Cinocéfalo No. 3

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y Cinocéfalo

Revista de crítica y literatura Año 1, Número 3

Dirección editorial: César Cortés Vega Edición: Ágora Speed; postliteraturas Diseño: Caja Líquida Consejo editorial: Roberto Luviano, Javier Moro Hernández, Antonio Calera-Grobet, Fernando Corona, Yaxkin Melchy, Obed González, Manuel de J. Jiménez. Las opiniones expresadas en los textos no reflejan necesariamente el punto de vista del editor ni del consejo editorial y son responsabilidad de los autores. Los textos están sujetos –si no se indica lo contrario– a una licencia de Reconocimiento-NoComercial 2.5 de Creative Commons. Puede copiarlo, distribuirlo, comunicarlo públicamente, y hacer obras derivadas siempre que reconozca los créditos de las obras (autoría, nombre del texto y página de origen) de la manera especificada por los autores y el proyecto que la publica. La licencia completa se puede consultar en http://creativecommons.org/ licenses/by-nc/2.5/mx/

Disidencia _______________________________________ Los viejos significantes siguen ahí, porque su modificación o sustitución implica una máquina temporal compleja. Nuestras generaciones siguen perplejas ante la iteración de conflictos guiados por esas constantes. Pero ¿son ellos la consecución de una necesidad? Esa es la duda que aturde a los ánimos no conservadores. Aunque siempre es posible que justo ese hartazgo realice nuevos territorios. No nos queda sino confiar en ello. Agenciaminetos indispensables; la conservación externa de una multiplicidad diferenciada. Porque inteligencia colectiva es quizá la superación de las condiciones del miedo. Nosotros quizá seguiremos muriendo, sin ver realizada su superación. Sin embargo, el “pero” que subsiste, será acaso suficiente para eliminar el desasosiego y cambiar la espera por la defensa de las subjetividades. Si el ensayo deriva en error, nunca será más vergonzoso que la apuesta por los valores de la inmovilidad. El editor.

Correo colaboraciones: postliteraturas@gmail.com Página: http://agoraspeed.org/cinocefalo.html

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ÍNDICE -

Vueleve la guerra fría por César H. Horacio Espinosa 6 Transiciones y disolvencias por Roque Alarcón 12 Ver al otro por Miriam Mabel Martínez 24 5 conflictos de oposición de Aranzazu Pola 30 Pensar lo escrito por Jonathan Alexander España 38 Usura y nuevas tecnologías por Yahir Alonso Ortiz 42 Ingrávido por Valentín Arcadio 46 Escribir después de la ruina por Lauri García Dueñas 50 Axiomas por enrriKetta luissi 54 Podría haber por Antonio Calera-Grobet 56 4 x 4 poetas mexicanos por Amelia Nava, Genaro Ruiz, Emmanuel Vizcaya y Gerardo Grande 60 Luces en el cielo por David Shmidt 66 Sonoplastia por Obed González 78 De la escritura prostituta a la nadaI por Roberto Luviano 82 De la soberanía dactilar por Manuel de J. Jiménez 86 Bye, bye Brasil por César Cortés Vega 90 Fuera de lo normal por Ernest Graves 94 El que no es del movimiento por Martín García López 96


I.- Las leyes “antipiratería” reimplantan la política del secreto y castigan el uso de Internet Las leyes SOPA y PIPA en Estados Unidos, y el acuerdo ACTA con Japón, reinauguran una nueva etapa de la “Guerra Fría” que abarcó la segunda mitad del siglo XX. La “política del secreto” que caracterizó a ese episodio se inició con la creación de la National Security Agency (NSA), en 1952, cuando la Guerra Fría llegaba a un primer momento álgido con las persecuciones anticomunistas de MacCarthy y la ejecución del matrimonio Rosenberg en EUA. El acto culminante de esta política del secreto tendría lugar el 2 de abril de 1982, cuando el presidente Reagan publicó el decreto del poder ejecutivo (nº 12356) “que confiere a los servicios de seguridad… el poder sin precedentes de mantener en secreto las informaciones sobre la tecnología, incluso, si fuera necesario, ciertos resultados de la investigación científica fundamental”. El régimen belicista norteamericano eliminó de un plumazo la libertad de expresión con motivo de la Guerra del Golfo (1992), la llamada “Tormenta del desierto” del primer George Bush, y lo mismo haría durante las invasiones a Irak y Afganistán tras el 11 de septiembre de 2001, en la “guerra preventiva” contra todo el mundo. La autocensura de los medios y el espionaje doméstico fueron implantados por la Ley Patriota (Patriot Law) en ese mismo periodo, además de admitir a la tortura como sistema “legal-militar” de obtención de información. En México: ¿Otra “Ley Televisa”? La Reforma ACTA del IMPI y la “Ley Döring” No vayamos tan lejos: la Ley Döring, una propuesta hecha por el senador Federico Döring Casar del Partido Acción Nacional (PAN), es similar a la polémica Ley SOPA que proponen los republicanos en Estados Unidos, y a la Ley Sinde, española, que ya fue aprobada. Se trata de una reforma de la Ley Federal de Derechos de Autor que busca reglamentar la difusión en internet de obras registradas. ¿Otra “Ley Televisa”? Igualita, en su tratamiento legislativo. El pasado 14 de diciembre de 2011, el Senado de la República aprobó reformas a la ley de derechos de autor que coinciden con la iniciativa de ley que pretende regular las cuestiones de piratería ocasionadas por las avanzadas opciones que se pueden lograr por los medios digitales. 6

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afectado. Es decir, sin importar que alguien se lo haya pedido o no, y podrá iniciar una investigación sobre cualquier usuario de Internet. Una vez que el IMPI tenga a un infractor en indagación, podría pedir el IP del usuario a la empresa que sea su proveedor de internet, sin ningún tipo de orden judicial de por medio. El IP es la etiqueta numérica que identifica, de manera lógica y jerárquica, a un interfaz, elemento de comunicación/conexión de un dispositivo dentro de una red que utilice el “Internet Protocol”. El supuesto infractor tiene sólo tres días después de recibir la notificación de que es un infractor para defenderse y declarar que es el dueño de los derechos de autor. De otro modo, el IMPI dictará la sentencia. Para que esto ocurra sería necesario un sistema de vigilancia de la actividad de los usuarios en internet, algo que viola la privacidad (según algunos expertos en redes). Esto se realizaría mediante una tecnología llamada “deep-packet inspection”, que consiste en una vigilancia del tráfico que viene y va en internet, y que también hace posible la redirección, minado de datos y censura del mismo. Una tecnología que usan los gobiernos de China, Irán y Cuba para tener en vigilancia a los internautas. Expertos de firmas de análisis de mercados, de la academia, derecho informático, derechos de autor y un representante del Poder Legislativo, en primera instancia desaprueban el espíritu de ACTA y la propuesta del senador Federico Döring, así como las iniciativas del Senado (PIPA) y la Cámara de Representantes (SOPA) en Estados Unidos, pero afirman que aún deben ser discutidas propuestas similares para que todas las partes lleguen a un acuerdo.

En un comunicado, el Instituto Mexicano de Protección Industrial (IMPI) expone que las reformas se dan en seguimiento de las negociaciones del Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (ACTA, por sus siglas en inglés), y que éste recoge las preocupaciones de los usuarios de servicios de comunicación electrónica y demás actores, tales como acceso a la información y a la cultura, la libertad de expresión, la privacidad de datos y el derecho de debido proceso. La reforma, aprobada en paquete, porque no hubo mucha discusión y pasó casi desapercibida, fue seguida al día siguiente por la propuesta del senador Federico Doring, e incluso han llegado a confundirse aunque son dos proyectos diferentes que tienen un mismo fin. Supuestamente, la primera reforma aprobada protege los derechos de autor que ya tienen registro y de los que en teoría tienen derechos reservados. La controversia radica en que la aplicación de esta reforma, que al parecer no fue pensada en sus alcances, conlleva por sí misma una violación a las garantías individuales de audiencia y seguridad jurídica que estipula nuestra Carta Magna. Las adiciones o reformas a la ley, cuando están mal hechas, se prestan para ser aplicadas de mala manera, y en este caso hasta se pueden manejar como parte de la censura a los medios de comunicación con el pretexto de defender los derechos de autor. Bastaría una nota de un visitador de que no quiso ser recibido en algún lugar, para que posteriormente se le notifique el proceso judicial a la persona a quien se quiera afectar; ésta sólo se daría cuenta cuando ya se le haya notificado la sanción respectiva, la cual es demasiado grande. La multa prescrita va desde 5 mil hasta 40 mil días de salario mínimo, es decir, de 311,650.00 pesos la mínima hasta 2,493,200.00 pesos la máxima. Se pretende volverla intimidatoria, pero que al mismo tiempo puede generar más corrupción porque seguramente se buscará pagar las super gravosas multas con “una mordida”. La iniciativa de la ley presentada por el senador Döring, llamada también “Ley Döring” y aprobada por el Senado el 15 de diciembre, plantea reglamentar las descargas de contenido que se hagan en internet para “proteger la propiedad intelectual”; pretende también bloquear los sitios donde se comparten archivos, aunque sean gratuitos, conocidos como P2P. Esto obedece a que, en su opinión, el compartir archivos sin afán de lucro merma la cantidad de ganancias que recibiría el artista o autor, y por ende el Estado recibe menos dinero por los impuestos. Como queda patente, la visión está basada desde un solo ángulo, ya que también este tipo de intercambio de archivos da a conocer al artista y obtiene una difusión inesperada. Tras una larga exposición de motivos, la propuesta es la de controlar los sitios web, controlar la información, las imágenes, bloquear o cerrar los sitios que les parezcan no convenientes y, en términos generales, coartar la libertad de expresión y de comunicación entre las personas, por lo cual se asemeja a las leyes SOPA y PIPA. Bajo el nuevo esquema legal, el IMPI tendría el poder de iniciar una investigación de oficio, sin la petición de ningún

II.- En el aire, la pelota para defender nuestro derecho a Internet; la UNAM no puede quedar ausente en este debate crucial. ¿Ha dicho la UNAM una sola palabra a propósito de las leyes dirigidas a censurar internet y anular las nuevas libertades de expresión que han surgido en los últimos 15 años? Tenemos noticias de que el Instituto Federal Electoral (IFE) y la UNAM firmaron un convenio para que 200 estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales realizaran el monitoreo de noticiarios en radio y televisión durante las precampañas y la campaña electoral. (Milenio, 16-12-2011). Qué bien que la “torre de marfil” tome cartas dentro de la realidad política del país. Pero, hasta ahora, la institución no ha dicho esta boca es mía en relación con las medidas destinadas a suprimir la libre circulación de opiniones y el libre intercambio de ideas en la red de redes. Como son las iniciativas de leyes SOPA y PIPA en EUA, y la “Ley Döring” y la suscripción del Acuerdo ACTA por el gobierno mexicano, mediante la aprobación del Senado. ¿Por qué este pecado de omisión? Aquí, en los tiempos políticos la censura hace mutis 8

Los legisladores advirtieron que se vulnerarían las garantías individuales contenidas en la Constitución y el principio de presunción de inocencia que debe estar presente en todo nuestro sistema jurídico. El grupo plural resaltó que “la ambigüedad de algunas disposiciones del proyecto de Acuerdo Comercial Antifalsificación resultaría contraria a la seguridad y certeza jurídica de los habitantes del país, y su implementación podría resultar en una limitación a la universalización deseable del acceso a Internet en la sociedad mexicana, ampliando así la ‘brecha digital’ y (obstruyendo) la posibilidad de que el país se inserte en la denominada ‘sociedad del conocimiento’”. Por su parte, el magistrado Roberto Martínez Espinosa, presidente de la Sala Regional del Distrito Federal, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), declaró que legislar Twitter y Facebook para las próximas elecciones sería restringir el derecho de los ciudadanos a expresarse con libertad (Excélsior, 11 de enero). Las Leyes Duarte y Peña Nieto, ¿de la periferia al centro?

Aunque sólo aquí, porque el presidente Barack Obama firmó, en Japón, junto con numerosos países de la Unión Europea, el acuerdo ACTA. Este considera imponer sanciones absurdamente desproporcionadas a los “culpables” y permite a los gobiernos entrometerse y desmantelar las redes digitales, presuntamente para combatir la piratería según los dictados de las poderosas industrias cinematográfica y disquera. Aunque ya hay parlamentos que están rechazando este sistema orwelliano. Apenas este 31 de enero, el columnista Jorge Monroy, del diario El Economista, informaba que la llamada ley Döring no encontró el apoyo de las bancadas del PRI y PRD, por lo que ese tema no estuvo dentro de las prioridades de la Cámara Alta para el periodo febrero-abril. Quedará en el congelador, por lo menos hasta septiembre, la discusión de la iniciativa que presentó el 15 de diciembre el senador panista Federico Döring Casar, así como también cualquier legislación similar para regular los contenidos de Internet. Y luego de seis meses de que varios senadores instaron al presidente Felipe Calderón a no suscribir el Acuerdo Comercial Antifalsificación (ACTA, por sus siglas en inglés), manifestaron que no ha habido ninguna respuesta del gobierno, según informó Víctor Ballinas, del periódico La Jornada, el viernes 20 de enero.

El alcalde de Querétaro, el panista Francisco Domínguez Servién, solicitó que de cara a los procesos electorales de 2012 los diputados locales aprobaran una legislación para regular las redes sociales. 9


UNAM, como modelo de la inteligencia y el entendimiento científico en México, también debe asumir su papel para rechazar esas intentonas cuando aún es tiempo, no cuando haya que sacar al niño ahogado del pozo del autoritarismo redivivo.

Afirmó que al conocer la identidad de los tuiteros se podrían fincar responsabilidades, en caso de incurrirse en difamación (Milenio, 2011-11-11). Agregó que así se podría evitar, salomónicamente, la guerra sucia en contra de autoridades y actores políticos. Sin embargo, el congreso queretano desmintió la existencia de cualquier iniciativa al respecto. No así en el estado de Veracruz, donde el Congreso estatal aprobó una reforma al Código Penal que tipifica como delito la perturbación del orden público, propuesta por el gobernador Javier Duarte de Ochoa. Léase el viejo “delito de disolución social”, abrogado a resultas del movimiento estudiantil de 1968. La iniciativa tuvo 33 votos a favor (del PRI) y 14 en contra (del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano). Presuntamente, dijeron, esa medida podría “atenuar” los cargos que pesaban sobre los twitteros María de la Luz Bravo Pagola y Gilberto Martínez Vera, acusados de terrorismo y sabotaje por difundir en redes sociales presuntos ataques del crimen, lo que generó pánico en el puerto. El 18 de octubre de 2011, la Comisión Nacional de Derechos Humanos advirtió que la reforma al artículo 373 del Código Penal de Veracruz es contraria a la libertad de expresión que consagra la Constitución Mexicana, además de establecer una pena que resulta genérica y arbitraria contra los ciudadanos de Veracruz. A unas horas de que se venciera el término legal, la CNDH interpuso una acción de inconstitucionalidad contra la reforma a las leyes de Veracruz que crean el mencionado delito de “perturbación del orden público”, orientado a castigar con cárcel a los usuarios de redes sociales que difundieran “información falsa” de balaceras y otros hechos de violencia en esa entidad. Otro hito relevante dentro de esta campaña u ofensiva contra internet y las nuevas libertades de expresión, tuvo lugar en el Estado de México. A inicios de septiembre del 2013, los diputados federales del PRI anunciaron que presentarían una iniciativa, que bautizaron como “Ley Peña Nieto”, para castigar con cárcel el mal uso de las redes sociales que pudiera generar terror entre la población y denostar a los políticos en campaña con información falsa. Con el hashtag #LeyPeñaNieto, la presión de miles de usuarios de Twitter logró frenar la intención del diputado federal David Sánchez Guevara de presentar esa reforma. Como se ve, la dupla PRI-PAN tiene preparada toda la artillería legalista –como ya hicieron con las leyes antiaborto– para lanzar su ofensiva contra la libertad de expresión, de comunicación e intercambio de ideas, de investigación, una vez que pasaran los tiempos políticos de las elecciones federales y estatales. Sólo queda analizar y poner en práctica todas las formas de resistencia civil y social contra los proyectos anti-internet en todo el mundo, y especialmente en nuestro país. La pelota está en el aire, y organizaciones clasistas como el STUNAM y la UNT deben asumir como suya esta tarea de reivindicación de derechos de los ciudadanos y los trabajadores. Y la propia 10

En tiempos de lavarse las manos: Ley Telecom A poco de haber entrado al poder presidencial, Peña Nieto promovió un artilugio malabarístico que se conoció como Pacto por México, el cual amalgamó a los tres partidos políticos principales; de allí surgió un documento de 70 y tanto puntos, aunque casi nada se habló de una estrategia para organizarlos y ponerlos en práctica. Sin embargo, a partir del Pacto se admitió primero una reforma laboral, que dio carta blanca a la contratación parcial y al llamado outsoucirng, es decir, el trabajo a destajo que había sido abolido de las normas laborales en México (al menos en lo legal); hubo también una Reforma Educativa, extremadamente debatida e impugnada por numerosos sectores magisteriales, incluyendo la virulenta “acción directa” de la CNTE. Después vendría una leonina Reforma Fiscal, mascullada y aprobada junto con el PRD a cambio de aprobar una serie de subsidios y “seguros” populares sin financiamiento claro sino desde el erario gubernamental. Todo esto antecedió a las verdaderas “cerezas” de las reformas peñistas: la energética, que considera la posibilidad de intervención privada y extranjera en PEMEX, lo cual dio opción a la izquierda representada por López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas, y su remolque el PRD para envolverse en la bandera tricolor y lanzarse desde el Cerro de Chapultepec; y la otra reforma fue la de telecomunicaciones. En esta última, el debate se dio en pos de limitar los excesos de poder de los respectivos monopolios en la radiodifusión (léase duopolio televisivo y acólitos de la radio) y de telecomunicaciones (monopolio telefónico:Telmex). Se planteó dar apertura a la competencia en estos campos y abrir paso también a la participación de grupos comunitarios en el manejo de medios de difusión electrónica; fueron reformados en la Constitución los artículos 6, 7, 27, 28, 73, 78, 94 y 105, agregándose dieciocho artículos transitorios. También internet estuvo en el tinglado, mediante la intentona gubernamental de revivir las iniciativas de intromisión y control de las redes sociales. Junto con la legislación sobre el petróleo y la electricidad, la de telecomunicaciones se prolongó mucho más allá de los plazos especificados. Las llamadas “telebancadas”, en las que se identificó a 16 legisladores, senadores y diputados, que representan en el Congreso de la Unión a los intereses de las redes televisivas, estuvieron especialmente activas; de un momento a otro terminarán los debates dentro de ese aparato público tan discutible que es el Poder Legislativo y habrá que ver si sale de éste algo más que un “parto de los montes”, dictamen que va a dar motivo a una avalancha de comentarios, reclamaciones y seguramente protestas públicas. Veremos. 11


I: Cómputo en nube, metadatos y la fábrica de medios La situación actual que afecta a los trabajadores de las empresas de Hollywood dedicadas a las efectos visuales se explica en parte por la completa digitalización de la producción audiovisual. Esto ha tenido como onsecuencia que el núcleo del proceso sea el archivo digital fluyendo entre computadoras conectadas en red dentro y fuera de las instalaciones de una empresa. El archivo digital es la parte primordial de toda la cadena de producción y actualmente se desarrollan estándares y programas para organizarlos. La AMWA (Advance Media Workflow Association) es uno de los consorcios enfocados en la creación de especificaciones y tecnologías dirigidas a las empresas para flujos de trabajo de medios en red. Junto con la SMPTE (Society of Motion Picture & Television Engineers), ambas organizaciones intentan impulsar normas sobre flujos de trabajo basados en archivos digitales para cine y televisión digital. La AMWA promueve el uso de formatos como AAF, BXF, MXF y lenguajes como XML y la SMPTE el formato AXF. Lo que Brian Holmes ha advertido en cuanto a la cibernética y la metainformación como una tecnología que sirve como un sistema de vigilancia sobre otro y también lo que él puso sobre la mesa en cuanto a lo que denominó “la gestión global de la cadena de suministro” encuentran su analogía más cercana en los conceptos de metadatos, que le permiten a las productoras de Hollywood controlar los derechos de autor sobre cada cuadro de la película y, además, tener un reporte del estado del proceso de producción en cada etapa. No es casual que la AMWA cuente entre sus miembros fundadores a compañías como “Avid, la BBC, CNN, Autodesk Enterteiment (antes Discreet), Ascent Media, Matrox, Microsoft, Pinnacle, Quantel, Sony, Turner Entertainment Networks y la Agencia de Inteligencia Geoespacial Nacional” 1. Un archivo digital multimedia se divide en los datos esenciales, que contienen la información de audio y video, y en los metadatos, información textual jerárquica que describe toda la información concerniente al proceso de producción de una película. La vigilancia y control se plasman con un lenguaje suavizado: “Eso es de lo que se trata, en esencia, de lo que es la revolución del flujo de trabajo digital - la habilidad para saber exactamente el contenido audiovisual dentro de su sistema, saber quien lo está trabajando, saber en qué etapa del proceso de producción se encuentra, y también saber cual es la siguiente a la que se dirige” 2 La creciente presencia de la computadora en todas las fases de la elaboración de un comercial, una película o un programa de televisión se encontró con la posibilidad, a mediados de la década de 2000, de aprovechar los recursos que el uso de los servicios de internet proporcionaban. 12

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ficas, guiones de cine, etc.) es transformada (al editarse, al crearse varias versiones, al subtitularla) y se crean productos terminados basados en los pedidos (de los canales de TV, de nuevos programas)”5. El outsourcing o subcontatación es moneda corriente dentro de este nuevo panorama de imposición de formatos como MXF. Brad Gilmer, en su artículo dedicado a la implantación y difusión de los metadatos en la industria audiovisual global comenta “Pero las fábricas no están aisladas. El negocio de los medios involucra la cooperación entre muchas empresas dispersas para crear el producto final. Desde las casas de efectos visuales hasta las de subtitulado, el sector se está acostumbrando a subcontratar muchos de los procesos necesarios para el flujo de trabajo”6. El artículo de Gilmer, como una larga serie del mismo tipo disponibles en la red, mezcla tecnología y nuevas formas de organización del trabajo basados en el archivo digital considerados como un activo, que a pesar de ser transformado una y otra vez en todo el proceso, conserva la marca impuesta desde el principio por los detentadores del derecho de propiedad intelectual. Todo ese esfuerzo conjunto representa una forma de unión de las grandes empresas de los medios, o en palabras de Mauricio Lazzarato “Se trata, sobre todo, de fabricar y organizar la libertad de los empresarios”7.

Especialmente, a raíz que la compañía Amazon presentó sus servicios de cómputo en nube (esto es, software y hardware considerados como servicios localizados en todo el orbe, fuera de una instalación particular) toda la cadena de producción, postproducción y transmisión audiovisual ha sufrido una serie de transformaciones cuyo núcleo es el manejo de los metadatos de los archivos digitales multimedia. Lo que primero fue una sustitución de aparatos analógicos a dispositivos digitales (cámaras, islas de edición, cinta de video, etc.) que producían archivos multimedia digitales, ahora ha permitido acelerar la convergencia digital entre los medios como el cine, la televisión, la computadora de escritorio, la telefonía celular y otros dispositivos móviles. El uso del cómputo en nube y de los servicios de internet que lo sustentan, ha tenido como consecuencia que las casas de animación y postproducción de Hollywood adopten algunas prácticas, entre ellas las más importantes son la creación de sucursales alrededor del mundo, la contratación de los servicios de casas de efectos visuales extranjeras y el uso de equipo ajeno a la empresa para llevar a cabo tareas como el revelado digital (rendering) de los proyectos. Todo esto es posible gracias a que las velocidades de transmisión y recepción de archivos ha logrado ser rentable, rápida y eficaz, esto es, el flujo de datos es continuo lo cual hace que las distancias sean, virtualmente, mínimas. Con respecto a la gestión global, el trabajo de las casas de animación y efectos visuales alrededor del mundo se encuentra en un estado similar al de la fabricación de automóviles: “Ya la Toyota Motor Corporation había desarrollado un sistema de flujo continuo de información entre el fabricante y el proveedor, lo que permite la entrega de las piezas hechas en proporción exacta a las necesidades actuales”3. Mientras que antes del año 2000 la proporción exacta de cada película se reducía al tamaño de la pantalla de cine y al de la televisión, ahora el formato de pantalla se ha multiplicado: cine digital, celulares, pantalla de computadora, etc. Más adelante afirma Holmes: “La producción y la distribución justo a tiempo es el fundamento material de la economía neoliberal”4. En el caso de la producción de efectos visuales, los productos generados forman parte de una cadena iniciada y terminada por grandes consorcios de medios de comunicación. En el inicio de la cadena están compañías como Paramount y 20th Century Fox y al final los dueños de cadenas de cines, distribuidoras de contenidos digitales y compañías televisoras. Los estudios privados independientes de animación y de efectos visuales se encuentran en medio y tal vez de ahí provenga una parte de su relativa debilidad como empresas. Pero la analogía con la fábrica de automóviles no es puro azar. Todo el proceso ahora toma la apariencia de una línea de producción y los paradigmas parecen mezclarse. No solo la producción digital audiovisual retoma conceptos de una fábrica, sino que, por razón de la introducción de conceptos de las tecnologías de la información (o IT, que, en realidad se traduce en cómo hacer que la inversión en cómputo se convierta en un beneficio económico tangible para los empresarios y sus contadores), cada archivo digital ahora es un activo (asset). Por ejemplo: “Aunque el trabajo en muchos estudios está dominado por procesos manuales, en el corazón de sus instalaciones se encuentra una “Fábrica de medios”. En ella la materia prima (material audiovisual, grá-

particular a Hollywood se han visto enfrentados a una gran inestabilidad dentro de su trabajo, con empresas cuya vida no suele ser muy larga, sobre todo si trabajan de forma independiente. Melies, retratado por Martin Scorcese en La invención de Hugo Cabret (2011) es un ejemplo muy temprano de ello. Su estudio de cine Star Film tuvo mucho éxito durante los años de 1897 a 1902. En 1913 el cineasta, figura señera en el área de los efectos visuales, experimentó problemas financieros porque “La novedad de sus trucos fotográficos habían pasado de moda, y los competidores como Edwin S. Porter empezaban a ofrecer a las audiencias películas más sofisticadas con tramas más realistas”8. Melies entró en bancarrota en 1923 para terminar manejando una concesión de un negocio de juguetes en la estación de trenes. Otro caso lo constituye Douglas Trumbull, y al igual que Melies, también director (Naves misteriosas de 1971 y Brainstorm de 1983). Como creador de efectos visuales trabajó en 2001, una odisea en el espacio (Stanley Kubrick, 1968); Encuentros cercanos del tercer tipo (Steven Spileberg, 1977) y Blade Runner (Ridley Scott, 1982). Sus aportaciones tecnológicas son varias e importantes, junto con el control de movimiento por computadora usado por primera vez en Encuentros cercanos del tercer tipo, se cuentan los procesos ópticos conocidos como slit-camera y el Showscan. En el lado empresarial formó las compañías Future General Corporation, después llamada la Entertainment Effects Group (EEG,1977). El éxito de Trumbull terminó cuando varios problemas, como el costo asociado a su equipo, le hizo imposible seguir. Vendió su compañía (equipo e inventos incluidos) a Richard Edlund, otro especialista en efectos visuales. EEG fue renombrada por Edlund como Boss Film Studios, compañía que a su vez entró en problemas financieros por cuestiones técnicas y financieras. Deslumbrado por las imágenes logradas en Terminator II (James Cameron, 1991) y Parque Jurásico (Steven Spielberg, 1993), y presionado por la creciente competencia, Edlund se embarcó en la compra de equipo de cómputo que en cuestión de meses resultó obsoleto. En 1998 cerró su compañía formada por un equipo de 90 trabajadores y con costos de mantenimiento de computadoras de 1 millón de dólares al mes. El ejemplo más significativo, sin embargo, se dio en 1982, con la película Tron (Steven Lisberger, 1982). Por la forma en que se manejó el contrato, las compañías que proporcionaron las imágenes por computadora: MAGI, Digital Effects, Robert Abel and Associates e Information International Inc. (III) entraron en problemas financieros al resultar la película un fracaso en taquilla y en particular, III y MAGI cerraron sus puertas al haberse ocupado de la mayor parte del trabajo, realizado con supercomputadoras. Tan solo los ejemplos de Trumbull y Edlund muestran que durante un tiempo y hasta mediados de la década de 1990 la industria de efectos visuales en Hollywood se mantenía cerrada, confinada a límites geográficos más o menos fijos. Si una compañía era cerrada, sus miembros entraban a otra localizada dentro del estado de California. Ed Catmull, por ejemplo, empezó su carrera dentro de las gráficas por computadora en Nueva York, en una compañía llamada Applicon, después pasó al Instituto de Tecnología de Nueva York. Más tarde se pasó a III, la que abandonó para mudarse a California, donde fue contratado por el director y productor George Lucas (La guerra de las galaxias, 1977) para ocuparse de

II: Y el Oscar a los mejores efectos visuales es para... Xi Jinping, por Señorita Cometa, la película. Si el uso de las tecnologías antes descritas, especialmente los servicios relacionados con Internet, ha incidido en un cambio de la manera en que se pretende organizar y administrar todo el proceso de producción audiovisual en general y en particular el de una casa de efectos visuales digitales como ya se intentado describir anteriormente, no se puede dejar a un lado el hecho de que junto a esa situación se ha impulsado la globalización. El antiguo monopolio de los estudios de animación y efectos visuales ubicados en los EEUU, especialmente aquellos ubicados en Los Ángeles, California, ha sido desplazado en la última década por empresas en Canadá, Australia, China, Corea del Sur, India y, en algunos casos, México. Como resultado de esto, la acostumbrada inestabilidad de tal tipo de empresas se ha acentuado y en febrero pasado el malestar generalizado brotó de manera no tan sorpresiva, creándose un movimiento de los trabajadores de estas industrias creativas que algunos han llamado, no sin cierta ironía, la verdadera revolución digital. El momento del estallido lo constituyó lo sucedido en la pasada entrega del Oscar. Cuando los ganadores a la categoría de mejores efectos visuales por la película Una aventura extraordinaria (Ang Lee, 2012) encabezados por el supervisor Bill Westenhofer de la compañía Rhythm & Hues Studios, fueron interrumpidos en su discurso mientras hablaban de la crisis dentro del sector, la indignación dentro del medio originó un movimiento de protesta que se ha cristalizado en varias acciones, como reuniones, elaboración de manifiestos, páginas web y batallas en diversos medios de comunicación que ha mostrado el lado invisible de la industria cinematográfica en general y la de los efectos visuales en particular. Pero ¿Qué ha cambiado con respecto al pasado? Desde George Melies hasta hoy día, los personajes involucrados en esta industria que sirve al cine en general y en 14

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del mundo tiene que ser visto desde la perspectiva de que “el “Bollywood” indio produjo 1.091 largometrajes en 2006, mientras que la industria fílmica nigeriana, conocida como “Nollywood” realizó 872 películas en formato vídeo. Por su parte, Estados Unidos produjo 485 largometrajes. Detrás de estos tres pesos pesados vienen ocho países productores de más 100 películas, en el siguiente orden: Japón (417), China (330), Francia (203), Alemania (174), España (150), Italia (116), la República de Corea (110) y el Reino Unido (104).”9 Dentro del contexto de este trabajo el ejemplo de la industria Nigeriana o Nollywood muestra que no se requieren presupuestos enormes para consolidar una industria nacional. Basada principalmente en comedias y dramas, no ha necesitado de costosos efectos visuales para crear un público extenso en menos de quince años. Por otra parte, las cinematografías japonesa y sudcoreana han basado su éxito comercial internacional en películas de terror llenas de efectos, como la muy influyente El aro (Ringu, Hideo Nakata, Japón, 1998) o el florecimiento de la industria cinematográfica sudcoreana desde la última década del siglo XX y su relación con los efectos visuales:

la vicepresidencia de la división de gráficas por computadora de la compañía Lucasfilm ltd. En 1986 esa división fue comprada por Steve Jobs, se le llamó Pixar y Catmull se convirtió en el Director en jefe del área técnica. Veinte años después, ya siendo propiedad de Disney a Catmull se le encargó renovar los estudios de animación ubicados en Burbank. Ese universo cerrado se mantuvo más o menos dentro de sus límites durante mucho tiempo, y salvo algunas excepciones, como la del constructor italiano de animatronics Carlo Rambaldi (King Kong de 1976, Alien, el octavo pasajero de 1979, La posesión de 1981 y E.T. el extraterrestre de 1982) o los estudios británicos en Pinewood (usados para filmar La guerra de las galaxias, 1977 y Superman, la película, 1978) la industria de los efectos especiales y visuales se encontraba localizada en un área cercana a Los Ángeles o San Francisco, California con el ejemplo comercialmente más exitoso siendo las instalaciones de Industrial Light & Magic (ILM) de George Lucas. Ahora, lo que se ha destapado con el suceso del discurso interrumpido durante la entrega del Oscar es el conjunto de historias que rodean a la industria y que pueden ser vistas desde las perspectivas teóricas propuestas por Mauricio Lazzarato, Brain Holmes y David Harvey. Actualmente la industria cinematográfica mundial se ha reconfigurado, y el imperio de Hollywood sobre las salas cinematográficas

El crecimiento de la industria fílmica coreana, incluyendo la diversificación de los géneros cinematográficos y el éxito continuo de los éxitos de taquilla coreanos, se han converti-

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encastrado [sic], han sido sueños americanos, que no podían resistir – y de hecho no han tenido –frente a un poder más fuerte, el del capital, que despertó, en fin, el libre cambio. Ya lo sabemos: el liberalismo se desencastró [sic], y ahora es el mercado mundial que manda”11. Vista desde esa perspectiva, ese fin de los sueños americanos, cristalizados en la creación de una cultura dominante en el campo de la exhibición cinematográfica o en el predominio norteamericano sobre la tecnología, es mostrado en el video institucional del Consorcio para la Automatización del Diseño Electrónico (EDAC), donde la globalización implica que gente con rasgos asiáticos, europeos o de la India y del mundo árabe están implicados en la creación del hardware usado también a escala mundial. Esas razas muestran que compañías de todo el mundo forman parte de la EDAC. No solamente eso, en el campo de la tecnología y más específicamente en el de las gráficas por computadora el continente asiático se ha convertido en un referente al nivel de Europa o los EEUU, prueba de ello lo son, por ejemplo, la investigación de la compañía televisora japonesa NHK en cuanto a la fotografía integral aplicada a la televisión 3D (basada en los campos de luz), la compra de la compañía surcoreana Samsung de la japonesa Sharp o que la SIGGRAPH haya creado eventos como SIGGRAPH Asia, a desarrollarse en Hong Kong este año de 2013.

do en el fundamento de la industria de gráficas por computadora en Corea. A mediados y al final de la década de 1990, los efectos visuales por computadora eran usados solamente en películas de ciencia ficción y fantasía, como Gingko Bed (KANG Je-gyu, 1996), Soul Guardians (PARK Kwang-chun, 1998), y 2001 Yonggary (SHIM Hyung-rae, 1999). Ahora, su uso se ha expandido a todos los géneros, como el de comedia y el melodrama. La idea que tenía la industria cinematográfica coreana sobre esto ha cambiado a un nuevo entendimiento de que las imagénes generadas por computadora deben usarse cuando uan película necesite una imagen hecha con efectos visuales para su representación dramática, no importando a qué género pertenezca.10 No se puede establecer, sin embargo, una relación directa entre una industria fílmica nacional y una de efectos visuales. Lo importante es que el desarrollo de la industria de las gráficas por computadora (programas y equipo) se ha expandido mudialmente, y ya sea con apoyos gubernamentales o esfuerzos privados, paises como la India, China, el Reino Unido o Australia han logrado llamar la atención de Hollywood en el campo de los efectos visuales. En ese sentido las reacciones de los trabajadores en California, en parte, pueden explicarse por lo que Holmes ha dicho, esto es, “ Me parece que todas las variantes del fordismo keynesiano o sea, del liberalismo

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Disney (George Lucas) o ser una compañía importante y entrar en bancarrota (Digital Domain), cerrar sucursales en China y dejar de trabajar en largometrajes (Pixomondo), despedir trabajadores (Tippet Studios) o ser comprada por una compañía, Prana Studios, con filiales en la India (Rhythm & Hues). Lo más probable es que se trate de un estudiante de artes visuales o diseño gráfico que trabaja por destajo en compañias creadas sólo para hacer los efectos de una sola película, y que después venden incluso el equipo. El abanico es muy amplio. Antes del 2013 esta diversidad se podía encontrar en todos lados. Desde su posición de leyenda dentro del cine Douglas Trumbull afirmaba:

Esa globalización forma parte de las quejas que los integrantes del movimiento por los derechos de los creadores de efectos visuales, que sin embargo, no son los únicos en estar sufriendo por una crisis en el sector tecnológico en general, grandes emporios en Japón también están en un torbellino: Los gigantes de la electrónica en Japón han sufrido miríadas de problemas incluyendo un yen fuerte, una débil demanda en los principales mercados de exportación, una feroz competencia especialmente en sus divisiones de TV y errores estratégicos que arruinaros sus finanzas. Sharp -que el año pasado advertía ya sobre su propia supervivencia y convertía sus oficinas principales de Osaka como secundarias para evitar problemas con los bancos- ha sido vencida por sus rivales más competentes en cuanto a costos en el área de las pantallas de cristal líquido. Su rival Sony, mientras tanto, está vendiendo sus oficinas centrales en Manhattan y un rascacielos en Tokyo para obtener fondos, a su vez Panasonic sufre una restructuración similar después de perder $6.77 mil millones de dólares en nueve meses.12

Pienso que la industria de los efectos visuales ha sido abusada, cuando en realidad es el epicentro de la fuerza de Hollywood. Justo ahora, los grandes estudios ponen a luchar a las compañías de efectos visuales entre sí en las guerras por ganar proyectos. Las compañías de gráficas por computadora proporcionan la infraestructura de las películas, creando personajes, extensiones de escenografía, vestuarios, utilería, pero no participan de las ganacias. En vez de eso, en las guerras de licitaciones, pelean una contra la otra con el riesgo de cerrar sus puertas. No creo que esa pauperización colectiva sea la respuesta, más bien los escritores, productores y los directores puedan surgir de las filas de la industria de los efectos visuales, tomar el control del proceso y tener una porción del resultado final. No todos pueden ser un productor, un escritor o un director, pero más y más artistas de efectos visuales emergerán que puedan pasar de ser un artista a un cineasta.15

Regresando a Hollywood, no dejó de ser irónico que la compañía ganadora este año a los mejores efectos visuales estuviera en bancarrota, una situación compartida por otras empresas, a pocos años de haberse creado la Visual Effects Society (VES) integrada por profesionistas del área del cine, del diseño, de la ciencias y de la tecnología. Si en la década de 1990 a nadie pareció importarle que Los Simpson, inicialmente animada por la compañía norteamericana Klasky Csupo, fuese a parar a las manos de animadores ubicados en Corea del Sur para abaratar costos, ahora, cuando la competencia internacional se lleva proyectos importantes de manera más notoria y continuada, lo que siempre ha caracterizado a las condiciones laborales de parte de los trabajadores de esta industria creativa sale a la luz. Personificación misma de la personalidad flexible, “con sus contrataciones laborales precarias, su producción ‘justo a tiempo’, sus mercancías informacionales y su dependencia absoluta de las divisas virtuales que circulan en la esfera financiera “13 los integrantes de las empresas dedicadas a los efectos visuales, que se dedican no sólo a producir imágenes, sino también programas de cómputo, han despertado de un largo letargo. Aquí es importante, sin embargo, hacer una distinción, como afirma Lazzarato:

Parte de ese amplio espectro de experiencias se puede encontrar en España. En el caso de la compañía Dygra films, creadora de la primera película animada en 3D en iberoamérica, El bosque animado (Ángel de la Cruz y Manolo Gómez, 2001), que cerró sus puertas en 2012, sus finanzas parecen no haber estado bien nunca, según reporta un cibernauta llamado diaquellueve: Ante la proximidad del Ciclo de Conferencias Internacional denominado Mundos Digitales que se celebrará en La Coruña y sus sesiones de reclutamiento, me gustaría advertir sobre la situación laboral de los empleados y funcionamiento de la “empresa” DYGRA FILMS. - Dygra Films lleva más de 7 MESES SIN PAGAR a sus empleados (alrededor de 70) acumulando una deuda constante con ellos y las empresas a las que subcontrata. Esta cifra supera varios millones de en la actualidad; y creciendo>>>

[...] las desigualdades son también internas a los llamados empleos creativos[...] Ninguna de las profesiones que citan como portadoras de la crítica artista es una entidad homogénea, sino un conjunto de situaciones fuertemente diferenciadas en su interior, por estatuto, salario, cobertura social, carga de trabajo, empleo. Trabajando en la misma profesión se puede ser rico y con garantías o pobre y en una situación de extrema precariedad. Entre estos dos extremos hay una gradación y una modulación casi infinita de situaciones y de estatutos.14

- Esta situación no se debe a “la crisis” económica actual. Hace 2 años, los trabajadores estuvieron 3 meses sin cobrar; los retrasos en el cobro de sus nóminas es habitual; cobrar tarde también ha sido algo habitual durante los últimos años con los consiguientes problemas para la economía de sus trabajadores y relaciones con los bancos.

Las diferencias también, por la globalización, responden a las condiciones laborales existentes en cada país. Tal vez uno pueda ser dueño de una empresa como ILM y vendérsela a

- La mitad de la plantilla (35 personas) está afectada por un ERE temporal que terminará en 15 dias. Al término del Expediente de Regulación de Empleo, están obligados a rein18

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corporarse a su puesto de trabajo. Obviamente, sin cobrar como hasta ahora. - El dueño de Dygra Films, Manuel Gómez, ha sido denunciado en numerosas ocasiones por sus ex-empleados, ex-directivos y actuales empleados. Tiene múltiples juicios abiertos por conflictos laborales de esta y otras empresas que poseía (todas cerradas en la actualidad excepto Dygfra Films>>> por ahora). Espero que esta información les sea de utilidad. A mí me hubiera gustado saber todo esto ántes de relacionarme con en esta “empresa”. 16 Las reacciones que se pueden encontrar en páginas como VXFSoldier, Occupy VXF (cuyo lema es: los profesionales de los efectos visuales antes que las ganancias) y otras más tienden a establecer formas para salvar los puestos de trabajo. La batalla emprendida es por una parte visual. Tomando como base el color verde, que sirve para la perforación de imágenes en los programas de composición y retoque digital, se ha creado un sitio llamado BeforeVFX, que muestra imágenes de películas antes de la intervención de los especialistas. También las cuentas de Facebook y Twitter se han llenado de personas que cambian su fotografía por un cuadro verde como muestra de apoyo o se toman fotografías enfrente de salas de cine usando camisetas con cuadros verdes. La otra batalla está centrada en algunas acciones colectivas como llevar cabo juntas transmitidas en varias partes a través de internet, mítines y difusión en los medios. Todavía no hay consenso sobre cuál es la vía más certera y adecuada pero dentro del panorama se han planteado varias posibilades, entre ellas, i) La creación de un sindicato. ii) Pedir al gobernador de California que impulse la creación de más subsidios para que las compañías productoras no emigren a Canadá, India, Australia o al Reino Unido. iii) Nuevos tipos de contratos, que permitan compartir las regalías de las películas iv) Crear una asociación comercial con el mismo objetivo que (iii) Sin darse cuenta, la transición hacia lo digital quitó a los especialistas en efectos visuales su protección sindical: “Hace veinte años cuando los efectos especiales involucraban miniaturas, modelos y máscaras, los trabajadores eran representados por el gremio de utileros, el gremio de cinefotógrafos u otros sindicatos, de acuerdo a veteranos de la industria como Squires. Cuando tuvo lugar la trancisión digital en la década de 1990, estos trabajadores se encontraron a sí mismos sin un sindicato que cubriera sus nuevas habilidades en el manejo de la computadora”17. El ambiente es un tanto complejo y confuso. Por una parte existen personas en desacuerdo con que la página OccupyVXF use la palabra Ocuppy (en referencia a los movimientos antiglobalización de la década pasada), a lo que el creedor de ese sitio web replica: “Retomamos el nombre de Ocuppy porque compartimos los mismos objetivos del movimiento Global Occupy, así como otros movimientos populares que representan al 99% de los trabajadores alrededor del mundo”18. En VXFSoldier los reclamos de gente de Vancuver, Canadá no se han hecho esperar en cuanto a las medidas proteccionistas que piden los trabajadores norteamericanos, lo que incluye un llamado a Obama para regresar los trabajos a EEUU: “En

combinación con el hecho de que los EEUU es bien conocido (bueno... por lo menos para las personas que ponen atención a estas cosas) por la extrema hipocresía cuando se trata de proteccionismo, suena como si el objetivo fuera eliminar a los estudios de efectos visuales alrededor del mundo y regresar todo el trabajo a California (o a los EEUU). Espero que esto no sea así...”19. Lo que sí es comun a las paginas en general es un llamado a controlar la ansiedad relativa a si la creación de un sindicato no propiciaría que los estudios de Hollywood se apresten a formar listas negras o si se apresurarán a llevar el trabajo fuera de los EEUU, antes las obligaciones que involucraría entablar contratos con personas sindicalizadas. Mostrando los beneficios de crear un sindicato, como seguros de vida y de gastos médicos a menores costos, ventajas en el pago de impuestos, bancos de horas “para ayudarle a mantener el seguro cuando no se trabaja o cuando se trabaja en instalaciones sin sindicato”20, y planes de pago de pensión para el retiro. Tal vez el mejor sitio para poder concretar algo sea el de la Alianza Internacional de los Empleados del Ramo Escénico (IATSE), en donde se afirma que: Muchas de las películas, programas de televisión, comerciales, entregas de premios y programas transmitidos en la web producidos en los EEUU son hechos por personas pertenecientes a sindicatos. Nunca antes el porcentaje ha sido tan alto. En estas producciones, todos los participantes trabajando detrás de bambalinas son miembros de gremios o sindicatos locales, organizados de acuerdo a su rama particular. Ya sean empleados de tiempo completo o por cuenta propia, los trabajadores del entretenimento tienen un sindicato que los representa. Hay una excepción notoria, un grupo de hábiles técnicos sin los beneficios logrados por aquellos que cuentan con un sindicato: los equipos encargados de los efectos visuales. 21 20

Aunque ya existían antecedentes sobre las condiciones de trabajo de los encargados de efectos visuales, como las discusiones acerca los derechos de autor sobre las imágenes producidas a mediados de la década de 1990 y a principios de la década del 2000, cuando hubo un intento por formar un sindicato en Sony Pictures Imageworks, fue sólo a partir del 2012 cuando sobre el horizonte se vislumbró la posibilidad de crear un frente común para tener una tajada más jugosa de los ingresos generados por Hollywood. El núcleo de la discusión es de carácter económico, nadie quiere matar a la gallina de los huevos de oro y mientras se reclama que los trabajadores sean vistos como artistas más que como técnicos, nunca se cuestiona la preponderancia de los estrenos de verano e invierno norteamericanos (ya que es eso en lo que se traduce entregar justo a tiempo los efectos visuales de un filme) sobre las industrias locales de producción de cine. Enfrentados a una industria que se une para encontrar un mecanismo que agilize todo el proceso de producción en donde se mezcla la metáfora de una fábrica de medios y “la nueva estrategia [que] funciona mediante el agenciamiento de pequeñas unidades de producción independientes empleando equipos de trabajo cualificado con kits de herramientas multiuso, y [que] depende además de formas relativamente espontánea de cooperación entre tales equipos, con el fin de poder satisfacer a bajo costo y gran velocidad las exigencias rápidamente cambiantes del mercado”22 aglutinados a través de los metadatos, y todavía confundidos ante la posibilidad de crear un sindicato, los trabajadores dedicados a la creación de los efectos visuales en Hollywood tiemblan ante la posibilidad de que en el futuro las ternas para mejores efectos visuales estén repletas de nombres de personas nacidas en China, Corea del Sur, India y con suerte, alguien de los EEUU. Un futuro el cual, de alguna manera, es un espejo de un mundo que “será multipolar y menos centrado... Por

encima de todo, <<proseguirá el tránsito sin precedentes ya iniciado de Occidente a Oriente en cuanto a riqueza relativa y poder económico>>”23. Esto, junto a una “implosión en Hollywood”, lo que el cineasta Steven Spielberg define como un reacomodo en los precios de los boletos así como del acceso y permanencia de las películas para su exhibición en las salas de cine, lo que aumentaría la posibilidad del fracaso de costosas películas llenas de efectos visuales. III: Esos efectos si se ven, la situación en México. Atado a lo acontecido en los EEUU, el medio mexicano dedicado a los efectos visuales es también inestable. Con una industria cinematográfica débil, las empresas sobreviven gracias a su trabajo en la publicidad. Para poder sobresalir en esta industria creativa, parece ser regla que se debe migrar al país del norte. Enrique Navarrete (animador en Dreamworks para Hormiguitaz, Shrek 2 y Madagascar y dueño de la empresa Los hijos de su madre) o directores de películas llenas de efectos visuales digitales como Guillermo del Toro (Mimic, Blade, cazador de vampiros, Hell Boy, El laberinto del fauno, Titanes del Pacífico) o Alfonso Cuarón (Harry Potter y el prisionero de Azcabán, Hijos de Hombre, Gravity) son ejemplos de cierto renombre en el campo cinematográfico. En lo que toca a lo realizado en México, mientras surgen festivales dedicados total o parcialmente a los efectos visuales (Cromafest, TagDF, Campus Party o Aldea Digital) la cuestión económica siempre sale a relucir. Precisamente en el Cromafest de año pasado, un festival apoyado por la Secretaría de Economía dedicado a crear empresas creativas para videojuegos y efectos visuales, el público asistente reclamaba al personal de la empresa de animación Anima Estudios (Magos y Gigantes, Don Gato y su pandilla, la película) el porqué no hacían películas en 3D al nivel de las hechas por Pixar Studios. La respuesta fue directa 21


y simple: Por que es muy caro. Efectuvamente, ese estudio de animación liga estética y economía, al usar en su mayor parte programas de animación en 2D en vez de 3D, permitiénole abaratar costos y producir animaciones que si salen al mercado, lo cual no es el caso de otros proyectos como Voodoo Bayou (Javier Gutiérrez, 2007) de la compañía Ciber Films Entertainment que quiso ser un largometraje y terminó siendo un corto. Ana, de Carlos Carrera es otro proyecto que aun no es terminado y se encuentra en medio de polémicas sobre la legalidad, la comercialización y la calidad de su producción. Presentados también en febrero del año pasado en Cromafest, Charlie Uturriaga y su empresa Ollin Studio, eran el ideal de la casa postproductora exitosa subcontratada trabajando con Hollywood en películas como Tron, el legado o en la franquicia de Piratas del Caribe. Pero en mayo de 2012 Ollin paró sus actividades:

en un mercado mundial donde, por el momento, lo que más importa parece ser el precio, los nuevos están arrasando.24

nication Dissertations. Paper 13. Tesis de doctorado. College of Arts and Sciences. Georgia State University. 2007. p.181 [11] Holmes, Brian. Sueños americanos: El fordismo keynesiano como compromiso social global. Archivo en pdf proporcionado por el autor sobre su presentación en el seminario Tres crisis.

Si la Secretaría de Economía piensa que las casas postproductoras, como parte de las industrias creativas, son PYMES, debe pensar seriamente en el ambiente actual dentro y fuera de México. En estos días el Consejo empresarial tiene una campaña llamada Pepe y Toño, en donde se puede ver una habitación sin ventanas en medio de una plaza. Una voz nos invita a abrir una puerta, como un símil para abrir un empresa y “cumplir sus sueños”. En el caso de una “fábrica de efectos visuales” yo pegaría un letrero en la entrada que dijera, como en los vagones del metro de la ciudad de México, “Antes de entrar deje salir”.

La decisión, que pudiera parecer drástica pero que no lo es, fue tomada durante la pasada exposición de NABA en Las Vegas: ahí, los directivos de Ollín Studio pudieron percatarse de que los días de las grandes postproductoras, esas que invertían millones de dólares en equipos de tecnología y que así cobraban, están contados y más temprano que tarde habrán de desaparecer. Los equipos de postproducción se han ido simplificando cada vez más y más: ahora son más accesibles, fáciles de manejar y más económicos. Lo que antes costaba dos millones de dólares ahora cuesta solo la décima parte… y los precios siguen bajando mientras que la calidad, si no es constante, incluso hasta ha mejorado. Ello ha provocado que infinidad de operadores, que por la naturaleza misma de su trabajo siempre están a la vanguardia, hayan abierto ya sus propias empresas de postproducción donde ofrecen “lo mismo, pero más barato”. Y

[12] Suzuki, Miwa. Sharp announces $111 mn tie-up with Samsung. Marzo 6, 2013. http://phys.org/news/2013-03-sharp-mn-tie-up-samsung.html#jCp [13] Holmes, Brian. La personalidad flexible, por una nueva crítica cultural. Instituto europeo para políticas culturales progresivas. Enero del 2002. http://transform.eipcp.net/transversal/1106/holmes/es [14] Lazzarato, Maurizio . Las desdichas de la “crítica artista” y del empleo cultural. http://eipcp.net/transversal/0207/lazzarato/es [15] Trumbull, Douglas. Douglas Trumbull: A Writer-Producer-Director-Engineer-Inventor Looks Forward. Douglas Trumbull Issue. Creative Cow Magazine. November/ December 2011. p.18 [16] diaquellueve (alias). Dygra Films no paga a 70 personas desde hace 7 meses. Foro de discusión del sitio Foro3d. 28-junio-2009.

Referencias

http://www.foro3d.com/f40/general-dygra-films-no-paga-a-70-personas-desdehace-7- meses-77495.html

[1] About the AMWA. Página web de la Advanced Media Workflow Association. http://www.amwa.tv/index.shtml

[17] Lang, Brent,. After Rhythm & Hues, Visual-Effects Community Asks: What Now? The wrap, covering Holywood. Marzo 13, 2013. http://www.thewrap.com/ movies/article/after-rhythm-hues-visual-effects-community-askswhat-now-81126

[2] The user´s guide to metadata. Snell & Wilcox. p.10 Archivo pdf obtenido del sitio www.snellwilcox.com

[18] Anonvxf (alias). Trolled on Reddit. OccupyVXF. Junio 20, 2013. http://www. occupyvfx.org/?p=258.

[3] Holmes, Brian. Finanazas, producción y control el mundo del informacionalismo neoliberal. Archivo pdf de la presentación dada por Holmes durante el seminario Tres crisis. 2013.

[19] edwardh (alias). End VFX Subsidies. VXF Soldier. Diciembre. 2012. http://vfxsoldier.wordpress.com/end-vfx-subsidies/ [20] VXF Soldier (alias). What A Union Does For You. VXF Soldier. Octubre 31, 2010.http://vfxsoldier.wordpress.com/2010/10/31/what-a-union-does-foryou/

[4] Ibid. [5] Gilmer, Brad. Tying it All Together A watershed moment in the Media Industry. Gilmer & Associates, Inc. p.3. Archivo pdf obtenido de http://www.amwa.tv/downloads/whitepapers/Tying_it_Together- Gilmer.pdf.

[21] Did you know that organized entertainment industry workers enjoy better benefits and working conditions?. VXF IATSE. http://vfx.iatse-intl.org/.

[6] Ibid. p. 5.

[22] Holmes, Brian. La personalidad flexible, por una nueva crítica cultural. Instituto europeo para

[7] Lazzarato, Maurizio. Las desdichas de la “crítica artista” y del empleo cultural. Instituto europeo para políticas culturales progresivas. Enero del 2007. http:// eipcp.net/transversal/0207/lazzarato/es

políticas culturales progresivas. Enero del 2002. http://transform.eipcp.net/ transversal/1106/holmes/es

[8] Netzley, Patricia D. Encyclopedia of Movie Special Effects. Oryx Press. 2000. p.147.

[23] Harvey, David. El enigma del capital y las crisis del capitalismo. Akal. Madrid. 2012. p.36.

[9] UNESCO. “Nollywood” rivaliza con “Bollywood”. Servicio de prensa. 5-mayo2009.http://www.unesco.org/new/es/media-services/singleview/news/nollywood_rivals_bollywood_in_filmvideo_production/browse/5/back/18276/

[24] s/a. Noticia de última hora: Ollín Studio da por terminadas sus operaciones y cierra para siempre. El Publicista. La revista mexicana de la industria de la persuasión. Mayo 17, 2012.

[10] Ryu, Jae Hyung. Reality & Effect: A Cultural History of Visual Effects. Commu-

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La identidad no es una ni inamovible. Es un crisol y como lo menciona Amin Maalouf se reafirma al entender la diferencia. Identidad es un concepto que crece paralelo al de diferencia. Y en este sentido, surgen dos conceptos que se erigen imprescindibles en torno al tema de la identidad: otredad y alteridad. Esteban Krotz en su libro La otredad cultural entre utopía y ciencia hace un recuento de las etapas por las que ha pasado la antropología en su relación con el otro como “objeto de estudio”. Estas etapas permiten ver cómo se producen los distintos encuentros entre grupos humanos y el lugar que se le va dando al otro. En los primeros acercamientos; después de responder a la pregunta inicial: si los otros son o no humanos1, se distinguen las características físicas y culturales de los otros. El autor aborda la época del colonialismo europeo, cuando durante los viajes de misioneros, exploradores, viajeros se dan a conocer crónicas, artículos y narraciones acerca de otros seres humanos y de otras formas de vida2, calificadas en ese entonces como “salvajes” “primitivas” y “exóticas”. De acuerdo con Krotz, esta etapa es simplemente de constatación de las diferencias, planteado así que la diferencia es un primer nivel de acercamiento al otro. Con el tiempo, “lo exótico” ha dejado de ser el único “objeto de estudio” de la antropología para dar paso al estudio de los otros cercanos y lejanos, y a la discusión acerca de la calidad de otros como “objetos de estudio” para considerarlos “sujetos de estudio”, esta es la otredad. Para la filosofía y el psicoanálisis existe una distinción entre los conceptos de otredad y alteridad. La alteridad se refiere a las naturalezas inaprensible e incognoscible del sujeto; asumiendo que no es posible conocer al otro en su totalidad. En la alteridad existen dos roles: observador y observado, quienes a su vez juegan ambos papeles. Nosotros somos a la vez los otros para ellos, y ellos son los otros para nosotros, esto es lo que Marc Augé llama “la doble acepción del sentido de los otros”: “En una segunda acepción (que ya no hace de los “otros” el objeto sino el sujeto de sentido) el sentido de los otros nos confronta con la evidencia del sentido que elaboran los otros, individuos o colectividades [de nosotros].”3 De esta manera, se puede decir que, desde la perspectiva del observador, un sujeto (o grupo de sujetos) se enfrenta al otro, primero a partir de la diferencia (primer nivel), así define quién es quién; después viene la “experiencia de la

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extrañeza”, entonces se experimenta la otredad (segundo nivel) y, después, al tomar conciencia de lo inaprensible se conoce la alteridad.

de la cultura a la que pertenece el observador”11, funcionan de manera particular para cada otro, no necesariamente se utilizan para todos los encuentros, pero pueden servir de parámetro para agrupar a distintos sujetos con características similares: “Puede haber alteridad, relación, sentido entre individuos que pertenecen a colectividades diferentes, hasta el momento en que la distancia entre dichas colectividades o universos de referencia se engrandezca tanto que absorba las diferencias individuales, que dejan de existir o que ya no aparecen simbolizadas más que con dificultad.”12 Una de las formas de aprehender al otro es a través del establecimiento de estereotipos. Cuando no se pueden caracterizar las diferencias individuales, se le da un atributo a la colectividad, que no necesariamente es verdadero pero el cual permite nombrarla. Esto se puede ejemplificar con el decir popular de la Ciudad de México: los regiomontanos son tacaños o las mujeres de Jalisco son hermosas. La diferencia podría definirse como la caracterización por medio de la cual se distinguen entre sí los seres humanos, debido a que tienen una naturaleza o constitución común. Este es un primer paso en la construcción de la otredad. Una parte esencial del enfrentamiento con los otros es la identidad, que determina y es determinada por estos encuentros. “La pareja identidad/ alteridad remite, por una parte, a una doble oposición entre individuo y colectividad y, por otro lado al sí mismo y al otro”13 (Marc Augé). La identidad se reafirma, en la esfera de lo individual, en el contacto con otros cercanos; a nivel colectivo la reafirmación sucede en el contacto con otras colectividades: “Si bien es cierto que todas las comunidades del mundo trabajan, comen, visten, hablan, descansan, se recrean, se asean, producen arte, etc. no todas las comunidades realizan estas actividades de manera igual; y es precisamente en ese cómo realizan sus prácticas cotidianas, que un grupo social busca la originalidad y distinción que lo diferencie de los demás”14

Primer paso: Diferencia Probablemente el concepto de diferencia pueda considerarse como el más superficial de los tres niveles de acercamiento en la relación con el otro (diferencia, otredad, alteridad). Ya he mencionado que cuando un sujeto (o un conjunto de sujetos) se enfrenta a otro, la primera herramienta que utiliza para distinguirlo de sí mismo es determinar los atributos peculiares de ese ser; es decir caracterizarlo. Los atributos de los que el sujeto puede dar cuenta, en este nivel, son aquellos que son comparables a los propios, aquéllos que los identifican como seres humanos. Krotz explica que esta relación se da con los seres que son tan similares a nuestro propio ser que “todas las diferencias visibles pueden ser comparadas con lo acostumbrado”4, esto significa, que el concepto de diferencia se presenta en el enfrentamiento con otro ser humano. Para este autor, la diferencia es la comprobación de que cada ser humano, en comparación con otro, es un individuo único. En este primer momento se reafirman y se constatan “las diferencias temporales o inalterables de naturaleza física, psíquica y social.”5 Todos los individuos tienen una o más particularidades que los distinguen de los otros, unas son más obvias y más accesibles a los ojos del observador, y al enunciarlas se vuelve evidente la diferencia con el otro de una manera, por así decirlo, superficial. Esta superficialidad radica en que esta “simple constatación” no le da al otro sujeto calidad de otro6, sino de yo7 pero con características físicas, psíquicas y sociales distintas: es aquel que no pertenece a mi grupo. La diferencia caracteriza al sujeto y lo define como parte o como ajeno a un grupo. Xabier Etxeberría se refiere a esta definición como el modo más público y explícito de resaltar la diferencia: “El modo más público y explícito a través del cual los seres humanos han resaltado la diferencia (sin que con ello queramos minimizar […] los dos grandes factores de diferencia, el género, y la clase-casta), es el de la distinción entre nosotros –o grupo de pertenencia– y ellos –o grupo de no pertenencia–.”8 Pero, qué pasa una vez que se construye al diferente, y se le caracteriza y define como no perteneciente a “mi grupo”. Los seres humanos de forma individual o grupal experimentan, a lo largo de su historia, de manera directa o indirecta9 una infinidad de encuentros con diversos otros. En cada uno de estos encuentros, se toman en cuenta elementos específicos que definen la relación: “La diferencia cultural no constituye en si misma un orden de procesos de carácter general o exclusivo y deberemos buscar siempre en situaciones concretas, específicas en tiempo, espacio y modalidad, las determinantes de cada relación.” (José del Val)10 Las características empleadas siempre parten de la cultura propia “[…] esta constatación [de las diferencias] depende

Segundo paso: otredad En la actualidad el concepto de otredad se discute dentro de la antropología, por autores como Clifford Geertz, Marc Augé y Esteban Krotz, a partir de la necesidad de volver a situar al “objeto de estudio”. Esta discusión propone una nueva mirada del observado (otro), la cual lo sitúa como sujeto, se entiende así que el antropólogo es a su vez un otro para el otro. Plantean que estos otros no son únicamente los lejanos (tradicionalmente “objeto de estudio” de la antropología), sino también aquellos que están dentro de la cultura propia (los otros cercanos). “Dentro de una misma raza, de un mismo linaje, de un grupo de edad, de una misma nación…, hay alteridad, relación, sentido.”15 El concepto de otredad es el segundo nivel de acercamiento en la relación con el otro; una vez que un sujeto o conjunto de sujetos, ha caracterizado a otro (diferencia), tiene la posibilidad de cuestionar su propia cultura a partir de los 26

elementos que reconoció en éste. Es decir las características no sólo se enuncian sino se conjugan para ser vistas como la representación de toda una cultura16. Uno de los atributos del sujeto que experimenta a otro como el otro que es experimentado es que son portadores de sus respectivas culturas. Sobre el sujeto que observa, Esteban Krotz explica que la constatación de diferencias está influenciada por la cultura propia.17 Así como el otro (sujeto observado) es un representante, a los ojos del observador, de sus elementos culturales: “Una persona reconocida como el otro [...] no es considerada como tal en relación con sus particularidades individuales y menos aún de las `naturales, sino como un miembro de una comunidad como portador de una cultura como heredero de una tradición como representante de una colectividad, como punto nodal de una estructura permanente de comunicación, como iniciado en un universo simbólico, como participante de una forma de vida distinta de otras, como resultado y creador de un proceso histórico específico, único e irrepetible.”18 En este segundo nivel de acercamiento al otro, el cuestionamiento implica reconocer que las características observadas producen, al igual que en la cultura propia, una forma particular de ver, ordenar y entender el mundo: una cultura; es la experiencia de la extrañeza a la que se refiere Esteban Krotz, “[...] la experiencia de la extrañeza no es posible sin la seguridad previa representada por la tierra natal y que viene a nuestra memoria precisamente cuando estamos en tierras desconocidas”.19 Esta “experiencia de la extrañeza” no sólo se presenta cuando el observador se aleja de su grupo, sino en cualquier experiencia con el otro en la que se cuestione la cultura propia. Este cuestionamiento es la vuelta al sí que significa observar al otro: caracterizarlo, tomar ciertos elementos y leerlos desde la cultura propia, para después reflexionar acerca de ambas. Marc Augé lo explica en El sentido de los otros, al hablar de lo que él llama la etnología invertida “[…] lo que he dado en llamar etnología ‘invertida’ se acerca mucho más a una especie de vuelta sobre sí mismo, que se enriquecería con la experiencia del otro, que a una vuelta a las preguntas que les hemos hecho a los otros, cuyo sentido y alcance quizá podamos medir mejor desde el momento en que nos las hagamos a nosotros mismos.”20 A partir de que se tiene una experiencia en la que ya no sólo se ven las características, sino el conjunto de éstas como elementos pertenecientes a un todo cultural, se enriquecen, por medio de la confrontación, el cuestionamiento y la reflexión acerca de la propia cultura. Este nivel implica reconocimiento del otro sujeto como otro, no es un yo con características distintas, ya no se reduce a un objeto, es un sujeto contextualizado, con el cual se puede entablar un diálogo, puede haber interrelación.21 En este sentido, la otredad podría explicarse como la reunión de características (enunciadas en el nivel de diferencia) dentro de un contexto histórico y cultural, originada a partir de la experiencia de la extrañeza. De aquí se desprende el 27


inaprensible, un otro con alteridad. Para Levinas, “El otro en cuanto otro no es solamente un alter ego: que yo no soy. Y no lo es por su carácter, por su fisonomía o su psicología, sino en razón de su alteridad misma”27

concepto de otro –herencia del psicoanálisis y discutido hasta la saciedad por la antropología y diseccionado por el arte y la literatura. El otro –que puede ser un individuo o su conjunto– es definido desde el psicoanálisis lacanianano como un significante para otro significante, es decir, como un Otro22 que le da el lugar a otro al inscribirlo en una cultura. El ejemplo por antonomasia es el vínculo entre la madre y el hijo –primer vínculo humano– en donde a ella se le otorga el lugar del primer Otro, que nombra y da un lugar en el mundo: todo sujeto para poder constituirse como tal necesita ser nombrado por Otro. Desde la antropología, Marc Augé pregunta “¿quién es el otro?”. Se podría decir que ese otro está en todas partes: dentro y fuera de la propia cultura. “El otro más lejano no es, pues, tan diferente en tanto que objeto de estudio de los otros más próximos, nuestros predecesores en la misma tierra o nuestros contemporáneos de aquí y de otras partes”23 Es decir: todos somos otros Para cada sujeto o conjunto de sujetos, todos aquellos (sujetos dentro de su cultura o de una distinta, cercanos o lejanos) con los que tiene contacto son otro a la vez que él es para ellos, otro. Por lo tanto la otredad es dialéctica. En palabras del autor de El sentido de los otros: “El secreto de los otros, si es que existe, residiría más bien en la idea que ellos mismos se hacen del otro (o que no se hacen, o que se hacen con dificultad), porque aún constituye el medio más simple de pensar en lo mismo y lo idéntico.”24

Y luego… Entender al otro, acercarse al otro, expresarse en el otro, no sólo establece puentes sino que define la identidad propia y la del otro para crear un tercer estado en el que ambas identidades pueden verse. Esta complicidad existe aunque sea de manera involuntaria y con posturas que pueden ser positivas o negativas. Diferencia, otredad y alteridad son tres conceptos que están presentes en nuestro quehacer cotidiano. Podemos concluir que el concepto de alteridad sirve de herramienta para entender el proceso de acercamiento al otro. Mientras que la diferencia y la otredad ayudan a conocer el qué dicen y el qué piensan. Repito, estos tres conceptos arraigados en el concepto de identidad, marcan una ruta para entender lo imaginario, ese espacio inasible lleno de imágenes en el que construimos –a partir de un referente, que se experimenta directa o indirectamente– al otro. Este acercamiento es clave, desde mi punto de vista, en la creación literaria y artística, la cual es un medio para explorar, estudiar, analizar, criticar y expresar la identidad. Problematización que ha sido motor en la creación. Ulises Carrión creció con preceptos (aunque fueran externos de una identidad entendida como una marca indeleble de lo propio, derivado de un territorio geográfico común y de ciertos rasgos compartidos (pasado indígena, conflicto colonial, mestizaje, etc.), desde esa perspectiva se construyó a sí y al otro; sin embargo, durante su adolescencia empieza a gestarse en el mundo otras teorías y posturas que son las que finalmente permean su trabajo artístico y literario. Las mismas que hicieron posible que pudiera crear un trabajo multidisciplinario. El conflicto entre lo propio y lo ajeno aparece en un obra, por eso deambula entre lo visual y lo escrito. La idea de identidad como sustancia fija, inmóvil, permanente, anclada lejos del presente impedía la posibilidad de un cambio y de asumir el carácter fluido de la realidad, planteando una disyuntiva elegir entre lo local y lo global, por ello quizá Ulises Carrión busca no sólo experimentar en otros géneros, sino que se va de México, quizá cargando una culpa. Durante los setenta (la etapa más productiva e intelectual de Carrión) la identidad se entendió en Latinoamérica como una síntesis resultante de acontecimientos encontrados que se estabilizan de un modo determinado, síntesis concretas de situaciones más o menos estables; la identidad adquirió así, un carácter movible y en constante transformación: esa identidad es la que está presente en el trabajo de Carrión, por eso me interesa su obra y, sobre todo, estudiar cómo en su obra están presente siempre estos tres conceptos jugueteando, negándose y proponiendo, quien me parece, además, que ya vivía y asumía la llamada glocalización,

Tercer paso: alteridad La postura de Emmanuel Levitas es importante para definir la alteridad como un concepto distinto al de otredad. La alteridad podría plantearse que es la parte del sujeto incognoscible e inaprensible para el otro. El sujeto, en el acercamiento con el otro, llega a la alteridad cuando toma conciencia de que no puede conocerlo en su totalidad. Emmanuel Levinas compara esta cualidad “incognoscible” de la alteridad con la muerte; concepto conocido por todos pero no experimentado. Nunca se experimenta completamente al otro, ya que como este autor apunta: la alteridad es una diferencia radica,25, de lo cual puede decirse que la alteridad es una relación con el otro inseparable, aunque no seamos capaces de reconocerlo: “Esta situación en la que al sujeto le sucede un acontecimiento que no asume, que ya nada puede sobre él, es la relación con los demás, el cara a cara con los otros, el encuentro con un rostro en el que el otro se da y al mismo tiempo se oculta. Lo otro ‘asumido’ son los demás”26 La alteridad es inherente a los otros – “nosotros” son otros para “ellos”– y les confiere calidad de sujetos contextualizados e independientes al propio ser. Ya no se trata solamente de un “yo” con características distintas (diferencia) ni un sujeto representante de su cultura (otredad), sino otro-sí-mismo, otro incognoscible e 28

esa que integra la homogenización y fragmentación simultáneas, y que además también se ha convertido en un modo en que las corporaciones transnacionales adaptan sus productos globales a los mercados, locales, localizando temas globales y globalizando los temas locales. Perfil quizá dominante del mundo posmoderno y visión ya presente en la obra de Ulises Carrión (sobre todo su en arte correo y video), que se inserta en las redes de flujo en un mundo sin fronteras, sin límites: un mundo, como lo llaman ahora: plano.

que se distingue del “yo mismo” sujeto que se enfrenta con el otro, puede ser un individuo, un grupo familiar, una raza, una nación, etcétera. “Yo” se opone a “otro”, mientras que “Yo mismo” se opone a “otro”. 8.- Xabier Etxeberría, Ética de la Diferencia, Universidad de Deusto de Bilbao, 1997, p. 83. 9.- Experiencia directa es un encuentro cara a cara. Experiencia indirecta se da a través de los diferentes medios de comunicación (libros, revistas televisión, Internet, relatos, etc.). 10.- José de Val, “Entender y comprender al otro”, en Víctor M. Heredia coord. Diversidad cultural y tolerancia, Gobierno del Distrito Federal, Delegación Coyoacán, México, 2000. p.53. 11.- Esteban Krotz, La otredad cultural entre utopía y ciencia, p. 58 12.- Marc Augé, El sentido de los otros, Paidós, Barcelona, 1996, p. 35 13.- Marc Augé, El sentido de los otros, Paidós, Barcelona, 1996, p. 36 14.- J.A. Mac Gregor, Apuntes para el Diplomado a distancia de gestores y promotores culturales, CONACULTA. México, 2005. 15.- Marc Augé, El sentido de los otros, Paidós, Barcelona, 1996, p. 35 16.- “[…] la cultura, entendida como un conjunto de valores específicos que a su vez implican comportamientos específicos.” Marc Augé, El sentido de los otros, Paidós, Barcelona, 1996, p. 59 17.- Esteban Krotz, La otredad cultural entre utopía y ciencia, p. 78. 18.- Idem 19.- Idem. 20.- Marc Augé, El sentido de los otros, Paidós, Barcelona, 1996, pp. 40- 41 21.- Interrelación: relación que sólo puede existir entre dos individuos que se consideran como sujetos. 22.- Jacques Lacan utiliza Otro (aquél que significa), para diferenciarlo de cualquier otro. 23.- Marc Augé, El sentido de los otros, Paidós, Barcelona, 1996, p. 116. 24.- Idem., p.30 25.- Emmanuel Levinas, El tiempo y el otro, Paidós, Barcelona 1993. 26.- Levinas p. 120 27.- Idem.

Notas 1.- Clifford Geertz lo explica en su libro Los usos de la diversidad, Paidós, Barcelona, 1996: “En el pasado cuando las así llamadas culturas primitivas tenían sólo muy marginalmente contacto entre ellas –refiriéndose a sí mismas como `Las Verdaderas´, `Las Buenas´ o, simplemente, `Los Humanos´ y rechazaban a los de la otra orilla del río, o a los de más allá de las montañas como `monos de tierra´ o `huevos de piojo´, esto es como no (o no) plenamente humanos- la integridad cultural se mantenía fácilmente”, p. 71. 2.- Esteban Krotz, La otredad cultural entre utopía y ciencia, pp. 62- 76 3.- Marc Augé, El sentido de los otros, Paidós, Barcelona, 1996, p. 11. 4.- Esteban Krotz, La otredad cultural entre utopía y ciencia, p. 48. 5.- Idem., p. 58 6.- El psicoanálisis es una herramienta que ayuda a explicar el concepto de otro, que puede ser como aquel ser al que significo, dándole un lugar de sujeto. Cabe señalar que en la diferencia se caracteriza al diferente, no se le significa. 7.- “yo con características distintas” es un ser parecido a mí (no un sujeto otro)

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Quería escribir sobre la mano y brazo que violentamente arrebatados de su cuerpo caen al suelo sin dejar de sujetar con fuerza el ramo de olivo, Como escribir, rallar y tachar. Y querer, también como un conflicto de oposiciones.

1.- La mujer que a diario se instala en la sala de fotocopiado circula también de vez en cuando por los pasillos y corredores del edificio. Vale decir que la escasa actividad de la biblioteca hace que su trabajo sea una actividad confortante y liberadora, a pesar de la monotonía. El tiempo libre en este ambiente podría ser un llamado a la observación detenida de los fenómenos circundantes, y reitero que a pesar de la monotonía del escaso movimiento o quizás por lo mismo, las cosas pudieran ser como parecer, aparecer y desaparecer. Caminando entre las esculturas se vio a si misma sobre las bases blancas que separan las esculturas del piso. Se vio teñida de un mismo color abrasando, tocando y disimulándose entre los cuerpos de yeso. Ella misma los asfixiaba y les arremetía con fuerza para lograr su muerte. Entonces los ojos vacíos de todas las esculturas la juzgaron cruelmente, y miles de imágenes corrieron como en persecución por su mente. Drásticas variaciones de la iluminación hicieron que los cuerpos cobraran movimiento, que se abalanzaran sobre ella, que aumentaran de tamaño y se desplazaran. Ese fue el clímax de un filme de terror que nos dejó insatisfechos, como posterior a una hipnotización fallida. El orden se restablece y no hay nada que indique el movimiento más que la indumentaria cinematográfica tras la cámara. 2.- En este momento incomodo, consideramos a una mujer en una base o bandeja que aparece de repente en tu paseo dominical por la Alameda Central; usted de la mano de su enamoradx. Dice:

A este follaje no ingresarás! Consideraciones

1. El follaje o el posible follamiento. 2. Corredores y pasillos: La costumbre del encausamiento.

3.- El recibidor, en una película, es el espacio que conecta la entrada de una casa con el resto de las habitaciones. Es el lugar donde reciben o donde ocurre el encuentro con: 30

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1. La mujer indefensa. 2. El detective o el policía. Todo esto, una noche lluviosa. Los sacos y pelos húmedos evaporándose en la brillante luz de la casa. *Los personajes encontrarán su camino más allá del recibidor solo en la medida de que sean guiados o invitados y siempre habrá un espacio cerrado al que no podrán ingresar. ¡No soy la mujer que usted busca! I´m not the woman you are looking for! Les dice una mujer a los detectives desde la escalera hacia el recibidor. La otra, la que ellos buscan no aparece en la escena. De Basic Instincts 4.- Una mujer sale de un recinto y como cliché de pelicula de acción el edificio estalla sin perturbar la caminata del protagonista. Sabemos que la realidad no funciona de esta manera y a pesar de que nuestra realidad no se perturba estamos obligados a ver la explosión (desde diferentes ángulos quizás) para ver todo lo que se ha perdido.

Somos esclavos de la vista. Ahora ya no hay protagonista, ni edificio y seguimos viendo el escenario (muchas veces reconstruido) en el que descansan imperceptibles partículas como las que caen después de una explosión. El vidrio y el yeso se esparcen en miles de pedacitos por el zócalo. Algo similar sucede con el monumento a Miguel Alemán que una vez estuviera en Ciudad Universitaria. Por un lado, nada nos indicará el lugar donde se encontraba la escultura, menos aún encontraremos información sobre su destrucción. Pero seguimos viendo las rígidas complexiones de cemento a pesar de que el rostro ha desaparecido. De las múltiples piezas dispersas de un cuerpo de cemento. El cuerpo inválido o desmembrado del ex presidente será tachado, recubierto y borrado –este no cumple una función como la que podría tener un puño en formalina–. Impensada su existencia fragmentada, sólo podría existir con sus extremidades, a diferencia de la Victoria de Samotracia o la Venus de Milo. Y ahora que todo está resanado y restaurado nos quedaremos únicamente con los mensajes que nos invitan a ver entre pasillos, calles y muros, en busca de los cuerpos fragmentados de una historia que nunca se deja ver por completo. 5.- Estaba tratando de pensar en el ángel. ¡La anécdota de La Independencia que se cae! Del trozo de mujer y el brazo con la corona de olivo en el suelo después del terremoto. Será un análisis acotado, puesto que la imagen es todo lo que –en esta ocasión– usted necesitará ver. Eso nos congrega ¿cierto? La celebración de la vista. La Fotocopiadora derelictos@gmail.com Fotografías extraídas del archivo de la GargolaTropical, 2013 32

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¿Qué hay de pensamiento en lo escrito? ¿Se encuentra el pensamiento antes o después de la escritura? Todo horizonte es una experiencia. En el caso de la escritura, una experiencia del pensamiento. El pensamiento: no otra realidad sino aquello que la realidad domina. Lo esencial es su relación con la presencia, a la que por rodeo otorga huidiza forma. El pensamiento le apunta a las palabras, exactamente como se apunta al blanco con una flecha. Pero el pensamiento también designa una excedencia bajo el signo de lo imaginario; un reino que no es otro sino el de la experiencia de lo lejano, de aquello que no está apropiado en la representación de lo escrito. Su aparecer se da como un diálogo en los tiempos del origen, pero con un origen cuyo signo mayor es el escape, la huida, la inasibilidad: acaso la significación misma. Escribir es pensarse entre palabras, para abrirse sin esperanza a fuego, al abismo del blanco, y quien escribe se abandona a los gestos fundadores de las palabras, a su fractura y a su distancia. Del pensamiento que se escribe volvemos con restos, como Orfeo, pero ni siquiera como Orfeo. Orfeo va con su música y vuelve, sin Eurídice, pero con su música, un poco más triste, un poco más profunda, un poco más música. Quien escribe va al pensamiento y vuelve un poco más, un poco más sutil, enceguecido por la luz de los umbrales. Un modo otro del pensar, un modo ciertamente borroso, matinal, fugitivo, silencioso. Y se sospecha que ese otro modo no es precisamente otro lugar, sino lo anterior a todo lugar. Lo anterior a toda adjudicación de realidad. No otro tiempo, ni otro lenguaje: el antes de toda historia y el antes de todo verbo. La raíz calcinada del sentido, ese ruido de fondo, ese murmullo de dorados insectos, esa pluralidad continúa. En el desierto del blanco de la página nacen todas las palabras. ¿Qué significa pensar-escribir sino calcinar, deformar, tachar, esconder, encentar la forma pura? Una forma que quien escribe sabe que es difícil de encontrar. Quizá el desierto en blanco sirva para entender la pureza de las palabras como señales para habitar lo esencial. En un escrito, como este que se escribe, lo esencial es el llegar en el telar de la página y una escritura que se descifra a cada lectura. En el pensamiento, un trozo de papel roído por lo escrito y marcado por la voluntad literaria de la memoria. El retablo en su ausencia y su devoción. La escritura no apunta a otra cosa que pensarse a sí misma: a su insensata pero también irreversible aparición. El pensar. Su soporte. De la página en blanco su resto, su estética contraída, su luz y su noche, su lluvia de palabras. La apuesta consiste en dejar que el soporte-página tome la rienda y la palabra. Y ello significa que el sentido de lo escrito está en la lejanía, en el horizonte del blanco. Lo escrito es el anuncio, el anuncio del pensamiento-luz. La luz en la tinta, la tinta en la trama, en lo que la luz y la tinta dejan, marcando ritmos en el devenir del mundo, entre sus fibras y sus 39


ranuras. Allí nace y flota, y se presencia una figura del sentido suspendida en la gravedad del tiempo, de la rotación de las palabras y de sus acontecimientos. La página en blanco, la blancura recordada por un atisbo y teñida por una sola palabra. Trémulo, inseguro retorno de la arena y del papel en la escritura, la insolación y el horizonte. A cada paso una vuelta al siempre desierto del blanco. Este territorio es el tiempo del puro ascenso y de la caída. Quien escribe es el lugar abierto, lugar expuesto a la intemperie, lugar arrojado al aire libre, la escritura tiende al firmamento de lo universal que está hecho de tierra. Un magma expedido al azul del cielo, de paso y de vuelta. Y en este desgarramiento constitutivo va y viene, sin reposo. La escritura dice ese incesante resbalar de la palabra, este deslizarse en el límite, queda de sí manifestada. La escritura es el rayo del pensamiento, por eso relampaguea: lejos de contradecir y de totalizar, afirma la in-finitud casi en ruinas, casi sin aliento, como en un laberinto, con una alegría suplicante, con involuntarios pasos de paloma, en lo interminable, en la afirmación sin fin que es la misma afirmación que habla del cuerpo, o mejor, en la que el cuerpo habla, en la que el texto es un cuerpo, el de quien escribe pues también entre más cuerpo, más escritura, entre más dedos, más palabras. En el texto, quien escribe pone en relación cuerpo y escritura, jugando con el doble sentido del hablar del cuerpo, es decir, escribir es crear un texto que habla y escribe el cuerpo, pero no sobre el cuerpo. El cuerpo recorre todo el texto, presente-ausente desde el principio, pero no es un tema, no es objeto del discurso, no es objetivado, puesto que aparece precisamente para ser rescatado de la lógica objetivizante, esto es, de la lógica falogocéntrica. Al mismo tiempo, es un texto desde el cuerpo, donde el cuerpo habla, el cuerpo de quien escribe y los cuerpos de los autores y lectores que son convocados, invitados, incitados a hablar, a hablarse y a escribirse: “Escríbete: es necesario que tu cuerpo se deje oír” 1. Por supuesto, el cuerpo convocado es el de los lectores. Y a la vez es el cuerpo el que desea la alteridad, pues él mismo también es alteridad. Es el cuerpo que, con todo, sigue permaneciendo en las propias palabras. Asimismo la escritura confirma el peligro y la inocencia de ella misma, instándola a imitar su valentía de ir a las fuentes, a lo extraño del yo. La de volver, a ella, casi sin el yo, sin renegar de la ida en un canto a la naturaleza de las palabras, el origen del mundo y su gozo concentrado en la simplicidad de lo que se va escribiendo. Notas 1.- JIMÉNEZ. J. Cuerpo y tiempo. Barcelona: Destino, 1993, p. 78.

Jonathan Alexander España Eraso.- (Pasto, Nariño, Colombia; 1984). Licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad de Nariño. Mención de honor en el Concurso Nacional de Cuento (2010), organizado por la Cámara de Comercio de Montería y el grupo de arte y literatura El Túnel. Mención de Honor, en la modalidad de minificción, en el 1° Concurso Nacional de Literatura Fahrenheit 451 - Festival de Literatura (2012) de Bogotá, organizado por la Fundación Fahrenheit 451 y el Colectivo los Iletrados. Co-fundador y co-editor de la Revista Cultural Avatares, editada en Pasto, Nariño. Dirige el suplemento cultural, bajo el sello editorial de Avatares, “La Conjura de los Necios”. “Travesías”, novela corta, fue publicada en el 2013 por la Secretaría de Cultura de Pasto y reeditada, en España, en el 2014 por Ediciones Rúbeo. 40

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En los horizontes trans humanos y fin de la historia que las “teorías” apocalípticas actuales1 pintan o describen, el “arquetipo” cede su lugar, en la construcción de los mitos, fantasías, simbolismos, al estereotipo y a otros “procesos ficcionantes” que estandarizan y uniforman nuestras experiencias, entre ellos: el calendario (agenda-setting), la experiencia extrema/instantánea -cual speed noventero-. En esos nuevos horizontes tampoco hay lugar/tiempo para la “fascinación de la conciencia”, lo subjetivo, lo inesperado, lo irracional, sorpresivo, para los “sueños” que estremecen nuestro cuerpo/alma. Como son horizontes diseñados con Nuevas Tecnologías2, nuestros procesos cognitivos y orgánicos mediatizados (las experiencias) se reducen, por un lado, a lo “meramente” retiniano/áudico y, por el otro, empobrecidos nuestros sentidos en sus procesos cognitivos, codificación/ decodificación (semántica y polisemia), propician un estado de “anemia crítica” que, a su vez, predispone alienación de las conciencias o de nuestra senso-percepción (vitalidad), germen de la creatividad. Al parecer durante la experiencia singular, la supresión del resto de nuestros sentidos, que enriquecen esa experiencia personal o grupal extraordinaria de manera total (física y metafísica), ha generado lo contrario. La cuestión es que la adversidad cognitiva, manifestada en el intento de nombrar los fenómenos que nos maravillan, no se reproduce, genera o promueve por individuos (profesionistas, chamanes, científicos) o grupos (iniciativa privada, ONG´s), aunque sí por el sistema de gobierno imperante. Se coligen, al menos, dos series de hechos relacionados con las políticas oficiales: la incapacidad de los gobiernos por revertir los procesos de “empobrecimiento perceptivo” que reproducen los media, con proyectos de similar envergadura y producción; así como la mala lectura a los procesos particulares implicados en el desarrollo humano, de la psiqué o aspectos más estructurados de la personalidad (utilizados para fines macro políticos, “sectores o grupos poblaciones”, pero con poca impacto a niveles micro sociales). Desarrollo humano que, al parecer, se ha conformado o estructurado en tan discutible situación no por subdesarrollos o existencialismos mesoamericanos y europeos, ni por misticismos poscoloniales-tardomodernos tanto como por el resultado de malas o erróneas políticas públicas, de éste y todos los tiempos. Quedémonos con las erróneas cotidianas: los gobiernos y particulares invierten sumas altísimas en parques verdes, pero muchas personas “prefieren” los gyms o artefactos caseros, a las caminatas y reuniones bajo árboles, en una banca pública. Por el comercio a ultranza las visuales se transforman3, aunque los avecindados no siempre están de acuerdo con las “mejoras” que se prometen. Ocurre que, con tanta transformación, la ciudad resulta cada mañana, tarde o vuelta de esquina 42

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desconocida para el oriundo o avecindado y, si consideramos que las experiencias de socialización se reducen, velozmente, a una pantalla luminosa del tamaño de mi mano no por opción sino como solución. Aun cuando el horizonte humano, tanto como nuestro espacio vital inexorable e inmanente ofrecen multiplicidad de elementos/estímulos físicos y metafísicos también ceden su primacía a lo e- y la @. Las pantallas LCD, plasma, los teléfonos G4-touch, los televisores con cinescopio de 30 ó 50 cm no exceden los 25-30º, en su ángulo de visión, por lo que tampoco predisponen parangón junto al registro de los estímulos que nuestro cuerpo hace ante un impacto 360º de nuestro ser y los 180º de nuestra visión ante la perspectiva, por más estereofónico o surround que sea nuestro sistema casero. Sin embargo los cacharros de escritorio o bolsillo llevan la delantera como mediadores de nuestra experiencia o acceso al medio ambiente y entre los humanos. Situaciones que se relacionan con la palabra y otros textos, también ilustran esa atrofia “senso-perceptiva”: Si uno pregunta a personas acerca de “lo maravilloso”, sus procesos cognitivos relacionados con la memoria conducen a libracos, a algún personaje mediando su historia, que a la experiencia directa con lo acaecido. Lo maravilloso se experimenta o describe como género literario, menos relacionado con la experiencia “íntima cotidiana” pero inusitada y “trascendental”. En el sentido de “anemia crítica”, o más profunda aún: “anemia cognitiva”, la capacidad sígnica de la palabra (“simbolismo mágico”) se va reduciendo perdiendo sus “nutrientes” y relaciones, al grado de que en el mercado la “Bolsa de la especulación semántica” va a la baja y con ella la fuerza de la palabra. Se empobrece o reduce la polisemia y semántica, recordemos el juego infantil (“violación”4), a un mero acto vicario en ocasiones de automática repetición (“lo quiero-lo tomo”), evidentemente mediatizado y por ende retiniano/ áudico. Si el sueño resulta el mejor cómplice de lo inconsciente/ subconsciente, la palabra a su vez resulta el mejor para el consciente/subconsciente. La catarsis lograda en la asociación libre muestra su relevancia en el terreno del “aquí y ahora”. También se logra a través de la poesía, principalmente en el hilo “poético”. Empero la estandarización y anemia semántica “usada” por los media y legitimada-reproducida oficialmente tiene su impacto directo en nuestra glosa cotidiana, por más mágica que sea. Y no nos referimos tanto a la parcela de los neologismos, ortografía o sintaxis, sino a la del simbolismo. Hace algunos años escribí5 en la página de cultura del diario noticias de la ciudad de Oaxaca un texto sobre el zócalo y alameda locales, al cual puse como epígrafe dos versos6 del poema “Piedra de Sol” de Octavio Paz. Para ese momento en los pocos libros “oaxaqueños” que pude encontrar y leer a cerca del tema, no observé mayor referencia al trabajo de quien escribió el “mono gramático”, tampoco alguna referencia a los versos, que describen con gran precisión las dinámicas de la Verde Antequera hallados en “Piedra de Sol”. Tiempo después los leí en algún texto de don Andrés Henestrosa y aún guardaban esa fuerza psicológica, alegórica7, descriptiva; empero, al paso de lustros, las imágenes y sensaciones que generan esos versos sobre la “atmósfera oaxaqueña” se han

ido desgastando por la usura, no dentro del cuerpo del enorme texto/poema que representa “Piedra de Sol” donde siempre mantendrá su grandeza, sino en el imaginario comercial (sea propaganda pública o privada) que lo utiliza como slogan. Los media8 aceleraron estos procesos de empobrecimiento perceptivo y semántico, aunque no olvidemos que los procesos personales internos, son aquellos los que se imponen ante los grandes grupos y masas humanas. Ya J. L. Borges sentenciaba que es obligación devolver a la palabra el simbolismo mágico que la usura del tiempo desgastó, quizá en el sentido de los vicios del lenguaje y de los procesos cognitivos, no tanto en el terreno de los media. Sin embargo las implicaciones de los postulados borgianos anticipaban debacles en la semántica y capacidad sígnica de las lenguas textuales, debido a la usura o sobreutilización de la palabra. Notas 1.- Fin de las grandes teorías y relatos, fin de las utopías, ocaso de “lo demasiado humano”. 2.- Como se sabe, por paradójico que parezca, en la promoción de situaciones adversas a las diferencias culturales y a otros subjetivismos que enriquecen el vocabulario, mucho tienen de responsabilidad los media, principalmente los relacionados o que convergen con las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación. 3.- Pensemos cuánto dinero gastan los gobiernos en parques públicos y cuento en la conectividad de sus gobernados, recordemos que cada vez son más fuertes las voces que claman una ciudad wi-fi. 4.- Otros ejemplos tan grotescos y cotidianos sobre el –alarmanteempobrecimiento sígnico lo aportan dinámicas infantiles. Niños y niñas jugando, uno dice: “violar”, la otra contesta: “matar”. El único mérito de esas frases “infantiles” está en la repetición involuntaria de contenidos escuchados, vistos, emitidos por algún media. 5.- “Los laureles de la alameda y el zócalo”, diario Noticias. Oaxaca, septiembre 2001. Pag. 7C 6.- caminé por la noche de Oaxaca/oscura y verdinegra como un árbol… 7.- Nuestro imaginario colectivo guarda esta capacidad. No he podido encontrar otra manera más ilustrativa y hermosa de explicar la “aparición” de un enorme charco de agua que cruzaba los cuatro carriles de ambas direcciones del tránsito vehicular, por parte de una señora de la villa de Etla, Oaxaca, que viajó a la capital oaxaqueña (20 km-15minutos) por la mañana, cuando el charco no estaba, y de regreso, por la tarde, ante el asombro y titubeo del taxista comentaba: “cayó una víbora de agua, mano… cayó una víbora de agua…” 8.- Cuando se hace referencia a los mass media, se pide considerar todo lo que ello implica. Es decir desde los dueños de los medios de difusión y producción, hasta las paraestatales y demás aparatos ideológicos de Estado, que conforman el statu quo.

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Alguna vez leí un comentario de un crítico de literatura donde decía que para publicar en México tendrías que escribir Narcoliteratura. La novela de Los Ingrávidos de Valeria Luiselli es la prueba de lo contrario. El texto tiene un lenguaje fresco sin tener que recurrir a los modismos de algún estado del norte del país o al cliché de la violencia en los textos mexicanos. La narración tiene propuesta; una escritora mexicana que habita en un mar de muertos literarios. Los ingrávidos es una novela metaficcional, es un texto que se construye a sí mismo. Es autoconsciente y crítico de sí. El grado de propuesta frente a las novelas de sus colegas contemporáneos, me parece que reside en el siguiente acierto; decidir, que en vez de hacer una mimesis de la realidad, lo hace de la ficción misma. Los Ingrávidos es la propia ficción sentada frente a un espejo. Es la ficción que se reescribe, se critica y se crea a sí misma. “… White estaba seguro de que, tras el éxito de Bolaño en el mercado gringo hacía más de un lustro, habría un siguiente boom latinoamericano”. Las líneas anteriores son sacadas de la novela; un claro ejemplo de este posible fenómeno en la literatura latinoamericana en los últimos años. Solo que Luiselli toma un camino muy distinto; en su novela no hay balazos y cuerpos en descomposición y mucho menos se mete a explorar la ya tan narrada senda del narcotráfico. Podemos decir que si hay una semejanza con esta literatura; en los Ingrávidos también hay muertos. Solo que las imágenes en las que habitan estos muertos son de una ligereza y levedad que no solemos encontrar en los escritores mexicanos contemporáneos. Otro acierto de la novela es justamente esa ligereza con la que la narradora hace hablar a sus personajes. Italo Calvino expuso como puntos a considerar en una literatura futura la ironía y la brevedad de los textos. En el manifiesto del crack, ya apuestan por un cronotopo 0. Luiselli pareciera que se propone seguir estos puntos con estricto método. “La época moderna es la aceleración del tiempo histórico. No digo naturalmente, que hoy pasen más rápidamente los años y los días, sino que pasan más cosas en ellos. Pasan más cosas y todas pasan casi al mismo tiempo, no una detrás de otra, sino simultáneamente. Aceleración es fusión: todos los tiempos y todos los espacios confluyen en un aquí y ahora”. (Obras completas, la casa de la presencia, Octavio Paz). Los ingrávidos sucede en Manhattan, en la Ciudad de México, en la década de los veintes, sucede en el 2010, sucede en los sueños, sucede en un poema de Gilberto Owen, en la correspondencia de éste a Villaurrutia, sucede en los poemas de Dickson, de Ezra Pound, de Zukofsky, sucede en la aceleración del tiempo histórico, sucede en el cronotopo 0.


¿Qué cuenta la novela? La vida de Owen en Nueva York, la historia de un fantasma, la historia de una escritora que escribe una novela llamada los ingrávidos, la historia de una novela llamada los ingrávidos y su proceso de construcción, la historia de un cineasta que es un personaje de la novela y al mismo tiempo es el esposo de la escritora que escribe la historia de una novela. En términos generales podríamos mencionar cuatro estrategias para dar a una novela el grado de lo metaficciónal. 1.- “La inclusión de historias dentro de la historia, mediante una estructura de cajas chinas; se trata de la tradicional presencia de relatos intercalados en otra narración más amplia que sirve de marco. Italo Calvino sondea la cuestión en “los niveles de realidad en la literatura” donde partiendo de la oración “yo escribo que Homero cuenta que Ulises dice: “Yo he escuchado el canto de las sirenas”, indaga las consecuencias que tal proliferación de niveles implica.” (La Metanovela Hispanoamericana, Catalina Quesada, 2009) En los Iingrávidos, el pretexto de escribir una novela es el hilo conductor. Hilo cien veces interrumpido por distintas digresiones, tales como la intromisión de la voz en primera persona del poeta Gilberto Owen, o sus múltiples peripecias que atraviesa la escritora-narradora. Así varias historias que se ven enmarcadas por otra historia, la de la mujer que escribe una novela. 2.- “La digresión, no por efecto de acumulación de historias de las cajas chinas. La ruptura del hilo narrativo tiende a subrayar el carácter artificial de la narración. (La Metanovela Hispanoamericana, Catalina Quesada 2009) En los Ingrávidos el espacio y el tiempo se mezclan de una manera magistral; a partir de digresiones que pueden situarse en el Nueva York de las años veintes, o bien, en la Ciudad de México, o en un Manhattan del 2010. Todas la voces, todas la calles citadas van ocurriendo al mismo tiempo narrativo. 3.-“La develación de los recursos literarios, la crítica norteamericana emplea la expresión laying bare.” (La Metanovela Hispanoamericana, Catalina Quesada 2009) Cuando la narradora decide matar a su esposo en la novela y éste “en la vida real”, le cuestiona su decisión, Luiselli pone al descubierto los artificios de un escritor, ejemplos como esos los podemos encontrar a lo largo de toda la novela. 4.- La Metalepsis, definida por Gérard Genette en Figures lll (1972) como la transgresión de niveles. “el paso de un nivel narrativo a otro no puede asegurarse en principio sino por la narración, acto que consiste precisamente en introducir una situación, por medio de un discurso, el conocimiento de otra situación. La metalepsis es el personaje principal de toda la novela. Este paso de un nivel de realidad a otro es la columna por la cual los Ingrávidos sostiene su potencial poético. Lo logra con el juego de los fantasmas, el fantasma de Owen recorriendo el metro de Nueva York, el fantasma que “habita” la casa de la escritora, el fantasma de Ezra Pound, el fantasma de Dickson, el de Zukofsky. Es decir, el fantasma de lo poético que nos habita; “lo ingrávido”. 48

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Me inquieta lo que ocurre detrás, antes y después de la escritura. Bill Mohr, poeta estadounidense, lo dijo el otro día: “Creo que la mayoría de personas que están aquí son escritores y sabrán lo difícil que es”. Me pre(ocupa) ese cuerpo erguido o encorvado frente a una pantalla o libreta, la temperatura de su piel erizándose o consternándose, el latido, el agitado fluido de emociones y pensamientos que precede a un poema, el desplazamiento cuerpo-lenguaje-pulsión que constituye algo de vida o muerte.

Sobre “Anidar el relámpago” de Genaro Ruiz de Chávez Oviedo, “Canto de mi árbol en el incendio” de Gerardo Grande (Mantarraya Ediciones) y “NEO/GN/SYS” de Emmanuel Vizcaya (Mantarraya Ediciones- Proyecto Literal)

1. Vida Conocí a Genaro Ruiz, él no lo recuerda, en mis primeros meses a mi llegada a la enorme y caótica ciudad de México, yo tenía entonces 26 años y solía visitar con mis amigos extranjeros un pequeño bar de un par de mesas en la calle Regina, la cual durante mucho tiempo tuvo un hueco que atravesaba la vía, por lo que teníamos que llegar atravesando el polvo y las advertencias de que el centro de la ciudad era peligroso. En ese bar, nos atendía Genaro, con su sonrisa grandilocuente que te abraza en brillo, con quien más de una vez conversamos sobre literatura y Latinoamérica, no sé exactamente sobre qué, pero así sucede con los detalles de las conversaciones cuando uno crece sin planearlo. En esa primera Bota, conocí también a Antonio y Adrián, ellos no lo recuerdan, y como los buenos anfitriones que son; y hombres desprendidos cuando se trata de comida, alcohol y libros; rellenaron mi vaso y los vasos de mis amigos extranjeros en esa inquietante primera época de mi nueva vida en México. Conocí a Gerardo Grande cuando él tenía 17 años, él sí se acuerda, cuando fue uno de mis primeros editores en México para La Antología de las Poetas del Megáfono. También recuerdo aquella fiesta-presentación en la Feria del Libro del Zócalo en el 2008, cuando más borracho que cualquiera de los que están aquí, abrazó a Mi Hermano, el del poema. Conocí a Emmanuel Vizcaya en el 2011 en la clase de poesía de David Huerta en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y para no sobrepasar la línea de la pornografía emocional solo les diré que me gustó que de pronto se sentara a mi lado. En 2011, en la revista Hermano Cerdo, el columnista chileno Pablo Torche criticó que, en las presentaciones de libros, los presentadores sean los amigos, a mí me dio mucho en qué pensar, pero por si queda alguna duda, en esta presentación hay mucha vida e historias que me comunican con estos tres muchachos, por lo que me ceñiré a lo que decían los artistas Povera: “No hay una diferencia esencial entre el arte y la vida”. 50

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2. Poema Cuando me avisaron que tendría que venir aquí a presentar estos tres libros, lo que me preocupó no fue que fuera en una pulquería, nunca nos ha preocupado beber “ni que fuéramos ingenieros”, dice Gerardo, o el hecho de que muchos de los parroquianos no nos conozcan y se pregunten qué hacen estos aquí. No. En lo que pensé y me provocó una ansiedad pueril de persona que cada vez más se aleja del estado dionisiaco de los veinte años, fue en estos tres muchachos escribiendo, en lo que implica poner el cuerpo en la escritura y dar la vida en ello. Me los imaginé en sus pequeños rituales secretos que incluyen una pantera, altas horas de la noche hasta ver la luz del amanecer como un cenital lateral o la ciudad consumida por el incendio. Me los imaginé encorvados frente a la libreta o la computadora, llenos de cuerpo, de angustia y pensamiento. Intenté imaginar su genealogía, las marcas que deja en la vida el linaje, todos los vericuetos azarosos que los ponen a los tres hoy frente a nosotros, sus dudas, si alguna vez sintieron la pulsión de la escritura como una cuestión de muerte y no de vida. Imaginé sus tribulaciones, la masa de sus sumas, restas y escisiones, todo lo contenido o desplazado que puede haber cuando uno escribe y se juega la vida. Y me dio una alegría sísmica estar de este lado y haber leído estos tres libros, que no solo son un artificio de papel y encuadernaciones, sino la vida, la de ellos, y estar segura de que en el fondo no hay nada fallido cuando uno escribe y se entrega a la mancha de la escritura. Puedo decir que en estos tres libros, con sus distintos códigos, hendiduras e intersticios estéticos, hay una voz que representa el desplazamiento de la escritura que ocurre después de la ruina de la ciudad, el desencanto de la utopía de la revolución y la debacle social que nos heredó la generación de nuestros padres. Y recordé pasajes lumínicos, miré los Caterpillar en reposo de Genaro, sus versos zigzagueado entre políticos corruptos, escuché la voz de Gerardo, en su libro y en la vida, diciendo que escribamos y no nos detengamos y vi encarnarse al perro que mira las auroras boreales en la escritura de Emmanuel y todas las imágenes que ustedes van a escuchar esta noche en estas voces de hombres jóvenes, de cuerpos que escriben. Cuando me pidieron que presentara estos tres libros, me di cuenta de que si las respondencias de la vida no hubiesen hecho que saliera de El Salvador en el 2006; no fuese hoy esta testigo emocionada del río de voces de jóvenes poetas latinoamericanos que he conocido, escuchado y estrechado en México y quienes son mi influencia literaria más profusa y entrañable. De ellos es el código, el signo lingüístico, que es la tecnología más importante que tenemos como especie humana, de ellos es el símbolo, la mancha de la escritura, la vida y la muerte. Por eso, solo me queda decir ¡salud! frente al ‘río de lumbre’, esperando que no cese. Larga vida a su escritura. Porque como dice Genaro “no hay tierra más yerma que el deseo”; y Gerardo: “te dije que escribir también es tirarse las cartas y saber su destino”; y Emmanuel: “he llegado al punto donde los caminos se hacen líneas”. 52

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1. =∞ (enriKetta dividida por la unidad es infinito)

2. =1 (enriKetta dividida por la nada es la unidad)

3. =Ф (enriKetta dividida por sí misma es el vacío)

Nota: (infinito = ∞ vacío = Ф )

OLGA GUTIÉRREZ GALINDO / OLGA GUTIÉRREZ - GARCÍA (Seudónimo enriKetta luissi) Poeta. Físico-Matemática. Traductora. Promotora cultural San Diego–Tijuana. Editora del Anuario de Poesía de San Diego. Pertenece a la Sociedad Haiku de San Diego y al Consejo del San Diego Writers Ink. Escribe en inglés y en español. Su seudónimo ha escrito una novela El Peso de los Ovarios y siete libros de poesía: Ostrich Sky, Disclosed, In Vitro, Poetica Mathematica, Binaria, ÍÍÉ, y Re-Versed. Sus textos han sido publicados en revistas nacionales e internacionales. Tiene a su cargo la sección de poesía Supersimetría de la revista literaria online Peregrinos y sus Letras. 55


a mi amigo Daniel Lezama Podría haber, situemos, una libertad inconmensurable pero castigada o bien, ya que lo merecemos desde antes de ser cuerpos, de haber nacido, un estrecho margen para escurrir nuestras hordas estremecidas, las cajas de nuestras almas hechas de pino, agua y melaza. Podría haber, imaginemos, un escupitajo de muertos acumulados, rebañados en sus propias rocas, y arriba de esas rocas una pirámide de brazos de niños congelados, un nimbo enrarecido de reglas de oro y consignas que sólo han tatemado arduamente su altivez. Podría haber, soñemos, sentados en sus tronos de cueros y de maderas, todo sería pozos, todo sería palmeras, magníficos seres arbóreos en legítimo llanto, desafiando con garbo a la hiel del mundo que es el rocío, la espesura abismal de la intemperie inaudita. Podría haber, si lo quisiéramos, eso que la tierra designa como propio, que es una fiesta de frío petróleo, humus de dinosaurios también, al mismo tiempo, un santuario de dichas mutado en vestidos de manta, tocados de animales vivos, mobiliarios conformados de huesos que calzan el cansancio perenne de nuestros cerros. Podría haber, distingámoslo, sólo uniformes militares por debajo los quiotes, pero mejor cientos de niños águila guareciendo el correo de los amantes, podría haber sólo un cielo rojo de sangre pero mejor otro azul, pese al gran desierto de las cal, un mar de buenas nuevas, para que no quede más que abrir, sólo abrir, abrir el vaho de todos nuestros trigos. Podría haber de la misma manera, por qué nadie lo ha decretado, no un norte o un sur, un este o un oeste sino ustedes mismos en el único río, ya lo saben, en el que se reflejen todas las banderas, como epitome de núcleo, verbigracia de reactor, de surtidor perpetuo de fuegos nuevos. Podría haber y lo sabes, laureles y no sólo cenizas, no sólo tordos hechos volutas sino laminillas de colores trenzadas en los cabellos de nuestras niñas, caparazones agolpados reflejando el otro que es el oro y la plata, los minerales que cobijan nuestros senderos. No sólo salitre y lo sabes, de verdad, lo que digo lo sabes y lo has mordido con tus dientes de naftalina. Podría haber, por qué no lo vislumbramos como centro de nuestra era, un puñado de amapolas, un puñado de horten56

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sias, un puñado de flores abiertas de alcachofa, que son lo que somos a fin de cuentas: pequeñas flores de loto en la laguna encantada de la historia imperfecta. Podría haber, acerquémoslo, una cordillera germinal siempre viva, que haga las veces de general de los huertos solares, el tirano criminal de los yermos pastizales, que provea de huestes capaces de la estatura de la espada, sacar semillas de la arena, para dar con el renuevo del pienso, la causa bella que es la hegemonía de la sangre en este vetusto universo. Y podría haber (claro, eso no se piensa sólo se lleva adentro), un pozo de agua para que cantes, para que cantemos juntos, sin importar si nuestras cuerdas pertenecen a los vencedores o a los vencidos, y en esa agua reblandeceríamos las entrañas y cobrarían vida nuevos lienzos, nuevos grafitos, nuevas tramas, y gracias de nuevo a esas aguas, habría un tecolote (sin hambre), y habría un indio (sin hambre), y habría un custodio (sin hambre), y una fábrica de tejavanes para cubrirnos de la palidez de las hipotecas de venas, de los ojos glaucos, y las moscas sanguinolentas. Sin hambre. Y podía haber así, en estas estampas que son poemas, que son diatribas, añoranzas, ahí en la llanura, una madre y sus hijos, camino de la escuela, entrando poco a poco a todo esto que ha sido diseminado en nuestra tierra terrible, tierra que es la media entre lo que se queda y lo que se desvanece, pero eso sí, ya por ti y por todos nosotros, levantada con la firmeza de una nube de silicatos enamorados, fuera de toda tiniebla, fuera de toda penumbra.

“La familia del diablo” de Daniel Lezama 58

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Amelia Nava. Nació en la ciudad de México en 1985. Tiene estudios de Letras Hispánicas por la FES Acatlán. Ha trabajado como reportera cultural para la radio y actualmente escribe reseñas críticas para el sitio Letroactivos. Recientemente su trabajo fue incluido en la antología de cuentos “Tiempo de compensación”, publicada por Ficticia Editorial y Mantarraya Ediciones. Genaro Ruiz de Chávez Oviedo (México D.F., 1984): Formó parte de las brigadas literarias de Poesía y Combate entre el 2008 y el 2010. Ha publicado el poemario Anidar el relámpago (Mantarraya, 2014) y en la antología Los Muertos (Mantarraya, 2011). Emmanuel Vizcaya (Ciudad de México, 1989) Escritor. Es encargado de la sección de literatura de la revista digital [Radiador] Magazine. Mantiene la cuenta de twitter @EmmanuelVizcaya. Ha publicado el libro ‘NEO/ GN/SYS’ coeditado por Proyecto Literal y Mantarraya Ediciones (2014). Gerardo Grande. Ciudad de México. 1991. Ha publicado en revistas como: Tierra Adentro, Punto en Línea y Punto de Partida (UNAM). Sus poemas traducidos al inglés en la revista de Estados Unidos Big Bridge. Libros: Animalito Rockero (UANL-Fonca-Conaculta, 2013) y Canto de mi árbol en el incendio (Mantarraya ediciones, 2014). 61


Sin título

Replantear el mundo

Gerardo Grande

Emmanuel Vizcaya

He caído en medio de este bosque que es un libro apenas habitado con la tierra bajo el pasto me voy a quedar escribiré con el sueño índice las raíces de un árbol que se extienda lo mismo en la tierra que sobre las nubes pero más me importan las raíces pues bajo este poema habitan niños que no conocen el sol con ellas construiré cientos de rayos divinos que alumbren los juegos bajo tierra escribiré árboles con distintas formas así tendré más letras para formar mi bosque así tendré más raíces para inventar un sol recién nacido que gire alrededor de los astros/niños entonces será imposible no mirarlos y por algún tiempo olvidaremos el cosmos inalcanzable que se expande arriba de nosotros para bailar con el mundo que también se expande aquí entre temblores e incendios un poema es soledad pero un poema nunca está solo no está solo mientras sirva de cielo para niños que no conocen el sol y junto a otros árboles haga el bosque en el que ahora me fragmento tierra que escribe con el sueño índice desde la soledad que hace al poema donde correré desnudo

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Plantear es plantar y replantear es cortar de tajo la raíz para plantar por segunda vez la planta. Replantear el mundo es plantar de nuevo la planta que es el mundo. Replantear la visión que tenemos de esa planta: plantear una óptica infinita, hacer crecer las nuevas plantas: laberinto de raíz, raíz del mundo.

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Sin título

Colisión sintáctica deja saldo negro

Amelia Nava

Genaro Ruiz

Cuánto amor le cabe a un gran pez. Con cuántas pececitas tuvo una cita en los fondos de los arrecifes, al ras del gran tapete de arena fina. Contemplamos al guachinango y finjo divertirme si me das a probar su lengua de mantequilla o cuando de un pinchazo dejamos el cuenco hueco donde habitará el océano que vieron sus ojillos de gelatina. Todo él sabe a mar y del mar todo lo supo pero nada dice la perpetua expresión triste, muda rendija es su boca entreabierta por donde asoman sus dientecillos de segueta. Por qué nadie dijo una oración laica antes de comernos sin recelo la melancolía del pargo rojo y su sápida gloria. A qué playas nos llevas cuachinácatl extraviado de amor y de brújula biológica. El viaje sabroso que has traído a nuestra mesa es acertijo indescifrable aunque los pescadores presuman que bien saben lo que pescan.

Nos quedamos ahí péndulos ebrios incapaces en nuestra impericia vegetal desertores Nos quedamos ahí imperfectos para la caricia rotunda los prófugos del lenguaje del deseo Una afirmación de ritmos que se esfuman nos quedamos ahí a cabalgar en retroceso Una negación tejida en veintidós tiempos péndulos ebrios Nos quedamos ahí

retrocesos ebrios péndulos desertores

péndulos en retroceso desertores

incapaces prófugos péndulos ebrios

de los tiempos arrítmicas

en nuestra de impericia ve getal nos alúd iŊcapácesde flore₴ahí qu . Ǿreses ma§t´in Ƈc apa s -_..:, fl én du ᴁͤ̍. p mpfos ´ɹ e.r s ´ o br Ҩ i s ie ct ...triste espectáculo para tus ratones hambrientos.

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Nos quedamos ahí

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Мы придем к победе коммунистического труда!

¡Nos estamos acercando a la victoria plena del proletario comunista! Vladimir Lenin

NOTAS DEL DIARIO DEL CAMARADA INGENIERO MATVÉI RONÁLDOVICH PARÍKOV, DURANTE LA INVESTIGACIÓN DE LOS EXTRAÑOS SUCESOS EN TUNGUSKA, SIBERIA, LA CUAL SE REALIZÓ EN EL AÑO 1930. ATTE. DIRECCIÓN DE LA ACADEMIA SOVIÉTICA DE CIENCIAS (DIVISIÓN DE FENÓMENOS ESPACIALES) DE LA UNIÓN DE REPÚBLICAS SOVIÉTICAS SOCIALISTAS.

3 de julio del 1930 Diario del Ing. Matvéi Paríkov Moscú Saqué la fotografía y la miré de nuevo. Es la única evidencia física que existe del suceso en Siberia. En la imagen, aparecen centenares de árboles quemados, sus troncos ennegrecidos y sin hojas. Todos los árboles se inclinan hacia la misma dirección, con el mismo ángulo, como si siguieran un magnetismo invisible. Esta pequeña fotografía —tomada en el año 1908, antes de la gloriosa Revolución Soviética, año en que estalló algo sobre los bosques de Tunguska— apenas sí nos da una idea de lo que sucedió aquél 30 de junio en Siberia. Una gran luz azul en el cielo que duró varios días. Una explosión con la potencia equivalente a 15 megatoneladas de trinitrotolueno, que arrasó más de 2,000 kilómetros cuadrados del bosque. Una luz “más brillante que el sol”, dijeron los habitantes de la región. Una explosión que estalló los cristales de las ventanas de miles de casas alrededor del Lago Baikal. Mañana, en el nombre del gobierno popular de la Unión Soviética, saldremos a investigarlo. Coloqué la fotografía de los árboles quemados de Siberia en mi maleta, y saqué del cuaderno la otra foto. El retrato de Tania. De Ella. Tania tiene los ojos más hermosos que he visto en mi vida. Verdes, profundos. En la imagen, su expresión apenas sí revela la tristeza que ella debe haber sentido durante esa oscura etapa de su vida. Cuando todavía estaba con él, cuando vivía una pesadilla diaria, cuando soportaba los golpes, las borracheras y los gritos de su ex esposo. 66

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limón y azúcar. Tren número 13, vagón 6, compartimiento privado número 3. Por la ventanita a nuestra derecha pudimos ver el pasillo que articulaba los compartimientos del vagón. Por la otra ventana del compartimiento pudimos apreciar el hermoso paisaje de nuestra patria soviética: bosque, campos de trigo, árboles de pino, lagos, pintorescos pueblos. “Me da mucho gusto saberlo, camarada Matvéi,” me respondió Kúlik. Llevaba un saco negro, un modesto traje, y un sombrero de fieltro. En la solapa del saco llevaba un broche rojo en forma de estrella, el símbolo del Partido Comunista. “Eres un ciudadano ejemplar, Matvéi. Te mereces todo el amor del mundo.” La provodnitsá iba caminando por el pasillo del vagón; la empleada nos vio dentro del compartimiento y tocó a nuestra ventana. Como miembros del Partido y como los dirigentes de la expedición oficial a Tunguska, Kúlik y yo teníamos el privilegio de viajar en el vagón de compartimientos privados, con servicio integral. “¿Se les ofrece otra cosa, señores?” nos preguntó la empleada cuando abrimos la puerta. “¿Otra taza de té? ¿Quizás un trago de vodka, para viajar más a gusto?” “Un vodka, sí, compañera,” respondió Kúlik a la provodnitsá. “Para festejar el nuevo amor de este gran hombre.” Apareció esa sonrisa infecciosa en la cara barbada de Kúlik. La empleada corpulenta se fue hacia la derecha —donde quedaba el vagón de cocina— para prepararnos el trago. Kúlik volteó hacia mí de nuevo. “Como te decía, compañero Matvéi, no es por nada que te han elegido para esta expedición. Fuiste un integrante destacado de la Brigada de los Komsomoles. Al cumplir los dieciocho años, te inscribiste al Partido. Sacaste las mejores notas en tu clase al recibirte de la Universidad Estatal de Sarátov. Participación cívica, estudios excelentes, conducta sobresaliente. Simplemente ejemplar. Has de ser el orgullo de toda la Unión Soviética, el orgullo del mismo Presidente Lenin.” Los halagos del camarada Kúlik me hicieron sonrojar. “Al llegar a Krasnoyarsk pasado mañana, Matvéi, tendrás todo un día libre. Partiremos para el campo de Siberia el día siete, el día después de nuestra llegada. El domingo seis de julio, tú podrás ir a pasear con tu querida.” “Muchas gracias, camarada Kúlik. Ella estará esperándome en la estación con los niños.” “¿Niños? ¿Ya tienes hijos con esta mujer? ¿Has encontrado una manera de desarrollar un feto en menos de nueve meses, acaso?” Kúlik me miró con una sonrisa pícara. “¡Vaya, Matvéi, resulta que yo había subestimado tus capacidades científicas!” “No, claro que no,” le dije entre risas. “Los niños son de su matrimonio anterior. Los pequeños me tratan a mí como si yo fuera su padre, pero son los hijos del ex esposo. ¿Podrías creer, camarada, que hubo ocasiones en que él golpeaba a Tania cuando iba cargando el bebé en los brazos?” Kúlik negó con cabeza, moviéndola con las oscilaciones rítmicas del tren, por unos segundos. “Qué horror, Matvéi. Y si pensamos que esto puede pasar en pleno siglo XX, en un país liberado como el nuestro. Pero bueno, ya pasó; ahora ella está contigo.” “Sí, ya pasó. Yo he hecho todo lo que he podido por ella, camarada. Hasta le conseguí un trabajo en Krasnoyarsk. Yo conozco gente allá; le encontré un trabajo como gerente de una fábrica. Y ahora le va bastante bien.”

Ahora, todo ha cambiado. Tania está conmigo, y yo jamás dejaré que ella sienta una tristeza tan grande. La protegeré, la resguardaré, la abrigaré con el calor de mi amor. Su pesadilla ha terminado. Volví a sacar del sobre la última carta que me escribió Tania. Mi querido Motya, No sabes cómo te aprecio. Los niños y yo te extrañamos demasiado. Tengo muchísimas ganas de volver a verte… Cada vez que leo las cartas de Tania, me conmuevo al pensar que, hace unos pocos años, le hubiera sido imposible a una mujer como ella divorciarse de un hombre tan violento como su ex. Así eran las cosas antes. Antes de la Revolución, el gobierno zarista controlaba, ocultaba y manipulaba muchas cosas. Incluyéndo el caso de la explosión de Tunguska. Al mismo tiempo que las autoridades eclesiásticas, en el año 1908, declararon que la explosión había sido “una señal de Dios”, el gobierno burgués y represor del Zar Nicolás desconoció el hecho por completo. Solamente ahora, bajo la luz brillante del gobierno obrero soviético, podremos examinar este extraño caso y entenderlo a fondo. Definitivamente, estamos viviendo un momento histórico inverosímil. Las sombras del pasado se desvanecerán ante la luz de la ciencia y los avances del proletario unido. Y es que hay una cosa que jamás podría entender un hombre tan visceral, tan primitivo, como el ex esposo de Tania: en este mundo, las cosas siguen un orden natural, una lógica consistente. Si eres un abusivo que opta por usar la violencia, perderás la compañía de tu esposa. Si eres respetuoso, galante, sincero, te ganarás el afecto de una dama. La victoria de los obreros seguirá avanzando; la burguesía y la explotación se quedarán en el rincón más oscuro de la historia. Los buenos salen ganando, los malos siempre pierden. Es algo tan inevitable como la ley de la gravedad. Mientras que pensaba en todo esto, terminé de guardar mis ropas en la maleta. Mañana me reuniré con el camarada Leonid Kúlik, y saldremos en el tren para la ciudad de Krasnoyarsk, rumbo a los lejanos bosques de Siberia. Lanzaremos esta investigación histórica; por fin, la ciencia y la racionalidad conquistarán el velo de misterio que ha encubierto a Tunguska por tantos años. Por fin, entenderemos lo que antes se creía incomprensible. Guardé las dos fotografías y terminé de hacer mi maleta.

4 de julio del 1930 Diario del Ing. Matvéi Paríkov En el tren de Moscú para Krasnoyarsk “Y ella, ¿quién es?” me preguntó el camarada Leonid Kúlik, al ver que yo acariciaba la fotografía de Tania. Creo que Kúlik pudo notar la anticipación en mi rostro. “Es mi amada,” le respondí. “Hace tiempo que no la veo. Pero ya pronto se acabará la espera, en cuanto lleguemos a la estación de Krasnoyarsk.” Estábamos sentados en nuestro compartimiento individual del tren Moscú-Krasnoyarsk; tomábamos una taza de té con 68

De nuevo saqué la fotografía de Tania. La detuve entre las manos como talismán y miré el cielo gris y el bosque de abedules que pasaron velozmente por la ventana del tren. Mentalmente recité, de nuevo, algunas frases de la última carta de Tania. “Espero que llegues a Krasnoyarsk muy pronto, mi querido Motya…Me haces mucha falta…tengo muchas ganas de sentarme a platicar contigo larga y tendidamente, de mirar tus ojos y…” La voz de la provodnitsá en el pasillo interrumpió mi ensueño. “Dos copas de vodka, señores.” La señora colocó un plato de pepinos encurtidos sobre la mesa de nuestro compartimiento. “Gracias, camarada,” le dijo Kúlik a la señora. Kúlik me entregó una de las copas y alzó la suya. “Por el éxito pleno de nuestra misión, Matvéi. Por la gloria de la Unión Soviética. Y por tu nuevo amor.” Me tomé el licor y mordí uno de los pepinos. Y antes de sentir los efectos del alcohol, me di cuenta de algo: la provodnitsá había llegado desde el otro lado del vagón —del lado izquierdo, no el derecho— y nunca la vi pasar por el pasillo. No le atribuí gran importancia. “Por el éxito,” le respondí a Kúlik. 6 de julio del 1930 Diario del Ing. Matvéi Paríkov Ciudad de Krasnoyarsk Cuando llegué a Krasnoyarsk, ni Tania ni los niños estaban en la estación de trenes. Kúlik se sentó conmigo en la banca de hierro afuera de la estación, frente a la Plaza Central de Krasnoyarsk. “En lo que llega tu amada, Matvéi, te volveré a explicar algunos de los pormenores de la expedición,” me dijo, mientras que acomodaba su maleta debajo de la banca. “En el año 1908, algo cayó del cielo sobre el bosque remoto de Siberia, por el Río Tunguska. Miles de testigos lo vieron; aseguran que tembló la tierra hasta el Lago Baikal. Suponemos —bueno, el gobierno supone— que fue un meteorito. ¡Imagínate, compañero, el tamaño que habrá tenido el bólido, si fue capaz de destruir más de 2,000 kilómetros de árboles y casas!” “Tendría que haber sido gigantesco,” le respondí. Repasé visualmente la Plaza Central, buscando a Tania. “Y por eso se ha interesado el gobierno en el asunto, Matvéi. Un meteorito de ese tamaño ha de contener incontables cantidades de hierro, hierro que la industria soviética necesita para seguir construyendo nuestra gran nación socialista. Por eso estamos aquí, tan lejos de Moscú. Por eso nos vamos para el pueblo siberiano de Lesosibirsk mañana. Por eso van los demás ingenieros y técnicos que formarán parte de la expedición. Vamos a investigar la explosión a fondo, vamos a entenderla, y vamos a rescatar ese meteorito.” Después de explicarme algunos otros detalles, Kúlik se despidió de mí con un abrazo fuerte y me dejó en la estación con mi maleta. Dos horas más tarde, llegó Tania. Los dos niños mayores corrieron y me abrazaron tiernamente. “Perdón por la tardanza,” me dijo Tania al besarme la mejilla. Cargaba el bebé más pequeño en los brazos. El aliento de Tania olía a alcohol. “Es que salí con unos compañeros del trabajo, con los demás gerentes.” 69


“¿Te tocó trabajar hoy?” “Sí, pero me las pinté. Salí temprano.” “¿Te fuiste del trabajo para salir con los compañeros?” le pregunté. “No pasa nada, no te mortifiques, no me van a descubrir,” me dijo con otro beso en la mejilla. “Lo hacemos a cada rato y nunca nos ha pasado nada. Pero ya vámonos, querido.” Fuimos a pasear por el centro de Krasnoyarsk. A Tania le entregué el chocolate que le había traído de Moscú; a los niños les compré un helado en la Plaza Central. Y sentí una gran felicidad al saber que estos niños ya no sufrirían las cóleras de su padre biológico. Son tan tiernos, pensé, se merecen algo mucho mejor. Caminamos por el parque, bajo la gran estatua de Vladimir Lenin con su pose más famoso: el brazo extendido hacia adelante, apuntando hacia un futuro brillante, hacia un mundo nuevo, hacia la liberación de los pueblos. Al caer la noche, Tania dejó a los niños en la casa de su abuela que vive en un suburbio de Krasnoyarsk. Después, mi amada me invitó a cenar en su departamento, el cual se ubica en uno de los nuevos edificios de ocho pisos que acaban de construir en esta ciudad. Cenamos unos kotleti de carne molida, un pan negro de Ucrania, y una ensalada de jitomates. Encendimos una vela y nos quedamos platicando en la cocina por un rato, tomándonos una copa de vino tinto. De pronto la combinación del vino, la conversación, la rica comida, y la añoranza, me provocó un brote de pasión y comencé a besar a Tania desenfrenadamente. Nos fuimos a la sala y seguimos besándonos en el sillón. Pero cuando empecé a dar los siguientes pasos hacia la intimidad, Tania me frenó. “No, perdón, Motya. Es que…es que ahora no es el momento. No estoy lista.” “No te preocupes,” le dije mientras le acariciaba la mejilla. “Te daré el tiempo que necesites. Tenemos todo el tiempo en el mundo.” Ella me abrazó intensamente. “Ay, cariño, gracias. Eres tan tierno.” Me quedé dormido en el sillón de la sala, soñando con los misterios de la sierra de Siberia. Soñé con explosiones en el cielo, con árboles quemados, con luces y ruidos que me dejaron sin aliento.

la expedición, quienes llegaron de distintas partes del país. Somos doce en total. Hoy es un día muy importante. Y es que es doblemente importante: hoy comienza, oficialmente, nuestra misión aquí en Siberia; hoy también es el día que Tania comenzará a tramitar los primeros oficios para realizar su divorcio. Ahora mismo, ha de estar reunida con su ex esposo para firmar los documentos preliminares. Después de que los integrantes nos presentamos entre sí, nos pusimos a revisar los pormenores del evento y examinar el mapa de la Región Tunguska, la cual está a varios kilómetros de la aldea de Lesosibirsk. Conjuntamente decidimos iniciar la investigación aquí mismo y salimos al pueblo, a tocar puertas y entrevistar a los aledaños de la comunidad sobre el suceso. “Primero, yo sentí que me empujaron de la cama,” nos contó una anciana de Lesosibirsk. “Después oí un gran ruido; era como miles de pájaros que volaban por el aire arriba de la casa. Miré por la ventana, y vi una gran luz, de diferentes colores, que se movía por el cielo.” Un campesino estaba haciendo sus compras en una de las tiendas cuando nos acercamos para preguntarle acerca del evento. Nos explicó que él vive a la orilla del pueblo, y vio como todos los animales salieron corriendo del bosque. “Se veían espantados —eran conejos, ardillas, venados, animales de todo tipo— y yo pensaba que venía un gran oso siguiéndolos, algo así. Pero no pude ver nada detrás de ellas. Solamente esa gran luz.” “Yo sentí un ruido, como cuando truena,” dijo otro hombre del pueblo. “Más bien, era como si hubiera tronado cien veces al mismo tiempo. Temblaron las paredes de mi casa y se rompieron algunos vidrios. Mi señora no dejaba de gritar. Estaba aterrorizada.” Pasamos por la comandancia de la milicia y platicamos con los pocos policías que estaban ahí. El comandante nos dijo que él había hablado con los aborígenes evenki y yakuti— los que habitan las montañas cercanas al pueblo —sobre el evento. “Dijeron que sus carpas se fueron volando por el aire cuando pasó la explosión. Y esos aborígenes viven muy lejos del epicentro de la explosión.” Cuando salimos de la comandancia, vi una anciana — aparentemente en estado de ebriedad— que estaba sentada en una banca. La mujer gritaba incoherencias. Cuando pasamos frente a ella, nos miró atentamente y siguió gritando: “El juicio del Señor…siguen conspirando contra nosotros… pocos conocemos el secreto de Henoc…yo sé dónde están las Siete Puertas…” Nosotros no la tomamos en cuenta, y seguimos caminando, pero yo —que iba al final de la fila de investigadores— le miré los ojos cuando pasé. La anciana me vio y me habló directamente. “Ya te conocemos, Matvéi. Aquí te esperamos. Yo ya sé todo de tu vida, Matvéi.”

7 de julio del 1930 Diario del Ing. Matvéi Paríkov Pueblo de Lesosibirsk Hoy llegamos al poblado de Lesosibirsk, en medio de la sierra de Siberia. Lesosibirsk es una pequeña aldea de casas de madera, de campesinos rusos, aborígenes evenki, cazadores yakuti, nómadas buryati, de ancianos vestidos con sus atuendos tradicionales. Además de las casas de sus habitantes, el pueblo consiste en una oficina postal, una estación de telegrafía, una iglesia ortodoxa abandonada, dos abarroterías, la comandancia de la milicia, y —milagrosamente— un pequeño hotel perteneciente a la cadena estatal “Inturist”. Tras llegar a la aldea en el tren, Kúlik y yo nos instalamos en el hotel, donde nos reunimos con los demás integrantes de

8 de julio del 1930 Diario del Ing. Matvéi Paríkov Lesosibirsk Hoy hicimos el primer intento fallido de arribar al sitio de la explosión. El estado de ánimo de los doce integrantes 70

del equipo estuvo bastante positivo cuando nos reunimos en el pequeño comedor del hotel “Inturist” por la mañana. Nos pusimos a revisar los mapas de la zona, a calibrar los instrumentos, y a verificar que teníamos todo lo necesario: equipos de laboratorio, capital para los gastos, carpas y materiales de campo, fotografías y daguerrotipos de la zona. Platicábamos, con alegría, sobre los últimos pormenores de la expedición mientras que desayunábamos el pan con mantequilla y salchicha. “Si no están equivocados mis cálculos,” comentó Kulin, “hemos de encontrar hasta diez millones de toneladas de hierro en el sitio, camaradas. Se teoriza que la explosión en el 1908 fue el resultado de un meteorito; de ser así el caso, los metales que contiene el bólido le servirían a la industria soviética de manera inconmensurable. Gracias a nuestros esfuerzos durante esta expedición, camaradas, seguirá avanzando el desarrollo del pueblo proletariado.” Los doce integrantes del equipo dieron un grito de júbilo y alzaron sus tazas de té. Sin embargo, el optimismo se frenó súbitamente en cuanto salimos del pueblo y nos desplazamos para la sierra, pues nos dimos cuenta que nadie quiso acompañarnos hasta el sitio de la explosión. Los campesinos rusos se persignaban y declaraban que era “un lugar maldito”, y que ni locos se irían hasta allá al “campo de los árboles quemados”. De igual manera, los aborígenes evenki de la zona se resistieron a acercarse a la Zona Cero. Ni siquiera los evenki más valientes—los que viven en campamentos, en la sierra, lejos de la aldea, los que viven de la naturaleza en estado primordial— se atrevían a ir a la Zona Cero. Conocimos a un joven evenko que hablaba algo de ruso y nos pusimos a platicar con él. Igual que las demás personas de su etnia, el joven era de baja estatura, de rasgos asiáticos, de pelo lacio y negro. Nosotros tratamos de preguntarle si podría facilitarnos un guía para la misión. “Yo no ir allá, lugar ser malo,” nos explicó el joven al platicaba con nosotros frente a su carpa. Se acercaron algunos otros nativos y éstos le hablaron al joven frenéticamente en su lengua, con gestos dramáticos. “¿Qué le están diciendo?” preguntó uno de nuestros ingenieros. “Dicen que nadie ir allá nunca. Tener miedo,” respondió el indígena en su ruso chapurreado. “¿A qué le tienen miedo?” “No es bueno ir allá.” El joven miró al cielo por un rato con preocupación en sus ojos negros. “Allá hay ‘hombres del valle’.” Los demás nativos agacharon las cabezas y evadieron nuestras miradas. “¿Quiénes son los ‘hombres del valle’, joven?” preguntó Leonid Kúlik. “¿Se trata de otra tribu de indígenas?” “No,” respondió el evenko. “No son hombre. Son…son como hombre, pero…diferente.” Posteriormente nos encontramos con otros grupos de indígenas evenki y yakuti, y todos repitieron lo mismo: que el lugar era de mal augurio y que nadie se atrevía a acercarse, por temor a los extraños ‘hombres del valle’. Un anciano se fue corriendo desenfrenadamente al oír que queríamos arribar al sitio, gritando una palabra en su lengua que no alcanzamos a definir. Definitivamente, aquí estamos muy lejos de Moscú. Regresamos al pueblo esta noche con las manos vacías. Cuando entré a la oficina de telegrafía para mandarle un 71


breve mensaje de saludo a Tania, la operadora me indicó que durante el día había llegado un telegrama para mí. Abrí el sobre y leí el texto. Era de Tania:

hombre centenario de vestimento tradicional. El anciano de cabello largo, piel arrugada y ojos pequeños, le explicó a Kúlik lo que recordaba del evento. Nuestro intérprete tradujo todo: “Yo vi mucho fuego. Era como lo que los rusos llaman el ‘relámpago’, pero más fuerte, más temible, más terrible. Me parecía que un segundo sol había nacido en el cielo. Temblaban mis huesos, temblaba la tierra. Yo cerré los ojos y me puse a rezarles a mis ancestros, les pedí que me llevaran de la tierra, porque sentía que la tierra se consumía en llamas…” Mientras que Kúlik hablaba con el anciano, yo me quedé viendo a un niño que estaba sentado sobre una colección de pieles de venado detrás del señor. El niño me miraba de vez en cuando, y me hacía unos gestos raros con las manos. Después de unos minutos, me di cuenta que los gestos le correspondían a la conversación que los dos hombres llevaban; era como un mimo que narraba la historia con las manos. Lo extraño es que este niño no hacía sus gestos en el momento en que se mencionaba algo: él anticipaba los temas de la plática. Primero el niño alzó la mano y miró hacia arriba; diez segundos después, Kúlik le preguntó al anciano si había visto algo en el cielo. El niño señaló la cabeza antes de que el anciano le contara a Kúlik que le dieron dolores de cabeza en los días posteriores al suceso. Después de observar este intercambio surrealista por unos veinte minutos, sentí la necesidad de alejarme: comencé a sentir que yo perdía todo concepto del tiempo lineal. Ya había oscurecido cuando regresamos al pueblo de Lesosibirsk. Me fui corriendo a la oficina de telegrafía para llegar antes de que cerraran. La señora ya estaba cerrando la puerta pero sacó un sobre de su bolsa y me lo entregó. Era otro telegrama de Tania:

MATVÉI: QUIERO QUE SEPAS. –STOP HOY ME REUNÍ CON MI EX ESPOSO PARA FIRMAR LOS PRIMEROS DOCUMENTOS DEL DIVORCIO. –STOP NO PUEDO ENTENDER CÓMO PASÓ TODO PERO RESULTA QUE ÉL VINO A MI CASA, PLATICAMOS UN RATO, Y A FIN DE CUENTAS TUVIMOS SEXO. –STOP CREÍA QUE SERÍA CONVENIENTE QUE LO SUPIERAS. –STOP Sentía una gran convulsión en el pecho. No sabía con qué tenor responderle. A fin de cuentas, opté por seguir con el mismo caballerismo que—considero yo—siempre me ha caracterizado en mis relaciones con las mujeres. Traté de escribirle a Tania con comprensión y compasión, pero confieso que, a la hora de escribir mi respuesta en el cuaderno de la telegrafista, me temblaban las manos un poco. QUERIDA TANIA: ME CAUSA MUCHA TRISTEZA LO QUE ME COMENTAS, PUES YO CREO QUE ESA DECISIÓN ES ALGO QUE NO TE CONVIENE A TI. –STOP CREO QUE TÚ TE MERECES MUCHO MÁS, Y SÉ COMO ESE HOMBRE TE HA TRATADO. –STOP ESPERO PUEDAS TOMAR MEJORES DECISIONES EN EL FUTURO, DECISIONES QUE TE BENEFICIEN A TI. –STOP ATTE. TU FIEL MOTYA. –STOP Regresé de inmediato al hotel para acostarme.

9 de julio del 1930 Diario del Ing. Matvéi Paríkov Lesosibirsk

MATVÉI, TÚ NO TIENES DERECHO A RECLAMARME NADA, YO HARÉ LO QUE ME DÉ LA GANA. -STOP

Dormí muy mal anoche. Soñé con bosques enteros de árboles que se torcían, se movían al son de una extraña música en tono menor, al estilo de Rajmáninov o Músorgski. Soñé con largas sombras humanoides que se movían entre los troncos. Hoy partimos para la sierra de nuevo; teníamos la intención de llegar hasta donde nos fuera posible sin guía. Por nuestros propios esfuerzos logramos acercarnos un poco al sitio, hasta una parte del bosque donde los árboles ya empezaban a inclinarse todos hacia la misma dirección. Debido a su inclinación, estimamos que la Zona Cero estaba a unos 100 kilómetros de nosotros; hacia el noreste. Los químicos de la expedición tomaron algunas muestras del suelo y de la corteza de los árboles. Lamentablemente no pudimos avanzar más; la inclinación de las montañas y la espesura del bosque nos resultaron prohibitivas. Temo que, si no encontramos un guía, no podremos llegar hasta la Zona Cero y nuestra misión será considerada como un gran fracaso, tanto para la ciencia como para la industria soviética. Antes de regresarnos al pueblo, nos paramos en otra comunidad de indígenas evenki para entrevistarnos con la gente mayor. Les preguntamos qué recordaban del evento en 1908. Kúlik se sentó en el suelo y se puso a platicar con un

16 de julio del 1930 Diario del Ing. Matvéi Paríkov En la sierra de Siberia Los quehaceres más sencillos y cotidianos resultan casi imposibles cuando uno está acampado en la montaña. Nos encontramos en una parte de la sierra con vista al Río Podkamennaya Tunguska, a unos 150 kilómetros del pueblo de Lesosibirsk, y acabo de lavar algunas ropas en un arroyo cercano. Si lavar a mano no es gran cosa cuando uno está en su departamento en la ciudad, resulta casi imposible aquí con el agua helada y la fuerte corriente del arroyo. Mañana saldremos para el epicentro, para la misma Zona Cero de la explosión. Hemos llegado hasta aquí gracias a la ayuda de nuestro guía, un campesino ruso de aspecto rústico y de cara oportunista. Nos ha indicado una vereda que nos llevará hasta la cumbre de una montaña desde la cual podremos gozar de una vista panorámica del sitio de la explosión. El jueves pasado, antes de partir para la sierra, aproveché para encargarle a la telegrafista otro mensaje para enviar a Krasnoyarsk. En el telegrama, le aclaré a Tania que no pretendo 72

reclamarle nada, que yo entiendo que ella está pasando por momentos difíciles, que ella puede contar con mi apoyo pase lo que pase. Además le propuse que, tras mi regreso de esta expedición, los dos debemos salir a comer para festejar la finalización de su divorcio. La invité a cenar en uno de los restaurantes más lujosos de Krasnoyarsk. Ya con el corazón alivianado, empaqué mis cosas en una mochila del ejército soviético y me bajé por la escalera del hotel. Me senté al lado de Kúlik en el comedor y a la mesera le pedí un plato de kasha con arroz. “¿Qué te pasa, Matvéi?” me preguntó Kúlik. “Te ves algo distraído.” “Es que…nada. Vi un hombre desconocido en el pasillo, en el tercer piso, cuando iba saliendo de mi habitación. Un señor alto y delgado, con traje negro. Es todo.” “Ha de ser otro inquilino,” me dijo Kúlik, “sabes que de vez en cuando hay ingenieros que llegan al pueblo para realizar otros estudios. No te preocupes. Hoy saldremos para la sierra. Ya verás, cuando encontremos el cráter, cuando veamos el meteorito, conocerás la sensación de haber realizado un gran logro para la patria. Tanto hierro: ¡imagínate, camarada!” Y con eso Kúlik siguió comiendo. No le quise contar a mi compañero todo lo que me acababa de pasar. Era cierto, había visto un señor alto y trajeado en la tercera planta del hotel. Pero al bajarme por la única escalera que tiene el edificio, llegué a la planta baja y lo vi de nuevo. Ahí estaba sentado en una silla en la sala de entrada. No le quise contar a Kúlik esta experiencia perturbadora. Tampoco quise contarle acerca de Tania. Entonces me mantuve callado, y me alisté para salir. Desde aquel jueves que salimos de Lesosibirsk, he guardado mucho silencio durante los últimos siete días. Siento algo pesado, algo que desafía las descripciones, algo que no me permite hablar. Ahora está oscureciendo y tenemos poco keroseno para las lámparas, así que tengo que dejar de escribir por el momento. Tengo que ir a recoger mi ropa que puse a secar, hacer unos cálculos, y revisar los instrumentos antes de acostarme en mi carpa. Mañana será un día de importancia singular para la expedición.

18 de julio del 1930 Diario del Ing. Matvéi Paríkov En la sierra de Siberia Hoy es un gran día, y doblemente grandioso: hoy con éxito arribamos al epicentro de la explosión, y hoy es el día que se finaliza el divorcio de Tania. Tardamos dos días en llegar: dimos largas vueltas por el bosque y tratamos, en vano, de calibrar las brújulas que ya no funcionaban. El bosque tiene un efecto desorientador aquí: a veces, el sol parece mantenerse parado en el cielo por horas sin moverse; en otras ocasiones, cae la noche súbitamente. Ayer nos resbalamos por una ladera y nos caímos a un pantano fangoso y se me ensució toda la ropa que llevaba. Cuando llegamos a un arroyo de agua limpia comenzamos a cambiamos la ropa; yo saqué de la mochila la camisa que había lavado el día anterior. Es una camisa rayada de mangas cortas y botones; siempre la uso cuando me voy al 73


campo, porque está vieja y la manga izquierda está rota. Lo extraño es que, cuando me puse esa camisa ayer, noté que la manga rota ahora estaba cocida: alguien le había hecho unas puntas primitivas con un hilo grueso. Supuse que había sido uno de los integrantes del equipo y me la puse sin mayores preocupaciones… pero ahora recuerdo que ninguno de estos hombres sabe cocer. Pero eso es lo de menos. Hoy, después de perdernos, después de luchar contra la maleza del campo siberiano y los sancudos de verano, por fin hemos llegado a la Zona Cero. El fotógrafo ya había empezado a tomar fotos cuando el guía ya nos estaba llevando hacia la cumbre de la montaña; sabíamos todos que era un momento histórico. “Quiero que nos retrate a todos cuando lleguemos a la cumbre,” comentó Kúlik con la voz entrecortada, mientras subíamos por la vereda empinada. “Quiero que nos saque una foto frente al cráter. Qué salga el meteorito allá abajo.” Cuando nos acercábamos a la cumbre, Kúlik casi corría como niño; quería ser el primero en llegar para ver el epicentro de la explosión. Los demás le seguimos con prisa, respirando profundamente el aire que olía a pino y abedul. Yo estaba a unos 10 metros de Kúlik cuando éste llegó a la cumbre. Pero Kúlik no gritó, ni se movió. Se quedó atónito. No sonrió; no dijo nada. “¿Qué ves, camarada Kúlik?” le grité. “¿Qué tiene?” Se quedó viendo el valle en silencio. Los demás nos acercamos. Nos quedamos así, sin decir nada, por un largo rato. Todos miramos hacia abajo, hacia la Zona Cero. Vimos una escena de desolación y destrucción, pero no tenía el aspecto salvaje y descontrolado que tiene el sitio de un incendio o un diluvio. En el valle bajo —en un área de varios kilómetros— vimos una escena de simetría perfecta. En el centro del valle había un gran círculo de troncos ennegrecidos que estaban rectos. Más allá del mero centro de la zona, los árboles comenzaban a inclinarse hacia afuera, con perfecta simetría; entre más lejos estuvieran del epicentro, más se inclinaban. Yo estaba tan distraído por la perfección de los ángulos de inclinación que no pensaba en lo mismo que pensaba Kúlik. “No hay cráter,” dijo Kúlik. Se veía desahuciado. “No hay cráter. No hay meteorito. Ningún bólido. Nada.” Tenía razón. En el centro de la Zona Cero, donde esperábamos encontrar el cráter que siempre acompaña el impacto de un gran meteorito, no vimos ni siquiera una depresión en el suelo. Solamente vimos los efectos del suceso: los árboles quemados, ennegrecidos e inclinados. Una simetría perfecta, como si fuera hecha a máquina. Era como encontrar a la víctima de un asesinato, pero sin hallar ni marcas de cuchilladas, ni balazos en su cuerpo. Nos bajamos hasta el epicentro. Era un lugar de silencio absoluto, con un ambiente fúnebre. Las aves no entraban al valle y no vimos ni un animal, ni siquiera un insecto. Los ingenieros tomaron algunas muestras del suelo, con una reverencia que correspondería a las misas ortodoxas de la época pre-revolucionaria. Estando allá abajo en el valle, hasta el cielo se veía diferente. Ya no parecía el vacío inmenso que nosotros vemos todos los días, sino un verdadero firmamento sólido e inmóvil, una gran burbuja de vidrio que nos cubría a todos. Yo comencé a sentir que me faltaba el aire en esa cuenca sofocante. Claro que yo no creo en Dios. Pero cuando por fin

comenzamos a salir de ese lugar, le di las gracias a Dios inmensamente.

24 de julio del 1930 Diario del Ing. Matvéi Paríkov Krasnoyarsk “Entonces, ¿dices que no hubo cráter?” me preguntó Tania, después de darle la primera mordida de su pollo Kiev. Le brillaban los ojos verdes con la luz de las velas. El violinista tocaba una sonata de Tchaikovsky en el otro extremo del restaurante. “Nada. Los ingenieros encontraron rastros de silicato y magnetita en el suelo. Esto indica algo…algo que no es de la tierra. Esos elementos solamente se encuentran en otras partes de la galaxia. Pero no hubo rastro alguno de que algo se hubiera caído ahí.” Tania tomó la botella y se sirvió otro trago de vino. “Y ¿qué te dijeron los lugareños, qué vieron?” “Los aborígenes que viven más cerca de la Zona Cero no quisieron decirnos nada. De lo poco que entiendo de la lengua evenka, decían que hay seres en la zona que les dan miedo. Que es un lugar condenado, un lugar maldito. Ni siquiera nos quisieron hablar del evento. Solamente nos dijeron que es algo que se debe respetar, pero que no se puede entender.” En ese momento, entró un viento helado al restaurante. El camarero fue a cerrar la puerta. “Pero ya, querida,” le dije a Tania, “ya no quiero seguir hablando del trabajo. Vamos a brindar, Tániechka. Brindemos por la finalización de tu divorcio. Por un nuevo comienzo. Brindemos por nosotros.” Tania, esa hermosa mujer de cabello radiante y piel suave, levantó su copa y me sonrió. Después se levantó para darme un beso. El beso se prolongó, y me dio otro beso. Y salimos del restaurante, y no dejamos de besarnos, durante toda la noche, hasta el amanecer.

25 de julio del 1930 Diario del Ing. Matvéi Paríkov En el tren de Krasnoyarsk para Lesosibirsk Hoy regreso al poblado de Lesosibirsk, más feliz que nunca. Tania está en mi vida y la suerte está de mi lado. Con los demás integrantes del equipo, pasaré los próximos días dándole seguimiento a la investigación. Examinaremos a fondo toda la información recopilada, y lograremos explicar a fondo el extraño suceso en Tunguska, por más que nos cueste. Va avanzando la investigación, va avanzando mi carrera, va avanzando este amor platónico con Tania. La vida es hermosa.

30 de julio del 1930 Diario del Ing. Matvéi Paríkov Lesosibirsk 74

Seguimos con la expedición aquí en Lesosibirsk. Hemos pasado los últimos días trabajando en la comandancia de la milicia, la cual nos han prestado sus instalaciones para nuestra investigación. Nos dedicamos a analizar las fotografías; los químicos han realizado estudios con las muestras que se tomaron; los psicólogos del equipo se han adentrado en los pormenores de las transcripciones que tenemos de las entrevistas con los lugareños. Cada tarde nos reunimos en el comedor del hotel para comparar nuestras respectivas interpretaciones y desarrollar el plan de trabajo para el siguiente día. Por supuesto que trabajo con mucho gusto y muchas ganas. Solamente hay tres cosas que me tienen un poco consternado, tres cosas que no alcanzo a entender. Una de esas cosas es lo que me pasó esta mañana. Me rasuraba en el baño del hotel, como hago todos los días por la mañana. Tenía la radio prendida y escuchaba las noticias que llegaban de Moscú. Ya me había aplicado la crema cuando la voz del locutor anunció la hora de Moscú. No sé por qué, pero esto siempre me tranquiliza; me pone de buen humor saber que, en todo el país, todos escuchamos la misma voz de Moscú y todos la escuchamos igual cuando se dirige a todas las estaciones del país y dice, “Govorit Moskvá vsiem stántsiam Soviétskovo Soyuza!” Mientras me rasuraba, iba pensando en los quehaceres del día, todo marchaba con normalidad. Por un breve momento, cuando casi terminaba de rasurarme y estaba lavando el rastrillo en la tinaja, miré mi propio reflejo en el espejo y —sé que parece una locura—podría jurar que mi reflejo me guiñó el ojo. Lo quiero atribuir al cansancio del trabajo. Ahí, pues, está la segunda cosa que me tiene un poco molesto: hemos trabajado por varios días y no hemos avanzado nada con los datos. Por más que analizamos la información, no logramos dar con una interpretación integral que explique todos los pormenores. Confío en que lo hemos de lograr, pero la falta de concordancia me ha inquietado un poco. La tercera cosa que me tiene preocupado es esto: hace casi una semana que no sé nada de Tania. No me ha enviado ni un telegrama ni una carta. Supongo que ha de ser por la lentitud del servicio postal aquí en esta región de Siberia. Y supongo que lo de la investigación se deberá a la falta de algún dato clave, y lo que vi en el espejo esta mañana habrá sido por el cansancio que me provoca la misma investigación. Todo tiene su explicación.

4 de agosto del 1930 Diario del Ing. Matvéi Paríkov Lesosibirsk No se entiende este maldito caso del bólido en Tunguska. No se entiende la información. No se entiende la gente de esta sierra siberiana. No se entiende nada. Nada tiene sentido. Todo parecía indicar que hoy sería un día normal. Hoy, igual que todos los días anteriores, me levanté en el hotel, desayuné en el comedor con los demás, y me fui a la comandancia. Un día normal. Me puse a trabajar, platiqué con los ingenieros, con los 75


químicos, los psicólogos, volvimos a revisar las fotografías y las entrevistas, y seguimos desarrollando nuevos acercamientos teóricos. Programamos otra reunión para el día siguiente, y anotamos nuestras conclusiones en los cuadernos de investigación. Reitero; era un día normal. Todo seguía siendo normal, hasta que llegué al hotel en la tarde. Llevaba mi maletín con los documentos de la investigación. Es de color negro, de cuero curtido, hecho en San Petersburgo. Pensaba dejarlo en mi habitación y tomarme un té con limón en el comedor antes de irme a descansar. Como todos los días. Pero cuando entré al hotel, me habló la empleada de Inturist. “Ha llegado una carta para usted, Señor Paríkov,” me dijo. “De Krasnoyarsk.” Abrí el sobre. Leí el texto, escrito con la letra inequívoca de Tania. Y me quedé sin ganas de tomarme el té, ni de comer nada, ni de acostarme ni de levantarme mañana ni de seguir trabajando. Querido Matvéi: Sabes, te agradezco toda tu ayuda durante esta etapa difícil en mi vida. Pero ya he decidido regresar con mi esposo. Te pido que no vuelvas a contactarme. Espero te encuentres muy bien. Atentamente, Tania Guardé la carta entre mis documentos de investigación y me subí a la habitación. Y aquí estoy, acostado en la cama en la tercera planta de este viejo hotel, en la aldea de Lesosibirsk, en medio de la sierra de Siberia. Y después de todo lo que ha pasado, no sé qué es más extraño: la trabajadora en el tren que se desplazaba invisiblemente por el vagón, o la anciana loca que sabía mi nombre, o los aborígenes evenki y sus relatos de “hombres del valle”, o el niño que anticipaba la conversación con sus gestos, o el hombre que apareció dos veces en el hotel, o mi camisa que se cosió sola, el reflejo que me guiñó el ojo, o la gran explosión que no dejó ni cráter ni meteorito o los árboles quemados o la desorientación de la Zona Cero o la falta de animales allá en la sierra o la falta absoluta de rastros después del enigmático Evento de Tunguska… O la conducta de Tania.

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el r e ñ se

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na!

colum

El sonido está inmerso en todo, es vibración que produce movimiento, las mismas palabras están constituidas de vibras que son ondas y que producen movimiento en el cuerpo físico y en su esencia dependiendo la intención que conlleven. Roberto Arcaute y Manuel Rocha por medio de la sinestesia realizan un trabajo formado por lo sonoro y que en el fondo también contiene filosofía. Es una propuesta que es importante mencionar y que a través de ella también otros pueden involucrase en la experimentación dentro del arte. Transcribo lo escrito por Roberto Arcaute y Manuel Rocha Iturbide en relación a su propuesta estética/artística: SONOPLASTIA El arte sonoro se ha consolidado a lo largo de las últimas décadas como espacio de experimentación y exploración sensorial. En México existe un espectro de artistas de varias generaciones que desde hace cuarenta años han explorado el sonido como un nuevo medio en el contexto del arte. SONOPLASTIA deriva de dos raíces que vienen del latín y del griego: Sono (Sonoridad) y Plastós (Formado, Modelado). La relación sinestésica entre estas dos raíces nos induce a contemplar al sonido desde lo plástico, es decir, desde su capacidad para ser manipulado y esculpido, así como desde su potencial para ser traducido y representado por medio de diversas formas visuales. En esta exposición de arte sonoro estas dos ideas convergen, desdoblándose y abarcando el espacio a través del tiempo. Los artistas de esta muestra han concebido al sonido como otro lenguaje posible en su obra, capaz de comunicar y de actuar desde nuevos vértices. El diálogo entre generaciones es importante, así como el estudio de los orígenes de un nuevo medio de carácter intermedia que apenas comenzamos a entender. Por esta razón, además de los artistas y sus obras se presenta documentación histórica de distintas manifestaciones del arte sonoro mexicano. El proyecto se desarrolla desde varios ejes que se entre cruzan: 1.-La sinestesia 2.- Lo social, lo político y lo cotidiano 3.- Lo conceptual. La muestra está conformada por esculturas e instalaciones sonoras, por obras puramente sónicas o de carácter conceptual, así como por acciones sonoras creadas ex profeso y otras a manera de registro. SONOPLASTIA no cataloga ni encasilla las obras expuestas, más bien, busca una matriz, un rizoma que nos permita entenderlas en sus relaciones y entre cruzamientos. Todas ellas aluden a alguno de los ejes de manera directa, pero se interrelacionan con los demás. SONOPLASTIA es un crisol que genera complejidad; es una

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muestra orgánica que evolucionará en sus futuras presentaciones de acuerdo al lugar, espacio y contexto; es una plataforma para revisar el trabajo de artistas mexicanos que interactúan con el sonido, generando una fricción sonoplástica que todavía tiene muchos ángulos ocultos por ser descubiertos. SONOPLASTIA, sus ejes y sus entrecruzamientos. La Sinestesia: Del griego syn (junto) y aisthesis (sentidos). Esta palabra define la percepción simultánea de dos o más estímulos a través de una experiencia Gestalt. Está relacionada con percepciones artísticas de carácter intermedia, o con la traducción o correspondencia entre uno y otro lenguaje artístico. En el arte sonoro es un espacio en donde surgen metáforas de las relaciones entre lo visual y lo sonoro, en donde existe la obsesión de traducir de un medio hacia el otro, así como de encontrar correspondencias y entender polaridades. Artistas: Iván Abreu, Arnaldo Coen & Mario Lavista, Arcángel Constantini, Leslie García, Juan José Gurrola, Ivan Puig, Juanjosé Rivas, Antonio Russek, Guillermo Santamarina, Mario de Vega. Lo social, lo político y lo cotidiano: México vive desde hace años en una constante turbulencia que se intensifica día a día. El medio del arte ha reaccionado críticamente en contra de la anestesia de los medios, y ha generado y propuesto obras que exponen a flor de piel los dilemas cotidianos que enfrentamos. El artista se convierte en un sensor que nos recuerda que no podemos quedarnos pasivos e indiferentes ante una realidad que exige que la sociedad civil sea protagonista, reaccionando para dar lugar a un cambio urgente que nuestro país requiere. Artistas: Roberto Arcaute, Gustavo Artigas, Marcela Armas, Tania Candiani, Arturo Hernández Alcázar, Teresa Margolles, Israel Martínez, Luz María Sánchez. Lo conceptual: El arte sonoro no puede conformarse con su aspecto lúdico intrínseco. El sonido le da temporalidad al ámbito visual, es inmersivo, y además nos invita a descubrir el espacio gracias a su constante interacción con él. No obstante, este nuevo medio también puede centrarse en ideas y conceptos, en el pensar y en el reflexionar acerca de lo que se escucha, y de lo que no se escucha, así como de plantear y abrir preguntas nuevas. Las obras sonoras silentes son preponderantemente conceptuales, pero también las que suenan son capaces de plantear paradigmas importantes cuando las enfocamos desde el pensamiento. Artistas: Ulises Carrión, Felipe Ehrenberg, Manuel Rocha Iturbide, Rogelio Sosa. Las obras emanan de estos tres ejes y se desarrollan a través del elemento espacial, ya se trate del puramente sónico e imaginario, del micro espacio que conforma a la escultura sonora, o del macro espacio que permite el diálogo con la instalación. Finalmente, el espacio global de la exposición nos invita a llevar a cabo distintos recorridos, y establece un diálogo natural entre las obras (al que le podríamos llamar de cercanías y fronteras). Sin embargo, la relación no conjunta entre ellas es igual de importante y es por esta razón que presentamos un diagrama en donde podremos analizar sus entrecruzamientos. 80

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la amnesia

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texto

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Hoy no hablaré de nada. Hoy no escribiré. El proceso de escritura es una continua negación corporal. El movimiento de la mano que somete a la pluma o si mejor se quiere al teclado de la máquina, la niega, la nulifica y cosifica. El tiempo indica la marcha de los vocablos, de los signos y símbolos, pero nada hay en el centro del sentido, sino se prostituye, sino se convierte en algo material, en algo con huesos y arterías, es decir una perversidad humana. El espacio es sometido a la escritura incorrecta, a la crítica impuesta desde los cubículos, ahí donde el rey es rey, pero fuera del centro es una nada constipada. El término prostituta proviene del griego pernemi que significa “vender” ¿Qué se vende a la hora de la escritura?, una respuesta posible podría resultar ser Nada, pero no es así, se vende un deseo, un riesgo, una fisura en el pensamiento, se vende lo corporal. Es así que el proceso de escritura se convierte en una porneia, es decir un intercambio de fluidos gráficos (pornografía), pero la experiencia se extiende más allá de las imágenes graficas y obscenas que ponen al cuerpo al centro de la disección, para ser analizada como en un rastro porcino, el proceso de Porneia, que es el proceso de creación, tiene que ver con el mecanismo imaginativo y genitivo, y de cómo procesamos nuestras imágenes dentro de la bóveda craneana. El resultado de esto debería ser una escritura con filigrana, del sentimiento y luto humano, de la condición de ser alguien sobre esta tierra. Pero esta grafía sólo se reduce a eso, a una representación vacua y huérfana. ¿Cómo pasar de un estadio de Porneia a un estadio de la Nada?, es decir a un estado espiritual, a una escritura de sanación, ahí donde se conjuntan el Uno y el Otro, ahí donde se crea una experiencia transestética, donde la condición humana se convierte en el vacío cósmico. Hoy no hablaré de nada. Solo escucho el murmullo de la lluvia. Allá fuera de mí está una galaxia, una botella de perfume, un cielo gris y nocturno. A la hora que no escribo esto, hay una especie en extinción. A la hora que escribo esto da lo mismo que el dado gire en dirección de Deus o en dirección de una gladiola. Pues todo esto estará negado desde el principio de la escritura, desde el inicio del tiempo. Desde el inicio del espacio. Poco importa la deconstrucción de mi bóveda craneana o de mi artería ventricular izquierda, o simplemente de la ilusión vana de escribir. Hay escrituras que son consideradas basura, ya sea por la temática, la forma y la manera de venderse. Pero aquí no me refiero a ese tipo de escritura, banal y sin recursos más allá de la mercadotecnia; me refiero a una escritura que intenta descifrarse a sí misma. Una escritura que en ese proceso primitivo de la obscenidad, fabrique imágenes telúricas e hipertelicas, que ponga al cuerpo en el centro de la percepción, ahí donde hay abismo y hay callejones, para que los significados no sean meras elucubraciones de un estado de embriaguez. La Porneia es un mecanismo poético, una marasmo de instantes, de ráfagas sonoras y táctiles, quiero un cuerpo desnudo a mi lado, un ser respirante, que me momifique a la hora 83


crepuscular, que me hable. Si sólo para escuchar un rasgo de su voz, para percibir una tenue luz de la noche corporal. Hay donde el infinito no tiene sombra infinita. Hoy no escribiré de Nada. Hoy sólo me dispongo a recorrer la cornisa y a caer en el abismo más profundo y sonoro del silencio. Pues todo estará negado desde el principio. El estado de Porneia más el estado de las Grafías; perversión más dulzura, es lo que podemos aspirar, espero que se entienda bien los términos en que expongo estas ideas representadas en mi mente, no hago una oda en cítara de la escritura pornográfica ni de prostitución, sino más bien una elegía con tambores y cantes del proceso de escrituración del cuerpo, ese sellarse un signo y significante, un símbolo y una destrucción imperiosa de nuestro corazón. Escrituración que viene a negar ese mismo proceso de vida, vender el deseo, vender el riesgo y no ganar más que un texto inconexo, cóncavo, geométrico, que quizás no diga nada más, que sólo nada más.

Los textos tienen amnesia. Son inacabables, se les olvida su origen, su estructura, se dirá es cosa de los tiempos modernos, la vida acelerada, sólo hay que hacer un alto en el camino y saltar al borde del camino mismo, un salto absurdo, pero la bóveda craneana es absurda. Todo este texto será negado y visto. Será pronunciado tres veces y será negado. Será una escritura mesiánica, allá por los mares del norte, allá por los mares del pacifico y del mediterráneo, pero todo será olvidado y negado. Mi estado de Porneia, se volverá a su color natural. Retornará a mi conciencia y de ahí se expandirá hacia la nada. Y todo será negado desde el principio del espacio hacia el inicio de los tiempos. Todo será negado en su naturaleza. Este es el fin del arte y el fin de la estética, el estado Pornéico alcanzará la victoria, es decir un Estado sin Estado del arte, una transnegación constitutiva del mecanismo de la imaginación. Todo después de todo será negado. Hoy sólo quiero sentir una respiración humana. 84

Imágenes de la serie: Palinsesto para Millet. Roberto Luviano. 85


Decirse soberano no es sí serlo, no se trata de una acción meramente declarativa. El rey era soberano porque, como establece Jean Bodin en Los seis libros de la República, ejercía efectivamente un poder absoluto y perpetuo. No bastaba la legitimidad monárquica de príncipe, pues era necesario expresar la fuerza de dicho título. Por supuesto que esta relación básica se modificó con el trascurso de los años: el giro político hacia el pueblo como soberano titular, la soberanía empleada en las relaciones internacionales o la soberanía interna de territorios federados o confederados, modificaron la forma sustancial cómo el gobernante ejercita su poder de mando dentro de una determinada legalidad. En analogía, a lo que apela la soberanía dactilar es a practicar un poder absoluto y perpetuo en la escritura. El escritor es soberano porque sus manos pueden escribir en plena libertad. Pero ¿acaso puede existir una libertad absoluta y perenne?, ¿el escritor puede ser consciente de esta libertad y, más aún, puede ser capaz de consumar una libertad ilimitada? En todo caso se trata de una respuesta ética. El escritor, como individuo inserto en una colectividad, se encuentra en tensión entre dos direcciones de libertad. Estas libertades, como lo observó Isaiah Berlin, pueden ser calificadas con los polos positivo y negativo. En la libertad positiva el escritor es dueño de su voluntad y esto constituye no un reconocimiento, sino una característica cardinal (la actividad artística queda viciada si se realiza mediante servidumbre o mandato). El escritor ejerce una demostración de cada una de sus acciones y la autorrealización se verifica exclusivamente en la reciprocidad textual: ser en proporción de lo que se escribe. En la libertad negativa, el escritor sólo es libre en cuanto se lo permiten los demás y bajo las modalidades estandarizadas para ejecutar su actividad. En este sentido, el escritor es libre siempre y cuando exista una ausencia de oposición, es decir, que no se encuentre con impedimentos reales en el trayecto de la voluntad. Aquí el escritor existe en virtud de sus confines, que siempre constarán en su movimiento creativo. Cuando Rubén Darío dice: “Ése es mi mal. Soñar. La poesía/ es una camisa férrea de mil puntas cruentas/ que llevo sobre el alma…”, está reconociendo estos dos sentidos de libertad en circulación. El poeta sueña y proyecta su libertad con una acción totalizadora. En el sueño, su voluntad no tiene óbices ni existen imposibilidades creativas. La poesía, en este plano, es una fuerza que llena todos los objetos y acontecimientos. Sin embargo, antes de la sublimación, el poeta sabe que se trata de un mal. No un mal por sí mismo, sino un mal en función de la materialidad de sus anhelos: un deseo frustrado. La definición que el poeta nicaragüense hace de la poesía, si se quiere grandilocuente, es en realidad una imagen de poder. La poesía, si bien 86

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se da en el sueño, también existe en la camisa de fuerza, en la contención. El poeta es soberano, pero su poder tiene límites. No hace todo lo que escribe. Pero si se asume un asunto ético, la situación gira considerablemente. El escritor usa su libertad con distintos motivos y expectativas. La voluntad posee un acoplamiento epistemológico que puede vislumbrarse desde varios enfoques: se trata de las ligas entre el escritor y la naturaleza; el escritor y la sociedad; el escritor y su mente; etc. Asimismo, ese poder, que lo hace soberano en sus textos, puede vincularse por lo menos con tres relaciones con el entorno. 1) La voluntad que busca la transformación del mundo (literatura comprometida, política, propagandística, revolucionaria, etc.) 2) La voluntad que expresa la contemplación del mundo (literatura costumbrista, realista, bucólica, lírica, etc.) y 3) La voluntad que intenta evadir el mundo (literatura cosmogónica, mística, fantástica, ciencia ficción, etc.). Otra posibilidad es la soberanía dactilar: el abandono de la conciencia del escritor dentro del flujo narrativo o poético. En una parte de Iuspoética realicé un ejercicio interesante donde las manos buscan emanciparse del dominio intelectual del autor. Primeramente las manos asumen su labor en el proceso civilizatorio y dan cuenta de sus derechos en tanto forjadoras de obras y hazañas. Posteriormente realizan una demanda (acción legal) para argumentar con hechos y derechos los daños que el autor causó a las manos por obstaculizar o viciar su voluntad. La mano izquierda, entre otras cosas, se considera como el origen del mal. Aquí se admiten dos tipos de pruebas: una que demuestra gráficamente las lesiones que el homo habilis había perpetuado contra la mano izquierda y otra que es una verdadera declaración emancipadora redactada de puño y letra: “Declaro soberanos mis cinco dedos”. Al final del documento quedan autorizadas las manos de la humanidad en una alarma de aplausos. De este modo, la soberanía dactilar se expande a través del entusiasmo y la celebración. La soberanía dactilar borra, aunque sea intermitentemente, la alianza entre el autor y su texto. El escritor ya no se expresa necesariamente a través de su escritura. El texto chorrea sin dictados.

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Para comenzar, se debe estar perdido Siempre termino deambulando en ciudades desconocidas a lo güey, perdido en medio de un éxtasis que a las horas muta en hambre y dolor de pies. Y sin embargo no dejo de romantizar un poco; para que el flaneurismo cumpla su cometido, es preciso que algo duela o por lo menos incomode, lo que siempre le dará sentido al desorden e impulso para después reorganizar el extravío. Calor y éxtasis; mareo y desconcierto; incluso ganas de cagar seguidas de esa emoción de no saber qué aparecerá a la vuelta de la esquina; un baño dorado con ángeles digestivos; una cápsula robótica en cuyo interior hay un agujero que se tragará el prodigio acumulado con esmero en tus entrañas; un arbusto los suficientemente grande como para ocultar esa posición de humildad fetal que adquiere todo zurrador que se respete... No puedo imaginar a Budelaire sin su calva, su chaqueta raída y su depósito rectal repleto de masa blanda, mientras merodeaba por la noche parisina. Qué decir de Walter Benjamin, su admirador. Pero no seguiré hablando de este reconfortante tema; aunque los pudores del lector me importan un pepino, no voy a desviar mi atención sólo por eso... Quiero decir que, de cualquier manera hoy, que el paseo y la deriva se topan a cada momento con la simulación con la cual el turismo internacional estandariza nuestras sensaciones para favorecer el consumo clasemediero de chucherías para el prestigio memorioso, aquel deambular sólo podrá ser una especie de precarismo, oculto tras las inmundicias de la movilidad de paquete. Y quizá por eso, una especie de protodeporte del inconsciente. Entonces digo antes, que creo que se equivocan aquellos que descreen de ese afán digestivo en las tripas de la ciudad; un caminante honesto ocupa de manera paradójica el vacío discursivo de la urbe. O, para seguir abrevando de la metáfora sin excederme ya más –cagones del mundo–, tiene un doble carácter: puede ser indigesto por momentos, y a veces también laxante. Lo indigesto: más bello que lo bello Así, con esa sensación de mariposas en el estómago, comienzo a hablar de una pérdida particular, ahora que el fanatismo futbolero ha disminuido y la estupidez contemporánea va tomando sus cauces normales. Muy a pesar de la devaluación de la deriva y de una serie de contratiempos sentimentales de lo más viscerales y ñoños de los que tampoco seguiré hablando, a principios de este año, antes de que la lepra mundialista detonara de nuevo, caminé todo lo que pude algunas calles brasileñas (digo lepra, como podría decir disentería o esófago de Barrett, no sólo por mero afán denostativo, sino porque de manera común, suele compararse todo lo que ocurre en estas contiendas deportivas con enfermedades. Aunque en este caso, imaginar a los atletas mediáticos corriendo hacia la nada, detrás de su pelota-presazanahoria, en tanto sus cuerpos se desgajan a pedazos, no sé 90

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por qué me motiva, pero me motiva. Lo que no quiere decir que quiera engañar a nadie: veo futbol con el mismo babeo zombie que todo el mundo y basta de preguntas). Caminé, pues, sin el hartazgo que siento ahora luego de ver esos excesos tontorrones con los que comentaristas, cómicos de pacotilla, actores pirujillos de quinta, reporteros iletrados y turistas con sombreros de hule espuma han inundado la pantalla plana incrustada en la pared de mi habitación, mientras husmeaban en las distintas urbes brasileñas con motivo de la gonorrea futbolera. Aquello hubiera contaminado el misterio de las imágenes en vivo, escala 1:1. Por eso, al menos fue buena elección haberlo hecho antes de todo eso, pues así caminé hacia todos lados y hacia ninguno sin reconocer nada, con las pistas que la buena gente me ofrecía (la mayor parte de Belo Horizonte, Río de Janeiro y un par de pequeños lugares como Ouro Preto o Tiradentes), que en su afán por explicarme mi ubicación, hacían que me perdiera más. Y es que la mayoría de esas caminatas las hice sólo, como un fantasma deambulando en su propio sueño, no en busca de sentidos nuevos, sino obsesionado por encuentros inesperados de no sé qué cosas maravillosas que suelen no pasar, hasta que pasan. Posiblemente no sólo las calles llenas de putas y gente “normal” que se prostituye de las mil otras maneras, yonkis mulatos, reventados internacionales con la siempre idiota sonrisa, indigentes sanamente ajenos y la multitud que los ignora, sino aquella melancolía presentida en todos lados con la que probablemente cualquier extranjero se topa cuando sabe que para pasar desapercibido deberá realizar un esfuerzo superior. Silencio y buena onda, un tono dramático en la mirada, como para no evidenciar la falta de comprensión. Y luego, poco a poco, el contacto, las ganas de ser integrado, la búsqueda de comunidad ahí donde parece no haber nada en común. Hasta que así, apareció en aquellos recorridos lo que motiva esta perorata: un repentino fulgor como plus a la falta de centro, una pérdida ahí donde mejor se puede encontrar algo, si es que la memoria no acaba por joderlo todo con su sentimentalismo de rebaja... Nada más bueno ni más bello, para revivificar la sensación de sí en el presente, para ahuyentar los fantasmas de tanta tontería de mercado basada en la falta. Un buen deporte del inconsciente para recuperar la abundancia del vacío y escapar de los otros deportes de la convención y el desencanto. Lo laxante: progreso y su liberación Y a eso iba, pues en pleno Belo Horizonte, en una de las librerías de viejo que hay en el segundo piso de un edificio medio en ruinas en el centro, compré un libro de Rubem Fonseca: Agosto. La novela es una suerte de crónica ficcional que habla de los últimos días de Getulio Vargas, político brasileño que se pegó un tiro en el corazón en el mismo mes que le da título al libro. Un primer encuentro fortuito que me hiciera comenzar a entender un poco más a un país tan cercano, y a la vez tan poco conocido para los hispanohablantes. Vargas fue uno de esos próceres contradictorios que es conveniente alabar con mesura. Se sitúa dentro de un grupo heterogéneo de jefes de estado que fueron tomando conciencia de su papel rector y reformista a pesar de sus primeras cagadas, como Cárdenas o Perón. Vargas, fue conocido inicialmente como una especie de dictador, pues su arribo al poder fue mediante un golpe de estado, luego del cual disuelve la constitución y los partidos políticos para eliminar a sus enemigos. En Agosto, Fonseca na-

Detalle de la pieza “Futball” de Eugenio Merino 92

rra un contexto político complejo determinado por la violencia y la desconfianza. Un espacio desolador, pues más allá de la especulación constituyente del momento, lo que subyace en cada uno de los personajes es una presión asfixiante que los mantiene al borde de la existencia, una deriva política que, por el contrario de estar determinada por la libertad de movimiento, se sucede como acomodo estratégico frente a las decisiones ajenas. Alberto Mattos, personaje de la novela que encarna a un policía honesto (ahí la ficción debe tener buena técnica para convencernos de que algo así sea posible, más allá de que el primer empleo de Fonseca antes de dedicarse a la literatura fuera justo ese), debe resolver una serie de intrigas empresariales, lo cual hizo que finalmente Vargas dimitiera y se pegara ese tiro en el pecho: empresarios que rechazaban su nacionalismo. Y así Alberto Mattos, como derivación de todas estas tensiones, tiene como característica particular una gastritis, que Fonseca quiere hacer evidente todo el tiempo. Agruras y gases constantes; un rasgo que prefigura ya la complejidad del contenido, la falta de certezas en medio del caos político y la corrupción. De nuevo ausencia de centro, un escape en esa presión obligada. Y el libro me sirvió entoncesd, y me sirve acá para ir arribando a una señalamiento específico, algo que por supuesto está repartido en las historias complejas de todas las naciones, pero que en Brasil puede llegar a ser muy evidente desde un recorrido afectivo por sus calles: la falta de plazas, la especulación espacial, la reunión asincrónica de personas, una cierta distracción enternecedora en una de sus caras, pero violenta en la otra. Ninguna idea concreta al respecto, sino puro presentimiento mío: en algunas zonas del territorio hasta mediados del siglo XIX no había ciudades, pues se consideraban meras zonas de extracción. Así pues, muchas de sus conformaciones urbanas son muy recientes. Posiblemente la tradición de progresismo republicano y positivista que necesitó de nuevas urbes, ha hecho de Brasil un territorio en el que las propuestas de avanzada no son vistas con tanta sospecha como en México, donde muchas instituciones operan aún con una extraña mezcla entre conservadurismo de corte liberal, y entonces esquizoide y supino. Además la ignorancia de las clases dominantes mexicanas es proverbial, y los complejos ideológicos que las sustentan parecen laberintos interminables. Y, para sostener un pastel de ese tamaño, siempre ha sido preciso normalizar la mediocridad de los glotones comensales. Brasil me supo distinto. Tanto su arquitectura, o los movimientos del concretismo y neoconcretismo (cuya pugna evidencia una salud discursiva que busca naturalmente nuevas salidas a viejas confrontaciones), son asimilados no únicamente como parte de la alta cultura, sino en la vida cotidiana, en su concepción de vida y movilidad. Me impresionó, por ejemplo, que uno de los museos de arte contemporáneo más grandes que yo haya visto (el museo-parque de Inhotim) funcionara como un Chapultepec de fin de semana en el que la gente podía montar sus picnics de feijão tropeiro y pão de queijo sobre las piezas de Héilo Oiticica o Paul Mccarthy. Sin embargo, esto quizá tenga su contraparte en la idea de progreso continuo como necesidad, del alcance de una sociedad neoliberal del tercer mundo –como son incluso las metrópolis de izquierda mesurada como la brasileña–. Una tendencia hacia un minimalismo de corte bonitón, también, una poética cotidiana como obligatoriedad que parece ser más simplista que leve, ejemplifica cómo ciertos movimientos de vanguardia no sólo se incorporaron al mercado, sino le inyectaron nuevos

bríos. O, para bajarle la celsitud al ejemplo, no por ello más banal; el futbol, una máquina poética de belleza y danza hasta hace muy poco en Brasil, pero ridiculizado hoy bajo la luz de la mercadotecnia. Un producto justo a la medida de los fracasos sociales. Manufactura empresarial, determinada con fecha de caducidad made in FIFA, pero avalado por un anfitrión de la talla de Brasil. Qué mejor estrategia que esa. Aquella lectura acerca del iluminismo de Adorno y Hockeimer, se corroboraría también con este mal sabor de boca que ha dejado el Mundial en Brasil, como si presintiéramos como nunca antes que nos han tomado el pelo, que nos han vendido mentiras, que todo ha sido una simulación cobijada por las lógicas de los medios masivos y sus obsesas psicopatologías. Y el deambular acá termina Para hacer del goce del extravío algo más ligero, doblar hacia otro callejón es cosa buena, a pesar del malestar. Y luego entonces, ese malestar como potencia, como intento de una pulsión colectiva. No he encontrado una buena definición de la palabra deporte que no sea reiterativa. Portare, quiere decir llevar y el origen latino deportare se refiere a sacar algo, llevarlo lejos. Sin embargo, su uso no se restringía a la idea de exilio, sino en todo caso, a la de alejamiento de la ciudad orgánica, es decir, de su uso práctico, aire nuevo, en las orillas del sentido. Quizá por eso se me ocurre que la única vanguardia posible hoy esté en los movimientos altermundistas que reconstituyen la idea de participación política. Frente a la sociedad acomodada y acostrumbrada, una sacudida. Y como manifestación, para mí es el único deporte de la masa real que vale la pena jugar; lo no transmitido y justo por ello más apasionante. Hace poco, por cierto, se publicó la entrevista a un sociólogo brasileño especialista en temas deportivos llamado Flavio de Campos, en la que hablaba del desmoronamiento moral brasileño luego de la derrota imnplacable que sufrieron a manos de los de los alemanes. Y decía: La percepción es que el sistema político representativo no funciona. Algunos piensan que hay que tirarlo todo. No es una casualidad que cuando la afición insulta a Fred [delantero de Brasil], empieza también a insultar a Dilma [como en el primer día del Mundial]. Y ese equipo, de chicos… Es una crueldad. Queremos que representen la fuerza y las virtudes, la valentía, la habilidad, la creatividad, la belleza que nosotros no tenemos en nuestros espacios sociales. Es como una compensación. Y queremos que la selección sea un remedio, una solución para las cosas que no logramos resolver en el cotidiano. Tenemos todavía demasiadas expectativas en los viejos caminos, por supuesto. Y estos no se superan hasta que se superan (para usar el pleonasmo ingenioso de algunos comentaristas del fútbol de antaño: esto no se acaba hasta que se acaba). Sin embargo, no bastan las definiciones frente a todo el andamiaje inconsciente que nos hace gritonearle al pendejo que no acertó a meter un gol en el penal, o al tipo que se dejó caer para conseguirlo. Si ese mismo impulso lo empleáramos para otras cosas, se llamen éstas nuevos juegos, o protodeportes, o deportes del inconsciente, o como sea, la vida ciudadana haría de la polis algo distinto. Y lo que se requiere para eso es comenzar a recomponer las reglas. 93


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Mateo miraba a su hermana Julia, que estaba sentada al lado del estudiante de sociología con barba y guitarra. El estudiante cantaba. A su alrededor estaban ésos, los hippies, como Mateo los llamaba. Los hippies tarareaban corridos alterados como crítica al presidente Díaz. Si los hippies supieran que Mateo estaba ahí, no tanto por su vocación de izquierda, como por amor a su hermana, lo lincharían. O peor aún, no le harían nada. En cambio ella, Julia, sí estaba comprometida; era uno de los intelectuales que buscaban el retorno de la democracia. Pero, aunque quería irse, Mateo no podía dejar sola a su hermana Julia con ese estudiante de sociología; con ese titiritero de masas falto de pantalones, de huevos, de cojones, de lo que fuera, para transformar esa guitarra, que por momentos parecía volverse un ukulele, en alguna escopeta o bazuca. Estaban ahí haciendo una revolución pacífica. Las revoluciones tenían que ser violentas, pensaba Mateo. Julia admiraba la barba rizada del estudiante de sociología que cantaba; también la de los hippies que no fumaban hierba, y que movían las manos exigiendo un cambio ante el gobierno. Julia se sentía en su hábitat, en su ambiente, sin miedo a nada y amándolo todo. Se tocaba los hombros, sonreía y seguía el coro eterno: “no nos moverán”. En el centro de aquel performance se encontraba un ataúd, símbolo de la muerte de la democracia. O al menos, eso había dicho el payaso que se vistió de presidente y estaba enterrado. Ni siquiera es un verdadero secuestro, pensaba Mateo. No entendía cómo podían velar algo que nunca nació. “Es que es un aborto” pensaría German Calixto. “Están velando un aborto”, le hubiera dicho a Mateo si se hubieran conocido dos horas antes. En ese momento, German tenía que entrevistar a los promotores del movimiento. Para él, el movimiento no estaba mal, sólo le faltaba objetivo. Germán creía en eso del joven-cambiando-el futuro, pero no en el regreso de la democracia. “No todos tienen derecho a votar; votar debería ser un privilegio que se gana y no algo que se regala”, defendía German en sus notas. Él sacaba fotos alrededor de Julia y del estudiante de sociología; sacaba fotos enfocando el ataúd; sacaba fotos panorámicas de los hippies cantando y del Palacio de Gobierno riéndose de ellos; y sacaba} fotos de Mateo, que estaba excluido del campamento, bostezando a unos metros de su hermana. Ahí había una nota interesante para quedar bien con su jefe, ése hombre regordete de gafas que lo llamaba mediocre, señalándolo con su dedo obeso —él, German, se veía atrapado siempre en la papada de la mediocridad de su soberano jefe. German Calixto se acercó a Mateo, que cuidaba la despensa. Era la única labor que no consideraba tediosa o ridícula. Se sentó a su lado y tomó una rebanada de jamón, otra de pan y empezó a comer. — ¿Por qué no estás con ellos?, preguntó German escondiendo la grabadora en el doblez de su suéter a rombos. 96

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—Si te digo me linchas. Por eso mejor evito hablar. —Soy periodista, dime… total, ¿a quién no linchan?

zos y todo lo que termine en azos y algo bueno tendría que filmar. —¿Reportero? —Peor aún… cineasta.. Mateo tomó el Pan Bimbo de la despensa, lo metió a su mochila, e hizo lo mismo con el atún, los aderezos y el jamón. — ¿Y ahora qué haces?, le preguntó German. —Aquí no pasa nada. Cuando escribas algo en tu periódico, di: “Joven traicionero le roba a los del movimiento y se va a vender sándwiches a los extranjeros”.

A Mateo le gustó la actitud altanera de German. Se vio identificado con ese reflejo de tedio de la vida, de mediocridad del ser, o de cualquier discurso filosófico que remarcara que estaba hasta la madre de ellos. Confió en su escaso cabello que se dibujaba como la orilla de una bahía; confió en sus lentes de armazón grueso que reducían la pupila de sus ojos, y se confió de la cámara fotográfica plateada con correa de cuero. —Pues no linchan a esos hippies, ¡he ahí el problema!, le dijo Mateo. Urgen madrazos, putazos o cualquier cosa que termine en azos. —¿Por qué?, le reviró German. —¡Revolución pacífica mis huevos!. Te miento: ni siquiera ellos son pacíficos. No parecen recordar que el general Díaz mandó un tanque al Zócalo hace tres días y lo pasó encima de otros hippies. Por eso me cae de huevos El General. No es un mamón. No anda cantando “no nos moverán”. El cabrón toma armas, se pone a dar madrazos, y al puto le vale madre lo que piensen los demás países. Total ya los vendió, ¿Me entiende? Y estos qué… no compran armas, no agarran piedras ni machetes, ni se van a matar a algunos extranjeros. Mínimo, ¿no?. De perdis matemos a los putitos de los franceses que se andan cogiendo a nuestras viejas. O a los ingleses, que andan quitándonos el té. Pero eso de cantar enfrente del Palacio… ¡son mamadas!, ¡meras mamadas!

A veces es necesario vender las nalgas o tu alma al diablo para ganar algo. A propósito, me gusta tu cámara, aunque el lente no enfoca bien cuando pones la cámara en modo de video. Mateo le sonrió a German. Se levantó con la mochila y se alejó del Palacio de Gobierno. Detrás de él, estaba su hermana cantando en los brazos del titiritero. German apagó su grabadora. Mateo pensó que esa reunión pudo haberse dibujado mejor desde otro ángulo. Jugó un poco con su imaginación y pudo verse en un helicóptero. La primera escena sería el enfoque de la mira que apuntaba al estudiante de sociología. Alrededor de él, el ruido de la canción apagada tenuemente con la voz del presidente Díaz que ordenaba disparar. Y se veía a él en un traveling buscando a su hermana en una segunda escena. Se veía corriendo entre los hippies, que caían muertos, que escurrían su sangre en una línea sutil que terminaba acariciando al Palacio de Gobierno. Se veía gritando por ella y a ella no oyendo su grito. A Mateo lo único que le importaba era Julia. A Julia lo único que le importaba era México.

—Es cierto, pero debes ver que ya no somos una sociedad como la de antes. Antes éramos carne de cañón, ahora somos los estrategas detrás de la carne de cañón. —Y dónde anda esa carne de cañón, urge que se 8mueran por nosotros, ¿no?. — A lo mejor, a lo mejor. Andan siendo sacrificados por el presidente Díaz en la Sierra. Se fue a matar indígenas, debe ser una especie de genocidio existencial. —-Like, like, musitó Mateo. Ahí es donde deberían estar esos hippies, perdiendo la vida por otros o mínimo fumando hierba. Mateo vio entonces a Julia agitando una bandera, sonriendo cuando el estudiante de sociología la miraba. —Y tú, le dijo de pronto German a Mateo, que hablas y hablas de dar la vida y andar con armas en el hombro, ¿Por qué no lo haces? —Estoy hablando de lo que deberían de hacer esos hippies si en verdad creen en sus convicciones e ideales. Yo daría mi vida por eso, pero el presidente Díaz no es mi convicción. Hasta me cae bien. — ¿Y qué haces entonces aquí? Mateo sintió un calor frío cuando su hermana recargó su hombro en el hombro del estudiante de sociología. Los pudo ver a los dos juntos, cantando en la misma escala, ondeando la misma bandera, y sintiendo la misma pérdida por un muerto inexistente. El estudiante de sociología giró su rostro y, forzando sus labios, besó a la “linda revolucionaría”, mientras le acariciaba el cabello rojizo. —Vine a defender mis ideales y lo que quiero. Además imaginaba que habría putazos, madrazos, chingada98

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Cinocéfalo

Revista de crítica y literatura Año 1, Número 3

Dirección editorial: César Cortés Vega Edición: Ágora Speed; postliteraturas Diseño: Caja Líquida Consejo editorial: Roberto Luviano, Javier Moro Hernández, Antonio Calera-Grobet, Fernando Corona, Yaxkin Melchy, Obed González, Manuel de J. Jiménez. Las opiniones expresadas en los textos no reflejan necesariamente el punto de vista del editor ni del consejo editorial y son responsabilidad de los autores. Los textos están sujetos –si no se indica lo contrario– a una licencia de Reconocimiento-NoComercial 2.5 de Creative Commons. Puede copiarlo, distribuirlo, comunicarlo públicamente, y hacer obras derivadas siempre que reconozca los créditos de las obras (autoría, nombre del texto y página de origen) de la manera especificada por los autores y el proyecto que la publica. La licencia completa se puede consultar en http://creativecommons.org/ licenses/by-nc/2.5/mx/ Correo colaboraciones: postliteraturas@gmail.com Página: http://agoraspeed.org/cinocefalo.html

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