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todo mi santo monte, dijo Jehová"2 3 . La voz del Señor se escucha hoy, declarando las mismas verdades proféticas que se muestran en las revelaciones que tratan del milenio recibidas en la dispensación actual de la Iglesia.24 En 1831, Cristo se dirigió de esta manera a los élderes de su Iglesia: "Porque vendrá el gran Milenio de que yo he hablado por la boca de mis siervos. Porque Satanás será atado; y cuando de nuevo quede libre, reinará tan solamente una corta temporada, y entonces vendrá el fin de la tierra" 2 5. En otra ocasión se dijeron estas palabras: "Porque con poder y gran gloria yo me revelaré desde los cielos con todas sus multitudes, y moraré en justicia con los hombres sobre la tierra por mil años, y los malvados no permanecerán. . . Y además, de cierto, de cierto os digo, que cuando hayan terminado los mil años y empezaren de nuevo los hombres a negar a su Dios, entonces perdonaré la tierra por tan solamente un corto tiempo. Y entonces vendrá el fin" 26 . Durante el período milenario las condiciones serán propicias para la justicia; el poder de Satanás será restringido; y los hombres, aliviados hasta cierto grado de la tentación, serán primordialmente celosos en el servicio de su Señor reinante. Sin embargo, el pecado no será quitado completamente, como tampoco lo será la muerte, aunque las personas vivirán para alcanzar una edad madura en la carne y luego ser cambiados a una condición de inmortalidad en "un abrir y cerrar de ojos" 2 7 . Los seres mortales e inmortales morarán en la tierra y la comunicación con seres celestiales será común. Los Santos de los Últimos Días creen que en la era milenaria tendrán el privilegio de continuar su obra vicaria por los muertos, y que constituye un aspecto tan importante y tan característico de su deber,2 8 y que las facilidades para una comunicación directa con los cielos les ayudará para continuar su amorosa labor sin tropiezos. Cuando hayan pasado los mil años se permitirá de nuevo a ¡Satanás ejercer su poder y aquellos que no estén considerados entre los puros de corazón se someterán a su influencia. Sin embargo, la libertad recuperada por "el príncipe de la potestad del aire" 2 9, será de una breve duración; su caída final vendrá rápidamente y
LA IGLESIA RESTAURADA
con él irán al castigo sempiterno todos aquellos que sean suyos. La tierra pasará a su condición glorificada y celestial y será la morada eterna de los hijos exaltados de Dios3 °. Se predice la segunda venida de Cristo y se describen las señales: Profecías Bíblicas Los profetas del Antiguo Testamento y los del Libro de Mormón que vivieron y escribieron antes de la era de Cristo, tuvieron poco que decir respecto a la segunda venida del Señor, poco en verdad en comparación con sus numerosas y explícitas predicciones concernientes a su primer advenimiento Al mirar a los cielos del futuro, su visión fue deslumbrada con la brillantez del sol meridiano y vieron poco de la gloriosa luminaria que estaba adelante, cuyas proporciones y resplandor se redujeron por la distancia. Pocos de ellos lo vieron y así testificaron, como lo muestra el siguiente pasaje. El salmista cantó: "Vendrá nuestro Dios, y no callará-luego consumirá delante de él, tempestad poderosa le rodeará .
Estas condiciones no acompañaron la venida del niño de Belén y aún son futuras. Isaías dijo: "Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará" 32 .
Además del hecho tan evidente de que estas condiciones no fueron características de la primera venida de Cristo, el contexto de las palabras del profeta muestran que él las aplicó a los postreros días, el tiempo de la restitución, el día de los "redimidos de Jehová", y del triunfo de Sión3 3. Además, Isaías dijo: "He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con El, y su paga delante de su r o s t r o " 3 4 .
El profeta Enoc que vivió veinte siglos antes de que se hicieran las promesas mencionadas, habló con vigor del tema. Sus enseñanzas no aparecen bajo su propio nombre en la Biblia, aunque Judas, un escritor del Nuevo Testamento, las cita 3 5. Por los escritos de Moisés sabemos de las revelaciones dadas a Enoc: "Y el Señor respondió a Enoc: Como vivo yo, aun así vendré en los últimos días, en los días de iniquidad y venganza, para cumplir el juramento que te he