Relleno sanitario Doña Juana: un cerro fantasma que va creciendo.
I. Introducción. La ciudad moderna representa un complejo espacio en donde se producen de manera simultánea, un sin número de relaciones humanas, que en el entramado de las formas de producción capitalista, generan una diversidad de resultados, que no solo se pueden caracterizar como mercancías y servicios, estos serían productos en un sentido estricto. Existe de igual manera otras clases de productos, resultado natural de todas las actividades económicas y sociales humanas que no pueden ser fácilmente transables en las condiciones normales de mercado y por esto son desechados rápidamente, estas son las basuras o residuos sólidos. Aunque la basura no es específicamente una invención del capitalismo y su modernidad, si es en esta época en donde se masifica y se vuelve critico su disposición. Esta situación es efectivamente causa de dos fenómenos propios de las relaciones de producción capitalista y de la emergencia de la ciudad moderna: una tendencia de crecimiento de la población urbana como de igual manera, un aumento exponencial de su consumo. Durante sus primeras décadas de crecimiento es bien conocido que ciudades como Londres y parís, sufrieron enormes desastres ambientales y sanitarios debido a la falta de una planeación racional tanto de los asentamientos humanos como de la disposición de los residuos de la producción fabril. Con la división internacional del trabajo y la expansión a nivel planetario del capitalismo, se fueron fundando cada vez más núcleos urbanos que no solo terminaron por heredar las relaciones de producción impuesta del capital, sino sus problemas sociales, ambientales y sanitarios, naciendo en verdad, enormes cloacas que se extendieron por todas partes. Con el paso del tiempo y debido básicamente a la activas protestas de las clases populares, los gobiernos y autoridades de estas ciudades, temerosos que se presentaran sublevaciones y asonadas en contra de estas insalubres e inhumanas condiciones. Deciden generar planes de contingencia a estas problemáticas antes de que fuera demasiado tarde. De estos intentos se materializan procesos como la famosa renovación de parís, llevada a cabo por el ingeniero francés haufmaan, en el gobierno de napoleón III. Sus planes permitieron que se realizara un nuevo trazado para las calles de parís, un elaborado sistemas de cloacas de tipo subterráneo que permitió controlar muchos vectores productores de epidemias y enfermedades, así como un ordenamiento territorial de la ciudad que le facilito la zonificación de los espacios para la producción, la vivienda y la recreación. Esta transformación permitió sortear la crisis estructural de esta ciudad, que iba alcanzado para la época de estas reformas, peligrosos niveles de revuelta. Este modelo que permitía el uso de cantidades de capital que se encontraba sin buenas oportunidades de inversión y fuerza de trabajo subutilizada y marginalizada, permitió unos