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gobernador del estado de Deseret asumieron una política paternalista hacia estas comunidades e industrias, frecuentemente se cooperaba con dinero para proteger las colonias del pillaje indio. La Legión de Nauvoo se revivió con este propósito, y, con la política amistosa adoptada hacia los indios, se evitaron eficazmente los levantamientos de éstos. Este estímulo por parte del gobierno de Deseret indujo a muchos hombres de recursos a fundar empresas manufactureras e inclinarse hacia la independencia industrial de la región. Además, la política adoptada hacia la educación tenía miras al futuro. Si se hubiera concedido la condición de estado de Deseret, se hubiera puesto mayor énfasis sobre esa importante fase de la civilización de lo que se hizo bajo el gobierno territorial. Esta actitud paternal se muestra con la fundación de la Universidad de Deseret y el voto de fondos estatales para su mantenimiento. Se eligió a Brigham Young como Gobernador del estado provisional de Deseret. Tan eficiente fue su administración que, con la organización del Territorio de Utah en septiembre de 1850, fue nombrado por el Presidente Fillmore como su primer Gobernador. El juramento del cargo se administró el 3 de febrero de 1851, fecha en que el estado provisional de Deseret llegó a su fin.
Nuevos oficiales territoriales La mayoría de los oficiales nombrados para el territorio de Utah no eran mormones, procedían de los estados del este, y desconocían totalmente las peculiaridades del pueblo mormón no logrando comprenderlos ni simpatizar con ellos. El nombramiento en el lejano territorio de Utah no se consideraba una asignación atractiva, y los hombres más capaces como Joseph Buffington de Pennsylvania, quien fue nombrado Presidente de la Suprema Corte, declinaron el ofrecimiento de dichos cargos. Además, los Santos tenían una profunda y permanente desconfianza hacia el Gobierno Federal, la cual había nacido del sentimiento
LA IGLESIA RESTAURADA
de que el gobierno, si no era directamente responsable de los atropellos que habían sufrido en Misurí e Illinois, con su actitud pasiva había consentido en que fueran perseguidos. Este punto de vista era bastante desafortunado ya que desarrolló un mal disimulado antagonismo contra los "forasteros" nombrados para ocupar los puestos territoriales. El capitán Stansbury, un sutil observador y amigo de los santos, escribió: "Es perfectamente cierto que existe en toda la comunidad mormona un profundo y permanente resentimiento por los daños recibidos y los males tolerados en Misurí e Illinois entre muchos de los poco educados, y lamento agregar que aun entre aquellos cuya educación e inteligencia debería haberles permitido formarse opiniones más correctas. También es verdad que esta exasperación se ha extendido al gobierno en general, por su negativa a interceder para protegerlos en la época de estas dificultades; pero todo lo que vi y oí lo clasifico como simple irritación. No se puede hallar dentro de los límites de la Unión a un pueblo más leal y patriótico" 1 1 .
En los años que siguieron hubo continuos choques entre los oficiales federales y la gente del territorio. Hay muchos factores que contribuyeron, además de los ya mencionados, y que deben tenerse en cuenta. Algunos de estos oficiales llegaron al territorio envenenados por calumnias en contra de los mormones, las normas morales de otros eran ofensivas para esta gente -que había aceptado la misión de llevar la "rectitud" a todo el mundo. Además, los santos estaban unidos a sus dirigentes religiosos, y seguían su consejo, coincidiera o no con los deseos y consejos del gobierno civil. No había ningún hombre que pudiera ejercer el mismo poder e influencia que Brigham Young en el territorio, no obstante su posición civil. Para los santos, él no sólo era el fundador del estado de Deseret, sino su Profeta y Presidente de la Iglesia. Obedientes como querían ser a la ley de la tierra, aún regía en su corazón a la ley superior del evangelio, a la que debían la mayor devoción y en la cual depositaban su confianza. El capitán Stansbury informa: "Relacionado íntimamente con ellos desde su éxodo de Illinois, este hombre (Brigham Young) ha sido en verdad su Moisés, guiándolos por el desierto a una tierra remota y desconocida, donde desde entonces