hemos pasado sin un trabajo sostenido y de pronto tenemos mucho. Pero no hemos desarrollado líneas de pensamiento a lo largo de toda esta etapa. Me parece que estamos aprendiendo a valorar lo nuestro. Además, aparte de mirar afuera, entre los arquitectos debemos intercambiar nuestras ideas y comentar nuestros proyectos, lo que sería parte de nuestro aprendizaje. De otro lado, hay que reconocer que como arquitectos tenemos la influencia de nuestro bagaje local y del global. Éste último lo tenemos poniendo el dedo en una tecla. Es inevitable recibir toda esa información. El bagaje local lo tenemos porque hemos crecido en el Perú. Porque sabemos de nuestra idiosincrasia y la tenemos metida en nuestra cabeza. Sabemos quiénes somos y cómo somos. Entonces, ¿no debemos
“Tenemos que entender, además, que la arquitectura debe servir para procurar espacios que nos permitan vivir, disfrutar y socializar”. prestarle atención a lo que está afuera? Las influencias siempre están. Y nadie podrá negar que uno siempre está influenciado en todo lo que hace. Además nunca se crea desde cero. Todo es una reinvención de lo existente.
Arquitecta, ¿qué le permite mayor libertad al momento de diseñar? Tener un buen cliente, absolutamente. Porque un buen cliente es sinónimo de un buen proyecto. Cuando la relación entre el cliente y el arquitecto se basa en la confianza se da un intercambio de ideas y se logra consensos. La arquitectura es una profesión en la que tenemos que lidiar con muchos frentes que terminan cambiando, a veces, nuestros proyectos. No estamos tratando con un tema de arte per se, estamos tratando con algo mucho más complejo, y muchas veces eso puede ser complicado.
En otro aspecto, ¿es cierto que un arquitecto se vincula mejor con el contexto cuando hace una casa de playa que cuando hace una casa urbana? Para nada. No es cierto.