Boletín nutrición septiembre 14

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09/ 14 BOLETÍN DE LA LICENCIATURA EN NUTRICIÓN

ACTIVIDADES DE POSTÍTULO


ACTIVIDADES PRE-UNIVERSITARIAS

En el marco de las actividades pre universitarias que realiza la UCSF la carrera de la Lic. en Nutrición ofrece a los futuros ingresantes 2 propuestas que persiguen en primer lugar conocer el alcance de una evaluación nutricional integral como práctica de ejercicio profesional y en segundo, un taller de cocina que aborda los cuidados y características de una alimentación adecuada y saludable para personas con celiaquía.

NOTICIA DE INTERES III ENCUESTA NACIONAL DE FACTORES DE RIESGO Las cifras reflejan una disminución moderada de la prevalencia del tabaquismo y un descenso significativo de la exposición al humo de tabaco ajeno en bares, restaurantes y lugares de trabajo. También muestran un aumento en el control de la presión arterial. Sin embargo, los índices de obesidad, exceso de peso y sedentarismo son alarmantes y reflejan la necesidad de continuar Desarrollando e implementando políticas públicas que protejan la salud de toda la población.

http://www.msal.gov.ar/images/stories/publicaciones/pdf/11.09.2014 -tercerencuentro-nacional-factores-riesgo.pdf


CONMEMORACIÓN DIA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN MENSAJE A LOS INTEGRANTES DE LA CARRERA DE NUTRICION DE LA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD EN OCASIÓN DE LA PREPARACIÓN DE LOS TRABAJOS PARA ASOCIARSE A LA JORNADA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN Abog.Esp.José Ignacio Mendoza - Secretario Académico del Rectorado Conforme lo ha anunciado en fecha 20 de mayo de 2014 el sitio oficial de las Naciones Unidas, Su Santidad el Papa Francisco, sumará su voz a la lucha contra el hambre y la malnutrición participando en la Segunda Conferencia Internacional Sobre Nutrición (CIN2) que se celebrará entre el 19 y el 21 de noviembre en la sede de la FAO en Roma, lo que confirmara el Observador Permanente de la Santa Sede ante las agencias de la ONU con sede en Roma, el Arzobispo Luigi Travaglino. Juan Pablo II ya reconocía el valor de estas iniciativas institucionalizas de orden internacional cuando afirmaba (cfr.Mensaje a la Conferencia de la FAO del 03 de noviembre de 2001) que “...vuestra Conferencia quiere comprometerse a ser como un signo de esperanza para el mundo, manifestando que hay algunas personas decididas a realizar una gestión responsable y creativa, garantizando "la seguridad alimentaria" para cada miembro de la familia humana. Esta determinación se funda en el reconocimiento de que todo ser humano goza del derecho inviolable a tener una alimentación adecuada y que todos los hombres, en particular los que desempeñan cargos de responsabilidad, tienen por consiguiente el deber de asegurar que se respete este derecho. Es un principio que deberemos aplicar no sólo a las personas, sino también a las naciones...”. En este contexto, en fecha 14-09-2014, he recibido mediante el Sr.Delegado del Rector en dicha Unidad Académica, la iniciativa de la Coordinación de la Carrera de Nutrición de la Facultad de Ciencias de la Salud, para expresar e inaugurar un espacio de reflexión pública, sobre el tema propiciatorio de este evento. Ya el Di


Ya el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, expresó con relación la del Santo Padre: "Doy la bienvenida a la presencia del Papa Francisco en la CIN2 y a su compromiso con el futuro que queremos. Un futuro que empieza por garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición a todas las personas". No puedo dejar de recordar de modo conjunto con los organismos internacionales que mientras 842 millones de personas sufren hambre crónica, la FAO estima que muchas más más mueren o sufren por los efectos nocivos de una nutrición inadecuada. Cada año, cerca de 7 millones de niños mueren antes de cumplir los cinco años, 162 millones de niños menores de cinco años no tienen un desarrollo adecuado y, al mismo tiempo, 500 millones de personas son obesas. La preocupación de este orden puede ser comprendida desde el origen del hombre y de su vocación trascendente porque “en el libro del Génesis, Dios pone la creación en manos del hombre (cf. Gn 1, 26. 28), y en esta dirección debemos mirar si queremos comprender los desórdenes actuales. Falta una gestión justa de los bienes de la creación, con una evidente desigualdad en la distribución de los recursos”(cfr.Mensaje de SS Juan Pablo II a la Conferencia de la FAO del 03 de noviembre de 2001). Si recordamos con el Papa Pablo VI en 1967 que el desarrollo es el nuevo nombre de la paz (cfr. Populorum progressio, 76-77), podemos aceptar con SS Juan Pablo II que “Después de los terribles acontecimientos del 11 de septiembre, han comenzado amplios debates sobre la justicia y la urgencia de corregir las injusticias. Desde una perspectiva religiosa, la injusticia es el desequilibrio radical en el que el hombre se levanta contra Dios y contra su hermano, ocasionando el desorden en las relaciones humanas. Al contrario, la justicia es esa completa armonía entre Dios, el hombre y el mundo que la Biblia describe como el paraíso. Muchas injusticias en el mundo transforman la tierra en un desierto...”(cfr.Mensaje de SS Juan Pablo II a la Conferencia de la FAO del 03 de noviembre de 2001). El año pasado, el Papa Francisco se dirigía a la FAO (cfr.Mensaje para la Jornada Mundial de la Alimentación 2013) que “es un escándalo que todavía haya hambre y malnutrición en el mundo. No se trata sólo de responder a las emergencias inmediatas, sino de afrontar juntos, en todos los ámbitos, un problema que interpela nuestra conciencia personal y social, para lograr una solución justa y duradera. Que nadie se vea obligado a abandonar su tierra y su propio entorno cultural por la falta de los medios esenciales de subsistencia”. Conciente de las paradojas de la posmodernidad, el Papa señalaba entonces que “en un momento en que la globalización permite conocer las situaciones de necesidad en el mundo y multiplicar los intercambios y las relaciones humanas, parece crecer la tendencia al individualismo y al encerrarse en sí


Consiente de las paradojas de la posmodernidad, el Papa señalaba entonces que “en un momento en que la globalización permite conocer las situaciones de necesidad en el mundo y multiplicar los intercambios y las relaciones humanas, parece crecer la tendencia al individualismo y al encerrarse en sí mismos, lo que lleva a una cierta actitud de indiferencia —a nivel personal, de las instituciones y de los estados— respecto a quien muere de hambre o padece malnutrición, casi como si se tratara de un hecho ineluctable. Pero el hambre y la desnutrición nunca pueden ser consideradas un hecho normal al que hay que acostumbrarse, como si formara parte del sistema”. Por eso, la propuesta que ofrece es clara: “Pienso que es necesario, hoy más que nunca, educarnos en la solidaridad, redescubrir el valor y el significado de esta palabra tan incómoda, y muy frecuentemente dejada de lado, y hacer que se convierta en actitud de fondo en las decisiones en el plano político, económico y financiero, en las relaciones entre las personas, entre los pueblos y entre las naciones...Solidaridad que no se reduce a las diversas formas de asistencia, sino que se esfuerza por asegurar que un número cada vez mayor de personas puedan ser económicamente independientes”. Es, entonces, desde esta perspectiva de la solidad, el Santo Padre afirma que puede romperse:”...la lógica de la explotación salvaje de la creación y orientando mejor nuestro compromiso de cultivar y cuidar el medio ambiente y sus recursos, para garantizar la seguridad alimentaria y avanzar hacia una alimentación suficiente y sana para todos. Esto comporta un serio interrogante sobre la necesidad de cambiar realmente nuestro estilo de vida, incluido el alimentario, que en tantas áreas del planeta está marcado por el consumismo, el desperdicio y el despilfarro de alimentos”. Actitudinalmente, a este estado se llega como bien lo recuerda la intervención del Papa como “...uno de los frutos de la «cultura del descarte» que a menudo lleva a sacrificar hombres y mujeres a los ídolos de las ganancias y del consumo; un triste signo de la «globalización de la indiferencia», que nos va «acostumbrando» lentamente al sufrimiento de los otros, como si fuera algo normal”. Esta valoración, es cualitativa para abordar el problema de la distribución, y se mantiene asociada a la que Su Santidad Juan Pablo II hiciera el 13 de noviembre de 1996 (cfr.Mensaje a la Cumbre Mundial sobre la Alimentación celebrada en Roma entre el 13 al 17 de noviembre de 1996):”como habéis constatado, las consideraciones demográficas no podrían, por sí mismas, explicar la deficiente distribución de los recursos alimentarios. Es preciso renunciar al sofisma que consiste en afirmar que «ser numerosos, significa condenarse a ser pobres»....La educación asegurada a todos, los equipos


explicar la deficiente distribución de los recursos alimentarios. Es preciso renunciar al sofisma que consiste en afirmar que «ser numerosos, significa condenarse a ser pobres»....La educación asegurada a todos, los equipos adaptados a las realidades locales, las políticas agrícolas juiciosas y los circuitos económicos equitativos pueden constituir factores que, a largo plazo, produzcan efectos positivos. Una población numerosa puede ser fuente de desarrollo, puesto que implica intercambios y demandas de bienes. Evidentemente, esto no quiere decir que el crecimiento demográfico pueda ser ilimitado. Toda familia tiene deberes y responsabilidades propias en este campo, y las políticas demográficas de los Estados deben respetar la dignidad de la naturaleza humana, así como los derechos fundamentales de las personas. Pero sería ilusorio creer que una estabilización arbitraria de la población mundial o, incluso, su disminución, podrían resolver directamente el problema del hambre: sin el trabajo de los jóvenes, sin la aportación de la investigación científica y sin la solidaridad entre los pueblos y entre las generaciones, los recursos agrícolas y alimentarios serán probablemente cada vez menos seguros, y los sectores más pobres de la población seguirán estando por debajo del umbral de pobreza y excluidos de los circuitos económicos”. Tal como he venido haciendo en otras intervenciones, no puedo dejar de vincular esta reflexión, con aquel desafío que la reciente sistematización del “Modelo Educativo de la UCSF”, ha colocado a todos los integrantes de la comunidad educativa de nuestra Universidad. La meta concreta del esfuerzo y del encuentro educativo, nos lleva a mantener viva la reflexión y la creatividad, por desarrollar las capacidades y habilidades en nuestros alumnos por: a) maximizar sus talentos para ser “insignes” -en tanto destacados y referentes- en las disciplinas y las tareas que los reclamen profesionalmente; b) concientizarlos de la asunción efectiva de su responsabilidad por las decisiones que tomen en el campo de incumbencias al que llegarán con su saber; c) realizadores concretos (testigos) de los valores que hayan aceptado en la verdad plena, a la que se que llega por la fe o por la razón natural, este camino posible, debido al alcance universal de su esplendor. Por eso, a la luz de este camino, nuestro compromiso institucional es entonces: “educar en la solidaridad significa entonces educarnos en la humanidad: edificar una sociedad que sea verdaderamente humana significa poner siempre en el centro a la persona y su dignidad, y nunca malvenderla a la lógica de la ganancia. El ser humano y su dignidad son «pilares sobre los cuales construir reglas compartidas y estructuras que, superando el pragmatismo o el mero dato técnico, sean capaces de eliminar las divisiones y colmar las diferencias existentes» (cfr. Discurso de SS Francisco a los participantes de la 38º Sesión de la FAO -20 de junio de 2013-). Asociados a la preocupación y el esfuerzo educativo que nos mantiene en comunión desde la Universidad Católica como obra de la Iglesia y servidora del hombre, aprovecho la oportunidad para saludarlos atentamente.-


REFLEXIONES MENSAJE EN OCASIÓN DE LA CELEBRACIÓN DEL DÍA DEL PROFESOR UNIVERSITARIO EL 17 DE SETIEMBRE DE 2014 Estimados Esta semana tiene singular importancia para toda la comunidad académica de la Universidad Católica de Santa Fe, al ser aquella que contiene la celebración del "Día del Profesor" el miércoles 17 de setiembre. Es por eso que, en las puertas del conjunto de celebraciones que le siguen, quiero dejarles estas reflexiones para que puedan ser compartidas con los docentes, no docentes, alumnos, como un gesto de vínculo que nos confirme en la vocación y el ánimo compartido. "Todos los docentes deberán estar animados por los ideales académicos y por los principios de una vida auténticamente humana...." (Juan Pablo II en la Constitución Apostólica sobre las Universidades Católicas "Ex corde Ecclesiae" punto 22-) Estimados Docentes: CELEBRACIÓN, REALIDAD Y PROMOCIÓN DOCENTE Las celebraciones no son ya simples actos formales que se despojan de la realidad a la que refieren. Las celebraciones se "ubican" en los contextos institucionales donde se producen, y se vinculan significativamente con las personas a las que refiere la realidad que es objeto de conmemoración. Se trata de una suerte de "encarnación" del mensaje, que revela su honestidad y su mirada asociada con la realidad. Sin embargo, en esa asociación, se trata también del esfuerzo por no quedar atrapados de modo excluyente por las urgencias que muchas veces


Se trata de una suerte de "encarnación" del mensaje, que revela su honestidad y su mirada asociada con la realidad. Sin embargo, en esa asociación, se trata también del esfuerzo por no quedar atrapados de modo excluyente por las urgencias que muchas veces se imponen en la agenda docente. Los componentes de esta agenda, sin duda, constituyen legítimas necesidades y satisfacciones, pero de las que se hace posible comprender que tienen que ser visualizadas en las condiciones bajo las cuales, la educación superior de gestión privada, procura realizarse en escenarios donde se ejecutan políticas educativas poco favorables a su propuesta afectada por estereotipos y reduccionismos que olvidan muchas veces el esfuerzo pionero de las instituciones de esta naturaleza, aún, cuando ella está inmediatamente vinculada con el derecho reconocido a la Iglesia Católica de brindar este servicio (cfr.artículo 26 y 63 de la Ley Nacional Nº26206). La cotidianidad de la tarea, las condiciones educativas bajo las cuales, el lenguaje pedagógico y el lenguaje profesional, deben encontrarse para definir una intervención propiciatoria del saber como experiencia que el docente suscita y el alumno protagoniza, se encuentran con percepciones de complejización "poco claras" del trabajo académico, que ajenizan a algunos, resultan indiferentes a otros, pero que también, germinan entusiasmos que pueden ser multiplicadores de aquellos que tienen una percepción negativa o negadora. Ninguna de estas actitudes es estéril, todas son oportunidades que debemos estudiar y aprovechar para encontrar en ellas, interrogantes y respuestas en una congregación de voluntades y reflexividad que promueva a cada docente y a todo lo que ellos realizan, pese a estas dificultades. VOCACION PERSONAL La docencia universitaria, tiene sus raíces en la vocación personal, se nutre de una elección primaria de la persona que educa, quien primero, ha sido ella misma parte del proceso educativo en el que ahora asume un rol diferente. La manera de enseñar, entonces, ha supuesto la manera de aprender. Nuestras practicas docentes, circularizan nuestras experiencias positivas y negativas en la hora que nos tocó (o que nos sigue tocando) educarnos.


Mantenernos atentos a este llamado personal, importa referenciar un criterio propio de autoevaluación, que supera a las definiciones de evaluación institucional o externa. Se trata de nuestras conciencias, de nuestra manera de vivir, y de la forma en que aquello que hacemos, es parte intrínseca de lo que somos. La pasión por las disciplinas, a las que llamamos "nuestras disciplinas", también nos impulsan a referirnos a los alumnos como "nuestros alumnos", porque son parte de nosotros, de esa misma pasión, donde es -en definitiva- el hombre integral, lo que nos funde en el mundo científico y académico. La educación superior dirigida a los jóvenes, nos moviliza a encontrar un ambiente cultural de profundas heridas y dificultades, donde las alternativas que se les ofrece, pueden suscitar en ellos decisiones graves, que los desvinculen o ajenicen de la solidaridad, la liberación del hombre por la verdad, el bien común, y un sentido integral de justicia y caridad. Pero también, la educación superior dirigida a los adultos, nos obliga a revincularlos con la esperanza, y con la responsabilidad de no quedar atrapados ni condicionados por el tiempo y las decepciones, sino de hacer el tiempo y la experiencia, una ofrenda que no deja de multiplicarse de cara a la sociedad a la que se sirve. IDENTIDAD Y DIALOGO CON EL CARISMA INSTITUCIONAL La diversidad es la expresión de la riqueza de Dios que obra en la historia y en la creación. Esa diversidad es necesaria, incluyente, y nos llama a recordar cómo hemos sido enviados a todos, aceptando que a la participación en la verdad del hombre, se llega por el camino de la fe, y por el camino de la razón natural (cfr. -punto 5 y su cita a San Agustín en Serm. 43, 9: PL 38, 258-). El discernimiento de esa diversidad, se hace a la luz de la gracia cuando encontramos en ella esa capacidad de integrarnos mediante los diferentes talentos (cfr.Mt.25, 14-30), pero cuando es causa de división y enojos, clara es la ausencia de esta inspiración, por lo que debe ser prudente y permanentemente acompañada (en este sentido las pautas que nos brinda el documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe "Communionis notio" en su apartado IV). El valor de la docencia en la Universidad Católica es su habilitación a llamar a todos hacia un pluralismo honesto y constructivo, haciendo del respeto por los valores del


El valor de la docencia en la Universidad Católica es su habilitación a llamar a todos hacia un pluralismo honesto y constructivo, haciendo del respeto por los valores del Evangelio, una oportunidad y no una antinomia (cfr. Juan Pablo II en la Constitución Apostólica sobre las Universidades Católicas "Ex corde Ecclesiae" -punto 26, 47 y Parte II, artículo 2, 4-; y artículo 33-in fine-de la Ley Nacional Nº24.521; artículo 6 in fine y 34 de los Estatutos de la UCSF). RELACIONES ENTRE LA NATURALEZA LA EDUCACION Y LA NATURALEZA DEL EDUCADOR La educación y el conocimiento son un bien público y un derecho personal y social (cfr.artículo 2º de la Ley Nacional de Educación Nº26206). Esta caracterización de la legislación nacional, en el marco de las competencias constitucionales a tales efectos (cfr.artículo 75, incs.18 y 19 de la Constitución Nacional), nos impone volvernos hacia este sentido político y jurídico de la educación, dentro de la que localizamos especialmente a la educación superior. Este "retorno", nos lleva a profundizar y actualizar su valor, pero también, su alcance, para validar nuestras realizaciones, y para que los aportes que se hacen desde esta comunidad universitaria, sean visibles en cuanto eficaces en los medios donde interviene. Lo bueno, como adecuado a la naturaleza de las cosas, está vinculado en la expresión legal, a lo que es "de todos". Se trata de responder, no solo a las expectativas de la sociedad, sino a lo que ella misma se debe, y por lo que en sus relaciones para con todos los miembros, debe asegurar la inclusión y la igualdad de oportunidades, para que los beneficios de la cultura, del conocimiento, de la ciencia y la técnica, lleguen a todos, por la debida justicia social. Lo mismo se precia, por ende, del derecho como atributo otorgado a una necesidad, que debe ser respetuosa de la dignidad humana integral, sin reduccionismos, absolutizaciones, ni fragmentaciones que desconozcan en los hechos una adecuada concepción de los derechos-deberes del hombre a partir de una concepción antropológica plena (cfr. puntos 13, 14, 125, 126, 153 ss y cc del Compendio de Doctrina Social de la Iglesia de la Pontificia Comisión Justicia y Paz).


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