental diferente sobre los países africanos con nuestra realidad de cada día? Para que cualquiera que se vaya a África no se espere moscas, para que cualquiera que vea un africano no se piense que es otro “muerto de hambre”, que viene de la selva Botswana o de una tribu con tapa-rabos y moscas. En África hay gente que vive, no sólo hay pobreza, también hay riqueza. Sólo se relaciona África con muerte, enfermedades, pobreza, decadencia, guerra… En África hay pobreza, hay enfermedades y hay gente que no tiene nada y que vive con muchas carencias. Ya ni hablemos de los países en guerra o de los que han sufrido conflictos sin fin. Es verdad, e irrefutable. Pero también hay otras cosas. Hay un montón de gente que duerme en camas con colchones, que se levantan cada día con el despertador radiofónico, que se ducha con agua potable y que coge su coche, o moto, para ir a trabajar. Gente que tiene una vida, una segunda residencia para las comilonas de los domingos, con su familia y su perro. Gente como mi vecino, mi vecina, mis profesores, mis amigos, la gente de aquel barrio, los de allí, y este, y este otro… Gente corriente, limpia, feliz, que se lava cada día y que come cada día. Lo que no es normal es que en pleno 2010, aún haya gente que se pregunta si en África hay Universidades, si hay escuelas, si tenemos televisores, si hay electricidad, si hay Internet... Y me acordé de que a veces en mi ciudad, con mis amigos, veíamos blancos vestidos con camisetas rotas o sucias y desgastadas. No entendíamos porque venían con ropa así y la gente al verlos pasar dice: “Mira, blancos pobres”. Muchos se van a África con ropa desgastada porque piensan que allí no hay nada y que a la vuelta se lo dejarán a los autóctonos. Yo nunca entendí porque los turistas blancos en África venían con camisetas de propaganda desgastadísimas y pantalones con agujeros. Ahora lo entiendo. Ellos han visto muchos documentales y se piensan que cualquier camiseta, por muy sucia o rota que esté, para nosotros era un regalo del cielo. No

imagino a mi amiga Nadia poniéndose una camisa desgastada por muy “regalo de blanco” que sea, para conjuntarlo con sus tacones de aguja. Eso sí, nosotros los aceptamos porque para una “serpillière”, cualquier cosa es válida. Las televisiones europeas transmiten una información unidireccional del continente negro. Sólo explican como nos morimos día tras día, como nos reconcome la pobreza desde dentro. Como dijo Chimamanda Ngozi Adichie, escritora nigeriana y ganadora del prestigioso premio británico Orange Prize for Fiction “…Demasiada gente ha contado que África se muere y muy poca cómo África vive”. El África que yo viví, no es la que yo vi en aquel documental. El África que yo conozco no es un África de niños desnutridos, ni un África de moscas y de basuras, ni de chozas y de taparabos. Yo viví un África de ebullición con millares de motos, de coches, de familias, de misas de domingo, de excursiones a la playa… ¿Cuándo dejaremos de visualizar un África estereotipada para mirar a un África real? A lo mejor el porcentaje de los que viven una vida normal debe de ser muy pequeño, pero estos también tienen derecho a tener su documental. Me quedé asqueada con aquel documental y me sentí engañada. Ya sé que todo tiene una razón pero es que esto no era mi país. Pero bueno… Si esta es la imagen que quieren tener de África que les cunda, que yo ya sé el África que llevo en mis recuerdos y la que tengo dentro de mi corazón.


El tamaño de tu vocabulario Juan Negro, uno de nuestros colaboradores, hizo el otro día un experimento y le salió un curioso programa en el que podremos volcar cualquier texto, no importa su extensión, y éste nos dirá la cantidad de palabras únicas utilizadas y la cantidad total de palabras que contiene el manuscrito. En sus propias palabras, no es más que un juguete, pero un juguete que hemos encontrado realmente útil y que nos servirá para tener una ligera idea de nuestro dominio del lenguaje. Si quieres poner a prueba la variedad de tu vocabulario, puedes hacerlo en la siguiente dirección de internet: http://www.juannegro.es/2011/01/palabras-unicasen-un-texto-con-php/

El peligro de las críticas sinceras Dos de los escritores de literatura fantástica más conocidos de todos los tiempos, amigos de juventud y colegas de trabajo, discutieron casi hasta llegar a las manos por culpa de una dosis de sinceridad… quizás excesiva. La verdad es que, a veces, hay que tener mucho tacto con las críticas que se hacen de las obras de los demás, sobre todo, si eres amigo de aquel al que criticas. Había oído por ahí que J.R.R. Tolkien y C.S. Lewis eran colegas y que el creador de El Hobbit criticó duramente al de Las Crónicas de Narnia cuando leyó su libro… y sí, efectivamente, estos dos grandes escritores eran amigos, pero su amistad era mucho más profunda de lo que yo sospechaba y si alguno criticó al otro sólo fue dentro de la enorme confianza que se tenían entre sí. Aunque por lo visto las discusiones entre ambos escritores, profesores y amigos eran de órdago y no solían dejar heridos, como se suele decir. El propio Lewis comentó después de la desaforada crítica de Tolkien de su primer libro sobre Narnia que no pasaba nada, que su colega sólo necesitaba una buena bofetada para entrar en razón… Si quieres leer más sobre esta curiosa historia, puedes visitar esta dirección de internet: http://jav ienci.blogspot.com/2009/01/una-amistadextraordinaria.html


Hay decisiones que marcan el destino de cada uno en la vida... Un día mi cabeza venció al corazón, la lógica a la locura y los números al arte. Fue así como renuncié a mi pasión a cambio de un medio con el que ganarme la vida. Tras años mirando hacia delante, entre lápices y calculadoras, empiezas a hacerte preguntas y a buscar respuestas. Cuando has deseado algo de verdad, nunca llega a morir en tu interior, aunque así lo creas. Poco a poco empieza a latir, cada vez con más fuerza, hasta que consigues vencer tus miedos y darte otra oportunidad. Así vio la luz “Apología del presente”, mi primer proyecto fotográfico, llevado a cabo durante el año 2009. Un trabajo personal, una puesta en escena de todo aquello que constantemente pasea por mi mente, sin más pretensiones que la de acercarnos a lo cotidiano como fuente de inspiración en la vida. Actualmente estoy desarrollando mi próximo trabajo el cual estará concluido a principios de este año. Un proyecto fotográfico que toma como punto de partida el mundo de los sueños y nos conduce a través de escenarios que se sitúan entre la delgada línea de lo real e imaginario en busca de las emociones que guían nuestras vidas. Un intento de despertarnos, por un instante, de nuestro letargo, de revivir emociones que, sin saber por qué, un día dejamos de sentir, de buscar en

nuestro interior lo mejor de nosotros y todo aquello que alguna vez nos hizo soñar. Dedicado a los que soñamos despiertos, a los que creemos que sin ilusión no hay esperanza, a los que vivimos en mundos de fantasía y no queremos despertar.

Luís Beltrán

Bio: Luis nació en Valencia, España, el 28 de febrero de 1973, y años después se licenció en Bachelor in Business Administration por la Universidad de Gales. Pero su auténtica vocación ha sido siempre la fotografía, a la que lleva unos años dedicándose, apareciendo fotos suyas en publicaciones como La Vanguardia Magazine, Arte y Diseño y ha expuesto en galerías de toda España y próximamente expondrá en Nueva York. Libro favorito: El nombre de la rosa, de Umberto Eco Página web: http://www.luisbeltran.es/


Febrero - Marzo 2011

Certámenes FEBRERO 2011 “PREMIO BOLBAITE DE NARRATIVA” Tipo: Relato Dotación: 600€; 400€ Fecha Límite: 1/2/2011 Extensión: 40 folios min; Triplicado IV MUESTRA CRIPTSHOW FESTIVAL DE RELATO DE TERROR, FANTASÍA Y CIENCIA FICCIÓN Tipo: Relato Dotación: Publicacion Fecha Límite: 1/2/2011 Extensión: 7.500 caracteres; Envio electrónico XXXVIII JUEGOS FLORALES DEL CAMPO DE CARTAGENA EN LA PALMA Tipo: Poesía Dotación: 1.800€ Fecha Límite: 7/2/2011 Extensión: 75-175 versos; Sextuplicado III CERTAMEN INTERNACIONAL DE POESÍA FANTÁSTICA MINATURA 2011 Tipo: Poesía Dotación: Regali Pendrive Fecha Límite: 10/2/2011 Extensión: 10-50 versos; Envío electrónico

XLVIII PREMIO INTERNACIONAL DE CUENTOS DE LENA Tipo: Relato Dotación: 3.005€ Fecha Límite: 11/2/2011 Extensión: 4-8 folios; Sextuplicado II PREMIO DE LITERATURA BREVE Y DIVERSIDAD BIOLÓGICA Tipo: Libre (relato, poenma, etc..) Dotación: 300€ Fecha Límite: 14/2/2011 Extensión: 20-36 lineas XVII CONCURSO NACIONAL DE POESIA JOVEN JUEGOS FLORALES DEL CAMPO DE CARTAGENA Tipo: Poesía Dotación: 600€ + 350€ + 350€ + 200€ Fecha Límite: 14/2/2011 Extensión: 12-18 años; 14-100 versos; Triplicado XVII CONCURSO NACIONAL POESÍA JOVEN Tipo: Poesía Dotación: 600€ + 350€ + 200€ Fecha Límite: 14/2/2011 Extensión: 12-18 años; 14-100 versos; Triplicado

XI CERTAMEN DE NARRATIVA CORTA “VILLA DE TORRECAMPO” Tipo: Relato Dotación: 3.000€ Fecha Límite: 18/2/2011 Extensión: 20 folios max; Quintuplicado XIX PREMIO NACIONAL DE POESÍA ACORDES 2011 Tipo: Poesía Dotación: 1.000€ + 250€ Fecha Límite: 18/2/2011 Extensión: 300-600 versos; Cuadruplicado IV CERTAMEN DE CUENTOS Y RELATOS BREVES JUNTO AL FOGARIL Tipo: Relato Dotación: 1.000€ + 500€ + 300€ +200€ Fecha Límite: 21/2/2011 Extensión: 3-12 pags; Triplicado V PREMIO DE POESÍA PARA NIÑOS EL PRÍNCIPE PREGUNTÓN Tipo: Poesía infantil Dotación: 3.000€ Fecha Límite: 25/2/2011 Extensión: Quintuplicado; 300600 versos

Importante: La información ofrecida es meramente orientativa. Antes de acudir a un certamen es recomendable ponerse en contacto con la entidad convocante. Las bases de los respectivos premios y concursos pueden estar sujetas a cambios. Fuente: www.stardustcf.com


XIV PREMIO FLOR DE JARA DE POESÍA 2011 Tipo: Poesía Dotación: 6.000€ Fecha Límite: 25/2/2011 Extensión: 500 versos min; Quintuplicado

Extensión: 6-10 folios; Envío electrónico

Febrero - Marzo CONCURSO 2011 DE CIENCIA-

I PREMIO TERBI 2011 DE Certámenes FEBRERO 2011 RELATO TEMÁTICO FANTÁSTICO: MUTACIONES Tipo: Relato “PREMIO BOLBAITE DE Dotación: Trofeo NARRATIVA” Fecha Límite: 28/2/2011 Tipo: Relato Extensión: 8.000400€ palabras; Dotación: 600€; Envío Fecha Límite: 1/2/2011 electrónico Extensión: 40 folios min; Triplicado VII CONCURSO DE CUENTOS “SALVADOR JIMÉNEZ” IV MUESTRA GARCÍA CRIPTSHOW Tipo: Relato FESTIVAL DE RELATO DE Dotación: 2.000€ Y CIENCIA TERROR, FANTASÍA Fecha Límite: 28/2/2011 FICCIÓN Extensión: Tipo: Relato5-10 folios; Quintuplicado Dotación: Publicacion Fecha Límite: 1/2/2011 Extensión: 7.500 caracteres; Certámenes MARZO 2011 Envio electrónico IV PREMIO DE POESÍA XXXVIII JUEGOS FLORALES “FERNANDO GIL TUDELA” EN DEL CAMPO DE CARTAGENA Tipo: Poesía LA PALMA Dotación: 1.000€ Tipo: Poesía Fecha Límite: 28/2/2011 Dotación: 1.800€ Extensión: 100-200 versos; Fecha Límite: 7/2/2011 Quintuplicado Extensión: 75-175 versos; Sextuplicado VIII CONVOCATORIA CALABAZAS EL TRASTERO: III CERTAMENEN INTERNACIONAL MONSTRUOS DE CINE DE POESÍA FANTÁSTICA Tipo: Relato2011 MINATURA Dotación: Publicación Tipo: Poesía Fecha Límite: 28/2/2011 Dotación: Regali Pendrive Extensión: 1.000-5.000 Fecha Límite: 10/2/2011 palabras; Extensión: 10-50 versos; Envío Envío electrónico electrónico

FICCIÓN Y FANTASÍA “OSCAR HURTADO 2011” Tipo: Relato, poesía y Ensayo Dotación: Regalos Fecha Límite: 10/3/2011 XLVIII PREMIO INTERNACIONAL Extensión: Solo DE CUENTOS DECubanos; LENA 15 folios max; Envío Tipo: Relato electrónico Dotación: 3.005€ Fecha Límite: 11/2/2011 IV PREMIO 4-8 DE RELATO Extensión: folios; CORTO ‘PASO DEL ESTRECHO` Sextuplicado Tipo: Relato Dotación: II PREMIO 1.500€ DE LITERATURA Fecha Límite: 12/3/2011 BREVE Y DIVERSIDAD Extensión: 2.500 palabras max; BIOLÓGICA Envío electrónico Tipo: Libre (relato, poenma, etc..) XXVIII PREMIO Dotación: 300€ “CARMEN CONDE” DE POESÍA ESCRITA Fecha Límite: 14/2/2011 POR MUJERES Extensión: 20-36 lineas Tipo: Poesía Dotación: Publicación XVII CONCURSO NACIONAL DE Fecha Límite: 15/3/2011 POESIA JOVEN JUEGOS Extensión: mujeres;DE600FLORALES Solo DEL CAMPO 800 versos; Un ejemplar CARTAGENA Tipo: Poesía PREMIO OROLA VIVENCIAS Dotación: 600€ +DE 350€ + 350€ + 2011 200€ Tipo: FechaVivencias Límite: 14/2/2011 Dotación: + 1.000€ + Extensión:2.000€ 12-18 años; 14-100 500€ versos; Fecha Límite: 20/3/2011 Triplicado Extensión: 700 caracteres max; 3 - 6 CONCURSO vivencias ; Triplicado XVII NACIONAL POESÍA JOVEN PRIMER CONCURSO DE Tipo: Poesía MICRORELATOS JORGE Dotación: 600€ +SAN 350€ + 200€ Tipo: Microrrelatos Fecha Límite: 14/2/2011 Dotación: Extensión:Trofeo 12-18 años; 14-100 Fecha versos;Límite: 21/3/2011 Extensión: Triplicado Tema micológico; 100 palabras max; Envío electrónico

Fecha Límite: 21/3/2011 Extensión: 30 lineas max; Envío electrónico CONCURSO DE RELATOS CORTOS CENTRO CULTURAL LA VIDRIERA Tipo: Relato Dotación: 800€DE + 500€ XI CERTAMEN NARRATIVA Fecha Límite: 24/3/2011 CORTA “VILLA DE Extensión: 14-30 años; 5-10 TORRECAMPO” folios; Cuadruplicado Tipo: Relato Dotación: 3.000€ CONVOCATORIA CÓMO Fecha Límite: 18/2/2011 ESCRIBIR CIENCIA Extensión: 20 foliosFICCIÓN max; DE LIBRO ANDRÓMEDA Quintuplicado Tipo: Artículo Dotación: Publicación XIX PREMIO NACIONAL DE Fecha Límite: 30/3/2011 POESÍA ACORDES 2011 Extensión: Envío electrónico Tipo: Poesía Dotación: 1.000€ + 250€ 9 CONCURSO RELATO Fecha Límite: DE 18/2/2011 CORTO Y FOTOGRAFÍA “EL Extensión: 300-600 versos; COLOQUIO DE LOS PERROS” Cuadruplicado Tipo: Relato y Fotografía Dotación: 400 DE + 100€ ; 200€Y IV CERTAMEN CUENTOS Fecha Límite: 31/3/2011 RELATOS BREVES JUNTO AL Extensión: FOGARIL 3-5 folios; Quintuplicado Tipo: Relato Dotación: 1.000€ + 500€ + 300€ I+200€ CONCURSO DE RELATO BREVE EUROSTARS HOTELS Fecha Límite: 21/2/2011 Tipo: Relato3-12 pags; Extensión: Dotación: Triplicado 3.000€ Fecha Límite: 31/3/2011 Extensión: 400-1.000 V PREMIO DE POESÍA palabras; PARA Envío electrónico NIÑOS EL PRÍNCIPE VI CONCURSO DE RELATOS PREGUNTÓN CORTOS JUSTO VASCO Tipo: Poesía infantil Tipo: Relato Dotación: 3.000€ Dotación: 250€25/2/2011 Fecha Límite: Fecha Límite: 31/3/2011 300Extensión: Quintuplicado; Extensión: 17.000 caracteres 600 max; Envío electrónico versos

XXXIII CONCURSO DE CUENTOS ALLER PREMIO DON MANUEL DE Tipo: Relato Importante: información ofrecida es meramente orientativa.Dotación: Antes de 1.000€ acudir a un NARRATIVA CORTALa2011 III CONCURSO DE RELATOS certamen es recomendable ponerse en contacto con la entidad convocante. Las 31/3/2011 bases de los Tipo: Relato CORTOS BESO DE RECHENNA Fecha Límite: respectivos pueden estar sujetas a cambios. Extensión: 3-5 folios; Dotación: 800€premios y concursosTipo: Relato www.stardustcf.com Fuente: Fecha Límite: 1/3/2011 Dotación: 3.000€ + 2 * 1.000€ Triplicado


Amigos que habéis tenido la oportunidad de leer estas páginas : Esta revista es el fruto de la colaboración de una comunidad de escritores noveles que se apoyan y que quieren dar a conocer sus trabajos al mundo editorial, o al mundo sin más. Sin prisas, entre la sombra y la luz, y poco a poco. Existe mucho talento escondido que merece ver sus obras publicadas, y eso sólo lo conseguiremos uniendo nuestras fuerzas. Para ello trabajamos olvidando quienes somos y lo que hacemos en nuestras otras ocupaciones cotidianas, compartiendo opiniones y aprendiendo unos de otros. Este ha sido un primer paso, pequeño y grande a la vez. Esperamos que hayáis disfrutado con esta publicación, la primera de muchas que vendrán, y os esperamos a finales de marzo en el siguiente número de ésta, nuestra, vuestra revista. Gracias a todos.

Escritores Independientes


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