vanguardia en la obra de Julio Ruelas

Page 1

1 Título: “Hermoso horror: vanguardia y experiencia estética en la obra de Julio

Ruelas”. Por Carlos W. Haro Reyes1

Introducción. En este trabajo se intenta desde una visión estética, la forma en que la obra pictórica y gráfica del pintor zacatecano Julio Ruelas forma parte de las vanguardias artísticas de principios del siglo XX. La idea principal que se argumenta es que los aspectos vanguardistas contenidos en las obras de Ruelas posibilitan en sus espectadores un impacto o experiencia estética que puede equiparable al “aura” contenida en las obras de arte que menciona Walter Benjamín. Por aura se entiende esa originalidad que tienen las obras de arte2, desde los planteamientos del filósofo alemán que dice: “Resumiendo todas estas deficiencias en el concepto de aura, podremos decir: en la época de la reproducción técnica de la obra de arte lo que se atrofia es el aura de ésta”.3 Este ensayo surge como resultado del Seminario de Imágenes y Discursos de la Modernidad III del Doctorado en Humanidades y Artes en donde se aborda el tema de las vanguardias artísticas de la primera mitad del siglo XX. Se presenta en tres partes: una descripción de los conceptos involucrados, las vanguardias y la experiencia estética; una 1 El autor, es profesor investigador en la Universidad de Guadalajara, imparte materias de Expresión y Comunicación en el Arte, así como Estampa experimental, es especialista en producción de sentido a partir de la obra artística, fenómeno que hace evidente a través de la semiótica.

2 De acuerdo a lo que dice Benjamín; él debe ser original y debe conservar puros los aspectos que privilegian a la obra artística, el estilo, la técnica, los materiales, etc. Cuando estos aspectos se trastocan por medio de la reproducción (sea mecánica, electrónica, física u cualquier otra forma de reproducirla, mucho más en estos tiempos), entonces se atenta contra el aura que contienen las obras. El “aura” que entiende Benjamín es una categoría de lejanía y cercanía, el aquí y el ahora contra el allá y el después. Esta sensación de aura debe ser irrepetible desde una visión histórica social de la obra.

3 BENJAMÍN, Walter, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, en Discursos Interrumpidos I, Buenos Aires, Taurus, 1989, p. 3.


2 descripción de la relación entre lo hermoso y lo horrible constante en la temática de los trabajos de Ruelas por medio de la representación de la vida y la muerte, resaltando los aspectos que los hacen vanguardistas; y finalmente, un esbozo de la presencia del aura en las obras de Ruelas al confrontarse con los espectadores.

Palabras clave: vanguardias, aura, experiencia estética, recepción. 1. Proximidades conceptuales a las vanguardias y experiencia estética. Definición de vanguardia: El término vanguardia viene de la palabra francés avant-garde, proviene del lenguaje militar y significa el avance; las líneas o formaciones que van delante de todas para un primer enfrentamiento. En el arte, se entienden las vanguardias artísticas como el conjunto de movimientos artísticos que en la primera mitad del siglo XX se adelantan y son diferentes a otros por sus planteamientos revolucionarios que buscan renovar el arte. Es en el campo de las artes visuales donde se desarrolla un rompimiento que se opone principalmente a los dominantes planteamientos estéticos del modernismo. Este rompimiento se gesta a través de una serie de corrientes que promulgan anheladas transformaciones en la ideología y las técnicas artísticas. Se expande no sólo a la pintura sino también a la literatura, la música y la arquitectura. Los cambios políticos, sociales y económicos que se empiezan a desarrollar en Europa, junto con los avances tecnológicos y científicos son fértil campo para estos movimientos. Por otra parte, el término experiencia estética tiene nacimiento en las teorías de la recepción estética que desde los Estudios Culturales del siglo XX analizan la participación del lector, espectador en su contacto con los textos u obras de arte. Como explica Mazzotti: Utilizaremos como términos intercambiables creación y experiencia artística porque (como ya se sabe, o debiera saberse) la obra de arte es tal porque tiene la cualidad de recreación


3 constante y dicha re-creación la realiza el sujeto que la recibe en el momento de tener la ‘experiencia estética’ constituyen un circuito cuyos términos son inseparables. 4

De esta manera, para Mazzotti la experiencia estética es el contacto donde se entrelaza la obra de arte y el espectador. También García Canclini explica sobre este término: “Las experiencias estéticas

apuntan, así, a crear un paisaje inédito de lo visible, nuevas

subjetividades y conexiones, ritmos diferentes de aprehensión de lo dado”.5 Europa es escenario violento a principios del siglo XX con el inicio de la Primera Guerra Mundial. Alemania y los Imperios austrohúngaro y otomano se enfrentan de 1914 a 1918 y son vencidos por Serbia y el frente formado por Francia, Inglaterra y Rusia. Posteriormente se agrega Italia y Estados Unidos de América. La derrota de Rusia es el detonante para la Revolución rusa por el Partido Bolchevique y que origina la Unión Soviética. En México se lleva a cabo la Revolución Mexicana en 1910. A partir de las condiciones y presiones impuestas por los vencedores del conflicto bélico a Alemania por el Tratado de Versalles en 1919 se forman en territorio alemán y ruso: Polonia, Yugoslavia y Checoslovaquia. La situación económica en Europa atraviesa tiempos difíciles y conflictos que siguen mermando la estabilidad social, como la Guerra Civil Española que es provocada por miedo al comunismo. Temor que posteriormente impulsa el fortalecimiento a gobiernos Fascistas y Nazis en Italia, Alemania, Hungría y España. Después de 1936 estos regímenes son protagonistas de sucesos sangrientos con rumbo a la Segunda Guerra Mundial. Otro hecho que contextualiza esta época; en Estados Unidos de América tiene lugar la gran depresión económica que se ocasiona en 1929 por el derrumbe de la Bolsa de Valores de Wall Street. La llamada gran recesión afecta considerablemente no sólo la economía nacional, el impacto también es mundial. 4 MAZZOTTI, Pabello, Giovanna y Victor Manuel Alcaraz Romero, “Arte y experiencia estética como forma de conocer”, en Revista Casa del Tiempo, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, no. 87, abril de 2006, p. 1.

5 GARCÍA CANCLINI, Néstor, ¿De qué hablamos cuando hablamos de resistencia?, en Retórica de la Resistencia en Revista Estudios Visuales, Centro de Documentación y Estudios Avanzados en Arte Contemporáneo, no. 7, enero 2010, p. 15.


4 Cada movimiento artístico que surge trata de romper con el movimiento que lo precede. La renovación es una característica de las vanguardias, así como la anarquía y la destrucción de parámetros del arte clásico. El impresionismo que nace en Francia a finales del siglo XIX como resistencia al modernismo, propone la aplicación pictórica de colores aislados que se mezclan en el ojo del espectador. La luz, el uso del color y el abordaje de temas como el paisaje son los principales argumentos de pintores como Monet, Manet, Renoir, Pisarro entre otros. A su vez, para contrarrestar al impresionismo, surge a principios del siglo XX en Alemania el expresionismo. Este movimiento ligado al fauvismo francés promueve la expresión de los sentimientos por medio de la deformación de la realidad, el uso de colores violentos y una tématica que hace alusión a la soledad y el aislamiento, lo demoniaco, el sexo, lo tremendo y fantástico; considerados temas prohibidos. Destacan grupos de artistas como Die Brücke (el puente) y Der Blaue Reiter (el jinete azul) con integrantes como Kirchner y Marc. Posteriormente influyen en el expresionismo norteamericano con artistas como Pollock, Rothko, De Kooning y otros más. También el cubismo nacido en Francia en la primera década de 1900. Se plantea como un abrupto desgajamiento al arte oficial y romántico de la época, con sus planos sin perspectiva: sus formas y colores que atrevidamente ponen en entredicho las leyes euclidianas del manejo del espacio, se privilegian los planos y volúmenes de color por sobre la línea; aspectos que revolucionan la estética. Algunos pintores de esta corriente son Braque, Gris, Picasso, Llegar, Metzinger, Gleizes, incluso el mexicano Diego Rivera, entre otros. Por una parte el dadaísmo, iniciado en Zúrich por el poeta y ensayista rumano Tristán Tzara6 durante la I Guerra Mundial, junto con los artistas, el pintor Jean Arp y el escritor Hugo Ball establece situaciones que van dirigidas a escandalizar y burlarse de la burguesía por medio del absurdo y lo incoherente, como tomar palabras al azar para dar forma a poemas que expresan frases aisladas. Se opone con determinación a otros movimientos de vanguardia como el abstraccionismo, el modernismo, el expresionismo, el

6 Este en realidad era un seudónimo que utilizaba para firmar sus escandalosos poemas y ensayos, pues su nombre real era Samuel Rosenstock.


5 cubismo y el futurismo por considerarlas conscientes en sus planteamientos estéticos. Destacan artistas como Duchamp, Ray, Picabia, Stieglitz, Bretón y otros. Por otra parte, el surrealismo nace a partir del dadaísmo a principios de los años veinte. Propone una visión al inconsciente y sobrepasando la realidad, los aspectos oníricos e imposibles. Los movimientos de vanguardia abarcan disciplinas diversas como la literatura, las artes visuales, la música y la arquitectura. En esta corriente Breton, Apollinaire, entre otros, desarrollan escritos que van por debajo de la realidad. Participan artistas como Magritte, Ernest, Tanguy, Dalí, Giacometti, Matta, Rivera, Carrington, Varo, Miró, De Chirico y otros. Es con motivo de la II Guerra Mundial que se disuelve y sus integrantes emigran a otros países para posteriormente dar origen a otros movimientos, como el arte pop, el op art y el arte abstracto. Las vanguardias revolucionan el campo del arte, museos y galerías se adaptan a las nuevas maneras de expresarse, así como también el mercado del arte. La Europa moderna que resurge de las cenizas requiere de cambios, y el arte no es la excepción. La búsqueda de estos cambios es explicada por De Michelli: “La existencia de esta alma revolucionaria se hará evidente cada vez que un artista de vanguardia encuentre con sus propias raíces un terreno histórico nuevamente propicio, es decir, capaz de devolver la confianza que, no en la evasión, sino en la presencia activa dentro de la realidad: es la única salvación”.7 Parte de esa búsqueda constante que menciona De Michelli es Julio Ruelas, pintor mexicano radicado en Paris de 1904 a 1907. Quien participa en la corriente artística del Simbolismo y que en México se conoce como Modernismo. Dice De Michelli: “Cierto que no pocas experiencias de vanguardismo coinciden seriamente con las del decadentismo y forman parte de él, pero existe un alma revolucionaria de la vanguardia (que además es auténtica alma) que no puede de ninguna manera liquidar de modo tan expeditivo”.8

7 MICHELLI, Mario de, Las vanguardias artísticas del siglo XX, traducción de Ángel SánchezGuijón, 3ra reimpresión, Madrid, Alianza Editorial, 2001, p. 51.

8 Ídem, p. 51.


6 2. Belleza y espanto en la obra de Ruelas: recorrido por su imaginario. El repertorio figurativo en la obra de Julio Ruelas se encuentra poblado de personajes y paisajes fantásticos. Muertos, ahorcados, caballeros medievales, doncellas, ancianas y mujeres desnudas, esqueletos, monstruos, duendes, centauros y faunos, entre otros, viven en sus obras pictóricas y gráficas para dotarlas de un inquietante misterio.

Julio Ruelas (México, 1870-Francia, 1907), La bella Otero, 1907, dibujo a tinta/papel, 20 x 26.5 cm.

En las pinturas de Ruelas se nota la influencia de pintores europeos como Arnold Böcklin y Félicien Rops. Posteriormente, la obra de Ruelas influye también a pintores como Max Ernest, Dalí, De Chirico, entre otros que plasman imágenes tenebrosas, oníricas, fantásticas y fuera de la realidad. Del Conde la describe así: “Ruelas era un pintor de cadáveres, sátiros ahogados, fantasmas de amantes suicidas, mientras que el


7 Dr. Atl traía en las manos el arcoíris de los impresionistas y todas las audacias de la escuela de Paris”.9 Sin embargo, estos elementos simbólicos a pesar del horror que representan, están plasmados con maestría y dominio de la técnica. Con una hermosura en sus trazos que los vuelve contradictorios al combinar la belleza de la representación lineal de la forma y la temática que la envuelve. Por ello, la hermosura de lo espantoso está presente en las obras de Ruelas. Los principales fundamentos para las obras producidas en los movimientos artísticos de vanguardia en la primera mitad del siglo XX tienen que ver con el rompimiento y la provocación. De esta forma, la obra del pintor zacatecano se apega puntualmente a estos parámetros al mostrar en sus obras elementos que rompen con la realidad y que provocan reacciones en los espectadores. Por ello dice Schmilchuk: “Las obras de arte no ‘deben´ agradar o complacer, pueden irritar o enojar, transgredir, cuestionar, provocar rechazo, conmover, hacer reflexionar, etcétera: Pueden generar sentido o sinsentido”.10 3. Presencia del aura en la obra de Julio Ruelas al confrontarse con los espectadores. Para Walter Benjamín el arte tiene un papel de importancia para que tomen consciencia los grupos sociales marginados, por ejemplo; los obreros. La reproductibilidad técnica que los nuevos medios ofrecen al arte es para Benjamín un atentado que rompe el “aura” del arte irrepetible. Critica esa reproductibilidad del arte como una estrategia que utiliza el Fascismo para impactar a las masas. Benjamín argumenta que el arte debe ser politizado ya que los regímenes fascistas utilizan en sus discursos los conceptos de genialidad y misterio. Insiste en una 9 CONDE, Teresa del, Arte Latinoamericano del Siglo XX, en Edward Sullivan, México, Editorial Nerea, 1996, p. 18.

10 SCHMILCHUK, Graciela, “Miradas divergentes”, en Revista digital Discurso Visual, CENIDIAP-INBA, 2008, p. 3


8 relación dialéctica entre los artistas, sus técnicas y procesos creativos y las obras de arte. Lo auténtico en una obra de arte se define en el momento y lugar. Él dice al respecto: “Las circunstancias en que se ponga al producto de la reproducción de una obra de arte, quizás dejen intacta la consistencia de ésta, pero en cualquier caso deprecian su aquí y ahora”. 11 Así mismo, Walter Benjamín reflexiona sobre las nuevas formas de experiencia estética y su capacidad para politizar a las masas. Su categoría central es el término de “aura”, a partir de la cual se sustenta la historia social del arte. Mariel Arreche dice a propósito de esta categoría: “El ‘aura’ es para Benjamín una forma de la experiencia estética que se da en el contacto o en la visión de la obra original. A dicha experiencia estética la califica como la aparición irrepetible de una lejanía que le confiere a la obra un carácter inaccesible”.12 Para explicar sobre las diversas funciones históricas y sociales que tiene el “aura” en la obra de arte clásico, el filósofo alemán dice que el “aura” simbólicamente es la esencia de la obra misma. Cuando este sentido aurático se afecta por la reproducción técnica, entonces la distancia que existe entre la obra y el espectador se acorta. La obra queda a merced de las técnicas de reproducción y se vuelve un objeto que se puede manipular. El papel del espectador pasivo y contemplativo se vuelve más activo y participativo. En este sentido, el arte al ser reproducido se transforma en un ente masificador que acorta las distancias entre obra y espectador. Para aplicar este argumento del germano en la obra de Ruelas hay que voltear hacía la Revista Moderna de México, donde el pintor publica su obra gráfica para acompañar los textos de algunos literatos mexicanos y extranjeros reconocidos en la época.

11 BENJAMÍN, Walter, op, cit., p. 14.

12 MARIEL, ARRECHE Araceli, “El sentido del arte”, Introducción a La pérdida de aura en la obra de arte, de Walter Benjamín, Revista Kenos, num. 1, en http://www.temakel.com, consultada el 13 octubre 2010.


9 La Revista Moderna de México nace en 1903 como órgano del pensamiento modernista en México y América Latina. Es la continuación de la Revista Moderna que se edita de 1898 a 1903. Esta nueva publicación es una de las revistas de la época porfiriana que más duración tiene, pues se extingue hasta 1911, sus números son bimestrales con información relevante para la cultura. Lara la describe así: El México del porfiriato tampoco descuidó los lazos escritura-imagen en su producción editorial. En libros y revistas el nombre dominante fue Julio Ruelas, quien prestó su alucinante talento para ilustrar textos de Bernardo Castillo, Rubén M. Campos, Juan José Tablada, Enrique González Martínez, Edgar Allan Poe, Emilio Valenzuela, Amado Nervo y otros. La Revista Moderna, fundada en 1898, fue la principal difusora de la obra gráfica de Ruelas, explícitamente emparentada con la estética modernista.

La obra gráfica con la que Ruelas ilustra la Revista Moderna de México se compone de viñetas, dibujos y grabados que acompañan los escritos. La reproducción técnica de esta obra en la revista se masifica al circular numerosas veces. Los rasgos característicos de estas ilustraciones se reproducen con fidelidad; líneas, contornos, sombras y texturas, para brindar un acercamiento en el espectador. A pesar de que la revista se enfoca en cierto sector elitista, aún así mantiene un nutrido círculo de lectores por lo que este impacto es masivo. Por esto García Canclini explica: “Suprimir la lejanía entre creación y destinatario, entre mirar y actuar, fueron recursos a veces lúdicos y en otros casos dirigidos a que la experiencia estética desembocara en aprendizaje transformadores”.13 A partir de estos argumentos y a manera de conclusión, se muestra que Ruelas es participe de las corrientes de vanguardia por las características de su obra, el contexto y la fecha en que se produce. La riqueza temática que explora Ruelas alimenta los imaginarios del público que ve en sus pinturas, dibujos y grabados una expresión atormentada. Finalmente, en la interacción provocada por la reproducción técnica de la obra de este pintor da lugar al hecho, impacto o experiencia estética. En la obra gráfica de Ruelas reproducida y circulada a través de la Revista Moderna de México se mantiene la presencia del “aura” que describe Benjamín, aunque ésta se encuentre atrofiada.

13 GARCÍA CANCLINI, Néstor, op, cit., p. 10.


10

Carlos W. Haro Reyes

Bibliografía.

BENJAMÍN, Walter, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, en Discursos Interrumpidos I, Buenos Aires, Taurus, 1989.

CONDE, Teresa del, Arte Latinoamericano del Siglo XX, en Edward Sullivan, México, Editorial Nerea, 1996.

GARCÍA CANCLINI, Néstor, ¿De qué hablamos cuando hablamos de resistencia?, en Retórica de la Resistencia en Revista Estudios Visuales, Centro de Documentación y Estudios Avanzados en Arte Contemporáneo, no. 7, enero 2010.

MARIEL, ARRECHE Araceli, “El sentido del arte”, Introducción a La pérdida de aura en la obra de arte, de Walter Benjamín, Revista Kenos, num. 1, en http://www.temakel.com, consultada el 13 octubre 2010.

MAZZOTTI, Pabello, Giovanna y Victor Manuel Alcaraz Romero, “Arte y experiencia estética como forma de conocer”, en Revista Casa del Tiempo, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, no. 87, abril de 2006.


11

MICHELLI, Mario de, Las vanguardias artísticas del siglo XX, traducción de Ángel Sánchez-Guijón, 3ra reimpresión, Madrid, Alianza Editorial, 2001

SCHMILCHUK, Graciela, “Miradas divergentes”, en Revista digital Discurso Visual, CENIDIAP-INBA, 2008, p. 3


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.