Memorias Locales: Construyendo nuestra propia historia

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Se realizó una investigación de carácter patrimonial, a partir de una serie de conversaciones sobre las vivencias de un grupo de vecinos y vecinas, quienes han compartido una historia y sueños en común. Retazos de muchos recuerdos que ellos mismos han deseado plasmar en estas páginas, haciéndose partícipes de la reconstrucción de su propia historia, conformando un interés comunitario por generar memorias locales. Este libro está dedicado a todos los vecinos y vecinas de la Población Villa Colchagua Sur, del Sector Estadio Valderrama, como también a toda la comuna de San Fernando, quienes permanentemente mantienen un interés por el resguardo de su patrimonio y tradiciones”.

Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia

“El estudio que da pie al presente libro, tiene su origen en el interés emanado del Consejo Regional de la Cultura y las Artes de las Región del Libertador General Bernardo O’Higgins por recuperar la historia local y cultural de los barrios de Villa Colchagua y el Sector Estadio Valderrama, así como de toda la comuna de San Fernando, y poner en valor su identidad.

Memorias Locales Construyendo nuestra propia historia


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Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia


Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia Consejo Regional de la Cultura y las Artes, Regi贸n del Libertador General Bernardo O麓Higgins

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Memorias Locales, construyendo nuestra propia historia

Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia

Consejo Nacional de la Cultura y las Artes Ministro Presidente: Luciano Cruz-Coke Carvallo Subdirector Nacional: Carlos Lobos Mosqueira Consejo Regional de la Cultura y las Artes. Región del Libertador General Bernardo O’Higgins Directora Regional: Marcia Palma González Consejeros Regionales: Andrés José Balmaceda Hurtado, Jorge Alejandro Silva Herreros, Juan Rodrigo Briceño Rosas, María José Bustamante Bustamante, Pedro Larraín Aguirre, Guillermo Drago Rojas Comité Consultivo: Juan Esteban Altube, Teresa Fierro Fierro, Alejandro Campos Gonzalez, Ximena Concha Urquiza, Sergio Terán Cortez, Santiago Aguilera Mardones y Maritza Figueroa Castro

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Investigación realizada por consultora ASIDES Ltda. www.asides.cl Investigación, edición y contenidos: Constanza Escobar Arellano y Guillermo Álvarez Espinoza Diseño y diagramación: Isidora Escobar Arellano Fotografía de Portada: Helena Córdova, Gestora Territorial del Programa Cultura Local San Fernando Fotografías interior: Guillermo Álvarez Espinoza, Helena Córdova Fuentes Consejo Regional de la Cultura y las Artes Región del Libertador General Bernardo O’Higgins Gamero N° 551, Rancagua Teléfono: +56 72 235116 / 242779 © Consejo Nacional de la Cultura y las Artes http://www.cultura.gob.cl/ohiggins/ Se autoriza la reproducción parcial citando la fuente correspondiente. En este libro se utilizó tipografía gobCL. 1° edición, diciembre de 2012.


Agradecimientos Agradecemos a todos aquellos que hicieron posible el desarrollo tanto de la investigación patrimonial realizada en la Población Villa Colchagua Sur y Sector del Estadio Valderrama, como de este libro que expone sus principales resultados. Nuestros agradecimientos a quienes compartieron sus profundos relatos, entregando generosamente su tiempo y sus experiencias; a quienes facilitaron su conocimiento sobre la historia y el patrimonio de la ciudad de San Fernando, y específicamente, de la Población Villa Colchagua Sur y Sector del Estadio Valderrama; también a quienes facilitaron el apoyo logístico necesario para realizar las tareas en terreno; y a los propios investigadores a cargo de esta publicación, que con mucho ahínco se dedicaron a reconocer cada atisbo de la identidad de la comunidad aquí aludida. Y a todos los vecinos y vecinas de la Población Villa Colchagua Sur, y de la comuna de San Fernando.

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Presentación Las siguientes páginas exponen los principales resultados surgidos de la Investigación Patrimonial en Villa Colchagua y Sector Estadio Valderrama, Comuna de San Fernando, realizada por la consultora ASIDES Ltda. a solicitud del Consejo Regional de la Cultura y las Artes, de la Región del Libertador General Bernardo O´Higgins. El estudio realizado se enmarca en la definición de patrimonio cultural que adopta el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, entendiéndolo como:

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Monumentos, obras arquitectónicas, de escultura o de pintura monumentales, elementos o estructuras de carácter arqueológico, inscripciones, cavernas y grupos de elementos, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia, los conjuntos: grupos de construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e integración en el paisaje les dé un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia, los lugares: obras del hombre u obras conjuntas del hombre y la naturaleza así como las zonas incluidos los lugares arqueológicos que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o antropológico. (CNCA, 2011, p.43).

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Esta definición de patrimonio tiene también un componente eminentemente inmaterial, descrito por la UNESCO (2003) como las diversas manifestaciones que se expresan a través de tradiciones orales, músicas, actos festivos, ritos, prácticas sociales o conocimientos y usos relacionados con la naturaleza, considerando además que estas manifestaciones están vivas y en constante transformación. La Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial lo define como: Los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana. (UNESCO, 2003).


Las políticas culturales han enfatizado el reconocimiento y puesta en valor tanto del patrimonio material como inmaterial, y a nivel nacional, se ha desarrollado la institucionalidad pertinente1 (aún cuando queda un camino importante por recorrer) para su salvaguarda. En su ámbito de pertinencia, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) ha desarrollado líneas de financiamiento en los Fondos de Cultura que concurren a los objetivos de preservación y conservación del patrimonio, como la línea de Desarrollo Cultural y línea de Conservación y Difusión del Patrimonio Cultural del Fondart Regional (CNCA, 2011). La importancia atribuida al rescate del patrimonio cultural ha convergido también en la Política Cultural implementada en el período 2011-2016, siendo uno de sus ejes estratégicos el patrimonio cultural. Asimismo, este eje de acción cristaliza en los siguientes propósitos: i. Contribuir a que se valore y resguarde el patrimonio cultural material ii. Contribuir a que se valore y resguarde el patrimonio cultural inmaterial iii. Contribuir a fomentar el turismo cultural respetando la diversidad y la conservación del patrimonio cultural de la nación

1 / Entre las que destacan las instancias estatales como el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la Biblioteca Nacional (en especial su Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares), dependiente de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam); el Consejo de Monumentos Nacionales, la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena y el Ministerio de Educación.

Presentación

La política cultural de la Región del Libertador General Bernardo O´Higgins hace parte este eje de la política cultural nacional, cristalizándolo en uno de sus propios ejes de trabajo: poner en valor el patrimonio cultural y la identidad regional. A su vez, se delimitan tres propósitos (CRCA, 2012): i. Fomentar el patrimonio cultural material e inmaterial de la región ii. Incrementar los recursos para reconstrucción post terremoto iii. Fomentar el turismo patrimonial en la región

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Entre los valores2 que guían el espíritu de las acciones derivadas de las políticas culturales regionales se puede mencionar: la libertad de creación y expresión con dignidad y en condiciones de equidad; el libre acceso al patrimonio cultural como manifestación de las diferentes culturas, así como su preservación, conservación y difusión; el rescate de la memoria histórica y el diálogo intercultural como motores de identidad, entre otros.

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En concomitancia con estos valores, especialmente aquellos referidos a la conservación y difusión patrimonial, el programa Fomento al Desarrollo Cultural Local tiene por objetivo contribuir al desarrollo artístico-cultural, con el propósito de fortalecer las capacidades de participación ciudadana en el ámbito cultural, el reconocimiento y valoración de las expresiones locales y una efectiva gestión cultural municipal. Asimismo espera que las personas, familias, comunidades e institucionalidad local visibilicen, conecten y activen capacidades y recursos en aras de dicho desarrollo cultural. De esta manera espera contribuir a la disminución de la brecha de consumo cultural que afecta a los habitantes de barrios en vulnerabilidad social y/o aislamiento territorial a lo largo del país.

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En el marco de este programa, y en consecuencia con la estrategia programática de la región en torno al patrimonio cultural, el Consejo Regional de la Cultura y las Artes de la Región del Libertador General Bernardo O`Higgins ha requerido la realización de un registro del patrimonio y las tradiciones de la comuna de San Fernando, focalizado en la población Villa Colchagua Sur y el Sector Estadio Valderrama, fruto del cual surge el presente libro.

2 / Política Cultural Regional 2011-2016 Libertador General Bernardo O`Higgins. Consejo Regional de la Cultura y de las Artes.


Índice 10 13 15 18 21 23 24 25 31 37 43 45 46 49 52 54 54 55 57 59 61 62 63 65 68 68 70 70 70 71 72 73 74 74 77 78 83 85 85 90 91 93 94 97 101 106

Índice

Introducción.............................................................................. 1. Patrimonio, memoria e identidad.................................... ¿Por qué recordar?................................................................... Cultura, identidad e imaginarios sociales............................ 2. La ciudad de San Fernando................................................ Contexto histórico ................................................................. Contexto socio-demográfico ............................................... Contexto urbanístico ............................................................. 3. El apogeo del fútbol barrial y el Estadio Valderrama ............................................................... Crónicas del Estadio Valderrama y sus alrededores........... 4. De la Cooperativa a la Villa............................................... El Cooperativismo................................................................... La Cooperativa........................................................................ El sueño de la casa propia...................................................... Los primeros años................................................................... Los principales hitos................................................................... Los despidos........................................................... Las inundaciones.................................................... La sede vecinal....................................................... La pavimentación................................................... La disolución de la cooperativa............................ El aislamiento.......................................................... 5. Construyendo memoria; tradiciones e identidad de la Villa y de San Fernado............................... Vinculación con la cultura local............................................. Tradiciones populares............................................................. Fiestas de la Primavera.......................................... Fiestas patrias en el Estadio Municipal............... Procesión de la Virgen del Carmen...................... Peregrinación a Pelequén...................................... Peregrinación a Roma............................................ Pascua de los negros.............................................. Tradiciones extintas............................................... Canto a lo humano y lo divino............................... Competencias barriales......................................... Vía Crucis................................................................. Personajes típicos................................................................... Mitos populares...................................................................... Identidad.................................................................................. Identidad de San Fernando................................... Identidad de la población Villa Colchagua Sur.... Transformaciones en la identidad............................................ 6. Participación comunitaria................................................. Una historia de acciones colectivas...................................... Vida de barrio........................................................................... Palabras al cierre...................................................................... Referencias................................................................................

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Introducción El estudio que da pie a este libro tiene su origen en el interés emanado del Consejo Regional de la Cultura y las Artes (CRCA) de la Región del Libertador General Bernardo O´Higgins por recuperar la historia local y cultural de los barrios de Villa Colchagua y el Sector Estadio Valderrama, así como de toda la comuna de San Fernando, y poner en valor su identidad. La Población Villa Colchagua Sur se ubica geográficamente en la entrada sur de la comuna de San Fernando. Situada a un costado de la línea férrea, está constituida por 45 casas que rodean una pequeña plazoleta con juegos infantiles. A un costado se sitúa el Estadio Valderrama y los Edificios Sociales Los Palacios, conformados por 3 blocks y 66 departamentos.

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La Población Villa Colchagua Sur posee 39 años de existencia, creándose en el año 1973, mientras que los edificios del Sector Estadio Valderrama se construyeron en torno a 1990.

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Los habitantes de la Villa Colchagua Sur son en su mayoría adultos mayores, jubilados de la planta Maggi de Nestlé, y habitantes fundadores de la población. Estos conviven con residentes de la segunda y tercera generación (hijos y nietos), y con nuevos vecinos que, en menor medida, se han trasladado al sector. El sector de la Villa Colchagua y el Sector del Estadio Valderrama, si bien se encuentran a escasa distancia del centro, han enfrentado problemas para urbanizarse y para conectarse con la zona más central de la comuna. Esto se traduce en dificultades iniciales para el acceso al sistema de alcantarillados y agua potable, así como al servicio de iluminación, pavimentación y a la carencia de locomoción cercana. Esta situación de aislamiento ha perfilado mayores dificultades de acceso a la oferta programática del CRCA, por lo cual es de especial interés para la institución poder contribuir al rescate de sus percepciones, valoraciones e identidad, con el fin de acercar y vincular a esta comunidad al trabajo realizado. El trabajo de memoria que las siguientes páginas reflejan tiene, por ende, como foco central lograr recabar elementos que fomenten la identificación de los habitantes con su territorio, impulsando con el ejercicio de recordar, un repensar y una reconstrucción de su propia identidad.


Para lograr este propósito, se desarrolló un abordaje a partir de una metodología cualitativa de recolección de información, en tanto se buscó ahondar en las significaciones y representaciones de la cultura local, sus tradiciones y los imaginarios sociales derivados de ésta, de los habitantes de la Población Villa Colchagua Sur y del sector Estadio Valderrama. Para la de recolección se realizaron entrevistas a 22 actores locales (investigadores, pobladores de la Villa Colchagua Sur y Antiguos residentes del sector Estadio Valderrama), se realizó un grupo de discusión con residentes de la Población Villa Colchagua Sur, además de 3 observaciones a espacios de interacción comunitaria. La lista de entrevistados es la siguiente:

Residentes Población Villa Colchagua Sur y antiguos residentes del Sector Estadio Valderrama 01. Carlos Ayllatch Ayllatch 02. Ramón Cárdenas Yáñez 03. Alicia Correa Osorio 04. Domingo Farías Pérez 05. Rosario Flores Novoa 06. Carmen Flores Novoa 07. Fernando González Tapia 08. Raúl León Ramírez 09. Emilia López Díaz 10. Manuel López Osorio 11. Samuel Martínez González 12. Nora Osorio Villegas 13. Jaime Pinto Atenas 14. Ana Riveros Orrego 15. Pamela Romero Osorio 16. Nibaldo Sagredo Oliva 17. Isolina Silva Muñoz

Introducción

Investigadores 1. Jaime Barros Ormazábal 2. Rodrigo Cumsille Labbé 3. Víctor León Donoso 4. Víctor León Vargas 5. Pedro Marchant Villanueva

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Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia

La información recabada nos ha permitido configurar el libro en base a los siguientes capítulos. El capítulo inicial “Patrimonio, memoria e identidad” tiene por objetivo articular un breve sustento teórico que da cuenta de la importancia de abordar la memoria local y de las consecuencias identitarias de éste proceso. Un segundo capítulo, “La ciudad de San Fernando” expone algunos antecedentes de contexto. El capítulo 3 “El apogeo del fútbol barrial y el Estadio Valderrama”, se centra en presentar el sector del Estadio Valderrama en su época de gloria (década de los ‘60, perfilando la relevancia que tuvo como punto de encuentro comunitario gracias al Campeonato de los Barrios realizado en aquellos años. De esta forma, dada la importancia que tuvo antaño este sector, el estudio se focalizó en este rescate, centrándose por una parte en la memoria del Estadio Valderrama durante su época de esplendor, a partir de conocedores del sector y de antiguos residentes de éste; y en la memoria local de la Población Villa Colchagua Sur (fundada en los ‘70), a partir de sus residentes actuales. Así, los capítulos siguientes abordan los aspectos particulares de la Población Villa Colchagua Sur.

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El cuarto capítulo, “De la Cooperativa a la Villa” expone el proceso de construcción de la Villa, ahondando en las principales dificultades, la resolución de éstas y los principales hitos que han marcado la historia de la población. El capítulo 5 “Construyendo memoria; tradiciones e identidad de la Villa y de San Fernando” se enfoca rescatar los principales elementos que conforman los imaginarios sociales en torno a la cultura e identidad de San Fernando (en general) y de la población Villa Colchagua Sur (en particular). Este punto cobra especial relevancia en cuanto define los factores de identidad y autorreconocimiento que hacen los residentes de la población y los investigadores de la comuna, en cuanto a partir de elementos generales de un territorio se perciben y elaboran su propia identidad local. Un último capítulo, “Participación comunitaria”, presenta los principales aspectos que permiten perfilar la asociatividad, las relaciones y acciones comunitarias que han dejado huellas de vida en la población. Finalmente, en el apartado “Palabras al cierre”, se sintetizan los aspectos más destacados de este rescate de la memoria local.


CapĂ­tulo 1

Patrimonio, memoria e identidad

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Patrimonio, memoria e identidad ¿Por qué recordar? Antes de iniciar el viaje por el rescate de la memoria de la población Villa Colchagua Sur, surge la pregunta por el por qué. ¿Por qué recordar?, ¿para qué hacerlo?, ¿para qué ejercer el trabajo de la memoria en el rescate patrimonial de una comunidad en particular? Las respuestas a estas preguntas se deben buscar en la dimensión comunitaria, social e identitaria del patrimonio.

La identidad, al igual que el patrimonio y la cultura, es una construcción y reconstrucción que es parte de un proceso dinámico y cambiante en que la comunidad identifica ciertos aspectos como significativos. Para el desarrollo de este proceso identitario, la memoria juega un rol esencial. El reconocimiento de ciertas manifestaciones culturales como patrimonio de una comunidad implican ya una discriminación, al momento de definir qué elementos culturales son seleccionados o no. Dentro de esta selección se encuentra también presente una elección política. Estos elementos implican un autorreconocimiento de la comunidad de los mismos, así como el deseo y voluntad por recuperar esa determinada memoria. En este proceso, se involucra también una relación particular con el tiempo: pasado, presente y futuro (Massó, 2006). José Bengoa (2004) extrapola desde la literatura el concepto de “hipernesia”, definiéndolo como “un recuerdo desordenado de todo, sin clasificación, sin relato, sin orden ni sentido, lo cual, para cualquiera que sabe un poco de siquiatría, es tan brutal como la amnesia: el silencio del pasado, el trauma, la incapacidad de re-

Patrimonio, memoria e identidad

Entendiendo el patrimonio cultural como todas aquellas expresiones materiales o inmateriales que son valoradas por la comunidad y le dan sentido de pertenencia e identidad a sus habitantes, se desprende que las expresiones patrimoniales de una comunidad están relacionadas con la identidad local y con la autopercepción de un “nosotros”. Un “nosotros” mediante el cual un grupo de individuos se entiende como parte de una misma comunidad, territorio o pueblo. De esta forma, “las identidades culturales son necesariamente colectivas, compartidas por y en un determinado grupo social” (Massó, 2006, p.90).

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cordar, ambas son enfermedades” (pp. 90-91). Este término se vincula ineludiblemente a la memoria, en tanto ésta también es una combinación entre recuerdo y olvido. Como plantea, la memoria se convierte en el principal recurso para la construcción de la identidad, en tanto ésta es un “correlato, porque siempre la selección de memoria es una interpretación, un escoger; y por ello es un texto, un discurso sobre nosotros mismos y sobre el grupo” (p.91). En el contexto de un mundo globalizado e intercomunicado, el autor plantea que los discursos identitarios se establecen en tres niveles: El primer nivel es un grado profundo e irreflexible de las identidades que se expresan en lo cotidiano, en el lenguaje de las formas básicas, un “protodiscurso identitario”, aquel que es vivido por las personas, que requiere una base fundante que haga que las personas comparan sentimientos profundos3 .

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Un segundo nivel se da en las sociedades organizadas y que caracteriza como “discurso de identidad”, entendiéndolo como un “texto ritualizado acerca de lo que se ha sido, acerca de la moralidad, sobre todo acerca de las fundaciones” (p.92). Éste suele ser un discurso mítico y ritual, asociado especialmente a la patria, se plantea como un discurso de identidad fundacional.

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Finalmente, plantea un tercer nivel, al que denomina como una “meta-identidad” o un “meta-discurso”, el que constituye la elaboración de un texto de un nivel mayor de conciencia y expresividad, que “reúna con mayor autoconciencia y con mayor claridad a las diversas memorias, que las asuma y las transforme en propuesta” (p.93). La diferencia principal de este nivel con los anteriores radica en que éste constituye una acción de performance, de representación de la cultura, surgido a partir del encuentro de las personas. Este nivel se expresa especialmente en el encuentro con un foráneo a la cultura, y en el intento de expresar aquello que se es, y que define al individuo como parte de esa cultura.

3 / Este protodiscurso sería lo que algunos han llamado cultura popular, que corresponde a un cúmulo de identificaciones que se han establecido en la memoria sin una mayor estructuración u organización.


Esta distinción resulta bastante relevante para el estudio que nos convoca, en tanto al acceder a las expresiones patrimoniales de las comunidades de Villa Colchagua y del sector Estadio Valderrama a partir de los propios relatos de sus pobladores, nos enfrentaremos a esta representación de la identidad en sus tres niveles: el protodiscurso identitario, a partir de las observaciones a las dinámicas de interacción naturales de la comunidad; el discurso de identidad, expresado en las dinámicas de interacción inusuales o adquiridas donde se elaboren discursos de identidad4, y finalmente en el meta-discurso identitario, en tanto recabamos en sus percepciones como habitantes externos a su comunidad, teniendo acceso a las representaciones que éstos hacen de su cultura local. Como plantea Stern, todos participamos de diversas memorias respecto a nuestras experiencias, sin embargo, al no vincularse con otras memorias o no trascender al ámbito público, pueden ser definidas como “memorias sueltas”; a medida que éstas memorias interactúan y se articulan con otras, se va dando origen a memorias colectivas o “memorias emblemáticas”, que dan “un sentido interpretativo y un criterio de selección a las memorias personales, vividas y mediosueltas, pero no es una sola memoria, homogénea y sustantiva” (Stern, p.4).

En este sentido, las páginas siguientes se plantean principalmente como un ejercicio de memoria, un discurso que a través de este orden se constituye como un acto de sentido. Así, a través de la resignificación social e histórica de sus características culturales, las comunidades también han participado en la creación de su propia realidad.

4 / Expresadas por ejemplo en los talleres de literatura desarrollados en el marco del programa Cultura Local y en las creaciones que de ellos se derivan, donde se expresa un primer nivel de reflexión en tanto a su identidad y patrimonio cultural.

Patrimonio, memoria e identidad

El interés por reconocer estas memorias sueltas, y dialogar para poder conformarlas en memorias emblemáticas, reside también en un interés por recuperar la historia local, la historia de los ámbitos cotidianos y a partir de ello sentar las bases para un presente y futuro de la comunidad, en constante diálogo con sus procesos históricos.

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Cultura, identidad e imaginarios sociales Es significativo rescatar también que en la construcción de estos discursos y representaciones identitarias, juegan un rol central los imaginarios sociales, vinculados a las representaciones subjetivas de los individuos que conforman la comunidad. La subjetividad apunta a un factor psico-social que contribuye a estructurar las prácticas de las personas. Por ella se entiende “el conjunto de motivaciones, preferencias, aspiraciones y expectativas con las que cada actor encara una práctica específica” (PNUD, 2009: 15). Es una condición psico-social por cuanto no está definida de una vez para siempre, sino que es construida y modificada por la interacción social de las personas. Castoriadis (1975) propuso la noción de “imaginario social” para designar:

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“la creación incesante de figuras, formas, imágenes que permiten dar respuesta a interrogantes fundamentales del hombre en sociedad: quiénes somos como colectividad, qué somos para los otros, qué queremos, qué necesitamos. Solo respondiendo a estas preguntas, un grupo humano puede construir identidad”. (Castoriadis, 1975: 205, en Álvarez, Álvarez y Facuse, 2002: 142)

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Los imaginarios sociales se asocian con las representaciones simbólicas que se tiene de la sociedad o parte de ella, respecto de ciertos temas. Pueden entenderse entonces como una forma simbólica que mediatiza la relación de las personas con la realidad social. La realidad de la vida cotidiana aparece como un mundo intersubjetivo y compartido con otros (Berger y Luckman, 1986); toda sociedad se reconoce a sí misma por medio de un imaginario social. Los imaginarios hacen visible esta realidad social a partir de la elaboración y distribución de instrumentos de percepción de la realidad socialmente construida. Se puede decir entonces que vivimos en un mundo de representaciones compartidas que organizan nuestra convivencia. No son un acto ni copia de lo real, sino que son más bien procesos que organizan una relación con el mundo y las cosas, como resultado de una actividad constante de organización mental de la realidad, siendo la base para la construcción tanto de la identidad personal como colectiva.


En este sentido, los conceptos de cultura e identidad se presentan interrelacionados e indisociables, en cuanto nuestra identidad está determinada en gran medida por la apropiación de diversos repertorios culturales que se encuentran en nuestro entorno social. Así, la identidad remarca la concepción de un “yo” o “nosotros”, al mismo tiempo que diferencia del o los “otros”. Los significados culturales se interiorizan bajo la forma de un habitus, de esquemas cognitivos, representaciones sociales o imaginarios. Así, los individuos interiorizan la cultura, la incorporan y la convierten en algo propio; y en este proceso la reconfiguran y les otorgan un nuevo sentido (Giménez, 2009).

Patrimonio, memoria e identidad

En este sentido, como señala Thompson (1990), es necesario entender que la apropiación que hagan los individuos de su realidad, así como los significados que le otorguen a ella y cómo construyan su identidad, será mediada por los contextos culturales en los que estén inscritos. La cultura es interpretada por los distintos individuos de manera diferente, de modo que se va configurando una realidad heterogénea, distinta para cada grupo. Por este motivo, la cultura y las culturas son entidades vivas, en constante transformación y en un proceso constante de hibridación.

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CapĂ­tulo 2

La ciudad de San Fernando

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La ciudad de San Fernando Antes de dar inicio a este recorrido por la memoria de los habitantes de la población Villa Colchagua y de los antiguos residentes del sector estadio Valderrama, es preciso brindar una primera aproximación al contexto de la comuna en la que este libro centra sus páginas.

Contexto histórico La comuna de San Fernando, ciudad capital de la provincia de Colchagua de la VI Región, se ubica al sur de dicha provincia, a 54 kilómetros de Rancagua, y a 349 metros sobre el nivel del mar.

La ciudad de San Fernando

El origen de su historia se remonta al siglo XVIII, a raíz de las necesidades de fundar asentamientos que facilitaran el agrupamiento y cohesión de personas, que en su mayoría se encontraban sumamente dispersas por los distintos sectores circundantes, dificultando su sociabilidad y evangelización. Es así que se firma su acta de fundación el 17 de mayo de 1742, rubricada por don José de Manso de Velasco, Gobernador del Reino de Chile, en la zona en ese entonces conocida como San Antonio de Malloa. Se disponen 450 cuadras de terrenos cedidos por don Juan José Jiménez de León y doña Ana María de Morales de Albornoz a la Corona Española, correspondientes a la Estancia Lircunlauta y se establecen como lindes el río Tinguiririca al sur, el estero de Talcarehua al norte, el camino real hacia Concepción al oriente y el camino real antiguo al poniente, otorgándosele5 el nombre de San Fernando de Tinguiririca, en honor al monarca español Fernando III. En el año 1831 adquiere el título de ciudad de San Fernando (Gay, s/a, p.315).

5 / Sitio web de la Municipalidad de San Fernando: http://sanfernando. caschile.cl/

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Imagen 1. Escudo de Armas de la Ciudad de San Fernando

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Contexto socio-demográfico

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De acuerdo al último Censo, la población de San Fernando es de 73.598 habitantes (Ine 2012). Se caracteriza por ser una zona eminentemente agrícola, en sus extensos y fecundos campos se cultivan hortalizas y frutas, además se ha desarrollado de manera notable la agroindustria y el área de servicios. Limita al norte con las comunas de Malloa, Rengo y Machalí; al sur con Romeral (VII Región); al este con la República Argentina; y al oeste con San Vicente de Tagua Tagua, Placilla y Chimbarongo. Su clima es templado cálido, con una estación seca de aproximadamente 5 a 6 meses. Posee una serie de atractivos turísticos relacionados con la economía propia del sector, con sus parajes naturales, con el patrimonio histórico y con su patrimonio intangible, por medio de una serie de manifestaciones culturales propias del campesinado chileno, como la cueca y el canto a lo divino y a lo humano. Entre los sitios turísticos de la zona se pueden destacar: Termas del Flaco, Sierras de Bellavista, Ruta del Vino del Valle de Colchagua, Museo Lircunlauta, Hacienda los Lingues, Puente Negro, y una serie de centros turísticos asentados en la zona precordillerana. Su riqueza cultural radica en los corazones de su gente, quienes con tesón y esfuerzo, día a día, dan vida a una comuna rebosante de una identidad enaltecida por la cultura campesina y una serie de imaginarios relativos al trabajo agrícola, ganadero y manufactu-


rero. Cobra gran relevancia la identidad campesina como principal patrimonio cultural de la región, y de manera particular, el huaso colchagüino. El valle de Colchagua se encuentra entre los tres mejores valles del mundo para la producción vitivinícola, junto con el valle de Napa, en los Estados Unidos, y el valle de Bourdeaux, en Francia, despertando gran interés turístico y patrimonial del sector. Es así que se han desarrollado con éxito diversas actividades relacionadas con el sector vitivinícola, como son las Fiestas de la Vendimia, bastante populares tanto en la comuna de San Fernando, como en sectores aledaños. Otra característica de la comuna, son las fiestas tradicionales de carácter religioso, como son la Peregrinación a Roma (localidad ubicada a 11 kilómetros de la ciudad), la Noche de San Juan (la celebración al santo patrono de la ciudad), la Procesión de la Virgen del Carmen, la Procesión de San Roque, entre otras.

A esto se suma la declaratoria como Santuario de la Naturaleza de Alto Huemul (1996), el cual se ubica al este de Sierras de Bellavista, 44 km al este de San Fernando, precordillera de las regiones VI y VII, conformado por un paisaje típico precordillerano, de cuya característica flora y vegetación se pueden destacar: peumos, corcolenes, maitenes, radales, olivillos, lingues, como también algunas especies vulnerables tales como el ciprés de la cordillera, el roble y el coigüe. En cuanto a su fauna cabe rescatar las cachañas, pájaros carpinteros de cabeza roja, águilas, cóndores, tucúqueres, entre otras especies.

Contexto urbanístico La historia urbana de San Fernando tiene características particulares, que permiten distinguir 3 etapas distintivas en el

La ciudad de San Fernando

La comuna posee una serie de edificaciones declaradas Monumentos Históricos por el Consejo de Monumentos Nacionales, a saber: Capilla de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul (declaratoria de 1984), Cárcel de San Fernando (2009), Casa Patronal del Fundo de Lircunlauta (1981), Huellas de Animales Extinguidos (1967), Iglesia de San Francisco y Patio (1984), Liceo de Hombres Neandro Schilling (1995) y Locomotora a Vapor Tipo 57 Nº607 y su Ténder (1996).

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crecimiento urbano de la zona. Leonel Pérez y Maritza Saavedra, en su artículo “San Fernando en el siglo XX: de la ciudad concentrada al mosaico urbano” (2011), categorizan la situación de San Fernando en las siguientes etapas. 1.- La ciudad en Progreso: 1942-1972 2.- La ciudad de Contornos: 1973-1989 3.- La ciudad en Expansión: 1990-2008 Debido al interés de nuestro estudio en particular, nos abocaremos a la presentación del contexto urbano de la comuna en la primera etapa, es decir, entre 1942 y 19726.

Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia

Durante la década de los cuarenta, San Fernando tenía ciertos hitos característicos que actuaban como límites de la ciudad; así cabe destacar al norte, la casa patronal del fundo Lircunlauta y sus terrenos; al nororiente la ciudad, la Avenida Manso de Velasco, con el Estadio Municipal; al norponiente el Cementerio y la calle Juan Jiménez, mientras que hacia el Sur la calle Los Palacios. La ciudad es traspasada por la línea férrea, ubicándose también la población San Martín, a un costado del Molino el Cisne, y finalizando con el regimiento Cochagua, ubicado al límite de la ciudad (Pérez y Saavedra, 2011).

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Durante esta década, la ciudad comienza una serie de transformaciones hacia un mayor grado de urbanización y mejoras en la calidad de vida de sus habitantes, especialmente en el plano habitacional, con la construcción de establecimientos educacionales que se convertirían en emblemáticos, como la Escuela de Hombres. Asimismo, la construcción de la Longitudinal Norte permite la conexión expedita de la ciudad con Santiago. A inicios de la década de 1950, la creación de la Corporación de la Vivienda (CORVI) se plantea como una reacción al aumento de una mayor demanda de viviendas debido a la concentración urbana producida en los distintos puntos del país. Esta entidad gubernamental, tiene como correlato en San Fernando la construcción de diversas poblaciones, como la Población Molino San Cristóbal (que por su ubicación implica un “un área de 6 / Si bien, como veremos más adelante, la Población Villa Colchagua Sur fue inaugurada en el año 1973, su gestación refiere a las políticas públicas implementadas en materia de vivienda durante los años anteriores, por lo que cabe adscribirla a ese período.


crecimiento urbano en dirección hacia la cordillera de Los Andes” (Pérez y Saavedra, 2011, p.122)), y las poblaciones Neandro Schilling, y Población San Fernando, ambas en el año 1957. En el año 1959 fue promulgada la Ley del Plan Habitacional (Hidalgo, 2005; en Pérez y Saavedra, 2011). En este marco, se promovió la acción de las empresas del mundo privado para la construcción de las viviendas, así como se institucionalizó el ahorro para la vivienda, estableciéndose tipologías de viviendas que eran adecuadas a la capacidad de ahorro de cada familia. El diseño de viviendas sociales fue puesto bajo concurso y en general se buscó erradicar los asentamientos espontáneos. Como plantean los autores, Por medio de la Operación Sitio se promueve la autoconstrucción, desde un sitio con urbanización mínima que buscaba ser completado en el tiempo (muchas de éstos quedaron inconclusas en urbanización y títulos de dominio) (Pérez y Saavedra, 2011, p. 122).

Las nuevas poblaciones erigidas durante la década de los sesenta (Población 18 de Septiembre, Villa Olímpica, General Carrera o Santa Elena) traslada los bordes de la ciudad hacia el estero Antivero.

A nivel nacional, la creación del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en 1965, y de la Oficina Nacional de Planificación (ODEPLAN) dio pie a una nueva visión a la gestión urbana, aún cuando se parcializó de acuerdo a las diversas materias de interés social (educación, vivienda, salud, etc.). Las nuevas construcciones poblacionales de fines de los sesenta, y principios de los años setenta, Población San Fernando sector Lircunlauta, Población Colchagua, Cooperativa Marista, Villa Antivero, Compañía Chilena de Tabacos y Regimiento de Colchagua, aumentan la concentración poblacional de San Fernando, generando un nuevo estado en su proceso de urbanización.

La ciudad de San Fernando

El trazado de la Panamericana Sur, durante este mismo período, conecta la ciudad con el Sur, y conforma una intersección urbana, y “una zona excéntrica de crecimiento de la ciudad hacia el suroriente completada por la instalación en este punto de la empresa Chiprodal en 1963 (actualmente Nestlé) y sus etapas sucesivas, constituyéndose en una imagen industrial representativa de la ciudad de fuerte presencia hasta la actualidad” (Pérez y Saavedra, 2011, p. 123).

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Durante los tres primeros años de la década de 1970, se remarcan las políticas sociales impulsadas por el gobierno de la época que deben afrontar el gran crecimiento poblacional y las demandas de viviendas; por ello, pese a las resistencias por generar soluciones paliativas a estas materias, se plantean Planes de Emergencias, consistentes en la construcción de viviendas y urbanización, sin reajustes sobre las deudas hipotecarias de los grupos más pobres. De esta forma “El Estado tomó en sus manos la producción de viviendas, participó en el mercado del suelo urbano y en el proceso de la construcción promoviendo el uso de conceptos como prefabricación o sistemas industrializados. En este periodo el gobierno evita la intervención del mundo privado y particulares en estos ámbitos. Se construyen viviendas para obreros y empleados en sectores cercanos a los lugares de trabajo”. (Pérez y Saavedra, 2011, p. 123)

Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia

Así, como plantean los autores, este período se caracteriza por la consolidación y densificación de la ciudad por medio de poblaciones que se ubican en el centro histórico de la ciudad y en la zona aledaña a la vía férrea. Esta situación provoca la creación de la primera población de dimensiones importantes en el eje Los Palacios, límite sur del casco histórico de la ciudad: la Población Villa Colchagua Sur (1973).

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Posterior al año 1973, el gobierno militar emprende importantes reformulaciones a las políticas de vivienda y urbanismo, entre los que destacan el Programa de vivienda Básica y la Liberación del Límite Urbano en Santiago. En este período, en San Fernando emerge una nueva franja de crecimiento nororiente paralela al Estero Antivero, esbozada en las construcciones de la Villa Andrés Bello, la extensión de la Población 18 de Septiembre, la Villa Los Maitenes y la Villa Ensenada. La ciudad se extiende al sur de Regimiento Colchagua, con la Población Lautaro, evidenciando una creciente expansión hacia la zona sur de San Fernando. En el año 1979, la promulgación de la Política Nacional de Desarrollo Urbano liberalizó el mercado del suelo, “otorgándole la cualidad de bien no escaso, contemplando el crecimiento de las ciudades según la demanda y promoviendo la ocupación de nuevas áreas” (Pérez y Saavedra, 2011, p. 128). Posteriormente, una nueva Política de Desarrollo Urbano (1985), establece que el suelo es un bien escaso y se limita la expansión del límite urbano. En este contexto, se


aboga por densificar en vez de crecer, aunque el alto costo de los suelos centrales limitó la renovación de las áreas del caso histórico, continuando con un crecimiento periférico sostenido y la sectorización de la ciudad. En 1985 se observa un incremento en la franja paralela al estero Antivero y se crea una segunda población de grandes dimensiones adyacente a calle Los Palacios en los costados de la calle Negrete: la Población O’Higgins (1986-1987), convirtiéndose en catalizadora de un nuevo polo de crecimiento hacia el sur. A partir de la década de los noventa, se consolida el gasto público en vivienda y se promueve la renovación urbana. En San Fernando, el crecimiento de la ciudad se evidencia a ambos lados del Camino Lircunlauta, en el sector norte, continuando con la ocupación del borde del estero Antivero, mediante la construcción de la Villa España (1991-1992) y la extensión de la Población 18 de Septiembre (1991).

De esta forma y de acuerdo a los planteamientos de Pérez y Saavedra (2012), a partir de la década de los años 40 la urbanización de San Fernando ha transitado por tres etapas, cada una de las cuales remite a ciertos aspectos específicos. Así, el primer período se caracteriza por la organización vial de la ciudad, y el aumento en la calidad de vida de los lugareños, gracias a la construcción de los equipamientos necesarios para atender a la nueva población urbana. Se traspasan los límites fundacionales de la ciudad, y se “avanza hacia el estero Antivero por medio de tejidos caprichosos y expuestos a los riesgos naturales (crecidas invernales): la ciudad histórica y su borde estero” (p. 133). Durante el segundo período, la ciudad crece entre los causes de los ríos Antivero y Tinguiririca, proyectándose hacia el norte en áreas cercanas a la Panamericana Sur. Finalmente, en el último período, San Fernando continúa con su crecimiento, condicionado por los cursos de agua, lo que ha generado la construcción hacia el noroeste de la ciudad, ocupando terrenos de gran calidad agrícola, con su consecuente capacidad de absorción de agua, asentando la ciudad en zonas de alta inundación y ocupando suelos de cultivo.

La ciudad de San Fernando

La construcción de nuevas poblaciones en esta década, amplía los polos de desarrollo hacia el río Tinguirica y se establece como nuevo centro de crecimiento residencial en la proyección de la calle Valdivia al sur. El Servicio Nacional de Vivienda y Urbanismo (SERVIU) desarrolla asentamientos en la zona norte de la ciudad, emplazando cerca de 10 nuevas poblaciones en la zona.

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El apogeo del fútbol barrial y el Estadio Valderrama El antiguo Estadio Valderrama fue un potente factor de identidad en la comuna de San Fernando, especialmente en las décadas del ‘50 y ‘60. En su época de gloria acogía a niños y jóvenes que jugaban al fútbol en sus canchas. Como destacan los investigadores de la comuna, el Estadio Valderrama se constituyó en la primera cancha de Fútbol de San Fernando desde mediados del S.XIX.

En general, se lo describe como un potrero con una cancha de tierra y rodeado por plantaciones de mora. Durante los años ‘60 estaba abierto al público, se jugaban comúnmente “pichangas” y además se realizaba el Campeonato de los Barrios, en el que los equipos de cada barrio competían. Entre estos, los antiguos residentes del sector recuerdan a los siguientes: Real San Martín, Carampangue, Huracán, Chillán, Guadalupe, Cancha Rayada, Rapa Nui, Audax Italiano, Antivero, Nacional, entre otros. El estadio no contaba con camarines y los jugadores debían cambiarse de ropa bajo los árboles y bañarse en el canal de regadío. A pesar de todas estas aparentes incomodidades en general se recuerda el Estadio y a la época de auge del fútbol barrial con gran nostalgia. Yo lo conocí como potrero con arcos, pero estadio, se jugaban campeonatos con los equipos Comercio, Lautaro, Ferroviarios… era puro deporte. (Antiguo residente Sector Estadio Valderrama) Primero, el Estadio Valderrama, yo cuando era estudiante primario en ese tiempo, nos llamaban de la escuela 5, que estaba ahí en la calle Rancagua, a jugar pichangas de fútbol al Estadio Valderrama que los fines de semana se ocupaba para las competencias de... había un campeonato especial, que en este momento se me olvida...”Campeonato de los Barrios”, entonces muchos deportistas jugaban en los barrios y también jugaban en el Estadio Municipal, en el fútbol amateur, se repetían, y era bien especial porque ahí existía el club Audax Italiano, el Huracán, por nombrar

El apogeo del fútbol barrial y el Estadio Valderrama

Específicamente del Estadio Valderrama, lo que logré catastrar desde mediados del S.XIX y finales del S.XIX, en San Fernando tendría que haber sido la primera cancha de fútbol, y siempre me llamaba la atención que todo estaba ligado a conceptos ingleses, de hecho no se referían a estadio, sino a “Stadium Valderrama”, propio del mundo anglo. (Investigador San Fernando)

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algunos, no tenía galería, camarines, los deportistas tenían que cambiarse ropa bajos los árboles no más, ni un tipo de comodidad, y para bañarse se utilizaba el canal de regadío que pasaba por la orilla, canal de regadío del potrero que después pasó a ser el local de los terrenos de la Villa Colchagua (Investigador de San Fernando)

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Eso era un pedalero, la chancha estaba toda rodeada de mora, y la cancha en sí tenía como 120 metros de largo, todo esto era un potrero, al lado sur estaba lleno de árboles, y eso era una cancha de fútbol que la donaron solamente para equipos de fútbol de barrio. El dueño, no recuerdo si era de apellido Valderrama, y con el tiempo eso… Y lo otro, que al arbitraje lo realizaba cualquier persona y nunca dijeron nada, habían varios equipos, estaba la San Martín, Cancha Rayada, de la Compañía de Electricidad, Antiveros, Nacional, el Guadalupe, Rapa Nui, Carampangue, por nombrar algunos, de esos barrios salieron muchos jugadores profesionales, incluso jugaron varios en Colchagua, como el Negro Mesías, el hermano de un concejal que hay aquí, de Gabriel Bilbao, que jugó en Palestino, en Everton, en Rangers, el Independiente Cauquenes, y el dueño del colegio que está en... un colegio inglés que está ahí... Walter Bilbao Salinas es el dueño... ése jugó en San Martín y de ahí se fue a Palestino, Antofagasta... muchos jugadores, muy buena generación. (Antiguo residente Sector Estadio Valderrama)

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Esa cancha, en la semana se podía ver hasta 100 por lado jugando pichanga, más los que estaban alrededor, claro si toda la gente iba a jugar pichanga en las tardes ahí, y no había dónde bañarse, si era todo potrero, entonces el día domingo, para poderse bañar uno tenía que ir a una acequia que había allá, al lado sur, ahí nos íbamos a lavar, y si no, íbamos a un canal que está en el callejón de los Palacio, en el “hoyo” que le llamaban, entonces ahí nosotros íbamos, pero era un potrero. (Antiguo residente Sector Estadio Valderrama)

A pesar de no tener butacas, el público asistente se acomodaba alrededor de la cancha para ver los partidos y se constituía en un importante punto de encuentro y reunión. Como destacan los relatos de los entrevistados, se formaron múltiples parejas de esos encuentros, ya que las mujeres, principalmente hermanas o familiares de los jugadores, asistían a los partidos y conocían a otros jugadores. Era bueno ese estadio, ahí nunca hubo una pelea, y eso que la gente pagaba entrada, a pesar que estaba todo pelado. (Antiguo residente Sector Estadio Valderrama) El Estadio Valderrama, para empezar, no tenía camarines


Imagen 2. Anuncio de Campeonato de los Barrios, 1973. Diario La Región.

Durante la época del gobierno militar, el Estadio Valderrama redujo su relevancia en la comuna, puesto que la competencia local se trasladó al Estadio Municipal y se perdió la mística que el estadio tenía. Luego, pasó a manos de la administración municipal y sufrió grandes cambios que transformaron su estructura y con ello su significación en la vida comunitaria. El cercamiento del perímetro del Estadio con muros causó, a juicio de los conocedores y asiduos visitantes el Estadio, el fin de la función comunitaria que tenía y para la que había sido cedido por sus dueños. De ahí se hizo cargo la municipalidad del estadio, y la municipalidad cerró el perímetro, lo empastó, y ahora está cerrado y tiene luces, eso lo hizo la Asociación de Fútbol de San Fernando. (Antiguo residente Sector Estadio

El apogeo del fútbol barrial y el Estadio Valderrama

y además cada equipo tenía su sector, y en ese sector se vestían ellos, y después, cuando el equipo no jugaba, nadie ocupaba ese pedazo, nadie, por ejemplo el San Martín, el Audax Italiano, Nacional, Carampangue, el Rapa Nui, el Huracán, pero nadie ocupaba el pedazo de otro, nadie, cualquier otro lado, menos esos pedazos, además se rayaba la cancha con paja de arroz, en ese tiempo, la arrocera convidaba la caja de arroz y con eso se rayaba la cancha, no como ahora que le ponen cal y cuestiones, así que es bonita la historia del Valderrama, hay hartas cosas... nacieron varios matrimonios ahí también, hartos, porque iba la gente a ver los partidos y no faltaba los que se ponían a pololear y al final se casaban, algunos todavía están vivos, quedan pocos. (Antiguo residente Sector Estadio Valderrama)

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Valderrama) Después, con los año, lo tomó la Asociación de Barrios, se hacían los campeonatos de barrio, y con los años se fue... aquí los partidos eran mejores que en el Municipal... se llenaba el estadio, entonces los otros de allá se pusieron envidiosos hasta que pelearon y nos quitaron el estadio, pasó a la municipalidad… Esto estaba donado al deporte, los dueños murieron todos jóvenes, entonces después cerramos, cada club ponía su cuota, con los años... hubo un colega chueco y pasó a la municipalidad, a administrarlo… Era un potrero cerrado con moras, nosotros lo cerramos con panderetas, con murallas, después que se hizo cargo la municipalidad, levantó más las murallas... lo cambió, porque antes era de oriente a poniente, ahora está de sur a norte (...), se terminó la Asociación de Barrios. (Antiguo residente Sector Estadio Valderrama) Las graderías las hizo la municipalidad. La gente se acomodaba en los árboles a tomar once y veía lo partidos, bajo los árboles había una parte donde estaban los camarines y los baños, pero después cambió con la municipalidad, ahí había plata. (Antiguo residente Sector Estadio Valderrama)

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En la actualidad, se realizan algunos partidos cerrados y se han intentado realizar las fondas municipales, lo que finalmente decayó debido a la baja asistencia de público, pues en general estaban acostumbrados a acudir a las fondas del Estadio Municipal.

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Hace años hicieron fondas ahí, pero no les resultó, y no hicieron nunca más, porque no entró gente, la gente iba para otro lado, la gente estaba acostumbrada a ir al Estadio Municipal, entonces acá dejaban de lado. El estadio también lo ocupaba el regimiento, hacían ensayos de tiro, los militares hacían ejercicios. (Antiguo residente Sector Estadio Valderrama)

El recuerdo de la época más fecunda del estadio dejó huella en sus visitantes y en aquellos que formaron parte de los equipos que acudían a este y participaban del Campeonato de los Barrios. A continuación se presenta una crónica de lo que fue la época de oro del Estadio Valderrama y del campeonato realizado.


Crónicas del Estadio Valderrama y sus alrededores Autor: Manuel López Osorio (80 años), escritor local, comuna de San Fernando. Septiembre de 2012 ¿Qué significa el Estadio Valderrama en este 2012 que vivimos? Difícil saberlo porque el 2012 transcurre en estos momentos y nosotros lo conocimos hace 65 años; y, ustedes lo saben, el tiempo devasta, aniquila, termina con todo, incluidos aquí la materia y el espíritu. Bueno, nosotros conocimos el Estadio Valderrama allá en nuestra lejana niñez y, por cierto, aquello, lo que nosotros vimos, distaba mucho de lo que es ahora. En estos momentos muchos pueden decir que el estadio, tal como está en la actualidad, es un progreso para San Fernando; y ahí nosotros nos detenemos con un suave, pero firme, tal vez… ¿por qué? Veamos:

Se ha considerado pertinente dejar expresa constancia de lo anterior porque el Estadio Valderrama no es, repetimos, lo que era antaño. Porque antes, en aquellos tiempos a los cuales hacemos referencia, el Estadio Valderrama era un hermoso espacio que, evidentemente, pertenecía a San Fernando Sur, digamos a los pobres de ese sector, fueran éstos niños, adolescentes o adultos. No nos cabe duda de que eso fue lo que impulsó a ese buen señor de apellido Valderrama: dejar un espacio para el solaz de la gente de escasos recursos que siempre ha sido, y seguirá siendo, abrumadora mayoría en nuestro país. Pero ese espacio ahora no existe; ó, si se prefiere, el espacio existe, pero pertenece al sector privado; y, al margen de cualquier estimación, el Estadio Valderrama dejó de ser el campo abierto, dejó de ser, por así decirlo, “el estadio del pueblo”; y se convirtió en lo que está convertido, es decir, algo que sirve sólo para el fútbol profesional, por cuanto eso es Deportes Colchagua, un club profesional, donde los jugadores saltan a la cancha a cambio de dinero, aunque sea desde la tercera división.

El apogeo del fútbol barrial y el Estadio Valderrama

Nosotros pertenecemos a los chilenos que tienen un cierto sentido social de la vida y el vocablo “progreso” tiene, a nuestro juicio, un sentido diferente, que discrepa con el significado que le otorgan las autoridades de nuestro país, sea cual fuere el nivel de esas autoridades.

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Ahora, observando el asunto desde un ángulo diferente, creemos que sería bueno averiguar quién desconoció, o hizo caso omiso, del legado del señor Valderrama. Porque eso está claro: no se está cumpliendo con el deseo de quien donó un terreno para fines específicos. ¿Se le tuerce la nariz a la verdad? No lo creemos, como tampoco creemos que aquí haya gato encerrado. Pero que la situación es anómala es algo innegable; y con este agravante: se despojó a los sectores desposeídos de San Fernando Sur, favoreciendo, de nuevo, a quienes han estado al lado del poder. Pensamos que no sería mala idea indagar quién, cómo y cuándo hizo lo anotado. Como fuere, la claridad es preferible a la obscuridad y nosotros pensamos que es tarea de los jóvenes de este momento averiguar qué pasó con el Estadio Valderrama. -----------------

Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia

De una u otra manera se nos insinuó que contáramos algo acerca de qué ocurría, en aquellos tiempos, en el Estadio Valderrama.

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Era desde luego otra época, y esa época, en la que nosotros vivimos, estuvo libre de la basura (droga, alcoholismo, televisión) que hoy vemos en todas partes; o quizás nosotros, niños, vivimos felizmente al margen de lo mencionado. Porque, dicho sea de paso, nos interesaba únicamente el fútbol; y ahí, en el juego, alcanzábamos, a lo mejor sin darnos cuenta, algunos retazos de eso denominado felicidad. Creemos interesante hacer hincapié en esto último, considerando que si la felicidad, o retazos de ella, no se alcanza en la niñez, difícilmente se alcanzará en otra época de la vida. Esto, claro, es una opinión personal. ¿Cómo, entonces, no acordarnos de ese señor Valderrama que entregó trozos de alegría a unos niños, adolescentes y adultos, pobres y desconocidos? También se nos ha solicitado hablar algo de las actividades que se desarrollaban en nuestro Estadio Valderrama. La verdad sería ésta, para manifestar algo aproximado a lo que ocurría: no teníamos organización por cuanto no la necesitábamos; todos, ahí, nos dividíamos amistosamente el Estadio Valderrama, y los adultos, está casi demás manifestarlo, cuidaban de los más pequeños. De tarde en tarde asomaban nubes de discordia, mas esas nubes eran pasajeras y se perdían en la lejanía. En el barrio nuestro hubo varios clubes de fútbol. Aún cuando no fueron clubes sino equipos conformados


fundamentalmente por amigos. Nosotros, los que caminábamos entre los 12 y los 14, “parchábamos” equipos de adultos, asunto que, cómo no, nos enorgullecía y nos daba alas para seguir escalando aquello de manejar bien la pelota con los pies. Bueno, a nuestra memoria llegan los nombres de los siguientes clubes de fútbol: El Cóndor, El Rapa-Nui, El Chacabuco. La población San Martín, un poco alejada del barrio nuestro, también tenía un club y éste llevaba el nombre de la población. Los clubes mencionados jugaban los días domingo y los niños y muchachos le dábamos a la pelota, fuera de ésta de cuero o de trapo, casi todo el año; y para conocimiento de quienes deseen conocer, en esos años el fútbol de barrio ya contaba con público femenino, y ellas, a veces dueñas de casa, otras veces familiares de algún jugador, llegaban al Estadio Valderrama a aplaudir a los suyos, asunto que, por cierto, les servía de distracción. Formaban lo que posteriormente serían las barras bravas.

De vez en cuando se armaba una pelea; mas, como fuere, esas peleas duraban muy poco; y, en todo caso, las famosas peleas nunca fueron con sanfernandinos en el medio. Ocurría lo que siempre ocurre: en el momento en que un equipo está perdiendo por dos goles o más, era necesario encontrar a algún culpable, y éste normalmente era el árbitro; y dicho señor, que de tarde en tarde se equivocaba, pero en otras ocasiones no, juraba por su sagrada madre que él era tan inocente una blanca paloma; y mientras el pobre hombre juraba y juraba, la borrasca seguía: - Que ustedes le pegaron a este gil… - …pero si es un árbitro de experiencia… ----------------Si se nos permite la licencia, queremos centrarnos en un aspecto, si se quiere, personal. Es difícil abocarse a hablar de sí mismo, o al menos, lo es para nosotros. Porque uno hablando de uno mismo raramente es objetivo; y ese es

El apogeo del fútbol barrial y el Estadio Valderrama

Los equipos grandes, con adultos en sus filas (El Cóndor por ejemplo), se permitían el lujo de contar con tres divisiones: “primera”, “segunda” y “tercera”. La diferencia entre estas tres divisiones habría que buscarla, por un lado, en la edad, y por otro lado en la “técnica” mostrada y demostrada en la “pichanga” diaria. Nosotros, los de 12-14, examinábamos, en pleno juego, la “técnica” y sus diversos matices existentes entre las divisiones. A nosotros no nos convencían, pero nos mirábamos en silencio, sin opinar, por cuanto nuestra opinión carecía de valor.

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uno de los problemas que, a veces, invalida eso denominado introspección. Pero vamos al grano: queremos decir algo sobre “El Chacabuco”, el equipo nuestro que contaba únicamente con una “división”; mas, esa división se enfrentaba con cualquier rival, incluidos los clubes grandes, que contaban con “primera”, “segunda” y “tercera” división.

Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia

Lo anterior ocurría por una situación simple: quienes formábamos parte de “El Chacabuco” vivíamos, casi todos, en la calle que entregaba nombre al club, a una distancia de no más allá de una cuadra. De modo que la comunicación era diaria y muy expedita; además la mayor parte de nosotros estudiaba en el Liceo Neandro Schilling y las vivencias fútbolísticas de nuestro Estadio Valderrama eran trasvasijadas del liceo al estadio y viceversa. Las edades de los integrantes del Club Chacabuco oscilaban entre los 15 y los 23; a pesar de todo, y seguramente porque nos unía la amistad, no tenemos recuerdos de peleas en el seno del grupo.

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Para conocimiento de quien lea estos reglones “El Chacabuco” nunca contó con un plantel completo. Se preguntará por qué, y la respuesta que se nos viene a la memoria es, en sí, bastante obvia y de una simpleza difícil de creer: los jugadores de “El Chacabuco” éramos únicamente 11, y con frecuencia, el equipo saltaba a la cancha con 8-9 integrantes, cosa que no disminuía nuestra potencia, sino al contrario: la acrecentaba. Eso era lo que, torpemente, creíamos. Nos ganaban, por cierto; mas, de tarde en tarde, el triunfo era nuestro. ----------------Los nombres de quienes dieron forma al club de fútbol “Chacabuco” son los siguientes: 1) “Tito” Figueroa (17) 2) El “Chico” Avendaño (17) 3) El “Mico” Rodríguez (18) 4) Hugo Valenzuela (16) 5) Galo Celsi (19) 6) Guido Celsi (21) 7) El “Flaco” Ramos (23) 8) Carlos Ayllach (20) 9) Andrés López (18) 10) Manuel López (15)


El apogeo del fútbol barrial y el Estadio Valderrama

Pedimos las disculpas del caso porque el recuerdo no nos trajo los nombres de pila de varios de nuestros compañeros7. A veces, en la lista, aparecen los apellidos y la forma en que nosotros, amigablemente, los motejábamos para distinguirlos. Varios de los que aquí aparecen ya no son o no están entre nosotros; el destino les pasó la cuenta anticipadamente. Hay otros de los que nada sabemos; y dos o tres se defienden del aniquilador paso del tiempo; entre los últimos está el autor de estas líneas.

7 / En la lista de jugadores aparecen 10 debido a que el autor no pudo recordar el nombre del 11° jugador.

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CapĂ­tulo 4

De la Cooperativa a la Villa

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Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia


De la Cooperativa a la Villa El Cooperativismo El cooperativismo busca la consecución de fines comunes por parte de un grupo de individuos organizados para ello, se sustenta en una serie de valores, a saber: ayuda mutua, esfuerzo propio, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Entre los diversos tipos de cooperativas que pueden gestarse, sin duda las cooperativas de vivienda tienen una especial relevancia, puesto que el anhelo de muchas familias es asentarse y formar un hogar propio. Como plantean Pérez, Radrigán y Martini (2003) el auge industrial, el desarrollo urbano y el sueño de la casa propia, propician el desarrollo de las cooperativas de vivienda, las cuales comienzan a gestarse en Chile comienzos del siglo XX, pero no será hasta mediados de los años cincuenta que comienzan a tener una importancia significativa. Es así que nacen instituciones estatales para prestar asesoramiento y fomento en la consecución de los sueños de muchos trabajadores y sus familias, tales como la Caja Habitacional y la Corporación de la Vivienda -CORVI-, y la Cámara Chilena de la Construcción.

En 1970 había en Chile 1.125 cooperativas de vivienda, realizando una labor irremplazable en el bienestar social de amplios sectores de la población. Un año antes, comenzaba a gestionarse por parte de 45 trabajadores de la planta Chiprodal el mayor anhelo entre quienes comenzaban a proyectarse laboralmente, matrimonios jóvenes que deseaban ver crecer a sus hijos en su propio hogar.

De la Cooperativa a la Villa

El año 1958 se crea la Federación de Cooperativas de Vivienda, con una participación activa en el plan habitacional chileno; en 1961, bajo el alero de la Cámara Chilena de la Construcción, se crea el Departamento de Promoción Cooperativa y de Asistencia Técnica, desde donde surge TECNICOOP, una sociedad auxiliar de cooperativas de vivienda (Pérez et al., 2003).

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La Cooperativa La Población Villa Colchagua Sur se formó a partir de la Cooperativa de la empresa Nestlé, por ese entonces llamada Chiprodal y conocida también como “Maggi”8. La conformación de la Cooperativa para poder optar a una casa propia se produjo luego de un primer pliego de peticiones emanado de los trabajadores; entre éstos, se encontraba la solicitud para poder comprar una vivienda. La empresa decidió apoyarlos para la adquisición de éstas destinando un 5% de sus utilidades para aporte. Debido a los mayores beneficios que traía consigo (exenciones tributarias), los trabajadores decidieron asociarse en una Cooperativa para facilitar el proceso.

Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia

Una vez organizados, los trabajadores adquirieron el terreno. Este no fue un proceso fácil, puesto que no existían terrenos cercanos al centro, y el lugar donde se constituyó la Villa en la época era considerado lejano, y de carácter eminentemente rural.

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Los habitantes de esta población fueron todos trabajadores de la Nestlé, empezamos a trabajar el año ‘63. Cuando entró el primer grupo, yo estuve de los primeros, entré en noviembre, mientras la mayoría empezó a trabajar en Septiembre, estaba recién instalada. En el primer pliego de peticiones se consiguió que la empresa nos iba a ayudar a la obtención de nuestra vivienda y nosotros optamos por hacer una cooperativa, ya que con eso nos significaba tener exenciones tributarias y era más fácil en conjunto, teníamos asesoramiento. La empresa nos ayudó en ese tiempo, no sé si existirá todavía, de las utilidades las empresas tenían que destinar un 5% para la construcción de viviendas de sus trabajadores, y con esa para nosotros compramos el terreno, lo cual fue el primer paso. Nos costó porque la gente en ese tiempo quería vivir en el centro, eso es lo que les interesaba, y como el grupo de nosotros era muy grande, en ese tiempo, al principio éramos como 60, no encontrábamos terrenos aptos, así que tuvimos que escoger uno lejano, que en estos tiempos no son lejanos. (Poblador Villa Colchagua Sur).

8 / Chiprodral S.A.C.I era la denominación que recibía la fábrica de origen suizo Nestlé, hasta 1986 cuando pasó a llamarse Nestlé Chile S.A. Luego de haber iniciado sus operaciones en nuestro país en el año 1934, la empresa Nestlé da inicio a la elaboración de productos Maggi en la fábrica de San Fernando en 1963. (Sitio web Nestlé: http://www.nestle.cl/aboutus/Pages/ Historia.aspx).


Soy residente de los antiguos que componíamos un grupo de trabajadores Nestlé, en aquellos años Chiprodal, y se formó este conglomerado de gente para optar a la casa propia, y nos dedicamos a hacer todas las gestiones, hasta que se compró este terreno, que antiguamente era un potrero, donde se fabricaban ladrillo, era una obra de ladrillos esto, todo este sector de la población. (Poblador Villa Colchagua Sur). Estos eran puros potreros, una obra de ladrillos (…), de aquí se sacaban los ladrillos por Cancha Rayada, en carretones, después llegaron los camiones, y todo esto es relleno, todas las casas cercanas el Estadio tienen relleno, de escoria que se llama, un subproducto de la quema de los ladrillos (...), esto era río también. (Poblador Villa Colchagua Sur).

La lejanía del terreno significó grandes dificultades, pues no se contaba con agua potable, sistema de alcantarillado, ni iluminación, lo que les significó nuevos costos y el desinterés de muchas empresas a postular a la licitación para la construcción de las viviendas.

El problema que tuvimos después de comprar el terreno fue que estaba lejos de las urbanizaciones, no había agua potable, no había alcantarillado, lo único que había eran unos cables para las casas de al frente, así que nos salió bien caro y además dificultó el inicio de la construcción porque había que llamar a propuesta y este problema de la urbanización ocupaba mucha plata, o sea, no nos alcanzaba lo que nos podían prestar, en ese tiempo habían dos sistemas de financiamiento: la CORVI, que era estatal, y las asociaciones de ahorro y préstamo, instituciones que se implementaron durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva. Nosotros, por nuestros ingresos, tuvimos que optar por la asociación de ahorro y préstamo, porque eran más altos, lo de CORVI no nos favorecía, y eso nos perjudicó porque después cuando llamábamos a propuesta se encarecía la construcción de la vivienda, se nos rechazó por al menos dos años. (Poblador Villa Colchagua) Por el problema de la urbanización, las casas no salieron como esperábamos, porque quedó poco dinero para la vivienda misma. Nos fallaron como tres propuestas, porque nosotros aspirábamos a cierto tipo de vivienda, lógico, todos queríamos lo mejor; pero la plata no nos alcanzaba para lo que nosotros queríamos, así que al

De la Cooperativa a la Villa

Este encarecimiento se tradujo además en una reducción en la calidad de las casas a las que podrían optar, debiendo transar en el tipo de materiales para su construcción. Todo el proceso demoró alrededor de 5 años.

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final tuvimos que aceptar lo que había, y ese trámite demoró como 5 años. La empresas no se interesaban por la propuesta, al final se presentó una sola y tuvimos que aceptarla. (Poblador Villa Colchagua)

Debido a los problemas surgidos, de los 60 socios iniciales, 15 desertaron en la fase previa a la construcción, quedando la Cooperativa conformada por 45 miembros. Sin embargo, esta situación favoreció de cierta forma a los vecinos, puesto que se lograron terrenos de mayor tamaño para las viviendas. Además, dispusieron de un amplio espacio para una plaza comunitaria y de un espacio al que luego destinaron para constituir la sede social. La selección de los terrenos se realizó por sorteo; como las casas eran pareadas, cada uno de los miembros escogió al que sería su compañero y posteriormente se seleccionaron los terrenos al azar.

Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia

El instituto (INDUCOP, por parte de la iglesia) que nos asesoró hizo el plano y ahí sorteamos las casas, muchos buscaron vecinos, entonces se sortearon pareadas, se buscaban, las parejas no fueron por sorteo, pero los terrenos sí. Fue la mejor solución. Todos éramos originalmente de San Fernando, porque el núcleo fuerte, la totalidad, en ese tiempo había una división de los trabajadores, unos eran empleados y otros obreros9 ; el grueso acá eran los obreros, muy pocos los empleados, para ellos se construyó una población que está frente al regimiento. (Poblador Villa Colchagua Sur)

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Ya en la construcción misma, durante el gobierno del presidente Salvador Allende, también se vieron enfrentados a diversos problemas, especialmente lo referido al desabastecimiento de los materiales necesarios para las obras y al encarecimiento consecuente de éstos, debiendo los miembros de la Cooperativa adquirir un rol central para poder llevarla a cabo. Después, se acabó el cemento y nuevamente hubo problema con el presupuesto, porque tenía que comprarlo en el mercado negro a 3 o 4 veces más que el precio normal. Entonces, uno de los dirigentes de la cooperativa era muy llegado a las autoridades de la Unidad Popular, tenía muchos contactos en la intendencia y nos dijo: “vamos a consultar nosotros directo a la fábrica”. Fue allá

9 / El antiguo código del trabajo, modificado en el año 1978, establecía la distinción entre obrero y empleado. Con posterioridad a esa fecha se los denominó indistintamente como trabajadores.


en La Calera, creo que era Cemento Melón, ahí estaban los de MAPU y fuimos allá, y nos dieron el precio oficial, pero en ese tiempo estaba también el problema del transporte, la huelga de los camioneros, no se movía el país, estaba brava la cosa, dijimos: “hablemos con Ferrocarriles”, y Ferrocarriles, que en ese tiempo estaban los radicales: “ya, vamos a hablar con los radicales”, nos dijeron: “cuánto es lo que quiere”, total la cantidad de cemento que necesitábamos daba para un carro y un cuarto, nos dijeron: “son un carro o dos carros”, si hubiésemos querido hubiéramos llevado tres carros, así que compramos para llenar dos carros. Ferrocarriles accedió a dejarlos hasta acá al frente, donde está la cabina, ahí paró el carro, nosotros nos conseguimos un camión, la empresa constructora descargó lo que necesitaba y el resto lo repartimos entre nosotros. Ahí hubo problema porque los inscritos en la lista empezaron a pelear por el cemento, se armó una pelea a combo limpio... (Poblador Villa Colchagua)

A pesar de las diversas dificultades enfrentadas para la construcción de las viviendas, la Cooperativa logró sortear las dificultades generadas en la primera etapa.

El sueño de la casa propia

La entrega de las casas, se hizo un pequeño ágape, una ceremonia… pero no de la empresa, porque la empresa se fue, dejó todo botado, dejó incluso maquinaria, yo me traje una que después entregué… ellos fueron sinvergüenzas, porque les faltó harto por entregarnos… Nosotros, entre todos, se hizo un asado, vino. ¿Han celebrado aniversario de esa fecha? No, incluso ahora que lo dices, nunca se ha insinuado hacer un aniversario ¿Recuerda la fecha de esa ceremonia? fue en Julio más o menos, del ‘73, poco antes del 11. (Poblador Villa Colchagua Sur) Es que aquí no hubo entrega de títulos, con los años los entregaron, deben ser hace unos 10 años atrás más o menos, pero como le digo, no hubo una entrega oficial de llaves, o que haya venido el cura, ni se inauguró, ni se cortó cinta. (Poblador Villa Colchagua Sur)

De la Cooperativa a la Villa

Los vecinos declaran 1973 como el año de constitución de la Villa, aún cuando no existe claridad respecto a la fecha exacta de su formación, porque muchos habitantes comenzaron a habitar las viviendas cuando todavía no estaban terminadas, y no eran recepcionadas por la municipalidad. Esta situación incidió en que nunca se celebrara el aniversario de la población.

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La llegada anticipada a la Villa se debió a diversos factores; por una parte, en su mayoría los miembros de la Cooperativa eran familias jóvenes que estaban iniciando su matrimonio o tenían niños pequeños, muchos vivían de allegados en casas de familiares o arrendaban una vivienda, por lo que les apremiaba poder habitar una vivienda propia. Por otra parte, debido al clima político de la época, los pobladores de la Villa percibieron que era necesario hacer uso de sus viviendas para evitar cualquier problema. La mayoría de la gente estaba urgida con la casa, porque se les presionaba, porque estaban de allegados y algunas familias eran matrimonios recién formados. Por ejemplo, nuestros niños, el mayor tenía 7 años cuando llegamos aquí, así que todos estaban recién empezando sus familias. (Poblador Villa Colchagua Sur)

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Lo que sí, no se entregaron oficialmente, no hubo entrega oficial por parte de la Municipalidad, que es la que tiene que hacerlo, porque como estaba el sistema político muy raro… entonces no las alcanzaron a entregarlas. Nosotros nos vinimos porque nos iban a quitar las casas... a ver, nosotros nos vinimos en abril del ‘73, casi todos, porque hubo un intento de toma de las casas, entonces para que no nos quitaran las casas, nos vinimos. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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Llegamos a la población sin entregarnos alcantarillado ni luz eléctrica... Yo estaba en casa de mis suegros y no tenía apuro en venirme, pero había que tomarla… en la noche nos juntábamos, hacíamos fogatas, primero 5, 6, 7... Iban llegando, yo tenía dos listones y venían a pedirme para colgarse de la corriente. (Poblador Villa Colchagua Sur)

Cuando se instalaron, no contaban con luz ni agua potable, por lo que en primera instancia usufructuaron ilegalmente del sistema eléctrico, hasta que pudieron regularizar la situación con la compañía. La carencia del servicio de alcantarillados impedía la utilización de los baños de las viviendas, por lo que sufrieron algunos problemas domésticos que no mermaron su interés y motivación por seguir adelante. Luego del 11 de septiembre, la empresa constructora se fue sin completar todas las terminaciones (mayores o menores), por lo que los habitantes de la Villa culminaron su construcción, debiendo hacerse cargo de las terminaciones del piso y techo; y quedando pendientes las terminaciones de aguas lluvias. La casa estaba muy bien, pero nos faltaba la luz y el agua, queríamos salir de donde arrendábamos, como los maestros constructores tenían un baño de pozo, y como


nosotros no teníamos baño, pasaban todo los vecinos a ese baño, pasaban por mi patio, a la placita de ahora, era un baño común, un pozo, no estaba la red de alcantarillados, la luz y el agua nos daban los mismos maestros, no sé de dónde sacaban agua, se sufrió un poquito. Nos conectábamos a los postes para la luz, después vino la compañía. (Pobladora Villa Colchagua Sur) Fui uno de los dirigentes que iniciamos la población, esto era una cooperativa antes, todos pertenecían a la Maggi, en base a eso, adquirimos el sitio y el ‘73 nos vinimos. Nosotros nos vinimos el 21 de marzo de 1973, sin agua y sin luz. La cooperativa, que era Cárdenas, Mario Ausensi, Domingo Farías, Izquierdo y Amaya... éramos 5 y luego 6, presidente, vicepresidente, tesorero, secretario y dos directores. Esto era un potrero antes, tuvimos que hacer un trabajo grande para lograrla. (Poblador Villa Colchagua Sur)

En marzo ya estaban habitando algunos y la empresa todavía estaba construyendo. Vino el golpe, la empresa se fue y quedaron algunas cosas sin hacer, el problema más grave fue el generador eléctrico, que no había en ese tiempo, y nos costó conseguirlo, la gente se colgaba, y venían de la compañía de electricidad y nos descolgaban, hasta que al final logramos conseguir el generador. El otro problema que hubo también fue la terminación del alcantarillado, estábamos casi todos aquí y no se terminaba aún, la gente por más que se le decía que trataran de ocupar lo menos posible el baño, igual lo hacían, hasta que rompieron la cañería. Así que tuvimos esos problemas que se tuvieron que solucionar a la rápida. Ya después del golpe, las casas no estaban cerradas todavía, pero quedaba plata que nos entregaron y con esos compramos los ladrillos y cada uno hizo su cierre, la población quedó sin pavimentar. (Poblador Villa Colchagua Sur)

El cambio más significativo para los habitantes de la población al llegar a su nuevo hogar fue la situación de independencia que les trajo consigo, dado que en su mayoría vivían en casa de parientes y comenzaban a formar sus propias familias la nueva vivienda les implicó un cambio en su etapa de vida. Además, la comodidad de las casas adquiridas contrastaba en muchos casos con sus viviendas anteriores, en las que los niños no tenían habitaciones propias, no se contaba con calefont al interior de la casa, o no se tenía baño con

De la Cooperativa a la Villa

Tuvimos que sacar alcantarillado, agua potable. Como no estaba urbanizado este sector, había que moverse bastante, ir a Santiago, hablar con la constructora. Estaba el estadio, que ahora está cerrado, antes era todo abierto, los sitios estaban abiertos. (Poblador Villa Colchagua Sur)

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alcantarillado dentro del hogar. ¿Qué significó para ustedes la casa propia? Una felicidad, porque uno que tenía niños y arrendaba, entonces ellos ya eran libres de estar en sus casas, con sus piezas aparte, y salían a jugar ellos, más libres... fue muy bonito llegar aquí. (Pobladora Villa Colchagua Sur) Lo bueno, es que la casa habitación quedó terminada, en ese tiempo era muy común que entregaran casas sin piso o sin encielar, éstas quedaron buenas, con piso, encieladas, el baño con calefón que en ese tiempo era un lujo para una casa de población, y unas tinas grandes. Lo otro, los detalles, se fueron arreglando y al final se recepcionaron las casas por parte de la municipalidad. (Poblador Villa Colchagua Sur) Lo mismo que todos los otros, tener la casa propia, ése es el gran anhelo, yo creo que incluso todavía es el mismo, tanta gente que se va casando y las casas siguen faltando. (Poblador Villa Colchagua Sur)

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Los primeros años

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En general, los pobladores recuerdan con nostalgia los primeros años de la Villa. Destacan la alta participación y los logros obtenidos a partir del trabajo en equipo. La recuerdan como una época de alta asociatividad, en que se gestaban actividades en conjunto, con un grato ambiente de armonía entre los vecinos. Con el entusiasmo de tener la casa propia, al principio nosotros citábamos a reunión, en ese tiempo nos juntábamos, los hombres no más, hacíamos convivencias entre nosotros, después fuimos envejeciendo, fueron creciendo los hijos, unos a estudiar... el otro día estaba conversando con una vecina y dijo que en esta villa nunca ha habido una pelea grande entre nosotros, puede ser que hayan ciertas diferencias... eso mismo durante el golpe, durante el régimen, por política no hubo mayores problemas. (Poblador Villa Colchagua Sur)

Asimismo, como eran familias jóvenes prontamente comenzó a crecer el número de niños en la Villa. Como señalan, era común que estos jugasen en conjunto, pues se conocían unos con otros y asistían prácticamente todos a la misma escuela: Escuela 8, Olegario Lazo; la que ha acogido a la segunda y, en menor medida, a la tercera generación de la Población Villa Colchagua Sur.


En general, recuerdan esos años como una buena época, resaltando el ambiente propicio que se generaba para criar a los niños en un contexto de tranquilidad en que, si bien se mezclaban las comodidades de la urbanización, aún se mantenían algunos elementos característicos de la ruralidad, lo que favorecía un bien clima para la crianza. Lo otro es que se llenó la población de niños. En ese tiempo estaba la Escuela 8, todos los niños estudiaban ahí, en ese tiempo no había tantos colegios subvencionados, en San Fernando estaban los Maristas, no eran para nosotros, los otros eran todos colegios fiscales. Así que la mayoría de los niños se educaron en esa escuela. (Poblador Villa Colchagua)

Imagen 3. Familias jóvenes llegan a la villa, archivo personal familia Cárdenas Riveros.

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Conocí aquí desde que las casas recién estaban entregando, luego se criaron los hijos, se criaron en este barrio, que de verdad, ahora que ya son grandes y todo: “mamá lo que nosotros quisiéramos, es que nuestros hijos se críen en el barrio, como nosotros nos criamos, felices, con el cariño de toda la gente, con la naturaleza”; porque antes este barrio era súper campestre, porque al frente había toda una historia con la familia de los Quezada, entonces al frente de ese corredor, Don Polo Quezada, que era un corralero famoso, frente a mi casa, entonces él se sentaba y todos los días llegaban sus amigos los Corraleros, todos los días tocaban arpa... era muy lindo, cantando... con el canal que corría, con los insectos, bichos, pura naturaleza.. aquí hay espacio para todo, acá en el patio tenemos las cerezas, limones, parrón, todo eso se permite por el patio” (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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Los principales hitos Al rememorar la historia de la Villa desde sus inicios, se pueden destacar algunos episodios que han marcado y se han constituido como hitos para la vida comunitaria. Éstas, han sido situaciones de alta complejidad o dificultad que han logrado superar gracias al apoyo y participación de los miembros de la comunidad. Entre estos episodios, cabe destacar los siguientes:

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LOS DESPIDOS.

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Durante el gobierno militar se vivieron situaciones complicadas, pues algunos miembros de la Cooperativa fueron despedidos. Para evitar que perdieran sus casas, y porque al funcionar como Cooperativa, debían pagar un monto determinado de dinero en conjunto, el resto de la Cooperativa asumió el pago de esos dividendos por cerca de 5 años. Sin embargo, la crisis del 82’ desencadenó nuevos despidos, quedando cerca de 10 miembros de la Cooperativa sin trabajo. Ante esta situación, la Cooperativa no se podía hacer cargo del pago de esos dividendos y se decidió que cada uno debía buscar la forma de cubrirlos. El principal logro de este apoyo fue que ningún vecino perdió su casa por estos problemas económicos. Tuvimos problemas graves, a los pocos meses después del golpe vinieron los despidos, había que pagar los dividendos. Hubo muchos despidos, el primero fue el compañero éste que fue el contacto que nos consiguió el cemento, que era político él, que era el tesorero de la cooperativa, lo detuvieron y estuvo como 6 meses aquí y después lo exiliaron, ¿cuál fue la consecuencia?, que no tenía cómo pagar los dividendos, como era una cooperativa teníamos que llegar con tal cantidad de plata, tuvimos una buena cuota social y pagamos su cuota; a algunos no les gustó e incluso me amenazaron con acusarme a las autoridades de estar ayudando a un extremista, pero se quedó en una “añiñá” no más. Ése fue el primero, pero a los 3 meses después despidieron al Vergara y se retiró otro de apellido Pérez, salieron dos más y éstos tampoco pagaron dividendo, así que siguió cubriendo el resto de la gente, y esto por unos 5 años o más. Después vino la crisis del ‘82, el ‘80 fue el primer grupo y esa gente tampoco pagó dividendo, ahí ya teníamos como 10 personas que no estaban pagando dividendo... (Poblador Villa Colchagua Sur)


L AS INUNDACIONES. La falta de terminaciones de aguas lluvias y el emplazamiento de la Villa en una antigua zona de regadío, ha conllevado 2 inundaciones grandes en la década de los 80´y otras menores en el curso de los años, lo que los ha obligado a mantener una atención constante en este punto. En esas ocasiones, la intensa lluvia de los temporales produjo la salida del canal, convirtiendo a la Villa en un río y obligando a muchas familias a dejar sus casas para buscar refugio en el estadio comunitario o en casas de familiares. Ah, las inundaciones... los más afectados son los del fondo, por acá pasaba agua, con la fuerza del río, pasaban neumáticos, hasta un chancho parece que pasó una vez. Nosotros acá hemos tenido 3 veces problemas en esta casa, pero allá en el fondo se han inundado varias veces, las casas no tienen salida, esa es la gran tarea que me asigno todos los años: conseguir que vengan a limpiar el canal. (Poblador Villa Colchagua)

La primera inundación, en el año 1986 fue la que causó los mayores daños. El desborde fue tal que obligó a bomberos y al ejército a acudir a la evacuación de las familias afectadas, quienes debieron dejar sus casas a merced de las aguas y trasladarse a albergues municipales o casas de familiares. Las pérdidas para los vecinos afectados fueron cuantiosas debido a que su mobiliario y aparatos eléctricos quedaron inservibles, en algunos casos perdieron también el piso o los tabiques de la construcción fueron dañados. La primera inundación fue muy penosa, porque tuvo que llegar el regimiento a sacar a los vecinos, entonces era tan siniestro, sentir los camiones, tuvieron que romper panderetas para que saliera el agua... ver cómo todos corrían a los que estaban en seco, dejar sus radios, tocadiscos, porque ellos salieron con las camas, lo más necesario, y dejaron sus casas. Después, al segundo año estábamos más preparados, teníamos sacos para taparnos, pero ellos también, les tocó de nuevo. Vecinos

De la Cooperativa a la Villa

Tenemos aquí arriba el río Tinguiririca, no es un gran río, pero en invierno con la lluvia es cosa seria; se desborda al agua, pero en una época desbordó, y al otro lado está el río el Antivero, y ha habido ocasiones en que han desbordado los dos, entonces San Fernando quedó ahí entre los dos, y bueno, ésta calle Cancha Rayada y la otra calle Callejón de los Palacios, se han convertido en ríos, ahí rompieron las calles... en Chacabuco esquina Callejón de los Palacios, la casa de la esquina y la de la otra esquina quedaron inservibles, así que ha sido cosa seria. (Antiguo residente Sector Estadio Valderrama)

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alojaron donde otros (...) Todos nos ayudamos. (Pobladora Villa Colchagua Sur). Parecía piscina, se me echó a perder la cama, los veladores, las cómodas... fue tan rápida la cosa... yo venía llegando con la bicicleta ahí, estaban haciendo un taco, la rueda estaba tapadita ya; de ahí vimos pasar chanchos, gallinas... estos cabros con el gas, pasaban voladitos... a un compañero se lo llevó el agua, salí por allá... lo arrastró, y eso que iba apoyado a la pandereta. (Poblador Villa Colchagua)

Ante esta situación extrema vivida por algunos vecinos, la población en conjunto se unió para brindarles apoyo. Así, se organizaron para ayudar a remover el agua y a pesar de la trágica situación se generaron instancias participativas en que el apoyo mutuo, y el sentido del humor surgido de las actividades realizadas, ayudó a los afectados a reponerse.

Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia

Sí, nos reunimos para las inundaciones, ahí nos juntamos... había una señora que tenía unas gallinas... una vez venía de la pega, el agua hasta arriba... me subía a una escalera, me ayudó un vecino, rompieron paredes (...), después del agua se formaba un polvillo, se endurecía, dejaba grietas... pero después limpiaron el canal ese, pero no sé qué fin tiene, si es de regadío... (Poblador Villa Colchagua Sur)

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Cuando yo me inundé, me inundé entera, perdí todo, camas, yo compraba en el almacén una vez al mes, la cocina se perdió todo. Mi casa está más baja, me ayudaron a sacar el agua, tuvieron que venir los bomberos, pasaban con motobombas, el agua me quedó apozada, tenía flexi y se salió todo, un vecino, por dárselas de ingeniero, hizo unos canales con sacos de arena, quería sacar el agua por la cocina... se me cayó la muralla de atrás, el río Tinguiririca venía con tanta fuerza, chocaba con la muralla, me botó todo. La mayoría me ayudaron, se ríen de mí porque toda la vida he hecho todo sola, corto el pasto, todo, y esa vez pasó algo insólito; había una tapa de alcantarillado aquí afuera, y Don Juan Mella, quería sacar la tapa para que se fuera el agua por la alcantarilla, era imposible, todos tratando de sacar la cuestión, no pudieron, y yo no sé si por la desesperación, vengo, busco un chuzo y buscando la tapa, hasta que metí el chuzo, hasta que la destapé, y nadie se explica cómo lo hice. Un vecino después se cayó por la cámara... era tragicómico, me costó harto, pero todos me daban ánimo. La segunda vez no fue tanto, dos años seguidos… (Pobladora Villa Colchagua Sur)

Los graves daños de las lluvias y la consiguiente información son


consignados ampliamente en la prensa de la época que retrata la emergencia vivida en la VI Región.

Imagen 4. Nota de prensa respecto a damnificados en la zona. Diario La Región, 1986.

L A SEDE VECINAL . Durante la década de los ‘80, los miembros de la Villa, especialmente las mujeres, se organizaron para la construcción de una sede vecinal. Con el esfuerzo y la participación de los vecinos se logró construir esta sede comunitaria que aunó diversas actividades y se constituyó como punto de encuentro importante, principalmente

De la Cooperativa a la Villa

Imagen 5. Nota de prensa sobre las consecuencias de la inundación en la comuna. Diario La Región, 1986.

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para las mujeres de la comunidad. Así, este recinto actuó como un Centro de Madres, donde las mujeres se reunían y contaban con el apoyo de la municipalidad, la que les entregaba diversos talleres donde aprendieron a bordar, coser o cosas del hogar. Después tuvimos un Centro de Madres en la sede... en el año que estaba de alcalde Carlos…, serían ‘78, ‘80 el año que se hizo la sede, ahí no nos juntábamos todos los días miércoles, aprendimos trabajos en papel maché, en crepé, atendíamos varias cosas ahí en la sede, hacíamos once también entre todas, y ahí quedó la sede. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia

En ese tiempo recuerdo que logramos esa sede, la creamos y formamos, yo fui una que apoyé mucho, a que fuera una sede de las señoras de acá, ahí nos reuníamos a hacer cosas de casa, coser, que nos enseñaban a bordar, recuerdo que eso permaneció por largo tiempo. A ver, acá llegamos nosotros en el ‘73, que fue cuando entregaron y después no formamos como en el ‘80, y eso permaneció como hasta el ‘90 diría yo, después quedó eso ahí no más, y ahora se está ocupando acá como sede de nuevo. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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Tuvimos un Centro de Madres, llegamos a tener de todo, cocina, muebles lozas, máquinas de coser, todo, la pasábamos súper bien, en la sede… fue hace muchos años, para eso tuvimos cooperación de la empresa, de la Nestlé, nos aportaron algunas cosas, trabajamos harto para eso, hicimos bingos... todas las mujeres nos juntamos. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

Esta sede además funcionaba como punto de reunión para las actividades del Comité Vecinal. Funcionó de forma continua durante cerca de una década, sin embargo con el correr del tiempo se perdieron las actividades y la sede cayó en un estado de abandono y deterioro. Su patio trasero se convirtió también en punto de referencia para grupos de jóvenes que fumaban y bebían hasta altas horas de la noche, deteriorando aún más la alicaída construcción. Sin embargo, este recinto se encuentra construido en un punto que originalmente fue pensado como espacio de tránsito, por lo que se convertiría en una calle. Debido a esta disposición legal del terreno, no se ha podido postular a fondos concursables que permitan realizar mejoras sustantivas de la sede, como es interés de los vecinos (ampliarla y adquirir mobiliario). Actualmente la comunidad está en busca de regularizar esta situación a través de un trámite de desafectación, que permitiría consignar dicho terreno como lugar apto


para la construcción. La tenemos hace años... antes tenía cocina, mesa de pimpón, bancas... pero como se metían, se llevaban todas las cosas... hicimos una pandereta..., pero como no figura no se puede hacer nada, ni luz ni agua... (Poblador Villa Colchagua Sur)

Durante el último tiempo y gracias al interés de una directiva que cuenta con miembros de la segunda generación (hijos de los vecinos fundadores), la sede ha vuelto a cobrar relevancia dentro de la comunidad. A esto se suma la realización de los talleres en el marco del Programa Cultura Local, que ha incidido en darle nuevos aires a este punto de reunión.

Imagen 6. Sede vecinal en la actualidad.

Otro logro importante a raíz del esfuerzo y participación comunitaria fue la pavimentación de las calles de la Villa. Para la pavimentación del pasaje interior se hicieron diversas actividades para lograr recaudar los fondos necesarios: se realizaron bingos, completadas, y hasta un baile. En este logro fue vital el apoyo de las mujeres, reunidas a través del Centro de Madres, quienes cumplieron un rol activo en la obtención del monto requerido. Posteriormente, la pavimentación de la entrada a la Villa, por la calle El Olivar, fue realizada gracias al apoyo de la municipalidad, quien aportó con un 50% del costo de la pavimentación.

De la Cooperativa a la Villa

L A PAVIMENTACIÓN.

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Otra vez se hizo un baile para juntar plata para el pavimento, se hizo en la placita (...) fue un baile que se hizo, vendían anticuchos, era venta para la pavimentación. (Pobladora Villa Colchagua Sur) Hicimos un pavimento, porque pavimentamos toda esta entrada nosotros, así que hacíamos sus chorizos en la plaza… para juntar fondos, así que todas las mujeres trabajaban y nosotros poníamos las cuotas, y nosotros pusimos la plata para pavimentar hasta aquí en la esquina. (Poblador Villa Colchagua Sur)

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Trabajamos mucho, mucho; yo en mi casa tenía un horno de barro, y con algunas vecinas hacíamos empanadas, pan amasado, completos, los salíamos a vender a los talleres por ahí, juntamos plata y aportamos para que nos pavimentaran la orilla del canal, que era pura piedra y barro. Hicieron un proyecto y aportamos ahí. Una vez hicimos un baile, la pasamos súper bien… (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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Imagen 7. Baile recaudación de fondos para pavimentación, 1987.

Sin embargo, aunque la pavimentación interior fue exitosa, y actualmente se mantiene el pasaje único que circunda la población pavimentado, debido a su costo, se pavimentó únicamente el centro de la calle, quedando los costados de ésta, sin pavimentar.


L A DISOLUCIÓN DE LA COOPERATIVA . Otro hecho significativo lo constituyó la disolución de la Cooperativa. Debido al interés de algunos vecinos de vender, a título personal, sus viviendas, y a la imposibilidad de hacerlo mientras estuvieran bajo la figura legal de una cooperativa que se presenta como dueña de las 45 viviendas, fue necesario iniciar los trámites para la disolución de ésta10. Para poder disolverla, era necesario que se contara con los balances actualizados de todos los años de existencia. Por ello, primero debieron actualizar la información de los años anteriores.

Una vez resuelto, se logró la disolución de la Cooperativa. De esta forma, recién hecho este trámite, cada uno de los vecinos pudo obtener el título de dominio de su propiedad. Este acontecimiento se destaca como un hecho emotivo, símbolo de todo el proceso vivido para lograr obtener su propia casa. Durante la ceremonia se realizó un discurso que narró en retrospectiva todos los procesos vividos por la comunidad.

10 / En estricto rigor, toda Cooperativa para la vivienda debe liquidarse una vez adquirida la vivienda para que cada uno de los asociados pueda acceder a su título de dominio personal.

De la Cooperativa a la Villa

Algunos querían vender pero se topaban con el problema de que esto era una cooperativa, o sea, los dueños de la casa era la cooperativa, no era el socio que estaba viviendo ahí; y para solucionar ese problema tuvimos que disolver, porque, como le estaba diciendo, el anhelo era construir la vivienda y llegar a vivir, en ese tiempo estábamos con todo el entusiasmo y nos preocupábamos de mantener todo al día, como era cooperativa la supervisaba el Ministerio de Economía, teníamos que presentar balances todos los años, llegamos a vivir a la población y no se hizo más un balance. La cooperativa se disolvió hace como 10 años, 30 años sin balance, entonces para disolverla tuvimos que actualizar todos esos balances, ahí menos mal que contamos con la cooperación de un señor que era alcalde de aquí de San Fernando, Aquiles Cornejo, ahora está retirado de la política, él como era contador se dedicaba a eso, había disuelto varias cooperativas, después del golpe las cooperativas francamente dejaron de existir, quedaron muy pocas y tuvimos que pagarle a un abogado, tuvimos que sanear todo. (Poblador Villa Colchagua Sur)

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Imagen 8. Ceremonia entrega de títulos, archivo personal familia Sagredo Silva

El aislamiento

Memorias Locales. Construyendo nuestra propia historia

Un aspecto transversal a la conformación de la Población Villa Colchagua Sur ha sido el aislamiento de ésta, situación que se acrecienta ahora que los vecinos fundadores son de la tercera edad y cuentan con mayores dificultades para desplazarse. Si bien la población no se encuentra lejos del centro, como reconocen los mismos vecinos, sí queda ubicada a trasmano, lo que dificulta los desplazamientos, pues deben acudir a las vías principales para obtener movilización.

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Se ha intentado generar el ingreso de locomoción colectiva dentro de la población para facilitar los traslados, sin embargo estas intenciones no han logrado cristalizar, principalmente porque muchos vecinos tienen auto, y porque antiguamente se percibía a la Villa como un sector más acomodado, debido a los buenos sueldos que se sabía tenían los trabajadores de la empresa Nestlé, y que por ende, no lo necesitaban. La población, si bien no está lejos, está un poco aislada, porque no tenemos locomoción para acá, si alguien quiere venir para acá tiene que pagarle al colectivo una tarifa especial. San Fernando es como un “8”, todo se junta ahí en Manuel Rodríguez y después se amplía más abajo, pero todo pasa por Manuel Rodríguez, no hay otra vía de comunicación entre el sector de allá y éste. La línea del tren divide la ciudad, cuando nosotros trabajábamos, al otro lado, no había problema, teníamos locomoción. (Poblador Villa Colchagua Sur) Incluso cuando reclamábamos a las autoridades por la locomoción: “no, si todos tienen auto”, hubo un momento en que todos tenían autos, pero ahora sale caro movilizarse en auto. (Poblador Villa Colchagua Sur)


CapĂ­tulo 5

Construyendo memoria; tradiciones e identidad de la Villa y de San Fernando

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Construyendo memoria; tradiciones e identidad de la Villa y de San Fernando Vinculación con la cultura local

Sin embargo, también precisan que generalmente los participantes o cultores de actividades culturales son las mismas personas; no logrando incorporar a un mayor número de personas en éstas. Asimismo, recalcan que aunque existe una oferta cultural variada, ésta no es necesaria para cubrir las necesidades de toda la población. Aquí hay un par de grupos culturales que se mueven, de tarde en tarde hacen alguna… traen por ejemplo a alguien a que nos hable de algo desde fuera, y en otras ocasiones hacen exposiciones de libros por ejemplo, de antigüedades, y a veces se han hecho cosas, se ha logrado reunir gente, se homenajea a algunos escritores antiguos... ya le mencioné dos, a los dos se les ha homenajeado año a año, no se les olvida, eso es importante. (Antiguo residente vinculado al Sector Estadio Valderrama) Normalmente San Fernando ha tenido, yo diría, bastante cultura, hubo una época en que había 3 grupos teatrales y los 3 actuaban el día sábado, a la misma hora, es raro, aparte de eso, tuvimos también en una época 3 diarios, que también es harto en San Fernando, ahora hay la mitad de uno; estaba La Voz de Colchagua, La Palabra y la Antigua Región, que actualmente se llama Sexta Región (…) Hay dos grupos que se mueven bastante, el Pablo Neruda, que funciona ahí en la Casa de la Cultura; y hay un grupo también en el Liceo de Hombres de ex-alumnos, bien activo. (Antiguo residente, vinculado al Sector Estadio Valderrama) En San Fernando no hay lugares de recreación mayores, se han ido eliminando focos de deportes, tenemos las

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En general tanto los habitantes de la población, como antiguos residentes vinculados al Sector Estadio Valderrama y los investigadores entrevistados coinciden en la existencia de oferta cultural en la comuna de San Fernando. Destacan el trabajo realizado por el municipio a través de los programas de cultura desarrollados.

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mismas canchas de fútbol de 50 años atrás. En mi barrio, la población San Martín, teníamos una cancha de fútbol, pero desde hace unos 40 años se eliminó, San Fernando carece de... acá se hacen poblaciones, pero no se piensa en la recreación de sus habitantes, ni de los niños, ni de los adultos mayores, ni de los jóvenes. Entonces, lo que hace la Casa de la Cultura, lo que hacen los clubes deportivos, es insuficiente, en cualquier lugar va a ver cabros en las esquinas, que no hallan que hacer, lamentablemente acá hay prejuicios de chicos de determinados sectores y alrededores, se estigmatiza. (Investigador San Fernando)

Por otra parte, la Plaza de Armas de la comuna se perfila como un punto de encuentro importante en el que se realizan actividades culturales y comunales de forma continua. Este espacio brinda acceso gratuito y universal a múltiples actividades, cobrando especial relevancia para las celebraciones de Fiestas Patrias, en tanto allí se realizan las principales celebraciones.

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En San Fernando hacen muchas actividades en la Plaza de Armas, la municipalidad se ha ocupado bastante de eso, buenas actividades, han traídos conjuntos, aparte como está la Ruta del Vino, el tren a Santa Cruz, esos mismos señores vienen con actividades a la plaza, hacen degustaciones, todas esas cosas. Lo mejor es que para el 18 la municipalidad hace el baile en la plaza, porque es muy peligroso ir al Estadio Municipal. Ahora no hay fonda, se hace todo en la Plaza de Armas. (Poblador Villa Colchagua Sur)

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Al interior de la población hay algún tipo de vinculación con la cultura, expresado principalmente en miembros de la comunidad que realizan o realizaron durante su juventud alguna actividad artística, principalmente de tipo folclórico. Otro que ha hecho presentaciones acá en la placita es mi nieto, él es profesor de música y también lo han buscado, no tan solo música folclórica, ha venido a cantar un esquinazo por ejemplo, mi yerno, mi hija también son folcloristas. (Pobladora Villa Colchagua Sur) Bueno, lo que me gustaba a mí era el trompo, las bolitas, todavía tengo guardadas, soy medio cachurero; me gusta guardar cosas tradicionales, tengo emboques, le presto a los niños acá; esas son tradiciones que me vienen a la memoria. Me gusta todo lo que es de las tradiciones del campo. Mis hijas y mis nietos bailan, participan en campeonatos de cueca. (Poblador Villa Colchagua Sur)

Al interior de la Villa, durante el año 2011 contaron con la presencia de un Bibliobús de la municipalidad, que facilitaba el acceso a la lectura a los habitantes de la población. Sin embargo, debido a


algunos problemas, no hubo continuidad de este servicio en el año 2012.

En la actualidad, la principal relación con el mundo de la cultura se da gracias a las iniciativas culturales que se han desarrollado en el último tiempo, especialmente los talleres que se han realizado en el marco del Programa Cultura Local del Consejo Regional de la Cultura y las Artes (CRCA). Son muchos los vecinos que se han vinculado con las temáticas culturales a partir de su participación en los talleres realizados en la sede vecinal. Incluso aquellos que no participan (pero que declaran su interés por integrarse), valoran la posibilidad de aprender y relacionarse con dinámicas artísticas y culturales, así como la nueva vitalidad que éstos le han otorgado a la Villa. Coinciden también en rescatar que estas actividades son especialmente importantes para los niños, pues los pequeños de antaño en la Villa no tuvieron acceso a éstas. Se hacen eventos, talleres de canto, guitarra, todo por la municipalidad, los cabros chicos son los que están ganando ahora, los nietos, porque los lolos de nosotros no tuvieron esa oportunidad. (Poblador Villa Colchagua Sur) A los chiquititos, nuevas generaciones, los incito a que vayan a aprender cueca, el viernes pasado llegaron 2 niños con guitarra, y se pusieron ahí: “tío, si no sé bailar cueca”, “yo tampoco sabía, ahora sé”, “y tú, cuando fuiste a la escuela sabías”, “lo mismo acá, ahí te van a enseñar”, y los chiquillos son felices cuando están aprendiendo algo, incentivarlos. (Poblador Villa Colchagua Sur) Ahora no más que estoy yendo el taller de literatura, voy

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Hasta el año pasado venía el Bus Cultural, este año no ha venido, venía dos veces al mes, los días martes y se estacionaban adentro, y de repente, bueno, el año pasado tuvieron unos problemas... yo un día conversé con uno de los niños que andaba en el bus y dijo que iban a empezar en Mayo o Abril, pero hasta el momento no han aparecido más, así que yo obligada a ir a la biblioteca, porque yo soy de las que saco semanalmente un libro para leer. Habitualmente acudía al bus y llevé a muchas personas que les gusta leer y les empecé a decir que se acercaran y empezaron a venir más personas, y ahora me preguntan a mí, como yo siempre era la que estaba metida en el medio, me preguntan si va a venir, y yo les digo que no tengo idea. En los Copihues también hacen hartas actividades, concursos de cueca que hacen con los niños, pero generalmente eso son los principales, la Casa de la Cultura y la Biblioteca. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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desde que empezaron, en agosto, es bastante bueno, porque le hacen a uno pensar, tenemos dos monitores, Angélica y Manuel, que son un matrimonio parece, a mí me gusta porque siempre me ha gustado leer, entonces como que le sacan la veta artística, sacan la poeta que una lleva adentro, me encanta el taller. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

Tradiciones populares Tanto los habitantes de la Población Villa Colchagua Sur, como antiguos residentes del Sector Estadio Valderrama o los investigadores entrevistados, coinciden en señalar una serie de tradiciones o ceremonias populares de la comuna, muchas de ellas de carácter religioso que se han conjugado con elementos de paganismo, dotando de un nuevo sincretismo a estas celebraciones. Algunas de ellas, ya han desaparecido, y los vecinos de San Fernando las recuerdan con añoranza. Otras en cambio, aún persisten dando características particulares a esta zona de la VI Región.

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FIESTAS DE LA PRIMAVERA .

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Una de las celebraciones ya extintas más recordadas, es la Fiesta de la Primavera. Ésta se celebraba todos los años, hasta hace un par de décadas (los entrevistados no logran situar la fecha exacta en que se dejaron de realizar). La celebración se caracterizaba porque durante un día completo, carros ornamentados con diversos motivos circulaban por la comuna. Antaño en San Fernando se hacía anualmente la Fiesta de la Primavera, que era hermosa, se presentaban carros de los distintos colegios de aquí de San Fernando, y era un día completo, carros ornamentados, en la actualidad no existe eso, nada, hace muchos años, 50 años atrás, desapareció. (Antiguo residente vinculado al Sector Estadio Valderrama)

Los habitantes de la Villa valoraban los desfiles de carros alegóricos y las procesiones en los que cada barrio era representado por uno de éstos. La población Villa Colchagua Sur, por su pequeño tamaño, nunca participó con un carro como tal, sin embargo, muchos de sus residentes participaron en un carro alegórico de la empresa Maggi a la cual pertenecían.


Los viejos como nosotros le vamos a decir la Fiesta de la Primavera, pero eso hace años que se dejó; empezaba con un clásico, un partido entre el liceo y el industrial, lo ganaba siempre el liceo porque tenía hasta sexto de humanidades y el industrial tenía hasta tercero o cuarto, era toda la semana, estaba la fiesta de gala que se hacía en el teatro, la elección y coronación de la reina, el día domingo era desfile por la plaza, de los carros alegóricos; presentaban los barrios, la fábrica incluso algunos años estuvieron presentando unos carros bien buenos, pero después desapareció. Se hizo más o menos hace unos 20 años atrás, no me acuerdo... (Poblador Villa Colchagua)

Jamás vi todo lo que me cuentan mis padres en torno a la Fiesta de la Primavera o los bailes que existían en torno a los barrios, porque eran muy comunes, o el mismo hecho que existía identidad por algunos clubes de fútbol de cada barrio, en cambio, mi generación, que tuvo su infancia en los ‘80, ya no tenía esas tradiciones. Creo que somos la generación más amorfa, porque después el mundo cultural se nos abrió cuando estábamos en la Universidad, a mediados de los 90´. (Investigador San Fernando)

Imagen 9. Nota de prensa sobre la Fiesta de la Primavera. Diario La Región, 18 de Octubre de 1969.

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Las generaciones más jóvenes, que no conocieron estas celebraciones perciben la pérdida de estas tradiciones que tanto identificaron o marcaron a los mayores que sí las conocieron.

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FIESTAS PATRIAS EN EL ESTADIO MUNICIPAL . Muchos destacan también las celebraciones de Fiestas Patrias en el Estadio Municipal de San Fernando, resaltando la alta participación que estas tenían al ser gratuitas y reunir aspectos tradicionales y representativos de la zona. Las diferencian de las celebraciones actuales, con mayor cantidad de celebraciones que requieren el pago para su ingreso, o de las que se realizan en la Plaza de Armas, que si bien son abiertas a la comunidad se caracterizan por el alto consumo de alcohol y un grado mayor de riesgo. PROCESIÓN DE LA VIRGEN DEL CARMEN.

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Otra de las celebraciones destacadas y que aún se mantiene en la comuna refiere a la Procesión de la Virgen del Carmen. Durante el último domingo de septiembre, la comunidad de la Parroquia del Carmen junto a otras parroquias católicas preside el recorrido por las calles de la comuna, en el cual la imagen de la Virgen del Carmen (Patrona de Chile) es acompañada por distintas instituciones (entre ellas el ejército) y una multitud compuesta por miembros de la comuna.

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La que se la hace a la Virgen del Carmen, parece que le llaman el Día del Soldado, de ahí hacen la procesión, este año partió de los Canalistas y llegó a la Parroquia Fernando Rey; la iglesia para Semana Santa, Domingo de Ramos, El Día de la Luz que le llaman. (Pobladora Villa Colchagua Sur) La del Carmen, la procesión que hacen, dan una vuelta por Manso de Velasco y llegan acá... (Poblador Villa Colchagua Sur)

PEREGRINACIÓN A PELEQUÉN. También es destacada la Peregrinación a Pelequén, pueblo ubicado a 122 km. de Santiago, a 41 km. al sureste de Rancagua y a 9 km. al este de Malloa. Esta conmemoración, celebrada hace más de 160 años en nuestro país, se realiza en el mes de agosto y se caracteriza por la asistencia de peregrinos de localidades cercanas a Pelequén y de diversos puntos del país, que acuden a rendirle culto, honor, tributo y pagar mandas a Santa Rosa de Lima, la primera santa de Latinoamérica y considerada sanadora de casos imposibles. Esta conmemoración tuvo su origen durante el S.XIX en una casa particular en la que se adoraba al Niño Dios de Pelequén, cuenta la


leyenda que la familia Riquel tenía una hija llamada Rosa, cuyo enamorado en un momento de ausencia de la joven modificó la figura del Niño Dios hasta convertirlo en un retrato de Rosita. La familia, al darse cuenta de esta transformación, comenzó la devoción por la nueva imagen, denominándola Rosa o Santa Rosa de Pelequén (Plath, 1966).

A ver, las tradiciones no se han perdido mucho, de hecho entre los rituales más importantes, cercano a la parte religiosa, como la festividad de Pelequén, el ir caminando a Pelequén, eso lo encuentro curioso, porque muchas veces, yo mismo que soy bastante lejano a la iglesia… pero sí existe la tradición de ir caminando, la población de San Fernando se va caminando, que son alrededor de 18 km, y más allá que tengas o no “manda”, el hecho de ir sociabilizando tanto con amigos como familiares, del ritual de caminar. (Investigador San Fernando) Antes iba a Pelequén, pero las piernas ya no están muy buenas. (Poblador Villa Colchagua Sur)

PEREGRINACIÓN A ROMA . Otra celebración, también de tipo religioso, que destacan los entrevistados es la Peregrinación a Roma. Realizada el primer domingo de diciembre se caracteriza porque durante la madrugada los feligreses de las parroquias católicas de San Fernando se juntan para llevar en andas a la Virgen del Carmen desde San Fernando hasta la iglesia de la localidad de Roma. Este tramo se extiende por aproximadamente 12 km, y una vez que llega, es celebrada con una misa masiva y un desayuno para los asistentes. Una característica particular de esta conmemoración, a juicio de los entrevistados, es la alta cantidad de huasos que participan en la procesión. Yo fui muchas veces con mi padre a la peregrinación a Roma, él era muy católico, incluso con él hice mucho también el trayecto de San Fernando a Pelequén, pero la trayectoria de San Fernando a Roma es relativamente nueva esa costumbre, que cada vez ha ido creciendo y se mantiene, se hace el primer domingo de diciembre, y es

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Además del fervor religioso que convoca la alta asistencia a esta celebración, también se remarca la socialización comunitaria que se produce al compartir una acción común: una caminata que adquiere un sentido ritual. Sin embargo, algunos vecinos de la Villa, debido a la extensión de la peregrinación desde San Fernando a Pelequén, han dejado de participar en ésta.

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una tradición bonita, porque casi todos los que visten de huaso, se visten bien y se agregan a la procesión, entonces usted puede encontrar unos 200 huasos. (Investigador San Fernando) La otra peregrinación es la que hacen a Roma, ahí estuve yendo hartos años... desde antes de venirme aquí, estuve yendo para allá, está como a 14 km, se lleva una Virgen y se deja allá, y allá lo esperan con desayuno, con una misa en la cancha de fútbol, entran huasos y rodean toda la cancha de huasos que se van acoplando... lindo... (Poblador Villa Colchagua Sur)

PASCUA DE LOS NEGROS.

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Los investigadores de la comuna, especialmente los vinculados al estudio historiográfico, destacan la celebración de la Pascua de Negros. Esta se celebraba el día 6 de enero en la localidad de Roma, inspirada en las antiguas celebraciones de los esclavos negros de la zona (particularmente los esclavos de la Hacienda Los Lingues) desde la época colonial. Durante la celebración tanto los esclavos como los miembros de la comunidad se disfrazaban.

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Esta fiesta ha sido recuperada en su fecha original y adscribiendo a las antiguas tradiciones gracias al trabajo conjunto de la Fundación Margot Loyola de la Universidad Católica de Valparaíso con la I. Municipalidad de San Fernando y al apoyo de los relatos de los vecinos más antiguos de la localidad, quienes entregaron antecedentes sobre la celebración y recordaron sus aspectos característicos11. La tradición fue retomada durante el 2008, como demuestra el siguiente extracto en referencia a la fiesta: Las actividades que se realizaron el pasado sábado tuvieron como eje las celebraciones que hicieron los negros y posteriormente sus descendientes, como la famosa carrera al cerro con antorcha, para después bailar al ritmo de la resbalosa, cuecas y tonadas. Los negros —como era la tradición— se disfrazaban para no ser reconocidos, y entre ellos se comunicaban con dialectos africanos12. Eran ellos

11 / Mayores antecedentes, disponibles en: http://melisa-recorridoporlasextaregion.blogspot.com/2008/01/renace-pascua-de-negros-en-lalocalidad.html 12 / http://melisa-recorridoporlasextaregion.blogspot.com/2008/01/ renace-pascua-de-negros-en-la-localidad.html


Una de las que se perdieron era la Pascua de los Negros, era una fiesta pagana que se hacía en Roma y que estaba basado en los esclavos que quedaron después de la independencia, los esclavos negros que quedaron por ahí en algunos fundos, entonces, como ellos eran los sirvientes, y obviamente en las fiestas de fin de año ellos tenían que trabajar y servirles al patrón, entonces los patrones para evangelizarlos, hacerlos más cristianos, porque sus costumbres paganas son de raíces africanas, les inventaron la Pascua de los Negros, no sé qué día de enero es, entonces ahí ellos hacían sus fiestas, esa fiesta la ha recuperado bastante Margot Loyola, Osvaldo Cádiz, y se ha estado haciendo estos últimos años acá, 4 o 5 años, donde los negros se disfrazaban, como eran extremadamente pobres se disfrazaban con vestimentas de papeles, con papel de volantín hacían sus máscaras, hacían fonda y bailaban, se emborrachaban, para que no los identificaran se usaban unas capuchas, unas máscaras, y el vino lo tomaban con bombilla para no romper la máscara, usaban por abajo el mate con bombilla. Eso está rescatado por Margot Loyola. (Investigador San Fernando)

TRADICIONES EXTINTAS. Junto a las anteriormente mencionadas, los investigadores entrevistados destacan algunas celebraciones tradicionales de la comuna o localidades cercanas, que han desaparecido. Entre éstas, destaca la Fiesta de la Challa, realizada en el S.XIX y consistente en lanzar papeles en forma festiva y las corridas de toros, realizadas hasta 1891. Aquí en San Fernando, dado que trabajé mucho el S.XIX, a mí me llama mucho la atención que hasta comienzos del S.XX se conmemoró la “Fiesta de la Challa”, no recuerdo si en Enero o en un mes primavera, que en algún momento, muy parecido a los carnavales medievales, durante algunos días se hacían fiestas públicas, donde participaba toda la población... se terminaron porque... la fiesta consistía en que tenías que lanzar papeles o algún otro elemento, en forma festiva para compartir, pero qué pasaba, las clases bajas utilizaban hojas podridas o basura para lanzárselas a las niñas de la clase alta, entonces la clase alta trató de reprimirla y eliminarla. (Investigador San Fernando) Las corridas de toro, que fueron prohibidas durante el gobierno de O’Higgins, la dictadura de O’Higgins, pero acá en San Fernando tengo el registro de hasta 1891, la última

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los que armaban literalmente la fiesta, ofreciendo chicha en mate a los visitantes.

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corrida de toros, por lo tanto eran bastante normales durante todo el S.XIX acá en San Fernando, y curiosamente, la que tengo registrada era una corrida de toros que se hizo en beneficio de la Iglesia, la organizaba el mismo párroco, entonces es algo que, a pesar de haber estado prohibido, no era tal. (Investigador San Fernando)

CANTO A LO HUMANO Y LO DIVINO.

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Otra tradición que coinciden está en peligro de extinción es el canto a lo humano y lo divino. Esta tradición poética campesina (canto a lo pueta) consiste en entonar poesías, de corte profano o religioso (respectivamente), acompañados por una guitarra, rabel o guitarrón chileno. Originado ya en el s.XV, se consolida como poesía popular y rural en el s. XVIII (Uribe, 1974). Constituidos por versos tradicionales en décimas, los cantos a lo divino se componen de fundamentos entre los que se cuentan: por nacimiento, por padecimiento, por la virgen o por la madre, por la creación, entre otros (Fuentes, s/n). Ambas manifestaciones poéticas son características en otras celebraciones de tipo tradicional como los velorios de angelitos, vigilias, novenas, entre otros.

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Otra tradición, que creo se está extinguiendo y habría que recuperarla, es el Canto a lo Divino y a lo Humano, que se hacía para ciertas fiestas, las Cármenes, ahora mismo en Litueche para la fiesta de la Señora del Rosario, la noche antes se canta a lo divino y a lo humano. Ahora no sólo le cantan a los angelitos, sino también a los adultos, en la costa, yo tengo grabado lo que le cantaron a mi suegro años atrás, llegaron los vecinos y le cantaron a mi suegro fallecido. (Investigador San Fernando) Echo de menos la valoración al folclore campesino, como la Paya o el Canto a lo Humano, antes se veía más, ya se ha ido cada vez más diluyendo. (Investigador San Fernando) En la ceremonia de los angelitos normalmente muere un niño, le arman algo que lo proteja, el lugar donde murió el niño, con velas, hay varios sectores de San Fernando… (Antiguo residente vinculado al Sector Estadio Valderrama)

COMPETENCIAS BARRIALES. Otra de las tradiciones relevantes en la comuna refiere a las diversas competencias barriales realizadas. Entre éstas, destaca el ya mencionado Campeonato de los Barrios en que los equipos de cada


Imagen 10. Fotografía periódico, Equipo Guadalupe. Diario La Región.

Imagen 11. Nota de prensa Fútbol de los Barrios. Diario La Región.

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barrio o institución competían semanalmente, generando gran expectación y alta asistencia en el Estadio Valderrama. La alta importancia atribuida a estas competencias se remarca en la fuerte presencia en el diario regional “La Región” (actualmente conocido como VI Sexta Región), en que semanalmente se presentaban notas

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de prensa destacando los partidos a jugar o detallando alguna situación particular vivida por el equipo o por algún jugador.

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Otra de las competencias importantes era el torneo de Box Barrial. En la comuna, el “Maucho”, apodo con el que era conocido Samuel Martínez, fue un reconocido entrenador de miembros de la selección de boxeo de San Fernando.

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Imagen 12. Campeonato de Box de los barrios. Diario La Región, “Enrique Pérez se prepara con el ‘Maucho’ (Samuel Martínez) para subir al ring el sábado en el Cubierto, defendiendo a la selección de San Fernando”.

Imagen 13. Nota de prensa de campeonato de Box de los Barrios, diario La Región.


Imagen 14. Nota de prensa de Campeonato Oficial de Rayuela, diario La Región.

Dentro de los campeonatos comunales era común también la celebración del Campeonato de Rayuela, en que participaban los distintos clubes de San Fernando. V ÍA CRUCIS. Al interior de la villa, se reconoce que durante un período de tiempo, debido a un párroco cercano, se celebraba el Vía Crucis, durante la Semana Santa. En esa ocasión, todas las casas se preocupaban por elaborar su altar, surgiendo además una suerte de competencia festiva por desarrollar el mejor altar. Además, se desarrollaba una procesión que transitaba por la población. Acá todos los años teníamos un Vía Crucis para Semana Santa, en esta población, y cada vecino hacía su altar, pero se perdió, hace como 4 años ya, era bonito porque uno en la tarde ya estaba preparando su altar. Servía de actividad para la gente, salía de lo común. Yo tenía un tío enfermito, lo sacábamos a la puerta para que viera pasar la procesión. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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Aquí en San Fernando nadie sabe que existe un técnico de Boxeo, nadie sabe, nadie se entera que uno hace cursos, que uno va a Santiago, pagado por mí y por la Asociación de Boxeo, y uno pide ayuda y nadie... Además he sido varias veces el mejor técnico de Chile en el campeonato nacional, eso no lo saben... (Antiguo residente sector Estadio Valderrama)

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Personajes típicos Otro ámbito en que se vivencian las tradiciones populares, lo constituyen los personajes típicos de la comuna, y especialmente de la población Villa Colchagua Sur. Uno de los más característicos es don Raúl León, cantor popular y componedor de huesos, también conocido como “Hacha Brava”. Según cuenta el mito popular sobre el aprendizaje de este tradicional oficio, éste se habría dado luego de asistir a una charla de la Asociación Chilena de Seguridad que se realizaba en el Hospital del Trabajador en Santiago, y mirar un cartel con el detalle de todos los huesos por 15 minutos. En ese lapso de tiempo se los habría aprendido. Hacha Brava, en cambio, señala que el dominio en la composición de huesos es producto de un “don”.

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Hay un señor acá que lo van a buscar para cantar, que es un señor que compone los huesitos, torcidas, dolor, un hueso mal colocado, Raúl León es su nombre, yo no lo he escuchado, pero lo buscan, ahora tiene un viaje a Puerto Montt, lo vinieron a buscar. Hace poco supe que él hace esas cosas. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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No, Dios me lo dio, un don que vino de no sé dónde... de arriba, y ese don allá me enseñaron harto, el Doctor Sánchez y el Doctor Salo, y les expliqué yo que quería aprender los huesos, me dijo “aquí está, aquí tiene los esqueletos, el esqueleto de la mujer, y vaya contando las piezas”, y sé cuántas piezas tiene el esqueleto del hombre y de la mujer, uno tiene 206 huesos que se compone el cuerpo humano, y la mujer 207 porque tiene una costilla más, donde guarda su guagua. Esa es la respuesta no tengo más. (Poblador Villa Colchagua Sur)

Este hombre, personaje típico de la población, tiene una canción propia, elaborada junto a un compañero de trabajo. Reconocido en la Villa por sus cantares, es también conocido en San Fernando e invitado a cantar su tema en cuanta celebración se encuentre presente.


Imagen 15. Raúl León, también conocido como Hacha Brava

Hacha Brava (Escrita por Óscar Becerra y Raúl León,

Me llaman el Hacha Brava Mi nombre es Raúl León, Llevo 17 años trabajando en fabricación. Me dicen que soy borracho, También un picotón Y tomo hasta reventarme, Y sufro digestión. Hacha Brava, Hacha Brava me llamo yo. Hacha Brava, Ese soy yo. Donde la Marita paso, A tomarme el picotón. Donde Rubén no paso, Porque le debo un botellón.

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compañeros de trabajo de la fábrica Maggi)

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Me dicen que soy fortacho, También se lo demostré. Junto a Urbano Núñez, más de 100 kilos me eché. Hacha Brava, Hacha Brava me llamo yo. Hacha brava, Ese soy yo. Me dicen que soy cimero, También yo cocinero. Me dicen fabulero, Y también yo pistolero. Hacha Brava, Hacha Brava me llamo yo.

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Hacha Brava,

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Ese soy yo.

Además, también es conocido por su recitación de poemas tradicionales, que como reconoce aprendió en su época de estudiante. A continuación, un ejemplo de una rima popular. Poema Desde mi rancho querido, A la ciudad he venido, A ponerme a tomar, Con el bolsillo pela’o Pero de amigos rodea’o Un litro nunca me ha de faltar.


Buen daño lo que son las cosas, En la calle nos juntamos, Tres huacheros encacha’os Timoteo, Pancracio y Sabino, Y a la cantina nos fuimos, A saborear el litra’o. Pero de mujeres buenas chiquillos, Salieron las de tenerme. Y con cara ‘e perro que le dije: “la mujer se queda en la casa, Haciendo el puchero y potaje, Aunque llegue como llegase”. Está muy humilde, Que su viejita a la cocina fue a llorar. Los cabros gritaban de hambre, La madre llorando, Sabino. Y el perro recontra encacha’o, Saboreando el mejor vinagre del vino. Apero, estoy pobre como una cabra, No tengo rancho ni ropas, Sólo tengo la de cabros que me estrujan, ¡Dios que enoja! El trabajo mío es muy honrado Gano diez chupes a día, Porque sólo tengo pa’l litrea’o

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Para esperar al marido,

Porque nadie regala ni fía.

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Por la Villa también han circulado una serie de personajes que se han vuelto característicos y han formado parte del imaginario común construido en torno a la población. Se destacan así algunos vendedores ambulantes o recolectores, que por alguna característica particular se hicieron reconocidos y hoy son recordados por los vecinos. Así por ejemplo, algunos personajes asociados a rasgos de alguna manera más tétricos, causaban gran impresión, especialmente entre los niños de la Villa y son recordados mayoritariamente por las mujeres de la población. Cuando nos vinimos acá, estaba todo abierto, y el nochero que tenía la constructora siguió aquí, rondaba toda la población, con una manta de castilla, negro, y yo tenía dos perros que no eran bravos, pero sí cuidaban la casa, recorrían la población y se les tiraban a los desconocidos, a este caballero siempre se les tiraban, parecía fantasma. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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Cuando recién llegamos a esta villa, recuerdo que la luminaria era bien pobre, entonces cuando llovía pasaba el Motemei, y tenían como un grito típico, que a mi hijo le asustaba mucho, y sentía: “Motemeeeiii”, y salía y se escondía porque le daba terror, como era de noche, la iluminación era mala, era como tétrico para él. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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Igual que los días de invierno, cuando pasaba el “Motemei”, a las seis, siete de la tarde pasaba gritando el Motemei con un canastito, esas cosas ya no se ven. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

Otros personajes típicos se identificaban por la venta o compra de productos de carácter tradicional, facilitando con ello el acceso a los vecinos de la Villa. En su mayoría, esos personajes característicos ya no están, y en la actualidad, como señalan los habitantes de la población, son escasos los vendedores que transitan por sus pasajes. El personaje típico “el Mascaíta”, era un caballero que vivía en la esquina de allá, pasaba todos los días vendiendo quesos, lechuga, pasto trébol para los conejos, todos lo conocíamos por “Mascaíta”, era uno de los abastecedores que teníamos porque nos quedaba lejos la feria, y todo a pie, nade tenía vehículo, y él pasaba, de repente, los burros de Mascaíta se comían las flores, todo de los patios. (Pobladora Villa Colchagua Sur) También pasaba un carrito de Soprole, vendiendo yogur, en ese tiempo se hacía yogur de pajarito, todos esperando;


el algodón de azúcar también se perdió. Los Chinchineros sí han vuelto, han venido aquí en la plaza. (Pobladora Villa Colchagua Sur) Eso pasaba por aquí, el otro, un viejito de cuando recién llegamos, que andaba en una carreta y que compraba huesos y fierros, porque antes era muy típico, los huesos de la cazuela, el pernil, todas esas cosas, no sé por qué las compraba ese viejito, y gritaba: “compro fierros, compro huesos”. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

Asimismo, recuerdan algunos personajes que eran más típicos, siendo reconocidos en todo San Fernando o en las localidades aledañas; entre ellos destacan lo siguiente:

Lo otro son las “Burritas”, el domingo vimos seis burritas que iban para Pichilemu, en Santa Cruz había un rally, una competencia, en la esquina de Cancha Rayada; Reveco tiene una Burrita de años, y a veces él sale al centro de su Burrita. Eso debería volver, esas cosas hacen falta en San Fernando. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

Mitos populares Al hacer memoria, los entrevistados rescatan ciertos mitos populares asociados tanto a la población, como a la comuna de San Fernando o sus alrededores. De esta forma, existen algunos mitos vinculados a hechos sobrenaturales ocurridos en la Villa; se habla de una casa con un naranjo embrujado, y de otra en que se han sentido ruidos inexplicables. Resulta significativo que estos hechos, tal como el recuerdo de los personajes típicos, surja del recuerdo de las mujeres pobladoras. Yo tenía unos vecinos que vendieron su casa, se fueron a Requínoa, la señora estaba muy impresionada por lo que pasaba en su casa de noche, a ella le empujaban las puertas, las ventanas, una vez dice que ella estaba sentada sola, le golpeaban tanto las ventanas, le abrieron las

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De antes, personajes típicos, por ejemplo con los títeres, los Ferrari, que ya no existen, el Pepito, que era un personaje que vivía en Roma, que era un poquito enfermo, pero era típico de acá, todo el mundo lo veía, de hecho en la gobernación y en el parque hay retratos de él, pero no hacía nada destacable, era él... (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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puertas, ella pensaba que era algo anormal, dice que una vez excavaron ahí para hacer un pozo de taller, y dice que salían huesos grandes, no de animales, y pensaba que eran personas humanas sepultadas ahí; y los vecinos de ahora están en lo mismo, hicieron un segundo piso, sienten golpes en las ventanas, se asustan mucho, y eso sigue ahí, es ahí, en otra parte que yo sepa, no. (Pobladora Villa Colchagua Sur) Yo escuché que de la casa de la esquina una vez se quemó, hubo un incendio en esa casa, y decían que ahí siempre se aparecían cosas, y los niños chicos igual andaban con eso, pero esos eran los comentarios no más... el naranjo quemado, después falleció la mamá y estaban los niños chicos, y esas casa nunca se ha regado, está súper fea, decían que en el naranjo se aparecían llamas y cosas. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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Aquí en la casa de las esquina, una grande que hay, ahí había un naranjo que estaba quemado, y ahí penaban, era conocido, siempre en la noche aparecían luces, metían bulla, hasta que arrancaron el naranjo, de raíz, y no se ha sabido más. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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Respecto a ciertas leyendas o mitos asociados a la comuna, éstos surgen de los personajes de mayor edad, antiguos residentes vinculados al Sector Estadio Valderrama. Así, se recuerdan ciertos relatos que indican la existencia de un túnel secreto que unía la Iglesia de San Francisco y un museo, o se plantea la incógnita respecto a un castillo camino a Pichilemu, cuyo origen se desconoce. Hay una iglesia aquí que es sumamente antigua, la Iglesia de San Francisco, y ahí está en reparaciones hace mucho tiempo, pero parece que hay que echarla abajo no más, no hay otra alternativa lamentablemente, se habla mucho de esa iglesia, cuando nosotros éramos alumnos en el Liceo se decía que, y se sigue diciendo, que habría habido un túnel en la época de la Reconquista, entre la Iglesia de San Francisco y el museo que está allá en Manso de Velasco al fondo, un túnel, yo no lo creo mucho, pero eso tiene un valor, puede ser cierto. (Antiguo residente vinculado al Sector Estadio Valderrama) A ver, son cosas que en la actualidad no existen... pero si usted camina por la carretera que va a Pichilemu, a 3 o 4 km, casi al medio del río hay un castillo, no se sabe quién lo hizo ni quién es el dueño actualmente, subsiste, y ahí está; y había otro para el lado de Montenegro, en las peñas, en las mismas condiciones, pero a ese se lo llevó el agua. (Antiguo residente vinculado al Sector Estadio Valderrama)


Destaca también el recuerdo de una residente de la Villa sobre un héroe desconocido, un trabajador de la planta de ENAP (Empresa Nacional del Petróleo) que ante un escape de gas se inmoló para evitar una explosión mayor que hubiera causado la destrucción de San Fernando. Este mártir de la comuna posee una placa en la planta de ENAP y se planeaba la construcción de una estatua en la comuna, situación que aún no se ha concretado. Yo estaba recién casada, el año ‘66 me parece, que hubo un escape de gas allá arriba en la ENAP, y un trabajador fue, cerró la llave y murió, se quemó completo… se sacrificó por San Fernando, porque si hubiera estallado toda la ENAP, San Fernando no existiría, o por lo menos sería otra cosa... fue un hecho real, fue el año ‘66, y se iba a hacer un monumento a ese joven y todo quedó en la intención, porque no se hizo nunca nada, no sé si en la ENAP habrá algo, pero público, no. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

La percepción de los habitantes de la comuna entrevistados respecto a su identidad remarca una configuración identitaria elaborada a partir de elementos materiales y simbólicos que consideran tradicionales, y que darían cuerpo a las características que los definen como habitantes de la comuna y de la población, respectivamente. IDENTIDAD DE SAN FERNANDO. A juicio de los entrevistados, especialmente de los investigadores de la historia y tradiciones de San Fernando, la identidad de la zona se vincula principalmente al mundo campesino, al huaso, a los caballos y la herradura. Así, la identidad se encontraría fuertemente asociada a la agricultura, y últimamente a la agroindustria (reflejada en plantas industriales como Maggi, por ejemplo). Como destacan, San Fernando se caracteriza por cobijar a distintos tipos de trabajadores, generando un clima de multiculturalidad que se vuelve más proclive debido a que la comuna conjuga importantes vías de acceso a distintos sectores de la provincia de Colchagua, lo que antaño la hizo ser el epicentro del Camino Real Colonial. La identidad de San Fernando, somos un pueblo multicultural, porque en San Fernando, usted ve integrado: parta-

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Identidad

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mos por el personaje típico, que todos se lo adueñan de Arica a Punta Arenas: el huaso. Para mí el huaso de la zona central, sus raíces están en la cultura Mapuche, está el mestizaje que significa el huaso de la zona, pero aquí según la geografía, yo podría clasificar en: El Huaso Cordillerano, que es el arriero, que por temporada, “las veranadas” que llaman ellos, va todavía, cada vez menos eso sí, va con su ganado a la cordillera, para mí ése es el huaso 100%, vive de ese trabajo, es buen jinete, se maneja con sus caballos, sus perros. Después viene el “Huaso Central”, el de valle, ahí yo haría dos categorías: el “Huaso de Rodeo”, de categoría, que es el patrón, que llega en camioneta último modelo al recinto y practica el rodeo como un deporte, donde él se disfraza de huaso; pero también está el “Campesino Neto”, el hombre que trabaja en el campo, que ahora usa más tecnología, usa más tractor, maquinaria, ya no lo ve uno con ojotas, chupalla. Además está el “Huaso Costino”, que también por sus características geográficas ello son más de ganado menor, crían ovejas, cabros, poco vacuno. Entonces, en San Fernando tenemos el Huaso Arriero, o Cordilleranos, y el Huaso de Valle, pero también tenemos al Obrero, puede ser de origen rural, pero el hombre que llegó a trabajar a San Fernando a sus industrias, ahí ya dejó de ser huaso, yo digo el obrero de overol, que está presto a los servicios, técnico, mecánico, de la industria. También está el Empleado Público, el hombre de cuello y corbata, las mujeres que vienen a trabajar de nanas, en distintos trabajos, agroindustria, servicios y también en San Fernando… (Investigador San Fernando).

Otro de los aspectos que para los entrevistados, tanto para los pobladores de la Villa como para los investigadores, que es un componente fundamental de la identidad de San Fernando, es el patrimonio material de la comuna. Así, destacan construcciones coloniales que son monumentos nacionales y que reflejan la raigambre colonial y tradicional de la comuna. Desde el punto de vista de los edificios antiguos, aquí está el Liceo de Hombres Neandro Schilling, el antiguo es muy hermoso, eso debe tener unos 150-160 años. (Poblador Villa Colchagua Sur) Para empezar, el Patrimonio Cultural, el Liceo de Hombres por ejemplo, el Museo Lircunlauta, que era una casa muy antigua, patrimonio cultural de aquí de San Fernando. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

También perciben que, a pesar de la relevancia de los múltiples monumentos, edificios históricos o incluso calles adoquinadas a la antigua usanza, no se les ha dado el trato correspondiente, encontrándose muchos de ellos mal mantenidos y/o en abandono.


El otro caso de abandono, es el museo mismo, si usted va y recurre el frontis del museo, se ve que la parte sur está en un lamentable deterioro, si usted ingresa al museo... de partida no está abierto al público porque está en un semi-abandono vergonzoso, y el Liceo de Hombres, otro Monumento Histórico, está en una situación muy preocupante, pese a que se han ganado proyectos para que se restaurara, lamentablemente no se ve en la práctica la inversión de esas platas. Por ahí, quien puede aclarar esas cosas son Monumentos Nacionales en Rancagua. El único Monumento Histórico que está bien, es la Iglesia del Hospital y la Iglesia de San Francisco, que hay que hacerle otra restauración más. En cuanto a otros monumentos como la Huella del Dinosaurio, hay cero preocupación, ni de los comerciantes, ni de las Termas del Flaco, ni acá. “La Casa Pintada de Tinguiririca”, que es un lugar histórico, está totalmente sin ningún tipo de resguardo, entre otros lugares arqueológicos, entonces ésa es la parte triste y preocupante en cuanto al patrimonio cultural material, hay que preocuparse mucho más. (Investigador San Fernando). A mí me gustaría que la municipalidad reconociera las calles de San Fernando, aquí hay una calle que no la han tomado en cuenta, hay una sola calle que todavía tienen empedrado…Tres Montes, al llegar a la línea, es la única cuadra que está quedando, había otra en Juan Jiménez, pero esa ya la pavimentaron, es lo único que va quedando en San Fernando de lo antiguo, a mí me daría satisfacción antes de morirme que la municipalidad no la pavimentara, sino que la empedrara como corresponde, dejarle una de esas partes coloniales que tenía San Fernando, mantenerla como se mantiene en otras ciudades... volver a empedrar, no creo que sería tan costoso. (Poblador Villa Colchagua Sur)

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En lo que estamos mal, en el cuidado y preservación del patrimonio cultural material, llámese Monumentos Nacionales, el grupo que yo fundé con otros amigos, que nos dedicamos por años a rescatar, proteger, restaurar los monumentos históricos de San Fernando, lamentablemente ahora están en un preocupante abandono, porque ahora que no tenemos grupo, las autoridades locales “no están ni ahí”, especialmente la autoridad local que más le corresponde hacer esto, la Municipalidad de San Fernando, llámese alcalde y concejales, en eso yo profundizo en algo increíble como fue restaurar una locomotora a vapor, que la rescatamos con el museo, no se pudo llevar al museo por problemas de plata, la restauramos en este liceo, se le fabricaron más de 150 piezas, profesores de acá, de taller mecánico, con ferroviarios, con gente que puso dinero... esa está perdida, después de haber prestado servicio al Tren del Vino. (Investigador San Fernando)

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Junto con los elementos del patrimonio material, también destacan aspectos pertenecientes al patrimonio inmaterial, como son los juegos típicos, como la rayuela, el emboque o el folclore característico de la zona. Y por ejemplo cuando hacen fiestas de folclore, también encuentro que es patrimonio cultural, las cuecas, todo lo que se hace en todo el país, es cultura, no solamente los edificios, los concursos de cueca, los mil pañuelos al viento...también es algo que se instaló en San Fernando. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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En términos urbanos, los investigadores plantean que San Fernando es una ciudad atípica. La existencia de la línea férrea divide a la comuna en dos, cortando dos de las avenidas principales y dejando a sectores de la comuna prácticamente aislados del centro. Por otra parte, la primacía de la Plaza de Armas como punto de reunión, también la diferencia radicalmente de otras ciudades capitales provinciales. Estos rasgos darían cuenta de un carácter eminentemente tradicional que también se reflejaría en la forma de ser del san fernandino.

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Hasta en la parte urbana es una ciudad atípica, que representa parte de la identidad, el centro de San Fernando está separado por la línea férrea, somos la única ciudad que está dividida completamente, además ésta línea férrea la cruzan dos avenidas, que son Manuel Rodríguez y Manso de Velasco, por tanto tú tienes sectores de la ciudad que están completamente aislados, por lo tanto, ni siquiera hay una conexión urbana propia de una ciudad moderna, cada vez los barrios se han ido cerrando. (Investigador San Fernando) San Fernando en una ciudad súper diferente al resto, primero es una sociedad muy tradicional, es curiosa, imagínate que todavía tiene valor la plaza pública, la plaza como evento como centro de reunión, en la plaza siempre hay gente, mucha gente, los eventos más importantes, como las fondas, son realizados en la misma plaza, cosa que habitualmente, todo este tipo de eventos son alejados de las plazas, además nosotros somos una ciudad en la cual todavía no existen malls o grandes emplazamientos de comercio, todavía la ciudadanía hace sus eventos en torno a la plaza, y va a pasear a la plaza, en cambio si viajo a Curicó o Rancagua, son ciudades próximas donde están los lugares en los cuales se concentra la ciudadanía, y que son centros comerciales. Por lo tanto, todavía seguimos siendo una sociedad tradicional, además que siempre la ciudadanía, la población, representa rasgos bastante fuertes contra la modernización; acá si tú llegas con cierta


idea distinta, eres poco bien visto, cuesta para insertar nuevas ideas foráneas; son círculos bastantes cerrados, creo que San Fernando es una de las pocas ciudades que todavía tiene rasgos bastante tradicionales. (Investigador San Fernando)

Los entrevistados más vinculados al mundo cultural coinciden en que es alta la potencialidad de la zona de Colchagua, y de la comuna en particular; situación que puede ser más aprovechada para fomentar el turismo local y potenciarlo como polo de desarrollo de la región.

Imagen 16. Plaza de Armas de San Fernando esta casa, en cuanto a los recursos naturales, históricos, arqueológicos... nuestra casa está desordenada, entonces se requiere ordenarla un poco para hacerla más sustentable, tener una gastronomía, hay que tener una serie de cosas que uno tiene que ofrecer a un turista para que se vaya con una buena idea, la comente y se multiplique en cuanto al número de visitantes, lo que produce una gran sinergia porque el tipo que atiende bien a las personas, que les da comida, tiene que abastecerse de buenos productos, de buen personal, de su crecimiento en general. (Investigador San Fernando) Hay que potenciar, preocuparse más urgente del patrimonio cultural tanto material como inmaterial, y natural también, y para ello es fundamental la educación formal e informal. (Investigador San Fernando)

A pesar de estas falencias, en general coinciden en destacar un aura particular en la comuna, ciertos elementos tradicionales que

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El turismo mejora la calidad de vida de las personas, nos obliga a vivir más limpiamente, porque si queremos que alguien venga a visitarnos, ordenamos la casa, y

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le dan un carácter inigualable a la zona y que propician el cariño de los habitantes de su comuna. De San Fernando se habla muy mal… que no tiene sabor a nada… esas cosas yo las he escuchado, entre gente amiga por ahí, pero hay una cosa que es curiosa, la gente que ha vivido en San Fernando, se han ido de acá de la ciudad, gente que no es de San Fernando pero ha vivido acá, y después de 2 ó 3 años han vuelto a vivir a San Fernando, ¿por qué? no sé, algo tira... y hay gente que por nada del mundo saldría de acá, por nada del mundo. Algo hay ahí que tal vez no tendría explicación. (Antiguo residente Sector Estadio Valderrama)

IDENTIDAD DE LA POBLACIÓN VILLA COLCHAGUA SUR.

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La autopercepción de los habitantes de la Villa respecto a su identidad está fuertemente marcada por su ubicación en San Fernando y la situación de aislamiento percibida. La línea férrea actúa como un eje de división de la comuna. Es un sector abandonado, sin iluminación nocturna y propicio para el delito, donde se han producido situaciones complejas.

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Si bien la Villa Colchagua Sur se emplaza en las cercanías del centro, al ubicarse en la zona de la salida sur de San Fernando y bordeando el sector ferroviario, remarca una situación de cierto aislamiento. Situación que se observa también en la ausencia de locomoción, lo que implica la salida a las vías principales de la comuna para trasladarse. Asimismo, se han vivido dificultades en cuanto a la urbanización de la Villa y se ha generado una cierta desvinculación respecto al circuito cultural y las actividades desarrolladas en la comuna. La Villa entonces emerge como una suerte de espacio privado o mundo particular, con dinámicas propias que a juicio de los vecinos los distinguen de otros sectores, caracterizándola como un lugar tranquilo, aislado, silencioso (debido al escaso tránsito vehicular) sin delincuencia y muy acotado a sus habitantes. Yo definiría acá como un rinconcito de la tranquilidad para vivir, porque aquí no pasan autos, vienen los que vienen a un lugar y los nuestros, estamos aisladitos acá…Me siento una parte total de la villa, porque aquí se ha forjado la mayor parte de mi vida, sí, me siento parte, me siento como familia de todos, no estamos todos los días de la mano, pero nos vemos, nos saludamos y uno siente el cariño y ahí estamos. (Pobladora Villa Colchagua Sur) La describiría como una villa tranquila, sin problemas, o


sea, problemas de adelanto todavía tiene que tener, tenemos un problema que nunca nos va a solucionar, la calle que da al estadio no tiene solución, está sin pavimentar, la caseta de ferrocarriles está toda destruida, donde pasó el problema con una niña... allá ese sector queda más solo. (Poblador Villa Colchagua Sur)

La presencia de una discoteque cercana se presenta como un factor de disrupción a este ámbito de tranquilidad, generando ruidos molestos que los afectan desde hace cerca de 10 años, y que han motivado medidas en conjunto para intentar su cierre o la mitigación del alto ruido generado. Este polo nocturno también los ha afectado por la presencia de jóvenes en estado de ebriedad que pernoctan o transitan en la plaza o en la parte trasera de la sede vecinal. La disco ha tirado para abajo esta población. (Pobladora Villa Colchagua Sur) El único problema que tenemos es la disco que está atrás allá en el servicentro, eso nos amarga la vida, porque en la noche no deja dormir. Esa fue otra pelea grande, logramos clausurar como 3 meses esa disco, incluso ahí hicimos participar a la gente de los departamentos, la gente de allá enfrente, pero de alguna u otra manera salió otra vez. Ya lleva como 7 años, ahora me hice adicto al Amprazolam, día viernes y sábado para poder dormir. Si tocaran un tango o un bolero, pero...” (Poblador Villa Colchagua Sur)

Transformaciones en la identidad A pesar de la percepción de investigadores y residentes de la población sobre las características identitarias de la comuna, los entrevistados plantean que esta cultura campesina está en constante cambio y transformación, de acuerdo a las contingencias y nuevas situaciones de vida. En este punto, a su juicio, cobra especial relevancia la pregunta por la identidad y por la permanencia de las

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Yo creo que todos los barrios ligados a una línea de tren tenemos esa idiosincrasia, esa percepción, y a la Villa Colchagua le pasa lo mismo, porque también está gestada alrededor de la línea del tren y alrededor de la cancha que es el Valderrama, pero quizás es la percepción de que... eso me pasa, desde niño... era un barrio tranquilo, muy de pocas familias, lo que sí, como muy cerrado, la conectividad te marca mucho; para nosotros era pasado la línea, como detrás del muro, además lo único que nos une es el centro, como pertenecer a San Fernando, al lado, pero separado; la parte que uno siente más cercano es el Valderrama” (Investigador San Fernando)

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tradiciones en la época de la globalización, en que las antiguas tradiciones comienzan a verse mermadas por nuevas celebraciones importadas. Ahora, estamos en un mundo globalizado, donde estamos compitiendo con fiestas como Halloween que llega fuerte, contra un San Juan que tenemos que repotenciar. San Juan es nuestro, vamos a los cementerios con los chiquillos, tiramos las papas debajo de la mesa, entonces tenemos que competir con Halloween, contra un viejo pascuero, tenemos el pesebre versus el viejo pascuero que es el patrono del consumismo, esa situación... para mi es importante nuestra identidad, si la perdemos vamos a ser un satélite o una mala imitación del hemisferio norte. (Investigador San Fernando)

Algunos vecinos también coinciden en este punto, manifestando su desacuerdo con las celebraciones de Halloween que se han desarrollado los últimos años en la Villa. Otros en cambio, lo perciben como un reforzamiento a la cultura de la comunidad que propicia los lazos entre los vecinos en beneficio de los más pequeños.

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Ahora que se está uniendo más a los niños en torno a las fiestas, es una cultura que se está instalando aquí en la población, se les hace algo a los niños para Halloween, para la Pascua, ahora para el 18 también, entonces es algo más cultural que se está empezando a instalar en la población. (Poblador Villa Colchagua Sur).

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Cap铆tulo 6

Participaci贸n comunitaria

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Participación comunitaria Una historia de acciones colectivas La población cuenta con una organización formal creada desde los inicios de la Villa. Así, se formó un Comité Vecinal presidido por una directiva vecinal, cuyo presidente se ha mantenido en el cargo durante todos estos años. Éste cuenta con la confianza y simpatía de sus vecinos, situación por la que es reelecto, pero que se conjuga además por el escaso de interés de asumir un rol más participativo entre los vecinos.

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En general, se cuenta con una amplia participación en las reuniones que se organizan al momento de tomar alguna decisión importante o de planificar el desarrollo de ciertas actividades comunitarias; sin embargo, como coinciden los propios vecinos, se delegan las funciones más proactivas a los miembros de la dirección, participando el resto de un modo más pasivo.

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Lo que destacan algunos dirigentes es la alta participación y capacidad para ponerse de acuerdo en torno temas importantes que les competen a todos, especialmente cuanto esto implica algún beneficio tangible. Es que si llamamos a alguna reunión es para postular a algún beneficio, por ejemplo, lo de las alarmas, no costaba nada, había que ir a las reuniones, la disolución de la cooperativa, había que pedir certificados de matrimonio, si estaban separados, con o sin separación de bienes, y las firmas, todo había que conseguirlo, casa por casa. (Poblador Villa Colchagua Sur)

Actualmente, se han integrado vecinos de la 2° generación a la directiva (hijos de los fundadores), quienes han buscado inyectar mayor vitalidad y movilizar la asociatividad entre los vecinos, desarrollando actividades pensadas especialmente para los niños de la Villa. La idea de esta directiva, es realizar eventos siempre, para todas fechas especiales, como el día de la madre, que se puede hacer un show, una rosa a la mamá. (Pobladora Villa Colchagua Sur) El presidente que está ahora es movido, el viejito se mueve, pero no lo ayudaban mucho los que estaban antes. (Pobladora Villa Colchagua Sur)


La llegada de miembros más jóvenes ha revitalizado el desarrollo de iniciativas comunitarias, pues justamente una de las razones que arguyen los mayores por su menor dedicación, es el cansancio debido a su edad o la falta de energía para los múltiples desplazamientos que requiere una labor de participación activa. Ya me dedico a esto no más, incluso hubo un tiempo en que tenía dificultades para ir a reuniones en la municipalidad, estaba mal de la rodilla, tengo harta actividad, porque de repente me convidan para actividades de la municipalidad, carabineros todos los meses organizan reunión informativa... trato de ir a todas, me gusta. (Poblador Villa Colchagua Sur) Tenemos una directiva, hasta hoy día tenemos reuniones a veces, algún papel, algún trámite… yo pertenecí un tiempo, pero mucho trámite, no servía para eso. Hace poco eligieron una directiva nueva, tienen más entusiasmo porque son jóvenes, de los hijos mismos de uno, tienen más energía, y uno qué... no está pa’ esos trotes… (Poblador Villa Colchagua Sur) Así hemos hechos hartas cosas, ahora ya no tantas, que estamos todos tan viejos, los huesos, la cuestión... (Pobladora Villa Colchagua Sur)

En general, los miembros de la población que han realizado una participación más activa en la comunidad también presentan un historial de participación en otras organizaciones y/o actividades, ya sea de tipo deportivo, político o cultural.

El centro común de encuentro lo constituye la sede vecinal. Como mencionamos, ésta se logró gracias a la movilización de los vecinos por un objetivo común, con el apoyo de la municipalidad. La infraestructura, luego del terremoto del año 2010 y del desvalijamiento constante del que fue víctima algunos años al no contar con un cierre de su perímetro (lo que conllevó a la presencia de intrusos que junto con beber y fumar en la zona, robaban algunos enseres), es bastante básica. La directiva actual ha realizado esfuerzos importantes por refaccionarla. La realización de los talleres realizados en el marco del Programa Cultura Local del CRCA ha servido

Participación comunitaria

Cuando estaba más joven pertenecía al Club Deportivo Maggi, cuando estaba en la fábrica fui fundador del Sindicato, de la Cooperativa, del deportivo, o sea, siempre me gustó. En lo que no participé fue en las actividades de los colegios de mis hijos, lo hacía mi señora, a ella siempre le daban un cargo de tesorera, secretaria. (Poblador Villa Colchagua Sur)

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como un nuevo influjo para dotar de vida y dinamismo, y potenciar la participación comunitaria. La sede… entre la Cooperativa y el Centro de Madres nos juntamos, y discutimos que nos hacía falta dónde juntarnos, porque nos estábamos juntando en distintas casas, y ahí surgió, se les ocurrió, fueron a hablar con el alcalde, y se consiguieron, no sé si fueron donaciones, la cosa es que también nosotros pusimos dinero hasta que se construyó, fue de madera porque era lo más barato que nos salía. (Pobladora Villa Colchagua) En el taller de literatura de la sede habían varios, eran como unos quince, empezamos a conversar, empezó a haber más unión, uno se para a conversar con los vecinos… se está tomando el mismo ritmo que había antes, de más compañerismo. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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Es significativo destacar que todos los logros que se han generado en la Villa han sido producto de la participación comunitaria de los vecinos. Así, se logró en primera instancia la creación de la Villa misma, la creación de la sede comunitaria, la pavimentación de la calle principal y del pasaje interior, se logró dar vida a la plaza, y recientemente la instalación de juegos para niños. En la actualidad, se siguen organizando para la consecución de otros objetivos comunes.

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Imagen 17. Plaza Villa Colchagua Sur


Hace poco nos instalaron esos juegos, tenemos la opción de que nos van a instalar máquinas de ejercicios también, pronto lo irán a hacer, hay proyectos de instalar luz también, luminaria, porque está muy oscuro acá en la plaza. (Poblador Villa Colchagua Sur) Nosotros propusimos a Helena realizar un concurso que se llama “Pintando Mi Barrio”, para ver desde su perspectiva qué es lo que piensan de donde ellos viven, de su entorno... también otro tipo de actividades, el 15 tenemos una actividad donde van a venir artistas, payadores... (Pobladora Villa Colchagua Sur)

Vida de barrio Los vecinos coinciden en describir a la Villa como “tranquila”. Debido a que en general son adultos mayores, prevalece la vida al interior de los hogares y la interacción en los lugares comunes de la villa, como la plaza, culmina al anochecer. Aquí es muy tranquilo, no hay jóvenes que se paren en las esquinas, a las 8 de la noche estamos todos adentro, como somos todos viejujos. A las 11 de la noche ya no anda nadie en la calle. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

Yo rescato la convivencia de todos los pobladores, excelente, siempre hemos sido unidos, preocupados de lo que le pasa al otro, vecinos que se pueden ayudar. (Pobladora Villa Colchagua Sur) La cultura es excelente, no he tenido quejas con nadie, yo vivo feliz, las vecinas, vecinos, somos igual como hermanos, amistad… se pide cualquier cosa, no molestamos y ellos no molestan, tenemos fiestas, lo pasamos bien; después ellos tienen fiesta, a nosotros no nos molesta el boche, ni una cosa, la comunión que se hace entre amistad... no hay pelea, nada, perfecto, es unión, por eso vivimos en esta población. (Poblador Villa Colchagua Sur)

Participación comunitaria

Como señalan, la convivencia entre los vecinos es bastante buena. Se conocen desde hace cerca de 40 años y están atentos a las necesidades del resto. A pesar de mantener estas buenas relaciones, en general no interactúan en un plano tan íntimo; si bien se visitan algunas veces en las casas de quienes reconocen como sus vecinos más cercanos, en general temen importunar al otro con visitas demasiado frecuentes. En este sentido, existe un alto resguardo de la privacidad y del disfrute de la vida al interior de su hogar.

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Ya llevamos años conocidos, con muchos yo trabajé 40 años con el que trabajé más, con otros trabajé menos, porque otros salieron antes, yo trabajé 44 años en la empresa y era el único que estaba quedando de acá, de los 45; trabajé con hijos de los antiguos, buena onda, todos respetables, conversamos en el camino, más que acá, porque ir a otra casa... cada uno tiene su actividad o puede llegar en un momento inoportuno. (Poblador Villa Colchagua Sur)

En general, los vecinos de la Villa están atentos a las necesidades de los demás, apoyándose en momentos complicados o de dificultad. Un ejemplo emblemático lo constituye el apoyo comunitario que se dio a los vecinos que más sufrieron en las inundaciones, así como el apoyo que se brinda en caso de enfermedad o fallecimiento. Si alguien fallece o hay algún enfermo, si hay que ir en ayuda de él, se participa, se coopera, no estamos cerrados, estamos abiertos a la amistad. (Poblador Villa Colchagua Sur)

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Cuando hay un enfermo, se hace un grupo y se va a rezar a la casa del enfermo. Hay actividad en ese sentido. Cuando se necesita ayuda, estamos todos presentes, cada uno en su casa, pero a mitad de camino nos encontramos, nos llamamos, hay una armonía. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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Tengo muy buena relación con mis vecinos, en el sentido que, si uno necesita algo, siempre van a estar, porque cuando un vecino necesita algo, uno está ahí, siempre, somos casi todos iguales. Tantos años aquí, estamos todos viejos, ahora son los nietos los que se juntan, y eso nos da vida a nosotros, porque si no no tendríamos nada, ahora se hicieron juegos en la plaza, y todo eso es por los nietos y bisnietos. Tenemos una muy buena relación todos (...) Nos avisamos si vemos a alguien extraño, son súper preocupados, una se siente súper segura. (Pobladora Villa Colchagua Sur) Antiguamente, cuando había una persona enferma, iba el vecino a verla, yo tuve una vecina aquí excelente, cuando estuve enferma, venía y me armaba el almuerzo. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

Actualmente son los niños los que generan una nueva generación de sociabilidad en la Villa, compartiendo en la plaza y a través de las actividades que se realizan pensando en ellos, como las celebraciones de Halloween o Navidad. Por su parte, los niños que se criaron en la Villa pertenecieron en su mayoría a la Escuela 8, Olegario Lazo Baeza. Una escuela pequeña y de clima familiar, en que se forjaron las relaciones de la 2° generación de residentes, pero que hoy no alberga a gran parte de los niños de la Villa debido a


que por su reconstrucción, se debió cambiar a otro lugar provisorio mientras se inaugura su sede definitiva13. Claro, todo el barrio, ése es un colegio como familiar, en el sentido de que los abuelos habían llevado a sus hijos, después los hijos se casaron, todos se conocen, pura familia, hace como 4 años lo demolieron y lo reconstruyeron, pero han tenido problemas, ahora está funcionando en calle Negrete compartiendo con otro colegio, se supone que era por poquito, pero ya más de 4 años, están como todos dispersos. Ojalá que cuando lo entreguen, vuelvan los niños al colegio, porque a pesar de ser un colegio súper humilde, excelencia académica, está súper bien catalogado dentro de la región. En ese tiempo iban a concursar niños a Rancagua, por matemáticas... siempre tuvieron buenos lugares, en deporte igual. En Folclore, es un colegio muy dedicado el Folclore, no sólo en septiembre, todo el año, todos bailábamos. Había un conjunto de Folclore en donde estábamos todos revueltos, sin distinción. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

Algunos de los vecinos, antiguos trabajadores de la empresa Maggi –obreros- se asociaron y formaron la agrupación Amigos por Siempre. Como parte de este grupo, realizan reuniones y convivencias mensuales y mantienen el contacto, fomentando la asociatividad a través de instancias de recreación.

Había un grupo de la Maggi que formaron una agrupación: “Amigos por Siempre”, hoy son alrededor de 30, pero de todos los que han pasado, son muchos más, se organizan convivencias una vez al mes, pero sólo forman parte los que eran obreros… es que antes la diferencia era muy marcada entre obrero y empleado, cuando empezamos y recién había locomoción, había una micro para obreros y otra para empleados. (Poblador Villa Colchagua Sur)

13 / Situación que por las demoras en la entrega ha generado una importante preocupación en los vecinos de San Fernando, motivando manifestaciones y pegando carteles de molestia en el frontis de la nueva construcción.

Participación comunitaria

De todos los que quedamos, tenemos un grupo de 40 que estamos vivos, hicimos un grupo de ex compañeros, ex trabajadores, le pusimos el nombre “Amigos por Siempre”, entonces tenemos todos los meses una reunión... el viernes nos estuvimos castigando por ahí con empanaditas, choripanes, unas cervezas por ahí. (Poblador Villa Colchagua Sur)

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Al interior de la Villa también se han realizado diversas actividades a lo largo de su historia. Se han celebrado las Fiestas Patrias o el Año Nuevo. Sin embargo, estas actividades no han sido de forma frecuente sino más bien esporádicas. En el último tiempo, con la nueva directiva, se ha buscado potenciar la realización de instancias de participación, especialmente pensadas para los niños.

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Bueno, cuando recién llegamos aquí, nosotras las mujeres no nos conocíamos, porque todos vivían en distintas partes, pero los hombres se juntaban siempre en lo que es ahora plaza, y después ya empezamos a juntarnos las mujeres, y para las fiestas, sobre todo para el año nuevo, nos juntábamos, incluso un año nos juntamos aquí en la vereda con un tocadiscos, todos los vecinos que vinieron trajeron lo que tenían ellos para pasar el Año Nuevo y estuvimos hasta las siete de la mañana aquí, compartiendo todos, con niños chicos, porque eran todos chicos, había de todo, unos recién nacidos, otros nacieron aquí, pero generalmente la mayoría llegó de 3, 4 ó 5 años; todos ahí en la vereda, en ese pedacito compartiendo, y éramos mucho más unidos. (Pobladora Villa Colchagua Sur)

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Imagen 18. Celebración Fiestas Patrias 2012.


Palabras al cierre

De la misma forma, se ha avanzado en un segundo nivel de los discursos identitarios planteados por Bengoa (2004). Por medio de los relatos de los miembros del territorio y de las observaciones de las dinámicas de interacción naturales de la comunidad hemos accedido a sus protodiscursos identitarios, es decir a la identidad de los miembros de la Villa expresada en su ámbito cotidiano, esa identidad que se vive en el día a día y que, por lo mismo, no es objeto de una mayor racionalización. Por otra parte, nos hemos acercado al discurso identitario generado a partir de sus relatos, a la forma en que la comunidad misma se describe y define. En este sentido, cabe resaltar que su discurso mítico fundacional remite indisociablemente a la formación de la Cooperativa de la empresa Maggi de Nestlé (conocida como Chiprodal en la época), por medio de cuya asociación pudieron optar y canalizar la construcción de sus viviendas. A través de estos relatos, y de lo que se ha plasmado en las páginas precedentes, es posible avizorar la elaboración de un meta-discurso o una meta-identidad que da cuenta de un proceso de conformación y de autorreconocimiento respecto a la identidad percibida. En este sentido, este libro se plantea también como un ejercicio significativo al aunar diversas “memorias sueltas”, bajo el concepto de Stern (1998), y elaborar un relato común que da cuenta de las “memorias emblemáticas” que otorgan un mayor sentido interpretativo a las memorias individuales recogidas, contribuyendo a la conformación de la identidad de la propia comunidad. Estas características, surgidas de la propia selección de los vecinos respecto a qué los define y qué forma parte de su identidad, generan un sentido de pertenencia colectivo respecto a la población. Así,

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La realización de este rescate patrimonial ha implicado una profunda interacción con los habitantes de la Villa, residentes del sector aledaño e investigadores de la comuna. A través de las entrevistas, éstos se han enfrentado a la realización de un proceso de memoria, recordando los principales acontecimientos que han marcado la historia de la población, de su comuna, y de esta manera han ido definiendo y perfilando una construcción respecto a su propia identidad. A través de este proceso de memoria colectiva, se concretiza el reconocimiento de un “nosotros”, entendiéndose como una comunidad con características particulares dentro de la comuna.

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los principales aspectos destacados por sus habitantes refieren a caracterizar a la Villa como un lugar tranquilo y de buena convivencia. La situación de aislamiento relativo generada a partir de su emplazamiento y de las dificultades en el acceso, contribuye a fundar un ambiente particular, un micro espacio que se distingue del resto de los barrios de la comuna. En esta construcción identitaria se destaca ampliamente la seguridad manifestada en la población, por cuanto prácticamente no existe delincuencia y los niños y jóvenes, descendientes de la generación de los fundadores, son sanos y no se han enfrentado al problema de la delincuencia o drogadicción en su comunidad.

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Asimismo, este ambiente especial en que se sienten inmersos los vecinos se destaca por las buenas relaciones mantenidas con sus pares. Habiendo formado parte, en su mayoría, del proceso de creación de la población, se evidencia un sentido de pertenencia colectivo asociado a ser parte de una historia común. El recuerdo del trabajo realizado y de las dificultades afrontadas y superadas para la construcción de sus viviendas implica un reconocimiento común en que cada vecino se asume como parte de un proceso fundamental en la creación de la población. De esta forma, es preciso remarcar que éste no fue un proceso fácil; desde sus inicios se encontraron con diversos problemas: la dificultad de generar interés en las empresas para presentarse a la licitación para la construcción de las viviendas, los problemas generados debido al carácter rural y aislado del sector y su carencia de urbanización, el desabastecimiento o la declaración de quiebra de la empresa cuando las casas no estaban totalmente terminadas, por mencionar sólo algunos de los escollos sufridos en la primera etapa. Sin embargo, todos estos problemas y otros surgidos con posterioridad fueron superados gracias al trabajo mancomunado, organizado a través de la Cooperativa en su primera etapa, y luego a través de la Directiva del Comité Vecinal. En este sentido, si bien la buena convivencia del barrio no cristaliza en acciones asociativas tan cotidianas o frecuentes como podría esperarse, o como reclaman especialmente los habitantes más jóvenes de la comuna, sí se observa una relación de profundo apoyo y compromiso en los momentos más sustantivos. Así, es imprescindible destacar la ayuda vecinal que se brindó en las situaciones de mayor problema para algunos vecinos, como fueron las inundaciones producidas en la década de los 80, donde los más afectados sufrieron importantes pérdidas de enseres materiales o


daños en las terminaciones de sus viviendas. Asimismo, es relevante mencionar la organización generada para la obtención del dinero requerido para la pavimentación de la calle principal y del pasaje de la Villa, o para la construcción de la sede vecinal. Otras iniciativas más recientes también se han logrado gracias a esta organización conjunta, como la plaza comunitaria, la instalación de juegos en la misma o el sistema de alarmas comunitarias. En la actualidad también se encuentran organizados, con varios proyectos por delante. Esta menor asociatividad cotidiana también es producto de la edad de la mayoría de los habitantes, quienes atribuyen a esto su menor interés por participar tan activamente como antaño, dejándoles esta labor a los más jóvenes. Asimismo, la autopercepción de un barrio tranquilo y sin problemas, se vincula con el interés de no importunar a los demás y de perfilar un estilo de vida desarrollado mayormente en el ámbito privado, por sobre el público, el cual se destina esencialmente a la interacción en momentos particulares o cuando sea requerido ante alguna situación contingente.

El imaginario social de la comuna remite a una representación simbólica que remarca los aspectos más tradicionales de ésta y que circunscribe el patrimonio material e inmaterial a ámbitos característicos de San Fernando. Así, los monumentos nacionales o las antiguas celebraciones, muchas de ellas extintas, son destacadas como relevantes y características: la Fiesta de la Primavera, la Procesión a Roma o Pelequén, así como la tradición poética del Canto a lo Humano y lo Divino dan cuenta de una comunidad que se aferra a sus tradiciones, las recuerda, y en el caso de los investigadores de la zona, busca diversas maneras de poder perpetuarlas. Resulta relevante comentar que justamente entre los entrevistados se destaca el trabajo realizado como un ejercicio de rescate patrimonial, para poder transmitir estas historias a las nuevas generaciones que las desconocen.

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Otro de los aspectos que se puede desprender de su discurso remite a una autopercepción identitaria marcada por las antiguas tradiciones. La tranquilidad percibida en el barrio se asocia a la situación de relativo aislamiento y a la persistencia de ciertas características de ruralidad, que se mantuvieron durante la crianza de sus hijos, y que ha llevado en algunos casos a la segunda generación a mantenerse en la Villa, o a retornar con el interés de brindar ese mismo ambiente particular para criar a sus propios hijos.

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En este sentido, el capital cultural de los habitantes y sus referentes son las tradiciones de la zona, más que elementos actuales o disruptivos; de ahí que también se cuestionen los cambios que puede vivir la identidad a partir de la incorporación de nuevas tradiciones, como la fiesta de Halloween, celebrada recientemente en la Villa.

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Por otra parte, si bien se recuperó la historia de la Población Villa Colchagua Sur, también surgieron antecedentes significativos sobre el Estadio Valderrama y el significado que tuvo en una época particular para la comuna. Cedido por sus dueños para el desarrollo del fútbol barrial, inspiró a las antiguas generaciones en el desarrollo del deporte, elevándose como un punto simbólico de San Fernando. Aunque esta situación cambió una vez que el Campeonato de los Barrios se trasladó al Estadio Municipal y el Estadio Valderrama pasó a manos de la municipalidad, eliminándose el carácter abierto de este recinto, en el recuerdo de los antiguos residentes de la comuna, permanece ese imaginario social.

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Es significativo destacar también que el Programa Cultura Local ha realizado un aporte importante en la población, favoreciendo una mayor participación en la cultura entre los habitantes de la Villa. Este dato es relevante por cuanto la lejanía de la población genera dificultades en el acceso a la oferta cultural de la comuna. La participación parece estar más bien asociada a las mujeres, quienes participarían en mayor medida. A juicio de los miembros de la comunidad, esta alta participación se debería a un mayor empoderamiento femenino, aunque también pueden estar presentes ciertas reticencias entre los hombres. Esta situación también se observa en el relato respecto a los personajes típicos de la comuna o ciertos mitos urbanos, asociados principalmente al discurso femenino, situación que puede deberse a la mayor vinculación hogareña de las mujeres, o a la sociabilidad generada entre ellas durante la época en que funcionaba el Centro de Madres. En suma, la población Villa Colchagua Sur se caracteriza por tener dinámicas propias, por ser un espacio urbano que se distingue de otros sectores por su tranquilidad y aislamiento relativo que mantienen cierto aire rural o tradicional, destacándose las buenas relaciones entre sus miembros, su compañerismo, apoyo y solidaridad en los momentos importantes o de dificultad, situación que ha permitido forjar desde sus raíces la vida en la población a partir del trabajo comunitario.


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A trav茅s de la recopilaci贸n de la historia local y cultural de estos sectores, esperamos contribuir a la puesta en valor del patrimonio inmaterial de San Fernando, perpetuando el conocimiento y reconocimiento de tradiciones y experiencias que han dejado importantes huellas en una poblaci贸n cuyo emplazamiento en la comuna no deja de ser particular y cuya historia ha sido construida a pulso. El trabajo de memoria realizado por los propios vecinos nos permite aproximarnos a la evidencia viva de tradiciones que expresan indefectiblemente la identidad de una comunidad.

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