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Las reinas en la Biblia

Yebra

REINAS Y NO CONSORTES

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EL ENTRAMADO FEMENINO DE LAS CORTES ISRAELITAS

EL LIBRO DE ESTER

SUBLIMADAS O RECHAZADAS

HERODÍAS Y SALOMÉ

PP. 12-21

PP. 22-31

PP. 32-43

PP. 44-53

PP. 54-63

El relato construido en torno a los reyes, sus cortes, su séquito y sus palacios traspasa las distintas épocas y se engrandece a lo largo del tiempo, sublimando su fasto y magnificencia. En esa recreación del pasado, el rey y sus consejeros son las figuras principales de una historia en la que las mujeres tienen, habitualmente, un papel secundario. Son fundamentalmente esposas, madres e hijas y, en ocasiones, solo son presentadas como meros objetos enormemente bellos. También aparecen en esa narración aquellas que escapan a los roles tradicionales que se les atribuyen, siendo tachadas entonces de engañadoras, peligrosas e incluso traidoras. En ocasiones, en esa narración palaciega se incluyen las mujeres al servicio de la corte, como las doncellas de la reina, las destinadas al culto religioso, las bailarinas, las hechiceras o las prostitutas. La literatura bíblica no es ajena a este fenómeno. Su divinidad se presenta como el rey de la gloria, a cuya imagen se construyen los reyes de Israel y Judá, garantes de la paz y la justicia, modelos de creyentes y elegidos por Dios. David, Salomón, Ezequías o Josías se presentan como ideales. Durante la lectura de los relatos, y a la luz de todas las luchas por el poder, no es infrecuente preguntarse, sin embargo, si hubo reinas, si había mujeres en la corte y qué función tenían, y si influyeron en la tradición posterior. Este número de Reseña Bíblica aborda algunas de esas cuestiones. En primer lugar, Clelia Martínez, como marco general al conjunto, presenta a algunas de las reinas de la Antigüedad destacando sus habilidades de gobierno y capacidades de liderazgo, y, especialmente, los prismas patriarcales desde los que fueron juzgadas en su momen- to y los relatos con los que sus vidas fueron, en parte, silenciadas. Junkal Guevara adentra al lector en el mundo de las cortes israelitas y en las distintas funciones y consideraciones que tuvieron las mujeres que vivieron en ellas. Recuerda a las esposas de los reyes y su papel, analiza la función de las madres, rescata la figura de las concubinas y su dura realidad, y la de aquellas responsables de tareas menores, pero fundamentales para el desarrollo de las cortes. Javier Ruiz se mete de lleno en la corte babilónica que describe el libro de Ester, presentando a las reinas Vastí y Ester. Lo hace desde el propio relato, analizando cuáles son los criterios de presentación de cada una, las estructuras literarias que lo posibilitan y los modos diferentes de presentación de las reinas y el rey, con la crítica que ello conlleva. Carmen Yebra presenta cómo son tratadas en el texto bíblico y en la tradición posterior las princesas o reinas extranjeras. Desde la sublimación de la hija del faraón y de la reina de Saba hasta las denostadas Jezabel y Atalía. Para finalizar, Cristina Expósito se adentra en el Nuevo Testamento con las figuras de Herodías y Salomé, y en el apasionante universo de la transformación de los personajes bíblicos, mostrando cómo se gesta la “leyenda negra” de estas figuras y cómo son fusionadas en una única femme fatale cuya vida, enormemente fructífera, es ajena a los textos de los que nace, pero es reflejo de la mentalidad de quienes las crean y de las necesidades de quienes las observan.

El número ofrece una visión de las reinas y mujeres relacionadas con el gobierno y la corte que complementa la visión tradicional del gobierno en el mundo antiguo y en la literatura bíblica, centradas en el rey y su poder unipersonal.