El Congreso tiene en sus manos la aprobación del proyecto de ley de Presupuesto 2013: el análisis de este documento permite detectar que el Gobierno sigue priorizando al gasto social y que se espera una disminución nominal y real de subsidios a sectores como energía y transporte. Llama la atención que provincias de alto ingreso per cápita como las del sur se vean relativamente más favorecidas en la distribución que las del norte. En líneas generales, la estimación de recursos parece razonable. Pero la de gastos parece subestimar tanto la inercia del gasto público de los últimos años como la presión inflacionaria: ¿qué cuidará más el gobierno: el resultado fiscal o el resultado electoral?