SUEÑA EL REY QUE ES REY Autor: Pedro Calderón de la Barca
Sueña el rey que es rey, y vive
sueña el que afana y pretende,
con este engaño mandando,
sueña el que agravia y ofende,
disponiendo y gobernando;
y en el mundo, en conclusión,
y este aplauso, que recibe
todos sueñan lo que son,
prestado, en el viento escribe,
aunque ninguno lo entiende.
y en cenizas le convierte Yo sueño que estoy aquí la muerte, ¡desdicha fuerte! destas prisiones cargado, que hay quien intente reinar, y soñé que en otro estado viendo que ha de despertar más lisonjero me vi. en el sueño de la muerte. ¿Qué es la vida? Un frenesí. Sueña el rico en su riqueza,
¿Qué es la vida? Una ilusión,
que más cuidados le ofrece;
una sombra, una ficción,
sueña el pobre que padece
y el mayor bien es pequeño:
su miseria y su pobreza;
que toda la vida es sueño,
sueña el que a medrar empieza,
y los sueños, sueños son.
COPLAS POR LA MUERTE DE SU PADRE (Fragmento) Autor: Jorge Manrique
Recuerde el alma dormida,
Nuestras vidas son los ríos
avive el seso y despierte
que van a dar en la mar,
contemplando
que es el morir;
cómo se pasa la vida,
allí van los señoríos
cómo se viene la muerte
derechos a se acabar
tan callando,
y consumir;
cuán presto se va el placer,
allí los ríos caudales,
cómo, después de acordado,
allí los otros medianos
da dolor;
y más chicos,
cómo, a nuestro parecer,
y llegados, son iguales
cualquiera tiempo pasado
los que viven por sus manos
fue mejor.
y los ricos.
Pues si vemos lo presente
(…)
cómo en un punto se es ido
Este mundo es el camino
y acabado,
para el otro, que es morada
si juzgamos sabiamente,
sin pensar;
daremos lo no venido
mas cumple tener buen tino
por pasado.
para andar esta jornada sin errar.
No se engañe nadie, no,
Partimos cuando nacemos,
pensando que ha de durar
andamos mientras vivimos,
lo que espera
y llegamos
más que duró lo que vio
al tiempo que fenecemos;
porque todo ha de pasar
así que cuando morimos
por tal manera.
descansamos.
LA MÁS BELLA NIÑA Autor: Luis de Góngora
La más bella niña
No me pongáis freno
de nuestro lugar,
ni queráis culpar,
hoy viuda y sola,
que lo uno es injusto,
ayer por casar,
lo otro por demás.
viendo que sus ojos
Si me queréis bien,
a la guerra van,
no me hagáis mal,
a su madre dice,
harto peor fuera
que escucha su mal:
morir y callar,
Dejadme llorar
Dejadme llorar
orillas del mar.
orillas del mar.
Pues me distes, madre,
Dulce madre mía,
en tan tierna edad
¿quién no llorará,
tan corto el placer
aunque tenga el pecho
tan largo el pesar,
como un pedernal,
y me cautivaste
y no dará voces
de quien hoy se va
viendo marchitar
y lleva las llaves
los más verdes años
de mi libertad,
de mi mocedad?
Dejadme llorar
Dejadme llorar
orillas del mar.
orillas del mar.
En llorar conviertan
Váyanse las noches,
mis ojos, de hoy más,
pues ido se han
el sabroso oficio
los ojos que hacían
del dulce mirar,
los míos velar;
pues que no se pueden
váyanse y no vean
mejor ocupar,
tanta soledad,
yéndose a la guerra
después que en mi lecho
quien era mi paz,
sobra la mitad,
Dejadme llorar
Dejadme llorar
orillas del mar.
orillas del mar.