boda real
Príncipe Frederiky princesa Mary de dinamarca
fue uno de los invitados. Con el cabello recogido mostró su bello rostro que se iluminó con un sutil toque de maquillaje. La joyería y la corona fueron las cerezas del postre para una imagen sobria y juvenil, al puro estilo de las princesas de cuento de hadas. Entre los invitados se destacó la presencia del conocido “club de los jóvenes príncipes escandinavos. No faltaron los herederos de los tronos de Noruega y Dinamarca, Haakon y Federico; los representantes de Grecia, Marie Chantal y Pablo; y de Luxemburgo, Guillermo y Stephianie. Charlene de Mónaco asistió sola, sin la compañía de su esposo Alberto; este hecho dio aun más que hablar acerca de una supuesta crisis matrimonial entre ambos. La casa real española y Holandesa no asistieron a la celebración. Concluidas las nupcias, la pareja se dirigió, tras realizar el tradicional cortejo en carroza por Estocolmo, a un barco que los llevó al castillo de Drottningholm, que tiene un gran valor sentimental y familiar porque ahí nació Magdalena en 1982. En este sitio se realizó el banquete y la fiesta tras la boda, que no tuvo como invitado a ningún medio de comunicación. Los recién casados prefirieron disfrutar de la privacidad. Tras las fiestas, los esposos piensan volver a Nueva York, su ciudad de residencia. Magdalena retomará su colaboración en World Childhood –ONG auspiciada por la reina Silvia- , y O’ Neill sus actividades financieras. Ambas decisiones supone que ambos han renunciado a recibir un título real. Ahora, solo queda esperar que éste sea el ansiado final feliz de Magdalena.
20 COSAS GOURMET Junio 2013
Príncipe Pavlos y princesa Marie-Chantal de Grecia