Ando Recopilando Relatos Antiguos Comunidad Coliñir - Isla Teja

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Ando recopilando relatos antiguos Comunidad Coli単ir - Isla Teja

n端txam lof Koli単ir Wapi Teja

Bernarda Aucapan Millaquipai Compiladora


Créditos Investigación y compilación Bernarda Aucapan Millaquipai Ilustraciones Familia Coliñir-Kramm Paula Sayago Lundin Traducción al mapudungun Claudia Inglés Hueche Dirección Editorial Jaime Hernández Ojeda Diseño y diagramación Daniela Díaz Gallardo Bernarda Alcapan Millaquipai, 2013. Arte Sonoro Austral Ediciones, 2013. 1ª Edición Tiraje: 400 ejemplares www.artesonoroaustral.cl Avda. Simpson 421, Barrio Estación, Valdivia. Fono: 56-63-2204857 Andros Impresores ISBN: 978-956-8716-05-9 Registro propiedad intelectual Inscripción Nº 231.959 Obra financiada a través del concurso público de Iniciativas de Difusión Local 2012. Unidad de Cultura y Educación, CONADI, Región de los Ríos.


Ando recopilando relatos antiguos Comunidad Coliñir - Isla Teja

Ñimituyawün kuifike nütxam lof Koliñir Wapi Teja

Bernarda Aucapan Millaquipai Compiladora


Índice 6

Presentación

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Agradecimientos

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Pampa, pampa y pampa. La Isla Teja y Valdivia son una cosa muy distinta Lelfün, lelfün, lelfün. Wapi Teja ka Valdivia txür mogen no

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Mi mamá cuando hacía el pan, aprovechaba de contar y cantar Ñi ñuke ülkantukey petu kofken mew

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La gallina y el zorro; secretos de cosas que sucedían en el fundo Teja Norte Achawall ka güru zugü ka chem rupalu fütxa mapu Teja

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Las motosierras no existían en ese tiempo Katxü mamüllpeim winka mülekelafuy

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A la orilla del Estero Los Patos Ina txayenko pu wala

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Una historia verdadera, otra fantástica de gente que se aparecía y ese tipo de cosas Kuifike rüf ñi zugu pegekelu fey chi zugu


Las hebras del paño de cocina Ka füg paño Kütralwe

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La viuda, el diablo y los duendes Kuru zomo ka ti pu pichikeche weküfu

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El mandinga de la cervecería

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Mi infancia de los doce para atrás Ñi we pichi zomo epu mari wiñol txipantu

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La caza de puye Nentun pichi chalwa puye

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La del cuero Ka txülke

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El hoyo y el Comité de Vivienda Ka lolo ka comité ruka

58

Paso un día cantando la pájara Rupakey antü ülkantun üñüm

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A cenar con harto pan de casa Iael pun fentxen kofke

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Glosario

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Presentación

La familia Coliñir vive en el barrio antiguo de la Isla Teja1, en Valdivia, desde que llegó uno de sus antepasados paternos a radicarse a la zona a fines del siglo XIX. En aquel tiempo, la Isla se hallaba en un proceso de ocupación por parte de familias de colonos alemanes quienes habían arribado a la región entre 1840 y 1846, motivados por las medidas de estímulo para el asentamiento de inmigrantes extranjeros en Chile llevadas a cabo por las autoridades de la época. En aquellos años, la ciudad de Valdivia vivía una fuerte crisis económica y social, como consecuencia de la guerra por la Independencia. Por otra parte, los sismos de 1835 y 1837 habían generado una condición de aislamiento geográfico y el desplazamiento de la población hacia otros centros poblados del país. En este contexto, el proceso de inmigración alemana hacia la ciudad fue vista como un impulso para el desarrollo de la economía local2. Los colonos alemanes eran en su mayoria industriales y artesanos. Paulatinamente algunos de ellos levantaron en la ciudad fábricas de elaboración de cervezas, curtidurías, destilerías de alcohol, astilleros, compañías de navegación, entre otras. Varias de ellas como la

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Cervecería Anwandter o la Fábrica de Zapatos Rudloff3 instaladas en la Isla Teja. Poco se sabe qué sucedió con la población mapuche que residía en la Isla y de sus condiciones de vida a la llegada (y luego) de los colonos alemanes, dado los pocos estudios académicos dedicados al tema. Lo que sí está claro es que las actividades industriales de estas empresas con el tiempo modificaron gran parte del espacio geográfico de la isla, impregando todo el patrimonio cultural y natural que de ella conocemos. No obstante, la familia Coliñir, desde su constitución como Comunidad Indígena en el año 2010, ha venido impulsando un proceso intensivo de investigación sobre el poblamiento mapuche de la Isla que le permita llenar vacíos historiográficos y avanzar así en la reconstrucción de su identidad y memoria social. Esta publicación es una muestra de dicho trabajo en un esfuerzo por dar a conocer parte del acervo cultural mapuche propio de la Isla para su puesta en valor, preservación y difusión en el ámbito local. Específicamente, esta edición contiene narraciones orales que fueron recogidas a través de conversaciones o nütxam4 sostenidas con integrantes de la Comunidad


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Indígena Koliñir Lof Wapi entre fines del año 2011 y mediados del 2012 en Valdivia. Resultaron quince relatos breves que cuentan historias y hechos sucedidos en el sector de Isla Teja entre los años 1845 y 2012. Cada uno de estos relatos ha sido construido de forma colectiva y traspasados oralmente entre los habitantes de la isla. Por ello los hemos querido difundir respetando su estructura original y la manera como fueron contados. Sólo se han agregado signos de puntuación y se han movido de posición algunos párrafos para enriquecer su lectura. Cada relato fue traducido al mapuzungun por Claudia Inglés Hueche y revisado por Ingrid Llamin Huenulef utilizando el grafemario Azümchefe5. Las historias se acompañan con fotografías familiares facilitadas por sus autores, además de dibujos realizados por los niños y niñas integrantes de la Comunidad Koliñir especialmente para esta publicación.

Ver “Isla Teja Industria, desarrollo y naturaleza” de Egert y Pantoja, 2008. Temuco. 2 Ver “Los industriales alemanes de Valdivia, 1850-1914” de Patricio Bermedo Pinto. 1999. 3 Para mayor información ver “Los alemanes en Chile (18161945)” de Jean Pierre Blancpain. 4 Los nütxam son relatos histórico-legendarios que nacen de la memoria misma de los mapuches. En ellos se narran, por ejemplo, hechos acaecidos durante la guerra que mantuvieron los mapuches en el siglo pasado contra las fuerzas militares de Chile y Argentina, en las que descollaron caciques como Calfucura (piedra azul) o Quilapan (tres leones). Estas narraciones también vienen acompañadas por elementos mitológicos o de carácter sobrenatural” (V. Toledo Llancaqueo, 2006). 5 Este alfabeto fue creado por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) y se utiliza oficialmente en los servicios públicos y textos escolares. Sin embargo, no existe aún consenso sobre un único sistema gráfico para la lengua mapuche ya que el mapuzungun es esencialmente oral. Para mayor información ver “Crear nuevas palabras en mapudungun. Innovación y expansión de los recursos lexicales de la lengua mapuche” de Chiodi y Loncón (1999) UFRO. Además, para conocer el uso de las letras y claves de pronunciación sobre el alfabeto Azümchefe ver “Grámatica básica de la lengua Mapuche” Tomo I de A. Hernández, N. Ramos y R. Huanchulaf. Editorial PUC Temuco. 2006.

Fotografía: Parque Santa Inés, Isla Teja. Julio 2013. Colección particular.

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Agradecimientos

Mis agradecimientos a quienes colaboraron en cada una de las entrevistas realizadas y cuyas historias dan origen a este texto. A don Ramón Torres Bravo, Eduardo Hernández Barrientos, Juan Agustín González y a cada integrante de la Comunidad Koliñir Lof Wapi en las personas de: don Rodemil Coliñir Álvarez, Patricia Coliñir Kramm, Angélica del Pilar Coliñir Kramm, Carlos Erwin Coliñir Kramm, Luis Alberto Coliñir Kramm, Raúl Eduardo Coliñir Kramm, Violeta Coliñir Flández, Ruth Patricia Fernández Coliñir, Andrea Rodríguez Coliñir, Carlos Alberto Coliñir Aguilera, Angela Fernández Coliñir, Marisol Flández Flández, Millaray Flández Lara y Sonia Toledo Elgueta. A Marianela Concha Guaitiao por su colaboración en la transcripción de las entrevistas. A Eduardo Ramírez Blamey por los traslados y primeras correcciones a este texto. A la Dirección Museológica de la Universidad Austral de Chile, por el acceso a su colección fotográfica. Con especial dedicación a Raúl y Luis Coliñir Kramm, quienes confiaron en mi persona para realizar este trabajo.

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R铆o Cau cau. Colecci贸n Departamento de Conservaci贸n de Archivos, Museo Hist贸rico de Valdivia.

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Isla Teja. Ilustraci贸n Paula Sayago Lundin, 2013.


“Se fueron las industrias, pero quedó la gente, la gente que nació con la industria la que estuvo antes de la industria y los que vinieron después.” “Amutuy industria, mülewey che Llegüi che industria mew Che müley petu akunulu industria Ka küpalu ka antü.” (Rodemil Coliñir, 2012)


Pampa, pampa y pampa La Isla Teja y Valdivia son una cosa muy distinta Lelfün, lelfün, lelfün Wapi Teja ka Valdivia txür mogen no

Me llamo Rodemil Coliñir Álvarez y tengo ochenta años: los mismos que llevo viviendo en este territorio que nosotros llamamos “La Teja”.

Iñche pigen Rodemil Coliñir Álvarez nien püra mari txipantu: ka mülen tüfa mapu, llegün pura mari txipantu nien ka mülen tüfachi wapi Teja.

Quién primero llegó a estos lados fue el abuelo mío, Eudocio Coliñir. Aquí arrendó una pieza y se radicó, pero por falta de trabajo optó por salir a los campos a trabajar. Así llegó mi padre Alfredo Coliñir a vivir aquí y también tuvo que salir al campo a trabajar en los fundos; por lo que iba y volvía semanalmente.

Iney une aküy tüfachi mapu ñi abuelo Eulogio Coliñir. Akuy alkilapay kiñe ruka. Genun mu küzaw amuy lelfün küzawal femgechi. Akui ñi chaw Alfredo Coliñir tüfa mew mülefui ka amuy küzawal fundo mew; akuketuy semanalmente.

Entonces nosotros ya nos criamos aquí en la Isla. La conocemos toda desde cuando era casi selva. Desde cuando sólo había industrias y uno quedaba aislado y debía tener bote para pasar a Valdivia. Aquí verdaderamente me crié con muchos amigos; encontramos a otros que también tenían apellidos

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Rodemil Coliñir Álvarez

Fey mew iñchin txemiin tüfachi wapi Teja. Kimfiin mawizantu gefüy kizu wampo txipakefuin Valdivia waria. Rüfküno txemün fentxen wenüy yegün, ka pein nielu üy mapuche. Txipakein kintuael kachu, kellen mülelu mawida ka murta ka michay fewla gewelay zew afi.


mapuche como nosotros. Con ellos salíamos a buscar berros y la frutilla que sale en los bosques. Salíamos a buscar la murta y el muchay, que muchos ya no conocen… porque esa planta, que también era fruta, desapareció. Aquí había una escuela: La número 63. Era una escuela rural. Allí estuvimos todos nosotros el primer y segundo año en dos salas. Después de la escuela salíamos a buscar leña para hacer carbón y poder vender. Teníamos un horno que pertenecía a una familia de apellido Marichal. Allí, después de salir de la escuela, llegábamos nosotros. También íbamos a una isla, a la Isla del Sapo que estaba por ahí al lado del puente Cruces. Esa isla se hundió con el terremoto de 1960. Ahí también había un horno de carbón y un criadero de engorda de animales. El terremoto llegó y botó todo abajo. Al lado del río, del puente Cruces. Después íbamos a la Saval, que en esos tiempos se llamaba sólo laguna. Salíamos a buscar frutas arriba al cerro. Para allá nadie pasaba, el que iba era hombre libre. No había cercos, no había nada. Uno podía ir dónde quisiera y nadie le llamaba la atención, porque no andábamos robando. Andábamos buscando ya sea murra o cualquier otra fruta silvestre. Acá abajo había vegas. Eran esteros que venían de arriba de las lagunas: Ahí se iba a buscar el berro, en el bajo… dónde salen muchos.

Construcción Puente Pedro de Valdivia. Colección Departamento de Conservación de Archivos, Museo Histórico de Valdivia.

Mülefuy chilkatue ruka 63. Kom iñchin mülefuin, iñchin kiñe ka epu kiñe ruka mew chilkatukein. Txipalu chilkatue ruka yemekein mamüll zeumallal carbon ka vendegeam. Niefuin kiñe kütxalwe tañi pu reñma ñi kütxalwe üy Marrichal. Txipanmu chilkatue ruka amuketuin iñchin tüfachi kütxalwe. Ka amukefuin wapi pakarwa mülelu afkazi kui kui Cruces. Llufi ti wapi nüllün mew. Fei mülefuy ka kiñe kütxalwe zewmapeim carbón ka mülefui motxin kullin. Akulu nüllun kom txani, afkazi lewfu kui kui Cruces.

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Eran todas aguas cristalinas, aguas limpias; no como en este momento en que las aguas están ya contaminadas. Antes era muy lindo esto. Estaban las vertientes donde nosotros íbamos y llevábamos a los gansos y patos. Todo era tan libre que nosotros también nos bañábamos ahí.

Ka amukein Saval kuifi mew pigekefuy llüfü. Txipakein wenu yemeael fill anümka. Iney rüme rupakelafuy gelafuy malal chew rume amuafuy ka rupayafüy iney rüme chem pikelay weñekelain. Yemekein anümka mura. Nag püle müley menoko ka txayenko küpalu wenu llüfü, fey mew kintugekefuy berro fentxen txipakefuy.

Así es que en la mañana íbamos al colegio y por la tarde íbamos a recolectar, a buscar leña, a hacer carbón para vender, a la fruta.

Nag püle müleke fui lelfün. Ka txayenko küpalelü wenu llüfü: Fey yemekefui kachu iael, nag püle zoy txipapeim.

Pasábamos dónde unos amigos que vivían en el cerro dónde ahora está la Universidad Austral, los Manquilepe. Esos tenían solo frutales. Ahí íbamos a buscar manzanas. Ellos también trabajaban la tierra igual que otros amigos que también eran mapuche, los Huantecura. Esos vivían allí donde antes había un bajo en la universidad. A la orilla de una vertiente ellos tenían su ruco, una casa como una ruca. Ahí vivieron hasta que el patrón les dijo “hasta luego” y tuvieron que moverse ya con los años. Y así, como le digo, fui creciendo junto a todos mis hermanos aquí en la población, nos fuimos conociendo. Empecé a trabajar a los siete años, porque si no ¿dónde? Mi padre seguía llegando de los campos y él nos traía el alimento y acá nosotros hacíamos carbón, recogíamos frutas. Las callampas, que se daban mucho en esos tiempos, el yuyo que sale en el trigo, todo eso era comestible.

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Kom lif ko, gefuy; fewla no reke pozkogetuy. Kuifi echa alliz gefuy mülefuy txayenko müñetumekefuin gansu ka wala, ka iñchin müñetukefuin. Femgechi puliwen amukefuin chilkatue ruka rupan antü amukefuin mamüll, zewmayal carbon, vendeam ka anümka mapu. Rupakefuin kiñe wenüy mülelu winkul fewla Universidad Austral, mületuy pu Mankelipe. Fey niefuigün anümka yemekefuin manzana. Ka küzawkeygün mapu, ka wenüy mapuche gey pu Wantekura. Fey mülekefuy nag universidad. Ina txayenko chew ñi niepeim ruka. Fey Müleygün fentxen txipantu fewla gewetulay. Femgechi txemkülen ñi pu lamgen egü tüfa mew chi waria femgechi kimniefiin. Küzawün regle txipantu chumgelu chew ñi chaw küzawkefuy lelfün küpalkefuy iael kom iñchin carbón, zeumakefuygün ka kintukein


Rodemil Coliñir en la zona de las calderas. Hospital Regional de Valdivia, 1969. Colección familia Coliñir-Kramm.

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Por muchos años nosotros nos fuimos criando con la misma gente, porque nadie quería venirse a vivir a este barrio, porque era muy solitario. Después que usted salía del colegio, solamente le quedaba la pampa, pampa y pampa y pampa... Entonces mucha gente se fue yendo, porque era muy triste en el invierno para vivir aquí. Aislado como un preso. Así que así he conocido mucha gente, total que muchos años son. Si me preguntan, de a poco uno se va acordando de cosas, de más cosas de aquí de la Comunidad Koliñir Lof Wapi. Pregúnteme todo lo que quieran saber sobre la isla y de los ochenta años que ya llevo aquí. La Isla Teja y Valdivia son una cosa muy distinta. Por eso, cuando nosotros decimos: ¡Vamos a Valdivia!, mucha gente nos queda mirando. Pero yo soy antiguo y así es la palabra de nosotros.

Rodemil Coliñir, 1ª serie de honor, Deportivo Teja Independiente. Década del 60’. Colección familia Coliñir-Kramm.

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anümka mapu. Callampa, napor txipakelu ketxan kom fey ti igekefuy. Fentxen txipantu mulekefuin txur che iney no rume küpalafui tüfachi waria kizugefuy txipalu chilkatuwe ruka lelfün müten mülekefuy, fentxen che amutuy echa weñag pukem tüfachi waria preso reke mülekefuin. Femgechi kimpan fentxen che fentxen txipantugetuy ramtuken pichike acordaniekan kuifi zugü (che zugün) lof koliñir. Ramtuge kom zugu kimniefiel tüfachi wapi yenielu iñche pura mari txipantu. Wapi Teja ka Valdivia txür no. Fey mew fentxen che leli mekekeimu. Iñche kuifi che femgechi gey ñi zugu. Richard Navarrete y Eduardo Hernández, integrantes del Deportivo Teja Independiente. Colección familia Navarrete-Coliñir.

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Mi infancia de los doce para atrás Ñi we pichi zomo epu mari wiñol txipantu

La verdad es que yo nací en el año 1954 y empiezo a tener memoria del terremoto fíjense. Yo me acuerdo clarito, clarito del terremoto del 60 en adelante. Tengo noción de todo, tenía seis años, pero me acuerdo de muchas, muchas cosas; por ejemplo, vino el terremoto y nosotros nos salimos con toda la familia de mi papi y de mi mami.

Iñche llegün kiñe waranka ailla pataka kechu mari meli txipantu nien kimün nuyün. Iñche kom, kimnien iñche kayu txipantu, niefün petu üpelan chupay nüyün iñchin txipain kom ñi reñma, ñuke ka chaw.

Nos fuimos a la pampa cuando venía el maremoto y de ahí empiezo a tener la noción de que mi papi nos llevaba de allá para acá. Fuimos a ver cuando las pampas se hundieron.

Küpalu helicóptero iñchin pichikalu. Ina lefkefuin re kimafiel müten.

Cuando llegaban en esos años los helicópteros, y como niños, nosotros queríamos correr detrás de ellos y novediar. Pero mi papi no nos dejaba, entonces sabíamos que llegaban, pero nos quedábamos ahí quietos. De eso tengo noción, la cosa tan clarita. Después del terremoto, y luego que pasó todo eso, fuimos creciendo. Nos juntábamos con todas las chicas de acá de La Teja y había una señora gordita, la señora

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Patricia Coliñir Kramm

Amuin lelfün küpalu nüyun fey kimpan ñi chaw küpaliimu. Üyew ka faw pemein tunten lelfün llimi ko.

Rupalu ñüyun kom iñchin txemküleyiñ. Txaüwkeiñ kom zomo Teja mülefuy zomo motxin, Marta fey yekefuynmu furi lewfu chef mülelu rag. Fey kim weyekefuin kiñe wenu namun mew kagelu minche lewfu femgechi kim weyeliin. Kuifi chew müley hotel epekon kui kui Cruces mülekefuy ko nüyün rupalu wezalkalewey iñchin yemekefuin mamüll fey müñetukefuin ka küme rupakefuin. Fey newe mawizantu, no mülekefuy reñma Hermann, ka zoy ayizgekefuy. Tañi lelfün ka malal kizugefuy.


Marta; ella se hacía cargo de toda la chusma y nos llevaba atrás al río donde había pura greda. Allí aprendimos a nadar con un pie arriba y otro abajo y para nosotros eso era muy divertido. Eso fue donde Carcamito15, ahí aprendimos a nadar.

Küpalmu füri fentepuy Teja Lito. Tüfa mew gefüy lolo chew rupalu txayenko. Tüfa Katriko rupalu kom wapi fey iñchin küpakefuin awkantuael tüfa püle wampo lata zewmagekefuy, küpakefuiñ akupeim wampo awkantukefuiñ.

Antes, donde (ahora) está el Hotel16, casi a la entrada del puente Cruces, había una canal. Con los desperfectos del terremoto entró la canal. Ahí nosotras íbamos a entrar leña. Entre que obligada y como hobby -porque también nos gustaba subir la leña-; y ahí nos bañábamos ¡Lo pasábamos tan re bien!

Ka akuwe wampo zewmakefuy pichikeche latones. Katxükey tambor ka pürakey paseakey tüfachi lolol ko. Fey mew waichifkein.

Eso era no tan virgen, estaban la familia Hermann y los no sé cuánto, que tenían sus potreros y establos ahí, pero era solo. Era campo y era todo tan lindo. Lo mismo que venir para acá atrás, cuando La Teja llegaba hasta aquí, donde vive el Lito17. Acá era el Hoyo y eran las vertientes. Esto es un Catrico que atraviesa toda la Isla y ahí nosotros veníamos a jugar por acá con las canoas que las hacíamos de lata, nosotros veníamos en las balsas y jugábamos. Las balsas las hacían los chicos con latones. Partían los tambores y con el tambor cortado se subían y ahí se paseaban en estos hoyitos de agua. Ahí mismo nos dábamos vuelta.

Awkantukein parque. Puin wenu kintupein coco, castaña, anümka mapu amukein lefal wenu yemeael callampa. Fey mew mülefuy kiñe reñma kuidapelu lelfün kawellu tukulelkeiñ mu lefkeiñ. Echa kümey lefün kom Teja pekelafuiñ kiñe ruka. Turpu kimkelaiñ chumlerpuael warialetuy. Nagkeyn menoko lleketuiñ pirguines. Tai varilla nentupeim piru fey mew ülelgekein Namuntu iney zoy küme nentuy kom iñchin zoy küme nentual pikefuin putuan ka llenietuael fentxen pirguin. Imekein kellen mapu llemeael chemkün, ñi chaw niekefüy txemal zañwe iñchin echa küme rupakefuiñ. Ka yemekefüiñ murta ñi chaw zewmakefuy fütxake canasto. Pürakefuiñ winkul yemeael murta. Kom iñchin niekefuiñ kiñe canasto müley ñi apolafiel.

Jugábamos en el parque. Llegábamos hasta allá arriba, buscando los cocos, castañas, las frutas silvestres...

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Sector contigüo a la antigua cárcel de Valdivia, ubicada en Isla Teja.

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Se refiere al lugar donde actualmente se emplaza el Hotel Puerta del Sur. 17

Apodo familiar de Luis Coliñir Kramm.

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Rodemil Coliñir, Ruth Kramm y familia. Isla Teja, 1971. Colección Familia Coliñir-Kramm.

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Íbamos a correr para allá arriba, a buscar callampas. Ahí había una familia que cuidaba el campo y ellos nos echaban los caballos. Corríamos. Era tan lindo correr, oye, por toda La Teja que jamás íbamos a ver una casa. Nunca nos imaginamos que íbamos a estar así poh, tan urbanizado.

Ikefuiñ lelfün. Bero lif tukefuin: lif ko rupakefuy ka wenu lolo mew aprovechakefuiñ llemeael ka mamull. Ka chemkün.

Bajábamos a las vegas y nos llenábamos de pirigüines. Entonces con las mismas varillas nos sacábamos los gusanos que se nos pegaban. A pata quien era el más

Ka wenu mülekefuy kolkopiw santuario ponwi universidad. Kom fey ti amukefuin, pichikaluiñchin.

Lelikefuy pei iael chem ñi ialtual ka lyen mu mürke mura yegu ikefuin.


valiente. Todos queríamos ser mejores y salir al parque y llegar llenos de pirigüines. Nos íbamos a comer las frutillas silvestres, a buscar las cachimbas , porque a mi papi le gustaba criar chanchos hasta que queden echao poh. Entonces había que ir a buscar las cachimbas18. Nooo, si la pasamos muy bien, muy re’ bien. Cuando íbamos a buscar murta mi papi hacía unos tremendos canastos. Teníamos que subir esos cerros todo un día buscando murta. Todos teníamos un canastito y nos obligaban a llenar el canasto. Comíamos en el mismo lugar. Por ejemplo: el berro lo comíamos ahí mismo donde corría el agua limpiecita de la vertiente, la frutilla silvestre ahí mismo. A eso íbamos: a buscar las callampas, los camarones, las castañas, sacos de coco sequitos. Era uno por pasear y como andabas arriba buscabas loyo y todo eso aprovechabas de traer, los sacos de coco. Así que (era) otra cosa... tan bonita. Uno iba a cualquier lado y tenías cómo sacar en el día la comida y distraerte. Si tú te ibas pa’lla atrás no te ibas a morir de hambre nunca, no te querías venir. Por último te llevabas harina tostá y te la comías con murra.

Amunmu Saval ñi chaw amükefuy carreta fentxen iael yemeael ka yekefuin iael kom antü amukefuiñ lelfün fentxen lamgen iñchin kom pichikain ñi chawyekefuy fütxa canasto apon iael, kofke challa kom. Iñchin awkantukefuin Parque akukeiñ antü iael mülekein mura, manzana verde, muchay, chupon, ka ziweñ mülekefulu kuifi. Ka chem acordaniekan fentxen zugu mari epu echa polola iñche. Ka amukefuin wampo. Miawkefuin wallon wapi. Lito müten weza rupakefuy zoy pichikalu penmu llufü lewfu iñchiw ñi lamgen egü nielafuyu newen fey ragin künukefiin, lito fey lukatukeinmü fentxen txipakeiñ. Kiñe rupachi waichifi wampo Erica, petu pololiafuiñ peimu llüfü. Kom amulfiin wampo wampo mülefuy mamüll ñi, chaw pikefuy ka wapo tuainmün txipakeiñ Peña amukeiñ puntilla wallon kom wapi chew mülekefuy faro fey txwüwkefuy lewfü zew. Küpaley ka ko peinmu llüfü litu müley nag wampo, amuin amuin litu zugukilge pikein iñchiw. Killa mew mülein muley ñi mülael muten fey mew. Zew ahogado, zew fey pigefuy zoltaw. Kechu antü. Peno felein fey muley ka llüfü fey iñchiw txiparpuin Carcamito.

Allá arriba estaban los pepinos de los copihues. Allá arriba, donde está el Santuario19, arriba al fondo en la Universidad. Todos eso lo recorríamos, todos chiquititos poh.

Kom rupan antü amukefuiñ ka wampo. Llemeael newe acordawetulan mamüll ka ñimitukefuy tüfa ñi

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En este texto se hace referencia al fruto del Encino.

Fey peymu ka llüfü txipay pichike wentu Prat.

Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter, ubicado en el Río Cruces, comuna de Valdivia.

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Cuando íbamos a la Saval mi papi iba en carreta porque eran tantos que llevaba la comida en carreta. Estábamos todo el día ahí en el campo. Y como éramos tantos hermanos, todo chicos, mi papi le gustaba llevar unos tremendos canastos de mimbres llenos de comida, pan, las ollas, todo. Le gustaba eso y nosotros jugando en el parque. Teníamos que llegar a la hora de la comida, estábamos en la murra, las manzanas verdes, muchay, el chupón, el cardo, el berro que lo comíamos harto, el digüeñe… ¡Qué no había en ese tiempo! ¿Qué otra cosa me acuerdo? Tantas cosas. Bueno, de los doce en adelante poh… De los doce pa’trás te puedo contar porque de los doce pa’ delante ya me puse polola. Lo otro era ir a dar vuelta en bote. Teníamos bote e íbamos a dar vuelta por toda la Isla. El único que lo pasaba mal era el Lito que era el timonel, como era más chico. Es que nos pillaban las mareas. Nosotras con mi hermana como éramos chicas no teníamos mucha fuerza cuando nos pillaban las mareas. Entonces lo teníamos que poner entremedio y él nos retaba ahí; del remo a veces venía encajaito. Salíamos harto. Una vez se nos dio vuelta un bote con la Érica. Nos pusimos a pololear y no pilló el cambio de la marea. Todas remábamos, si teníamos el bote aquí en la Peña y si no lo teníamos aquí atrás. Mi papi siempre decía cambien el bote, cambien el bote y nos mandaban a nosotras. Nosotras por salir entonces de la Peña nos íbamos por la puntilla redondeando toda la Isla y ahí

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chaw epekuy llüfü fey amukein wampo. Iñchin amukein awkantual. Fey pu wenuy waichfigün üyew püle furi. Txipawelaigün iñche feity lewfü weyelkefun yemekefuin mura pichikeche tukukeymu ragiñ lewfu fey weyelkein ina amulakey wampo nome amukefuin peña.amukefuin fütxa lewfu Chani kon fey pichikeche kuñiwgelafuy gelay lame, chem rume gelafuy. Fewla pegey, kom tüfa waria pepi neglaimi rume kuifi kom wapi txekakefuiñ pikun Teja kom amukefuiñ universidad pichin pichin amuley. Ka akuy poz ko kom poz fey müñetumein ina lewfu Calle Calle poz. Küpali industria. Ka cárcel akuy nüpay gen payfaw pepi rupakelain. Kuifi Teja kom mogen mülekefuy lelfün lef lef küme rume rupakefuy mogen. Fewla mületuy kiñe pichin mapu sitio pigetuy werialetuy kuifigelay malal fewla re malal fewla gelay mapu akuy fentxen che karukalelu kimlafiin rume. Kuifi kimfuin chem che mülen txipawe ruka txemlu iñche. Kom amutuigün fewla wapi ayuzgelu fey no. Fey müten zugu ñi we zomo gen, mari epu txipantu nielu iñche ka mari meli txipantu küme amulein, fey kintun afkazi fey ñi zugu epew ka antü ka zugu fey zoy kizu ñi zugu.


Hermanos y hermanas Coli帽ir Kramm. Isla Teja, 1960. Colecci贸n familiar.

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donde está el faro, ahí se cruzan los ríos. Ya vienen las aguas diferentes. Y nos pilló me acuerdo el cambio de mareas y nos tiraba y nos tiraba y nosotras remábamos como podíamos y el Lito debajo del bote… “Ya, cabras, remen pa’lla”... “Cabro, quédate callao”… Así que debajo de la quilla. Tuvimos que esperar.

Habían dicho que estábamos ahogados, ya habían avisado por carabineros. No, si demoramos como cinco horas. Después esperamos el cambio de marea y llegamos donde Carcamito, al frente allí y de ahí a cruzar nosotras dos.

Casa de la familia Coliñir-Kramm. Isla Teja, 1971. Colección familiar.

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¿Y saben por qué nos pillaba el cambio de marea?, porque salían los cabros del Prat20 a bogar, ¿y nosotras eh, eh?... ¡A tirar el churro poh! Todas las tardes nos mandaban a cambiar el bote. No me acuerdo bien, me parece que a veces la leña la recogían acá. No me acuerdo por qué era que nos mandaban a cambiar el bote, pero mi papi iba calculando: “Ya… A esta hora va a cambiar la marea… Vayan”. Aparte que nosotras no sabíamos mucho. Nosotras íbamos por divertirnos con los botes. Irnos con los remos, quién iba con la chumacera más firme, el remo mejor. A tres remos, a tres remos. Todos bogábamos. Pero varios amigos se dieron vuelta allá atrás poh, no salieron más. Pero yo pasaba ese río nadando, éramos buenas nadadoras. Íbamos a buscar la murra al frente y los cabros nos echaban al medio del río. A nadar se ha dicho y ellos adelante y nosotras atrás del bote… ¡Pucha que la sufríamos! El río grande (Río Cruces), pasábamos todas. Cuando el río se subía, pasábamos el bote. Cuando íbamos en el río grande me acuerdo del Chani y de todos esos cabros. Cruzar hasta la Peña, ir y volver. No era peligroso, no había lobos, no había nada. Si ver un lobo era como de otro mundo.

Después empezó la contaminación, porque comenzamos a ir bañarnos a la ribera del Río Calle Calle y empezaron las contaminaciones de las industrias poh. Después la cárcel se apoderó de acá y no podíamos pasar. Antes La Teja era toda libre. Pampas pa’ correr, lo pasábamos bien. Pero aquí estamos ahora todos en un pedacito de sitio y todo urbanizado, ni espacio. Antes no tenías cerco en tu casa. Ahora no, todos con cerco. Falta la reja en la ventana no más. Ahora todos tienen sus espacios y ha llegado tanta gente de afuera, que ni los vecinos sabemos quién es quién poh. Antes sabíamos quien vivía puerta por puerta, quien vivía en la población Viña, en la población Hoffmann, acá en Los Avellanos... Todos nos conocíamos. Todo, todo. Ya después, como te digo, fuimos creciendo, se fueron yendo, llegando otros. Ya no es la Isla hermosa que era antes. Eso sería lo que les puedo contar de mi infancia de los doce para atrás. Hasta los catorce años estuvo bien. De eso me acuerdo. Después me enamoré y eso sería. Hasta ahí termina el cuento, porque después ya serían otras historias y eso ya es privado poh.

Imagínate ahora ver todo esto. Todo está poblado que tú no te puedes ni mover. Antes recorríamos todos los costados de la Isla, la Teja Norte, la Teja Sur. Todo lo recorríamos. Empezó la universidad de a poquito, de a poquito.

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Club de Remo Arturo Prat, fundado en 1880 y activo hasta la fecha.

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Paso un día cantando la pájara Rupakey antü ülkantun üñüm

Otro cuento que siempre se cuenta es lo que le pasó a un vecino y que dice: Pasó un día cantando la pájara un día y el Manga Mocha le dijo: “Ya, señora, venga mañana mejor a tomar once conmigo, que tenga muy buen viaje”. Y al otro día, a eso de las siete de la tarde, el Manga Mocha estaba tomando once y le golpean la puerta: “¿Quién es?”, preguntó. “Una señora te busca -le dijo su esposa-. “¿Y qué quiere?”, dijo él. “Dice que tú la invitaste a tomar once”. Y todos dicen que se quedó de una pieza. “Bueno y si la invité entonces que pase poh”, le dijo. Y pasó una señora que el nunca había visto y pasó a mi mesa y tomó onces con todos y se fue muy agradecida; y él también agradecido que haya asistido a esa invitación. ¿Qué te parece? La cuenta un viejo de La Teja y esa es otra historia frecuente.

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Raúl Coliñir Kramm

Ka epew mülekelu zugu rupalu kiñe karuka piley. Rupan antü ülkantun üñüm ka kiñe antü ka Manga Mocha fey pi: ka zomo üle küpage rupan antü oncetupage küme amutuge. Ka antü regle rupan antü ka Manga Mocha petu oncetulu fey txaloftxaloftukuy txipawe ruka iney chi ramtuy kiñe zomo kintuyawleimu pi ñi kure chew pi feypi emi magelfimi oncetupayal. Kom pikeigün mülewey ruka. Ruge pifige rupay ti zomo pekenufilu rupay oncetupay echa mañun amutuy ka kizu ka mañumi küpalu magel. ¿Chem zugu no? Zugukey futa wentxu Teja ka pim che.


Jonathan Navarrete Coli帽ir. Isla Teja, 1982. Colecci贸n familiar.

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A cenar con harto pan de casa Patricia Coliñir, Andrea Rodríguez,

Iael pun fentxen kofke

Patricia: Pensaba todos estos días de fiesta en mi mami. De cómo a fines de agosto mi mami empezaba con la hojarasca, trabajaba, trabajaba, trabajaba. Ella las guardaba en tarro pa’ que se vayan ablandando con el tiempo. Después los primeros días de septiembre empezaba a rellenarlas.

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Violeta Coliñr y Angelica Coliñir

Patricia: Rakizuamkefün kawin ñi ñuke aflu agosto ñi ñuke kochi kofke zewmakefuy küzawkefuy, küzawkefuy. Fey guardakefuy taru mew yafünoam ka antü une antü. Septiembre apolkefi. Mari regle pun anükey wirufael apio. Ayikefuy ñi rama kechilen iñche ka feipin ka antü kizulen anün wirüf apio.

El 17 en la noche se sentaba a pelar apio. Le gustaba que quede como con ramita. Yo decía lo mismo el otro día. Estaba sola y me senté a pelar el apio, lo mismo que mi mami, deje todo el apio pelao, lo deje en agüita picadito. Después tomé el repollo.

Patricia: Ka chem zewmakeiñ mari regle antü. We takun ka küme delantal ka cinta chapetuael ka küme iael.

Andrea: A nosotras tampoco nos gustaba pelar el apio y miren ahora.

Ñi chaw niekefuy zañwe kuifi txemümkefuy zañwe. Ka zewmakey cecina fitxün, ilo ka chicharon.

Patricia: ¿Qué más hacíamos pa’l 18? Ropa nueva. Tenían que ser los delantales así, faldones con encajes, bordados y zapatos nuevos. No importa si no tenías zapatos, pero los delantales no podían faltar. Antes era todo con delantal y las cintas porque todas éramos de trenza. En ese entonces les gustaba comer bien.

Ñi ñuke kom yiwin, ikefuy ka txawa zañwe ka külen achawall.

Andrea: Inchin ayikelafin wirüf apio lelimün fewla.

Kofke fentxen cerveza. Tukulelkefin ka malta zoy küme kofkegekey ka pascon kofke zewmakey regle diciembre zewmakey, zewmakey kochi kofke ñi ñuke allikey virgen ka kiñe alemana.


Mi papi siempre tenía un chancho. Antiguamente mi papi criaba chancho y como él trabajaba en el hospital le traía tambores de comida y fíjense que tenía atrás de la casa un pozo que tenía una rejilla y ahí criaba a los chanchos. Así es que los primeros días de septiembre mataban ese chancho y hacían cecinas, ahumaban carne, hacían chicharrones, manteca y todo lo guardaban. A mi mami le gustaba toda la grasa, todo lo malo, lo dulce de la grasa. Ella no iba comer la carne del chancho sino que la gordura del chancho. Eso le gustaba a ella, la tragüita a escondidas. Ella se comía su tragüita y la cola de pollo. A los pancitos qué le gustaba ponerle harta cerveza. “Háganlo con malta, con malta queda blandito” decía. Y las frutas, que le gustaban mucho. Ella le ponía al pan de pascua. Era de todos los años pa’l ocho de diciembre: se hacía el primer kuchen con esa fruta verde, la frambuesa. Era una fecha especial, era el día de la Virgen. Por ejemplo: las primeras comuniones se hacían ahí. Mi mamá era devotaria de la Virgen de Lourdes y de una alemana. En este tiempo también se empezaba con la mermelada y pa’ la Pascua se hacían panes dulces. Después hacer pa’ la Pascua y Año Nuevo los corderos, porque a mi papi le gustaba tener harto. Había que chamuscar la cabeza de los corderos y había que limpiar, limpiar y limpiar. A La Chuni24 y mi mami le corría la gota limpiando. Después, a hacer asao de cordero.

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Ka ti kuifi kochi niekey tukulelgeam kofke pazcon mew ka kochi kofke we txipantu ufiza ka müley ñi liftuael. Andrea: ka chem zewmakefuy ñi nuke. Violeta: Küram malta. Andrea: kochi. Patricia: May, ka ciruela ka mosqueto, sancocha gekey ka rügümgekey, namun, mew gelafuy maquina. Andrea: Ka collof ka küme luche, ka chapalele, ka fideo ruka zewmalu ñi ñuke zewmakefuy fideo de pankutxa echa kümekey fideo pankutxa. Violeta: Ka zewmagefuy manzana horno, lichi ka pulko, kako ka manzana al horno kümey. Patricia: Nentukelay kulche tukulelkefy salsa zewmakelu ñi ñuke fey tukukefi horno zewayan pikefun gewelay manzana ti pu we zomo kom eygün kelu manzana. Angelica: Yiwin kofke ka kochi kofke. Patricia: Ñi ñuke kochi kofke küme kücha küwekey monkol ka küme afülu. Andrea: empanada ka poñi apol ka kümekefuy, ka kochi kofke. Tukugekefuy kütxalwe afümgekefuy.

Apodo familiar de Sonia Toledo Elgueta.

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Angélica Coliñir en casa de sus padres. Isla Teja, década del 90’. Colección familia Navarrete-Coliñir.

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Andrea: ¿Qué más hacía mi mami? Violeta: Malta con huevo. Andrea: Dulces. Patricia: Sí, de ciruela, el mosqueto, sancocharlo, después molerlo, la malla. Vamos moliendo, la pata. Ve que en ese tiempo no había máquina, era con la pata25 que se colaba. Andrea: El collofe, también lo hacía rico, el luche. A mí me gustaban los chapaleles, la masa al agüita. Los fideos de casa y las pancutras. Mi mami hacía los fideos y las pancutras le quedaban ricas. Violeta: Hacia eso también: la manzana al horno, leche con vino, mote con huesillos… Pero la manzana al horno, rica...

Patricia: Ka challwa jarpa ka koipo ka horno ka longaniza ka oregano. Ka kiñe rupachi zewman jarpa füri ka ñi chaw jarpa pitxun mew tukukefi. Puye yemekefuy pichike wentru ka Chunilda zewmakey tortilla ka puye. Zewmakey re kuram egü ka txefkukey puye zarten mew zewmakey rugo ka küram allwe ko tukulelgekefuy puye mogen tukugekey ka tortilla de acelga chuni kiñe rufüe. Chunilda ka cuidakefuy pichike wentru ñi ñuke iael kizu küchakelay chall zewmakefuy iael müten wülkey, ko kücha poñikey witxuko ayikelay chafpoñi al laraf ilkukey iñche fey pikefin ñuke tami challa may pichi zomo. Andrea: anulen mesa mew chuni küme kücha agekefuy mew kelü künokey age. Ka anuam kon antü, cenar fentxen kofke ruka.

Patricia: No, no le sacaba una tapa. Tenía una paciencia... Le sacaba lo de adentro, después le echaba salsa de crema. Esa crema que ella hacía de maicena con leche. Le ponía azúcar y las tapaba, luego las ponía al horno y esas sí que eran ricas. Yo me digo de repente voy hacer, pero después cuando voy ya no hay manzanas. ¡A las cabras que le gustan las manzanas rojas!. Angélica: Sopaipilla y picarones. Patricia: A mi mami qué le gustaba hacer picarones. Se lavaba las manos, en cada cuestión y los cocía 25

Se hace referencia a las medias panty, que antiguamente se utilizaba para colar la pulpa de la mosqueta.

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redondito y doradito. Le subía. Le llegaba a caer por los lados. Andrea: La masa de la empanada y la papa rellena también le quedaban ricas; y harta hojarasca. Me acuerdo que la ponían en la mesa de la cocina, cocer y cocer. Patricia: Las jarpas y los coipos al horno con longaniza y harto orégano. Yo una vez hice jarpa frita. No las recomiendo: mucha grasa. También se puede hacer jarpa ahumada. Mi papi las ahumaba.

Primos y hermanos. Quinta generación familia Coliñir, Isla Teja, década de los 90’. Colección familia Rodríguez-Aguayo.

Los puyes los iban a buscar los chicos y la Chunilda preparaba las tortillas de puye. Las hacía con puro huevo y a veces los puyes estaban saltando todavía en el sartén. Se hacia un batido con harinita y huevo. Había que dejar que quede media agüaita y ahí se echaba el puye vivo y entero. Igual como una tortilla de acelga. Hacía el batío y después… Saltando los puyes y la Chuni con una espátula. La Chunilda se preocupaba de los cabros y mi mami de la cocina. Ella no lavaba ollas, ella solamente cocinaba. Daba el agua y se ponía a lavar papas y el agua corriendo, corriendo... A ella le gustaba así. Anda que le pelen una papa y sea gruesa la cáscara, se enojaba. Yo le decía: “Mami, su olla”. “¡Ay, chica –me decía-, tan nerviosa!.” Andrea: Y sentados arriba de la mesa de la cocina, bien lavaos de cara. La Chuni nos lavaba bien la cara, nos dejaba la cara roja, colorá… y sentarse a cenar, con harto pan de casa.

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Dibujo Fernando Espinoza Aguayo, 7 años. Isla Teja, 2012.

Primos y amigos. Hijos de socios Comité de Allegados Ampliación Los Avellanos. Isla Teja, 1996. Colección famila Coliñir- Flández.

Dibujo niños Comunidad Koliñir Lof Wapi. Isla Teja, 2012.


“Primos” Denisse Navarrete, 14 años. Isla Teja, 2012.

Dibujo Ángel Poveda Martínez, 6 años. Escuela Alemania, Isla Teja, 2012.

Catalina Navarrete. 3 años. Isla Teja, 2012.


Familia Coliñir en la fabricación de escalera en Parque Santa Inés, 1992. Colección familia Coliñir-Flández.

Trabajos de relleno: Rodemil Coliñir, Leonardo Fernández, Marcelo Aguayo, Juan Martínez, Exequiel Lagos y Luis Coliñir. Isla Teja, 1989. Colección familia Coliñir-Flández.

Terrenos en reivindicación por Comunidad Koliñir Lof Wapi, ex Cárcel Isla Teja, 2012. Colección familiar.


Ramón Torres, madre y hermanos. Fundo Teja Norte, década del 70’. Colección Ramón Torres.

Primos y hermanos 5ª y 6ª generación familia Coliñir-Kram. Tralcapulli, 2012. Colección Coliñir-Flández.

Paula y Fernanda Aguayo Rodríguez. Isla Teja, 1999. Colección familia Rodríguez-Aguayo.


Fernanda Aguayo, Sonia Toledo, Violeta, Pablo y Camilo Coliñir. Isla Teja, 1993. Colección familiar.

Carlos Coliñir Aguilera en celebración llillipün. Isla Teja, 2011. Colección familiar.

Ruth Violeta Kramm y su nieto Benjamín Aguayo. Isla Teja, 2003. Colección Familia Aguayo-Rodríguez.


Casa de la familia Coliñir. Isla Teja , 1985. Colección familiar.

En primer plano Luis Coliñir y Violeta Coliñir. Isla Teja, década de los 90’. Colección Coliñir-Flández

Angélica Coliñir y familia. Esquina Las Quilas con Los Lingues. Isla Teja, década de los 90’. Colección familia Navarrete-Coliñir.


Comunidad Koliñir Lof Wapi en terrenos ex cárcel. Isla Teja, 2011. Colección familiar.

Rodemil Coliñir. Isla Teja. 2012. Colección familiar.

Vista Río Cruces. Isla Teja, 2013. Colección particular.


Isla Teja. Ilustraci贸n Paula Sayago Lundin, 2013.


“Entonces nosotros no nos hemos movido de aquí. Hemos seguido creyendo que nosotros estamos en nuestra propia tierra.” “Fey mew iñchin negümlain tüfa mew fey pilein iñchin petu mogelein ñi rüf küno mapu.” (Rodemil. Coliñir, 2012).


Glosario

Asao: Asado, carne asada. Agüaita: Sopa, plato compuesto de líquido alimenticio. Cachúo: El Diablo, espíritu que representa el mal. Caldillos: Caldo que se hace especialmente con pescados y mariscos, cebolla y papas. Callampas: Hongos comestibles. Catrico: Nombre con que se denomina a los ríos subterráneos que cruzan Valdivia. En este caso se refiere a sectores de humedales y cursos de agua que existen en la Isla. Chapalele: Especie de pan hecho con harina y papa rallada que, en Chiloé, Chile, suele acompañar el curanto. Churro: Piropo. Chumacera: Pieza de metal o madera, con una muesca en que descansa y gira cualquier eje de maquinaria. Coco: Piña de árbol de Pino. Contornito: Contorno, alrededor. Deflecaron: Desflecar: Sacar flecos, destejiendo las orillas o extremos de una tela.

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Duende: Espíritu fantástico del que se dice que habita en algunas casas y que travesea, causando en ellas trastorno y estruendo. Aparece con figura de viejo o de niño en las narraciones tradicionales europeas. Encajaito: Encajar, meter algo de otra cosa. Entierro: Tesoro enterrado. Estibador: Obrero que aprieta o recalca materiales o cosas sueltas. Fogón: Fuego de leña que se hace en el suelo. Hilachita: Hilacha. Hojarasca: Alimento a base de harina. Especie de galletas con las cuales se prepara el alfajor. Lavao: Lavado. Lovegaje: Fango, lodo. Mandinga: Diablo. Mayo’e papa: Papas cocidas en agua. Milcao: Comida tradicional de la Isla de Chiloé. Se prepara a base de papas cocidas y crudas. Novediar: Observar, explorar. Pancutras: Pasta alimenticia cortada en trozos pequeños y delgados que se emplea en la sopa. Paraguazo: Golpe dado con rapidez y fuerza. Partera: Persona que ayuda o asiste a quién va a dar a luz. Oficio tradicional de especializado conocimiento local.

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Pirigüines: Pirgüín, sanguijuela de una pulgada de longitud, que vive en los remansos de los ríos y aguas dulces estancadas. Pozón: Pozo. Quebrá: Quebrada. Ramá: Ramada, cobertizo hecho de ramas de árboles. Resaque: Operación de recolectar los tubérculos que no se han cosechado en la primera recogida. En el contexto de este relato la palabra está asociada a un sacado de tierra. Ruca: Vivienda en lengua mapuche. Tragüita: Cuero del cerdo. Viviente: Habitante. Zambullía: Zambullida, acción y efecto de zambullir o zambullirse.

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Isla Teja. Curtiembre Sch眉lcke & Co. Vista tomada en 1860. Colecci贸n Departamento de Conservaci贸n de Archivos, Museo Hist贸rico de Valdivia.

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