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cuando estaba sentado en la colina. Jonás estuvo agradecido. Sin embargo un gusano comió sus raíces de tal manera que se secó y murió y Jonás se entristeció por la calabacera. Luego el Espíritu del Señor llegó a él, y el mensaje de Dios tocó su corazón. El Señor dijo; " T ú te sientes triste por la calabacera que no has plantado. Cuánto más triste me sentiré yo el Señor por mis hijos que son de mi propia creación."*
LA IGLESIA RESTAURADA
gua generación cerró sus oídos a las advertencias de su Padre, sino que de igual manera todos los hombres y mujeres juntos deben sentir pena cuando perciben las calamidades que los hombres traen sobre sí. Por lo dicho anteriormente debe resultar aparente que existen dos tipos de profecía desde el principio del tiempo, y éstas deben ser distinguidas cuidadosamente para que el hombre pueda llegar a comprender a Dios y su relación con El. En muchos períodos y aún en el presente, individuos que no pueden distinguir esto, impugnan a Dios, atribuyéndole un carácter duro y cruel, haciéndole responsable de todas las guerras y calamidades entre sus hijos y haciendo parecer que su deseo es que estas calamidades ocurran, todo lo cual es contrario a la vida y a las palabras del Señor Jesús cuando dijo: "No es la voluntad de vuestro padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños" 1 °, y también contrario a las enseñanzas del Libro de Mormón en donde leemos estas bellas palabras:
Y Jonás percibió una lección que debe ser para toda la humanidad: qué Dios es el Padre de todos nosotros y que en ninguna ocasión El se ha gozado en la destrucción de sus hijos, sino que en su gran sabiduría y en su experiencia eterna El prevé hacia dónde va el hombre, haciéndoselo saber. Su eterno deseo debe ser que se arrepientan y eviten la calamidad. Esta gran lección fue enseñada al antiguo profeta Enoc. Por medio de una visión él pudo ver el diluvio que pronto cubriría la tierra, los llantos y la angustia de sus habitantes. Luego pudo prever que los cielos lloraban y dijo a Dios: "¿Cómo es que los cielos llo"Por consiguiente, toda cosa buena viene de Dios, ran? "y entonces el Señor le dijo: y lo que es malo viene del diablo; porque el diablo es "He allí a tus hermanos; son la obra de mis propias manos, y yo les di ¡ a conocimiento el día en que los hice; y en el Jardín de Edén le di al hombre su albedrlo; "Y les he dicho a tus hermanos, y también les he mandado, que deben amarse el uno al otro, y que deben preferirme a mí, su Padre; más, he aquí, no tienen afecto, y aborrecen su propia sangre; "Más, he aquí, sus pecados caerán sobre las cabezas de sus padres. Satanás será su padre, y la miseria su porción; y todos los cielos llorarán por ellos.. .; por tanto, ¿no han de llorar los cielos, siendo que éstos han de sufrir? " 9
Este gran mensaje a Enoc se confirma por la comprensión de que Dios, previendo la calamidad del diluvio, trató de salvar a sus hijos del mismo y 120 años antes de que sucediera la catástrofe, llamó a Noé, quien por medio de su fe comprendió el mensaje de Dios, para prevenir al pueblo y que todos pudieran escapar del diluvio. De igual manera, un padre que ve a su propio hijo seguir un camino desviado, le instará con todo su poder a que regrese y evite los tropiezos que inevitablemente le esperan. Los cielos no solamente lloraron cuando esa anti*Jonás3:4,5-10;4:l-ll.
enemigo de Dios, y siempre está contendiendo con él, e invitando e incitando a pecar y a hacer lo que es malo sin cesar. "Pero he aquí, lo que es de Dios invita e incita continuamente a hacer lo bueno; de manera que todo aquello que invita e incita a hacer lo bueno, y amar a Dios y servirlo, es inspirado de él. "Tened cuidado, pues, amados hermanos míos, de no juzgar que lo que es malo viene de Dios, o que lo que es bueno y de Dios viene del diablo. "Porque he aquí, mis hermanos, os es concedido juzgar, a fin de que podáis discernir el bien del mal; y tan palpable es la manera de juzgar, a fin de que podáis discernir con perfecto conocimiento, como la luz del día lo es de la obscuridad de la noche. "Pues he aquí, a todo hombre se da el Espíritu de Cristo para que pueda distinguir el bien del mal; por tanto, os estoy enseñando la manera de juzgar; porque todo lo que invita a hacer lo bueno y persuade a creer en Cristo, es enviado por el poder y el don de Cristo; y así podréis saber, con un conocimiento perfecto, que es de Dios. "Pero lo que persuade a los hombres para hacer lo malo, y a no creer en Cristo, a negarlo y no servir a Dios, entonces podréis saber, con un conocimiento perfecto, que es del diablo; porque de este modo es como obra el diablo, porque él no persuade a los hombres a hacer lo bueno, no, ni a uno solo; ni lo hacen sus ángeles, ni los que se sujetan a é l " 1 1 .
No existe nada tan desastroso para la fe en