Edición Especial Noel contra el olvido

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NOEL CONTRA EL OLVIDO 40 años después, los restos de Noelis Gregorio Mata Rodríguez están junto a sus familiares, quienes nunca desistieron de su búsqueda. Empieza a hacerse justicia en este crimen cometido en la Cuarta República


2 Investigación | Martes 5 de Febrero de 2013

Noel contra el olvido

José Vicente Rangel

Noel Rodríguez retorna H

OY RETORNAN SUS RESTOS –05/02/13/– después de 40 años de su desaparición. Cuando el terrorismo de Estado que practicaba la Cuarta República, la democrática, exhibida como ejemplo para la región, lo asesinó. Fríamente. Con la pericia adquirida en la Escuela de las Américas donde fueron entrenados por expertos gringos miles de oficiales latinoamericanos para torturar y acabar con la vida de los luchadores populares. Hoy vuelve lo que de él queda –aparte de sus huesos– su ejemplo, su valor, su profundo amor a la humanidad, para reencontrase con los suyos, su familia, su heroica madre, y ser recibido en el seno de la representación popular, la Asamblea Nacional, identificada ahora con los valores de la Revolución y a años luz de aquella otra que en el pasado socavó la soberanía de la Patria, comprometió la riqueza nacional y sirvió de plataforma para avalar la represión más brutal que Venezuela haya conocido.

SE LLAMABA NOEL RODRÍGUEZ tenía 27 años de edad. Estudiaba economía en la Universidad Central. Militaba en Bandera Roja. Era un activista lleno de fe. Que asumió la política con dignidad y con sin igual coraje. Es decir, alguien que quería vivir. Alguien que merecía vivir. LA DELACIÓN QUE FUE EL recurso utilizado para desmantelar buena parte del movimiento revolucionario latinoamericano, consecuencia directa del desquiciamiento ético y de los métodos basados en el tormento físico de los detenidos, condujo a la captura, en Caracas, del dirigente de Bandera Roja. A partir de ese momento comenzó el martirio. El gobierno de entonces, los organismos de seguridad, nunca reconocieron el hecho. A Noel Rodríguez se lo tragó la tierra. Cayó en ese hueco sin fondo de la desaparición forzada, concebida en los laboratorios de la infamia de la contrainsurgencia, que junto con la tortura read-

“Hoy vuelve lo que de él queda —aparte de sus huesos— su ejemplo, su valor, su profundo amor a la humanidad” quiere en Estados Unidos plena vigencia –como patéticamente lo registra la película La Noche más Oscura. Pero siempre, como solía ocurrir en estos casos, algo se filtraba. Siempre se fugaba de ese mundo del silencio algún dato revelador. En el caso de Noel Rodríguez se supo que había sido trasladado por los efectivos del SIFA que lo apresaron hasta el Teatro de Operaciones (TO) ubicado en Cocollar, estado Sucre. Allí fue salvajemente torturado hasta morir a consecuencia de un severo traumatismo del cráneo.

EL CASO NOEL RODRÍGUEZ impactó al país. Los muros de las ciudades se llenaron de leyendas alusivas a su desaparición y la pregunta “dónde está Noel Rodríguez” se multiplicó por miles a lo largo y ancho del país. Las universidades y liceos reclamaron, con el signo de la llamarada del repudio y de la cólera, abrumadoramente, una explicación. Pero todo fue inútil. La represión puntofijista funcionaba con precisión de relojería y con la eficacia que no tenía áreas diferentes de la administración pública. Era una combinación de brutalidad y de silencio. Del accionar de los organismos represivos y la solidaridad tácita de los organismos que, por mandato de la Constitución, debían velar por la seguridad y la vida de los ciudadanos. Presidentes de la República, ministros del Interior y de Defensa, fiscales generales, tribunales, se inhibían. No investigaban denuncias y solidarizaban en la práctica con el terror generado por los organismos policiales.

40 AÑOS DESPUÉS, cuando de Noel Rodríguez apenas quedaba un vago recuerdo, cuando solo entre familiares y amigos latía su memoria, gracias al coraje y perseverancia de quien reinvindica al Ministerio Público, Luisa Ortega --y al equipo que la acompaña–, Noel Rodríguez reaparece. Su madre, hoy con 87 años, pasó 40 buscándolo. Su esfuerzo, su amor infinito, su calidad de mujer venezolana que soportó sin doblegarse ante la fatalidad del martirio, recibirá los restos hallados en un nicho abandonado, desolado, del Cementerio General del Sur, en acto que contará con los auténticos defensores y creyentes de la causa de los derechos humanos. No los hipócritas que se envuelven en esa bandera que sus predecesores en los gobiernos de la Cuarta República pisotearon y humillaron. Un acto simbólico, pero con un profundo contenido humano y moral. Los restos recuperados de Noel Rodríguez marcan la diferencia entre un pasado tenebroso, de muerte, de falsificación de la verdad, y el irrenunciable derecho a la vida. El tiempo que media entre la desaparición de un ser humano como Noel Rodríguez, y su definitivo rescate de la ignominiosa oscuridad, es el de la victoria de la dignidad humana frente a la indignidad.


Noel contra el olvido

Martes 5 de Febrero de 2013

Hijo, hermano, amigo universitario, combatiente revolucionario Su madre, excompañeros de partido, de residencia y de estudios, con sus recuerdos –casi 40 años después– nos cuentan quién era Noel Rodríguez Emma Grand Ciudad CCS

Como llora una estrella

N

oelis Gregorio Rodríguez Mata, verdadero nombre del joven estudiante de Economía de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y dirigente de Bandera Roja (BR), Noel Rodríguez, nació el 11 de marzo de 1946 en la calle San José, ubicada en el Valle de Pedro González, en Margarita, estado Nueva Esparta. Era el primogénito de Zenaida Mata y Gregorio Rodríguez –hoy fallecido–, y el hermano mayor de Celis, Efrén, Abigail y “la nena”, como llamaba con cariño a su hermana menor Evelin. “Mi hijo cuando era pequeño no era igual al resto de los hermanos, era tranquilo, no peleaba con ninguno de ellos. Todo un modelo era mi hijo. Te tengo presente mi cielo, para todo”, expresó Mata de Rodríguez en un documental realizado por la televisora ViveTV. Noel inició sus estudios de primer grado a los siete años de edad. A los 18 se graduó de bachiller en Ciencias en el Liceo Briceño Méndez, en El Tigre, estado Anzoátegui. Luego, cuenta su madre, “fue a estudiar Medicina a la Universidad de Oriente de Cumaná (Sucre). Ahí le picó la política. Después de un tiempo se fue para Caracas”. En la capital del país inició estudios de Economía en la Universidad Central de Venezuela (UCV).

NO ESTÁ CON NOSOTROS El 29 de junio de 1973 Noel fue golpeado con un objeto contundente en la cabeza hasta su muerte. Esto ocurrió horas después de ser detenido por una comisión de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) . Posteriormente fue desaparecido por este cuerpo policial por casi 40 años en un nicho sin identificar en el Cementerio General del Sur, en Caracas. Tenía 27 años la última vez que lo vieron con vida sus fa-

Estrella de la noche equinoccial Que brillas en la inmensidad del mar Que vagas por la noche en soledad Dejándole a mi vida un amor

Imagen de Noel de su niñez mostrada por su madre por ViveTV

Estrella de la noche tú serás La compañera fiel de mi canción Que vagas por la noche, Henchida de romántica ansiedad Bajo la dolorosa ternura del amor Tú que por su ventana puedes ver, Acercate a la reja y dile que Mi corazón suspira por su amor Y yo me estoy muriendo de dolor, Dile que una palabra nada más Que salga de sus labios puede ser La dicha de mi vida, la felicidad... Como llora una estrella es un tema de Antonio Carrillo.

Mata de Rodríguez muestra el retrato de su hijo en la entrevista al canal

miliares, amigos, compañeros de combate y de estudios universitarios. Sus padres, Zenaida y Gregorio, nunca abandonaron la lucha por encontrar el cuerpo de su hijo desaparecido y, por este crimen, acusaron directamente al expresidente de la República Rafael Caldera. Su madre estaba recién operada de un riñón cuando lo desaparecieron. Hoy tiene 86 años y, en varias oportunidades, mencionó que no moriría sin antes encontrar el cuerpo de su hijo. “Yo tenía 26 días de operada de un riñón, mi hijo vino a verme al hospital de Ciudad Bolívar, él se va, y a los 26 días de operada fue desaparecido. Me fui para Caracas con mi esposo. Tomamos la sede del Colegio Médico. Hicimos una huelga de hambre. Si me muero no importa, porque mi hijo más querido, mi primer hijo, me lo quitaron, y no me quieren decir dónde está”, dijo la madre de Noel en la grabación de ViveTV realizada en 2008.

Mata de Rodríguez describió en el documental a su hijo Noel como un “joven luchador, batallador, inteligente, noble. Buen estudiante para todo, buen joven, buen hombre, cantante, porque mi hijo cantaba bellísimo, tocaba cuatro, era un joven precioso, no porque era mi hijo, pero es así”. Y prosiguió: “De mis cinco hijos, mi primer hijo que era él, un hombre callado, sereno, a mí me parecía que era tímido. Su canción preferida era Como llora una estrella. Noel no se casó ni tuvo hijos.

MILITANTE REVOLUCIONARIO Noel Rodríguez pertenecía a las filas del partido político Bandera Roja (BR), que para principios de los años 70 estuvo liderado por Américo Silva, Gabriel Puerta Aponte y Carlos Betancourt. El joven universitario fue responsable estudiantil de la UCV por esta organización, que estaba en la clandestinidad por no apegarse a las políticas de

supuesta pacificación del expresidente Caldera. Luego del asesinato de Jesús Márquez Finol (Motilón), ocurrido el primero de marzo de 1973, Noel fue designado jefe del Distrito Fabricio Ojeda y, al mismo tiempo, se le nombró suplente principal en la Dirección Nacional de Bandera Roja en todo el país. Noel asistió a la Escuela Guerrillera del Frente Antonio José de Sucre a principios del 73 para aprender el uso de armamentos y las técnicas de lucha, recordó Oswaldo Martínez, quien conoció al militante revolucionario en la juventud del Movimiento Izquierda Revolucionario (MIR). Martínez rememoró para Ciudad CCS que en una práctica militar del Frente Noel sufrió una lesión en una de sus rodillas, derramándosele el líquido sinovial. “Yo estuve vendándolo en varias oportunidades, el dolor persistió y tuvo que abandonar el Frente, dijo Martínez para Ciudad CCS.

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Posteriormente, relató Martínez, “tuvimos información extraoficial de que había sido operado. En el campamento le pusieron el sobrenombre de pata de palo”. Esa fractura de vieja data en la rodilla ayudó a los antropólogos y forenses del Ministerio Público identificar el cadáver del dirigente revolucionario, casi 40 años después de su desaparición. “Noel era una persona muy seria, un hombre leal a los principios revolucionarios”, así describió Martínez al joven estudiante. Gabriel Puerta Aponte recordó a Noel, en una entrevista que dio a pocos años de su desaparición, como un trabajador a tiempo completo por la Revolución venezolana y que se forzaba en proyectar el Socialismo. “Estudioso y muy inteligente, su comportamiento en las tareas revolucionarias le hicieron ganarse un puesto primordial en poco tiempo. En las reuniones, luego de las discusiones para alegrarlas, cantaba algunas canciones de protesta. Gozaba del aprecio unánime de sus camaradas”. El historiador Oscar Battaglini, quien compartió con él actividades políticas estudiantiles en los espacios de la UCV, lo recordó como un joven muy alegre, ameno y que agradaba a quien lo conocía. El periodista, abogado y profesor Jesús Sotillo Bolívar recuerda que en sus tiempos de estudiante (años 60 y 70) coincidía en el cafetín con Noel Rodríguez. “Yo vi por primera vez a Noel en el cafetín de Sociología, que llamaban El Padrino. Ahí nos reuníamos para compartir inquietudes e ideas políticas”, dijo Sotillo Bolívar. Recordó que el rostro de Noel comienza a conocerse en la universidad y el país luego de su desaparición a través de pancartas, afiches, pintadas y volantes. “Él tenía militancia política fuera del recinto, muy poco dentro del campus universitario, pero había un movimiento estudiantil muy sensible a las persecuciones, torturas, desapariciones”. En esas pancartas y volantes donde se denunciaba la desaparición de Noel se responsabilizaba a José Antonio Omañana Hernández, quien era el jefe de la región de Miranda, Vargas y Distrito Federal de la DIM para esos años.


4 Investigación | Martes 5 de Febrero de 2013

Noel contra el olvido

Noel murió torturado por la DIM a horas de su detención El joven estudiante universitario fue desaparecido forzosamente por cuerpos represivos de la Cuarta República. Hoy, la Fiscalía hace el hallazgo con la ayuda de dos testigos, uno de ellos implicado en el crimen. Este reportaje de Ciudad CCS reconstruye con datos nunca antes conocidos la historia de Noel desde su secuestro, en junio de 1973, hasta este nuevo capítulo de indagación judicial Emma Grand Ciudad CCS

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l joven estudiante de Economía de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y dirigente de Bandera Roja (BR), Noel Rodríguez, murió casi de manera inmediata a su detención, por parte de una comisión de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) el 29 de junio de 1973, como consecuencia de la golpiza que le propiciaron estos agentes en la cabeza. La fecha exacta de la muerte de Noel aún se desconoce, mas las conclusiones de las investigaciones del equipo de antropólogos, odontólogos y forenses del Ministerio Público (MP) realizadas al cadáver del joven universitario apuntan a que ocurrió posiblemente en junio de 1973. Y esta data coincide con las declaraciones del maestro técnico Felipe Díaz Marín, exagente de la DIM y testigo del Ministerio Público, quien recordó haber llevado el cuerpo del universitario al camposanto entre abril y junio de 1973. Esto desmiente la versión que se repitió por casi 40 años de que Noel había sido trasladado al campamento antiguerrillero Cocollar, ubicado en el estado Sucre, días después de su detención, y que había muerto por causa de las torturas el 6 de agosto de 1973. El único testigo con vida de la detención de Noel, y que también fue víctima de la represión de la Cuarta República –a quien decidimos llamar en este reportaje José Miguel para proteger su identidad– en declaraciones a Ciudad CCS señaló que la úl-

tima vez que vio al joven universitario fue después de que los agentes de la DIM les propiciaran una fuerte golpiza. Posiblemente, después de ser detenidos a eso de las 10:30 am en una calle del Country Club, en Caracas, fueron llevados él (José Miguel), Noel y Humberto Sánchez Torrealba (un exagente de la Digepol que se había hecho muy amigo del joven y que fue asesinado en 1975) a un paraje solitario en El Junquito para someterlos a una golpiza, según el único testigo. “Yo vi a Noel con la cara bañada en sangre, y sostenido por dos de los agentes que nos detuvieron, quienes lo tomaban por ambos brazos para mantenerlo en pie”, señaló José Miguel a Ciudad CCS. El funcionario del Cementerio General del Sur comisionado para hallar el cuerpo de Noel –y que para este reportaje no se mencionará su nombre por protección– reveló que vio el cadáver de Noel “bañado en sangre” cuando lo exhumaron, lo que significa que en vida ni siquiera dio tiempo de limpiarlo. Es probable que luego de que agentes de la Dirección de Inteligencia Militar llevaran a Noel a un paraje solitario en El Junquito para darle una golpiza junto a sus compañeros, fuera trasladado posteriormente a una sede de este cuerpo policial de las Fuerzas Armadas que quedaba a unas cuadras del Cementerio General del Sur. Mientras que, ese día, José Miguel y Humberto Sánchez Torrealba, fueron llevados a un calabozo del Cuartel San Carlos, donde también quedaba una sede de la DIM.

¡Cómo yo voy a saber dónde está el cuerpo de ese joven si yo no lo conozco!”, dijo Omaña Hernández al ser consultado por Ciudad CCS en su casa, donde permanece detenido, al tiempo que señaló que después de su imputación en octubre pasado por el caso de la desaparición del estudiante de la UCV fue que se enteró de quién era el joven. La última vez que alguien vio a Noel con vida fue en el momento de su detención por parte de una comisión de la DIM, meses antes de culminar el primer mandato del expresidente copeyano Rafael Caldera (1969-1974), que se caracterizó por la continuación de una política represiva que se inició con Rómulo Betancourt (19591964) y Raúl Leoni (1964-1969).

ENTRE MADERERO Y GLORIETA

Los restos del joven universitarios están por fin con sus familiares

ENCONTRARON A NOEL Los restos mortales de Noel Rodríguez yacían desde hace casi 40 años en un nicho sin identificar del Cementerio General del Sur. “Noel fue salvajemente torturado hasta su muerte”, manifestó la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, en una rueda de prensa, realizada el pasado 19 de enero, para informar sobre el hallazgo del cadáver del universitario y de los resultados de la investigación antropológica y forense hecha por este organismo. La jefa de la División de Ciencias Forenses de la Unidad Criminalística del Ministerio Público, Nelly Seijas, responsable de indagar la causa de la muerte del joven universitario, indicó que probablemente fue el golpe de un objeto contundente que le quitó la vida. La indagación del Ministerio Público reveló que el cuerpo encontrado en el nicho era del militante revolucionario, que murió al poco tiempo de ser secuestrado por una comisión de la Dirección de Inteligencia Militar el 29 de junio de 1973, como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico. Ortega Díaz recordó que por este caso hay una persona privada de libertad y reveló que hay dos más que tienen órdenes de captura sin mencionar sus nombres.

testigo a los fiscales responsables del caso, el lugar donde ocultó al joven. Según Díaz Marín, la orden provino del entonces jefe de la DIM de la región del Distrito Federal, Miranda y Vargas, el coronel (hoy retirado) José Antonio Omaña Hernández, quien pasó de testigo a imputado por este crimen que ocurrió hace 39 años, y que el MP comenzó a investigar en 2010. El testimonio que el Ministerio Público recoge de Díaz Marín es que Omaña Hernández lo instruyó a llevar el cuerpo de Noel primero a la funeraria Virgen del Valle, ubicada en Bellas Artes, muy cerca de la Clínica Luis Razetti, en Caracas, y posteriormente al camposanto. “El fiscal me preguntó por el cadáver de Noel Rodríguez.

La calle que está entre las esquinas de Maderero y Glorieta, perpendicular a la avenida Baralt (al sur del centro de la ciudad), La Concordia, parece no haberse inmutado con el paso del tiempo. Casi 40 años después, en esa cuadra de hoteles continúan las mismas edificaciones típicas de aquellos años –unas más antiguas– corroídas por el tiempo. Noel dormía de vez en cuando en una habitación ubicada en la platabanda de una vieja casona de finales de siglo XIX, ubicada en esa cuadra, que fue dispuesta como residencia en esos años. En el frente de este domicilio, pintado de rosa, aún se observa el número que lo identifica, el 34.

EL AGENTE DE LA DIGEPOL El administrador de la residencia donde vivía Noel cada cierto tiempo, era Humberto Sánchez Torrealba, un exagente de la

LOS AGENTES DE LA DIM No fue hasta que el Ministerio Público iniciara la investigación de la desaparición de Noel, que el exagente de la DIM Felipe Díaz Marín informara en condición de

Díaz Marín, de gorra roja, con técnicos de la Fiscalía frente al nicho de Noel


Noel contra el olvido

Martes 5 de Febrero de 2013

Hace casi 40 años una comisión de la DIM desapareció a Noel Rodríguez

José Miguel revivió lo que pasó ese día

Según la versión más repetida, Noel Rodríguez, oriundo de Nueva Esparta y residenciado en El Tigre (estado Anzoátegui), fue detenido en Caracas el 29 de junio de 1973, en la esquina de La Pelota (Av. Urdaneta) y llevado al Teatro de Operaciones (TO4) de Cocollar, estado Sucre. Desde allí, más nunca se supo de él.

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Entre Madero y Glorieta, desde la casa número 34, Humberto Sánchez y José Miguel, suben a un Volkswagen verde (último modelo) camino a los Ruices. Planeaban encontrarse con Noel.

Digepol, quien además de alquilar habitaciones, arrendaba un espacio para que trabajadores informales de la zona guardaran su mercancía, indicó Jesús (Chúo) Villarroel, quien en 1973 pagaba por guardar su mercadería en esta casa, y que actualmente se desempeña como pequeño comerciante en Caracas. “Humberto se creía más marxista que el Che (Ernesto Guevara). Era muy metido. Yo como tenía el cabello largo me insinuaba si estaba interesado en participar en grupos rebeldes. Yo había estado en la guerrilla, pero me mantenía bajo perfil”, comentó Villarroel, a quien un compañero que estuvo preso en la cárcel La Modelo, a mediados del 60, le dijo que Sánchez Torrealba era agente policial. Una nota del diario El Nacional publicada el 11 de junio de 1966 confirma lo dicho por el amigo de Villarroel, debido a que informaba que Sánchez Torrealba había comparecido “ante el Juez Tercero de Instrucción para rendir indagatoria sobre el caso del desaparecido profesor Alberto Lovera”. La foto que acompañaba la nota revelaba la imagen de Sánchez Torrealba vestido de traje y corbata, lentes de pasta y un cigarro en la boca, con la siguiente leyenda: “Sánchez Torrealba, ya esposado y listo para

Noel Rodríguez

José Miguel

Humberto Sánchez

El joven estudiante desaparecido forzosamente por cuerpos represivos de la IV República

El testigo era el encargado de la residencia donde vivía Noel, el muchacho que se decidió llamar José Miguel en este reportaje

Administrador de la residencia donde vivía Noel, curiosamente un ex agente de la Digepol

Ruta seguida por la última persona que lo vió con vida antes de su detención Avenida Baralt

AV. FUER ZAS ARM ADAS

Av. Sur

go an Piñ

Cota Mil

En esta casona, ubicada entre las esquinas Maderero y Glorieta, en el centro de Caracas, Noel Rodríguez vivió sus últimos años.

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Allí recogen a Noel en las inmediaciones de VTV, y toman un camino de retorno con dirección a Sebucan.

ser trasladado nuevamente a la cárcel La Modelo, señaló que él ‘era testigo del caso Lovera y además de los casos Víctor Soto Rojas y Trino Barrios’”, los dos últimos militantes revolucionarios continúan desaparecidos. Según relató Sánchez Torrealba al diario de circulación nacional, la Digepol lo apresó y torturó por denunciar ante el político José Vicente Rangel los actos de torturas que presenció con-

El único testigo y víctima con vida del secuestro de Rodríguez vivía en esta humilde casa del centro de la ciudad.

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Country Club

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El vehículo donde viajaba Noel es interceptado por un Volkswagen (Gris) y, acto seguido, son abordados por un grupo de personas que se identifican como miembros de la policía.

tra militantes revolucionarios durante su permanencia como agente de ese organismo. Sánchez Torrealba le había encargado la residencia durante la estadía de Noel a un muchacho llamado José Miguel (nombre ficticio para proteger su identidad), quien tenía para ese momento 22 años y que hoy, a la edad de 61, se desempeña como pequeño comerciante en Barquisimeto, estado Lara.

La casa donde Noel vivió sus últimos años. Foto Enrique Hernández

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Lugar donde ocurrió el suceso

VTV Recogen a Noel en los alrededores de VTV

Infografía: Harvey Herrera/Juan Pablo Loera

s AV. URD rra ta res l ANETA Iba elo Punce de ino pa n P i m e o c r C n r Ca olis s La z To Pri S ce Av. ño La dre PLA n dri Mu as Ma Este arró Pa ierra BO ZA l l i s LÍVAR d S M rco Gra an nto a a j r l s Ma arra r n ú S aci do dre CAPITOLIO Mo . La P Pa Pe lva ón d J Dr. co Sa e Le da nF os e lsa ro i a s d o e c S o B s ad So LA HOYA rap rda La dere rro err DA AV. UNIV T Go ho As ERSIDA C rca La os o t e i D o r j M se i e ja l lb o TÚ a o am NEL TO P a z C lón RRES EL C nP l Día SILENC Co Sa pa IO Dr. ero ici a n a s ein u alm e AV. B P ere a M P T d d . r O a LÍVAR e L ran Sta S zV Mi cto os uro s ru du iel se C z Zam aro Re e j e rac r á i u P M zq Cip o ria elá ate rer se AV. LEC V ta rio ich Mi UNA de e sa i a r am r Ro o l M a u l í l C El ita a o G s p y Av . s Ro Ho Ho El Este 12 Sta.

AV. BA RALT

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Protagonistas del Caso

Lo que dijeron o ev Nu

| Investigación

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Llegan cuatro o cinco vehículos más Noel, José Miguel y Humberto son golpeados y montados en diferentes vehículos. Fueron llevados a El Junquito y después de allí José Miguel pierde la pista de Noel.

NI SOLO NI EN LA PELOTA La versión –repetida por casi 40 años– de que una comisión de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) detuvo a Noel Rodríguez en la esquina de La Pelota, en la avenida Urdaneta, el 29 de junio de 1973, fue desmentida en noviembre de 2012 por un testigo que se encontraba con él ese día, y que decidió hablar 39 años después.

La comisión policial interceptó a Noel, José Miguel y Sánchez Torrealba en la avenida El Samán, del Country Club. La unidad bajó por la calle Saavedra del elegante barrio y les obstruyó el paso.

José Miguel reconoció el lugar donde fue interceptado junto a Noel y Sánchez Torrealba por el campo de golf del Country Club. En su recuerdo estaban las ganas de escapar por ese extenso verdor.

El testigo era el encargado de la residencia donde vivía Noel, el muchacho que se decidió llamar José Miguel en este reportaje.

ANTONIO ERA NOEL José Miguel acababa de llegar a Caracas por los últimos días de junio de 1973. Por tres meses estuvo en Barquisimeto, su tierra natal. El viaje lo había agotado. Continúa en la página siguiente

José Miguel muestra la habitación de Noel. Foto Yessireé Blanco


6 Investigación | Martes 5 de Febrero de 2013

La DIM detuvo a Noel en los alrededores de VTV. Fotos Yessireé Blanco Viene de la página anterior

Por esos días, José Miguel se encontró con sus amigos Humberto Sánchez Torrealba y Antonio, alias de Noel Rodríguez, entre Maderero y Glorieta, en La Concordia. José Miguel tenía tiempo sin verlos y le llamó mucho la atención el cambio que se había hecho Antonio en el cabello. “Parecía que se lo había desrizado, lo tenía peinado para atrás y no llevaba puesto los lentes, se veía diferente”, dijo en entrevista a Ciudad CCS. —¿Qué le pasa a Antonio?, le preguntó José Miguel a Sánchez Torrealba. —Hay un carajo que cayó preso y conoce a Antonio, le respondió Sánchez Torrealba a José Miguel. Los tres estuvieron de acuerdo en ir a comer a un restaurante que no fuera tan caro. “Llegamos a una arepera. Antonio se sentó a mi lado y Sánchez Torrealba del otro lado”. En ese momento, relató José Miguel, Antonio puso un libro que llevaba sobre la mesa y, “cuando voy a tomarlo para ojearlo, Antonio lo impidió poniendo su mano sobre la mía”. —¡Deja quieto!, le exhortó Antonio a José Miguel. “Me dio como pena con Antonio, porque yo lo respetaba mucho a él”, prosiguió. Dos noches después de ese día, precisó José Miguel que ayudó a Sánchez Torrealba a envolver

una ametralladora que escondieron en una de las habitaciones de la residencia de La Concordia. Luego de esto, José Miguel volvió a su casa. Vivía con su esposa y su pequeño hijo entre El Calvario y Potrerito, cerca del Bloque 5 de El Silencio. Tenía dos años ahí.

NO QUERÍA IR “El 29 de junio de 1973 en la mañana, alrededor de las 7:00 am, escuché a Sánchez Torrealba tocar insistentemente la puerta de mi casa. Yo estaba tiradito en el suelo durmiendo en un colchoncito. La verdad no quería levantarme, estaba cansado, tenía mucho sueño y tampoco quería acompañarlo a buscar la ametralladora”, relató. Sánchez Torrealba dejó de tocar la puerta por un momento y José Miguel siguió durmiendo, pensando que su amigo había desistido de verlo, pero se sorprendió al tenerlo frente a él dentro de la casa. “Hasta hace unas semanas me enteré de que mi hermano, quien también vivía en Caracas para esa época, le había dado las llaves de mi casa a Sánchez Torrealba mientras yo estaba en Barquisimeto”, dijo José Miguel, quien actualmente se desempeña como pequeño comerciante en la capital larense.

SALIR AL ENCUENTRO José Miguel decidió levantarse, vestirse y acompañar a Sánchez Torrealba a buscar la

La avenida El Samán, del Country Club, donde detuvieron a Noel

Noel contra el olvido ametralladora en la residencia. Sacaron el arma y la montaron en el techo del carro del segundo, un Volkswagen color verde. “Yo no sabía para dónde íbamos, ni tampoco que nos encontraríamos con Antonio”, dijo. En el trayecto, Sánchez Torrealba y José Miguel poco o nada hablaron. Tomaron la avenida Baralt, luego la Panteón hasta llegar a San Bernardino y allí continuaron por la avenida Boyacá o Cota Mil, bajaron posiblemente por Los Dos Caminos o por Los Chorros. En la cercanía de la sede de Venezolana de Televisión (VTV), José Miguel observó desde lejos a Antonio parado a un lado de la vía. —¡Ahí está Antonio!, le dijo José Miguel a Sánchez Torrealba algo sorprendido. —¡Cállate! ¡Cállate!, le exhortó Sánchez Torrealba a José Miguel. Se estacionaron a un lado de la vía, José Miguel se pasó para el asiento de atrás, Antonio se montó en el puesto del copiloto y continuaron el camino. José Miguel recuerda que el encuentro con Noel Rodríguez, alias Antonio, ocurrió a eso de las 10:00 am el 29 de junio de 1973.

LA INTERCEPCIÓN En el recorrido que José Miguel hizo con un equipo de Ciudad CCS el pasado viernes 25 de enero de 2013, se precisó que hace 39 años, después de que Sánchez Torrealba recogiera a Noel Rodríguez en los alrededores de VTV, fueron en el carro hasta el Country Club y tomaron la avenida El Samán, con dirección oeste. En anteriores declaraciones a Ciudad CCS y a la Fiscalía, José Miguel no había precisado que el punto donde recogieron a Noel y el lugar donde fueron interceptados no eran los mismos. —Da la vuelta que el compañero no ha llegado, le instruyó Antonio a Sánchez Torrealba al pasar por la avenida del elegante barrio. José Miguel recuerda haber volteado hacia atrás, dentro del vehículo en movimiento, y ver un extenso campo verde, que hoy descubrió que era el hoyo 3 del campo de golf del Country Club, inaugurado en 1931. Sánchez Torrealba dio la vuelta como le instruyó Antonio y tomó de nuevo la avenida El Samán en dirección este y, casi que inmediatamente fueron interceptados por un vehículo Volkswagen color gris que, posiblemente, los esperaba en la calle Saavedra, que intercepta con El Samán bajando.

Felipe Díaz Marín, exagente de la DIM Felipe Díaz Marín es el testigo más importante del Ministerio Público en el caso de la desaparición de Noel Rodríguez. Fue quien informó al fiscal responsable del caso –que se inició en octubre de 2012– dónde escondió el cuerpo de Noel, según él, por órdenes del entonces jefe de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) de la región del Distrito Federal, Miranda y Vargas, José Antonio Omaña Hernández. Solo se conoce de él que era maestro técnico y que tenía órdenes de seguir al estudiante de la Universidad Central de Venezuela, Jorge Rodríguez, según confirmó Omaña Hernández a Ciudad CCS. En varios artí-

culos y cartas publicadas, Jorge Rodríguez (padre) denunció ser seguido por agentes de la DIM por órdenes del maestro técnico Felipe Díaz Marín. Asimismo, Díaz Marín estuvo involucrado en el secuestro y posterior asesinato del abogado Ángel Alberto Aguilar Serradas en 1974, caso que se investigó en su momento y en el que cayeron presos Rafael Emigdio Pacheco, Antonio Guédez y Jesús Ramón García, agentes criminales de la DIM. Díaz Marín y el coronel Ibrahim Vegas Echezuría dieron las órdenes para detener y torturar a Serradas. A Díaz Marín solo se le juzgó por mentir en ese juicio.

José Antonio Omaña, jefe de la DIM Caracas José Antonio Omaña Hernández, coronel retirado, fue jefe de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) de la región del Distrito Federal, Miranda y Vargas durante los dos últimos años del primer gobierno del copeyano Rafael Caldera (1969-1974). Su padre, José Antonio Omaña Vega, de profesión odontólogo y de la élite andina, fue fundador de Copei y amigo del expresidente Caldera. Omaña Hernández, también oriundo de Los Andes, aseguró no haber tenido cercanía con Caldera, mas sí la tuvo con Luis Herrera Campíns, con quien dijo haber tenido una amistad y a quien describió como un hombre bonachón. Estudió en la Escuela de las Américas, en Panamá, donde en una oportunidad solicitó en un escrito que todos los países del continente americano debían tratarse como iguales. Omaña Hernández tiene dos hijas que viven en México y un hijo, llamado José Antonio Omaña, quien al

—¡Quietos! ¡Somos la policía!, le gritaron los hombres que estaban dentro de ese auto mientras salían y corrían al vehículo de Sánchez Torrealba. “Yo recuerdo que en ese momento le dije a Sánchez Torrealba que tenía ganas de salir corriendo por ese campo verde, pero él me respondió que no lo hiciera porque me iban a disparar”, contó José Miguel a Ciudad CCS. Uno de los policías se acercó de inmediato a Antonio, quien estaba bastante nervioso según recuerda José Miguel, y fue directo a extraerle un arma que éste llevaba en la parte trasera del pantalón, municiones que tenía en una bolsa en el interior de su chaqueta y le quitó el libro que llevaba en la

igual que él y su esposa Luz viven en San Antonio de los Altos. Es el único imputado por la desaparición de Noel Rodríguez. A sus 74 años, Omaña Hernández se jacta de tener una salud de hierro. Hace tres años fue operado de cáncer de colon, información que difundió el periodista Nelson Bocaranda por Twitter el día de su imputación y detención domiciliaria. Bocaranda no es amigo de la familia de Omaña Hernández, pero sí alguien conocido. Desde su operación, asegura que pese a la recomendación de su médico, de chequearse cada tres meses, no ha ido a la primera consulta. Acérrimo opositor al gobierno del presidente Hugo Chávez, en Internet pueden encontrarse algunos escritos de su autoría atacando la gestión chavista. De trato agradable, exhibe en las paredes de la sala de su casa los cuadros que en su “época de poder” le fueron regalados.

mano, donde descubrió que había una pistola. Durante esa detención sólo habló Sánchez Torrealba. —¿Van a hablar?, le preguntó un oficial a Antonio, Sánchez Torrealba y a José Miguel —No, en la oficina, le respondió Sánchez Torrealba al policía —Tú lo que vas a llevar es coñazos ahorita, le dijo el policía a Sánchez Torrealba. José Miguel recordó que uno de los oficiales, de contextura gruesa, le dijo a Sánchez Torrealba lo siguiente: “Tú trabajaste con nosotros, tú sabes cómo es esta guevonada, tú sabes cómo es esto”. Y un oficial que se le acercó a Antonio, después de quitarle las armas, le preguntó a éste que si creía que estaba jugando.


Noel contra el olvido —¿Tú crees que esta vaina es un juego chico? ¡Esta es una guerra! ¿Tú crees que esta guevonada es qué?, le vociferó ese oficial a Antonio, al tiempo que le mostraba su torso lleno de heridas de balas.

DE EL JUNQUITO AL CUARTEL Después de ese violento episodio, donde participaron entre cuatro y cinco vehículos de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), los tres: Antonio, Sánchez Torrealba y José Miguel fueron montados en autos separados y llevados, posiblemente, a El Junquito. José Miguel recordó ver el rostro de Antonio bañado en sangre y el comentario de un agente sobre “lo arrecho” que era el joven para llevar golpes. Esa fue la última vez que José Miguel vio a Antonio. A Sánchez Torrealba lo vio, días o semanas después, pasar por un pasillo de los calabozos del Cuartel San Carlos, donde fueron llevados ambos después de la golpiza. Luego no supo más de él. “No recuerdo el tiempo que estuve preso en el Cuartel San Carlos. Lo que sé es que no quería comer nada, ¡no podía!, y los guardias me acusaban de hacer una huelga de hambre”, relató José Miguel. Después de varios días o semanas de estar encarcelado y torturado física y psicológicamente, José Miguel es liberado. No obstante, lo condicionaron a no regresar nunca más a Caracas. “Me entregaron mil bolívares y me llevaron al terminal de Nuevo Circo. Me montaron en un autobús rumbo a Barquisimeto”, contó José Miguel. Ya montado en la unidad de transporte, sentado en el puesto del lado de la ventana, José Miguel se sorprendió al ver casi frente a él un gran póster con la foto de su amigo Antonio y sobre esa imagen la pregunta “¿Dónde está Noel Rodríguez?”. “En las torturas me preguntaban por un tal Noel Rodríguez ¡Y es que yo no lo conocía! Ahí fue cuando me enteré de que Noel era Antonio”, finalizó José Miguel.

NO HABLARÁS SIN MÍ La última vez que Elio (nombre ficticio para proteger su identidad), vio a Humberto Sánchez Torrealba, fue en la plaza Miranda, en el centro de Caracas, días después de su detención junto a José Miguel y Noel Rodríguez. Elio arrendaba un espacio en la residencia que administraba Sánchez Torrealba y hoy, a sus 71 años, es vendedor informal. “Yo vi a Humberto acercarse con los brazos cruzados y con

Martes 5 de Febrero de 2013

| Investigación

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Pasos para identificar cuerpo de Noel Rodríguez El Ministerio Público elaboró ficha pre-mortem con información de Noel suministrada por su familia y por una historia clínica del joven

1

Exámenes científicos realizados por el antropólogo forense Se comparó la dentadura de Noel con uno de sus hermanos, el estudio arrojó que era casi igual

Reconstrucción facial bidimensional antropológica

2

MP

MP

3

Características que presentaba A Hipertrofia ósea de los cornetes nasales predominantemente hacia la derecha

MINISTERIO PÚBLICO

B Desviación del tabique nasal hacia la derecha C Asimetría facial notoria en ambos malares:

El maestro técnico y ex agente Se sacó una foto de Noel, de la Dirección de Inteligencia y de su cráneo y se llevó a Militar Felipe Díaz Marín, confesó las mismas dimensiones, al Ministerio Público el lugar el resultado arrojó que donde escondió el cuerpo hace encaja la desviación del casi 40 años tabique nasal y la cavidad bucal perfectamente

Los restos del joven estudiante fueron trasladados a la Unidad Criminalística del Ministerio Público

Causa de la muerte de Noel

Reconstrucción facial en plano horizontal y vertical

El antropólogo concluyó que eran los restos de Noel por tanta similitud del cadáver a la ficha pre-mortem. No es necesaria la prueba de ADN.

una actitud extraña”, relató Elio en conversación con Ciudad CCS. —Me preguntaron por ti, le dijo Sánchez Torrealba a Elio. —¿Y Antonio?, le cuestionó Elio en respuesta. —¿Cuál Antonio? No lo conozco, contestó Sánchez Torrealba. —¿No conoces a Antonio?, le replicó Elio a Sánchez Torrealba sorprendido y no le preguntó más. “Luego de esa conversación decidí irme de Caracas, sentí miedo y que algo terrible pasaba”, dijo a Ciudad CCS. Elio se encontró a José Miguel en Barquisimeto durante los días en que los padres de Noel, Zenaida Mata de Rodríguez y Gregorio Rodríguez, realizaban una huelga de hambre en protesta frente al Estado por la desaparición de su hijo. “Yo fui a Barquisimeto para que José Miguel me contara lo que había pasado ese día que los detuvo la comisión policial, y después de saber, pensé que lo mejor era mantenerlo en silencio por un tiempo”. En la última conversación que tuvieron, Elio le dijo a José Miguel que nunca hablara sobre lo que había pasado con nadie para proteger su vida, pues cada mes era visitado por un agente policial, pero que recordara que tenía un compromiso moral con los padres de Noel. “Tú vas a contar lo que pasó sólo conmigo y cuando yo te diga”, le sentenció Elio.

COMANDOS REPRESIVOS Jorge Rodríguez, fundador de la Liga Socialista y asesinado en 1976 por organismos estatales de exterminio, denunció por esos años el funcionamiento de estos cuerpos. “En Venezuela existen comandos represivos que cumplen sus funciones como un medio para ejecutar prácticas punitivas y motivadas por odios personales

Traumatismo craneoencefálico severo producto de las salvajes torturas a las que fue sometido

Los estudios antropológicos concluyeron que los restos hallados en el nicho del Cementerio General del Sur eran de Noel Rodríguez

Características físicas 27 años de edad Piel clara 1,75 metros de estatura Sexo masculino Afinidad racial mestiza

el malar derecho estaba más pronunciado

C

B A

C

D

D Fractura de vieja data en la rótula

Infografía: Harvey Herrera/Juan Pablo Loera

hacia quienes ejercemos oposición revolucionaria al sistema”, denunció Rodríguez en una carta que escribió desde la cárcel de Maracaibo en agosto de 1972. Prosiguió Rodríguez que estos comandos represivos o “gang de la muerte han sido denunciados ante el Congreso Nacional y la Fiscalía General de la Nación sin resultado alguno”. Acusó a Carlos Núñez Tenorio, dependiente de la Dirección de Inteligencia Militar y la Disip, de encabezar el gang de la muerte y responsabilizó a ese comando de exterminio de los asesinatos del profesor Alberto Lovera, del campesino Juan Chacón Lanza, los militantes revolucionarios Víctor Soto Rojas, Trino Barrios, Belisario Marín, los estudiantes Luis Alberto Hernández, Noel Rodríguez y el abogado Ángel Alberto Aguilar Serradas. Serradas, denunció Rodríguez, fue secuestrado y torturado hasta su muerte por los agentes de la DIM Rafael Emigdio Pacheco, Antonio Guédez y Jesús Ramón García, por órdenes del maestro técnico Felipe Díaz Marín y del coronel Ibrahim Vegas Echezuría, quienes lo acusaban de tener información sobre la muerte del inspector Carlos Núñez Tenorio.

En un comunicado publicado el 27 de noviembre de 2012, la Fundación Juan Chacón Lanza, que debe su nombre al campesino asesinado y desaparecido en los años 60, destacó que los gobiernos de la Cuarta República (1958-1998) aplicaron una política de violencia planificada que logró exterminar a centenares de jóvenes, reprimir a partidos de izquierda, estudiantes, campesinos, intelectuales, implementando, entre otras barbaridades, la figura de los desaparecidos. “Los Teatros de Operaciones (TO) fueron creados para desaparecerlos luego de ser torturados y obtener información”, reza en el texto.

LA INVESTIGACIÓN Meses antes de aprobarse la Ley para Sancionar Crímenes, Desapariciones, Torturas y Violaciones de los Derechos Humanos por Razones Políticas en el período 1958-1998, el Ministerio Público dio inicio a la investigación de la desaparición del estudiante y militante revolucionario Noel Rodríguez. “En 2010 adelantamos un conjunto de acciones para ubicar los restos de Noel y otros venezolanos que fallecieron en cámaras de tortura”, reveló la

Sánchez Torrealba, exagente de la Digepol Sobre Humberto Sánchez Torrealba, exagente de la Dirección General de Policías (Digepol) confeso desde mediados de los años 60, y a quien José Miguel (nombre ficticio para proteger su identidad) le tomó mucho aprecio como amigo, giran dos versiones sobre su posible muerte. Ambas trágicas y en 1975. La primera, que había sido simulado su arrollamiento en la vía hacia Dos Caminos, estado Guárico, donde se involucró a un Guardia Nacional. Sánchez Torrealba apareció con el cráneo fracturado y sin secuelas de haber sido atropellado. La otra versión, es que el exagente había muerto por

causa de unos disparos que le propició un Guardia Nacional en Puerto Ordaz, estado Bolívar. Suceso que ocurrió supuestamente para liquidar definitivamente a Sánchez Torrealba por ser testigo de la muerte del profesor Alberto Lovera. José Miguel recuerda a Sánchez Torrealba como un hombre alto, de aproximadamente 1.80 metros de estatura, de ojos achinados, piel blanca. Su vestir era elegante, usaba lentes de pasta y peinaba su cabello hacia atrás. De trato lo recuerda como un hombre muy astuto, que leía mucho y que siempre se salía con las suyas. Era experto haciendo negocios.

fiscal general de la República, Ortega Díaz. El Ministerio Público interpuso un recurso de revisión en el Tribunal Supremo de Justicia para reabrir el caso de Noel Rodríguez Mata, Felipe Malaver Moreno, Víctor Soto Rojas, Alejandro Tejero Cuenca y Nicolás Montes Beltrán, debido a que en 1998 “se produce una decisión donde se declara el término de las averiguaciones de estos casos”, destacó Ortega Díaz. Luego de esta acción fue designado un equipo de fiscales y expertos de la Unidad Criminalística contra la Violación de los Derechos Fundamentales. La Fiscalía citó en octubre de 2012 al coronel retirado José Antonio Omaña Hernández como testigo del caso, a quien posteriormente imputan y dan arresto domiciliario días después. El maestro técnico Felipe Díaz Marín también fue citado como testigo del caso y es quien informa al Ministerio Público dónde ocultó el cuerpo de Noel, según él, por órdenes de Omaña Hernández. En las primeras exhumaciones realizadas por los fiscales a los nichos del sector norte del Cementerio General del Sur no encontraron el cuerpo de Noel. No obstante, un sepulturero del camposanto, que trabajó por esos nichos en los años en que desapareció el joven universitario, y que fue contactado por un funcionario de la gerencia del camposanto, recordó una situación extraña por esos días en que fue asesinado el estudiante revolucionario. El sepulturero reveló que en esos meses vio llegar al camposanto un vehículo fúnebre, del cual salieron dos administradores del cementerio con un difunto sin compañía que lo llorara. Ese episodio no se le borró nunca de la cabeza, y justo en el lugar donde recordó que fue colocado el cajón fúnebre estaba Noel.


8 Investigación | Martes 5 de Febrero de 2013 Emma Grand Ciudad CCS

“E

l caso de Noel Rodríguez ha sido uno de los más fuertes que me he topado, porque ni en los libros aparecía el nombre del joven”, manifestó uno de los trabajadores del Cementerio General del Sur que comisionó la búsqueda del cuerpo del universitario solicitada por los fiscales del Ministerio Público (MP) que llevan el caso, y cuya identidad no se revelará en este reportaje por protección. “¡Qué no lo conseguimos! Entonces está vivo”, fue lo que le pasó por la cabeza al funcionario de la gerencia del cementerio capitalino porque el joven “no aparece en ningún libro de registro de muerte” en el camposanto. El personal del cementerio había destapado 16 nichos del sector norte del camposanto por orden de los fiscales, quienes se guiaban por los recuerdos del maestro técnico Felipe Díaz Marín, exagente de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) y testigo del Ministerio Público. Díaz Marín está implicado en la desaparición de Noel, pues fue él quien trasladó los restos del joven al Cementerio General del Sur, supuestamente por orden del coronel retirado y exjefe de la región de Miranda, Vargas y Distrito Federal, José Antonio Omaña Hernández. No obstante, después de tres días de exhumaciones no se llegaba al nicho que era, hasta que al trabajador del camposanto que comisionaba la búsqueda pensó en localizar a un señor que laboraba, para la época en que desapareció Noel, en los nichos del sector norte del camposanto, y cuya identidad tampoco será develada en este reportaje para su protección. “Eso fue hace casi 40 años. Me encontraba sacando a un difunto en los nichos del sector norte con uno de mis hijos –que estaba pequeño para ese momento–. Ahí vi llegar una carroza fúnebre a eso de las 11:00 am. Yo estaba justo frente a ella. Se paró con dirección al primer nicho. Dos administradores del cementerio que estaban en el vehículo bajaron a un difunto que estaba en una urna color gris. Lo sepultaron y se fueron. Yo observé ese evento. Me pareció extraño que la carroza fúnebre entrara tan adentro y que nadie acompañara a ese muerto, ni llorara ni colocara flores”, relató a Ciudad CCS el señor que laboró por más de 57 años en

Noel contra el olvido

El sepulturero no olvidó aquel extraño entierro Un trabajador del Cementerio General del Sur, de 84 años, relató a Ciudad CCS cómo ayudó a la Fiscalía a hallar el cadáver de Noel, el cual vio colocar en un nicho sin identificar hace 40 años

En el libro aparece otro cuerpo Noel fue sepultado en un nicho donde, antes de su muerte, habían colocado a un joven asesinado por una bala en el cuello. “Al chamo anterior lo enterraron en 1970, eso aparece en el registro, pero no la fecha cuando lo sacaron, sólo con dos equis señalaban que lo habían sacado”, dijo el trabajador del camposanto comisionado para el hallazgo del cadáver a Ciudad CCS y que no fue identificado en este reportaje por su seguridad. Eso significaba, en teoría, que no había ningún cadáver en ese nicho, porque nunca se registró el ingreso de Noel en el camposanto. Los dos administradores del cementerio que metieron a Noel en ese nicho hace casi 40 años dejaron el ladrillo con el número que identificaba al joven asesinado de bala. “Estuvimos investigando y, ciertamente, días antes de que ingresaran el cuerpo de Noel, hace 39 años, habían sacado al joven muerto por una bala. Ese hueco estaba vacío, así que aprovecharon y colocaron el cadáver de Noel dejando el número que identificaba al anterior difunto para que pensaran que la persona que estaba enterrada ahí seguía siendo la anterior”, acotó el funcionario. Según Felipe Díaz Marín, en abril de 1984 fue convocado por el gobierno de Caracas para que registrara la defunción de Noel. Nunca fue.

El sepulturero en el mismo lugar donde vio que enterraron a Noel Rodríguez. Foto Jack Bocaranda

el los nichos del sector norte del Cementerio General del Sur y quien encontró el cuerpo de Noel. El sepulturero, quien pronto cumplirá 84 años, contó que él estaba a unos 40 metros de distancia del nicho donde metieron a Noel hace casi cuatro décadas.

EL HALLAZGO El trabajador del camposanto subió a los nichos del sector norte a principios de noviembre de 2012 por petición de los funcionarios de la Gerencia del Cementerio General del Sur y la Fiscalía para recordar el lugar exacto donde sepultaron a Noel Rodríguez.

Junto a él arribaron trabajadores del camposanto, responsables de la exhumación, y el equipo de fiscales, antropólogos y forenses del Ministerio Público. “Yo me puse frente a los nichos, en el mismo lugar donde estaba el día que vi a esa carroza fúnebre llegar, e identifiqué el sitio donde metieron a Noel:

‘está en el segundo piso –de abajo hacia arriba– en el nicho seis o siete’”, prosiguió. No obstante, el sepulturero advirtió a sus compañeros del cementerio destapar primero el nicho número siete. “Iban a abrir el seis y yo les dije: ‘abran mejor el siete, que hay más seguridad’”. Y la sorpresa fue que ahí estaba Noel.

Es probable hallen más desaparecidos

El cadáver estaba bañado en sangre

Jesús Sotillo Bolívar, profesor de la Universidad Central de Venezuela y líder estudiantil de esta casa de estudios en la década del sesenta y setenta, en entrevista a Ciudad CCS, resaltó la política de represión y de complicidad de las instituciones de la IV República. “Todas las instituciones, de alguna manera, eran cómplices de las desapariciones, asesinatos y torturas de los dirigentes de izquierda. El Estado actuaba y las instituciones se acoplaban a esa orientación. De otra manera no se puede explicar cómo se permitió enterrar a Noel en ese camposanto sin el consentimiento de la persona que dirigía Cementerio General del Sur. Ahí hubo complicidad”. Asimismo, asomó la tesis de que la represión en la IV República no fue

“El cadáver de Noel Rodríguez estaba bañado en sangre cuando lo sacamos”, refirió el trabajador del camposanto comisionado para el hallazgo del cuerpo del joven universitario a Ciudad CCS y que en este reportaje no se develó su identidad por protección. La jefa de la División de Ciencias Forenses de la Unidad Criminalística del Ministerio Público, Nelly Seijas, en entrevista al Correo del Orinoco, informó que se encontraron “múltiples fracturas” en “la región de la cabeza” del cadáver de Noel, en total seis, que fueron ocasionadas en vida. Rodríguez tenía fractura del ala mayor del esfenoides. En la base del cráneo se encontraron man-

circunstancial. “No era que alguien le caía mal a un funcionario y éste lo agarraba y se le pasaba la mano, no; la represión, la desaparición, la tortura y la muerte del revolucionario formaba parte de un sistema de Estado”. También presentó la idea de que “es muy probable que ahí (en el Cementerio general del Sur) hallan otras personas enterradas, porque en las investigaciones que se están haciendo en Venezuela han arrojado que pasan de 10 mil los desaparecidos, muertos y torturados en el país por la IV República, una cifra terrible. Aquí no había ONG ni organizaciones internacionales que defendieran a esa gente. Aquí estábamos prácticamente desamparados, pero asumíamos nuestra responsabilidad de lucha”.

chas de color pardo oscuro, que era sangre de Noel, producto de las lesiones propiciadas en vida por sus homicidas. La jefa de la División de Ciencias Forenses encontró rastros de fractura en el hueso de la nariz del lado derecho, trazo de fracturas en el piso de la órbita del lado izquierdo, trazo de fractura del maxilar superior (de unos cinco centímetros), fractura completa del húmero izquierdo y de la escápula derecha. “La causa de la muerte fue un traumatismo craneoencefálico”, y así quedó asentado en el certificado de defunción. Se presume que murió en junio de 1973. Probablemente fue el golpe de un objeto contundente que le quitó la vida.


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