Historia del Cádiz: por Juan Sevilla
Crónica del histórico ascenso del Mirandilla y el gran éxito popular de la figura local Rebujina . Por ello, a la crisis deportiva debemos añadirle los factores económicos y sociales que hacen que el fútbol en Cádiz tienda a extinguirse irremediablemente.
Cuando el 10 de Febrero de 1929 se celebra la primera jornada del recién creado Campeonato Nacional de Liga, el fútbol gaditano, en profunda crisis, no obtiene representación en el mismo. El Español F.C., equipo más representativo de la ciudad, atraviesa tiempos difíciles tras su descenso de la Primera Categoría del Campeonato Regional, producido el 30 de Agosto del año anterior, debido a una reestructuración de las categorías. Y lo que es un factor más importante, la falta de unidad existente entre los distintos clubes de la ciudad. A todo esto debemos añadir dos factores más que acentuarían la crisis. De una parte, en la madrugada del 18 abril de aquel año, se desata un tremendo huracán que paraliza la vida de la ciudad. Las tapias y la tribuna de madera del campo del Español, en la avenida Ana de Viya, quedan totalmente destruidas. También destroza el campo alambrado donde juega sus partidos el Tiro Nacional, segundo equipo de la ciudad, por lo que ambos clubes pierden la posibilidad de conseguir los ingresos necesarios con los que pagar sus desplazamientos y los salarios que ya comienzan a cobrar los jugadores. A esto debemos añadir la inauguración de la nueva plaza de toros, en la tarde del jueves de Corpus de ese año 1929,
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Pero como el Ave Fénix resurge un club, el C.D. Mirandilla F.C. del colegio de San Miguel Arcángel, el cual comienza a despuntar y va a convertirse en el gran animador de la época. Será a partir de entonces cuando asuma la titularidad de la ciudad, pasando a ser el cimiento sólido de nuestro actual Cádiz C.F. En 1931 el Mirandilla resuelve en parte el problema de un recinto cerrado donde se practique el fútbol, y valla con alambradas y chumberas el terreno del antiguo Velódromo, situado en el barrio de San Severiano, donde hoy se sitúa la barriada de España. De este modo ya se abren de nuevo las taquillas. La directiva mirandillista negocia también con el municipio la construcción de un nuevo campo que reúna mejores condiciones para la práctica del deporte. El 27 de Agosto de 1933 se produce la inauguración del nuevo Campo de Deportes Mirandilla , situado junto a la Plaza de Toros. En esta inauguración los gaditanos lucen la equipación aprobada por la asamblea general de socios, camisola amarilla y pantalón azul, en recuerdo de los colores del colegio de La Salle, que sustituye a la camiseta listada negrigualda y azul-gualda de las primeras épocas. Salvo la participación en el Campeonato Regional de Segunda Categoría, donde queda campeón, la actividad del equipo estaba
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Historia del Cádiz: por Juan Sevilla prácticamente limitada a partidos y torneos de carácter amistoso. Pero el 4 de Julio de 1935 se produce un hecho que significará un punto de inflexión en la historia del club gaditano; llega a la sede del club una decisión de la Federación Española de Fútbol, en la que insta al Mirandilla a ponerse de acuerdo con el Onuba de Huelva para disputar un partido de promoción en el que se luche por el puesto vacante del sexto grupo del Campeonato Superregional, y para una plaza en la Segunda División Nacional de Liga, que había sido ampliada a tres grupos de ocho clubes cada uno. Ante esta enorme oportunidad, la directiva mirandillista trató durante todo el verano de captar futbolistas que profesionalizaran una plantilla eminentemente amateur hasta la fecha. Para ello se contratan jugadores jóvenes pero con cierta experiencia en Segunda División, en su mayoría procedente del norte de España, que según declaraban a la prensa de la época, venían a practicar un fútbol más directo en el que la fuerza prevaleciera frente al virtuosismo del fútbol sureño.
que proporcionaba al fútbol gaditano el histórico primer ascenso a la categoría de plata del fútbol español.
Ficha técnica Domingo, 25 de Agosto de 1935. C.D. Mirandilla F.C.: 1 Rvo. Onuba FC.: 0 Mirandilla F.C.: Omist, Ayuela, Ordóñez, Angelillo, Vela, Segurola, Casti, Gomar, Portugués, Espinosa de los Monteros y Calvart. Onuba F.C.: Faustino, Barbate, Morán, Tocino, Cachón, Marculeta, Gallego, Morita, Gamero, Sanmillán y Corsi. Arbitro: Sr. Eguino. Buen arbitraje. Fue imparcial. Goles: 1-0. Primera parte. Portugués. Incidencias: Tarde muy calurosa. Presencia de seguidores de uno y otro bando. Destacar al guardameta Omist como el mejor en las filas mirandillistas, junto con Ayuela, Segurola, Angelillo y Espinosa de los Monteros
Y llega el día del encuentro, el domingo 25 de Agosto de 1935. La hora fijada es la cinco menos cuarto de una más que calurosa tarde del verano sevillano. El terreno de juego determinado es el del Patronato Obrero , campo habitual del Real Betis. Se organizó un tren especial desde Cádiz, donde viajaron más de doscientos aficionados de la peña Mirandillista. El encuentro fue de poca calidad. El nerviosismo era patente por la importancia de lo que se jugaban. El Mirandilla, en la primera parte, logró adelantarse en el marcador por mediación de su centro delantero Portugués, al rematar una falta lanzada por Vela. En la segunda parte los pupilos de Antonio Rey se dedicaron a defender el gol conseguido. Al final, lo realmente importante fue el triunfo,
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El Cádiz y la Alemania nazi
En Abril de 1939, apunto de estallar la II Guerra Mundial, el Cádiz golea en un partido amistoso a una escuadra de la armada nazi Cuando aún no se había cumplido un mes del final de la Guerra Civil española fondeó en nuestro puerto una escuadra de destructores y submarinos alemanes. Dados los lazos de amistad que existían entre los regímenes de ambos países, la estancia en Cádiz de la marina alemana supuso un gran acontecimiento social y político. Se organizaron en la ciudad distintos actos de convivencia: se celebró una fiesta en el Hotel Atlántico en honor de los marinos alemanes, se llevó acabo un homenaje ante la Cruz de los Caídos, se visitó la Escuela de Flechas Navales, viajaron a Jerez en un tren especial para visitar la Feria y asistir a una corrida de toros, y como colofón a todos estos actos se organizó un partido de fútbol entre el Cádiz Fútbol Club y una potente Selección de la Flota Alemana, en la que se decía que se alineaban destacados jugadores de su país.
Pronto se pudo comprobar que la escuadra hitleriana no iba a dar mucha guerra Amaneció el domingo 30 de Abril de 1939 con un fuerte viento de levante. En la manipulada prensa local se pedía la asistencia al acto para con ello rendir el tributo de gratitud que se debía a la nación amiga y hacia su canciller Adolfo Hitler. En una magnífica tribuna, obra del destacado artista Rafael León, engalanada con las banderas de ambos países, tomaron asiento los cónsules de Alemania en Sevilla y Cádiz, éste último acompañado de su señora y su hija, la oficialidad de los buques alemanes, las primeras autoridades de la ciudad y señaladas familias de Cádiz y San Fernando.
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Al comenzar el encuentro ambos equipos se situaron en fila india ante la tribuna y saludando brazo en alto, gritaron vivas a Franco y a Hitler que fueron contestados por el público, que les dedicó una calurosa ovación. La bella señorita Grete Classen, hija del cónsul de Alemania en Cádiz, saltó al terreno de juego acompañada por el directivo local Antonio Martín de Mora y por el Jefe de la flotilla alemana, para ejecutar el saque de honor y posteriormente ser obsequiada con un precioso ramo de flores. A las órdenes del antiguo jugador Eusebio, que tuvo una discreta actuación, ambos equipos se alinearon de la siguiente forma:
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Reseña histórica. Por Juan Sevilla Escuadra alemana: Masihke, Leidd, Krause, Kruger, Rahlf, Simón, Frucy, Maque, Busche, Hoenicke y Hoffman. Cádiz F.C.: Leonardo, Nuñez, Soto, Federico, Bohórquez, Mateo, Sanmartín, Cordero, Roldán, Ordóñez y Díaz. En la primera parte, favorecidos por el viento, los alemanes someten a un fuerte acoso al portal gaditano que se defiende con gran solvencia. En un avance alemán se lesiona el defensa gaditano Soto, teniendo que ser retirado del terreno de juego y sustituido por Vela. En este primer tiempo un avance local tiene su fruto al rematar de forma magnífica Roldán un centro de Sanmartín, consiguiendo el primer gol local. Reaparece Soto con el rostro vendado y el público le premia con una gran ovación.
noche, en la secretaría del Club, fueron invitados los jugadores alemanes y la oficialidad de los buques, quienes departieron en franca cordialidad con los jugadores cadistas hasta la madrugada. Cuatro meses después, con la invasión de Polonia, dio comienzo uno de los episodios más estremecedores de la Historia de la Humanidad, la II Guerra Mundial.
En la sala de trofeos cadista se exhibe en la actualidad esta gran Copa de plata
En la segunda mitad, con el viento a favor, no hay en el campo más equipo que el amarillo, que una y otra vez desborda las líneas alemanas y remata a puerta de forma reiterada, actuando espléndidamente el meta germano. Producto de esta fuerte presión local es la obtención de cuatro tantos más conseguidos: dos por Cordero, Roldán y Mateo. En un lance del encuentro el defensa Soto retiene con la mano un balón dentro del área. Ejecutado el penalti por Rahlf, lo lanza fuera, siendo dicho gesto caballeroso premiado con una ensordecedora ovación. Finalmente los alemanes obtuvieron el gol del honor por mediación de Busche. Una vez concluido el encuentro, en medio de una grandiosa ovación, los jugadores locales se acercaron a la tribuna, donde le fue entregada al capitán Nuñez una hermosa Copa de plata donada al efecto por la Sociedad Gaditana de Fomento. El jefe de la flotilla alemana le impuso a cada jugador amarillo una cinta en la que iban grabadas las siguientes palabras: Berftorer - Seory Thiele . Por la
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20 años del ascenso más triste y dramático El 21 de Abril de 1985 el Cádiz consiguió su último ascenso a la División de Honor del Fútbol español El próximo jueves 21 de Abril, se conmemora el 20 aniversario del último ascenso del Cádiz C.F. a la Primera División. De los cuatro ascensos celebrados hasta la fecha éste es sin duda el más triste y dramático de todos. Aquella temporada 85-86 el club celebraba su 75 aniversario. Ocupaba el banquillo cadista Benito Joanet, el cual se había incorporado al final de la temporada anterior, cuando el equipo militaba en la Primera División, sustituyendo al yugoslavo Milosevic. Aunque no pudo evitar el descenso realizó un trabajo muy satisfactorio que le sirvió para seguir gozando de la confianza de la directiva.
El lanzamiento de una bengala produjo la muerte de un aficionado cadista El Cádiz en aquella época se había ganado el sobrenombre del ‘Submarino Amarillo’, debido a sus constantes subidas y bajadas entre la Primera y Segunda categoría del Fútbol español. El equipo llevó a cabo una gran temporada, situado siempre en los puestos de ascenso. Dispuso de la zaga menos goleada del campeonato, logrando el guardameta Paco el trofeo Zamora -21 goles en 31 partidos- mientras que Salvador Mejías conquistó el trofeo Pichichi como máximo goleador de Segunda con 16 goles. En la primera vuelta se fraguó el éxito de aquella sensacional campaña, sólo se perdieron dos encuentros, los disputados en Cartagena y Logroño, lo que le supuso lograr
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el honorífico título de ‘Campeón de invierno’. La segunda vuelta resultó algo más irregular en cuanto a juego, no así a lo que a resultados se refiere, gracias a lo cual se obtuvo el premio de una plaza de ascenso a falta de cuatro jornadas para la finalización del campeonato de Liga. Llegó el partido del ascenso. Era la tarde del domingo 21 de abril de 1985. Desde primeras horas de la mañana las calles de la ciudad fueron invadidas por grupos de hinchas que enarbolaban banderas y distintivos cadistas. Debido a la derrota del Mallorca bastaba empatar para conseguir matemáticamente el ascenso. El ambiente era de fiesta, la afición gaditana llenó el Carranza dispuesta a vivir la gran alegría del cuarto ascenso a Primera. Pero todo se tornó en drama y tristeza. Cuando se llevaban disputados cinco minutos, desde el banco de pista de la localidad de Preferencia, cercano a Fondo Norte, un inconsciente lanzó una bengala-cohete de las utilizadas para el salvamento marítimo, que cruzó todo el ancho del terreno de juego en dirección hacia la parte alta de la Tribuna dónde fue a impactar en el pecho del socio cadista Luis Montero. El revuelo que se generó fue descomunal, la gravedad de la situación hizo que se tuviera que evacuar a la víctima con gran celeridad hacia la Residencia Sanitaria. Pero el partido continuó disputándose. Desde el inicio no se hizo un buen planteamiento táctico del encuentro. Varios jugadores se hallaban fuera de su zona habitual;
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Alineación habitual de aquella temporada. De pie, de izquierda a derecha: Paco, Sánchez, Vojinovic, Generelo, Padilla y Vilches. Agachados: Mejías II, Dieguito, Escobar, Benito y Villa. J.S.
como ejemplo Escobar, quien comenzó el partido como defensa lateral derecho, muy lejos de su demarcación natural. Así el equipo ofreció a su hinchada un juego de lo más lamentable. El Castellón, mejor posicionado y con una gran defensa, jugaba al contragolpe creando las mejores ocasiones de gol. Finalmente, como se temía en el graderío, el gol llegó. Como consecuencia de un mal despeje del yugoslavo Vojinovic, el balón quedó muerto a los pies de Mestre, que sólo tuvo que empujarla lejos del alcance de Paco. Escobar tuvo la ocasión de igualar el partido en un disparo que se estrelló en un poste. Pero el Castellón fue más equipo y ganó merecidamente el encuentro. Era la primera y única derrota en Carranza en toda la Liga de los amarillos. La afición despidió al equipo y al cuadro técnico con una sonora bronca. El público abandonó las gradas con tristeza, en la creencia de que aún no se había logrado el ascenso, pero éste llegó gracias al empate del Logroñés en Lorca. Joanet anunció que no seguiría al frente del equipo la siguiente temporada. Una vez conocida la muerte del
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seguidor cadista se acordó suspender todos los actos programados para la celebración del ascenso. El Cádiz ascendió sin los cánticos y muestras de alegría esperados. Ningún otro ascenso se había producido con tintes tan dramáticos y desafortunados.
Domingo, 21 de Abril de 1985 Cádiz C.F. 0 C.D. Castellón 1 Paco, Escobar, Padilla, Vojinovic, Generelo, Benito, Vilches (Amarillo, 69´), Dieguito, Mejías II, Mejías I y Villa (Francis, 46´).
González, Javi, Manolo Botubot, Verdú, Carrillo, Ibeas, Botella (García Hernández, 75´), Alfredo, Mestre, Casuco (Viñas, 68´) y Fontana.
Árbitro: Díaz Agüero. Bien en líneas generales. Su único lunar fue no sancionar un claro penalti por derribo de Vojinovic a Fontana. Mostró tarjeta amarilla a Ibeas y Generelo. Goles: 0-1. Min. 69. Mestre aprovechando un mal despeje de Vojinovic. Incidencias: La afición gaditana llenó el Carranza. Tarde soleada y algo de viento.
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El estadio Carranza cumple medio siglo de historia El 2 de Septiembre de 1955 se inauguró el estadio Ramón de Carranza en un partido amistoso llamado "Copa Inauguración" contra el Barcelona
Cádiz CF, de pie, de izquierda a derecha: Farrés Cuartango, Vicens, Tejedor, Hurtado, León, Domínguez, Goyo, Rubio, Nené y Varela. Agachados, de izquierda a derecha: Soto, Paquito, Mari, Bernal, Ayala I, Pilongo, Mesa y Pastilla
El pasado 1 de Mayo con motivo del encuentro Cádiz-Córdoba se produjo la apertura provisional de la nueva grada de Preferencia. Por otro lado, ese mismo día se cumplían 50 años del segundo ascenso del equipo cadista a la Segunda División tras empatar sin goles en la localidad extremeña de Don Benito. En la tarde del 1 de Mayo de 1955 por fin se regresaba a la categoría de plata del fútbol español tras un penoso peregrinar de 11 años en Tercera e incluso un año en Primera Regional.
El 1 de Mayo de 1955 por fin se regresaba a la categoría de plata del fútbol español Para mayor satisfacción de la hinchada cadista el ansiado ascenso vino a coincidir
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con la finalización de las obras de un nuevo estadio municipal. Este recinto deportivo venía a sustituir al pequeño y vetusto Campo de Deportes ‘Mirandilla’. Al alcalde de la época, José León de Carranza, se le convenció haciéndole ver que quizás la construcción del nuevo estadio en la zona de ‘La Laguna’ daría vida a un lugar casi campestre, muy alejado del centro urbano. El 3 de Septiembre de 1953, en un pleno extraordinario del Ayuntamiento, se aprobaron los presupuestos para la construcción del estadio en unos terrenos de ‘La Laguna’ comprados a los señores Martínez del Cerro, familiares de Carranza. Se encargó el proyecto de construcción al arquitecto municipal Manuel Fernández Pujol en colaboración con el señor Muñoz Monasterio, arquitecto de obras tan
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Reseña histórica. Por Juan Sevilla importantes como el estadio Santiago Bernabéu. Para la financiación de las obras se vendieron los terrenos del antiguo Mirandilla y los de ubicación del edificio de la Fábrica de Tabacos, más una subvención de la Delegación Nacional de Educación Física y Deporte. El coste final de las obras ascendió a unos once millones de pesetas. En Mayo de 1954 se iniciaron las obras. Menos de un año duró la construcción y para ello en los dos últimos meses trabajaron tres turnos con una plantilla que osciló entre 150 a 250 obreros.
centenares de palomas. El saque de honor lo realizó la sobrina del alcalde María Antonia Alcántara Iglesias. El arbitraje corrió a cargo del colegiado de Primera División, el señor Guerra Prieto. Por el Cádiz se alinearon: Goyo; Varela, Cuartango, Soto; Tejedor, Pilongo; Mari, Paquito, León, Nené y Ayala I, posteriormente jugaron Domínguez, Hurtado, Pastilla, Vicens, Mesa y Bernal. Mientras que por el equipo catalán formaron: Ramallets; Seguer, Biosca, Segarra; Flotats,
El Barcelona y el Cádiz disputaron la “Copa Inauguración” en el estreno del El alcalde cautelosamente supervisó la marcha estadio Carranza de las obras. El recinto ocupaba una superficie de 26.400 m2, con un terreno de juego de 106 x 68 m. a cuyo alrededor se situaba una pista de atletismo de 400 m. de longitud. La grada de Preferencia disponía de una torre olímpica de 30 metros de altura, construida para emular al antiguo Estadio de Chamartín, sin embargo, el estadio madridista perdió por aquellos tiempos su torre cuando fue remodelado. El 2 de Septiembre de 1955 se inauguraba el estadio Ramón de Carranza. Con tal motivo se organizó la llamada ‘Copa Inauguración’ que disputaron el Cádiz y el Barcelona. A las cinco de la tarde comenzaron los actos de inauguración del recinto. El estadio se engalanó con banderolas y gallardetes ondeando al ligero viento que corría. Lleno “hasta la bandera”, cerca de 20.000 espectadores llenaron totalmente el graderío. Se lanzaron cohetes. Diferentes bandas de música amenizaron el acto. Jóvenes atletas del Frente de Juventudes desfilaron por las instalaciones. El obispo de la diócesis, Tomás Gutiérrez Díaz, bendijo las instalaciones deportivas. El momento cumbre llegó cuando con las solemnes notas de la Marcha Real ondeó la bandera nacional en lo alto de la torre olímpica, dándose suelta a
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Bosch; Mandi, Villaverde, Kubala, Suárez y Manchón, interviniendo después Bruguet, Moreno, Basora y Goicolea. Ganó el Barcelona por 0 a 4 goles, conseguidos por Villaverde (2), Kubala y Suárez. Sin embargo, el primer gol en el nuevo estadio lo marcó el alcalde, José León de Carranza, que cuando finalizaron las obras llegó al estadio y poniendo un balón sobre el punto de penalti disparó sobre la portería.
El exterior de la Tribuna del estadio Carranza reflejaba un magnífico ambiente
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Cádiz-Terrassa, la historia se puede volver a repetir El 5 de Junio de 1977 se consiguió por fin el ansiado ascenso a Primera División pese a ser figura como jugador del Real Madrid, como entrenador solamente había entrenado a dos modestos equipos madrileños: el Fuencarral y el Pegaso.
Jugadores convocados, arriba y de izquierda a derecha: Santamaría, Cenitagoya, Barrachina, Rosado, Puig, Ibáñez, Bocoya y Catalán. Abajo: Quino, Ortega, Blanco, Villalba, Carballo, Uruchurtu, Otaolea y Mané Foto Fariñas
Cuando toda España estaba inmersa en plena campaña de las primeras elecciones democráticas desde la guerra civil española, en Cádiz, un importante acontecimiento la ensombrecería: por primera vez en su dilatada historia, el Cádiz C.F. había conseguido el ansiado ascenso a Primera División. En la temporada anterior, 1975/76 el equipo había eludido el descenso al salvar una promoción con el Baracaldo. En julio del 76, Manuel de Diego había logrado su ilusión de ser presidente del Cádiz C.F. en su tercer intento. El presidente, con muy poca experiencia en el mundillo futbolístico, debido a su gran sinceridad y locuacidad es punto de atracción de algunos medios informativos sensacionalistas y entre ellos, el rey de las ondas en la medianoche, el director de “Hora 25”, José María García, con el que llegó a establecer una gran amistad. García recomendó para el banquillo cadista a su compañero de partidas de cartas, Enrique Mateos “Fifirichi”. Este resultaba ser una gran incógnita, pues
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Se contrata como gerente al que lo fuese del Córdoba, Francisco Rojas; éste y el presidente deciden cortar por lo sano y hacen una gran limpieza en el vestuario, apartando del equipo a jugadores con contrato en vigor. Se realizan fichajes importantes y el cuerpo técnico se completa con Luis Escarti y Manolín Bueno.
En la temporada anterior, 1975/76 el equipo había eludido el descenso al salvar una promoción con el Baracaldo. La temporada fue una campaña que se podría calificar como ascendente. Los inicios no fueron todo lo bueno que se deseaba, pero poco a poco el rumbo se fue enderezando. En el penúltimo encuentro de Liga en Getafe, en el que el árbitro y el portero local son sustituidos debido a que la prensa acusó a De Diego de comprar árbitros y de enviar maletines, se empata a un gol y se llega a la última jornada dependiendo de sí mismo. El equipo cadista necesitaba sólo un punto. Miles de aficionados vivieron una jornada memorable el domingo 5 de junio de 1977, fecha que quedó grabada con letras de oro en la historia del Cádiz C.F. El Carranza presentó un lleno de los que hacen época. Las entradas
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Reseña histórica. Por Juan Sevilla se agotaron el día anterior y aunque se colocaron sillas supletorias en la grada de tribuna, gran cantidad de aficionados no pudieron acceder al estadio y siguieron las incidencias del encuentro por la radio, en los alrededores para poder estar presentes en la celebración. El Cádiz alineó a: Santamaría; Cenitagoya (Puig, 66’), Barrachina, Urruchurtu, Rosado; Ortega, Carvallo, Ibáñez; Villalba (Blanco, 68’), Quino y Mané. Y por el Terrassa, su entrenador Abdalah Ben Barek, alineó a: Vallespir; Jiménez, Morote, Arias; Nieto, Gonzalo; Bío, Planas, Cruz Carrascosa (Clotet, 71’), Domenech (Muñoz, 55’) y Medina.
afirmaba: “hoy hemos ascendido todos los gaditanos”. La alegría se desbordó por todas las calles de la ciudad, con banderas amarillas y azules, y bocinas de coches sonando sin parar. La fiesta se prolongó durante una semana y se constituyó una peña cadista que llevaría el nombre del entrenador del ascenso.
José María Pemán declaró: “hoy hemos ascendido todos los gaditanos” Hoy, domingo 12 de Junio de 2005, la historia puede repetirse si el Cádiz asciende a Primera.
La primera parte fue de buen juego aunque el gol se le resistía. Pero en el minuto 40, Ibáñez pasa sobre Villalba y éste hace el 1-0 La primera parte fue de buen juego aunque el gol se le resistía. Pero en el minuto 40, Ibáñez pasa sobre Villalba y éste hace el 1-0. Dos minutos después, sensacional jugada de Villalba con pase a Ortega, quien dispara a puerta y el balón tras tocar en un poste besa las mallas; tras este tanto muchos aficionados saltaron al terreno de juego. En la segunda mitad los amarillos se dedicaron a controlar el juego y a mantener su cómoda ventaja. Cuando el colegiado gallego, Barbosa Álvarez, decretó el final del encuentro llegó el delirio, se produjo una espectacular invasión del terreno de juego con cientos de banderas amarillas y azules, Enrique Mateos a hombros y los jugadores escapando como podían hacia el túnel de vestuarios. La euforia que se desató fue tal que algunos aficionados pretendieron pasear a hombros al colegiado del encuentro, negándose éste como era lógico. José María Pemán, en el graderío como un cadista más,
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Cartel conmemorativo de aquel inolvidable encuentro
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