Análisis de la obra Don Juan Tenorio

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Análisis de la obra Don Juan Tenorio José Zorrilla Por Carmen Pinelo Báez

Carmen Pinelo Báez


Índice Orígenes.............................................................................................. 3 Imagen del Don Juan........................................................................3 Evolución de la figura del Don Juan................................................3 El Don Juan de Zorrilla........................................................................4 Estructura............................................................................................. 5 Breve análisis de la obra...................................................................5 Bibliografía..........................................................................................7

Carmen Pinelo Báez


Orígenes Para hablar de los orígenes de la obra de José Zorrilla Don Juan Tenorio deberíamos remontarnos a 1612 año en el que se publica la obra de Tirso de Molina El burlador de Sevilla. Esta fue el drama que por primera vez recogía el mito de Don Juan, pese a que, como apuntan numerosos críticos, este mito era ya legado secular de España y su tradición oral. Ejemplo de esta tradición es el cultivado teatro de amor y aventura, y la popularidad de aquellos tumultuosos héroes de desenfreno sensual y arrojo temerario como Octavio y Leónido de Lope o el Lugo de Cervantes, de los que brotó sin duda la castellana figura que mencionábamos antes: el Don Juan.

Imagen del Don Juan Esta figura del Don Juan se resumía a rasgos generales en un indomable retador de capa, boina plumeada y daga al cinto, que con el arrojo de un pirata y la argucia del demonio pasó por los teatros arrollando deberes y atropellando las leyes humanas con su excesiva agresividad y su característica grosería. *Aunque también cabe apuntar que la cuna de la leyenda popular de Don Juan se extiende por casi todos los pueblos de Europa.

Evolución de la figura del Don Juan Tanto en Francia como en España a partir de la segunda mitad del siglo XVIII la imagen del Don Juan experimenta una evolución. Evolución que se traduce a grandes rasgos como un cambio del terreno trascendente y simbólico a uno completamente social. Don Juan, en lugar de estar frente a frente a Dios, se encuentra frente a la mujer. Nuestro héroe romántico se ha convertido en un tipo social y la mujer representa precisamente esto, la sociedad. Don Juan, entonces, ama y es amado. Además, se hace que su alma se salve. Así se aleja de la concepción barroca que lo creó y puede ser transmitido al romanticismo.

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El Don Juan de Zorrilla Zorrilla se encuentra con un Don Juan enfrentado con la mujer, que ama y es amado y cuya alma se salva, como hemos apuntado antes, y, ¿qué hace el escritor? Pues se plantea darle una nueva vida, y con ella un nuevo sentido, al personaje. Para ello, de inspira en parte en la obra de Dumas Don Juan de Marana ou la chute d’un ange. El acierto de Zorrilla consiste en la claridad con la que consigue destacar la calidad lírica del Don Juan romántico-sentimental y su ansia de purificación en el amor. Como nos explica Joaquín Casalduero en su obra Contribución al estudio del tema de Don Juan en el teatro español, el éxito de Don Juan Tenorio consiste en su falta de coplejidad. Y , aunque el mundo romántico sea un mundo de problemas y no de soluciones, el héroe de Zorrilla, en cambio, trae una solución a su problema: logra la salvación. (Zorrilla une el concepto romántico del mundo con el concepto sentimental). Don Juan Tenorio no es el burlador de Sevilla, ni tampoco el hijo criminal o el libertino de Dorimon, ni el Don Juan racionalista de Molière, eso nos queda claro. Él es el hombre romántico-sentimental al que Zorrilla ha dado forma, y que de manera innovadora presenta envuelto en un halo de misterio para que en un primer contacto gane la simpatía de los espectadores. Este Don Juan romántico-sentimental, no es el mal ni la oposición al Espíritu y lo Eterno. Don Juan Tenorio es un hombre anegado en el pecado y el dolor, un ser impuro y temporal que ansía lo puro y lo infinito. A través de sus crímenes y pecados va hacia Doña Inés, la mujer ideal, que desempeña el papel del norte y la guía de Don Juan. La pureza de la mujer se siente irremediablemente atraída por el pecador, ansiando redimirle y salvarle con su propio sacrificio, ofreciéndose como víctima.

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Estructura Primera Parte (una misma noche):  Acto I-Hostelería  Acto II-Calle  Acto III-Convento  Acto IV-Quinta de Don Juan (escena de amor entre DJ y DI y la “huída romántica”) Segunda Parte (una misma noche 5 años después con respecto a la primera parte):  Acto I-Panteón de la familia de Don Juan  Acto II-Casa de Don Juan  Acto III-Panteón (punto de contricción “el arrepentimiento”)

Breve análisis de la obra El conflicto dramático Zorrilla lo concibe a través de una apuesta, hecho que desmuestra el primitivismo de la obra. Esta apuesta correrá a cargo de Don Juan y Don Luis, su antagonista, que hace resaltar la figura del héroe. El drama comienza en el momento en que va a terminar el plazo que se dieron estos dos personajes. Algo que puede llamar la atención del lector es que la primera impresión que puede tener de la obra es la del insistente movimiento, acción y dinamismo. Ese dinamismo que caracteriza al héroe romántico que no se estrella contra nada. Aunque no debe pasarnos inadvertido que esta acción desenfrenada lleva consigo una nota de dolor que proviene de la limitación humana. Cabría destacar, así mismo, las interjecciones, que encontramos a lo largo que avanzamos en la lectura y que cobran mucha importancia en esta obra, ya que están cargadas de pasión y de emoción. El grito y la exclamación, expresan alguno de los movimientos más elementales del alma: Amenaza, desesperación o imploración. El primer acto es una introducción y forma un todo en sí mismo, con una exposición, un clímax y un final. En los actos posteriores Zorrilla intenta mantener vivo el interés y al mismo tiempo manifestar el sentimiento religioso ante la presencia del Destino y de la Acción. Otro de los recursos dramáticos es el plazo, que ayuda a mantener tenso al lector dándole además al tema del tiempo una calidad dramática.

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En el desenlace, Zorrilla une la sombra de Doña Inés a la del Comendador porque son ellos dos los que debaten y luchan por llevar a su lado a Don Juan. La generosidad y el egoísmo frente a frente, el ansia de elevar, purificar y salvar a la humanidad y el deseo de exterminio y perdición. Doña Inés adquiere un valor, así, metafísico siento el punto final de la trayectoria del destino de Don Juan. La apoteosis de Zorrilla es la solución sentimental al mundo romántico. Hallamos un paralelismo entre la primera y la segunda parte de la obra. En ambas se fijan plazos. En el primero para que Don Juan peque, y en el segundo, para que, por el contrario, se salve. Y el reloj que señalaba el final de la primera apuesta se convierte en el reloj de la vida, contando grano a grano lo que le queda a nuestro protagonista. A modo de conclusión, podríamos afirmar que José Zorrilla ofrece los aspectos del alma de la época y por eso el pueblo español burgués, al verse fielmente representado, otorga a Don Juan Tenorio toda la fama de la que goza incluso hoy en día, habiéndose convertido en la representación del drama romántico por excelencia.

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Bibliografía

 La leyenda de Don Juan por Víctor Said  Contribución al estudio del tema de Don Juan en el teatro español por Joaquín Casalduero  Don Juan Tenorio por José Zorrilla

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