diego alejandro garcía foto: cortesía de www.harrywinston.com
El tiempo es un ente de múltiples personalidades: es misterioso, engañoso, pintoresco, sorprendente. Como el indómito corazón de la mujer, constantemente cambia y se hace notar en los momentos menos esperados. La nueva colección de alta joyería y relojería de Harry Winston –maison fundada en Nueva York en 1932– explora la preciosidad temporal para revelar lo extraordinario que es en realidad. El modelo Rosebud Watch relata la historia de un exquisito capullo que, ante el tacto de una gentil caricia, retoña para revelar un preciso secreto. Evoca la época en la que los dandies rondaban las calles con elegantes flores en sus chaquetas. Interpretado como un reloj,
Harry Winston
broche o pendiente, esta pieza es capaz de deslumbrar a su dueña en una variedad de niveles. Luce sujetado al cuello de una novia engalanada, adornando su muñeca al momento de la fiesta, o acurrucado en un exuberante lazo de satén para alguna cena durante la luna de miel. El delicado corazón de esta pieza, una corona de diamantes de corte brillante, pivotea para revelar (barrida por dos manos) la esfera de madre perla. Es un símbolo de independencia e ilimitada creatividad. Pertenece sólo a la mujer que los viste, convirtiéndose así en un amuleto de la suerte. Este talismán brilla con un aire moderno que desafía costumbres y convenciones.