Manifiesto Azul 22

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MANIFIESTO AZUL fanzine de literatura e inquietudes varias invierno 2022

numero 22

depósito legal: MU-3094-2008


editorial

Agárrate fuerte. Ya. No dejes pasar ni un minuto. Hazlo ya. Cógete con todas las ganas que puedas a este fanzine de amigos que juntan letras como llamada a favor de la tranquilidad, el sentido común, la sensatez, la normalidad. ¿Te acuerdas de eso? La normalidad. Que tiempos cuando todo parecía normal. Cuando escribir era un alivio. Cuando ser normal, actuar normal, beber normal, amar normal, era parte de tu plan de lunes a domingo; dios mediante. Cuando encontrarte frente a la hoja en blanco, frente a la pantalla brillante e inmaculada, era una aventura de final incierto. Una aventura similar a buscar asilo en un hospicio, en una biblioteca abandonada de libros de arte y hojas de otoño. Antes, solo antes, hablábamos del mundo como si existiera. Y sin embargo no. Sin embargo nos hemos dado cuenta de que no. Que no estaremos aquí por mucho tiempo. Hostiazo de realidad sin verlo venir. Que los versos, como los microrrelatos, son efímeros. Consume rápido, vive rápido, bebe ágil y sonríe a tu cámara de 11 megapíxeles, o megapixels, o megapichels, qué sé yo, qué más da, tú solo sonríe y muestra tu lado amable que te están mirando al otro lado. Es lo que el mundo espera ver. Es, eso, lo que no queremos ver en este fanzine. Es lo que nos trae Manifiesto Azul 22. Los dos patitos, qué gracia eh. Como esos patitos que nadie sabe a dónde van cuando el lago se congela, cuando el mundo deja de girar, cuando todo se paraliza. Vigila el centeno, que nadie se lo lleve. Será lo único que quede, probablemente, después de que consumas (rápido, de una pasada) este fanzine que acaba de aterrizar entre tu decena de dedos. A cierta edad, lo importante, es la sinestesia.


DESCONOCIENDO

Desconoce, es la mejor manera de aprender... Llega a recónditos parajes de desolación y lágrimas, llora tu mundo, vive la emoción ensangrentada de los otros. Eres tú mismo. Mírate mirando el océano de vida que te acompaña de la mano. Viaja por las nubes de amor olvidado. Llega a ninguna parte, donde habitamos, sin poder evitarlo.

ANTONIO NERUDA


BIMORFISMOS III

MARINA TAPIA


DEVASTACIÓN Abril es el mes más cruel. TS Eliot.

Abril es el mes más cruel, decía TS Eliot. Habías conocido el significado de las otras palabras: palabras como pérdida, como duelo o ausencia. Por la ventanilla de aquel Peugeot de tu infancia fuiste dejando atrás los árboles del dolor. En abril, sin embargo, cuando no lo esperabas descubriste que el duelo acumulado Iba a ser un preludio, las ausencias, tan solo una sombra borrosa, y la pérdida, apenas una hoja ingrávida suspendida en el viento: tres montones de arena al costado de la devastación.

poesía

Es esa la palabra que da título al poema. No encuentras otro término capaz de contener aquellas seis semanas aferrado a la mano de tu hijo, tocando sus canciones a guitarra y leyendo sus cuentos impostando alegría en el tono de voz. En mayo vigilabas sus constantes vitales en las máquinas, y despertabas lástima entre las enfermeras, cuando en noches insomnes a su lado suplicabas a dios que te quitase la vida como la tempestad arranca de cuajo las raíces,


poesía

y a los médicos, droga -el acto humanitario del que ellos son capacespara no despertar hasta que hubiese vuelto. Aprendiste, no obstante, que el tiempo es una inercia que permite atravesar sin agua el páramo desierto, que incluso lo impensable puede ocurrir a veces, que si la muerte te escupe exánime a la vida, has de ponerte en pie y seguir caminando sin hacerte preguntas, desbrozando la selva con las manos. Medio año después, incluso ese dolor parece disiparse: tu HIJO está de vuelta, solo cabe en mayúsculas. Nunca serás el mismo, has mudado de piel como una serpiente. Y todavía hoy, cuando cierras los párpados, te ves de nuevo allí, tu cuerpo detenido a las puertas de la UCI como en un bar de carretera en medio del invierno, entre almendros sin flores, reuniendo algún valor para entrar sosteniendo la mirada de tu esposa en el cambio de turno, o entregarle un abrazo a la salida, sin que flaqueen las piernas, para insuflarle un “ánimo” del que no eras capaz. Después de todo eso, cada vez que sonríes te parece imposible: “no eres tú”, hoy te dices. Sigues teniendo miedo: no sabes si podrás devolverle todo lo que merece, pero abres los ojos, regresas al presente y miras a tu lado y lo ves jugando. Tu niño de ocho años.


No sabes si es real o si es cosa de Matrix, y, sin embargo, sientes que es aún más irreal todo lo que has vivido. A pesar del páramo helado, a pesar de este invierno de almendros sin flores, de que vivir solo sea ganarle un pulso al miedo cada día, albergas otra vez la pequeña esperanza - no sabes otro modo de seguir adelante – de que os aguarda, entre las hojas secas, aún algo parecido a la felicidad.

JESÚS MONTOYA

DOS CARAS El zarpazo puro de la noche muestra que lobos y ángeles son dos caras de una moneda que nadie gasta. Conozco el tacto de las manos de escarcha cubiertas por guantes de cuero, por eso empuño una fe herida de tiempo contra este miedo salvaje.

ÍCARO CARRILLO


UN AVE Acaso llueva siempre en los rincones en los que presentimos que no hay lluvia y en los desiertos del mundo entero se escondan de nosotros los vergeles. Fuera de toda lógica, quizá, allá en la tundra renueve el sol los árboles que nosotros negamos y, tal vez por designios que aún no comprendemos, se abracen en la guerra dos bandos que se odian. Puede que la poesía esté aferrada de donde quisimos desprenderla manchando con el oro su linaje. En la casa de un pobre un bolígrafo transforma a un poeta en un ave.

JUAN FRANCISCO FERNÁNDEZ DE GEA


“Lo que creí que el dolor me enseñaría”. Lichis

Veo caras marcadas con las lecciones del dolor. Hombres que hicieron de su mentira su mundo y ahí estoy yo reflejándome en la pantalla de la tele cuando el plano se va a negro y yo no soy el hombre que convirtió su mentira en su mundo. Mi mentira vive conmigo pero no es amable. No vive conmigo. Vive aquí. Vive aquí conmigo porque ya no entiendo esta casa sin ella pero no dejo que me marque la cara porque nunca fui buen alumno y porque, según dicen, sólo marca cuando ya se ha ido.

poesía

PABLO BALLESTEROS


poesía

TAXIDERMIA

Puede que albergar dos corazones y cuatro pulmones me obligue a escurrir las escasas gotas de vida del último limón que se mustia en el frutero. Puede que el hambre heredada me empuje a comer el yogurt caducado que yace en la nevera. Puede que aquí esté la respuesta a mi afán por embalsamar una de las rosas que jalonaron su último paseo: me niego a aceptar que las flores de las coronas fúnebres nazcan para oler a muerto.

ALICIA PÁRRAGA


LA VIDA PRIVADA Nuestra obra maestra es la vida privada. Mark Strand

Cada vez veo con más frecuencia el mundo a través de una ventana, enclaustrado como Leopardi o como la enigmática Emily Dickinson en su casa de Amherst. Pese a todo siento el consuelo de sus libros descansando en las estanterías compradas en unos grandes almacenes. Hay algo en ellos que se resiste a la opacidad de esta luz cenital que ilumina mi mesa de trabajo. Los Cantos traducidos por Sánchez Rosillo o la Poesía de Dickinson publicada en Visor huelen como debería de oler el mundo de ahí afuera. Al final del salón una ventana deja pasar los sonidos de la calle, cada vez más pequeña. Este vano de luz pierde su consistencia con el atardecer, hasta quedar enmarcado en una pared oscura de la que formará parte indivisible cuando la luz desaparezca de las últimas acacias del jardín. Dice Mark Strand que nuestra obra maestra es la vida privada. A oscuras en este salón, con los libros embalados en cajas de sombra, la afirmación del poeta americano cobra todo su sentido.

ANTONIO AGUILAR


Tengo espuma en la boca del estómago. Espuma sucia, salvaje, amarilla de hace años. Espuma nunca escupida, espuma que envenena, espuma y nada más. Restos no expresados, vivencias bien guardadas, espuma y bilis, bilis y espuma, espuma y espuma. Espuma y nada más. Soledades y silencios, y también vacíos. Torbellinos de vida mal cruzados, y una búsqueda infinita. Tengo espuma en la boca del estómago. Espuma que arde, que quema, espuma que me urge vomitar. Tengo un vómito enquistado, de esos que, poco a poco, mientras duermes, te va comiendo las entrañas, te besa las paredes del estómago, y te convierte en una loca de atar. Así soy yo; Mujer espuma, espuma de atar.

ANA PATIÑO GONZÁLEZ


ME PROMETISTEIS

He abierto tu persiana al microcosmos de la Avenida del Arco de los Reyes, casi una bravata a las cuencas vacías de los edificios frisados de fantasmas del verano inútil de los burgueses. Yo mismo te he buscado entre literas y sé que estamos solos. Una bombilla fría de la vieja farola. Una farola yo, una luz caduca, inflamada de añoranza y odio.

poesía

ANDRÉS DE LA ORDEN


UN ÁRBOL (MONDRIAN) * Entre 1808 y 1809 Piet Mondrian pintó un manzano con pequeños trazos y puntos de colores lo tituló así, manzano creó una espiral de colores azulados, creó un pájaro dormido que él concibió como árbol, un árbol seco, un árbol que era más un esqueleto que un árbol un árbol que se asemejaba a toda la muerte y lo tituló así, manzano ** Poco después del manzano, Piet Mondrian arañó la negrura y creó la sangre, creó las arterias del árbol y aquel cielo oscuro que se presentaba comenzó a arder como la tierra árida, se resquebrajó como la piel podrida del manzano; lo tituló el árbol rojo y convocó el deseo sobre el azul: aún el árbol proyectaba una sombra en el mundo de los vivos *** Dos años más tarde del último árbol, Piet Mondrian rasgó sus ojos y creyó contemplar las entrañas del alma, rasgó el árbol y creyó contemplar el origen de todas las cosas // la tristeza de todas las cosas aquel cielo era un blanco atravesado por una herida era una luz con mil heridas y un solo cuerpo que llamó el árbol gris y, como una sombra creó la tristeza de todas las cosas **** En ese mismo año, Piet Mondrian arrancó el árbol de la tierra, en ese mismo año un relámpago invisible dividió la naturaleza en dos:


existe el cuerpo sobre una roca caliente y hierven las aves que se posan en sus dedos existe el árbol que nace de un corazón envenenado y las venas se colman del mercurio y la sed en el mismo 1911 Piet Mondrian arrancó un cuerpo de la lumbre y dibujó, como quien capta la muerte en el interior de los espejos una obra que tituló el árbol horizontal [no existe el cuerpo // no existe el árbol el aire se ha abierto como una carne como una manzana húmeda y la orfandad de un paisaje que tiende a la destrucción] ***** Casi cuatro años tardó en llegar la flor al manzano de Piet Mondrian unos cuatro años ardió la imagen como un pájaro sobre una rama invisible; creo todavía en que el árbol no era un árbol, creo en la inmortalidad de ese cuadro que bautizó como manzano en flor creo en la aniquilación de las especies y en la lentitud de la desesperanza hoy Piet Mondrian ha pintado un árbol sobre un corazón envenenado hoy, Piet Mondrian es un esqueleto de mercurio y un fruto que abre una herida en la leve sombra de mis ojos

poesía

JESÚS PACHECO


poesía

EL VIEJO ÁRBOL Se amontona el cansancio de los días y no desaparece con el viento que barre la memoria. Nuestros cuerpos se arrastran con esfuerzo por los mismos lugares que antaño recorrimos ligeros como corzos, sin recordarlo apenas. El agua del arroyo que baja cantarina, no es la misma que ansiosa nos mojaba… La vida se ha marchado tan aprisa que incluso viendo fotos en el álbum, no alcanzas a creer que fuésemos nosotros, plenos de juventud. Pero vemos las marcas en el árbol, un metro más arriba. Y te beso devoto en tus arrugas, y agradezco que el tiempo ha consentido que podamos volver al escenario de los antiguos sueños que vivimos.

JOSÉ ÁNGEL CASTILLO VICENTE


DEDICATORIA DEL MAR Era el mar en los ojos de un niño, de la mano del padre por primera vez contemplado. Fue luego la mar abismal de los versículos bíblicos, los epitafios solemnes de Nantucket; los indómitos mares de Melville. La mar de las óperas de Britten, de los coros oceánicos de Delius; fragor exultante como los cantos de Whitman. Visión desnuda a la luz de los días, presencia con las noches vestida : el estático mar de las fotografías, donde aparecemos sonrisueños y enfundados en oscuros abrigos con centelleantes botones; juntos los rostros que salpican el olear de sus maternas aguas. Es el mar íntimo de una dedicatoria que yo deseé escrita por tu mano al pie de un retrato de Cernuda, éste que siempre presidiera la estancia por ti ocupada, y con su proyección inundaba la mar de la mañana, el mar desbordado por la luna. La mar de estos versos que nunca habrán de envejecer ni Morir, como la pasión, como nosotros : el mar, única criatura que pudiera asumir tu vida poseyéndote...

SOREN PEÑALVER


MURCIA 90 Todavía eran los 90 aunque comenzaban ya a cansarse sus dedos de colgar sobre el puente de Eduardo Dato. En Murcia la mejor música la seguían poniendo en el Torretas y yo gastaba las tardes de los domingos contando los nostálgicos anillos de los troncos de tus ojos, gigantescos y espesos. Y el resto de la semana, bueno, volaba blanco como los perros sobre mi particular anaideia, mirando por encima del hombro el futuro de esos cretinos de los baby boomers. Sí, todavía eran los 90 y algunas cosas seguían estando permitidas, algunas frases, por ejemplo, algunos portales, algunos gestos. Algunas sombras. Algunas virtudes. Desde la ventana aún no se veía nada, sólo silencio y futuro. El presente se escondía


otoñal y travieso enredado entre la algaba castaña de tu pelo. Sin saberlo, el presente was waking up con Elastica y yo podía seguir siendo esa silueta sonámbula caminando sobre el filo del autodestierro. Tan efímero como el propio tiempo, pero sin saberlo. Pero ahora, ya ha bajado la marea del tiempo y no llegan ya hasta aquí las agujas de tus olas. ¡Y cómo desearía tener otra vez 15 años! Incluso en aquella Murcia de aquellos 90 tan horteras donde estaban aún permitidas las luces de tus sombras.

poesía

TOMÁS GARCÍA-PURRIÑOS


poesía

CLICK Se me llena la boca de duda, el deseo compartido y nunca eterno. Las bridas que nos sujetan al suelo. Lo tenebroso que ahogamos en los vasos y bebemos de los besos, que no damos. Dos arritmias a destiempo, dos extraños, nuestros cuerpos. Un nosotros que adolece, dejamos Lisboa sin mar, nos quedamos secos. Y nadie va a salvarnos, de todo lo perecedero. Es el ahora húmedo y confortable el nexo. Es el Ya apaciguando el decalaje de los tiempos. Es tu boca y mi boca enloqueciendo, nuestros tálamos descubriéndose inatentos. La sinapsis alcoholizada de los dedos. Nuestro estar bien a destiempo, el tic tac sudoroso de los cuerpos. Y no sirve frenar ni acelerar si es no justo a tiempo.

TAMA IMRANI EL LAGO Con el viento de otoño se propagan las ondas en el lago, afianzan las algas sus raíces en la más turbia certeza. Bajan los animales a beber pero yo me quedo al margen, entre los filos de sombra, aguardando la última quietud, acechando el silencio del agua, el momento milagro en que se hará visible tu reflejo.

JOSEFINA MARTOS


J vs. H Ando en un malentendido que corrobora mi ansia. Esa que se disfraza de lobo y se agazapa en mis tripas para asaltarme en cualquier esquina. La doma fallida del navegante no ha barruntado tales sucesos catárticos y temibles. Y ahora , mi goleta , de espejo y revolver, trata de zafarse de tu rudeza de hombre esquivo y humo. (OjosDardo que revuelven las tripas y el sexo). Ya no quedan albores en la mañana de espino que se mezcla con la noche de luz corta y curvas inesperadas. (Las carreteras secundarias, impredecibles). Y el salto al vacío llega inerme hasta mis pies de gato insomne. Déjame caer o abrázame, pues. No soy más que hilos que se descuelgan de un cuerpo angosto y roído por esa intensidad que marca la escala de Richter. Ay, de los veranos y la siesta. Ya no queda junio en lo que viene. Tan solo diciembre. Con su dentellada de mujer de Yule y niños muertos. He matado tantas veces de muerte súbita a mi yo fiera, que ya no queda más que en fugaces destellos de bombillas roídas, apolilladas y ennegrecidas. Mientras tú, desde tu camisa de Armani, te ríes de mi débil sentido del ridículo.

MARÍA MARTÍNEZ AZORÍN


He visto un niño en ti bajo tus arrugas, tus pies endurecidos. Alguien te veló, te sostuvo en brazos hace mucho en otra casa donde tanta sombra y luz viviste. Alguien te guió, espantó el miedo de tu lado en noches perdidas de un mundo que ya nadie puede tocar. Mucho antes de que tú hicieras todas estas cosas por mí. La eternidad nos reprochará el tiempo que perdimos en discusiones. Pero quedará prendida de cada caricia, de cada momento que nos elevó más allá de nosotros mismos, en que más fuimos tú y yo.

JOSÉ MIGUEL VILAR-BOU


PONGAMOS QUE HABLO DE TODAS LAS CIUDADES Todo discurre, fiscal y humanamente, entre centros y periferias, idéntico desde el metacarpo hasta la distal, desde Gran Vía hasta el Barrio X, carpa de luz y ropa tendida coronada por una catedral o el Corte Inglés. Mudarse, oh hermanos, ya no es una aventura, no nos asusta el trueque de santos, imposible perderse en la geografía del marketing. Es seguro el esquema, inevitable ya su sacrificio en el carpe diem, y, para qué engañarnos, no vamos a encontrar respuesta en la extinción de unos baños árabes. Si tengo un hijo de aquí a diez años, tendrá un clon en Vitoria, y su barrio un ultramarinos Loli versión euskera; las mismas luchas en una lengua que resiste.

ALBERTO RODRÍGUEZ

poesía

Vuelta al futuro, sacando la cabeza en ríos paralelos, cuando pierdan el autobús quizás todos entiendan la ilusión de la culpa. Casas de apuestas en barrios pobres, como una falsa promesa de color.


poesía

Habláis del mundo como si existiera. Habláis del mundo desesperados por vivir y habláis de que la vida es hermosa y de que el amor es cura y salvación, y tenéis esa certeza, igual que la tenéis de que la piedra se hunde en el agua. Habláis del amor como si fuera capaz de levantar esa misma piedra del fondo y hacerla flotar y entregárosla de nuevo a vuestras manos y fuera entonces suave y cálida y se os ofreciera como un corazón vivo. Y yo quisiera esa piedra que vuelve palpitando. Quisiera las certezas y las ganas y hablar del mundo hablar de la vida o del amor aunque no existan.

MARÍA MARÍN


EL JERSEY DE LANA

A papá. A mamá.

Hace más de cuatro décadas, sin saber pero con todo el cariño del mundo, mamá se lo tejió a papá, de regalo, en una lana marrón con vetas rojas y verdes: [fea, para qué negarlo, pero era tendencia hace más de cuatro décadas]. Durante todo este tiempo, cada vez que llega el frío, mi padre acude a él buscando el calor de esa lana extraña que aún luce como si fuera nueva, como si no tuviera más de cuatro décadas. A veces le sale algún enganche, algún girón, un hilo revoltoso. Entonces se tira de la magia: abrimos un poco el punto y el enganche desaparece, tragado hacia dentro, por el propio tejido. Tejer sin saber. Confeccionar el calor al que acudir en invierno. Arreglar hacia dentro los enganches. Se construyen y conservan igual: Las familias y los jerseys de lana que ya han cumplido más de cuarenta años.

ÁLVARO BELLIDO


REFUGIO Igualque un niño escondido en los bajos de un camión de feria en la frontera, buscar refugio más allá de la carne desaparecida. Buscar el asilo de los huérfanos en las laminas de los libros de arte en los que te hacías paz desde la mirada feliz y calma. Igual que un niño sin padres acurrucado junto a la alambrada sobre el barro aceitoso y frío de la batalla, buscar el silencio acogedor de tu voz en los acordes de la Arabesca, buscar el refugio sereno del rincón donde los perros viejos cierran sus ojos de almendra nublada. Como los niños perdidos entre la vida y Europa. Igual que los niños perdidos.

ANTONIO SÁNCHEZ


OOTECA Una ooteca (del griego óon, “huevo” y theke, “depósito”) es una masa de huevos formada por diferentes animales, principalmente moluscos e insectos Dentro de en este intersticio curvado frágil junto al germen de otras potenciales visiones futuras te percibo ensimismada compartiendo varios bucles euroescépticos comunes a la generación de los indecisos cabreada Dentro de un tiempo seré una crisálida gris brillante luego una luz que te sorprenda al fondo de un armario oscuro o de una bolsa de viaje o mejor de una noche tan ciega y fría como aquella y aquella y aquella en las que me concebiste hace ya un terror y varios trenes

LUJO BERNER

poesía

y me verás claro que me verás diminuta para las nubes gigante para tus ojos Soy la verdad soy un futuro muerto soy el ahora que tú no ves.


poesía

EL BORROSO CANSANCIO DEL ESCRIBA Un nuevo reto, un nuevo poema, la posibilidad de contemplar la luz desde la sombra, de asomarme al abismo del espejo que es todo poema cuando refleja el alma de aquel que lo transcribe desde el fondo invisible de la nada a la nada invisible de los folios. Siempre es un reto nuevo el poema, otra oportunidad, de hurgar en la heridas del pasado y ver las cicatrices que han dejado en la piel del presente. Una nueva ocasión para reflexionar y hacer balance -a beneficio de inventario, siempre-, sobre lo que perdemos por pereza y desidia y aquello que ganamos porque la vida quiere. Lo importante es saber si merece la pena el resultado, si el saldo es positivo al final del poema o si después de todo, todo ha sido nada, y los versos reflejan solamente el borroso cansancio del escriba.

RAMÓN BASCUÑANA


138 GRADOS

TE busco en las palabras de todos los poemas de amor con que me encuentro, me recreo pensando en todos los instantes que he sentido tu aliento, como gota de lluvia descompongo en mi boca el color de la tuya, litigo con el ansia que aguarda que dibujes con tus dedos mis labios, te conjuro en la ausencia pero temo el momento de la cita anhelada, me atormenta la duda de si a ti el mismo impulso te arrebata la sangre, y en este parapeto de papel un abrazo nos enlaza en mi espera.

CHARO GUARINO


PROPÓSITOS Te escribiré: desafiando señales de tráfico lingüísticas, -sin lapiceros rojos-, Con esa libertad del acto por el acto. Muy lejos de las voces meridianas. Más cerca del desnudo. No necesitan prólogo los días si llegas hasta el centro de las hojas. Escribiré con praxis de poética, con todo un despilfarro de emociones, poemas parecidos a una cita.

BIMORFISMOS II

MARINA TAPIA


HORMIGÓN BAJO LAS MANTAS

Sentir la lentitud con que las horas taladran el silencio, el dedo frío con que van presionando los resortes del miedo, tanto tiempo adormecidos... Ángel Paniagua

Los insomnes no tenemos salvación. Luisa Miñana

Lo peor es cuando todo se acumula en un tiempo indefinido de la noche y la muerte o la distancia —nunca el olvido— impiden toda posibilidad de venganza.

poesía

La piel sobre el colchón desnudo las hormigas y los restos de la cena la insolente delineación de las aristas del cuarto sobresaliendo en la penumbra el aliento helado de una sombra en la nariz.


Me gusta ponerme pastillas debajo de la lengua lejos del nervio de manera que se mezcle el sabor de la derrota con el hormigón bajo las mantas. Si supiera usar y dónde conseguir un arma pero... y si después me llaman de aquella editorial. Es un buen poemario, joder… quisiera verlo publicado.

LUIS SÁNCHEZ MARTÍN


40

A cierta edad, lo valioso no es tanto el qué de las cosas, no es el tacto de la cama recién deshecha, el brillo de lo que puede verse con los ojos cerrados, ni siquiera la ficción de los triunfos pasajeros. A cierta edad, lo importante, es la sinestesia, aquello que te incita a seguir el rastro: ver con las yemas de los dedos, reconocerte en el sonido de otro cuerpo o que el olor de las cosas sea intertextualidad y no verso.

poesía

ALBERTO CARIDE


narrativas

Caída libre Como hacían con todos los muertos de la tribu, colocaron el cuerpo de la chamana dentro de su canoa, la taparon con hojas y tierra, la amarraron con lianas y, tras una breve despedida de flores y aguardiente, la soltaron río abajo. Horas más tarde y ayudada por las sacudidas de la corriente, despertó de su sobredosis de ayahuasca solo para dar paso a la pesadilla de la resaca. Desesperada, trató de moverse, de respirar, pero la mortaja era tan implacable como el vaivén. En su frenético afán por vivir, tuvo un último instante de claridad: este viaje iba en una sola dirección y sus dioses la habían abandonado. TOTI VOLLMER

«El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre —una cuerda tendida sobre un abismo».

F. Nietzsche

Pura raza Cuando despertó después de una mala noche, extrañó sus patas y sus antenas, la barriga ovalada cubierta de surcos, la protección de su espalda acorazada. Un médico lo cegó mientras le revisaba el fondo de los ojos sobre la camilla. Superó la revisión de color de piel, ojos, pelo; dio el peso y la talla, las pulsaciones y la capacidad pulmonar. Lo uniformaron y lo mandaron escaleras abajo. Al llegar al portal, le entregaron una botella con gasolina y un encendedor, y su propio instinto lo empujó hasta la enorme pira donde sus compañeros quemaban los libros. JESÚS ALCAÑIZ



narrativas BIMORFISMOS I

MARINA TAPIA


Pottersville Casi todo lo que ves es lo que parece. La frase no es mía. O sí. A estas alturas de película ando ya algo confuso. Y es que nunca tuve claro si quería vivir en la fingida alegría y despiporre de Pottersville o mudarme a Bedford Falls. En parte es una duda que ya he naturalizado. La atiendo (y la tiendo en la cuerda de tender pensamientos) como algo normal. A una edad, a cualquier edad, todos estamos en la obligación de dudar: parar, temer, cavilar, caminar. Y sí, al fin seguir caminando aún estando despeinados, con los bolsillos vacíos y una ruina moral llamando a la puerta de casa. Forma parte del trayecto si queremos conseguir las alas que nos permitan volar cerca del suelo, a la altura de tu cintura. La la land. Porque vivir en la certeza es aburrido, tan aburrido como trabajar en un banco. Tampoco sé si este empréstito literario es mío. Ni siquiera he trabajado en un banco. Ni tengo dinero. Pero tampoco certezas, y de momento está siendo divertido. Por eso el camino me ha llevado casi siempre por las vías secundarias de Pottersville. Quizá un día alguien haga sonar la campanilla. Me regalarán alas. Abriré una botella de vino caro. Brindaré por todos. Será la hora de mudarme, de hacer nuevos amigos en Bedford Falls.

ÁLVARO PINTADO


EL HOMBRE DEL TIEMPO Lo conocía como la palma de su mano. Sabía en qué preciso instante tendría que recoger al niño que caería del árbol, cómo evitar que muriese el anciano indigente, a qué hora tendría que entrar en el restaurante para evitar que un trozo de buey atravesado en la garganta acabase con la vida de aquel hombre gordo. Sabía qué bebía la chica, en qué universidad había estudiado, cómo debería ser el hombre perfecto para ella, cuáles eran sus sueños, lo que esperaba de esa vida que no se decidía a seguir su curso y sabía, también, recitar su poema favorito. Sabía todo lo que hay que saber. Qué hacer, qué decir, lo que iba a ocurrir. Sabía cuándo pasaría un coche, en qué momento se rompería un plato, en qué dirección soplaría la brisa fría, helada. Sabía, incluso, si la marmota pronosticaría un largo invierno. Era su día. Conocía hasta el más oscuro de sus rincones. Era el hombre del tiempo, y ese trozo de tiempo no tenía secretos para él. Sobraban horas para aprender. No existía error que no se pudiera corregir. Siempre había otra oportunidad para rectificar. Había olvidado lo que era dar un paso en falso. Y entonces ocurrió. Y cuando al fin había conseguido dejar atrás el día de la marmota, Phil Connors volvió a tener miedo. Un miedo atroz.

LEANDRO LLAMAS


ES TIEMPO DE VER ALGO BONITO

CARLOS ENRIQUE SALDÍVAR

narrativas

La mayoría de personas creen que el hecho de ver a alguien lanzándose de un puente no ocurre muy a menudo. La verdad es que este hecho se da casi a diario, pero a los medios de comunicación les importa un pito: las noticias de decesos por causa de saltos al vacío no son de gran interés para el público; por lo tanto, no salen en periódicos, televisión, mucho menos en la Internet. Lo cierto es que pueden pasar días sin que nada suceda ante mis ojos, y no es porque los suicidios no tengan lugar en algún punto de Lima, sino porque yo no estuve en el momento y sitio precisos. Confieso que estuve preocupado, hace semanas que no pasaba nada interesante, por ende, me sorprendo cuando veo a ese sujeto, agarrado de la baranda del puente. Me acerco, me paro a una distancia prudencial y observo. El otro me escruta con detenimiento, parece reclamarme por invadir su espacio, pero sé en qué piensa realmente, casi todos estos desgraciados detestan morir en soledad, quizá porque es la soledad precisamente la que los lleva a cometer tales actos. El tipo viste un terno, no es algo raro, suelen prepararse bien para la ocasión. Abajo el río pasa con un gran caudal, las rocas son gruesas y puntiagudas. Conozco estas aguas, estas piedras, este puente. El hombre se sube al borde de fierro, es como si posara, sonríe mientras lo contemplo con lágrimas en mis ojos, es hermoso, más que en otras ocasiones. Se avienta, como si fuera un ave realizando su último vuelo. Permanezco de pie un buen rato. He presenciado una cosa muy bella, y no la olvidaré en mucho tiempo. Es hora de irme a casa. Mañana será otro día.


Rutinas En cuanto me ve entrar por la puerta del bar ya me prepara un café como sabe que me gusta. Tardo unos segundos en llegar a la barra y allí lo tengo servido, un expreso con un azucarillo. Como llego tarde a la oficina me lo tomo en dos minutos, los mismos que utiliza él para limpiar la vitrina de las tortillas, la que hay justo donde me ha dejado estratégicamente el café. Y siempre, antes de irme, me mira. Yo también le miro y según el día nos guiñamos un ojo. Luego ya no nos volvemos a ver hasta la noche y, en cuanto le veo entrar por la puerta de casa, le preparo el sitio del sofá que sé que le gusta.

AURORA TÁRREGA GÁLVEZ


Ser Begoña Nada más volver a casa tras el funeral y cerrar la puerta de casa se dio cuenta de que no podría vivir sin ella. Tras unos días, aquella impresión se convirtió en certeza y llegó a la conclusión de que la única opción era convertirse en ella, ser Begoña. El primer cirujano le recomendó un psicólogo, el segundo, un cura, pero, por fin, el tercero accedió a su plan. Fueron meses de complejas y costosas operaciones, de pastillas, hormonas e incomprensión, pero finalmente lo consiguió. Al volver a casa tras la última y definitiva operación, llamó a los operarios para que instalaran los espejos. Mientras ellos cubrían todas las paredes y los techos, él tiró a la basura todos sus antiguos trajes, sus pantalones, su máquina de afeitar y su colonia; nunca más los iba a necesitar. En cuanto los operarios se marcharon, él cerró la puerta. Para siempre. BASILIO PUJANTE

narrativas


transiciones

Tímida recolección de entradas de diario por

INÉS BELMONTE AMORÓS @inesoidea

I Diario de desmayos (9/10/21) Se desmaya esta mañana un trozo de cara de volcán, como una imponente operación quirúrgica sobre la isla. También advierto hoy que mis manos pesan el doble por el frío, pero este frío es solo un aviso, ya me han dicho: nunca lo has conocido, ahora lo conocerás. Busca guantes, busca bolsillos de fieltro. Viste de negro. Los álamos de aquí son sumamente férreos pero desmayados. Abarcan varios arcos de mirada, y una larga sombra de nave. A veces siento que me visto con el reverso de los objetos, los estiro cuando estiro mis articulaciones, robándolos del mundo.

II. Diario de una hemorragia (15/10/2021) Se me deshila el ojo. Me palpita el párpado como una gasa amarilla. El sopor es un enorme círculo rojo enmarcado en la cuenca. Mi ojo se me deshila; ¿ante qué orilla rechazo la mirada?


Mientras el ojo me sangra, mi amiga hace el amor con su amiga. Creo que me pesa, me pesa la cuenca, porque ya no es un ojo: es una bola de cristal con la que atisbar el futuro. Debería arrancármela.

III. Diario de una poética (20/10/2021) No has terminado de entenderlo: el tejido de tus poemas es el mismo que el de la manta con la que mamá te tapaba a la hora de dormir. ¿Recuerdas? Aquella manta morada que tanto raspaba, con la que te cubría hasta casi asfixiarte. No había posibilidad De no sentir ardor.

IV. Diario de una esperanza (25/10/2021) ¿Cuál era el impulso primero de los que iban a morir, o temían morir, antes de que se ordenaran las religiones, se escribieran las primeras mitologías? ¿Qué se hacía antes de que el humano juntara las palmas, mirara al cielo, o pudiera orar? Quizá solo un deseo mudo y tosco. Quizá agarraran la tierra y la agrietaran con las uñas… Como rechazándola. Como renegando de la finitud; algo tristes, algo humillados, por albergar aún Cierta esperanza de eternidad no cumplida.

V. Diario de un autorretrato (31/10/2021) Soy una figura informe, parasitaria, adentro de la hija verdadera, la primera hija, la deseada. Soy un bloque de agua templada que se escurre por los poros de Ella, humedeciéndola, presionando su consistencia: ahogo su retrato en nuestro Leteo familiar.


Lecturas por RAFA GARCÍA JOVER CARA A Es fácil, claro, dijo. Sacralizar un objeto para convertirlo obra de arte. Basta con tener claro un proceso de asignación de sentido. Un protocolo modelo que aplicar en cualquier situación que se preste a ello. Veamos, dijo. Tenemos un urinario, un objeto lo suficientemente ordinario y alejado de la estética artística como un apestoso urinario. Le damos la vuelta (deformación) y le cambiamos el nombre: Fountain (reasignación lingüística). Automáticamente cambia su función y pasa de ser un objeto receptor de un chorro proveniente del exterior a un objeto del que emanaría un chorro que es expulsado de su propio interior al exterior. Es fácil. La encarnación de la idea sin más. Hegel estaría orgulloso. Lo siguiente es hacer ver ese cambio de función del objeto al público, hacerle partícipe de la conversión del objeto en obra de arte. Hacer ver que dios existe y que está ahí aunque no lo veamos. Algunos lo verán (creerán verlo), pero la mayoría no y no les hará falta para creer no ya en el objeto (esos sólo comerciarán con el arte) sino en la transformación de lo banal en símbolo. ¿Propio de las vanguardias y postvanguardias y demás? En absoluto. ¿Qué hizo quien pintó bisontes en la cuevas, si no crear la idea? No imitar mediante la traslación, sino crear mediante la transformación.


“Fuente” (1917), de Marcel Duchamp

“Dios" (1917) de Elsa von Freytag-Loringhoven y Morton Schamberg.

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CARA B Gracias a Siri Hustvedt descubrió a la excéntrica poeta, pintora, escultora y modelo de artistas alemana Elsa von Freytag-Loringhoven, la Baronesa Dadá. Según dicen los entendidos, ella fue la verdadera creadora de urinario de Duchamp. Su faceta artística, por culpa de la supremacía masculina de principios del siglo XX, y a pesar de ser una artista muy arriesgada y muy activa en su época, fue silenciada hasta el punto de que hoy en día es muy desconocida entre el público.

1. El 11 de abril de 1927, 10 años después de la gran exposición, el propio Duchamp envió una carta a su hermana en la que le decía: “Una de mis amigas, bajo seudónimo masculino, Richard Mutt (R. Mutt), me ha enviado un urinario de porcelana como si fuera una escultura.” 2. La carta se publicó en 1987, pero nadie hizo caso de ella debido a que el propio Duchamp solía firmar con seudónimos y le gustaba utilizar heterónimos femeninos (Rose Sélavy). 3.Hasta 1950, año en que murió la baronesa, Duchamp no reclamó la autoría de su fuente.


M. Duchamp como Rose Selavy


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MICROGRAMA © Ewal Carrión (Micrograma y poema) Completa el Micrograma y siguiendo el mismo orden de las referencias obtendrás un microrrelato. Las flechas indican el sentido de escritura. Entre corchetes se informa de los signos de puntuación que acompañan al texto final una vez resuelto el Micrograma. El símbolo “/” es un salto de línea para los versos.

HORIZONTAL 2. EN LA NOTACIÓN ALFABÉTICA, REPRESENTA LA NOTA MUSICAL LA. 5. QUERIÉNDONOS. / 6. DURANTE EL MISMO PERÍODO DE TIEMPO EN EL QUE OCURRE OTRA COSA Y DE FORMA SIMULTÁNEA A ESTA. 7. FABRICAMOS. 9. QUE NO HACEN RUIDO O SON MUY SILENCIOSOS. / 10. EN LA NOTACIÓN ALFABÉTICA, REPRESENTA LA NOTA MUSICAL LA. 11. OBJETO CON QUE SE REGISTRAN O SE SEÑALAN LOS PUNTOS QUE SE GANAN EN CIERTOS JUEGOS. [;] 12. QUE EXISTE DESDE HACE MUCHO TIEMPO. 17. PRÉSTAMO (S. XVI) DEL LATÍN ‘ASTRUM‘ Y ESTE DEL GRIEGO ‘ÁSTRON’. 18. ESTEBLECEN O FUNDAN. / 21. SE UTILIZA PARA ORDENAR A ALGUIEN QUE RETROCEDA. 22. DENOTA POSESIÓN O PERTENENCIA. 25. PRONOMBRE PERSONAL. 26. INDICA LA OPERACIÓN ARITMÉTICA DE SUMA.


27. QUE ILUMINA O ESCLARECE ALGO INTELECTUAL.

28. DENOTA POSESIÓN O PERTENENCIA. 30. SISTEMA DE CONTROL Y REGISTRO DE LOS GASTOS E INGRESOS. PLURAL.[.]/ 31. INDICA EL NIVEL AL QUE HA LLEGADO ALGO. 32. PRONOMBRE PERSONAL. 33. PERÍODO QUE TRANSCURRE DESDE QUE SE PONE EL SOL HASTA QUE VUELVE A SALIR. 35. INDICA LA CAUSA O LA RAZÓN DE ALGO. 37. ESTRUJÉMONOS./ 44. MÁS TARDE EN EL TIEMPO. 45. AGITÉMOSLOS. [.]/ 46. CONJUNTO DE TRUCOS Y HABILIDADES CON LOS QUE SE HACEN JUEGOS DE MANOS Y COSAS SORPRENDENTES Y EXTRAORDINARIAS. 49. VOZ PATRIMONIAL DEL LATÍN BUCCA ‘MEJILLA’, QUE POR METONIMIA PASÓ A DESIGNAR ESTA PARTE. PLURAL. / 50. SIGNO QUE REPRESENTA LA SEGUNDA INCÓGNITA DE UNA ECUACIÓN O UN SISTEMA DE ECUACIONES. 52. VOZ PATRIMONIAL DEL LATÍN ISTE ‘ESE’, QUE PASÓ A INDICAR PROXIMIDAD AL RECEPTOR. 55. QUE NO PUEDE SER, OCURRIR O REALIZARSE. / 59. PREPOSICIÓN.

VERTICAL 1. NOS MOVEMOS HACIA UN LUGAR 3. EXISITIR 4. NATURAL DE LA ISLA DE LESBOS. 8. SENTIDO CORPORAL QUE PERMITE PERCIBIR Y DISTINGUIR LOS SONIDOS. PLURAL. 13. DENOTA POSESIÓN O PERTENENCIA.


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14. DEL LATÍN ‘LINGUA‘. 15. QUE ES DE IDEAS ANTICUADAS O PASADAS DE MODA. / 16. PRONOMBRE PERSONAL. PLURAL. 19. PRONOMBRE PERSONAL. 20. OPERACIÓN O CONJUNTO DE OPERACIONES MATEMÁTICAS NECESARIAS PARA AVERIGUAR EL RESULTADO. 23. NOS PERTENECEN. 24. HACE REFERENCIA A UNA ETAPA, EN ESPECIAL A LA VIDA DE UNA PERSONA. / 29. DETERMINANTE. PLURAL. 34. QUE ES CONTINUA, QUE NO SE INTERRUMPE./ 36. OBJETO CON QUE SE REGISTRAN O SE SEÑALAN LOS PUNTOS QUE SE GANAN EN CIERTOS JUEGOS.[,] 38. PRONOMBRE PERSONAL. PLURAL. 39. DEL LATÍN ‘CENTUM‘. PLURAL. 40. SIGNO QUE REPRESENTA LA SEGUNDA INCÓGNITA DE UNA ECUACIÓN O UN SISTEMA DE ECUACIONES. 41. INDICA UNA CANTIDAD FORMADA POR CONJUNTOS DE 1 000 UNIDADES. 42. DENOTA POSESIÓN O PERTENENCIA. 43. ÓSCULO. / 47. DENOTA POSESIÓN O PERTENENCIA. 48. NOS PERTENECEN. 51. DENOTA POSESIÓN O PERTENENCIA. 53. ESTILO CARACTERÍSTICO DE UN ARTISTA, DE UNA ÉPOCA O ESCUELA. / 54. REALIZAREMOS UNA ACIVIDAD. 56. DESIGNA UN ELEMENTO SIN IMPORTANCIA, SIN VALOR. 57. EMBRUJAMIENTO./ 58. TRANSFORMÁNDOLOS. [.] 60. QUE NO PUEDEN SER CONTADOS O NUMERADOS PORQUE SON MUY NUMEROSOS.


dímelo en la calle

FOTO: JOSEFINA MARTOS

Germán Tu joyero C/. Murcia


Que a la vida no le falte filo(sofía) Avenida Juan de Borbón. Los Cubos. Murcia

La nostalgia siempre deja frágil C/. Murcia


En terapia como relato (y enfermedad) de nuestro tiempo por Toni Rivas Quien más quien menos ha pasado por el diván (u otros asientos de menor reclinación) para volcar relatos, historias que recubren trabas, narraciones-construcciones identitarias que soportan la imagen con la que los individuos se obsesionan y hasta se limitan. Todo ello en un espacio sencillo, siempre apacible, y en apariencia de una beneficiosa intimidad. Esta realidad, ahora mucho más familiar, se ha asentado también en la producción audiovisual. Sus antecedentes se encuentran sobre todo en el género de la comedia: se me ocurre Una terapia peligrosa (1999) o las incursiones recurrentes de Woody Allen en los diálogos psicoanalíticos hasta llegar a su culminación con Desmontando a Harry (1997). En cuanto a las series, es curioso que el más claro referente sea la producción pionera por antonomasia: Los Soprano (1999-2007), donde las conversaciones con la doctora Melfi añaden un elemento metacognitivo a la trama. No obstante, solo es hasta la llegada del modesto proyecto cinematográfico Be’Tipul (2005, En Terapia) cuando conocemos por primera vez una secuencia episódica articulada casi enteramente en sucesivas sesiones de terapia, sustentadas casi por entero en el diálogo y, por tanto, en el relato. Así, las epifanías se van desgranando tras un cuidado intercambio de réplicas en las que las subidas y bajadas de la tensión emocional van marcando el ritmo de este relato fundamentalmente hablado.


Al margen del realismo con el que han sido elaboradas (al parecer) tanto los guiones como las interpretaciones (eliminado queda el diván, por cierto), esta producción descubre o sistematiza el placer del diálogo y, por tanto, la posibilidad -en esta era de grandes recursos efectos visuales o gráficos- de sostener los episodios a través de la conversación, que, como decíamos, se encamina muchas veces hacia un descubrimiento catártico que llevará a otro a posteriori. La serie encierra además otra vuelta cognitiva más, con las periódicas visitas del terapeuta protagonista a su propio terapeuta, fruto de sus propias incapacidades para separar su existencia de la de sus pacientes.

TELEFUNKEN

Es probable que conozcamos la adaptación norteamericana, disponible en HBO, magistralmente protagonizada por Gabriel Byrne durante tres temporadas (In Treatment, 2008-2010) y, tras un hiato de una década (2021), readaptada de manera muy inteligente para el papel de Uzo Aduba. Ahora bien, quizá no estemos al corriente de que esta es solo una de las 25 adaptaciones que ha conocido la producción de Hagai Levi, que se ha estrenado en lugares tan dispares como Argentina, Japón, Rusia, Francia, Canadá, Brasil, Macedonia… Esta impresionante difusión prueba el acierto de una fórmula narrativa tan rica como simple. No obstante, a mi modo de ver, la adaptabilidad de Be’Tipul (éxito prepandémico, por cierto) muestra la transnacionalidad de una obsesión, la afición global por el examen de la historia propia, por el regodeo en el relato y el escrutinio del trauma (quizá otra consecuencia más de la deriva narcisista de nuestro tiempo). Con todo, no puedo dejar de recomendar esta producción para quien quiera dejarse conducir en espiral hacia los recovecos de la psique y los avatares que la constituyen de la mano de unos atribulados y maltrechos terapeutas.


perversiones

Tristesse en mer de Théophile Gautier

por

Camelia Hiba Megari


Les mouettes volent et jouent; Et les blancs coursiers de la mer, Cabrés sur les vagues, secouent Leurs crins échevelés dans l'air.

A la mer, spectre de mes rêves, Regrets aux mortelles pâleurs Dans un coeur rouge ayant sept glaives, Comme la mère des douleurs.

Le jour tombe; une fine pluie Eteint les fournaises du soir, Et le steam-boat crachant la suie Rabat son long panache noir.

Chaque fantôme plonge et lutte Quelques instants avec le flot Qui sur lui ferme sa volute Et l'engloutit dans un sanglot.

Plus pâle que le ciel livide Je vais au pays du charbon, Du brouillard et du suicide; - Pour se tuer le temps est bon.

Lest de l'âme, pesant bagage, Trésors misérables et chers, Sombrez, et dans votre naufrage Je vais vous suivre au fond des mers.

Mon désir avide se noie Dans le gouffre amer qui blanchit; Le vaisseau danse, l'eau tournoie, Le vent de plus en plus fraîchit.

Bleuâtre, enflé, méconnaissable, Bercé par le flot qui bruit, Sur l'humide oreiller du sable Je dormirai bien cette nuit!

Oh ! je me sens l'âme navrée; L'Océan gonfle, en soupirant, Sa poitrine désespérée, Comme un ami qui me comprend.

... Mais une femme dans sa mante Sur le pont assise à l'écart, Une femme jeune et charmante Lève vers moi son regard,

Allons, peines d'amour perdues, Espoirs lassés, illusions Du socle idéal descendues, Un saut dans les moites sillons!

Dans ce regard, à ma détresse La Sympathie à bras ouverts Parle et sourit, soeur ou maîtresse, Salut, yeux bleus! bonsoir, flots verts!

A la mer, souffrances passées, Qui revenez toujours, pressant Vos blessures cicatrisées Pour leur faire pleurer du sang !

Les mouettes voient et jouent; Et les blancs coursiers de la mer, Cabrés sur les vagues, secouent Leurs crins échevelés dans l'air.


Sadness in the sea The seagulls fly and play; And the white steeds of the sea, Riding on the waves, shake Their disheveled manes in the air. The day falls; a fine rain Extinguishes the furnaces of the evening, And the steam-boat spitting soot Folds down its long black plume. Paler than the livid sky I go to the land of coal, Of fog and suicide; - To kill oneself the time is good. My greedy desire drowns In the bitter abyss that whitens; The vessel dances, the water turns, The wind grows fresher and fresher. Oh! I feel my soul grieved; The ocean swells, sighing, His desperate chest, Like a friend who understands me. Come on, lost love pains, Weary hopes, illusions From the ideal base descended, A jump in the moist furrows!

To the sea, past sufferings, Who always come back, pressing Your healed wounds To make them cry blood! To the sea, spectre of my dreams, Regrets with mortal pallor In a red heart with seven swords, Like the mother of sorrows. Each ghost dives and struggles A few moments with the flood Which closes its volute on him And swallows him up in a sob. The soul's ballast, heavy baggage, Wretched and dear treasures, Sink, and in your shipwreck I will follow you to the bottom of the sea. Blueish, swollen, unrecognizable, Rocked by the noisy sea, On the wet pillow of the sand I will sleep well this night! ... But a woman in her mantle On the deck sitting apart, A young and charming woman Lifts her gaze towards me, In this look, to my distress Sympathy with open arms Speaks and smiles, sister or mistress, Hello, blue eyes! Good evening, green waves! The seagulls see and play; And the white steeds of the sea, Riding on the waves, shake Their disheveled manes in the air.


Denizde hüzün Martılar uçar ve oynarlar; ve dalgaların üzerinde duran beyaz deniz kuryeleri, darmadağınık yelelerini havada sallarlar. Gün çöker; Akşam fırınlarını güzel bir yağmur söndürür Ve kurum püskürten buhar teknesi uzun siyah tüyünü çırpar. Canlı gökyüzünden daha solgun kömür, sis ve intihar ülkesine gidiyorum; - Kendimi öldürmek için hava güzel. Beyazlatır acı uçuruma açgözlü arzu boğan benim; gemi dansları, su dalgaları, rüzgarın soğutucu ve soğutucu alır. Oh! kendim için üzülüyorum ; Okyanus şişiyor, iç çekiyor, Göğsü çaresiz, Beni anlayan bir arkadaş gibi. Hadi, aşk acıları kayboldu, Umutlar yoruldu, ideal üssün yanılsamaları düştü, Terli oluklara atladı! Denize, geçmişteki acılara, Her zaman geri dönen, iyileşmiş yaralarına kan ağlatması için baskı yapan! Denizde, hayallerimin hayaleti, Kederlerin annesi gibi yedi kılıçlı kırmızı bir kalpte ölümcül solukluklarla pişmanlık duyuyor. Her hayalet dalıyor ve birkaç dakika boyunca, onun üzerindeki kıvrımını kapatan Ve onu bir hıçkırık içine çeken akışla mücadele ediyor.

Mavimsi, şişmiş, tanınmaz, Akan dere tarafından sarsılmış, Kumun ıslak yastığında bu gece iyi uyuyacağım! ... Ama güvertedeki mantisinde ayrı oturan bir kadın, Genç ve çekici bir kadın Bakışlarını bana kaldırıyor, Bu bakışta, açık kollarla sıkıntı Sempatime Konuşuyor ve gülümsüyor, kız kardeşi ya da metresi, Merhaba, mavi gözler! iyi akşamlar, yeşil dalgalar! Martılar görüyor ve oynuyor; Ve dalgaların üzerinde duran beyaz deniz kuryeleri, darmadağınık yelelerini havada sallıyorlar.

perversiones

Ruhun balastı, ağır yük, Sefil ve değerli Hazineler, Bat ve gemi enkazında seni denizlerin dibine kadar takip edeceğim.


‫ﻃ� ﮵�ر اﻟﻨ�رس � ﮴ﻄ� ﮵ﺮ �� ﮴ﻠﻌﺐ ؛ وﺳﻌﺎة اﻟ� ﮳ﺤﺮ اﻷ� ﮳� ﮵ﺾ ‪،‬‬ ‫�‬ ‫ﻣﺪﻋﻮﻣ� ن ﻋﲆ اﻷﻣﻮاج ‪ � ،‬﮵ﻬ�� ن ر﮳ﺣﺎﻟﻬﻢ اﻷﺷﻌﺚ � � �‬ ‫‪.‬اﻟﻬﻮاء‬ ‫� ﮵ﺴ��ﻂ اﻟ� ﮵ﻮم; اﻟﻤﻄﺮ ﮲ﻋﺮاﻣﺔ � ﮵ﻄ��ﺊ اﻷ��ﺮان ﻣﺴﺎء‪ ,‬و� �ﺎرب‬ ‫ﺤﺎم اﻟﻠﻮﺣﺎت ﻟﻬﺎ ﻋﻤﻮد أﺳﻮد ﻃ�� ﮵ﻞ‬ ‫ﺤﺎر � ﮵��ﺬف اﻟﺴ ﮲‬ ‫‪.‬اﻟ� ﮳ ﮲‬ ‫أﻛ�ﺮ ﺷﺤ�� ﮳ﺎ ﻣﻦ اﻟﺴﻤﺎء اﻟ�ﻌﺎﺿ� ﮳ﺔ أذﻫﺐ إﻟﻰ أرض اﻟ��ﺤﻢ‬ ‫‪.‬واﻟﻀ� ﮳ﺎب واﻻ�ﺘﺤﺎر ؛ ‪ -‬ﻟ���ﻞ � ﮲��ﴘ اﻟﻄ��ﺲ ﮳‬ ‫ﺣ� ﮵ﺪ‬ ‫ر﮲ﻋ� ﮳ﱵ اﻟ ﮳‬ ‫� اﻟﻬﺎ�� ﮵ﺔ اﻟﻤ�� ﮵ﺮة اﻟﱵ � ﮴� ﮳� ﮵ﺾ ؛‬ ‫ﺤﺸﻌﺔ � ﮴�ﻌ� ق � � �‬ ‫� ﮴ﺮ� �ﺺ اﻟﺴ��� ﮵ﻨﺔ ‪ �� ،‬﮴ﺪ�ر اﻟﻤ� ﮵ﺎه ‪ �� ،‬﮴ﺼ�﮳ﺢ اﻟ�� ﮵ﺎح أﻛ�ﺮ � ﮳�ودة‬ ‫‪ ��.‬﮳�ودة‬ ‫; أوه! أﺷﻌﺮ � ﮳ﺎﻷﺳﻒ ﻋﲆ � ﮲��ﴘ‬ ‫ﺤﻢ اﻟﻤﺤ� ﮵ﻂ‪� ,‬ﻨﻬﺪ‪ ,‬ﺻﺪره � ﮵ﺎ� ٔﺴﺔ‪ ,‬و�ﺄ� ﮲ﻪ ﺻﺪ� ﮵ﻖ‬ ‫�ﺘﻀ ﮲‬ ‫‪ �.‬﮵��ﻬﻤﲏ‬ ‫ﻫ� ﮵ﺎ‪ ,‬اﻟﺤﺐ أﺣﺰان ����ﺪت‪ � ,‬﮴ﺄﻣﻞ ﻣ�ﻌﺐ‪ ,‬أوﻫﺎم � �ﺎﻋﺪة ﻣ�ﺎﻟ� ﮵ﺔ‬ ‫ﺣﺎد� ﮵ﺪ � ﮴���ح ﻣﻨﻪ را� ٔﺤﺔ اﻟﻌ� ق‬ ‫!أﺳ��ﻞ‪��� � ,‬ﺰة � � �‬ ‫� اﻷ ﮲‬ ‫إﻟﻰ اﻟ� ﮳ﺤﺮ ‪ ،‬ﻣﻌﺎ� ﮲ﺎة اﻟﻤﺎﴈ ‪ ،‬اﻟﱵ � ﮴ﻌﻮد دا� ٔﻤﺎ ‪ ،‬واﻟﻀ�ﻌﻂ‬ ‫ﺤ��ح � ﮴ﻠﺘﺌﻢ ﻟ ﮳‬ ‫!ﻋﲆ اﻟ ﮳‬ ‫� اﻟﺪم‬ ‫ﺤﻌﻠﻬﺎ � ﮴� ﮳� �‬ ‫�‬ ‫�‪ � ,‬﮴ﺄﺳﻒ ﻣﻊ اﻟﺸﺤﻮب اﻟ��ﺎ� ﮴ﻠﺔ � � �‬ ‫� اﻟ� ﮳ﺤﺮ‪ ,‬ﺷ�﮳ﺢ أﺣﻼ� �‬ ‫�� �‬ ‫‪� �.‬ﻠﺐ أﺣﻤﺮ ﻣﻊ ﺳ� ﮳ﻌﺔ اﻟﺴ� ﮵ﻮف‪ ,‬ﻣ�ﻞ أم اﻷﺣﺰان‬

‫‪perversiones‬‬

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Las gaviotas vuelan y juegan; Y los blancos corceles del mar, Cabalgando sobre las olas, sacude Sus melenas despeinadas al aire.

Tristeza

Cae el día; una fina lluvia Apaga los hornos de la noche, Y el barco de vapor escupiendo hollín Dobla hacia abajo su largo penacho negro. Más pálido que el cielo pálido Voy a la tierra del carbón, De la niebla y el suicidio; - Para matarse el tiempo es bueno. Mi deseo codicioso se ahoga En el amargo abismo que blanquea; El barco baila, el agua se arremolina, El viento es cada vez más fresco. Oh, siento mi alma afligida; El océano se hincha, suspirando, Su pecho desesperado, Como un amigo que me entiende. Ven, las penas del amor perdido, Esperanzas cansadas, ilusiones Desde el pedestal ideal descendió, ¡Un salto en los surcos húmedos! Al mar, sufrimientos pasados, Que siempre vuelven, presionando Tus heridas curadas ¡Para hacerles llorar sangre! Mar agitado en Granville Paul Huet


en el mar

Al mar, espectro de mis sueños, Lamentos con palidez mortal En un corazón rojo con siete espadas, Como la madre de los dolores. Cada fantasma se sumerge y lucha Por unos momentos con la inundación Que cierra su voluta sobre él Y se lo traga en un sollozo. El lastre del alma, el pesado equipaje, Desgraciados y queridos tesoros, Húndete, y en tu naufragio Te seguiré hasta el fondo del mar. Azulado, hinchado, irreconocible, Mecido por el ruidoso mar, En la húmeda almohada de arena ¡Dormiré bien esta noche!

En esa mirada, para mi angustia Simpatía con los brazos abiertos Habla y sonríe, hermana o señora, ¡Hola, ojos azules! ¡Hola, olas verdes! Las gaviotas ven y juegan; Y los blancos corceles del mar, Cabalgando sobre las olas, sacude Sus melenas despeinadas al aire.

perversiones

... Pero una mujer en su manto En la cubierta sentados aparte, Una mujer joven y encantadora Levanta su mirada hacia mí,


recomendaziones

por MARI CRUZ GALLEGO

Entre los años 1599 y 1601 (las fechas son aproximadas), William Shakespeare escribió su tragedia más extensa: Hamlet. Mucho se ha escrito sobre el personaje, las fuentes y los temas de la obra y numerosas han sido las versiones (o variaciones) que se han hecho de la misma. Quizá porque ya todo está escrito y no haya nada nuevo que aportar es por lo que Hamnet, de Maggie O`Farrel (Libros del Asteroide, 2020) no trata sobre el príncipe de Dinamarca, ni siquiera sobre las fuentes que inspiraron al dramaturgo inglés. La novela, sin embargo, sí parte de un acontecimiento biográfico del escritor: la muerte de su propio hijo, Hamnet Shakespeare, cuando tan sólo contaba con 11 años de edad. La coincidencia del nombre del vástago con la del protagonista de su tragedia es la que da pie a elaborar la historia familiar que se oculta detrás de la gran figura de las letras inglesas. Maggie O`Farrel realiza en su novela una suerte de biografía centrada en los personajes familiares que protagonizaron la vida privada del escritor y de los que apenas nada se conoce: su mujer, Agnes (aunque su nombre real sea Anne Hathaway), y sus hijos mellizos, Judith y Hamnet. Son ellos los verdaderos protagonistas de la novela, que no cuenta los grandes hechos de la vida del dramaturgo sino su lado doméstico: la historia comienza relatando la vida de un joven estudiante de latín y la pasión que siente por la extraña Agnes para luego focalizar la perspectiva en la mujer y sus hijos, cuyas vidas giran en torno a la sombra de un padre ausente del que poco saben salvo que pasa los años en los escenarios de la corte inglesa. La mujer semia-


nalfabeta casada con un escritor, del que nunca se llega a decir el nombre en la obra, resulta ser la gran heroína de esta novela que trata, entre otros, temas como la supervivencia en un entorno hostil, la soledad de las mujeres anónimas relegadas al hogar, la muerte de los hijos como hecho antinatural, el dolor de los padres y la trascendencia de una vida anónima a través del arte. La novela no sólo se lee con interés sino que, además, está narrada con un dominio del lenguaje exquisito y con un estilo que mezcla lo poético, lo onírico y el realismo más descarnado. Maggie O`Farrel podría haber relatado la historia de una gran figura de las letras pero ha preferido narrar la pequeña historia de una mujer que fue grande, no por la fama de su esposo, sino por cómo vivió su anónima vida.



© AMALGAMUDA

ilustrados



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