Folleto Las políticas de conciliaciónen República Dominicana

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Ambos a dos: Proveer y cuidar El desafío pendiente en una sociedad en evolución En la República Dominicana el nivel de conocimiento y conciencia sobre la conciliación entre trabajo y vida familiar es apenas embrionario. Ocasionalmente en los medios de comunicación aparecen algunas referencias a las tensiones que genera la falta de medidas de conciliación, pero no suelen formularse propuestas de política que coadyuven a disminuir las tensiones. Aún cuando la población ha empezado a demandarlas, prevalece la idea de que las mujeres trabajadoras son las únicas beneficiarias, porque se sigue considerando a las mujeres como las responsables del cuidado de las familias, y no se visualiza como una responsabilidad de toda la sociedad. Lograr un equilibrio entre estas dos esferas es un gran desafío. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) propone hacer compatible la vida familiar y laboral sobre la base de la corresponsabilidad social, es decir, que las tareas de cuidado familiar sean compartidas entre hombres y mujeres, pero igualmente entre el Estado, las empresas y los trabjadores y las trabajadoras.

Para ello, la OIT considera que una herramienta fundamental es el diálogo tripartito, que permita que los gobiernos, las organizaciones de empleadores y las de trabajadores, acuerden y adopten políticas y medidas para lograr que los trabajadores y trabajadoras con responsabilidades familiares reciben el mismo trato que aquellos que no las tienen. Medidas de este tipo conducirían a combatir la discriminación en el empleo y la ocupación, a mejorar la gestión del recurso humano y la competitividad de las empresas, y, en definitiva, a materializar el trabajo decente y la igualdad de género. Conocer los factores que interactúan en estos dos mundos en tensión, así como proponer recomendaciones para lograr la conciliación entre ambos fue lo que impulsó la realización del estudio “Ambos a dos: Proveer y cuidar, el desafío pendiente en una sociedad en evolución”, en República Dominicana, como una iniciativa conjunta del Ministerio de la Mujer, el Ministerio de Trabajo y la OIT.

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¿Por qué son necesarias las políticas de conciliación? Mercado laboral Más mujeres trabajan fuera del hogar, pero pocas tienen trabajo decente. Si bien la tasa global de participación femenina en el mercado laboral aumentó, llegando al 43.5% en el 2008, las tasas de desempleo de las mujeres (22.8%) casi triplicaban ese mismo año las de los hombres (8.5%). Ante la insuficiencia de empleo formal para la PEA femenina, ésta se ha refugiado en el sector de la microempresa, en muchos casos de subsistencia, que facilita la compatibilización entre el trabajo productivo y reproductivo, aunque a un alto costo para su salud emocional y física y para sus ingresos. Los datos muestran también que se profundiza la segregación ocupacional según género, con una disminución de la participación de las mujeres en la industria manufacturera, y una concentración en el sector servicios. Además, las formas atípicas de trabajo se generalizan en los sectores donde laboran más mujeres, por ejemplo en el trabajo doméstico, zonas francas, comercio y turismo, que se caracterizan por largas e intensas jornadas y horarios rotativos en muchos casos.

Factores demográficos y familiares En los últimos quince años, el predominio relativo de los hogares nucleares decreció hasta alcanzar una proporción inferior al 40%, mientras que las familias monoparentales, principalmente de jefatura femenina, aumentaron hasta un 35% (2007).

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Son características de la sociedad dominicana la precoz nupcialidad y la elevada y creciente inestabilidad de las uniones conyugales, asociada a la persistencia de patrones autoritarios de masculinidad y al fortalecimiento de la autonomía económica de las mujeres. Las mujeres dominicanas se siguen iniciando precozmente en la fecundidad pero tienen menos hijos. Sin embargo, la tasa global de fecundidad en las mujeres sin escolaridad mantiene un valor muy alto, de 4 hijos, lo cual implica que las mujeres trabajadoras de baja calificación enfrentan un serio desafío para conciliar sus responsabilidades familiares y laborales. La proporción de la población dominicana con más de 65 años (6% en el 2010) crece rápidamente a causa del aumento en la esperanza de vida, la emigración al exterior de personas jóvenes y el descenso de la fecundidad.

Servicios públicos En República Dominicana estos servicios son deficientes, en especial los de electricidad, agua potable, transporte y recolección de desechos sólidos; lo que conlleva que las mujeres tengan que dedicar más tiempo y energía al trabajo doméstico, además de implicar costos económicos adicionales.


Las políticas de conciliación en República Dominicana El marco legal Actualmente, el marco jurídico dominicano no incluye ninguna ley específica en materia de conciliación entre trabajo, vida personal y familiar. Los dos Convenios de la OIT más importantes en la materia, el Convenio núm. 156 sobre los trabajadores con responsabilidades familiares (1981) y el Convenio núm. 183 sobre la protección de la maternidad (2000), no han sido ratificados por el país. El Código de Trabajo destaca la función social del trabajo, que obliga al Estado a darle protección y asistencia a los trabajadores/ as, y la igualdad de derechos y obligaciones entre el trabajador y la trabajadora. Además establece, en el Título I del Capítulo IV (art. 231 a 243), disposiciones para la protección de la maternidad y la lactancia, incluyendo la protección contra el despido, y la licencia pagada de 12 semanas. Por su parte, el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), creó el Seguro de Vejez, Discapacidad y Sobrevivencia, cuyo objetivo es reemplazar la pérdida o reducción del ingreso mediante un sistema de pensiones; y el Seguro Familiar de Salud, que comprende la promoción de la salud, la prevención y el tratamiento de las enfermedades, la rehabilitación del enfermo, el embarazo, el parto y sus consecuencias; así como servicios de estancias infantiles. En el caso de los servicios de salud, actualmente están en marcha el régimen contributivo y el subsidiado, pero el régimen contributivo

subsidiado aún no ha iniciado. Esto deja sin protección a todo el sector informal, que constituye el 54% del total, y del cual las mujeres constituyen el 58%. Los regímenes contributivo subsidiado y subsidiado concentran a las mujeres más pobres, con mayores necesidades en materia de salud y a las cuales se les ofrecen menos servicios. A julio del 2008, el 56% de los afiliados al Régimen Subsidiado son mujeres, de las cuales, el 60% tienen edades comprendidas entre 15 y 59 años, es decir, la mayoría de ellas se encuentran en edad reproductiva. Sin embargo, el subsidio de maternidad y lactancia sólo beneficia al régimen contributivo, lo que deja fuera a la mayoría de las mujeres y específicamente a las afiliadas al régimen subsidiado. Finalmente, el SDSS no ha conseguido incorporar a las trabajadoras domésticas, mayoritariamente mujeres, que quedan desprotegidas. El sistema de pensiones tiene un retraso mayor en su implementación, ya que sólo ha comenzado el régimen contributivo, manejado principalmente por el sector privado. El régimen subsidiado de pensiones, que es crucial para garantizar los derechos de la población envejeciente pobre, aún no ha comenzado y el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS) no ha divulgado la fecha para su inicio.

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En el ámbito de políticas públicas El Nivel Inicial de Educación Básica muestra baja cobertura según las tasas brutas de asistencia, aunque con una tendencia creciente que alcanzó al 40.47% de la población en el curso 2007-2008. Casi la totalidad de los maestros y maestras trabajan dos tandas o jornadas para lograr un mejor salario, lo que perjudica la Programas

Estancias infantiles

compatibilización entre las responsabilidades familiares y las laborales, tanto de los padres y madres como del propio personal docente. Además de la educación básica, existen algunos programas que podrían favorecer la conciliación, pero que tienen una reducida cobertura poblacional. Los principales son: Situación actual

Durante los 90 el Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) comenzó a ofrecer servicios de estancias infantiles, pero su cobertura siempre fue muy baja. En marzo de 2008 se reportaron 61 estancias y 2 hogares comunitarios, los cuales atendían a 5.761 niños(as). Solo dieciséis provincias cuentan con estancias infantiles y la distribución geográfica de estos centros no guarda coherencia con la densidad poblacional de las localidades. Es a partir de la creación del Sistema Nacional de Seguridad Social, cuando el Estado formaliza una política pública en este ámbito. En junio de 2009 quedó establecido el procedimiento para el Inicio de los Servicios de Estancias Infantiles del Seguro Familiar de Salud del Régimen Contributivo y en julio iniciaron los servicios de las Estancias Infantiles con la habilitación de 24 centros a cargo del Consejo Nacional de Estancias Infantiles (CONDEI).

Programa de Alimentación Escolar (PAE)

Programa Solidaridad

Es operado por la Secretaría de Estado de Educación y consiste en el suministro de raciones alimenticias gratuitas a escolares que asisten a los centros de enseñanza pública de los niveles inicial y básico, en tandas matutina y vespertina. Su cobertura es muy amplia, pero bastante fluctuante por restricciones presupuestarias y debilidades gerenciales. No fue concebido para favorecer la conciliación, pero tiene un fuerte impacto, ya que implica una liberación de tiempo para las madres de los estudiantes. Se trata de un programa de combate a la pobreza a través del otorgamiento de transferencias monetarias condicionadas al cumplimiento de compromisos previamente acordados. De entre todos sus componentes, se destaca el “Incentivo a la Asistencia Escolar “ (ILAE) y el Desayuno Escolar ya que promueven la asistencia y contribuyen a prevenir el trabajo infantil, y en cierta forma, también podrían permitir que la madre disponga del horario escolar para trabajar fuera de la casa. El Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (CONAPE) ejecuta programas de asistencia

Programas para social y de defensa de sus derechos. La Dirección General de Protección a la Vejez (DGPV), envejecientes de la Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social, también desarrolla varios programas que dan apoyo a esta población. Existen muy pocos programas estatales de atención para las personas con discapacidad y

Programas para los existentes tienen baja cobertura. En el Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS) personas con no se identificaron programas formales, solo acciones puntuales y esporádicas. CONANI discapacidad y la Secretaría de Estado de Educación son las instituciones que cuentan con programas para la población menor de 18 años con discapacidad. En julio de 2009 se aprobó la inclusión de forma directa al Seguro Familiar de Salud (SFS) del Régimen Subsidiado de las personas discapacitadas de bajos ingresos, que se estima beneficiará a unas 100 mil personas.

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Consecuencias de la falta de políticas de conciliación

Respuestas desde el sector empresarial

Prácticamente la totalidad de la población dominicana trabajadora tiene necesidades insatisfechas en materia de conciliación entre trabajo y vida familiar. La deficiencia de políticas públicas para solucionar el problema contribuye:

Se realizó un sondeo a 23 afiliados/as de la Asociación Dominicana de Administradores de Gestión Humana (ADOARH), para conocer qué medidas se están aplicando en las empresas. Los resultados confirman la hipótesis de que las políticas de conciliación trabajo/familia son poco conocidas, pero hay disposición para implementarlas. Por ejemplo, solo una tercera parte de los/as encuestados declaró estar al tanto de este nuevo paradigma empresarial y únicamente el 13% conoce el Convenio núm. 156 de la OIT; el 100% de los encuestados expresó su disposición a apoyarlas.

• A que las trabajadoras con responsabilidades familiares tengan menos tiempo para capacitación laboral, sean más susceptibles a la inestabilidad en el empleo y tengan menores posibilidades de ascenso laboral en comparación con los hombres. • A que las trabajadoras sean más propensas a trastornos asociados al estrés, lo cual genera ausentismo laboral y conflictos en el hogar. • Al mantenimiento del trabajo infantil doméstico en hogares de terceros.

Convenio núm. 156 de la OIT sobre trabajadores con responsabilidades familiares Este Convenio promueve la igualdad de oportunidades y trato entre trabajadores y trabajadoras con responsabilidades familiares y aquellos que no las tienen. Reconoce los problemas y necesidades particulares que enfrentan estos trabajadores y trabajadoras, “cuando tales responsabilidades limiten sus posibilidades de prepararse para la actividad económica y de ingresar, participar y progresar en ella”.

Los obstáculos para la implementación de estas políticas son el costo económico de la inversión en infraestructura física (estancias infantiles y comedores económicos) y los factores culturales que entorpecen la aplicación de medidas que contravengan los patrones tradicionales de masculinidad, por eso es que el personal no las demanda. En relación con medidas de tipo administrativo como la flexibilidad en los horarios o el teletrabajo, existe la percepción de que, aunque no están establecidas formalmente, se aplican en las empresas en ciertos niveles; pero están sujetas a la sensibilidad del personal gerencial. El sondeo reveló que pocas empresas dominicanas tienen programas formales de conciliación y las que han implementado medidas en ese sentido no abordan todos los aspectos, tal y como se muestra en el cuadro.

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Medidas que favorecen la conciliación trabajo/familia en las empresas Medidas más frecuentes

Medidas escasamente aplicadas

Flexibilidad de horarios y de vacaciones.

Teletrabajo

Permisos para asistir a actos y reuniones en la escuela de los hijos/as, y para llevarlos a la consulta médica.

Instalaciones para el cuidado en la infancia temprana.

Jornadas de capacitación dentro de la jornada laboral. Programas de esparcimiento o deportivos para la familia. Licencias por emergencia familiar (enfermedad o muerte).

Espacios físicos para lactancia.

Oferta de servicios para empleados/as (comedores, transporte, etc.) cerca o dentro de los espacios laborales. Programa para los/las hijos/as de empleados/as durante las vacaciones escolares.

Reconocimiento monetario a la excelencia académica de los/as hijos/as de los/as empleados/as. No realizar el examen de embarazo durante el proceso de selección de personal.

Medidas inexistentes Centros para la realización de tareas escolares de los hijos/as de los empleados/as. . Establecer días extras de vacaciones como premio e incentivo. No indagar sobre el estado matrimonial o el número de hijos/as en el proceso de selección de personal. Permisos de maternidad/ paternidad por parto, adopción o lactancia. Campañas para estimular a empleados masculinos a realizar tareas domésticas en su hogar. Empleo de medio tiempo.

La respuesta sindical Este sector reconoce la importancia de las políticas de conciliación trabajo-familia, sin embargo, no son priorizadas debido a que el derecho a la sindicalización y las reivindicaciones salariales continúan como las principales problemáticas que atiende. La dirigencia entrevistada señaló varios factores que inciden en la falta de implementación de estas políticas: el aumento del sector informal, la baja sindicalización (estimada en alrededor del 9% de la fuerza laboral), sobre todo en sectores muy feminizados (bancario,

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comercial, hotelería, zonas francas, etc.) y el bajo nivel de conocimiento sobre el tema en la población trabajadora. Cabe resaltar como iniciativa importante la campaña por la ratificación de los Convenios de la OIT núm. 156 y núm. 183 que ejecuta desde hace dos años el Comité Intersindical de Mujeres Trabajadoras (CIMTRA), donde se incluyen el Consejo Nacional de Unidad Sindical (CNUS), la Confederación Nacional de Trabajo Dominicano (CNTD) y la Confederación Autónoma de Sindicatos Clasista (CASC).


Los convenios colectivos Tras una revisión de todos los convenios colectivos vigentes depositados en el Departamento de Trabajo del Ministerio de Trabajo, se constató que los convenios colectivos básicamente refuerzan el cumplimiento de las disposiciones establecidas en el Código de Trabajo, sin avanzar más allá de lo que exige la normativa. El país cuenta con unos 37 convenios colectivos vigentes y en ellos las principales cláusulas regulan los siguientes aspectos: maternidad y embarazo, lactancia, licencia de paternidad, licencias por necesidades familiares, servicios de cuidados en el lugar de trabajo, facilidades de transporte, vacaciones, servicios médicos y comedores en el lugar de trabajo, y apoyo a la educación y capacitación de la persona trabajadora o de sus hijos(as). También contemplan el pago de dietas cuando la jornada de trabajo se extiende o compromete el horario de comidas; donaciones en casos de muerte de un familiar, matrimonios y nacimiento de hijos(as); programas de educación para la prevención del VIH-SIDA; fondos para la compra de viviendas; permisos y apoyo económico para participar en eventos deportivos, recreativos y culturales; subsidio para medicamentos o gestión de créditos en farmacias; canastas navideñas; entre otros.

Recomendaciones Al Estado Dominicano •

Aumentar sustancialmente el gasto público social, para que mejore la cobertura y calidad de las estancias infantiles, los centros de educación inicial y los programas de atención a personas adultas mayores y con discapacidades.

Incrementar el gasto público en educación para extender los horarios escolares, de forma que sean compatibles con las jornadas laborales.

Acelerar la implementación de la Ley de Seguridad Social para ampliar la cobertura de los programas de cuidado.

Modificar el Art. 128 del la Ley 87-01 para que las mujeres del régimen contributivo subsidiado se puedan beneficiar del subsidio por maternidad y lactancia.

Ampliar la red de estancias infantiles y centros de educación inicial para las hijas e hijos de trabajadores/as informales, que son la mayoría de la fuerza laboral.

Construir infraestructura física de cuidado en las zonas marginalizadas, a cargo de empresas comunitarias y financiadas con impuestos locales y nacionales.

Aumentar la cobertura y calidad de los servicios públicos que afectan el funcionamiento cotidiano de los hogares, como el reforzamiento de la cantidad de rutas de transporte público en las horas de mayor demanda, en especial los horarios de entrada y salida de las escuelas.

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Promover la inclusión de cláusulas relativas a la conciliación y la igualdad de género en los convenios colectivos.

Promover la ratificación del Convenio núm. 156 de la OIT y reformas en el Código Laboral (introducción de responsabilidades paternas y derechos del padre al cuidado, entre otras).

Impulsar la formación de grupos de discusión en las empresas para identificar necesidades de conciliación trabajo/familia y sugerir medidas a las gerencias.

Modificar los programas Solidaridad y Progresando para que establezcan corresponsabilidades a cumplir por los hombres de los hogares beneficiados.

Desarrollar programas de monitoreo del cumplimiento de los compromisos internacionales del Estado y las empresas con la igualdad de género en el ámbito laboral.

Al sector académico

Reforzar la alianza estratégica entre el Ministerio de la Mujer, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Trabajo para impulsar la implementación del PLANEG II y el Plan Estratégico de Género de esta última institución.

Establecer en las universidades programas de investigación sobre este tema, con el fin de aportar datos para una mejor formulación de políticas de conciliación trabajo/familia.

Incorporar preguntas relativas a la organización del cuidado en las encuestas de fuerza de trabajo.

Realizar estudios que midan el impacto de las políticas económicas sobre distintas dimensiones del cuidado de las personas.

A las empresas •

Divulgar y debatir los logros, impactos y limitaciones de las experiencias que se aplican actualmente en las empresas.

Fortalecer el rol que la Red de empresas firmantes del Pacto Global de Naciones Unidas y el Consejo Nacional de Competitividad (CNC) podrían desempeñar en la promoción de programas de conciliación trabajo/familia.

Desarrollar un programa de capacitación sobre conciliación dirigido al personal de la ADOARH que labora en esta área.

• Impulsar en las empresas campañas de sensibilización e información acerca de la necesidad de crear condiciones para la conciliación con corresponsabilidad social, así como impulsar medidas concretas para evaluar su impacto.

A los sindicatos

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Promover la incorporación del tema en las agendas sindicales

Fortalecer la campaña por la ratificación de los Convenios núm. 156 y 183 de la OIT, lanzada por el Comité Intersindical de Mujeres Trabajadoras.

A la sociedad civil •

Asumir un rol de liderazgo para impulsar el cambio cultural de los patrones tradicionales de masculinidad e incorporar la conciliación con corresponsabilidad social en la agenda política de discusión; así como implementar programas modelo en beneficio de su propio personal.

Promover la creación de redes comunitarias para el cuidado de la familia y que los gobiernos municipales las fortalezcan; y que desarrollen programas para ofrecer servicios de información, educación y capacitación sobre el tema a las empresas e instituciones públicas.


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