Hay un tipo de silencio que habla, que trona, que denuncia. Y existe en las fosas de los ajusticiados de la Guerra Civil Española, que todavía hoy aguardan su apertura. El sonido comienza con el desentierro de esos cuerpos escondidos pero no olvidados. En las fotografías de Clemente Bernad puede escucharse el rumor de los muertos y la obra constituye un testimonio riguroso del proceso científico, político y sentimental que acompaña cada exhumación. Los hallazgos reconstruyen aquello que no tuvo documentación.