La barquita perdida

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Cuentos de la Señorita Elena

5º y 6º DE PRIMARIA

C.R.A. TIERRA DE BARROS CORTE DE PELEAS 2011-12


GRUPO DE TRABAJO: - AMPARO - PACO - DAMIÁN - CRISTIANO


Había una vez dos hermanos, Biba y Bibo, que vivían con su familia en una isla muy bonita en un país lejano, con playas paradisíacas y un pequeño pueblo pesquero.


Un día, se subieron a una barca de pescadores y , antes de darse cuenta, estaban alejándose de la orilla, adentrándose rápidamente en el mar. Nadie se había dado cuenta de que la barquita se había soltado de la cuerda que la sujetaba.


Los niños gritaban pidiendo ayuda, pero nadie los oía. La barca se había alejado demasiado. Además , empezó a soplar un viento muy fuerte, levantando las olas.


La barca seguía a la deriva y los niños estaban cada vez más cansados y asustados.


Al pasar algún tiempo, se dieron cuenta de que la barca iba sobre una ballena, que los llevaba hacia un pequeño pueblo que se veía a lo lejos , junto al mar.


La ballena los dej贸 en la orilla. Sorprendidos, se fueron acercando a las casas del pueblo y vieron que eran diferentes a las casas en las que ellos viv铆an. Decidieron llamar a la puerta de una de ellas.


En aquella casa vivĂ­a una familia con dos hijos, Lolo y Lola, de la misma edad que Bibo y Biba. Intentaron hacerse entender, pero hablaban idiomas diferentes.


Aquella familia les ofreciĂł comida, y los niĂąos estaban tan hambrientos que devoraron los bocadillos que les habĂ­an preparado.


TambiĂŠn les ofrecieron bebida, y los niĂąos estaban tan sedientos que se bebieron los refrescos que les habĂ­an dado.


Finalmente les ofrecieron unos helados, y los ni単os estaban tan hambrientos que devoraron los helados a grandes lametones.


Pasaron los días, los niños iban aprendiendo el nuevo idioma y eran cuidados por aquella familia. Un día, jugando en la playa, vieron a lo lejos acercarse a una ballena, la misma que les llevó allí. Pero en su lomo iban dos personas, los abuelos de Biba y Bibo, que llegaban en su busca.


Los hermanos dieron las gracias a toda la gente del pueblo por lo bien que los habĂ­an tratado, y se subieron de nuevo a la ballena, despidiĂŠndose de todos para volver a su paĂ­s, a su isla y a su casa, con su familia.


Volvieron a casa, tan contentos. Y colorĂ­n colorado...



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