NUEVO SIGLO JUNIO 2012

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TEMAS POLÉMICOS PARA REFLEXIÓN Y DIÁLOGO

JUNIO 2012

En la sociedad andina, que los niños trabajen es perfectamente normal.

Sindicatos de niños defienden su derecho a trabajar

Algunos niños defienden su derecho a trabajar y no son necesariamente explotados.

Veronica Smink

Trabajar “les niega (a los menores) la oportunidad de ser niños”. Eso es lo que considera la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Sin embargo, no todos están de acuerdo.

E

n la actualidad unos 215 millones de niños trabajan en todo el mundo, según los datos de la OIT. El organismo intenta poner fin a esta práctica, por lo que creó el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil. En 2002, designó el 12 de junio el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Pero hay quienes no piensan que deberían erradicarse todas las formas de empleo de menores. Y algunos de ellos son niños que trabajan. Agrupados en diversos movimientos nacionales, miles de chicos en América Latina se oponen a celebrar el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil y le piden a las autoridades que se enfoquen en mejorar las condiciones de quienes trabajan. “Lo que habría que erradicar son las peores formas de trabajo: la prostitución, la trata de niños, el trabajo en minas, la venta de drogas, esos son delitos. Nosotros apoyamos el trabajo digno, como el mío”, dijo Miguel Valenzuela, de 14 años. Miguel es peruano. Por las mañanas va a la escuela. Pero todas las tardes trabaja tres horas en el negocio de su madre vendiendo productos para fiestas infantiles. “Mi mamá me llevaba al negocio desde pequeño. Ella también empezó a trabajar joven, a los 12 años”, contó Miguel. Hace cinco años se enteró por una compañera de clase que cerca de su casa había una sede del Movimiento de Adolescentes y Niños Trabajadores Hijos de Obreros Cristianos

(Manthoc) y decidió unirse. Se estima que 3.000 niños son miembros de organizaciones de trabajadores. El Manthoc es una agrupación que reúne y que está dirigida por menores que trabajan. Les ofrece un espacio para que puedan realizar actividades recreativas, charlas y debates. Pero más allá de lo social, uno de sus objetivos primordiales es defender los derechos de los niños trabajadores y con ese fin busca persuadir a las autoridades de que implementen medidas que mejoren la calidad del empleo infantil. Algunos equiparan su función a la de un “sindicato de niños”. Creado en 1976, el Manthoc inspiró a fines de la década de 1980 toda una serie de movimientos similares, tanto en Perú como en otras partes de América Latina. Hoy Bolivia, Chile, Colombia, Paraguay y Venezuela tienen sus propias organizaciones, que se coordinan bajo el paraguas del Movimiento Latinoamericano y del Caribe de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores (Molacnats). “Estos movimientos realmente han logrado ganar protagonismo en la región”, dijo Erika Alfageme de Save the Children en Perú, una ONG dedicada a promover los derechos de los niños.

ERRADICAR O PROTEGER Muchas organizaciones dedicadas a la niñez apoyan la campaña de la OIT para erradicar el trabajo infantil. Pero algunas, como Save the Children, se debaten entre manifestarse absolutamente en contra del trabajo infantil o aceptar esta realidad y enfocarse en erradicar las prácticas más abusivas. Quienes abogan por los derechos de los niños a trabajar piden que se haga una distinción clara entre los empleos “dignos” y la explotación de menores, a la que se oponen tajantemente. “Afirmamos que el trabajo en sí no es negativo, ni dañino a nuestra condición de niños, niñas y adolescentes sino depende de las condiciones en que se trabaje”, sostienen los miembros del Movimiento Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes del Perú (Mnnatsop), de Perú. Muchos, como el propio Miguel, creen que, lejos de perjudicarlos, trabajar puede ser positivo para los niños. “En mi trabajo refuerzo las matemáticas porque tengo que calcular los precios y también tengo que tratar con los clientes, lo que ayuda con mi desarrollo social”, aseguró. “En Estados Unidos o Europa está totalmente aceptado que un niño reparta diarios o corte el pasto para ganar dinero, o que un adolescente trabaje como mozo o en una cadena de comida rápida”, ejemplificó Alfageme. Por ahora, los movimientos de niños trabajadores han tenido un éxito limitado a la hora de defender su derecho a trabajar. La OIT desmerece su importancia, porque considera que son poco representativos. En efecto, en términos numéricos, los miembros de las diferentes organizaciones nacionales representan una fracción muy menor del total de niños y adolescentes que trabajan en esos países.

En varios países del continente se han formado especies de sindicatos de niños.

La misión se instaló en el país el 1º de junio de 2004 y permanece hasta hoy, con siete mil militares de 21 países de varios continentes.

Ministros de defensa de Unasur van a idear plan para retiro de militares de Haití Adital/Natasha Pitts

Los militares de los países que son miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) no van a integrar más la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah, por su sigla en inglés), presente en el país desde hace ocho años. La decisión fue tomada el 5 de junio en Asunción, Paraguay, durante la VI Reunión del Consejo de Defensa de Unasur. En la ocasión, los ministros de Defensa de los 12 países del grupo también divulgaron los gastos de la defensa regional.

A

demás de los ministros y altos representantes de los Ministerios de Relaciones Exteriores de Unasur, estuvieron presentes en la VI Reunión del Consejo el representante especial del secretario general de las Naciones Unidas para Haití y Jefe de la Minustah, embajador Mariano Fernández, y el representante de la secretaría técnica de Unasur para Haití, embajador Rodolfo Mattarrollo. Según informaciones de Unasur, durante la reunión del Consejo los participantes decidieron formar un Grupo de Trabajo con el objetivo de elaborar un plan con estrategias, formas, condiciones, etapas y el cronograma de un Plan de Reducción del Contingente de los componentes militares sudamericanos de la Minustah. En las palabras del ministro venezolano de Defensa, Henry Rangel, análisis realizados mostraron la necesidad del retiro de los militares de Haití para que el país "vaya tomando su ritmo propio democrático, de crecimiento y desarrollo”.

La VI Reunión del Consejo fue también una oportunidad para hablar sobre gastos militares. En la ocasión, los Ministros de Defensa presentaron sus gastos en defensa regional. La medida y el debate que generó fueron vistos como una forma de integrar a las fuerzas militares sudamericanas y reforzar la demanda de que nunca más haya conflictos entre naciones de la región. "¡Qué mejor señal de confianza que el que coloquemos sobre la mesa cuáles han sido nuestras inversiones en el área militar, pues genera también voluntad de que empecemos a complementarnos y a vernos como fuerzas armadas de Suramérica!”, señaló Henry Rangel. Unasur está formada por 12 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela. Cabe destacar que Unasur es un organismo internacional reconocido por las Naciones Unidas y no un bloque económico como el Mercado Común del Sur (Mercosur). MINUSTAH La Minustah fue instituida el 30 de abril de 2004 por una resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La intención era estabilizar al país, pacificar y desarmar a grupos guerrilleros ilegales, promover elecciones y fomentar el desarrollo del país. La necesidad de esta intervención fue impuesta por la ONU después de un período de conflictos y de la deposición del presidente JeanBertrand Aristide. La misión se instaló en el país el 1º de junio de 2004 y permanece hasta hoy, con siete mil militares de 21 países de varios continentes. Desde la llegada de los militares a Haití, la población y movimientos sociales piden que ellos salgan del país. El 1 de junio, cuando la ocupación militar cumplió ocho años, se realizó la Jornada Continental de Solidaridad y Movilización por la Salida de las Tropas de Haití.


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