Logored . Septiembre 2012

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33– SEPTIEMBRE 2012

La piedra

EDITORIAL La piedra Por Claudio García Pintos

Nuestra portada Cárcel-Hombre (pág. 2-3) SOÑAR (pp. 4-5) REFLEXIONES EXISTENCIALES

CUANDO VIVIR SOLAMENTE, NO ALCANZA (pp.6-7)

LA LIBERTAD, DUELE Y DESESPERA (pp. 8-9) PEQUEÑAS EXISTENCIAS, GRANDES RESPUYESTAS (pp. 10-11) EL SILENCIO DE DIOS (pp.13-18)

¿PUEDE EL DOCENTE SER PESIMISTA? (pp.21-23) LOGOTERAPIA VINCULAR

LA CRISIS EN LA MITAD DE LA VIDA DEL HOMBRE QUE BUSCA “ENCONTRARSE” (pp.26– 28) POST-FRANKL

CREATIVIDAD (1º) (pp. 29-31) CARTAS DEL DESIERTO

ESPEJO VACÍO / LOS NIÑOS, LOS JÓVENES (pp.32-33)

EDITORIAL

“El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida” Viktor Frankl Cuenta una conocida fábula, la historia de un caminante que se cruza en su andar con tres hombres. Ellos estaban picando piedra. Realizando los tres un arduo trabajo a pleno rayo de sol al borde del camino, el peregrino se compadece del esfuerzo de estos trabajadores y, con atenta y amorosa curiosidad, se detiene ante ellos. En el intento de iniciar un diálogo, pregunta al primero qué estaba haciendo, y éste, con muy mala cara, responde “¿No lo ve?... Me estoy rompiendo el lomo picando estas piedras”. Habiendo recibido una respuesta con tanta amargura, el caminante se dirigió al segundo hombre y le hizo la misma pregunta. Este, con un ánimo menos agresivo sino, más bien, sometido o quebrado, respondió, “¿No lo ve?... Estoy tratando de ganar un poco de pan para mi familia de la única manera que me es posible…” Persistiendo en su atenta curiosidad y compasión por el esfuerzo de estos hombres, se dirigió ahora al tercero de ellos. Este trabajaba con más ahínco que los anteriores y estaba cubierto de una capa de polvo que, adherido a su sudor, se transformaba casi en una segunda piel. Dispuesto a reci-

bir una respuesta amarga y agresiva o, quebrada y sometida, pregunta lo mismo y este hombre lo sorprende respondiendo, “¿No lo ve?... Estamos construyendo una catedral…” Cada hombre estaba haciendo con las mismas piedras, cosas distintas. Uno las estaba picando con la amargura de su esfuerzo, puliéndolas con la violencia de lo que no tenía sentido. El segundo, las cubría con el quiebre de la impotencia y una viciada manera de resignarse, posiblemente con una violencia que implotaba en el fondo de su quiebre. Sin embargo, el tercero de los hombres, ofrecía y significaba su sacrificio, en la construcción de una catedral. Muy posiblemente son tres modelos siempre vigentes, que marcan la relación de cada uno de nosotros con la piedra que nos toca vivir. Porque todos tenemos nuestra propia piedra. Quiero decir, aquello que la vida nos propone vivir y que podemos llamar, “destino”. Y dependerá de nosotros qué es lo que haremos con esa piedra. Algunos la utilizan como arma, y la lanzan hacia adelante, con la (sigue en pág.19)


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LOGORED© es una publicación digital mensual, de suscripción gratuita, dedicada a difundir novedades y reflexiones en torno a la Logoterapia y el Análisis Existencial. Director: Claudio García Pintos Secretario de Redacción: Federico García Presedo Colaboradores: (en este número) Enrique Adúriz (Argentina) Analía Boyadjián (Argentina) Chacho Garabal (Argentina) Lucía Copello (Argentina) Hernández Silvera (Argentina) Víctor Cárdenas (Ecuador) Alejandro de Barbieri Sabatino (Uruguay) Juan Carlos Carvajal (Colombia) El contenido de los artículos y columnas es de entera responsabilidad de sus autores.

ROMULO MACCIO, es un pintor argentino nacido en 1931, asociado con el movimiento vanguardista que tuvo lugar en la década del ´60. Macció desarrolló un temprano interés en el dibujo, era autodidacta y fue contratado como diseñador gráfico a los catorce años. Siendo muy joven obtuvo reconocimiento y ganó cierto renombre, lo que lo inspiró a montar su primera exposición en la Galería de Buenos Aires Gatea, en 1956. Su arte abstracto visual, innovador y arriesgado, atrajo la atención de otro gran arquitecto y plástico, Clorindo Testa, quien lo invita a sumarse al Grupo de Boa. Se trataba de un círculo de intelectuales de diversas disciplinas que influía decididamente en la vida cultural de la sociedad argentina. Muy pronto recibe importantes galardones, tales como el prestigioso Premio De Ridder (1959) y otro del emblemático Instituto Torcuato Di Tella, el premio Internacional (1962). Estas distinciones lo vinculan con otros artistas de vanguardia. Con tres de ellos, (Luis Felipe Noé, Ernesto Deira y Jorge De la Vega) desarrollan el movimiento neofigurativo, que tuvo un alto predicamento en la cultura artística latinoamericana en la década del ´60. Fundaron el grupo Otra Figuración, y realizaron exposiciones en el Museo Nacional de bellas Artes (Buenos Aires), el Museo de Arte Moderno (Río de Janeiro) entre otros.

El material contenido en esta publicación puede ser reproducido, previa autorización de su autor y citando la fuente. Por favor, contactarse con los autores al mail que figura en cada caso. Gracias.

Según muchos críticos, Rómulo Macció es un rebelde autoproclamado contra la estética convencional en el arte. Sus obras muchas veces evocan figuras torturadas, muertos y moribundos que sugieren la contaminación urbana y la decadencia. Recientemente, su trabajo ha tendido a centrarse en los problemas sociales.

Mail de contacto: logored.arg@gmail.com

Macció continúa mostrando su obra en galerías argentinas y europeas y ha tenido ocho libros de arte retrospectivos publicados desde 1969.


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NUESTRA PORTADA

La portada de este número incluye un fragmento tomado del cuadro de Rómulo Macció conocida como “Cárcel-Hombre”, de 1963 Algunas de sus obras se encuentran en las colecciones permanentes del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, el Blanton Museum of Art y el Hirshhorn Museum and Sculpture Garden. Trabajó sobre la visión y la percepción saliéndose en muchos casos del marco de los cuadros. Expuso en innumerables ocasiones en el país y realizó muestras en París, México, Nueva York, Milán, Bogotá, Munich, Madrid y Edimburgo, entre otras ciudades del mundo. Su obra Cárcel - Hombre (1963) formó parte de la II Muestra Konex 100 Obras Maestras - 100 Pintores Argentinos (exposición antológica de la pintura argentina) en el MNBA (1994). Obtuvo entre otros, el Primer Premio Internacional del Instituto Di Tella (PK), el Guggenheim y el Gran Premio de Honor del Salón Nacional. Sus obras integran importantes museos internacionales.

Cárcel-Hombre Macció, que ha vivido, trabajado y expuesto en Europa y los Estados Unidos, sigue ateniéndose a un axioma enunciado por él mismo: "La pintura no se dice, se muestra". Esta obra pertenece a los comienzos neofigurativos de Rómulo Macció. En los óleos de esta época, sólo puede deducirse al hombre -objeto casi único de la pintura de Macció- a través de algunos fragmentos de su cuerpo, Con posterioridad, ordenará lentamente sus imágenes -por decirlo de algún modo-, siempre atento a la construcción de una pintura de fuerte capacidad expresiva y de severo impulso crítico en sus contenidos. Es un óleo y esmalte sintético sobre tela, 250 X 200 cmts. Gustaba decir que "lo original de la pintura es que no existe hasta que no se hace", simbolizando el arte como forma de ser y de estar, aquí y ahora.


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SOÑAR “El trabajo biblioterapéutico en cuidadores de ancianos con deterioro cognitivo”.

Por Dra.Dides Iliana Hernández Silvera Mail de contacto: didesilianapsico@yahoo.com.ar

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a responsabilidad en la tarea, adquiere un deber, y ésta puede entenderse en términos de significados del ser y su posibilidad de

hacer. En este sentido, un intermediario del arte humano, favorece la posibilidad de crear a partir de acciones, por auto motivación; por medio de descubrir un propósito a su vida que establezca un lazo a la visión, a una disposición a seguir en un camino a veces no tan sencillo, ni tranquilo. Descubrir el sentido, en un entorno enfermo es realmente un talento humano. Encauzar, expresar y avivar a los cuidadores de ancianos en su potencial, es una de las acciones de mayor esfuerzo y a su vez gratificaciones. Porque cada uno posee un propósito en su vida y mediante la identificación de las capacidades humanas, enfocar a las estrategias, es una increíble tarea a desarrollar. Ahora bien, hacemos en general… lo que nos gusta y así disponemos de nuestra vida con tranquilidad, no la tranquilidad de no hacer nada, sino de aquella que se siente cuando logramos el bienestar de un paciente, cuando nos dice “gracias”, cuando logramos esa serenidad del otro percibida en nosotros como un oleaje de esperanza y reparo, esto es como lograr un sueño. Así, desde esta llamada capacidad de auto trascendencia, es la fuente viva de sentido, lo que quiero decir es que el hombre se realiza en el mundo y no dentro de sí mismo y lo que le da la posibilidad de estar abierto y no cerrado a la existencia. En esa lucha por la autorrealización, es

donde trabajamos para que logre no centrarse en sí mismo, sino cumplir el sentido de su vida, lo que puede ser un efecto secundario de la autotrascendencia, (hacia otros, hacia lo que transcurre, hacia Dios). De esta manera, le propuse a una paciente trabajar, con una poesía “Soñar” y desde allí: Disponer no esperar las oportunidades, sino buscarlas. Acordar ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Optar por ver cada sensación de desamparo como la oportunidad de encontrar un respiro. Arbitrar la posibilidad de ver cada noche como un secreto a develar. Arbitrar los medios para ver cada día como una nueva ocasión de ser. Por eso, esta tarea toca la intimidad de la voluntad de sentido. Esa búsqueda del hombre del sentido de la vida que lo constituye, en uno mismo y uno solo quien tiene que encontrarlo; únicamente así logra alcanzar el hombre un significado que satisfaga su propia voluntad de sentido. Difícil cuando hablamos de cuidadores, que ven evolucionar en su patología lentamente a su ser querido. Según J.P. Sartre, el hombre se inventa a sí mismo, concibe su propia "esencia", es decir, lo que él es esencialmente, incluso lo que debería o tendría que ser. Pero yo no considero que nosotros inventemos el sentido de nuestra existencia, sino que lo descubrimos, desde nuestro sueño podría decirse. Desde esta posibilidad de abrirnos a imaginarnos de otra forma y fortalecernos


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así, desde otro lugar. Justamente el lugar de las posibilidades, porque… qué sería de nosotros si no pudiéramos imaginarnos saltando ese obstáculo, anticiparnos a lo que vamos a lograr, proyectarnos a futuro, profundizar el poder ser y lograr así un universo de acciones que son en sí mismos, logros. He leído, que el hombre se ve arrastrado por los principios morales, lo que implícitamente se infiere es el hecho de que la voluntad interviene siempre: la libertad del hombre para elegir entre aceptar o rechazar un ofrecimiento. Esto es, para cumplir un sentido potencial o bien para desperdiciarlo. Entonces podemos impulsar hacia algo creativo, que le produzca sensación de dominar la situación por la que atraviesa. Trabajamos la "noodinamia", es decir, la dinámica espiritual dentro de un campo de tensión en el representado por el significado de la acción de lo que debe cumplirse y el otro extremo por el hombre que debe cumplirlo. Básicamente, somos los arquitectos de nuestra vida y de esta forma apuntalar el pilar sobre el que recae todo el peso, el aumento de la carga encima de él, permite que sus partes se unan así con mayor firmeza. Entonces, si los terapeutas fortalecemos la salud mental de sus pacientes, sostener es también aumentar la resistencia de esa “carga” y orientarles a soñar alcanzar el sentido de sus vidas. Finalmente, recordamos que esa libertad para accionar desde las mismas realidades, surge de la responsabilidad.

El hombre tiene dentro de si ambas potencias; libertad y responsabilidad, dependen de cuál de ellas. Nuestra generación es realista, pues hemos llegado a saber lo que realmente es el hombre. Y en muchos sentidos se ha dejado de soñar y de habilitar. Porque, existe una condición diferente ante la conmoción y el desamparo de la enfermedad. Así, recordando el poema de Antonio Quesada Espinoza del que surgió este trabajo de reflexión: Atrévete a ser como la luz, Aprende a ser imperceptible, Pero no dejes de verte Sin ver a los demás. Extiende tus alas y vuela alto, Toca el cielo con tu alma Y se infinito como el firmamento, Sólo recuerda que despertarás Y es labor tuya que tus Sueños sean una fantasía O sean una realidad. Pero nunca dejes de soñar, Porque así exploras tu porvenir Sin olvidarte de quien eres Y sin dejar de ser tú. “…Aprende a soñar viviendo, pero no vivas soñando… Sé como el ave que vuela, pero no olvides regresar a la tierra…”

ENHEBRANDO HUELLAS. Un quehacer gerontológico desde la teoría del encuentro EL COMÚN DENOMINADOR. Estrategias de abordaje cognitivo en adultos con deterioro

Dos de los títulos destacados de la Dra. Dides Iliana Hernández Silvera, publicados por la Editorial San Pablo (Argentina) para su colección PRAXIS.


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REFLEXIONES EXISTENCIALES

CUANDO VIVIR SOLAMENTE, NO ALCANZA

Por Lic. Enrique Adúriz Mail de contacto: eaduriz@fibertel.com.ar

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na muy querida amiga, de imaginación exuberante, suele contarme en pícara complicidad sus “apasionantes aventuras” a la hora de realizar trámites o simples tareas cotidianas. Así, en su secreta interioridad, una larga y tediosa cola en un banco deviene en tensa y dramática espera, donde cada minuto cuenta, pues en poco tiempo, si ella no llega antes a la caja y desbarata el plan criminal, estallará una bomba que hará volar todo por los aires. Del mismo modo, la salida a la calle de la boca del subte debe ser hecha con estudiada previsión, pues podrían aparecer amenazantes helicópteros con tropas de elite para concretar siniestros propósitos y ella deberá estar muy atenta, sea para huir o, más aún, para frustrar el malvado intento. De ello resulta que lo banal e intrascendente deviene en una acción importantísima, lo anecdótico se hace decisivo, lo insípido se satura de sabor a gesta heroica. Podrían decirse muchas cosas de esta conducta sostenida en su frondosa imaginación, y ni hablar si queda a mano de la “trituradora psi”, capaz de reducir todo al lapidario “no es nada más que…”, propio del reduccionismo psicológico tantas veces denunciado por Frankl. Por mi parte, propongo desde esta columna de reflexión existencial, interpretar este comportamiento en términos de “no es nada menos que…” la cabal expresión de la singularidad humana, pero

más aún, como un salto cualitativo que lo conforma como una suerte de “gesto artístico”, si se me permite la figura. Sostenido en la sentencia de Frankl “el arte puede salvar al hombre”, (y que tan lúcidamente desarrolló Claudio García Pintos en el editorial de Logored de Julio 2012), me apresuro a justificar por qué traigo a cuenta la cualidad artística, pues el proceder de mi amiga pone de relieve una muy lograda definición sobre el surgimiento de esta aptitud tan esencial y exclusivamente humana. Pertenece a Rómulo Macció, pintor argentino nacido en Bs.As en 1931, quien supo decir que “el arte nace cuando vivir solamente no alcanza”. Sugestiva y precisa afirmación, que arraiga por otra parte en el corazón del pensamiento frankleano. “Vivir solamente” le alcanza y le sobra a cualquier otro ser vivo. Determinado absolutamente por su naturaleza, el animal por caso no puede ir más allá de los estrechos límites que le fijan sus instintos, y por ende está fuera de su alcance cualquier “salto cualitativo”, es decir, trascender hacia una cualidad diferente y superior. El hombre, por el contrario, provisto desde su condición espiritual de libertad, responsabilidad y autotrascendencia, en ningún caso le alcanza “sólo con vivir”. Poder y deber elegir, hacerse cargo de esas opciones y dar respuesta a las preguntas y desafíos que presenta la vida, así como ir más allá del estrecho límite del “propio ombligo”, es demasiada “potencia ontológica” como para quedar satisfecha en el mero vi-


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vir. La vida y la obra de Viktor Frankl, son testimonio cabal de que ni la voluntad de placer o de poder alcanzan a dar plenitud y felicidad al ser humano. La voluntad de sentido, la más genuina usina de motivación y realización humana, en la medida que se ve frustrada nos depara ese vacío existencial nunca llenado ni sosegado en la insistencia de procurarse más y más placer y poder. Vivir solamente para darle satisfacción o mero resguardo a la propia subsistencia parece que no alcanza; la experiencia de Frankl en los campos de exterminio nos confirma que sólo pudieron sobrevivir quienes se sostuvieron en un “para algo o para alguien”, que le diera justamente algún sentido a transitar y soportar semejante infierno. El “resorte” de la autotrascendencia, que se activa desde la condición espiritual, nos orienta primordialmente hacia algo o hacia alguien distinto de uno mismo, propendiendo a la consecución de un sentido realizando valores. Entre los valores a desarrollar, los valores de creación, encuentran en la expresión artística una cabal y plena consumación, y tan palpable experiencia nos la relata con su agudeza característica nuestro querido maestro y amigo, Guillermo Pareja Herrera en su Carta del Desierto del miércoles 2 de Marzo de 2011 (Ramas del mismo árbol) Ramas del mismo árbol A un buen amigo mío, hombre de campo, hombre del desierto lo llevaron sus hijos a un viaje a Europa, por primera vez en su vida. Dentro de las muchas anécdotas que me refirió se me quedó grabada una expresión suya referente a un gran centro cultural como el Georges Pompidou en París. En ese centro vio reunidas exquisitas muestras de pintura, música, escultura y arte contemporáneo. Cuando uno de

sus hijos le preguntó por sus impresiones le respondió: Esto es hermoso, sólo sé que todas esas artes son ramas del mismo árbol, así como en el rancho. Todas crecen del deseo de expresar para los demás lo mejor que llevamos dentro. Eso es Arte. Pocas veces he escuchado una expresión definitoria tan sencilla, clara y contundente de un ser humano con la escasa primaria terminada pero graduado con honores en la universidad de la vida. Del mismo modo, en la universidad de la vida, donde transcurre la vida cotidiana de nuestra amiga tan imaginativa, sus

“películas de acción” sin ser, obviamente, “realizaciones artísticas”, connotan un “gesto artístico”, una voluntad por ir más allá de lo circunstancial, rutinario e incluso lo desabrido del momento. Vivir solamente “Vivir solamente”, hacer un trámite, trasladarse a su trabajo, esperar un colectivo, en fin, la infinita variedad de tareas cotidianas circunscriptas a su funcionalidad, pueden ser una oportunidad para inspirarlas con un sentido mayor, pleno de color, dinamismo y suspenso, y aún en esa virtualidad imaginativa, agregar ese plus de sentido que contribuya al triunfo del bien en el mundo. Lic. Enrique Adúriz

La portada del presente número de LOGORED, está dedicada precisamente al artista argentino Rómulo Macció.


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LA LIBERTAD, DUELE Y DESESPERA

Por Dr.Claudio García Pintos Mail de contacto: cavef @ yahoo.com

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uchas veces peleamos por objetivos que, una vez logrados, nos cuestionan la conquista. Es decir, logrados, nos preguntamos si tanto esfuerzo y tanto afán está justificado y sí, en tal caso, el estatus anterior no era preferible. Habiéndolo procurado con decisión nos desencanta la novedad, lamentando haber dejado la posición anterior. Muy posiblemente esa vivencia se universaliza cuando hablamos de la libertad. Con excepción de aquellos que han sufrido una profunda y, tal vez, violenta pérdida de la libertad, o su suspensión (como por ejemplo los prisioneros), la mayoría de nosotros habremos pasado alguna vez por la circunstancia de preguntarnos si realmente la libertad es un privilegio que ostenta la persona humana. Particularmente cuando debimos elegir algo o decidir algo, y esa elección se nos hizo pesada y difícil: ¡¡quién pudiera elegirlo por nosotros!! Cuando nos sentimos solos al momento de decidir algo y eso significa tener que hacerse cargo de todo. Claro está, la mayoría termina aceptándolo como tal, como un privilegio, pero, cuánto cuesta hacerlo. La libertad duele y desespera

afrontar. Y todo esto es posible gracias a la libertad personal. Lo asocié inmediatamente con el libro de Erich Fromm, “El miedo a la libertad” y me pregunté cómo es posible temerle o autocompadecerme por ser libre, si hasta uno de los emblemas de la cultura occidental es, precisamente, la estatua de la Libertad que está erigida en los EE.UU. Pero traté de correrme por un momento del mundo de los conceptos y me adentré en el de mis propias emociones personales, y fue entonces cuando pude comprender mucho mejor, como hombre, la expresión de mi amigo. La libertad, aún siendo un privilegio, duele y desespera. La libertad desespera porque tiene que confrontar con la fuerza del deseo. Una fuerza que siempre urge y desafía la existencia del límite, el “por qué no” o, aun más, “por qué no aspirar a más” Ese estar urgido es natural y compone en parte la escena natural e inmediata de la persona humana. Porque somos deseantes. Por otro lado, nuestro deseo no siempre es focalizado, sino abierto, múltiple; no es lógico y por lo tanto no es ordenado. Así, es una fuerza que no solo tironea (urge) sino que también desordena.

Un querido amigo, reflexionando sobre situaciones de la vida que tuvo que afrontar recientemente y resolver, concluyó con esta sentencia: “la libertad duele y desespera”

La urgencia y el desorden no siempre se llevan bien y pueden terminar desconcertando. Mi madre solía decir que “el que espera, desespera”, y en ese desconcierto comprendemos por qué la libertad desespera.

Al margen de empatizar con su historia y comprender su logro, inevitablemente quedé captado por su reflexión y pensando en ella. Porque, si puedo resolver aquello que resolví, fue, precisamente, gracias a la posibilidad de tomar posición ante lo que debía

Un animal no puede experimentar esta desesperación, tal vez otras. Un gato no puede estar urgido o necesitado por ladrar o relinchar, debatiéndose al mismo tiempo por iguales necesidades y urgencias, ya que solo puede maullar. Bien sabemos que un olmo no puede desear, o


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incluso ilusionar, con dar peras, y nunca experimentará la desesperación por hacerlo. Pero la persona humana puede desear lo que sea, aún aquello que a priori nunca podría realizar. Por ejemplo, volar. Y aún así, esa desesperación puede a veces inspirar su creatividad y desarrollar formas alternativas para cumplirlo. Porque su deseo, reitero, desafía los límites. Un deseante no tiene límites y por ende está expuesto al desorden, circunstancia que no experimentan ni plantas ni animales, cuyas existencias se despliegan por el único andarivel del mandato natural de sus propias especies. Porque el olmo no solo no puede dar peras o lo que se plazca dar, no puede ni florecer ni dar frutos cuando se le plazca, ni dejar de hacerlo cuando llegue el momento de hacerlo, ni posponerlo por el capricho del día. Pero la persona humana, libre, puede desear tanto el cómo, el cuándo, el qué, el hasta dónde y aún hasta el para qué desear lo que desea. Más allá de que el universo del deseo, por inabarcable, ofrece, y por urgente, desespera (porque urgiendo desespera la espera de su satisfacción), se plantea una segunda disyuntiva: el privilegio de la opción. Porque el hombre puede desearlo todo, pero la persona, tiene que optar para poder realizarse. Esa fuerza poderosa y ambiciosa del deseo, se verá, necesariamente confrontada por la consciencia del deber-ser, la consciencia de lo (genuinamente) bueno-para-mi. Es decir, sé QUÉ es bueno, y sé QUE ES BUENO, que yo realice o no lo deseado. Porque puede ser bueno realizarlo o puede ser malo realizarlo. No todo lo deseado, por deseado, es buenopara-mi. De tal modo se verán confrontados la fuerza del deseo con su urgencia, por un lado, y la consciencia de lo bueno, por el otro. Y el resultado inevitable será, en la mayoría de los casos, una renuncia. Por eso duele optar. La capacidad de renuncia es tan inherente a la naturaleza de la libertad, que no podría entenderse una sin la otra. Ser libre no es “hacer todo lo que tengo ganas de hacer”, sino más bien, “tener ganas de hacer todo lo que debo hacer”, optando, ordenando, renunciando.

Al final… Cuántas veces luchamos por conseguir algo, y al conquistarlo nos cuestionamos si realmente lo queríamos. Posiblemente muchas. Cuántas veces levantamos las banderas de la libertad para después pretender que otro decida por nosotros (la suerte, nuestros padres, la vida, Dios…) El por qué de la ambivalencia es que la libertad, desespera y duele. De todos modos, ella es tan generosa que hasta puede optar por renunciarse a sí misma, abdicando en favor de una vida automática en lugar de asumir y realizar la existencia autónoma que nos ofrece. Hace muchos años, mis profesores de Antropología Filosófica me enseñaron insistentemente que nacemos hombre y nuestro destino es convertirnos en persona. También aprendí que ese camino de realización personal no es obligatorio sino opcional, y que transitarlo implica la, a veces, ardua tarea de hacerse cargo de elegir un- camino-para-mí. Hay muchos caminos posibles, pero no todos son buenos para lograrlo. Y así entendí qué es ser libre. Ahora, el comentario de mi amigo me permite comprender cómo es ser libre. Al final, comprendiéndolo o no, aún con desesperación y dolor, ser libre sigue siendo la mejor opción, ¿o no?


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PEQUEÑAS EXISTENCIAS, GRANDES RESPUESTAS

Por Lic.Chacho Garabal Mail de contacto: chachogarabal@gmail.com

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uchas cuestiones que atañen al hombre son relativas, no por ser relativista, sino porque es relativa nuestra mirada al tener nuestras existencias limitadas. Todo límite que ha conocido el hombre se ha convertido en un desafío que ha intentado superar. Volar era imposible. Hasta que un sueño, lo hizo posible.

nuestra “pequeña existencia”. Desde nosotros, sabemos que ocupamos un lugar y que tenemos muchas preguntas por responder. Pero cuando subimos hacia el cielo, somos confrontados con “nuestra pequeñez” .Y a medida que avanzamos, vamos sintiendo esa vulnerabilidad y esa sorpresa de estar experimentando un tranquilo viaje a mas de 12.000 metros del nivel del mar, en una “gran caja” que sortea todo tipo de desventuras.

Pequeños puntos amarillos se ven desde lo alto del cielo cuando estamos viajando en avión. Las grandes ciudades son reducidas a pequeñas maquetas en miniatura. Y así, la gran ciudad pasa a ser un conglomerado de pequeñas luces tan brillantes como las estrellas en el cielo. Y aunque intentemos reconocer las distintas partes de una ciudad y busquemos nuestra propia casa, será difícil hacerlo. Porque todo ha sido reducido a una pequeña porción de realidad.

He vivido la experiencia de transitar un despegue aeronáutico en pleno nacimiento de una tormenta amenazante. Luego de abandonar esas pequeñas luces, vemos la inmensidad del cielo, similar a un océano que en reemplazo de olas, va trayendo oleadas de suaves nubes. Sin embargo, esta tranquila imagen del cielo oscuro y de estrellas que parecen al alcance de la mano, es atravesada por grandes flashes en el cielo. Es la tormenta que va creciendo y para decirlo como puedo, suceden “focos” de alumbramiento”. En el inmenso oscuro cielo, se ven estos “focos” donde por intervalos de cada 20 o 30 segundos, simularan explosiones que provienen de la nada y que iluminan el cielo. Algunos pasajeros no están tan relajados, sino que están mas preocupados por no ver hacia fuera o algunos ya duermen gracias algún fármaco amigo.

El aroma del océano que roba nuestra atención, o la suavidad de estar acostados en un cielo verde recién podado, o intentar abrir nuestros ojos para poder alcanzar a observar la inmensidad de una montaña, son vivencias que en mi experiencia siempre generan reflexiones, pensamientos, encuentros. Claro que ya Frankl, nos invitaba a proponernos estos encuentros vivenciales, ya que los consideraba una “vía regia” hacia el descubrimiento del sentido. Frankl también planteaba que el sentido tenía un valor relativo, vuelvo a decir, no relativista, sino relativo a cada persona, cada momento, cada minuto, cada segundo, cada instante. El despegue del avión es una experiencia que moviliza temores, angustias, preocupaciones y, ¿Por qué no?: Sentidos. Esta experiencia me dejo pensando sobre

Claro que la “pequeña existencia” subida a una “gran caja” que sortea explosiones intermitentes en un cielo furioso, no es una sensación tan relajante como para escribir. Sin embargo, como los barcos deben sortear las olas de las tempestades, los aviones deben sortear las tormentas que movilizan al avión y lo mueve constantemente. A nosotros parece quedarnos la responsabilidad de sortear las olas del destino y las tormentas que movilizan nuestra persona. Sin embargo, la tormenta sigue avanzando y el avión tiene un nuevo desafío. No sobrevolar al mismo nivel de la tempestad sino atravesar esta


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esta tormenta. La preocupación de ver un despegue en plena lluvia, solo es una preocupación que es también relativa. El avión en el momento que atraviesa la tormenta descubre una nueva calma para seguir camino. Una imagen similar a la que se vive en un océano tempestuoso que en sus profundidades reside una gran calma y tranquilidad. Al parecer, como es arriba es abajo y como es abajo es arriba. ¿Serán leyes naturales? Cuanto mas profundo buceamos, mas tranquilidad encontramos. Cuando mas alto volamos, si logramos atravesar las nubes tormentosas, mas alivio encontramos. Otro gran descubrimiento que las aerolíneas han descubierto es que para calmar a los pasajeros, solo hace falta (en gran medida) empezar a reproducir unos videos bastante humorísticos, ridículos, que empiezan a llamar la atención de todos. A los pocos minutos, aquellos viajeros preocupados ya están olvidados de que están en una caja que vuela y que atraviesa una tormenta eléctrica. Es decir, si bien sabemos que la ridiculez y la comicidad no son equivalentes a la posibilidad del sentido del humor que nos autodistancia, vemos en este pequeño ejemplo una posible comprobación de la teoría frankliana. Y mientras todo sucede, lo único que permanece invariable son unas pequeñas luces llamadas: estrellas. Esas luciérnagas atrapadas, como las definían en El Rey Leon, son atentas observadoras de lo que sucede, lo que transcurre, lo que acontece, lo que va pasando debajo de ellas. Como si fueran guardianes en la oscuridad que observan y brindan tranquilidad. No hay tormenta que las alcance. Y las tormentas lo único que hacen es nublar nuestro sentido de la visión sobre ellas, pero no la certeza de saber que están allí. Como el testimonio de una victima en los campos de concentración nazi, que había dejado escrita

como sus ultimas palabras: “Creo en el sol, aunque no pueda ver cómo me ilumina”. Esta certeza es la convicción que planteaba Frankl por el sentido, por el significado que invariablemente puede tener cada situación, cada pregunta, cada incógnita, cada rompecabezas que nos prepara la vida. Y en la inmensidad del océano, se vuelve relativa la tormenta. Una vez atravesada, ya no genera temor. Puede seguir estando, pero uno se ha sobrepuesto a ella, ha superado el nivel de ella, esta un paso mas allá. Y si bien, desde abajo, una tormenta parece tenebrosa y amenazante, desde arriba se transforma en solo una pequeña parte del infinito cielo. Las tormentas son solo “pequeños” focos dentro de la inmensidad de la infinitud. Y cuando arranca el proceso inverso, la mirada vuelve a cambiar. El aterrizaje. Cuando nos acercamos nuevamente al nivel del suelo, finalmente, volvemos a tener los pies en la tierra y debemos seguir caminando, seguir construyendo y seguir creando. Ya que esa es nuestra tarea, desde nuestra pequeña existencia: dar grandes respuestas. Descubrir nuevos desafíos. El hombre ha podido atravesar los cielos, cuando reconoció que no era un ser dotado de alas sino que podía poner toda su limitada existencia al servicio de un desafío. Un desafío que deja de ser imposible, cuando se descubre que lo posible es siempre posible si tenemos consciencia de nuestro repertorio de posibilidades. No se trata de ser mas de lo que somos, sino esa difícil tarea que es ser naturalmente lo que somos y lograr la mejor versión de uno mismo. Y con nuestras pequeñas existencias, poder dar grandes respuestas.

"Todo puede serle arrebatado a un hombre, menos la última de las libertades humanas: el elegir su actitud en una serie dada de circunstancias, de elegir su propio camino. ¿No podemos cambiar la situación? Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento." Viktor Frankl (1905-1997) 2 de septiembre - 15° aniversario de su fallecimiento


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SEGUNDO ENCUENTRO FEDERAL DE LOGOTERAPIA La siguiente información es tomada de una gacetilla de prensa remitida por los organizadores del evento, PROYECTO PRESENCIA y el CENTRO DE ENFOQUE FAMILIAR. LOGORED apoya la iniciativa e invita a sumarse a ella. PORQUÉ Y PARA QUÉ UN ENCUENTRO FEDERAL DE LOGOTERAPIA Los días 15, 16 y 17 de noviembre del corriente año, el Proyecto Presencia de Buenos Aires y el Centro de Enfoque Familiar de Esquel, harán realidad el Segundo Encuentro Federal de Logoterapia, evento que están organizando de manera conjunta y que tendrá lugar en esa querida ciudad chubutense. ¿Qué es el Encuentro Federal? Una reunión de profesionales que aplican la Logoterapia en su trabajo cotidiano abierta a la comunidad. Se busca con estos encuentros un doble propósito: Por un lado, difundir la logoterapia como corriente de pensamiento en el interior del país no sólo a través de su explicación teórica, sino también a través del desarrollo de sus aplicaciones prácticas en la cotidianidad. Por otra parte, se busca proporcionar un espacio de interacción entre los profesionales que asisten desde distintas regiones del país a efectos de intercambiar inquietudes, experiencias y elaborar proyectos en conjunto que permitan a través del accionar cooperativo establecer criterios y principios comúnes para la aplicación de la logoterapia que tan abnegadamente cada colega realiza desde su lugar. Es una oportunidad entonces para llevar la Logoterapia al interior de nuestro país, apoyar al colega amigo que allí realiza su tarea y reunirnos para compartir experiencias y ver en qué nos podemos ayudar. Esta iniciativa, que naciera en 2011 y diera lugar al Primer Encuentro Federal que tuviera lugar en San Miguel de Tucumán y fuera realizado de manera conjunta por el Proyecto Presencia y el Centro de Logoterapia de Tucumán (CELOGTUC); responde a necesidades y a la vez al espíritu de la logoterapia. Decimos a necesidades porque adverti-

mos la falta de un espacio de encuentro horizontal, verdaderamente federal e inclusivo en el cual el profesional que realiza su tarea en cada localidad -muchas veces en forma aislada y casi sin apoyo de instituciones académicas, de salud ó similares, difundiendo una corriente de pensamiento a la que aún le resta mucho por hacer a la hora de comunicar su mensaje, encuentre un lugar donde vincularse y apoyarse, a la vez que nutrirse con la experiencia del colega de otra región. Decimos que es afín a los principios de la logoterapia porque era idea de su creador, Víktor Frankl el crecimiento y difusión de la disciplina como un constructor teórico abierto, sin terminar, susceptible de crecer y hacerse. Es en razón de lo antedicho, consideramos de sumo interés vuestra participación. La misma puede hacerse de tres maneras: - A través de una ponencia de divulgación de la Logoterapia, tema abierto, dirigida a público en general. - A través de una ponencia sobre experiencias personales, grupales y/o institucionales en la aplicación de la Logoterapia en su comunidad, dirigida a profesionales y público en general interesado. - Como asistente. Las ponencias tendrán una duración de 20 minutos y la fecha de presentación del abstract de las mismas es hasta el día 16 de septiembre. Los aranceles de inscripción son los siguientes: Profesionales y Docentes: $150 Estudiantes (acreditando su condición) y público en general: $100 Por informes y consultas: <encuentrofederaldelogoterapia@gmail.com>


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EL SILENCIO DE DIOS

Por Dr.Claudio García Pintos Mail de contacto: cavef @ yahoo.com

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anto la historia de la humanidad, como la historia personal de cada uno de nosotros, pudo habernos enfrentado en algún momento con Dios. Me refiero a esas circunstancias que implican un sufrimiento inexplicable para las categorías de nuestro pensamiento lógico. Esas mismas que nos hacen elevar los ojos al Cielo y, con ellos, nuestra demanda clamando por una justicia y una explicación que parecen nunca llegar. Posiblemente lo que hace más agobiante el sufrimiento sea, precisamente, el silencio. Me refiero a esa demanda sin respuesta inmediata o, al menos, aquello que, en ese momento, concebiríamos como respuesta. Y en la hondura de ese silencio, muchas veces aparece la pregunta: Dios, ¿está ausente?, ¿por qué permanece en silencio?

estupor, apartar su vista de las llamas que transformaron las caras de esos niños en humo. Hoy es un hombre, es el periodista que acuñó precisamente el término “Holocausto”, pero esa noche tenía tan solo 12 años. Jamás olvidaría esa humareda en la que se incineraron no solo esos niños, sino también sus sueños, su ingenuidad, su infancia, sus ganas de vivir. Su nombre es Elie Wiesel, quien supo decir que en ese momento, en ese mismo acto, también asesinaron a Dios en su alma.

Seguramente Wiesel se habrá preguntado muchas veces a partir de esa noche “¿dónde estaba Dios?” en ese momento. Muy posiblemente no fue el único. Tal vez sea una de las preguntas que más se ha hecho el hombre desde que apareció sobre la Tierra. Tal vez sea una pregunta obligaLlegó en un transporte repleto de gente. da, aunque la respuesta sea, muchas veEra un vagón de ganado. Entre ellos, hab- ces, esquiva. ía algunos conocidos. El viaje había sido agotador, de modo que, al llegar, imaginó La pregunta que la tortura había pasado. Preguntó ¿Cuántas veces la vida se nos ha revelado dónde estaban, y algunos mayores respon- dramática? Sea por acontecimientos dieron casi susurrando, que era el campo públicos o privados, el sufrimiento y el dode Auschwitz. Cuando le tocó el turno de lor nos han llevado a esa consciencia. Mubajar se percató que ya era noche cerrada. cho más si se trata del sufrimiento gratuiLo primero que vio, fue un gran foso que to de inocentes, como el caso de la primese destacaba en la oscuridad porque de él ra noche de Wiesel en Auschwitz. Y si bien surgían y se elevaban, grandes lenguas de éste (el sufrimiento de los inocentes) puefuego. En ese momento, un camión se de ser uno de los más importantes arguacercaba y tomó posición para descargar mentos del ateísmo, la Humanidad, mayosu contenido. No podía creerlo, se trataba ritariamente ha creído y sigue creyendo en de niños, ¡la carga del camión eran niños Dios. que fueron arrojados a las entrañas del fuego! Le costó respirar, recuperarse del Claro está, es una creencia no exenta de


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otras muchas preguntas, de tan difícil respuesta como la primera. Por ejemplo, si Dios existe, y estaba allí, ¿por qué permitió tal hecho? Puedo entender o aceptar que permita el mal, incluso, como alternativa que juega la libertad humana, pero, ¿por qué permitir el horror, el exceso del mal?, ¿para qué? Una respuesta clásica, que no llega a responder cabalmente la cuestión, dice que Dios no puede crear seres libres y responsables para, después, no admitirlos libres y responsables; al admitirlos como tales, no puede impedirles que hagan el mal u opten por él. Él mismo ha puesto las reglas de esta Humanidad y no puede transgredirlas suspendiéndolas temporalmente cuando un exceso es inminente, reprendiendo al hombre por ese exceso. Tal vez su propia creación le marque un límite auto-impuesto, por el respeto a lo que ha creado. Por lo tanto, si bien podría impedirlo, no debe hacerlo. Es más, contemplar el mal puede, incluso, llegar a ser motivo de dolor para Él mismo.

puesta es “no”, porque la explicación final y significativa escapa a la capacidad del animal, en tanto que pertenece a una dimensión a la que él no puede acceder. Luego, se pregunta: ¿no será posible que exista otra dimensión, una que exceda el inmediato entendimiento del hombre, en la cual el significado último del sufrimiento humano tenga respuesta? La respuesta ahora es “sí”; tal como acontece con el chimpancé, muchas de las realidades trágicas que vivimos, exceden el ámbito de nuestro entendimiento lógico, lo que no quiere decir que carezcan de significado. La diferencia con el animal es que el hombre, si bien no siempre puede descubrir la respuesta última, siempre puede comprender la existencia de esa dimensión, “más-allá-de-lo-inmediatamentecomprensible”, en la cual residen todas las respuestas y todos los significados.

De todos modos, la pregunta subsiste y no existen argumentos que la respondan definitivamente para todos. Y al permanecer vigente como tal, es un cuestionamiento permanente al mismísimo Dios. Él sigue apareciendo, para muchos, como el último responsable del mal, responsable de permitirlo, Otra respuesta tradicional, asegura que responsable de no impedirlo. si bien el mal no es creado ni querido por Dios, no escapa al plan de la Providencia; es decir, es conocido, permitido y ¿Cómo creer? ordenado significativamente a algún fin, desconocido por el hombre que lo sufre. Cuestiones como las planteadas son las que No quiere decir que Dios nos hace sufrir han puesto en duda la existencia o la para cumplir etapas de su plan, circuns- “divinidad” de Dios. Quiero decir, la ocutancia que le daría un perfil casi ma- rrencia de tales horrores, como por ejemplo quiavélico, priorizando el fin al medio. el vivido en Auschwitz, han llevado a muNo nos utiliza como los peones de un chos o a dudar de la existencia de Dios, porjuego de ajedrez, que sacrifica solo para que si existiera, lo hubiera evitado; o a negar cumplir la estrategia planificada para su divinidad, porque ningún Dios hubiera ganar la partida. permanecido indiferente ante tanto sufrimiento. Siempre existe el argumento del En este sentido, Viktor Frankl supo mal permitido para que acontezca de él un hacer el siguiente planteo: si los científi- bien mayor. Muchos han argumentado, por cos utilizan un animal, por ejemplo, un ejemplo, que, de no haber existido un chimpancé, y lo inyectan con diferentes Auschwitz, nunca hubiera existido un estadrogas para elaborar una vacuna contra do de Israel. Y que son razones como estas la poliomielitis (u otra enfermedad que las que justifican la aceptación de esos maafecte a la humanidad), y lo logran, les por parte de la Providencia. ¿sería capaz el chimpancé de entender el significado de su sufrimiento? La res- Lo cierto es que la discusión sigue abierta.


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Algunos la han formulado en los siguien- propia experiencia de Viktor como prisionero tes términos: ¿cómo creer en Dios des- de los campos. Es decir, no se trata de un argumento teórico resultante de horas de pués de Auschwitz? estudio en un escritorio, sino la reflexión viEn una presentación pública, Viktor vencial de una persona, común y corriente, Frankl planteaba lo siguiente: “O tienes que supo pasar a través del infierno y salir dudas y pones en práctica tu escepticis- de él. Y el planteo se basa en el sentido de la mo ante el sufrimiento de un solo niño fe. Es decir, en qué medida la fe es susceptiinocente o mantienes la fe en Dios, inde- ble de especulaciones. Para Frankl, la cuespendiente del número de víctimas, porque tión de si es posible seguir creyendo en Dios uno tiene que tener una fe incondicional después de la Shoa, es resultado de un en Dios, una fe que se debe mantener planteo equivocado o de una fe inauténtica. aún bajo cualquier condición, o la fe es Si la muerte trágica de cientos, miles o midemasiado débil y tarde o temprano ter- llones de personas inocentes cuestionara su minará quebrándose. Entonces, la creen- existencia o la fe en Él, o ambos, dice Frankl cia religiosa, según lo veo, debe ser incon- que la muerte plácida de una sola persona dicional y el más honesto y apropiado inocente también debería hacerlo. En tal caabordaje es aquel dado hace más de so, no se trata del número de muertes aque3000 años por un hombre llamado Job. llo que cuestiona o sostiene la fe. Si mueren Job, después de negociar con Dios dice muchos, dudo y si mueren pocos, creo. Si “yo cierro mi boca, yo no sé lo suficiente mueren muchos, no tiene sentido y si muepara discutir contigo. Tú sabes todo me- ren pocos, tal vez sí. jor que yo, yo creo en Ti, no solo eres omnipotente sino también omniscente y Siempre, la Providencia y sus razones, perteomnibenevolente” Entonces, él se confie- necen a una dimensión absolutamente presa, y esto es algo que resume la historia lógica, no abordable desde el circuito raciodel espíritu humano. Saben que Sócrates nal humano, incomprensible para nuestras finalmente se rindió ante el argumento de categorías lógicas. Son susceptibles de una que “sólo sé una cosa, y es que no sé na- captación intuitiva, no discursiva, por la da” Entonces, el escepticismo va en con- cual creo aún sin razones para creer. Si la relación con Dios fuera lógica, no sería fe. tra de sí mismo. Este es el único abordaje apropiado para los creyentes. Pero decir que era creyente hasta Auschwitz y dejo de serlo después de Auschwitz, es imposible. Ahora, lo más extraño en muchos de los teólogos americanos, parece ser que olvidan o desestiman, hasta dónde yo sé, o, mejor dicho, en mi experiencia, que aquellos que eran religiosos, el hombre que era religioso, en la absoluta mayoría, frente al Holocausto, a pesar del Holocausto y de lo que ellos mismos debieron vivir en el Holocausto, ellos no solo mantuvieron su fe, sino que su creencia fue templada, fortalecida en un Absoluto e Incondicional ser. Mientras que la fe débil se desmoronó, la fe genuina fue fortalecida. Esa es mi experiencia personal, con solo algunas pocas excepciones”

Frankl toma la historia de Job, un hombre que retorna a la vida normal después de una serie de reveses repentinos, terribles e inexplicables. Y lo refiere diciendo “yo cierro mi boca, yo no sé lo suficiente para discutir contigo. Tú sabes todo mejor que yo, yo creo en Ti, no solo eres omnipotente sino también omniscente y omnibenevolente”, haciéndose cargo de su propia fe, una fe que si bien pudo entrar en duda en algún momento, se sostuvo a pesar de lo incomprensible del suceso. Y esto es lo que él llama una fe auténtica o genuina, aún fortalecida por el tránsito penoso de su sufrimiento.

Diferentes pensadores han referido sus reflexiones a este tema (la in/justicia divina, las razones de la Providencia, el sentido del sufrimiento, etc) Sócrates por ejemplo planteaba que los sufrimientos y la muerte misLa reflexión de Frankl está basada en la ma deberían formar parte de un todo con un


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significado que desconocemos, porque “si la muerte acaba con todo, sería ventajoso para los malos”, lo que consideraba inadmisible. Kant, que no puede ser considerado como una persona religiosa, desde su brillante razón, sostenía que era un absurdo vincular el concepto de la bondad divina y la omnipotencia de Dios, con la injusticia del sufrimiento humano; para él, un Dios infinitamente bueno y poderoso, compensaría de manera también infinita, toda tragedia humana, de un modo incomprensible para el hombre. Posiblemente, con una eternidad feliz. Según Kant, estamos hechos para la justicia, por lo cual es inadmisible el triunfo final de la injusticia. San Agustín se refiere al tema en varios pasajes, pero tomemos uno en particular que reúne la belleza del relato con la simplicidad del concepto. Se trata de las palabras de un niño fallecido a una madre que vive el pesar profundo y terrible de la pérdida. El niño intenta consolarla desde la consciencia de su situación, diciéndole, “no llores si me amas. ¡Si conocieras el don de Dios y lo que te espera en el Cielo!¡Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos!¡Si por un instante pudieras contemplar, como yo, la Belleza ante la que palidecen las bellezas! ¿Me has amado en el país de las sombras y no te resignas a verme en el de las realidades eternas? Créeme, cuando llegue el día que Dios haya fijado para que vengas al Cielo donde yo te precedo, volverás a ver a quien siempre te ama y encontrarás mi corazón con todas las ternuras purificadas. Me encontrarás transfigurado, feliz, no esperando la muerte, sino avanzando contigo por los senderos de la luz. Por tanto, enjuga tus lágrimas y no llores si me amas” Nuevamente aparece la justicia en acto concreto, reparando o compensando la injusticia de la partida del niño.

Dos caminos En estas breves reflexiones se me plante-

an dos caminos. Por un lado el camino de la razón, que se propone instancias de una lógica lineal para entender algo que no responde a esos parámetros. El camino de un modo humano de entender la realidad, con instrumentos que son escasos para abordarla en sus aspectos últimos. Como si pretendiera conocer la realidad del espacio exterior, utilizando tan solo, un catalejos. Por otro lado, el camino de la intuición. En una entrevista sostenida con el pastor Robert Schuller (1990) en la Crystal Cathedral, Viktor Frankl se refiere a la intuición diciendo que “es el único camino para llegar a la verdad aún cuando los conceptos racionales o las capacidades intelectuales fracasan”. Podríamos preguntarnos por qué pueden fracasar. Porque todo aquello que sea único, que no pueda encajarse dentro de categorías pre-existentes al hecho que permitan interpretarlo, no son objeto de la razón. ¿Por ejemplo? El amor. Cuando amo a María, ese amor no es resultado de un discurso racional; es más, sé que la amo pero no sé por qué la amo, porque cuando me encontré con ella, su valor personal (aquello que la hace única), fue captado directamente por mí sin intercesión de la razón. Por otro lado, si esas categorías racionales hubieran sido responsables de mi elección (María), mi vínculo sería el resultado de un “casting”, y el verdadero amor no puede descubrirse de ese modo. Por eso, la fe (que en el fondo es un vínculo de confianza y amor en Dios), es sujeto de esta intuición y nunca de la razón. Si tengo certeza absoluta, no tengo fe. Si tengo fe, acepto aquello que no puedo comprender. Sé que creo en Él, aún cuando no sé por qué creo en Él. El camino de la razón, muy posiblemente, pueda llevarme o a una fe inauténtica, débil, sostenida en argumentos que pueden ser cuestionados repentinamente por un suceso “incomprensible”, o al ateísmo. El camino de la intuición puede llevarme a una fe que aún pueda verse fortalecida ante el suceso repentino. Volviendo a Wiesel, en una ocasión supo reflexionar lo siguiente: “¿Qué hay de mi fe en ti, Señor del Universo? Ahora me doy cuenta


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de que nunca la perdí, ni siquiera allí, durante las horas más oscuras de mi vida. No sé por qué seguí susurrando mis oraciones diarias, y las reservadas para el Sabbath, y para los días festivos, pero las recitaba, a menudo con mi padre y, en la víspera de Rosh Hashanah, con cientos de prisioneros de Auschwitz. ¿Era porque las oraciones seguían siendo un lazo con el mundo desaparecido de mi infancia?” Nos plantea Wiesel, cómo, la intuición, le permitió mantener el lazo con lo divino, más allá y aún y a pesar de estar viviendo el mismo horror. Cómo convivían el espanto y la fe, la muerte de Dios en su alma, y la subsistencia de Dios en su alma. La razón lo mató, pero la intuición lo mantuvo vivo. ¿Quién es el responsable? En uno de los pasajes de la obra “Sincronización en Birkenwald” (Frankl), luego de un terrible episodio de tortura en el cual muere el hermano del protagonista, un camarada observa el hecho y se cuestiona “¿quién puede creer en Dios después de esto?”, a lo que Franz responde, “no… ¿quién puede creer en el hombre después de esto?”, planteando que Auschwitz no debería sentar en el banquillo de los acusados a Dios sino al hombre. En esa misma línea de pensamiento, Wiesel reflexiona que “Auschwitz deber ser y será para siempre un signo de pregunta: no puede ser concebido ni con Dios ni sin Dios. Llegado un punto, empecé a preguntarme si no era injusto contigo. Después de todo, Auschwitz no era algo que viniera armado del cielo. Fue concebido por hombres, implementado por hombres, manejado por hombres. Y su objetivo no sólo era destruirnos a nosotros sino también a ti. ¿No deberíamos pensar en tu dolor también? Al ver a tus hijos sufrir a manos de tus otros hijos, ¿no has sufrido tú también?”

hechos de esa naturaleza? ¿La fe solo es sustentable en una versión idílica de la vida en la que su armonía está asegurada de disrupciones trágicas? Si existe la tragedia, ¿no existe la fe?; si tengo fe, ¿no debería existir la tragedia en mi vida? Ausencia o silencio En una de las canciones del musical “Buscando sentido” (basado en “Sincronización en Birkenwald”), los prisioneros cantan “creo en el sol, aunque no nos ilumine/ creo en el amor, aunque no alumbre su calor/ creo en Dios, aunque esté en silencio” Es decir, ellos no dudan de la existencia del sol, del amor y de Dios, aún viviendo el horror. El poeta Antonio Machado (18751939), cierra una extraordinaria poesía en la que comenta su andar desorientado por la vida, diciendo “así voy yo, borracho, melancólico, guitarrista,/ lunático, poeta y pobre hombre en sueños,/ siempre buscando a Dios, entre la niebla” (“Es una tarde cenicienta y mústia”, de su libro “Soledades, Galerias y otros poemas”); un hombre que no ve el sentido de su vida, que vive erráticamente su existencia, empobrecido en sueños, pero no por ello descreyendo del sentido de la vida, ni del valor de los sueños, ni de la existencia de Dios, a quien no ve, pero sigue buscando y encaminándose hacia Él. Nuevamente Wiesel reflexiona diciendo “pero mi fe ya no era pura. ¿Cómo podía serlo? Estaba llena de angustia en lugar de fervor, de perplejidad más que de piedad. En el reino de la eterna noche, en los Días del Temor, que son los Días del Juicio, mis plegarias tradicionales estaban dirigidas a ti y también contra ti, Señor del Universo. ¿Qué me hirió más: tu ausencia o tu silencio?”

Creo que es posible distinguir entre ausencia y silencio. La ausencia es cercana al abandono y a la indiferencia. Es el no-estar, es el no-importar y, en definitiva, el no-ser (in -diferencia significa no diferenciar una forma respecto del fondo, no destacarse respecto ¿Pueden, los hechos repentinos, terri- del fondo, pasar desapercibido equivaliendo bles, inexplicables, cuestionar la existena no te importo o no me valorás) cia o la divinidad de Dios? ¿Se puede seguir creyendo después de que sucedan Pero el silencio es una manera de acompa-


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ñamiento. Es un modo de estar, muy íntimo, muy próximo, tanto que no se necesitan acciones externas para presentarse. Creo que Dios no es un gendarme que debe velar por la justicia en este mundo, porque le ha dado esa potestad a los hombres. No es un pretexto detrás del cuál disculpemos de la responsabilidad a los hombres. No es el encargado de castigar al que comete faltas y errores, porque cometerlas es suficiente castigo al condenar la propia existencia a una vida horrorosa.

cada cruz que nos toca vivir, conteniéndonos en nuestros enojos, en nuestros reproches y en nuestros descreimientos, sosteniéndonos en nuestras angustias y recibiéndonos gloriosos cuando superamos estas pruebas. El Dios que dialoga con nuestros corazones y desafía nuestras mentes, pero que siempre respeta nuestras decisiones, aún la de no elegirlo.

“Hagamos las paces, Señor del Universo – dice Elie Wiesel- ¿A pesar de todo lo que pasó? Sí, a pesar de todo. Hagamos las paces: para el niño que hay en mí, es insoportaEl Dios en el que creo, es un Dios del ble estar separado de ti durante tanto tiemamor, que nunca se ausenta y que mu- po” chas veces acompaña silenciosamente, clavándose con cada uno de nosotros en

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Habiendo cumplido con su ciclo de presentaciones en el Teatro Auditorio LOSADA de la Ciudad de Buenos Aires, la producción, el equipo creativo y técnico y elenco, agradecen a todos el apoyo que le dieron al musical y los mensajes de aliento recibidos para seguir adelante con el proyecto de educar a través del arte. Haciendo propia la convicción frankliana de que el arte puede salvar al hombre,

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iniciará próximamente una gira por escuelas, llevando el mensaje de fraternidad, amistad, respeto, solidaridad a cientos de niños con un único ideal: Construyamos entre todos un mundo mejor


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VIKTOR EMIL FRANKL (1905-1997)

15° Aniversario de su fallecimiento (viene de página 1) violencia de la amargura, la vivencia de una injusta repartición de piedras (sintiéndose víctima por la asignada, percibiéndola siempre más pesada que la que ha recibido el vecino), con una escandalosa demanda a la vida por su mezquindad en el reparto. Otros, silenciosa y sumisamente, cargan con la piedra que le ha tocado, con la consciencia de una resignación viciada por la idea de que “nada puede hacerse, más que cargar con ella”, aceptando la “mala suerte” que se ha tenido en la distribución de piedras. Si los anteriores la convierten en un arma, estos, posiblemente, la conviertan en una lápida que entierra toda posibilidad de superación personal. Pero hay otros que, toman la asignación que les ha tocado, y tratan de construir a partir de ello lo mejor que puedan. No piensan ni en la injusticia de las asignaciones ni en la mala suerte personal por lo que le ha correspondido. Descubren el entusiasmo de lo “por hacer” y se alejan de la violencia y el quiebre del sinsentido. Y en esos “tres hombres”, tal vez podamos recrear el debate interno que acontece en todos los hombres, cuando tienen que asumir en cada momento de sus vidas, qué hacer con la piedra que les toca vivir. Este 2 de septiembre se cumplen 15 años del fallecimiento de Viktor Frankl. Como todo hombre, él también tuvo que atravesar la circunstancia de ese debate varias veces en su vida, cada vez que se enfrentó con la encrucijada de decidir qué hacer, cómo hacerlo y para qué hacerlo. Y la mayoría de las veces optó por construir. Soy consciente de que,

cuando empecé a madurar, tuve que luchar mucho contra el sentimiento de que, al fin y al cabo, todo era un completo sinsentido. Aquella lucha acabó convirtiéndose en una determinación, y entonces, desarrollé un antídoto contra el nihilismo” (EN EL PRINCIPIO ERA EL SENTIDO, Paidós, 2000, pp. 9-10) Tomó su piedra y la utilizó para construir una obra que trasciende su propio interés personal. No se quedó en el grito amargo de su mala suerte; no lo hizo simplemente bajo la razón de que no tenía otra cosa que hacer. No. Se dispuso a construir una catedral. Una obra que perdura y trasciende su sudor y su cansancio porque “cierto es que, cuando morimos, no podemos llevar nada con nosotros. Mas la plenitud de la vida que completamos en el preciso momento de nuestra muerte, está fuera de la tumba y fuera de ésta permanece ” (PSICOTERAPIA Y HUMANISMO, Ed.Herder, pág.117) Transcurrieron 15 años de su fallecimiento y es nuestro compromiso mantener esa catedral erguida y abierta para todos aquellos que necesitan entrar en ella y descubrir lo que están buscando. Construida con el sacrificio y el trabajo, santificada por el sentido de haberlo hecho, la obra de Frankl y la vida de Víktor, nos siguen marcando un compromiso y una tarea. Tal vez la Logoterapia sea para nosotros, parte de la piedra que nos ha tocada en suerte recibir. La decisión de qué hacer con ella, es solo nuestra. Claudio García Pintos


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¿PUEDE EL DOCENTE SER PESIMISTA?

Por Lic.Alejandro De Barbieri Sabatino Mail de contacto: psaledebarbieri@gmail.com

¿La educación y la medicina avanzan hacia la personalización y nos obligan a engendrar un nuevo modelo social. La prevención será más importante que la curación. Eduard Punset “La enseñanza presupone el optimismo tal como la natación exige un medio líquido para ejercitarse. Quien no quiera mojarse, debe abandonar la natación; quien sienta repugnancia ante el optimismo, que deje la enseñanza y que no pretenda pensar en qué consiste la educación. Porque educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender y en el deseo de saber que la anima, en que hay cosas (símbolos, técnicas, valores, memorias, hechos...) que pueden ser y que merecen serlo, en que los hombres podemos mejorarnos unos a otros por medio del conocimiento. De todas estas creencias optimistas y uno muy puede bien descreer en privado, pero en cuanto intenta educar o entender en qué consiste la educación no queda más remedio que aceptarlas. Con verdadero pesimismo puede escribirse contra la educación, pero el optimismo es imprescindible para estudiarla... y para ejercerla. Los pesimistas pueden ser buenos domadores pero no buenos maestros”. Fernando Savater, El valor de educar

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iempre se ha dicho que los primeros educadores son los padres. Pero en esta oportunidad quiero detenerme a reflexionar acerca de los docentes y su tarea. Eduard Punset, investigador español, sostiene que la educación y la medicina avanzan hacia la personaliza-

ción. Nos invita a poner énfasis en la prevención. De aquí que la tarea del educador cobra más sentido en la actualidad y nos presenta nuevos desafíos. El síndrome del Burnout (o síndrome del “quemado”) que educadores, docentes, psicólogos, experimentan hoy en día, tiene que ver con este desgaste al que están sometidos o expuestos diariamente, ya que el alumno hoy en día no llega “educado a clase”. Antes, llegaba educado. La tarea del docente era instruirlo en su materia, pero el niño ya entraba al aula educado. Recuerdo que cuando di ―en un liceo de Montevideo― el taller de Cuidando a los que cuidan: prevención de burnout en docentes, levantó la mano un profesor y me dijo: “Alejandro, yo soy profesor de filosofía, yo sería feliz, si pudiera dar clase de filosofía”. Este testimonio grafica muy bien la situación actual; el docente, antes de dar clase, tiene que educar a su alumno. Ejemplos: “Sáquese el sombrero, siéntese derecho, no ponga los pies sobre el banco, pida permiso, no discuta con su compañero, etcétera, etcétera”. Esta es una de las causas del desgaste actual del docente, debe educar aparte de dar su materia. A esto se suma la multiplicidad de roles del docente, también es padre, o madre, profesional, y debe cumplir con todo eso. Por lo tanto esto contribuye a la pérdida del sentido de la tarea, el docente ya no llega libre, creativo y con ganas al aula, sino que llega desgastado por su propia vida personal y por la desmotivación que surge también del aula. A su vez, el docente se siente exigido a “ser divertido”, es lo que


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la cultura actual impone al docente. ¿Cómo competir con un Iphone o con la “civilización del espectáculo” para que el alumno sostenga la atención? Imposible. Y creo que debemos encarar el tema por otro lado, si basamos nuestro cimiento pedagógico en competir con esto, ya estamos errando el camino. Los científicos, filósofos, pensadores, psicólogos y economistas están planteando que debemos ampliar nuestra comprensión del concepto de felicidad, un concepto basado en los vínculos, en un sentido de vida, en una alimentación sana, en un trabajo pleno, en tener tiempo para perder el tiempo, en el ejercicio físico, la actitud de agradecer, invertir dinero en “experiencias” y no en cosas, escuchar música, salir a bailar. No se puede bailar y estar triste al mismo tiempo. Todos estos tips de los investigadores nos plantean el desafío de integrarlo en nuestro plan de estudios y actividades diarias, sea en la escuela o en el trabajo. Frente al boom de internet y las redes sociales y las pantallas, ya surgen varios médicos que han confirmado en sus estudios que quedarse por ejemplo: hasta tarde mirando televisión o en la computadora, aumenta las chances de una depresión. Conclusión: apague el televisor, vamos a ir a dormirnos como si fuéramos un bebé que está aprendiendo a dormir. Vamos a la cama con un libro, y luego nuestro psiquismo nos lo agradecerá, porque no solo estaremos protegidos contra la depresión, sino que estaremos leyendo. Cuán importante es dejar las pantallas y volver a leer. Los alumnos de hoy día, solo pueden tolerar cinco minutos de un video de YouTube. Su psiquismo ya no puede sostener una lectura de una hora, donde hay que imaginar los personajes y seguir la trama día a día. Los hijos de los ingenieros de Google, Apple, Yahoo, eBay, y varios otras empresas claves en el desarrollo de la informática e internet, llevan a sus hijos a una escuela donde en las clases no hay computadoras, usan lápices, papel y plasticina. No hay pantallas, no están permitidas en el salón de clase y

una escuela donde en las clases no hay computadoras, usan lápices, papel y plastilina. No hay pantallas, no están permitidas en el salón de clase y sus maestros prefieren que no las usen en la casa. Se educa a puro pizarrón y tiza, y el docente, claro. No se puede sustituir el vínculo pedagógico persona a persona por un instrumento, una herramienta, que debe quedar siempre en el lugar de herramienta. La sociedad de consumo lleva a los niños y a los padres a un estilo de vida de “todo yaˮ. Esto confunde empacho con felicidad. La felicidad es un proceso de búsqueda que también incluye la frustración para llegar al final del camino. Volviendo a nuestros docentes, retomo la segunda cita de este capítulo. El filósofo español, nos confronta y nos alienta a basar nuestra tarea como docentes en un OPTIMISMO SÓLIDO. Si usted está pasando un momento pesimista, no entre al aula, ni a la sala de profesores puede entrar. Tenemos que poder sostener nuestros dolores, en nuestro mundo íntimo y privado. Usted puede ser pesimista en privado dice Savater. Pero el tema es que hoy en día se ha perdido lo íntimo y lo privado, se han desdibujado la esfera privada a decir todo lo que me pasa a mi compañero de trabajo. No es encuentro profundo, es catarsis, y catarsis no ayuda a combatir el pesimismo para entrar al aula con actitud optimista. Cuando el docente trabaja sin sentido o no encuentra sentido a su tarea, está vulnerable al burnout, ¿cómo nos damos cuenta de esto? Porque va a trabajar sin ganas, como obligado o como empujado, no es creativo, no se siente libre, por lo tanto tampoco responsable, no puede ver nada valioso en sus alumnos ni en sus compañeros docentes y termina fatigado. El descanso de verano en las vacaciones tampoco lo restauran para arrancar otro año de manera más optimista. En cambio, cuando el docente se siente libre, es creativo, no “reflota” las fotocopias de hace años, sino que inventa algo nuevo, se siente vivo en la relación pedagógica y puede contagiar vida a sus alumnos, este es el objetivo de esta reflexión, tomar conciencia de que


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debemos ayudar a que los alumnos recuperen el entusiasmo por la tarea y, para eso, debemos profundizar en los docentes, que ellos mismos puedan recuperar ese entusiasmo para luego trasmitirlo. Esta actitud optimista no quiere decir ser divertido, el profesor puede ser aburrido, pero puede ser profundamente optimista en su creencia de que los alumnos pueden cambiar el mundo, que pueden perfeccionarse como personas como dice Savater. Este es el gran desafío actual, restaurar al docente para que entre al aula con actitud optimista, si entra pesimista entonces lo doma al niño y no lo educa. ¿Cuáles son las patologías que más han crecido en los centros educativos públicos y privados? La agresividad, el bullying, el cyberbulling, el déficit atencional, las dificultades para poner límites, dificultades para obedecer ordenes, etcétera. Todo esto está relacionado con la crisis de autoridad actual de padre y madre en cada casa y luego de los educadores. El niño ya no ve al padre ni a la madre ni al educador, como un “modelo a seguir”. Todo es catarsis. Esta falta de la figura paterna (autoridad, jerarquía, límites) es la causa del desborde emocional de muchos niños hoy. Para reordenar esto, debemos los padres volver a cada casa, y ocupar el lugar de padres y no ceder, y luego el docente, educar con optimismo, porque si no lo educa, lo doma y si lo doma lo deja al niño víctima de sus pulsiones, y por lo tanto más factible de caer en estas conductas agresivas. ¡Por favor, no domemos niños, no somos domadores, somos educadores de personas que con libertad y responsabilidad deben tomar la vida en sus manos! Este es el gran desafío, de no ser así, seguiremos año tras año alarmándonos frente a las cifras de depresión y adicciones, pero no cambiando culturalmente la sociedad para que estas cifras bajen, y para crecer en una sociedad más solidaria, menos “animal” y más “humana”.

ojos, las manos le tiemblan, ha llegado la hora del adiós. Entonces ocurre la ceremonia de la iniciación: el alfarero viejo ofrece al alfarero joven su pieza mejor. Así manda la tradición, entre los indios del noroeste de América: el artista que se va entrega su obra maestra al artista que se inicia. Y el alfarero joven no guarda esa vasija perfecta para contemplarla y admirarla, sino que la estrella contra el suelo, la rompe en mil pedacitos, recoge los pedacitos y los incorpora a su arcilla.

A orillas de otro mar, otro alfarero se retira en sus años tardíos. Se le nublan los

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Eduardo Galeano en El libro de los abrazos Por último, este texto de Eduardo Galeano nos ilumina en que debemos integrar el sentido de la vida como una actitud de agradecimiento hacia nuestros padres y abuelos, para que luego nuestros hijos y alumnos sigan el camino. No se puede avanzar sin una postura firme en nuestras tradiciones, que son los “acervos de sentido” que nuestras comunidad familiar y educativa tiene y sobre las cuales se sostiene. Un centro educativo debe ser una “comunidad de vida”, un lugar donde se den los pilares de la autoestima para poder lanzarse hacia un futuro pleno y óptimo de sentido. El futuro es más importante que el pasado y el presente es un regalo desde donde nos proyectamos.

Ps. Alejandro De Barbieri Sabatino - CELAE Psicólogo - Logoterapeuta -Cel: 094 303697 / tel: 26281024 FB: alejandro.debarbieri / Twitter: @AleDeBarbieri Radio Oceano (93.9 FM): "Texto y Contexto" martes 18.30 hs Radio Espectador (810 AM): "Miradas Encontradas" , Martes, 10.30 h


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LOGOTERAPIA VINCULAR

LA CRISIS EN LA MITAD DE LA VIDA DEL HOMBRE ACTUAL QUE BUSCA “ENCONTRARSE” Por Lic.Analía Boyadjián Mail de contacto: porlafamilia@yahoo.com

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s cierto que, en general, cuando acontece esa etapa que llamamos “la mitad de la vida”, en algo nos anticipamos al pensarla por lo menos. No nos toma desprevenidos, o por lo menos la mayoría de las personas a esas edades (se venía hablando de entre los 40 y los 50 años, y creo que debemos actualizarnos y hoy hablar de entre los 45 y 55 años, tomando como referente la extensión de los posibles años de vida a los 90, y de la adolescencia hasta los 30 años) tiene ciertas ideas y maneja el concepto de “crisis” por haberlo vivenciado en circunstancias anteriores.

Como, guiados por una sana logoactitud, intentamos vivir con lealtad a los valores que nos personalizan, se trata de hospedar (darle lugar o hacerle lugar) a la realidad de cada etapa de la vida. Lo cual marca un proceso de aceptación de la vida con sus posibilidades y su limitación real.

Por supuesto que hubieron otras crisis antes: evolutivas, como la de la adolescencia, o accidentales, que algunos las viven y otros no (ej: mudanza, separaciones, etc.).

Y la crisis es una ocasión para encontrarse, para confrontarse y madurar, porque la crisis conmueve desde adentro.

Pero ahora se trata de que lo conquistado hasta los 45-55 años, lo conseguido y trabajado, hay que transferirlo a la etapa que asoma, que trae consigo perspectivas diferentes: tal vez la fundamental es que uno siente que tiene más conciencia y a veces hasta más libertad de elegir cómo vivir la otra mitad de su vida. Los paradigmas posmodernos buscan distraer el eje de lo primordial. Nos venden un mundo en donde todo está resuelto (cómo disfrazar arrugas y aparentar 15 años menos), salvo lo esencial: la realidad de la vida y sus situaciones límites: el dolor, el paso del tiempo, la soledad, la finitud.

En la formulación del título de esta columna quise resaltar el camino que tiene el hombre de hoy que busca “encontrarse”, y que no trata de evadir su mirada hacia el ruido y la distracción, sino que se compromete en llegar a ser lo mejor que pueda y plenificar su vida en la relación con los otros..

El Padre Anselm Grüm habla de esta crisis “como tarea espiritual”. Y para analizarla, se apoya en Tauler, dominico y místico (1300-1361). Este pensador alemán fue redescubierto por lo protestantes, de ahí el valor ecuménico de su lectura que mueve hacia la experiencia mística, también llamada la “experiencia del alma”. Y el punto que me iluminó de Tauler es que propone ver la crisis como “gracia de Dios”, lo que nos permite aceptarla hasta con alegría y esperanza. Es una idea muy agradable de Dios que “nos desordena la casa” para que, desde nuestra libertad, creemos un nuevo orden. Así, aparecen las hipótesis amasadas desde una profunda inquietud y búsqueda de la verdad, del sentido de la propia vida.


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El ser humano se plantea la pregunta más humana: qué es la vida, cuál es el sentido de su vida y de su drama. Se trata, como vemos, de un cuestionamiento de real e intensa confrontación, en la fidelidad del diálogo con uno mismo.

trata de tolerar esa ambigüedad. Y se me ocurre este poema en clave de sol… Tolerar de pie. Tolerar la vida, tolerar la ruptura, entrar en el mundo y quedarse sin prisa. Sin la desesperada sensación de la herida. Tallar el fragmento, el instante creador, el momento de las raíces que enhebran el todo en sus partes deshechas. Tolerar el peaje crítico, el colapso del tiempo, la prioridad insostenible de la vida ante la muerte. A.B.

Sabemos que la vida es una sucesión de metamorfosis que abarca circunstancias límites: desde el nacimiento hasta la muerta, desde la redención hasta la resurrección, y el gran salto existencial de la aceptación. A estas alturas me resuenan las estrofas de aquella bella canción de María Elena Walsh, La Cigarra: “Tantas veces me mataron, Tantas veces me morí, Sin embargo estoy aquí… resucitando. Gracias doy a la desgracia Y a la mano con puñal Porque me mató tan mal Que seguí cantando…”

Concretamente pienso que la logoactitud frente a las crisis implica que el incierto y a veces tenebroso claroscuro pueda vivirse como “prometedor”. Somos responsables de nuestro esfuerzo en tratar de trascender el lado amenazante de toda situación y reparar en sus posibilidades e incluso iluminarlas para resaltarlas. Aunque muchas veces debemos cambiar el enfoque para adquirir entusiasmo y establecer el “para qué”, para formular claros y realistas objetivos. Un motor que funciona para enriquecer y saborizar la vida lo constituyen la voluntad y la tolerancia, grandes maestros para sostenerse ante la sensación de desfallecer… Entendemos que los mayores triunfos no se encuentran sólo en los resultados, sino que insistimos en disfrutar todo el camino hasta llegar al final esperado o incluso al no esperado. Se

Y para finalizar esta humilde reflexión sobre la crisis de la mitad de la vida y el buscar “encontrarse”, me parece oportuno recordar parte de las clases del Dr. Emilio Komar (2008): “Las cuatro heridas”. Allí señala cuáles son las CUATRO VIRTUDES que “se entienden sólo en una visión sintética o sistémica: todas ellas orientadas a “lo que hay que hacer” aquí y ahora, es decir, a una buena toma de decisión y a su ejecución: 1)

La prudencia, que es la capacidad de nuestra razón (lógos) de conocer la realidad lo más realísticamente posible y tomar decisiones de acuerdo a lo que ella exige. Es el “remedio” principal contra la amathía o ignorancia y aquello a lo que la razón naturalmente tiende por su ordo creado originariamente.

2) La justicia, que es la disposición de nuestra voluntad de hacer en cada caso lo


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2) La justicia, que es la disposición de nuestra voluntad de hacer en cada caso lo „justo‟, aquello que en cada caso la cosa o situación exige. Es el “remedio” natural para la herida de la malicia y aquello a lo que la voluntad naturalmente tiende según su ordo. 3) La fortaleza, virtud que ordena nuestros temores y otras pasiones irascibles de tal manera que no permite que por temor a las consecuencias, sufrimientos y posibles riesgos derivados de aquello que es lo justo dejemos de ver la verdad y de decidir y ejecutar aquella acción que hemos

visto como tal. Es aquello a lo cual naturalmente se ordena nuestra potencia irascible y el remedio natural contra la infirmitas. 4) La templanza, virtud que restaura el delectabile moderatum ratione, lo placentero naturalmente regido por la razón, que pone luz y medida en nuestros placeres y no permite que por un excesivo apego a ellos dejemos de hacer aquello que la prudencia aconseja y la justicia nos manda.

Analía BOYADJIÁN

TIEMPO DE FAMILIA Nosotros y la búsqueda de sentido, Colección Praxis, Ed.San Pablo

JORNADAS SOBRE COMUNICACIÓN PARA LA COMUNIDAD EDUCATIVA En el ámbito educativo actual, la comunicación con alumnos y con padres muchas veces se convierte en una tarea ardua y difícil. En estas jornadas se proponen respuestas operativas para situaciones escolares donde surgen conflictos, violencia, falta de compromiso, etc. JORNADA 1: Pautas para una mejor convivencia en el aula Miércoles 26/09 y 03/10 de 19 hs a 20.30 hs. JOPRNADA 2: Relación docentes-padres Miércoles 24/10 de 19 hs a 20.30 hs. Dirección: Diego Palma 42, 1º “H”, San Isidro, Pcia. Buenos Aires Aranceles: $90 por módulo Inscripción previa y consultas:

15-5-633-2622 /

Cupos Limitados omfernanda@hotmail.com

En caso de inscripción especificar datos personales y curso Lic.Fernanda ORSENIGO Docente universitaria—Asaesoría Técnica en área educacional


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Post-Frankl

CREATIVIDAD (1º PARTE) Por Lic.Lucía Copello Mail de contacto: lucia_copello@yahoo.com.ar

Esta columna está dedicada a presentar propuestas y a reflexionar sobre conceptos desarrollados por diferentes profesionales, que, tomando las bases de la teoría frankleana, se animan a proponer sus propias ideas y así hacen crecer y madurar a la Logoterapia y el Análisis Existencial.-

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n la columna de este mes y del mes siguiente quisiera destacar los aportes de uno de mis queridos maestros en mi camino de formación profesional: Guillermo Pareja Herrera. Hace unos años nos regaló un compilado de ideas relacionadas al desarrollo de la creatividad que conforman el libro “Las Manzanas Cayendo sobre mi cabeza” y habiendo compartido hace poco el dictado de un curso en la ciudad de Lima (Perú) pude volver a valorar su aporte y me parece generoso de mi parte compartirlo con ustedes. ¿Qué es la Creatividad? La creatividad no es patrimonio exclusivo de algunos seres humanos. La traemos todos en nuestro equipo original humano de fábrica. Se entiende hoy como la capacidad innata con base neuro fisiológica cerebral y sus funciones están distribuidas en los dos hemisferios cerebrales. Desde el punto de vista psico social la creatividad es un instrumento latente o puesto en servicio. La creatividad es un proceso de vida que compromete a toda la persona. Un proceso es un fluir de instantes de manera flexible y dialéctica donde se observan 4 etapas que pueden sintetizarse de la siguiente manera: 1- Presencia de una situación nueva bajo

forma de pregunta, problema, invitación sugerencia, deseo o gusto. 2- Fase de gestación donde se rumia, se juega, se perciben diferentes aspectos de la situación, se ofrecen diferentes respuestas y soluciones. En esta fase se ejercita el pensamiento crítico: se hacen preguntas lógicas y también se hacen preguntas locas, absurdas para despertar la conciencia de la situación. Esta fase de gestación se caracteriza por su flexibilidad, fluidez e intuición. 3- Fase de alumbramiento o de parto. Siguiendo con una línea, inspirada en los ciclos vitales de la naturaleza, hay un punto de maduración para el fruto cuando llega su tiempo. Esta fase también se entiende como un tiempo de aplicación. Esta fase es del producto terminado y se considera como el momento rígido. Imaginemos a un acuarelista que juega con los colores -fase flexible- pero en el momento en que aplica los colores sobre el papel ya no se modifican -fase rígida-. 4- El alumbramiento o aplicación se hacen presentes a través de una forma de expresión. La creatividad es expresiva, por naturaleza y no represiva. La expresividad creativa de la persona, niño o adulto, puede adoptar alguna o varias de las siguientes formas:


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- Expresividad creativa verbal: conversación, humor verbal, canto, poesía, narración, lectura. - Expresividad creativa escrita: la literatura y sus variados géneros. - Expresividad creativa no verbal: mímica, imitación, lenguaje afectivo, sexual, corporal, deporte, danza. - Expresividad creativa plástica, música, pintura, escultura, grabado, fotografía, cine, video, etc.

gro olvidando a la escala de tonos grises. Las actitudes que nos impiden ser creativo Guillermo las llama “las piedrecillas que llevamos en nuestros zapatos”. Ellas son pocas, de pequeño tamaño, inofensivas aparentemente, pero pueden causar un gran daño si las dejo donde están.

En todas estas formas de expresión están presentes algunas notas características humanas como: fluidez, flexibilidad, originalidad, elaboración, imaginación, intuición, curiosidad, asombro, celebración, humor, perseverancia.

1. De padres cojos... salen hijos bailarines: esta piedrecilla está formada por mis creencias, ideas y actitudes rígidas, ante: Yo mismo, lo que soy y no soy, lo que puedo y no puedo, lo que quiero y no quiero. Los otros, cómo son, qué hacen, piensan, sienten y El mundo, qué es, para qué sirve, cómo vivir en él.

¿Cuáles son los obstáculos en el despliegue de nuestra creatividad? Los obstáculos que Pareja Herrera considera afectan el desarrollo de la creatividad son: la rutina, nuestro sistema de creencias y nuestros miedos y nuestra propia rigidez. Las rutinas ahorran tiempo, espacio, movimientos, pensar, esfuerzo, nos guían a través del país de lo sencillo y de lo complejo. Son caminos cortos o atajos que tomamos y con ello evitamos pensar, actuamos simplemente. Nuestro sistema de creencias nos impide abrirnos, fluir, crear, imaginar soluciones, respuestas, caminos nuevos. Se genera el efecto “sapo”, es decir brincar y brincar y siempre caer en el mismo lugar, es decir, pensar, sentir y actuar de la misma manera, de la forma acostumbrada sin salirse de la rutina. La preocupación y el temor son obstáculos para el fluir de nuestra creatividad pues no nos permiten cometer errores, pensar de manera diferente a las reglas aprendidas para hacer las cosas. La rigidez es otro obstáculo pues no nos permite transitar de lo teórico a lo práctico y de lo práctico a lo teórico cuando se necesita, es un pensamiento rígido que ve a las cosas en blanco o ne-

Las 11 piedrecillas que llevamos en nuestros zapatos...

2. ¡Dar siempre en el blanco!: La tendencia a buscar el blanco perfecto o la única respuesta correcta, repercute en el modo en que pensamos, vivimos y resolvemos los problemas grandes y pequeños. Si sólo creemos en una idea, sólo tendremos una forma de acción. 3. Esto no tiene ni pies ni cabeza o ser lógico: Los humanos desarrollamos tendencias en la forma de percibir, pensar, sentir, accionar y comunicarnos y estas tendencias pueden ser rígidas o flexibles. El momento flexible y el momento rígido no son contrarios y mucho menos pueden ser pensados como bueno y malo sino como complementarios. Ambos momentos son, finalmente, instantes de un continuo. El error más común es ignorar cuándo se aplica el momento flexible y cuándo el momento rígido en el proceso de gestación y de dar a luz un producto, una idea, etc 4. Estar alineado, seguir las reglas: Para crear nuevas ideas necesitamos, en un momento, construir patrones. Pero, para construir lo nuevo necesitamos desprender-


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nos de lo viejo. El pensamiento creativo es fluido y necesita lo que unos llaman, ruptura de ideas, revolución de procedimientos, cambio de piel, desaprender y reaprender, volver a lo elemental, para llegar a lo renovado

para algunas personas como agua y aceite que no se mezclan nunca, se auto excluyen. Muchas personas tienen la convicción de que si el trabajo es hecho juguetonamente... entonces no está bien hecho, ni es trabajo serio ni confiable. Eliminar, sistemáticamente, el humor y la diversión del hogar, la escuela y el trabajo es una forma efectiva 5. Resultados son los que cuentan o de inhibir a la creatividad. ser práctico: Todo lo posible se da, porque los humanos tenemos la capacidad No tengo dedos de organista o para gestar, rumiar y dar a luz nuevas 9. ideas, cosas, procesos, métodos, etc. con éste no es mi campo: Así se dice cuando una herramienta flexible llamada ¿qué pensamos que no tenemos las habilidades pasaría si…?, la misma nos pone en con- adecuadas para alguna actividad. Una buetacto con la cara que parece imposible en na parte de los seres humanos pasamos la realidad que conocemos hasta ahora, atados a nuestra creencia que nos dice no nos pone en contacto con lo probable y sirves, no vales. Debemos recordar que hasta con la cara impráctica de cualquier hay un explorador dormido dentro de nosoidea. Después de todo, estamos limitados tros. Dondequiera que vayamos podemos descubrir nuevas soluciones, ideas y ser sólo por nuestra imaginación. creativos. 6. Ser claro como el agua o evita la ambigüedad: La experiencia muestra que la ambigüedad es una herramienta y puede ser útil y valiosa en su momento y circunstancia. Por ejemplo, cuando estamos en la fase de gestación y rumia del proceso creativo. Un poco de ambigüedad es, sin duda, una manzana que nos cae en la cabeza, nos despierta, estimula y moviliza nuestra imaginación creativa.

10. No te hagas el loco o la cordura ante todo: La persona atípica es tildado de loco y guardar la cordura es condición para ser aceptado en la sociedad. El loco se permite lo que nosotros no nos atrevemos a pensar, sentir y expresar. El llamado loco, puede ser más cuerdo que nosotros, sabe cuándo y cómo puede brincarse las reglas... tal vez porque también sabe que las leyes son para el hombre y no el hombre para las leyes

7. ¡Prohibido equivocarse!: Tenemos pensamientos, actitudes y conductas conservadoras, temerosas, que nos im- 11. ¿Creativo, yo? ¡ No, por favor. !: Si piden arriesgarnos, explorar, equivocarsoy creativo me permito en la vida gestar, rumiar y jugar con el conocimiento y las nos y aprender de nuestros errores. ideas... aunque sean locas. Si creo que Según la sabiduría oriental: detrás de no soy creativo estaré enfrascado en la cada error se esconde una oportunidad. rutina de vivir y pensar sin relieves, ni Fallar y acertar no son dos opuestos irreconciliables. Error es sinónimo de sorpresas, ni emociones. oportunidad para aprender y mejorar si me pregunto: ¿Qué falló?, ¿A qué se debió?, ¿De qué otra manera se puede hacer lo mismo? En el próximo mes seguiremos desarrollando parte de los contenidos que Guillermo Pareja Herrera ofrece en su libro “Las Man8. No hay tiempo para jugar o tra- zanas Cayendo sobre mi Cabeza” (Editorial baja, no juegues: Trabajo y juego son San Pablo, 2007)


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CARTAS DEL DESIERTO de Guillermo Pareja Herrera

FUEGUITO Por Graciela Clément Mail de contacto: gra_clement@yahoo.com.ar

El Dr.Guillermo Pareja Herrera nos tiene acostumbrados a sus mensajes vivificantes, plenos de significado, volcados en publicaciones de obligada referencia para todo humanista interesado en madurar un pensamiento consistente y comprometido con la persona humana. Pero su obra no solo está restringida a libros académicos. Su sensibilidad se expresa creativamente a través de sus “Cartas desde el Desierto” con la misma calidez y profundidad que caracteriza su discurso científico. Mes a mes y con regularidad, vamos presentando algunas de sus “Cartas”, breves reflexiones sobre la vida misma, las cuales son comentadas cada vez por algún colaborador de LOGORED. En esta oportunidad, la encargada de hacerlo será Graciela Clément

Las cartas: Espejo vacío Me ha llamado a ocuparme, la noticia de un estudio comparativo sobre el fenómeno de la memoria y la desmemoria colectiva en los jóvenes. Se preguntó a jóvenes alemanes, españoles, chilenos y peruanos sobre el conocimiento que tenían de personajes nacionales que marcaron una terrible época. Se les mencionó a Hitler, Franco, Pinochet, Sendero Luminoso. Pese a las distancias geográficas y temporales hubo una coincidencia. Una buena parte de la muestra ignoraba quién fuera ese protagonista y la importancia de sus acciones y las consecuencias de éstas. Veo que no es necesario indagar sobre acontecimientos del siglo V de nuestra era, sino hechos históricos que para los adultos mayores están vivos, frescos, palpitantes, pero para los niños y jóvenes, no existen prácticamente. Nos vemos en este espejo vacío y los adultos tenemos responsabilidad inevitable en este panorama. En nuestro remoto desierto este tema no carece de importancia pues observamos que la memoria histórica de nuestro pueblo no profundiza en

los últimos 80 años de caótica vida nacional e internacional -cuyas consecuencias la gozamos y las padecemos todos los días. Pero el tema da para más, pues al ignorar nuestro pasado, nuestro futuro carece de sustento. Este es uno de los rasgos de la pobreza, la ignorancia, el desconocimiento de nuestros orígenes. Los niños, los jóvenes Nuestros tiempos aprecian el valor del tiempo como recurso no renovable, de la planificación en el corto mediano y largo plazo, como un medio para alcanzar las metas propuestas. El recordatorio con cientos de años en la espalda desde los labios de Confucio es inspirador: Si planean el futuro para un año planten una semilla si planean el futuro para 10 años planten un árbol si planean el futuro para 100 años eduquen bien a los niños. Estoy agradecido, infinitamente, para todos los seres en la tierra y en el cielo que velaron por mi, que cuidaron de mi, que me abrieron las puertas de la imaginación, del conocimiento y la belleza del mundo.


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La Reflexión Leer las Cartas de Guillermo es siempre una brisa fresca para el alma. Recorriendo las de este año, resultó difícil elegir una. Luego de releerlas apareció, entre dos de ellas, una estrecha relación y continuidad. Entonces me pregunté ¿por qué no tomarlas juntas como lo están los ojos, los oídos y las manos, en una armoniosa común-unión? Y decidí que había que comenzar por “Espejo vacío”. Sin lugar a dudas, el conocer los resultados de ese estudio comparativo sobre la memoria y desmemoria en los jóvenes, origina simultáneamente: sorpresa, preocupación y la sospecha de enfrentar una realidad fuera de quicio. Pienso que esta imagen es adecuada ya que el quicio asegura el sentido de puertas y ventanas que permiten, según sea: clausura, intimidad, apertura. Si el conocer la situación provoca en algunos adultos escándalo y/o condena, que se mantienen luego de la sorpresa, los desquiciados no son, precisamente, estos jóvenes.

familiar, el idioma compartido. Las raíces, a partir del arraigo, permiten asentarse sólidamente y estar fundado. Quien acepta las propias raíces asume y se hace cargo del pasado, no como karma sino con la posibilidad de reparar, transformar o consolidarlo en el futuro. Me pregunto ¿qué hacer frente al espejo vacío que nos interpela? Y la carta de marzo “Los niños, los jóvenes”, me da la respuesta compartida a partir de la sabiduría de Confucio. Estoy convencida desde hace tiempo, que la posibilidad de revertir este desinterés de los jóvenes ante el pasado, que pone en peligro la dimensión de futuro, pasa por la educación. Las características esencialmente humanas están en nosotros como posibilidad pero su actualización necesita de un proceso educativo profundo. Deben ser apeladas, orientadas y educadas. Porque a ejercer la libertad y hacerse responsable se aprende; a descubrir sentidos y encarnar valores se aprende; a rescatar la historia y profundizar la identidad se aprende.

Llama la atención que el desconocimiento respecto a personajes que dejaron una marca indeleble en sus repúblicas y en la historia, aparezca no sólo en Latinoamérica, empeñada aún en consolidar su ser, sino también en Europa, con toda su experiencia de siglos y una identidad sólida en cada uno de sus países. Indudablemente, la crisis que hiere a los seres humanos ya no reconoce fronteras.

Las palabras milenarias de Confucio reafirman esta convicción: si planificamos el futuro para 100 años, eduquemos bien a los niños y jóvenes.

Es imprescindible que esta situación se difunda masivamente –internet lo permite - para que los adultos tengan la posibilidad de realizar un profundo análisis de la misma y se hagan cargo de su responsabilidad en este desconocimiento y/o desinterés de los jóvenes.

Prof. Graciela Clément

Como dice la carta elegida, ignorar el propio pasado pone en peligro el futuro. El desin-terés de que hablábamos remite al tema de la identidad, la cual se asume primero como persona y luego como pueblo. Se apoya en las raíces, los valores, lo

Para los que elegimos el oficio de educar este es el desafío constante y nuestra responsabilidad.

Psicóloga gra_clement@yahoo.com.ar


Página 32 La Fundación Argentina de Logoterapia anuncia la realización del XXII Congreso Argentino de Logoterapia, “La Logoterapia ante los dilemas del mundo actual”, en Buenos Aires, del 27 al 29 de septiembre próximo. Por informes sobre el evento, ingresar a www.logoterapia-arg.com.ar, o dirigirse a info@logoterapia-arg.com.ar


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