La Iglesia Restaurada

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LA VERDAD SE PROPAGA

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las tribus de los pieles rojas así como a las de los caras pálidas" 7 .

Oliver Cowdery, entonces contó acerca del Libro de Mormón y de sus antepasados, quienes lo habían escrito, y de cómo llegó al conocimiento de los hombres. Después de una pausa y una discusión entre el concilio, el venerable anciano jefe dijo: "Nos sentimos en verdad agradecidos a nuestros amigos blancos quienes han venido de lejos sufriendo tantas angustias para darnos las buenas nuevas, estas gratas nuevas concernientes al libro de nuestros antepasados; nos hace sentir gran gozo aquí (poniéndose la mano sobre el corazón). Ahora es invierno; somos nuevos colonizadores en este lugar; la nieve alcanza un nivel muy alto; nuestro ganado y caballos se están muriendo; nuestra vivienda es pobre, tenemos mucho que hacer en la primavera —construir casas, cercas y ranchos; pero construiremos una morada para que el consejo se reúna y allí ustedes nos leerán y enseñarán más acerca del libro de nuestros antepasados y de la voluntad del Gran Espíritu" 8 .

El élder Parley P. Pratt, en su informe acerca de este asunto, agrega: "Continuamos varios días instruyendo al gran jefe y a muchos de su tribu. El interés creció más y más en ellos, día tras día, hasta que casi toda la tribu empezó a sentir un espíritu de investigación y emoción con respecto al tema. Encontramos entre ellos a varios que podían leer, y les entregamos ejemplares del Libro de Mormón, explicándoles que era el libro de sus antepasados. Algunos empezaron a regocijarse sobremanera y con grandes esfuerzos fueron y llevaron las buenas nuevas a los demás en su propia lengua. El entusiasmo llegó hasta las colonias de Misurí y provocó los celos y la envidia de los agentes de los indios y de los misioneros de otras sectas, a tal grado que nos echaron fuera del territorio de los indios, acusándonos de perturbar la paz y amenazándonos con denunciarnos a las autoridades militares si no nos íbamos. De acuerdo con este proceder, partimos del territorio de los indios, cruzamos la línea divisoria y comenzamos a predicar el evangelio entre los blancos en el condado de Jackson estado de Misurí. Fuimos muy bien recibidos, muchos nos escucharon y algunos fueron bautizados y se unieron a la Iglesia" 9 .

Aquella obra proselitista entre los lamanitas de piel obscura, que comenzara con tan buenos auspicios, estaba destinada a demorar por muchos años su realización; durante ese tiempo la escena del Mormonismo viraría hacia el oeste para establecerse en las Montañas Rocallosas a una distancia de 4,000 kilómetros. Mas el espíritu del pequeño grupo de misioneros era perseverante. Sin dinero, sin víveres

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y con poca ropa, dependiendo de la hospitalidad de los pocos habitantes de piel roja y blanca, habían viajado 2,574 kilómetros en el desierto y habían procurado que miles de personas escucharan el mensaje del evangelio restaurado. Cuando Parley P. Pratt regresó al este, en la primavera de 1831, para rendir el informe de su obra, encontró que la pequeña rama que él y sus compañeros habían organizado en Kirtland, estado de Ohio, había aumentado a más de mil miembros. Este solo viaje proselitista, de tan buenos resultados, es típico, y el espíritu en que se llevó a cabo es el mismo que caracterizó desde el principio todas las actividades misionales de la Iglesia. Nadie pensaba percibir un sueldo, ni abrigaba esperanzas de premios materiales, ni tampoco de alcanzar fama mundial. Un gran entusiasmo por enseñar embargaba a los miembros de la Iglesia, entusiasmo que era muy contagioso. Los hombres que recientemente habían aceptado el evangelio, encontraban tal alegría y gozo en el mensaje, que no descansaban hasta enseñar las buenas nuevas a sus parientes y amigos. Mientras Oliver Cowdery, Parley P. Pratt y sus compañeros viajaban hacia el oeste, Ezra Thayre y Northrop Sweet fueron llamados para trabajar en el este 1 0 . En-noviembre de 1830, Orson Pratt, quien había sido convertido por su hermano Parley, fue llamado a trabajar como misionero1 l. En diciembre, Sidney Rigdon y Edward Partridge recibieron un llamamiento similar1 2. El número de miembros se duplicó y aun se cuadruplicó. En la conferencia de junio de 1831, 28 misioneros fueron llamados para trabajar en parejas, la mayoría de ellos para ir hacia el oeste de Independence, estado de Misurí, donde ya se había sembrado la semilla del evangelio. Posteriormente, el espíritu misional impulsaría a los hombres hacia Canadá, a cruzar el océano hacia Inglaterra, hacia las islas del mar y finalmente por todo el mundo. Ese espíritu misionero nunca se extinguió. A un siglo de distancia, encontramos a 17.000 misioneros laborando en el campo misionero, sobrellevando sus propios gastos o sostenidos por miembros y amigos, quienes invierten en la difusión


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