Mambo 6

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Gaceta Bimestral de Casa Talavera Noviembre-Diciembre 2005 Distribuci贸n gratuita

R

e c r o t a eC d l a e 20 a帽moasnes a

entre ch nios y demo


Celebramos

este número de Mambo La Merced, no el último, sino el más reciente, agradeciendo a todos los que han participado con nosotros este año y por supuesto, a todos nuestros lectores, que han seguido esta gaceta con interés. Seguiremos esperando sus colaboraciones y sus comentarios. Incluimos en esta edición una buena dosis de desierto, con el afán de compartir la experiencia de un proyecto musical que ha logrado irrumpir en el movimiento blusero de la escena musical contemporánea. El grupo Real de Catorce, que este año celebra 20 años de desarrollo artístico, presentó en Casa Talavera el pasado mes de agosto un concierto real regio. Real de Catorce conlleva en su quehacer y su nombre un misticismo y una magia que nos hace oler a San Luis Potosí, a la parte desértica que los huicholes nombran Wiri kuta y el camino del venado, del peyote. En La Merced, dentro de Casa Talavera, encontraron un refugio más, un espacio que recibe con gusto la presencia de la mística ceremonial y al que trajeron toda su fuerza, limpiándonos el alma de las broncas ciudadanas. En sintonía con sus bluseros sones, hasta nos pareció que el viejo barrio merceril mantiene alguna semejanza con el desierto. Podría con toda su rudeza descifrar el camino del venado, el diario caminar de mucha gente que mueve cotidianamente sus calles, el mercado con su nave mayor, la hermosa avenida San Pablo, llena de piedras verdes, esmeraldas salvajes que nos hacen recordar el asfalto y su sol de medio día. Comercios llenos de motivos cada época: colores patrios para setiembre, calaveras en noviembre, a fin de año. En esas mismas calles encontramos a don Luis Ramírez, bolero de profesión, su negocio es el diario caminar y así se la lleva desde hace ya bastantes años, los mismos que tiene la legendaria tienda de chiles de Roldán, que ha sobrevivido a la industrialización. Pues aquí les trajimos los chiles, sin albur, al alcance de su mano. También los invitamos a hacer una pequeña reflexión en torno a los símbolos de la nación y en específico, al águila nacional. Desde Aztlán a La Merced, de la serpiente al águila, del águila al Atl Tlachinolli —otra vez agua, tierra y fuego, en la cosmovisión de nuestros ancestros mexicas— , y de ahí a la Plaza de la Aguilita o Juan José Baz. Entonces resulta que la fusión entre desierto y jungla de asfalto no estaba tan lejos como pensábamos: la tenemos en nuestro diario caminar, la sal nos alimenta, el agua nos fortalece y el calor nos acompaña. Sin duda, para Mambo la Merced ha sido un buen año y cerrar con agua, desierto y fuego, nos hace, con ayuda de todos ustedes, hallar esta nutritiva sustancia del diario batallar, que quisimos compartir con todos ustedes.


EL CHAPITO El Chapito y el CHOPITO Chopito Y EL De aquellos tiempos de los narcorrockeros... Jorge Pantoja

Por

25 años del inicio del proyecto cultural que Museo del Chopo hasta nuestros días y que le impondría un

estas fechas se cumplen

marcaría al sello, un perfil y una vocación, difícil de eludir porque ya forma parte del imaginario colectivo de la Ciudad de México, y cuenta con una comunidad de usuarios y creadores que difícilmente permitirían una vuelta atrás. Corría el año de1980 y Gerardo Estrada, en ese entonces director de Difusión Cultural de la UNAM, le había encomendado a Ángeles Mastretta desempolvar el viejo edificio de hierro. La autora de Arráncame la vida puso en marcha una propuesta de cultura dirigida a las mujeres y a los niños. Bajo el lema “El dinosaurio ya no está en el Chopo”, Ángeles arrancó con cursos de sexualidad, exposiciones sobre la historia de México, y hasta un ciclo dedicado a la música tropical, como una extensión de su movimiento “La rumba es cultura”. Hizo del Museo un espacio solidario que se alimentara y fuera reflejo de las problemáticas nacionales e internacionales: de ahí las Jornadas de Apoyo a las luchas de los pueblos de Guatemala, El Salvador, Argentina y Chile. Quien escribe estas líneas se sumó al equipo de Mastretta, agregando a todo lo anterior una serie de actividades dirigidas a los jóvenes: la difusión de la cultura del rock, los fanzines, la neográfica de gran formato, los talleres para componer nuevas rolas, las nuevas tecnologías en el arte, los nuevos lenguajes, las nuevas expresiones, la estética del punk y hasta un tianguis de inspiración prehispánica. Toda una parafernalia que en esos tiempos de finales del lopezportillismo era considerada por muchos como

mariguanadas”. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24

“puras


hasta ese momento únicamente actuaban Juan José Calatayud, los Fol­kloristas y Guadalupe Trigo. Pero ni el aval de la UNAM, ni de otras instituciones culturales, serviría de nada. El rock seguía siendo motivo de una especie de persecución publicitaria. Durante lo que restó de los setenta y una gran parte de los ochenta, las reseñas periodísticas de conciertos de rock dejaban a un lado temas como la calidad del grupo; si se cantaba en inglés o en español, si los músicos realmente vivían de tocar, etcétera. La nota estaba por otra parte. El 4 de marzo de 1980, se pre­ sentó Javier Batis en el Teatro de Arquitectura, después de varios años de no actuar en Ciudad Uni­ versitaria. Al día siguiente el Ovaciones de la tarde publicaría en primera plana y a ocho columnas: “Festival de motos en CU”.

El 21 de marzo de ese mismo año, el Museo del Chopo pre­ sentaba a Dangerous Rhythm en concierto. Dos días después, El Heraldo de México encabezaba su crónica diciendo: “Violencia y drogas en un concierto de rock”. El 6 de agosto de ese 1980 y en el mismo Museo del Chopo, actuaba Chac Mool ante un lleno completo. Días después el Sol de México titulaba la nota: “Concierto de locura con olor a cigarros raritos”.

E ELl y Y E CH Ch e L l APa CHC ITpOit OhPo o ITpOi to

Eran otros tiempos Durante los años setenta México ha­ bía vivido una década con las imáge­ nes todavía muy frescas del 68. El 11 de septiembre de 1971, el festival de Avándaro congregaría no sólo a varias docenas de miles de jóvenes aficionados a los grupos de rock mexicanos, sino también a una infinidad de representantes de medios informativos, quienes, en un concierto unánime, reportarían “las calamidades de esa juventud desenfrenada y viciosa”. La susodicha juventud pronto se repondría de este golpe publici­ tario; pero el que saldría maltrecho de esta afrenta sería el incipiente movimiento de rock nacional. Si antes de Avándaro el rock había sido calificado por muchos sectores como “música enajenan­ te” y “manifestación extranjerizante de peligrosa penetración cultural”, ahora se le colgaba un milagrito más: “ser provocador de la violen­ cia y la drogadicción”. En los años siguientes los ho­ yos fonkis se convertirían en el re­ fugio natural del rock y en la úni­ ca posibilidad de trabajo para los músicos. Ahí crecerían muchos conjuntos y otros tendrían ahí su debut y despedida. Poco después, el rock empezó a hacer su aparición en las explana­ das y en los auditorios de las pre­ pas, CCH y vocas; primero como actividad de los llamados porros y después por uno que otro progra­ mador de actividades culturales. Guillermo Briseño tuvo mucho que ver en esta etapa, cuando el rock aparece de pronto en los escenarios universitarios, donde

Ahora los tiempos son otros en materia de rock La crónica rockera refleja hoy en día otro México, el de las gran­ des empresas que descubrieron el terreno virgen de los conciertos masivos con grupos de fama in­ ternacional: un México “moderno” al que, ahora sí pueden llegar los rock-star de moda: un México de entrevistas exclusivas, de cocteles de prensa en hoteles de cinco es­ trellas, el de los equipos de seguri­ dad que han terminado con los fa­ mosos portazos, el de los palcos de prensa; pero principalmente, un México en el que las pregun­ tas de los periodistas a los grupos extranjeros son: “¿Vas a cambiar de compañía disquera?”, “¿quién será el productor de tu próxima grabación?”, “¿qué opinas de México y de las mexicanas?. En el 2005, cuando las cues­ tiones del narcotráfico han conta­ minado casi todas las esferas de nuestra vida, resultan inocentadas aquellas discusiones acerca de que si el rock era o no culpable de la drogadicción de los jóvenes mexicanos.


i h n c o a l l l t i a —Segunda Parte—

es aq uel que m

“El relato más falso

or ello p e u q y ejor creemos conocer, jamás icio” nos repla nteamos ni ponemos en tela de ju

Stephen Jay G

ould

—paleontólogo—

Francisco Hernández Zamora

E

l grupo de niñas y niños de la Merced estaban muy atentos. Observé cómo pueden interesarse en temas importantes y complejos. Así pueden aprender cualquier cosa, porque están abiertos a la vida. Hice un trazo con un crayón azul en una hoja y se los enseñé: Véase: Alfonso Caso, El Teocalli de la Guerra Sagrada, México, Publicaciones de la Secretaría de Educación Pública, 1929.

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el símbolo de la conquista y derrota de un pueblo es una casa o un teocalli —templo— quemados. Hay muchos porque hubo muchas guerras de con­ quista. El fuego en la casa o en la tierra es símbolo del lugar conquistado, de la victoria después de la guerra. El Atl-tlachinolli, el agua y la tierra quemada forman una pareja extraña de símbolos. Indican lo que resulta de la guerra. Son elementos contrarios y se juntan con la guerra y sus destrozos. —Eso es lo que tiene el águila en la boca. No es algo que se esté comiendo, sino es algo que sale. ¿Qué significa? Les mostré la reproducción de un monolito —es­ cultura hecha en una sola piedra—. Representa un teocalli a escala. —Es una escultura que está en el Museo Nacional de Antropología. Es el Teocalli de la Guerra Sagrada, la Guerra Florida —Xochiyaoyotl—. Una guerra hecha con honor y por los dioses. En este caso, imagínense una pequeña pirámide. Piensen que tiene muchos grabados por todos lados. Ahora vean el dibujo que está en la parte de atrás. Es el dibujo —relieve— más grande, porque abarca toda esa pared. —¡Es el águila con las alas extendidas y está en el nopal, otra vez! ¡Tiene algo en la boca, sólo que no parece una víbora! Comentaron Noé, Rebeca y Ray. —No parece, porque no lo es. Les mostré los di­ bujos de los cuatro lados del monolito. Vieron que en todos los lados, los personajes tienen el mismo dibujo en la boca, hasta la muerte —miquiztli— y el cuchillo de pedernal —tecpatl—, que son fechas ceremoniales de calendario. Eso es el Atlachinolli.

Teocalli de la Guerra Sagrada. Monolito. Frente y laterales (página anterior: parte posterior). MNA, núm. de catálogo: 11-3224

—Este es el símbolo del agua: Se llama Atl. Observen que tiene unos caracolitos y estas bolitas representan el jade. El jade —chalchihuitl— es la piedra preciosa, el corazón de los dioses y se lo ponen al agua porque es sagrada. Y este otro —con crayones rojo y amarillo y café— es la tierra quemada; se llama: Tlachinolli. En un extremo hay una mariposa de fuego que representa la lumbre. Observen como sus alas parecen llamas. Debajo de ella está otra vez el jade. También este es un símbolo sagrado. Ahora para comprender esto mejor, recuerden que en cada cultura se ha escrito de manera diferente. Nosotros utilizamos las letras que representan sonidos. Los chinos usan ideogramas, porque cada dibujo representa una idea. —Si es cierto —dijo Christofer— yo sé hacer unos. Le pedí que por favor lo hiciera y nos di­ bujó dos palabras en chino y una gran sonrisa. —Aquí, en el antiguo Anáhuac se escribía con figuras, es decir, pictogramas. En la escritura náhuatl cada figura representa una palabra y al mismo tiempo es un símbolo y por lo tanto puede cambiar su significado conforme esté asociada a otra figura. Dos figuras juntas forman un nuevo concepto. El náhuatl es una lengua poética. En este caso, ellos unieron los dos símbolos y las volvieron una sola palabra: Atlachinolli. —Pero ¿qué quería decir atlachinolli? pregun­ ta Mayra. En el Códice Mendocino —donde vimos el águila y el nopal sin la serpiente—,

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Huehuetl de Malinalco Desarrollo de los relieves. Museo de Arqueología e Historia del Estado de México, Tenango del Valle

Como ven es un símbolo muy importante porque lo mismo está en los guerreros y sacerdotes de los costados. Está en las bocas de Quetzalcoatl y Huitzilopochtli en el grabado frontal. También está en el Huehuetl de Malinalco. Un tambor grande de madera, labrado por to­ dos lados. Observen que Atlachinolli sale de la boca de los caballeros águila y jaguar, pero también está en sus pies. Ni modo que esta­ ban pisando culebras. En los pies representa la danza sagrada por los dioses. En la boca significa algo que sale: Su aliento —ihiyo—, es decir, su palabra —itlatol—. Pero una pala­ bra fuerte. Un Grito de guerra, de victoria por los dioses. Un grito de conquista y de poder. Dentro de las múltiples metáforas que esto envuelve, Atlachinolli poco a poco fue cobrando un nuevo significado especial de poder para el pueblo mexica. Volcado hacia adentro del individuo, representó también: Un grito de auto-conquista, auto-realización. Un símbolo del grito que emite aquel que ha lo­ grado la batalla más difícil, dura, prolongada, y, al mismo tiempo, la que no es destructiva ni violenta: la batalla por conocerse a sí mismo y remontar nuestras limitaciones, como la única forma de poder entregarse a la comunidad y ser uno con el Todo. Hoy ese grito lo pode­ mos escuchar entre los danzantes guardia­ nes de la tradición: No dicen Atlachinolli, por­ que ese es el símbolo, dicen: ¡Mexica Tiahui! –¡mexicanos adelante!-. Yo veo un atlachinolli cada vez que los oigo a ustedes gritar alegres cuando han logrado su trabajo y dado su me­ jor esfuerzo en grupo. Por eso es que les digo que son Guerreros de la luz y el color. Los dos pendones de 5 x 1.80 m. que hicieron uste­ des para todos, así lo muestran.

Columna: Polisemias urbanas La banda no se crea ni se destruye, sólo se transforma... y con ella sus expresiones Mavet (Licenciatura Comunicación y Cultura Plantel San Lorenzo Tezonco - UACM) En la Ciudad de México, hay un montón de lugares míticos en el que parece como si se suspendiera el tiempo pues los rucos, ñores y morros se entienden como los mejores compas, porque todos hablan un mismo lenguaje, el del barrio. Voy a convertirme en aprendiz de ñero y, pa´ que toda la banda com­ prenda, en cada edición revisaremos algunas de estas palabras de ambiente barrial. Comen­ zamos con las siguientes:

Trompón: Golpe con la mano empuñada ases­

tado hacia una persona en la trompa. Ej.: “José le dio tremendo trompón a Carlos que hasta los dientes le tiró”. Chante: Inmueble utilizado para la vivienda. Ej.: “Vámonos para mi chante, ahí podemos dormir”. Tira: Llámese así a la fuerza pública en general. Ej.: “Cuando llegó la tira, nos llevó al tambo”. Patín: Palabra homónima. Impacto violento del pie en contra de algo o alguien Ej.: “Beto le dió un patín al perro porque me iba a morder” / Tras­ ladarse de un lugar a otro a pie. Ej.: “Como no pasó el camión, me tuve que venir a patín. Nel: Úsese como negación rotunda y no negocia­ ble. Ej.: “¿Me prestas un varo...?” Respuesta: “nel”. Chamba: Labor que desempeña un individuo a cam­ bio de remuneración económica para sobrevivir. Ej.: “No tengo lana, no he podido encontrar chamba”. Bicla: Transporte mecánico de dos ruedas impul­ sada por energía humana, antiguamente utilizada para la venta de pan. Ej.: “no podré ir a rolarla hoy porque se le ponchó una llanta a mi bicla”. Puñal: Adjetivo aplicable al hombre que le atraen los hombres. Ej.: “el hijo de doña Chayo, resulto ser un puñal”. Tambo: Sitio destinado a la readaptación de los infractores de la ley. Ej.: “el May, pasó unos me­ ses en el tambo porque le cayeron con las manos en la masa”. Varo: Equivalencia de moneda corriente. Ej.: “ese reloj en tepito vale 100 varos”. Lana: Sinónimo de Feria. Metal o papel moneda canjeable por bienes o servicios. Ej.: “Iba a com­ prar un pantalón, pero se me acabó la feria”.


mbres Costu s de a y form saparecen e a d encia de esta form v i v n o c nción erística del i t x e a t con l carac ico , r a t i b r de ha entro Histó C

Con el modelo de las vecinda­

des, las multitudes que acudían al Distrito Federal para encontrar chamba, encontraron un económi­ co refugio para la combinación de diferentes usos como vivienda fa­ miliar, taller de oficios o comercio. En el interior de las vecinda­ des, las familias de sectores so­ ciales medios y bajos convivían a diario dentro de un espacio, a ve­ ces, bastante reducido, con ba­ños y lavaderos comunitarios. En algu­ nos casos, los servicios básicos de salubridad eran deplorables. Ejemplo que apuntala lo dicho es la vecindad de La Bella Elena, cu­ yos cuartos se encontraban sepa­ rados con callejones por los que corría el agua mezclada con des­ perdicios.

Javier Garibay y David Luna

Sin embargo, no se puede pasar por alto que, desde una perspec­ tiva social, las vecindades consti­ tuyen parte de la esencia del patri­ monio histórico nacional y todavía son una opción para muchos. Hoy esta forma de organización colec­ tiva, que generó formas de con­ vivencia específicas, reflejadas en las costumbres, está siendo susti­ tuida por unidades habitacionales o es desplazado hacia otras zonas de la ciudad. Este reportaje, que reúne entrevistas, investigación y ponencias del Primer encuentro “La otra Ciudad”, organizado por Casa Talavera, intenta vislumbrar los matices de ese ocaso.

Vivir en la vecindad En sus tiempos de apogeo, las vecindades eran el hogar de los marginados, territorios en los cua­ les, a pesar de las dificultades en el modo de vivir, los días transcu­ rrían apartados de la monotonía. La algarabía, los festejos comuni­ tarios, el chisme en los lavaderos y las excentricidades por parte de alguno de los inquilinos, dibujaron el modelo de inspiración para es­ critores, cineastas y productores de teatro que encontraron en las vecindades escenarios dignos de ser representados por ser estos parte de la cultura citadina.

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El retrato de la antigua vecindad hoy sólo queda en la memoria de unos cuantos, como en la de doña Guadalupe Flores, habitante desde hace cuarenta y cinco años de una vecindad situada a espaldas del ex-convento de La Merced: “en realidad existía mucho apoyo, hacíamos fiestas y nos conocíamos demasiado” comenta. También dice que después del sismo de 1985 todo comenzó a cambiar, los an­ tiguos vecinos se mudaron o se fueron a vivir a otros lugares, desde entonces, las relaciones se hicieron menos cercanas. Ahora cada quien vive práctica­ mente solo, aislado de los demás. ¿Qué es posible rescatar? Al hablar de vecindad es importan­ te destacar su aspecto cultural. En la vecindad confluye una forma de vida ahora mer­ mada o casi perdida, que ha venido en detri­ mento con el paso del tiempo. Por ello es importante rescatar estos espacios, no sólo por el impacto en la imagen urba­ na y el mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitan­ tes, sino por el rescate de esa cultura. Con la propuesta del bando dos por parte del ex Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, dio inicio un programa de fomento a la vivienda en el centro de la Ciudad. Esto con el fin de reducir la expansión de la mancha urbana de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) dadas las difíciles condiciones en las que viven los habitantes de la periferia, cuyas viviendas, en la mayoría de los casos, son conside­ radas de alto riesgo. Este programa tiene implica­ ciones directas sobre las vecindades en cuanto a su futura conservación. El Centro Histórico de la Ciudad de México, es uno de los más grandes e importantes del mundo, el más relevante de América Latina, y concentra la mayor cantidad de monumentos históricos de la re­ gión. Comprende aproximadamente 668 manzanas y 9.1 km. El proyecto consiste en aprovechar la in­ fraestructura del Centro Histórico para repoblar la

zona, dado que es una de las más deshabitadas y con mayores posibilidades de crecimiento. Esperanza Pita Larrañaga, directora de la ofici­ na de información pública del Instituto Nacional de la Vivienda (INVI) habló acerca del Programa emergente de viviendas de alto riesgo, que consiste en evaluar las condiciones de los edificios del centro histórico para rehabilitarlos o reconstruirlos a fin de mejorar y ampliar la oferta de vivienda. Nos comen­ ta también que el cien por ciento de los edificios que han entrado al programa son vecindades. “Dado que muchos de los inmuebles son consi­ derados patrimonio histórico –aunque la mayoría de los habitantes no lo perciban de esa maneraes indispensable la colaboración del INVI con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) así como de otras institu­ ciones relacionadas para llevar a cabo un estudio del inmueble en malas condiciones. Cuan­ do una vecindad es se­leccionada para ser rehabilitada, sus habitantes viven mo­ mentáneamente en campamentos, hoteles o departamentos pa­ gados por el INVI mien­ tras se realizan los traba­ jos; una vez que el edificio se ha restaurado, regresan a sus viviendas. Los cambios realizados en los inmuebles pretenden mejorar las condiciones de vida y terminar con el hacinamiento, ya que en un solo espacio habitacional llegan a vivir dos o más familias. Por ello se amplía el número de viviendas durante los trabajos de acuerdo con la capacidad del edificio para que, al regresar los vie­ jos habitantes, cada una de las familias pueda tener acceso a una habitación independiente. Cuando el espacio es suficiente, se crean departamentos para nuevos habitantes”. Lo que se pretende es mejorar las condiciones de un modelo de vivienda que por tanto tiempo ha sido deplorable, para hacer de las vecindades un lugar digno de residencia. El rescate de la cultura de la vecindad dependerá de la dinámica que se desarrolle de entre los viejos y nuevos habitantes en los espacios rehabilitados.


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vecinduard io que tug

ra el es­ ecindad e v la , ta n ínez re res, pero años cua uisa Mart L es popula y s la z ­ c e n s ín o la rt d Desde los e a Adrián Ma itacional d rma de vid pacio hab era una fo iales muy fuer­ , a d n ie v que la oc una muy claro laciones s as, culturales más que a re d e n u a q b í u lla car­ “aq arro mic I tiene una “, ular, xplicando: V de se des as econó g e c IN re a ti l s ú e rí lo n ti r te ra n o c a o to ,p ”p Yc cara acinamien e “tugurio ilinos eran tes. Las í como “ h cepción d s e los inqu n a d ción o , c a ra s v e a ti n s e ra io , “deg o de y peyo y relig ” tr a s io v . e ti ic s a a a “v g m id e ”, , c n s a b na ga pare ad iga Córdo infrahuma bastante sto Aréch utónoma de la Ciud ndiciones e o ”. rn “c d vecin­ E a id ra u a P romisc el área de gio de idad A “p e le rs u o o e q “ C iv l l n ra E ra e U r o la apital m r po esto s para el c historia en estu­ o fondo de to a docto v e s a ti a d c id tr a o d l v tr n E ti a a o c s m y ía grande de México ecindad ha sido un stituciones. El . es, conten d mobiliario a v in in d a e go Os­ e “l s l , o ia o g tr s o lo u n ó d u p Méxic o antropólo in d l tr a l, e n d ia a I, in rc s V c e o e IN v m rs l co ive n la n de indades dio para d o ha encontrado e ritores e las vec traposició c n d s o e c io d s A o tu n s n e equi­ a lgu realizó un cine mexic narios favoritos. A o duda en vecin­ n , is e la w d n e n e L o d r n a e c sc unidad ació xico de sus e ueña com dad ado inspir sta una de sus ad de Mé q tr d e n iu p o C c a n n la e u n n é e an de solidari ­ cindad co r tiene en también h pia lógica rar a la ve ura popula s”. a ro lt p p u c u ta com s la n y dad na co gación go, la fies cione io ti z c ta s ra n n e d e v fu s a in p e re u e p m q d re co asta los máximas utuo. “El su trabajo d que tugurio, uertos y h m a m o s y ia o lo c p n a a re o a y fe hesión ind cult En re tos de co ismo vec ente al l baile, el n fr e e m ” , m a a lo d le id n e s rt e ie a o iv p o nan com is. titulado N ta el concepto de “v ico de media­ itos funcio dad” expone Lew x le n ado­ é e p fr M n e e d e d d in i­ a c d d e la, investig v don la iu ig p C la G m la n la e te e e l n d g o ia l n c c ia Á o c a , s p fi ig ora scri ción discurso o XX, Ernesto Aréch n aquel investigad pa, destacó la de e a a tr b O a s n lo e d cono­ ep pala dos del sig e lo que s la vecinda traba s repre­ UAM-Izta d e ta s la s d e é e r n d o e io ri u rs ra q te e on ferentes v hace el in dades y lo al se enc mento e las vecin . En un primer mo que Lewis asa Grande, la cu d bía sido s a e c h n e to d to en Gran mo C l Institu a ciedad o e s o c a r s o C a la p a id n s “l c e o se hos­ o: lizad sentaban io de Tepit ad donde indades d rr c tudios rea a in e s b c v e l e e s v s la n lo a e n a obre er u s se veían se remite r el an­ Los patio da (INVI) s ida para s o . n u p s ie tr a s o s iv ili d n V a m o e c liz fa d rea 700 niños y la Nacional n más de aban los , al trabajo l difiere de manera g ra te ­ a ju n á d e s s e s p rm llo o o e n .L ua y, posteri e gente, e para acarrear agua ewis, el c d L r s a o ile c n a s b lle O n tropólogo del INVI. re había u ente acían cola n orga­ asi siemp mujeres h n la visión ta el INVI, que era u c o c e vam h le c b o i­ n ta n no sitio relati ñoras por la ad ago n incuen d s u c in o s c d ra o e a e ñ v b a d la s ue s se inda En lo n lugar, la viejitos afirmaba q r para lograr así “la r. La vec , u la o u ía d p n ta o s te p E l o e d s nismo de donde to desaparec l juego, lo tranquilo iños en e e merecía n u de tenía ”. q n s o y lo ra rn a a , G e b e d a ro z Casa referirs ico mo lavade la x l é ra e a … M n p a l e c e I, n d V a dignidad por el IN éstas, en una b ocial”. ino usado sentados uartos de c rm s té ano había lo l E e a eneidad s u y g q e d ro a d te d r e a cine mexic s favo­ in h s l c e e a e p l v rt ra ie e “a u c d lt e u u s óq to c nario ­ las casa chiga afirm lté me dio una defi n el aspec ad uno de sus esce E ré A ses ’. o ri u i­ de las cla consu ecind a rm v era ‘tug e id té u la v q e e te s d d to e o n s 8) o con rma hech cume atar las fo en­ éxico (194 e entendía tr ningún do s M ra re e e n u ” ra ló q o a a ri p lo S u g ritos ra de nas como s das: “el tu nición cla e nuestra lares urba no deja du d u p o to o v x ades ti p te a n g e o VI s (1950). as vecind IN ento n o n no, el c l d u m E a . le lg id e o a lv ic n n x O u Mé valor xiste Los omo tualidad e ido a que tienen un Ciudad de n provocaba c tendido c la a n la e r n a E it ió eb nsas hab a­ de habitac n a morir d y a las inte m o formas de a u p a g h ti id a ie v fr n te s e in e e d s s inte­ que acio ione a que como esp e desarrollan en su s y condic ahumanas de asegurab l to ta n n ie e m m ti a es sen la for­ infr acin n la tiene que ociales qu grandes h e ndiciones s s o o s s c s e e , s n n la a io io s ig s c E cido a. rela la G ercu algún pare s: cto, Ánge nas de vid tenían fuertes rep enta­ e e n p m s e ti fo re , s l s e A d te a n rior. as horizontale las vecind sus habita destruían la las viviend de vida en tuales condominios e el vivir si­ moral de e a n u q m ió c io ra ic e v degen los ac tros de compart con el de rosos cen de la gente n o d s ban nume miliar”. io c “son espa d fa s”. estabilida semejante tuaciones

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convivenci

Un centro d a en extincióne

Raúl Olguín Telmo Pérez, músico e inve stigador, refie re así su relac ­ ión con las ve cindades: “na en el barrio d cí e Tepito en un a vecindad. U vecindad hec na ha de gruesa s paredes, larg pasillo y patio o central”. “Las vecinda des actuales tienen dos o más pisos y son diferente s según sus ses sociales. cla­ Las San Rafael y se hay en la Condesa o en asemejan a la s europeas de Francia o Esp aña”, expone . “El origen de las vecindade s arrancan de etapa prehisp la ánica y toma n cuerpo en época colonia la l” —continúa— . “En esa épo ca, a unas cu ­ adras del cen tro de la ciud se crean los b a d , arrios con ge nte de diferen razas. Luego tes se forman lo s ranchos y haciendas co las n caballerizas. Con el tiemp estos espacio o, s fueron apro piados por la gente, se vue lven mesone s y luego vec dades. En est in­ as vecindade s, la gente vi en espacios re ve ducidos”. Afirma asi mismo, que la s vecindades extendieron e se n la época de la Reforma y má durante la eta s pa de la Const itución de 191 ”Siempre 7 . las vecindade s han desarro do una forma lla­ de vida solida ria. Aunque n siempre era to o do felicidad. Dentro de est espacio solía e haber un tapa nco, que era espacio extra un para dormir, una cocina, u comedor, una n sala y hasta u n taller, porqu en el interior e de las vecind ades se culti ban oficios”. va­ “En la actu alidad las vec indades se co sideran palom n­ ares y han ca mbiado much Hoy son unid o. ades habitacio nales donde se puede ni te no nder la ropa. L a gente no se conoce entre sí, y el sentim iento de solid dad se sustitu ari­ yó por el de c ompetencia. patio compart El ido desapare ció, así como forma de crea la r cultura dentr o de ellas”.

Una esencia: compartir Ana Laura Ortega

ección de Estu­ La investigadora de la Dir y profesora de dios Históricos del INAH los López, nos la UACM, Marcela Dáva da el fenómeno platica cómo es que se qué sucedería si social de la vecindad y éste desapareciera, dad tuvo alintro del núcleo fam guna influencia de d mexicana? liar en la socieda

cin —¿Cree usted que la ve

ncia de la vecin­ Definitivamente la influe dentro de cada dad fue un factor positivo a vecindad vivían núcleo familiar, ya en un a su vez se re­ muchas familias y éstas los cuales tenían lacionaban con otras, dero significado muy presentes el verda iliar. de unión y solidaridad fam

—¿Cree usted que existen dad? acerca de la vecin

estereotipos

Muchos al refe­ -Desgraciadamente sí. ualizan como un rir a una vecindad la vis lo hay delincuen­ lugar horrible donde só se un tugurio, y cia, pobreza, podría decir rto, hay muchas la verdad eso no es cie res y tradiciones que encierran costumb setenta. del México de los años e nos deja sería la esencia qu s? nuevas generacione la vecindad a las ne

—¿Cuál

rtante que tie La esencia más impo mpartir. En ellas la vecindad es la del co todos, los pa­ todos se cuidaban entre gres con niños tios siempre estaban ale eando en los la­ jugando, vecinas chism vimiento, era la vaderos, la gente en mo unión entre la personas.


Real de Catorce 20 años

chamanes y demonios

entre

Entrevistas a José Cruz y Julio Zea, integrantes del grupo de blues Los tangueros dicen que 20 años no es nada, pero, para los bluseros de Real de Catorce, la primera veintena, que cumplen este 12 de diciembre, representa una ocasión digna de re­ cordar. Un hito en su largo camino al lado de sus seguidores que, en ocasiones los ven, más que como meros artistas, como mediums y profetas. Verdaderos chamanes en sintonía con el

Mariano Andrade

arquetípico mundo huichol al que hace referencia su nombre y a la vez, expresión de sus propios deseos e historias, que en sus ardientes rolas luchan por domar el melancólico demonio del blues. No de otra manera lo entiende José Cruz, fun­ dador, arreglista y vocalista del grupo, quien, a pesar de negar rotundamente pertenecer a un “grupo de culto” en el sentido mercadotécnico del término, sí acepta su perfil ritual y místico.

“Las canciones corresponden al sentir de la gen­ te y entonces crean una resonancia, una energía la intención. No se trata de que recibimos del público en el escenario. La gente asiste a un ritual. Esa es adores de su propia vida, su una intención prefabricada. Yo definiría al público como buscadores y encontr que la gente que asiste a verdad, su confrontación con el espejo, en la música. Yo sí creo fervientemente ce a nosotros”. nuestros conciertos está llamada por esta energía. Real de 14 no nos pertene

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De huicholes a bluseros —¿Cómo se preparan para afrontar la responsabilidad de presentarse frente un público que espera este contacto espiritual? —Con la mayor humildad. Antes de entrar al escenario hacemos un rito, una pequeña meditación. —¿Tiene que ver con la tradición huichola? —Sí, hasta la manera en que yo me pinto tiene que ver con la cul­ tura huichola y traduce el estado interno que reflejan los trazos y que interpreto en el escenario. Así es que lo que el público reci­ be es un estado interno y por eso se prende y se identifica. Por eso tenemos seguidores que com­ pran, no uno, sino todos nuestros discos. Efectivamente hay una fidelidad muy fuerte y una gran empatía con nuestro público. —¿El blues es “neta”, como decía Sixta Mónica? —El blues es un género que, por sus cualidades, hace desnudar el alma. Entonces, tiene que ver con esa afirmación. Cuando estás to­ cando blues, tienes una conexión entre el corazón y el instrumento. También hay una cosmovisión y una cosmogonía implícitas en el blues —Interviene nuevamente José Cruz—. Hay que entender que esta música viene de un pue­ blo que fue extraído de sus tierras y reim­plantado como esclavo en Estados Unidos. De ese fenóme­ no nace una gran fortaleza y una resistencia a prueba de todo. —¿La capacidad de hablar en un lenguaje propio le permite a Real de Catorce retomar esa tradición desde una perspectiva diferente?

—Por un lado, esa cosmovisión y el contacto con la tierra nos permiten ser genuinos. Nuestra música es muy de pulso, muy blusera y azul y muy precisa en el sentido del beat, del ritmo. Al mismo tiempo esta visión propia nos permite entender muy bien las fusiones con las otras músi­ cas. Por ejemplo con la música mexicana. Hoy por hoy, el blues es el folclor de Norteamérica. A los gringos no les quedó otra que reconocer que extinguieron a to­ das las otras razas orginales y lo que queda de la visión profunda de la tierra, del pulso, del caminar, está en el blues. —El blues tiene además que ver con algo muy urbano, la conflictividad de las ciudades y el Distrito Federal dentro de ellas ¿Cómo lo viven ustedes? —Nosotros estuvimos en Chicago en julio de 1998. Nos invitó Michael Orlove, del Centro Cultural de Chi­ cago, que buscaba un grupo para que fuera a un festival que se lla­ maba Ciudades Hermanas. Allí co­ nocimos los poetas bluseros que hacen poesía con la cadencia rít­ mica africana, con influencias de la ciudad, donde se mezclan historias de amor, de alcohol, de perdición, pero también historias muy lumi­ nosas. Eso nos hace reconocer la parte humana de nosotros mis­ mos... Ese es el demonio del blues. El término del blues proviene de los haitianos que denominaban así a un demonio, una melancolía que no se vuelve tristeza, sino éxtasis. Trasciende la tristeza y se conec­ ta así con el Yo universal. Eso nos funde a todos en la misma ruta, sea blues urbano, temático, sea poesía... Este sentimiento es un demonio que confronta...

—Y hay que domarlo... —El blues es confrontación, por eso de él se desprende todo este coraje de vivir. Esta valentía, esta afirmación. La cultura afroameri­ cana en todo el contienente ha permitido este fenómeno —apor­ ta Julio Zea—. Nosotros siempre nos referimos a la primera voz. La primera voz es la voz del griot en África. Si lo trasladamos a nuestra cultura, se trata de la voz del cha­ mán. Es la voz que marca la pauta. Es la voz que resuena a partir de las otras voces. En el blues, la voz del cantante, que se compromete a sacarle jugo, con toda sinceri­ dad, a ese estado de conciencia, y las voces que resuenan, en los otros instrumentos y reafirman lo que dice el chamán. La autogestión, un medio hacia la libertad —¿Dentro del grupo, además de tocar, cumplen funciones organizativas? —El grupo está distribuido por áreas. Además de tocar un instru­ mento, cada uno nos dedicamos a parte de la producción, que en­ vuelve muchísimas cosas. —¿Cuál es la razón? Pues hay artistas que abominan de todas esas tareas. —Nosotros tenemos un proyec­ to autogestivo y hay que entrarle a estas actividades, primero para que no haya mano negra en toda la organización. Además, esto nos da la posibilidad de establecer la ruta del proyecto Real de Catorce,


tanto en lo logístico como en lo fi­ nanciero y económico. También, dentro del proyecto se encuentran Rodrigo Farías, en la difusión y Genaro González en las finanzas. —¿Cómo ven retrospectivamente su desarrollo artístico en estos 20 años? —Ha habido una evolución muy importante en todos los aspectos —señala Julio Zea—, en el de la organización, en la música, puedes escuchar que las grabaciones han cambiado. Hemos hecho un traba­ jo de profundizar aún más en la raíz del blues. Ahora estamos creando un sonido mucho más rudo, ba­ sado en el cuarteto, donde cada instrumento tiene el papel de voz que acompaña a voz principal, que es la de José. Resaltamos mucho las letras pero cada instrumento tiene su lugar y esto es uno de los resultados de esta evolución. Otro aspecto importante en esta evolu­ ción es el aspecto de la organiza­ ción. Los músicos nos ocupamos directamente de la misma, para lo cual nos hemos dividido por áreas y también hemos dado entrada a gente de la sociedad civil que se acerca a invertir en Real de 14. Lo vienen haciendo ya desde hace va­ rios años, porque ven que Real es un grupo que puede cumplir con esa expectativa: Real de 14 es una inversión cultural, pero también puede servir para invertir dinero. Esto nos ha permitido, por ejem­ plo, llenar 6 veces el Teatro Me­ tropolitan, de manera autónoma. Contratamos el teatro y organiza­ mos toda la exposición. En el caso de los discos también somos au­ tónomos, el libro de José, también ha sido editado de esa manera. Desde el inicio, como grupo, nos propusimos hacer un trabajo a largo plazo y eso nos dirigió hacia

la línea independiente —interviene José Cruz—. Ahora no usamos la palabra “independencia” porque ya está muy manida, pero nos queda muy bien la de “autoges­ tión”, porque nuestra ex­periencia de estos últimos años se ha desa­ rrollado de manera autogestiva y este intercambio con la sociedad nos ha permitido ganar en expe­ riencia organizativa y abrir más el proyecto de Real de 14 en la bús­ queda de espacios y el rescate de los espacios que se han perdido por políticas culturales nulas o au­ sentes. La estructura del grupo nos obliga, de una manera muy lúdica, a organizarnos inteligen­ temente. En eso vamos un paso delante de las agrupaciones, so­ bre todo de las agrupaciones de blues que existen en México. Esto no es una presunción, lo digo con claridad. Nosotros como blusistas hacemos un diálogo muy legítimo partiendo de la identidad. La iden­ tidad nos la da el idioma que nos permite hacer esta conexión con nuestra identidad. El nombre del grupo también es localizable en un mapa de la República, en San Luis Potosí. Pero, además, es un esta­ do de conciencia, y lo manejamos así. Como una herencia ritual. —¿Por el ritual del peyote, tan presente en esa zona? —Y también por toda la herencia de raíz cultural que tenemos y que tiene el blues. A partir de esa raíz cultural, que es un legado univer­ sal, nos permitimos hacer nuestro aporte. No hay un blues puro, en sí. Quien diga eso esta mintiendo, pero el diálogo que hacemos en­ tre blusistas nos permite arreglar nuestros propios temas y darle un toque de blues. Así hemos ya hecho un camino en estos veinte años. Hemos estado en la Unión

Soviética, en Chicago varias ve­ ces, tocamos muchos lugares importantes en el país y el extran­ jero. Gracias a Real de 14 se ha podido ventilar el blues en México con otra perspectiva, en una línea abierta por gente como Batiz, Horacio Reni y otros pioneros. El blues, ese mestizo —¿Qué responden a quienes siguen discutiendo la raíz blusera de Real de Catorce porque cantan en español? —A veces nos topamos, sobre todo en nuestro país, con gente desinformada, que no entiende que el blues no es una música pura, que en sí, es una fusión y una transculturización. Esa gente, una minoría, tiene aversión a este concepto que desarrollamos no­ sotros a partir del blues. Pero esta­ mos respetando el legado de este género, que tiene que ver con su historia, con su rítmica... entonces esta situación, cuando se traba­ ja en español y se llega a rozar el discurso literario o poético, marca una pauta... efectivamente, sí se puede hacer un blues crudo, duro, irreverente... Pero el blues también puede ser poético y esa es la pau­ ta que estamos ofreciendo. Es extraño, pero en México hay personas que son dogmáticas en ese sentido —sostiene Julio Zea—, para hablar técnicamente, ellos piensan que si no se tocan los acor­ des primarios y los doce compa­ ses entonces no se está haciendo blues. Nosotros estamos en contra de eso, porque no le puedes decir por ejemplo, a B.B. King, que si toca con U2, no está tocando blues. Esa es una visión dogmática que no existe en el blues. Un grupo como Burn Side, por ejemplo, ya hace fu­ siones de blues y música disco.


—Se da en todos los géneros, hace poco hicimos un evento donde mezclamos son jarocho y hip hop y algunos hip hoperos se quejaban de aquellos que pretenden innovar dentro del género. Lo cierto es que algunos grupos no le interesa pertenecer a un género, pero a ustedes, por lo que veo, sí, les resulta importante que se les reconozca dentro del blues. —Si, nos interesa afirmar que nuestra música es blues, aunque con una identidad propia, bus­ cando su desarrollo y transforma­ ción. La lengua nos sirve muy bien

como un vehículo para comuni­ carnos con la gente y por eso la congruencia con esta estructura interna del grupo que nos permite una comunicación muy transpa­ rente dentro de Real de 14. Esto es lo que nos ha permitido llegar a los 20 años, sin estancarnos en la idea de que alguien va a llegar, un promotor, una disquera, que nos rescate y nos salve. Ese es un sueño guajiro de muchos artistas. ¿Que nos rescaten de qué? ¿De nosotros mismos? ¿De nuestra flojera? Así es como nuestro país está lleno de raíces culturales ve­ ladas, negadas, por esa apatía.

a d n e i t Una e l i h c o r al pu Un comercio de que subsiste la época de trajineras s y mecapalero

José Bustamante y Alejandro Semo

En calle de Roldán aún existe un negocio que, no sólo exhibe sus productos de venta a la manera de la antigua Mer­ ced, también utiliza las costumbres tradicionales de comercio. Hablamos de aquellas épocas en que en el barrio había trajineras y mecapaleros. En esta tienda se pueden encon­ trar las más variadas especies de chiles: desde el guajillo puya en sus dos versiones —el que pica y el que no—, hasta el chile pasilla en sus mas variadas presentaciones, el chile ancho también en sus diferentes formas; desde el dulzón que pro­ viene de San Luis, hasta el amargo que es de Guanajuato, pasando por el chile catarina que es muy picoso, el de cascabel, o el chile mulato, que es parte fundamental de la receta original del mole, el cual proviene de San Martín en el Estado de Puebla.

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... Una tienda al puro chile

Guadalupe Arias

No podemos olvidar, por supuesto, las diferentes variedades del morita y del mora grande, en sus diferentes ver­ siones en cuanto a sabores y olores, sin descartar toda la variedad de chiles costeños o la enorme diversidad de los chipotles, desde los pequeños hasta los que se utilizan para rellenar. Esto es sólo una pequeña muestra de la enorme abundancia de chiles, sin tomar en cuenta las se­ millas, las jamaicas o los tamarindos. Y aunque parezca paradójico, —pues uno pensaría que el dueño de ese establecimiento es una per­ sona de edad avanzada— Guadalupe Arias, es una mujer que en su plática y en su quehacer cotidiano proyecta un dinamismo que escasamente se puede llegar a encontrar en otras personas. Guadalupe llegó a temprana edad al negocio y re­ cuerda que sus padres tenían uno similar en la Calle de Santísima. De su infancia recuerda que todavía existían muchos comercios como el suyo, hoy solo sobreviven cuatro establecimientos parecidos. Basta mencionar que, en lo que hoy es la calle Alhóndiga dónde sólo existen tiendas con productos de belleza, antes ahí solo se vendían chiles. De su padre aprendió la forma de exhibirlos y ofrecerlos.

“Para mucha gente, hoy

en día la palabra Merced significa la nave mayor del mercado y nada más,

o en el mejor de los casos las tiendas que ofrecen telas o las papelerías —comenta Guadalupe—, de ahí que algunos de mis clientes, sobre todo la gente de edad, se admiran de lo que hemos preservado y de que logremos permanecer aquí”. “Y se sorprenden más aún porque, como se recordará a principios de los 80, el gobierno obligó a todos los bodegueros y comerciantes a cerrar sus establecimientos para que se fueran a la Central de Abastos. En aquel entonces al dueño de este local se había enfermado, motivo por el cual lo tenía cerrado. El tiempo pasó y finalmente logró abrir el negocio con la condición de no vender por mayoreo, ya que según los funcionarios, eso generaba la entrada de camiones”. Guadalupe interrumpe una y otra vez la charla para ofrecerle a sus clientes sus productos; aquellos que aún buscan y seleccionan

los chiles de las más variadas especies con esmero. Esta es la razón, pienso antes de seguir camino, por la que ha conservado sus clientes y su negocio, a través de los rudos cambios que el tiempo le impuso a La Merced.

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, o e ofici ta y cinco años los personajes d o r e l Bo uno de c u a re n a d e u d d s á nales s. , es sin a Aguilita. por m z ocasio e s ír e t ios año n m r a a a L v in a R e z m n Pla Luis los ca de hac ados e mo entes tos de fam s cli zapa as co más a son su y artist tra los a s s y a lu a t e o u is t q r m so par po es, lu e t c d n in Lo mis ia s c e e r r ba e ra ilust contra rocuna s com a n P p e lo is e e o u s h d L o hec a que tillo o n lo ha pinanb l Cape u e T u n e t Tambié a n M staura Aruso, n el re e n Carlos á t fancia es y Tin e su in ar. D v jaba lí . Resort o 1 B 4 19 de e traba r e e d d ll a a o p c ñ u en la s, en el a ando s afuera s is nació s tiempos cu la u L n llo oco e s. e Texc a aque d d r a e nimale n u a u c g s re la lo , o la d po en cuidan s dice— ntes, o y n íz a — el cam lm oce legre ando e más in muy a s o o c a m no. sembr a m r más sa un cha odos é o t r a e r e h e d c n o n “Y y ra en do pirano pocas m é a n c a r e t e bien un am había

en­ iempo t l e n Ya co sario gaba. de Beli ju e ll e r a p c . siem en la clases quien ntraba e n o d o c c o n , r a e e cio gura— que se ompañ e , o Igna c r s o i a d c e m n — P Bla , fue así ano pero ada Río bén Olivares i herm traron, úblico, m m n p a e r ll a l o e o d ia u m d er nR merc nca conta diqué “Recu tambié uela co glés nu me de ié para o c d v y in s u l u e t a t e t s s a n s e y e n e í igrafía scuela tré a u al ver la ez, ah r mi cu u e u o e q a g p u a s t r ín q e r ja la ba “En mí Dom ice po s de cidí tra s. Lo h pleado o t m a e que de p s a z r se­ n a lo do de pté po ometía o c al asea s e o s iv e bus ias qu eños a u d injustic n o sas ricas c has co c u m . las fáb ” ino n de ce que te cam tos era a recono p is a u z guir es e L s n les qu asta lo ia r h Hoy do e t s a e t . An los m ién biando hasta y tamb , m o s a h á c ; s m n e ha ejor re la , “Es eran m do ent calidad o jo t r a e b jo r a e b r o m lt leros, o lores s para e a b n v , a s s iz o il uch se ut olero rdido m pero b e , p e u n a ig se h ida s luye. en, la v o v jo ” conc e s t e t ro Sem gen n d a n a e j e Al los d

eran


Adrián Martínez

bre

ptiem El pasado viernes 23 de se eres Casa se llevó acabo el Festival de Tall ión de Talavera 2005, con la presentac arrollan los alumnos y maestros que des Cultural. sus actividades en este Centro de “zumba” Después de una presentación lentó” el del taller de aeróbics, que “ca de apertura ambiente, tuvo lugar el evento ió en un en Plaza La Aguilita. Éste consist Tlachinolli, performance, denominado Atl ltos, donde participaron niños y adu os, bailarines, zancos, artistas plástic entando capoeristas y percusiones repres de la una batalla entre dos principios la tierra cosmovisión azteca “el agua y bolizan la quemada” que en síntesis, sim . superación del espíritu humano


El día fue complaciente con el evento ya que durante todo el día el sol brilló en todo su esplendor. Los niños de los talleres de Pendones y de Arte Urbano escoltaron a estos peculiares personajes con diversos estandartes con figuras alusivas a nuestros antepasados. Los comerciantes miraban con asombro el paso de la columna de personajes dirigiéndose a la Casa Talavera, donde ya se oían los acordes del taller de Composición y Guitarra, que presentaron canciones de su propia inspiración. Al entrar en la Casa llamaba la atención la exposición que prepararon en forma conjunta los talleres de pintura y fotografía: grandes obras en blanco y negro presentaban personajes de La Merced, hábilmente retratados en una técnica mixta, a la vez muy original y representativa de los tipos humanos del barrio. En la entrada se destacaba un periódico mural preparado por el taller de periodismo, con historias sobre la Casa Talavera y su entorno. Posteriormente, se presentaron los talleres de Danza Folclórica y Guitarra y Canto. Estos grupos nos transportaron a través del baile por diversos estados de la República. Vestidos largos de colo­ res encendidos se ondulaban con los movimien­ tos que realizaban las mujeres; los hombres, con sus trajes campiranos de fiesta y sus sombreros, nos recordaban a los personajes de las películas rancheras. Al mismo tiempo, los chavos del taller de Gra­ ffiti realizaban un gran mural colorido, sobre una tela tendida en el Espacio de Usos Múltiples. Así, los actos se sucedían uno al otro. No ter­ minaba la fiesta folclórica, cuando irrumpió con bombos y platillos el Taller de Teatro, que repre­ sentó una obra en la que sobresalen la risa y la diversión. Hubo luchadores, una reina egipcia y su séquito, camarógrafos y directores que tratan de desarrollar una película de luchadores, donde siempre hay un villano. El luchador, como todo buen héroe, debe librar batallas, descifrar acer­ tijos y salvar a su amada de los peligros que le acechan. Los asistentes se divirtieron con las ocurrencias y situaciones de estos actores. Al atardecer los talleres de Capoeira y Bailes Finos pusieron ritmo y gracia al encuentro justo antes de que, nuevamente las percusiones le die­ ran el toque final al evento con una batucada que puso a bailar a todos los asistentes.


Francesca Gargallo, colega de la Universidad, señala la posibilidad de decepcionarme acerca de mi artículo. En principio, le comento que para nada, no hay tal decepción y por el contrario, me agrada que sea una colega y no un colega, quien haga dicha réplica. Le agradezco sus comentarios y me permito presentar una contrarréplica a sus comentarios:

De la replica de la maestra Francesca Gargallo (publicada en Mambo 5), al artículo sobre albures escrito por Alberto Zárate en Mambo 4. *

* a) Coincido con ella en que el albur es una estrategia de resistencia que se da al interior de los pueblos, pero el matiz viene cuando se observa que éste, como discurso, es una práctica especializada y no un conocimiento homogéneo de toda la población como ella lo señala. Ojalá que esta y otras estrategias de resistencia similares pudieran ser transmi­ tidas a todos los sectores de la sociedad y no quedar como un conocimiento especiali­ zado (es decir, elitista y hegemónico), que es el que continúa hasta la fecha. b) No discuto su aportación porcentual que demuestra que la población masculina es mi­ noría. Lo que ella omite, es que la mayoría femenina reproduce el machismo como una práctica hegemónica. Un ejemplo específico lo tenemos en la misma organización fami­ liar, tal como lo señalan varios estudios con perspectiva de género. c) Gargallo plantea que el albur “en origen, no es un juego de machos”, mi pregunta es, ¿entonces, qué era?; porque el comentario que ella establece al hacer referencia al en­ comendero y al indio, es parte de un diálogo, le faltó conocer y expresar en su réplica la segunda parte del mismo. d) Sobre la construcción falocrática que Gargallo hace sobre la “verga femenina” (sic), y la visión europea/americana a que se refiere, lo único que hacen, es reafirmar la construc­ ción ideológica de una sociedad machista; lo relevante sería que explicara en qué medida se da “el inicio de una venganza”, sobre todo cuando en el plano de las ideas, se ubica el principio de los discursos imperativos, aquellos que hacen referencia a la reafirmación de la misoginia de forma más notoria y explícita en nuestra sociedad. e) Gargallo hace referencia a la toma de conciencia de las mujeres; me quedo con la duda a qué mujeres hace referencia, ¡qué bueno que todas las mujeres tomaran conciencia!, quizás en el mundo en el que yo vivo no sea el mismo en que vive la compañera Gargallo: aquí en el plantel donde laboro, les he preguntado a las compañeras de limpieza de la Universidad, y ellas me han dicho que no están organizadas ni tienen una mínima idea de lo que es igualdad sexual o de género, algunas me han comentado que sufren de hos­ tigamiento sexual en el ámbito laboral, muchas viven la violencia cotidiana intrafamiliar y sobre todo, me comentan que el peor enemigo de una mujer, ¡es una mujer!; este ejemplo no lo reduzco a mi ámbito laboral, este se puede observar en la acera de enfrente, en la otra calle, en la otra ciudad o en cualquier pueblo; acaso Gargallo pueda comentarme que hay otras mujeres que se organizan y yo coincido con ella, pero aun así, esto reque­ riría matizarse: ¿acaso ella ha asistido a las reuniones del Parlamento de Mujeres? Esos sitios donde tras bambalinas, las mismas mujeres se encargan de denostar contra otras mujeres utilizando calificativos misóginos en grado superlativo con tal de imponer sus intereses; de igual espero que se haya dado cuenta que en múltiples foros “con enfoque de género”, se excluye a otras mujeres, simplemente por pensar diferente, ¡en un ejercicio contrario a la sororidad tan difundida al respecto! f) No dudo de la importancia que las distintas corrientes feministas y algunas no tanto hayan hecho en la sociedad; pero también, espero que la organización que ella pregona realmente tenga un carácter democrático y que no finalice donde termina el pavimento. También, creo necesario dejar en claro que el artículo sobre los albures buscó evidenciar el machismo y la misoginia que están latentes en nuestra sociedad y que se han “natu­ ralizado” como parte de nuestros discursos cotidianos. Si esto no quedó claro, entonces compañera Gargallo, acaso el tiempo no sea de mameyes, sino de chayotes. Alberto Zárate Rosales (Academia de Arte y Patrimonio Cultural Plantel Centro Histórico, UACM)

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... viene del núm. 5 Noi’jo, con esto, ya de plano comenzó a armarse todo el descuachalánghe. Nomás pica, lica y califíca, güey: Primero me los ponen como chámpions, luego, me los fletan a la soba forzada, luego después les quitan todo, estando en su misma casa y en su misma nación. Pero lo mas garzopeto que le puede pasar a un grupo humano por otro grupo de humanos, es que les desbaraten sus creencias originales, que les hagan cachitos a sus dioses, que les derrumben sus templos y que se pitorreen de sus conocimientos y de su sabiduría y se le obligue a güevo a creer en otros dioses y a pensar de otro modo y, por si no fuera suficiente, el intruso invasor se tira a tu vieja, a tus hijas y a tu mamá, y hasta a tu agüelita. Y ¿sabes como queda a quién le pasa eso?... Queda en calidad de babas y en calidad de pendojo, y su espíritu se le hace de “yeyo” además es un cínico, corrupto y vale jefa... después de todo eso... ya qué...

sí Tata

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No desesperéis que ya mero acabo... jo’jo’jó der... lo que uno tiene que hacer a nombre de Dios

Y diósy en adelante debéis casaros bajo la ley y bendición de DiosTodopoderozho, pa que ya no sigáis pecando viviendo como cochinotes amancebaos ¡eh! Sí Tata

Sí patronsito lo que su mercé diga y mande

que tenéis que aprender a decir en español la lengua divina, la lengua de la gente superior, es: si amo, si señor, mande usté, mande su mercé, pa servir a usté, lo que diga y mande y le tienen que besar la mano a sus mayores, a los que sabemos más u atoda la gente de piel blanca.

17 Y con eso de que tenían que obedecer a la de agüelita quiero mi chocolate, los pusierona chambiar en un chorral de cosas, los traían juidos. Los pusieron a sacar oro y plata, a todos. Para los hispanos no había diferencias si eran de un grupo o de otro, ya que todos los naturales de estas tierras, todos eran INDIOS ademas esclavos; eran unas chingas... de perro bailarín...

Textos y monos de Daniel Manrique “Tepito Arte Acá”

Una crónica de la condición humana

La discriminación en México

Ora zhí jijozh de zhu ma...l...dormir van a aprender a mazticar el verbo y a uzhar la chompeta comoDIOS MANDA. Van a asentir lo que es la récia. En primera, vos no sóis mas que “indios” que no tienen razón. No sóis humanos. En segunda AMAREIS a DIOS por sobre todas las cosas y, a quienes les hemos traído la luz. En tercera: ganarán el pan con el sudor de su frente. Cuarta: no olvodéis que la letra con sangre entra y lo primero

No, pérate, ñis, nomás pica cómo se la siguieron gastando: Al cambalacharle sus dioses por otros; los obligaron a casarse con las rolas de la nueva religión que ya se llamaría religión crsitiana católica apostólica y romana. Y todos los chamaqui¿Y qué quiere decir tos que procrearan pasaban a ser propiedad derecho de pernada? de los nuevos patrones, de los nuevos amos. Así, nacería lo que ahora llaman “estadu de derecho”. Y uno de los derechos más culéis Que si tu te casabas, el primer fue el derecho de pernada. “entre” con tu chava le tocaba a tu patrón. O sea que tu patrón la estrenaba pero si se Bueno, pos, presta pa la ordaba color que tu morra ya no era quintonil questa... Vos zhabéis, no es nada porque tú-nas te la soplaste primero antes personal. Esh zholo que tengo de casarte con ella, te daban mil latigazos que cumplir con y luego te ponían a chambiar en trabajos la Ley, forzados por 57 años con 11 meses y 4 coño días y te dejaban en libertad a las 31/2 de Sí amo la mañana y te pagaban pura “desta” y de comer lo mismo y un cachito mas si te quedabas con hambre.

de gambusinos

Y núnca

ay... hasta me dieron ganas de hacer pís...

mázázh

de tamemes, o sea: vilescargadores

volveréizh a áádorar a EEEstozh ESPANTOSOS IDOLOS del IN FIER NOOO

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de mineros... hasta que azotaban muertos, de hambre y fatiga

Ahora éste será su DIOS verdadero... que con su dulcísima piedad y su sapientísima bondad y su celestial sabiduría se os dejó crusificar ofreciendo su santísimo y divino dolor para salvarlos a vosotros “indios” endemoniados que viviáis en bestial PECADO... vosotros pagaréis por su dolor... ¡OBEDECIÉNDONOS!

Apuráos holgadzán si no quereis que os cambie por otro que a vos no os daré el honor de llevarme a cuestas

Los hispanos sí llegaron a un verdadero deprave de holgazanería. Se mancharon a tal grado que ni sus propias necesidades las hacían ellos. Bueno... hasta limpiarles el ejelejelé. Para todos estos menesteres, las mujeres indias eran las encargadas de hacerlos.

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Limpiadme bien el cúlo que las bubas ya la siento hasta allá

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Agenda de actividades en Casa Talavera

Noviembre

CICLO “Palomitas y suspenso en Talavera” Jueves, 16:00 hrs. 10 “Madame Satá” Dir. Karim Anouz, 2002 17 “Los Otros” Dir. Alejandro Amenabár, 2001 24 “La Maldición” Takashi Shimizu, 2004

CINE-CLUB Cine- Club para niños Todos los jueves a las 14:00 hrs. CAFÉ-ARTE TALAVERA Viernes 18, 18:00 hrs. Inauguración de las exposiciones: • “Estructuras Zoomorfas” de Claudia • “El Telefonazo” de Genevieve Saumier

Jueves 24, 17:00 hrs. Presentación de la revista Generación, número dedicado a María Sabina. • Plática sobre María Sabina con artistas invitados. • Concierto de Sticks en fusión con instrumentos de sonido 13, • Guitarra Armónica en tercios de tono y arpa en cuartos de tono

Nuevas Actividades en espacio Redes-Talavera (biblioteca, ludoteca, sala de cómputo) Talleres • El tic-tac de la Ciudad (niños de 7 a 11 años) Viernes de 16:00 a 18:00 hrs. Ludoteca • Cuentos y más cuentos (Dirigido a niños y jóvenes) Miércoles de 16:00 a 17:00 hrs. Ludoteca y sala de lectura

Diciembre

• ¿Quién encuentra primero? Rally de fotografía (jóvenes de 12 a 18 años) Sábado, de 10:00 a 12:30 hrs. Sala multiuso y visitas a diferentes lugares del Barrio • Club de los memoriosos (dirigido a Adultos mayores) Martes, de 17:00 a 19:00 hrs. Sala multiusos

Festival Presencia Yucateca •Viernes 2 ,16:00 hrs. Presentación de los talleres de danza folclórica de Casa Talavera y San Lorenzo Tezonco, dirigidos por la maestra Marisela Oviedo. •Sábado 3, 12:00 hrs. Bailes yucatecos

Cine-Club •Para niños todos los jueves a las 14:00 hrs. •Para adultos Todos los jueves a las 16:00 hrs.

Espacio Redes-Casa Talavera Jueves 8, 18:00 hrs. Presentación de libros de la editorial de Fausto Arellín

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Coordinación editorial Mariano Andrade y Alejandro Semo Responsable de Casa Talavera Emma Messeguer Diseño Gráfico - Alejandra Galicia Viñetas - Paola Cabrera

• Club Pioneros (niños y adolescentes de 7 a 18 años). Martes y jueves de 13:00 a 19:00 hrs. y sábados de 10:00 a 15:00 hrs. Aula de medios • Encuentro de Cronistas de la Ciudad Jueves 17, 17:30 hrs. • Diálogo con Artistas Urbanos Viernes 25, 18:00 hrs.

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Viernes 9, 17:30 hrs. Inauguración de la exposición del taller de Periodismo

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Logística y difusión Nadia García, Joaquín Aguilar Maricela Iñíguez Colaboradores académicos Francisco Hernández Jorge Pantoja Alberto Zarate

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Consejo asesor Ing. José Luis Arteaga Daniel Manrique Javier Roca Jorge González Torres Antonio Ruíz José Bustamante

o Luis Damián Ruiz Fernando Monroy Paulín Jorge Sahagún Alberta Hernández Arrieta Dora Alicia Norma Moreno Lara Fernando Roa López


Así, la biblioteca se ha constituído en una parte esencial del proyec­ to de Redes/Atzaloa y uno más de los servicios que Casa Talave­ ra presta a la comunidad.

Un encuentro para artistas

Águeda Arango

La biblioteca es el entorno me­ dular de proyecto Redes/Atzaloa, ubicado en el segundo patio del Centro Cultural Casa Talavera, en donde se busca mucho más que el acercamiento a la lectura por parte de la comunidad que rodea a este espacio de cultura. Se trata de un espacio dinámico de parti­ cipación en donde se amalgaman las activas aportaciones de todos aquellos que llegan a este sitio. La biblioteca de esta forma adquiere nuevas dimensiones de uso. El primer elemento son los diferentes talleres que se han or­ ganizado en torno a ella, como el Tic Tac de la Ciudad, que busca incentivar y enriquecer en los ni­ ños sus experiencias cotidianas a través de la literatura, o el taller La Lectura: el Juego de la maginación que le otorga a jóvenes y adultos las herramientas y estra­ tegias necesarias para iniciarse en las “mieles de la literatura”. En sí mismo el entorno y su mobiliario invitan a la consulta; en el interior se encuentran estruc­ turas que están implementadas por diseños tubulares, las cuales recrean un ambiente que se en­ riquece por la antigua construc­ ción de la casa de los Marqueses de Aguayo que data del siglo XVII. En este sentido es importan­ te destacar que en este segundo patio hay un espacio arbolado. Para incentivar las actividades en este ambiente se ha decidido crear “estanterías abiertas” de tal forma que todo el público tenga acceso a los libros y pueda selec­ cionar el que sea de su interés.

Un lugar de lecturas y participación

Para Águeda Arango, respon­ sable de la Biblioteca, des­ de el día que la invitaron a participar en este proyecto, representó un reto muy inte­ resante, no sólo por su entor­ no barrial sino por todos los elementos multidisciplinarios que se han implementado en este lugar. “Lo que me llamó más la atención —comenta la entrevistada— es la continua­ ción de mi vocación que es la promoción de la lectura en este entorno de la ciudad.

Uno de los objetivos fundamenta­ les es crear un acervo especializa­ do en artes, lo cual representaría para los jóvenes creadores la po­ sibilidad de tener un espacio más accesible en el centro de la ciudad para la consulta de obras clásicas contemporáneas y de los creado­ res del barrio. “Es importante destacar en este sentido que, hoy por hoy, no existe una biblioteca de fácil ac­ ceso enfocada hacia esta temáti­ ca”, comentó Joaquín Aguilar, uno de los responsables del proyecto por parte de Casa Talavera. “De esta forma —agregó— el espacio se transformará en un sitio de en­ cuentro en donde los proyectos individuales se harán colectivos. A un mes de su inicio en la actualidad, la biblioteca cuenta ya con un acervo bibliográfico de mil volúmenes, de los cuales un 40 por ciento son libros de arte, lo que, en opinión de Águeda Aran­ go, es un excelente arranque. Así, la biblioteca activa, cons­ tituye uno más de los aportes del espacio de Redes/Atzaloa a los servicios que Casa Talavera ofre­ ce a su comunidad.

Por Alejandro Semo

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Casa Talavera

Talavera núm. 20 esquina República de El Salvador, Col. Centro, tel. 5542 9963 correo electrónico: mambolamerced@yahoo.com.mx

Fiesta en la Merced... pág. 18

Redes-Atzaloa... pág. 23 25 años del Chopo... pág. 3 El ocaso de la vecindad... pág. 8 Agenda de Casa Talavera... pág. 22

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