Cuentos por Carlos Renteria

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Carlos Manuel Rentería de la Cruz nace el 27 de Noviembre del año 1958 en la ciudad de Bogotá, desde muy joven me incliné por las artes y las letras debido al apoyo de mis padres que me lo inculcaron desde niño y además en mi familia mi tío Rómulo Rentería Cruz publicó en los años 60’s a 70’s un compendio de normas ortográficas el cual tituló Novísima Ortografía de la Lengua Castellana, publicación que sirvió para educar a muchas personas entre ellos niños y adultos del municipio de La Unión (Valle del Cauca-Colombia). Además en mi familia existieron familiares lejanos y cercanos dedicados de tiempo completo a escribir y a enseñar. En el año 1977 terminé mi educación secundaria en la ciudad de Bogotá D.C. y desde esas épocas hasta nuestros días me he dedicado en los ratos libres a escribir ya sea en prosa y/o en poesía. Luego pase por diferentes trabajos durante cinco o seis años seguidos pero me hacía falta la formación profesional, y me preparé como Ingeniero Industrial. Durante los 5 años de universidad pertenecí siempre a grupos de poesía y escritura participando activamente durante esos años en todo tipo de actividades. Ya por esas épocas empecé a escribir la colección de poemas “Escribir un poema” que fui titulando a medida que corrían los años y a medida que conocía nuevas personas y nuevos amores circundaban mi vida. Todas estas personas que pasaron en algún momento por mi vida, todas ellas son mujeres, mujeres que me dieron alegrías, mujeres que me dieron tristezas, pero al fin al cabo mujeres que me inspiraron para sentarme a escribir sobre encuentros furtivos y sobre vidas pasadas pero no pasajeras. Luego a finales del mes de mayo pasado, por insinuación de una amiga de Uruguay Ruthy (también le gusta escribir) me sugirió que mostrara mis poemas y empecé a darlos a conocer en el portal http://vidareflexion.iespana.es/luna.htm, de Graciela María Casartelli, una gran persona de nacionalidad argentina cuyo hobbie es escribir en prosa y en verso. Doña Graciela me pidió el primer poema en Junio de este año y ya llevo publicados 4 de mis 23 poemas. Pero a nivel personal tengo un poemario de diferentes autores algunos conocidos otros no tanto, pero que han dejado huella en mi y la dirección es: http://www.geocities.com/carlosmrenteria/poemas.html A parte de la poesía que es mi mayor pasión he escrito algunas prosas cortas, participaciones muy significativas en periódicos universitarios que


descubrieron en mí cualidades de las cuales hasta yo poco o nada conocía, gracias a esas inclinaciones del manejo escrito de la palabra me motiva a escribir versos y líneas sin medida y desde que empecé a escribir mi primer poema hasta ahora no he dejado de hacerlo, pienso que cada vez que me pasa algo importante en mi vida o en la vida de las personas que quiero, hay que escribirlo para dejarlo para la posteridad. Entre mis autores preferidos se encuentran algunos europeos como: Federico García Lorca, Gustavo Adolfo Becker; de los latinoamericanos: Pablo Neruda, Rubén Darío y colombianos: Alvaro Mutis, Jorge Rojas. Carlos Manuel Rentería de la Cruz


Modelo con tetero

Recuerdo algunos momentos de mi infancia, diría que fui un niño bastante consentido por sus padres, pero a la vez bastante exigido, digo esto años después porque en mí mis padres y familiares veían no se si se puede decir así como una esperanza de no se qué. Nunca pude averiguar que era a ciencia cierta lo que mis padres y familiares esperaban de mí. Por lo pronto relataré mis primeros años. De lo que me acuerdo y llega en este momento a mi mente. Corrían los años sesenta y pico, tal vez 1963 tenía algo así como 5 años creo y una de las cosas que me acuerdo es que como era tan consentido y el menor de mi familia todo el mundo vivía super pendiente de mí, de todo lo que yo hacía sea bien o mal hecho claro que cuando hacía algo malo se me venía el mundo encima, es más, estoy convencido 49 años después que me hubiese gustado más haber sido más independiente desde esas épocas, es decir, que me hubiera gustado haber más cosas en menos tiempo, así como los niños de ahora que hacen y deshacen y para los papas la verraquera de chino. Uno de los momentos de mi infancia y que ahora recuerdo en este escrito fue cuando mis hermanas me escogían como muñeco, porque, es simple era de carne y hueso y ellas pretendían que yo fuera el modelo de los vestidos de sus muñecos, que por esa época eran de mi tamaño, no como ahora que cada vez son más pequeños. En una de esas embestidas de modelo a una de mis hermanas, María Victoria, se le ocurrió la genial idea de colocarme de ruana una tela para hacer directamente el vestido para el dichoso muñeco, con tan mala suerte para ella que no solo corto la tela sino que de pasada me corto medio brazo, como ellas eran mayores y sus edades oscilaban entre los 15 y 6 años, es decir Jenner


tendría tal vez 15 años, mi hermana mayor Bertha tendría unos 14 años, Betsy le seguía 12 años, María Victoria 11 años y Clara 6 años, pues no midieron la gravedad del asunto y sin mediar palabras conspiraron y tomaron la decisión de darme un tetero y envolverme en cobijas y a dormir se dijo. Cuando mis padres llegaron del trabajo pues lo más normal era que preguntaran por mi pero como había entre todas ellas un pacto de silencio de ninguna de ellas salió la culpa y se limitaron cada una hacer otros quehaceres. Como mi madre era muy perspicaz y no les comía mucho cuento cuando de mentiras se trataba, entonces opto por sus propios medios de ir a buscarme y con la sorpresa que cuando levantó la cobija que me arropaba se encontró con un niño en malas condiciones de salud, con un brazo hinchado al doble de su tamaño normal y con cuatro hermanas preocupadas por la pilatuna que habían ocasionado en ese entonces. De inmediato mis padres me llevaron donde un médico de apellido Monzón que era mi padrino además y este intentó con la medicina existente de aliviar no solo mi dolor sino por todos los medios que no pasara a mayores la dichosa cortada. Una de las cosas que ahora no recuerdo y que más de una hermana nunca quiso contarme es cual fue el resultado de esta pilatuna porque hasta donde yo se y tengo conocimiento no hubo castigo alguno al respecto, pero si creo que hubo una desconfianza para dejar al pequeño o sea yo, al cuidado de mis mayores. De todo esto que he sacado pues un recuerdo vago venido por comentarios de mis padres en su momento, una cicatriz de lado a lado de mi brazo izquierdo y unos sentimientos de culpa de mis hermanas, que como lo digo antes, no se si pasó a mayores.

Karen A. Secas


Mis años de infancia Recuerdo algunos momentos de mi infancia, diría que fui un niño bastante consentido por sus padres, pero a la vez bastante exigido, digo esto años después porque en mí mis padres y familiares veían no se si se puede decir así como una esperanza de no se qué. Nunca pude averiguar que era a ciencia cierta lo que mis padres y familiares esperaban de mí. Por lo pronto relataré mis primeros años. De lo que me acuerdo y llega en este momento a mi mente. Corrían los años sesenta y pico, tal vez 1963 tenía algo así como 5 años creo y una de las cosas que me acuerdo es que como era tan consentido y el menor de mi familia todo el mundo vivía super pendiente de mí, de todo lo que yo hacía sea bien o mal hecho claro que cuando hacía algo malo se me venía el mundo encima, es más, estoy convencido 49 años después que me hubiese gustado más haber sido más independiente desde esas épocas, es decir, que me hubiera gustado haber más cosas en menos tiempo, así como los niños de ahora que hacen y deshacen, y para los papas, la verraquera de chino. Uno de los momentos de mi infancia y que ahora recuerdo, fue cuando mis hermanas me escogían como muñeco modelo de los vestidos de sus muñecos, que por esa época eran de mi tamaño, no como ahora que cada vez son más pequeños. En una de esas embestidas de modelo a una de mis hermanas, María Victoria, se le ocurrió la genial idea de colocarme de ruana una tela para hacer directamente el vestido para el dichoso muñeco, con tan mala suerte para ella que no solo corto la tela sino que de pasada me corto medio brazo, como ellas eran mayores y sus edades oscilaban entre los 15 y 6 años, es decir Jenner tendría 15 años, mi hermana mayor Bertha 14 años, Betsy le seguía 12 años, María Victoria 11 años y Clara 6 o 7 años, pues no midieron la gravedad del asunto y sin mediar palabras conspiraron y tomaron la decisión de darme un tetero y envolverme en


cobijas y a dormir se dijo. Cuando mis padres llegaron del trabajo pues lo más normal era que preguntaran por mi pero como había entre todas ellas un pacto de silencio de ninguna de ellas salió la culpa y se limitaron cada una hacer otros quehaceres. Como mi madre era muy perspicaz y no les comía mucho cuento cuando de mentiras se trataba, entonces opto por sus propios medios de ir a buscarme y con la sorpresa que cuando levantó la cobija que me arropaba se encontró con un niño de 5 años, con un brazo hinchado al doble de su tamaño normal y con cuatro hermanas conspiradoras y con más de una culpa. De inmediato fui llevado a donde un médico de apellido Monzón, que era mi padrino de bautizo y el se encargo de hacer las curaciones y coger los puntos de la herida. Karen A. Secas


Amor de Verano

A finales del año 92, la empresa interventora para la cual trabajaba en ese entonces me propone como representante de la empresa para hacer un curso de una aplicación que sería el pilar de un proyecto bandera que se estaba gestando en la ciudad. El curso lo dictaba un instructor contratado tanto por la empresa para la cual trabajaba como por la empresa constructora del proyecto. Llegó el aburridor lunes, primer día de la clase, allí todo el mundo se conocía excepto una mujer que llegó de un momento a otro, se presentó como una de las ejecutivas de la constructora y luego de su presentación el instructor procedió a empezar el curso. El curso bastante interesante muy completo, el instructor muy profesional, pero a mi me interesaba en el momento más la niña que me cautivó desde un comienzo, su nombre Karen, una mujer de unos 28 a 30 años, estaba muy vestida, tenia una falda que le llegaba debajo de las rodillas, unas botas muy vestidoras, una blusa blanca, con un botón al descubierto, mejor dicho toda una ejecutiva, sin necesidad de mentir me pasé todo el tiempo de la charla mirando la vieja, que biscocho de mujer, unos ojazos cafés muy adornados y muy bien pintados, pero en fin esa mujer tenia una pinta de mujer casada que dije, lástima sería la verdadera madre de mis hijos. El curso terminó en su primer día como a eso de las 11:00 am, me despedí de todo el mundo, pero no vi a la niña que me cautivó desde el primer día. El carro que mi jefe había dispuesto para mi transporte me recoge, trato de buscarla con la mirada, pero ella desapareció sin dejar rastro. Cuando llego a la oficina uno de mis compañeros en tono burlón se me acerca y me dice, le

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mandaron saludes ingeniero, le dije quien, me dijo pues Karen, y le digo quien es esa vieja y me dice, pues la vieja que usted en toda la conferencia no le quitó los ojos de encima, le dije no jodas, no te creo y me dice es más, vamos a salir con mi novia este fin de semana a Pancho Cristal una de las mejores discotecas de la ciudad y la vieja dijo que lo lleváramos a usted como su acompañante. El caso es que me llené de alegría y esperé ese fin de semana con unas ganas que ni yo me podía imaginar. Cuando llegué a la discoteca, allí estaba esa mujer de jeans azules, con tenis, en cambio me fui demasiado formal, pero no importa porque estaba a tono, esa mujer tenia una blusa muy pegada a su cuerpo, no la había visto de pies, solo sentada, el caso es que hace mucho tiempo que no había estado con una mujer grande y un poco gorda, pero grande al fin de al cabo. Me saludo de beso en la mejilla, olía delicioso, nos sentamos en la misma mesa que el inspector y su novia, con la novia de mi amigo también hubo química, el caso es que estaba bien acompañado de parte y parte, tanto por la cita mía como por parte de la novia de mi amigo inspector. Empecé como siempre a hablar eso me desinhibe un poco, rompo el hielo, conozco a la persona con la que estoy, por lo menos le conozco la voz y tanteo el terreno. En un momento suena una salsa y la vieja me saca a bailar, la cojo en mis brazos, se me acerca a mi mejilla y empezamos a bailar salsa muy pegados, para mis adentros me digo pan comido otra que cae, el caso es que bailamos seguidos sin soltarnos yo diría que unas cuatro o cinco piezas todas de salsa, no sonó otra música. En un momento la mujer se sienta y las dos viejas se van para el baño, empiezo luego una charla con mi compañero de mesa quien me asegura que las dos mujeres antes de mi llegada han comentado que yo seré el parejo de Karen, eso me

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llena de seguridad, el caso es que cuando el par de mujeres salen del baño se puede decir que me están rifando y el premio mayor soy yo. Yo por varias razones, primero porque me comenta mi amigo que Karen es soltera, no tiene novio, entregada totalmente a su trabajo, vive sola en un apartamento que comparte con una pareja, pero que ella es quien se responsabiliza de todo, como quien dice me calló la mujer como anillo al dedo. Llega nuevamente esa mujer prendo un cigarrillo y llega un momento en que esa mujer posa sus labios en los míos y me lleno de razones para soltar la lengua cosa que ya en el baño es una decisión, yo sería el parejo de ahí en delante de esta mujer, me lleno de mucho más orgullo de lo normal y digamos que empiezo toda una parafernalia con carreta de todo tipo y me le declaro a esta mujer que me ha maravillado parte de la noche, ella no se sorprende, pues en el baño de mujeres yo ya era historia. Ella me dice que primero nos debemos conocer mejor y que con el tiempo podemos tener algo serio. La verdad no iba por mucho, simplemente iba a conocerme con una nueva mujer y se me presentó esta oportunidad. Son las 2:00 am de la mañana y mi amigo y su novia se fueron y como era de esperarse las viejas en el baño horas antes cuadraron la cosa para que la velada saliera beneficiosa para todos, el caso es que apenas salieron, Karen me propuso que nos acabáramos la botella y que luego la llevara a su casa. En fin nos terminamos la botella y entre besos, abrazos y caricias, decidimos que las 2:30 am era hora de partir, le pregunté en donde vivía y me dijo que en el sur de la ciudad, yo estaba muy contento con la pelada, además me estaba parando bolas y la verdad que en esas condiciones pues uno esta presto a lo que venga. Nos montamos al taxi y desde que ese tipo arrancó

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hasta el apartamento de ella fue solo besos, abrazos, manoseos por toda parte, mejor dicho llegué tan excitado, que ni me di cuenta cuanto fue la cuenta del taxi, el caso es que llevé a esta mujer hasta la puerta de su casa, me dio un gran beso que no olvidaré y anotó su teléfono en mi pecho con mi lapicero, yo le anoté mi teléfono personal en uno de sus brazos, la dejé en su casa como acordamos y yo me fui para la mía. No quise hacer nada más de ahí quería dejar buena imagen, lo conseguí afortunadamente, luego llegué a mi casa la llamé para despedirme de ella, que alegría en ese momento, ella jamás pensó que yo la fuera a llamar, le desee unos felices sueños. A la mañana siguiente dejé que se despertara y decidí que la volvería a llamar a eso de las 11 del medio día, le pregunté que planes tenía, le dije que porque no nos perdíamos en el río, que la costumbre en Cali después de una rumba era el remate en el río Pance, ella me contestó que estaba como cansada pero que de pronto la ida le iba a servir de relajación, me dijo que pasara por ella antes de la 1 de la tarde. Pasé por su casa y me recibió nuevamente con un gran besote, que lo sentí en el alma, luego me convidó a su apartamento, allí estuvimos casi una hora comentando y hablando sobre el primer día y todas las cosas buenas que nos habían pasado, me recibió en pijama, se veía hermosa, tal como la noche anterior, la vi mejor. Me dijo que si la esperaba un momento que se iba a duchar y que no demoraba, ella se metió al baño dejó la puerta entre abierta. Minutos más tarde sale del baño, sus pechos totalmente mojados que transparentaban en su pijama, no supe en ese momento que pensar, si seguirla a su cuarto o no, si lanzármele encima y hacerle el amor, pero quise que las cosas se dieran, era lo indicado.

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Ella demora un poco en arreglarse y al rato sale de su alcoba toda hermosa, que mujer tan espectacular, me sentía en ese momento el hombre más orgulloso por salir con semejante mujer, una ropa muy apretada y muy bien lucida. Me dijo en tono suave, yo tengo el carro de mi papá porque no aprovechamos, tanqueamos el carro y disfrutemos el almuerzo, a lo cual accedí sin reparo alguno. En el camino ella hizo un ademán de meterse a un motel pero con picardía haber mi reacción, le dije no es el momento todavía, se que a ella le gusto. Llegamos a un restaurante al lado del río y le dije que pidiéramos un sancocho para pasar el guayabo, esta mujer se porto super bien, nos tomamos algunas cervezas, luego nos sentamos en el césped, esta mujer y yo nos acariciamos hasta más no poder, nos tomamos el lugar, pues colocaron música y congeniamos al igual que la noche en la discoteca, pues empezamos a bailar salsa muy pegaditos, cosa que ella aprendió de mi la noche anterior. Luego de caricia va y caricia viene, de beso de un lado y del otro, de lenguas en constante delirio, de constante manoseo de un lado y del otro, le dije mujer no sabes lo feliz que me haces sentir en este momento, creo que te estoy empezando a amar y solo tengo dos días contigo, le pregunté que si sentía lo mismo que yo, y ella me contestó que era una sensación extraña que nunca la había sentido con nadie pero que sentía que me conocía de años y que le gustaría al igual que yo, tener una relación conmigo, obviamente me sentí correspondido, pero le dije para tener confianza que todo lo que fuéramos a hacer de ahí en adelante debería ser muy milimétrico, es decir, todo consultado por ambos para tener las cosas claras desde el principio. A ella le gustó mi propuesta y desde ese momento empezó la relación, una relación que duró casi dos años, dos años en donde pasaron

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muchas cosas. Salimos de allí pasadas las 6:00 pm, nos montamos en el carro y la dejé en su casa. Llegamos, nos despedimos con un gran beso y cuando llegué a mi casa y para no perder la costumbre la llamé para desearle buenas noches, estaba medio dormida pero sentí que me tiró un beso con ganas, lo recibí con deseo también, me dormí pero pensaba en ella, en ese momento, en los anteriores, en el momento en que la vi por primera vez, en el momento en que la acerqué a mi cuerpo en esa discoteca, en el primer beso que nos dimos, mejor dicho me sentía algo así como realizado con esta mujer y no la iba a dejar escapar. Amaneció el lunes y antes de salir para la oficina la mujer estaba llamando, también le hacia falta, también me había extrañado, cosa que me agradó cantidades, es decir, también ella me había extrañado esa noche, también me había pensado, me sentí muy feliz, pues estaba realmente correspondido. Llegué a la oficina y media empresa sabía de mi levante el fin de semana, quien filtró la información, pues ni idea, el caso es que mis compañeras y compañeros sabían que me había cuadrado con una persona que para ellos en un principio les parecía creída porque ella no le paraba bolas a nadie, y yo llegué en un abrir y cerrar de ojos, tal vez sin darme cuenta y la cogí para mi. Llegó el carro de la empresa con personal como a las 10:00 am y una nota de esa mujer que me la había enviado con mi compañero, aquel de la discoteca, el caso es que en esa primera semana fue una correspondencia de lado y lado utilizando como cartero a mi amigo y a su novia. El jueves mi jefe planeó una reunión en donde el constructor y me invitó a que lo acompañara, eso me advirtió que fuera prudente y en el carro comentamos el levante, el tipo de mucha confianza conmigo, había una buena estimación y buena

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química empleado-jefe. Llegamos a la reunión y ella me estaba esperando casi en la puerta de la obra, me recibió con un gran besote, una saludo de mano para mi jefe, este obviamente sorprendido porque jamás pensó que las cosas estuvieran tan avanzadas, es más me pidió prudencia y le acepté la insinuación, mis compañeros de empresa, muy sorprendidos también, pues mi silencio al particular era evidente, los jefes de ella también sorprendidos pero muy complacientes de parte y parte. Ella también asistió a la reunión no como invitada sino porque ella era parte importante en la empresa al igual que yo en la mía. Hubo como una especie de minuto de silencio mientras mi mirada contemplaba la mirada de ella y ella lo mismo, obviamente que todos se dieron cuenta de la situación, nos pidieron prudencia para evitar comentarios y aceptamos y es más dije que me había enamorado de ella desde el primer día en que la vi, que si no era problema que tuviéramos una relación sabiendo que nosotros éramos los interventores del proyecto y en cambio ellos los constructores, ellos querían mucho a Karen y digamos que fue casi unánime la aprobación de la relación eso si con varias condiciones, como es el de respetar el espacio de trabajo, de evitar el comentario del momento, de ser más que cualquier cosa compañeros de trabajo que pareja por lo menos dentro de la empresa para evitar murmullos. Accedimos esas exigencias, mi jefe al mismo tiempo me hizo algunas recomendaciones, al igual sus jefes con ella, en fin nuestra relación iba a ser duradera. Eso si el intercambio de papeles, de notas, de llamadas no se hacía esperar por lo menos eso duró toda la relación, además que teníamos un cartero que no ponía problema por llevar y traer información indiferente de donde viniera, además porque mi

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compañero era una buena persona y nos teníamos en cierta forma estimación. Llegamos a ser como la pareja del momento, en todas las reuniones éramos los de moda, tanto para grandes como para gente menuda, es más cuando la presenté como mi novia a la familia primero a mi mamá, mi mamá encantadísima con ella, hubo química de parte y parte, Karen adoraba a mi mamá y ella también, hubo sentimientos mutuos y eso para mí fue un éxito total, también la presenté con la familia y también hubo química, mejor dicho estaba hecho, por todos los lados y mi familia que siempre ha sido como complicada, pues la había aceptado como mi pareja, pues que más se le podía pedir, pues aprovechar el momento, porque oportunidades como esa no se volvían a presentar. El primer año las cosas con ella fueron muy positivas excepto por un detalle, era una persona que se dejaba manipular, porque pasaba eso, pues no sé, lo que si sé es que eso empezó a deteriorar la relación. El caso es que la relación con ella paso de un punto bueno a un punto como intermedio y me di cuenta de algo gravísimo y es que esa mujer manipulaba no se con que intensiones a mi novia, a mi novia y ella no se daba cuenta de la situación. En fin esa manipulación toco fondo y la relación empezó a decaer. A mi se me ocurrió la idea de llevármela un fin de semana al mar, al fin de al cabo, allá estaría en terreno neutral y podía hablar con ella. Le propuse pues que nos fuéramos un fin de semana, que ella fuera dispuesta a pasar unos días conmigo sin presiones de ningún tipo y sin estar pensando en nadie diferente a salvar nuestra relación. Llegó el fin de semana, los dos pedimos permiso para no ir el viernes a trabajar y ese mismo viernes resolvimos irnos de paseo, cogimos carretera, salíamos en el de las 12 m, nuestros jefes

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nos habían facilitado las cosas. En el viaje conversamos más bien poco, Karen estaba callada, casi no hablaba, yo por mi parte no la quise presionar, ella estaba como aturdida, como distraída, no entendía muy bien que era lo que estaba pensando en ese instante. En fin le pregunté que si había alistado la maleta para el viaje, lo necesario, sus cosas personales, en fin ropa de dormir y de descanso y me dijo que si, algunas cosas había hecho para el viaje, la tranquilicé. Le di razones para confiar más en todo, ella lo tomó bien, empezó a llorar un poco, me decía con voz entrecortada que nunca se había imaginado que yo le tuviera esa sorpresa de ese viaje tan inesperado pero tan oportuno, me dijo que pensaba llamar a su casa apenas llegáramos a Buenaventura, que si yo le gastaba la llamada y le dije que no habría problema alguno. Llegamos a Buenaventura a eso de las 2:30 pasadas, algunos inconvenientes menores en el viaje hicieron la demora, en fin ya estábamos donde queríamos estar. Nos fuimos al muelle y nos montamos en una lancha de un amigo que nos estaba esperando, hice las presentaciones de rigor y cogimos camino para las playas a eso de las 3:30 de la tarde, buena hora para pasar por los rápidos, a Karen la veía contenta pero preocupada, pero en fin tenía que hacer algo para calmarla, entonces le tenía una sorpresa a la llegada, había reservado el cuarto de siempre, era en el hotel de siempre, ese en donde me atendían bien y el cuarto era el del segundo piso, el que tenía un balcón y una vista espectacular en las mañanas acompañada con atardeceres y amaneceres de mar. Cuando llegamos nos bañamos, ella primero, no dejo que yo la acompañara en la ducha, no le quise insistir tampoco, pero sentía que algo no funcionaba bien. Luego entré yo solo también a la ducha, ella no me paró muchas bolas y

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yo tampoco le di importancia. Nos vestimos ella lo hizo delante de mi al igual que yo pero no hubo contacto de ninguno de los dos, de pronto pienso yo que ella intuía que yo me había dado cuenta de la situación pero que no quería presionarla. A la noche comimos en el hotel, el dueño y el administrador estaban en el sitio, como soy conocido en él, me tenían una sorpresa, una botella de vino con la comida y unas flores para mi novia en el cuarto. Nos encontramos a eso de las 8:30 en la discoteca, mi novia estaba espectacular la saqué a bailar y ella parecía una momia no se movía, después de que en Cali parecía un trompo, estaba como lela, no entendía la situación, no comprendía lo que pasaba, pero esa mujer estaba como ida, en fin, de pensar que fuera una noche especial pasó a ser una noche poco usual, pero me lo busqué, tuve todas las oportunidades para cortar el viaje a la mitad y no quise, tenía esperanzas que esta mujer reaccionara, pero todo fue en vano. Cuando llegó la botella a la mesa esta mujer empezó a beber de una forma desmedida y yo solo la observaba, no me lo creía, quien lo iba a creer en esos momentos si cuando la conocí y empecé a tratarla esta mujer era muy sutil e incluso al tomar lo hacía con medida, en cambio esa noche se desbocó totalmente, al punto que la llevé casi borracha al hotel y eso no es todo, cuando me quise meter a la cama con ella, esta loca me sacó de una, me toco dormir en una colchoneta al lado de su cama, no me permitió esa primera noche ni si quiera tocarla, que vacío que me sentía, me sentía como defraudado conmigo mismo, con ella, con el mundo exterior, con todos y con todas, a estas alturas no se porque no reaccioné y acabé con esa relación, porqué no lo hice, pues es claro pensarlo pues las intensiones mías del viaje era para que en un lugar neutral pedirle matrimonio, era el momento preparado,

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era el lugar, sin testigos ni mirones, era el momento perfecto, pero para mí desafortunadamente, pero no para ella y no medí esa cosa, eso no lo tuve en cuenta. A la mañana siguiente luego de pasar una noche desastrosa me levanté como a las 6:30 de la mañana, lo primero que noté era que Karen no estaba en el cuarto, pero si sus cosas, me cambié, me puse unos tenis, una pantaloneta y baje al primer piso, a la recepción, la pregunté y me dijeron que había hecho una llamada hacía media hora, que había llorado mucho y que después de prender un cigarrillo y se había ido rumbo a la playa con la botella de vino en su mano. Me preocupé, cogí camino pensando que iba a hacer algo malo, de pronto estaba decepcionada de algo o de alguien y la fui a buscar. Cuando la veo a lo lejos, al lado de una piedra, toda mojada por el oleaje del mar, muy pensativa, me le acerque y le di un beso en la frente, le pregunté que le pasaba y me lo contó todo, lo primero que me dijo fue que era la primera vez que salía de su casa sola con un hombre, luego dijo que no había traído dinero suficiente para el viaje y que eso la tenía inconforme, le dije que si quería le daba el dinero para que se fuera a Buenaventura en la primera lancha del día, que yo me quedaba porque mi intensión era descansar un poco y distraerme pero con ella, no pensando en cosas que me producen dolor, todo lo contrario le explique cuales eran mis razones de estar en ese sitio, le quité la botella y me tomé un sorbo largo, ella se me recostó en el pecho y empezó nuevamente a llorar, le dije que yo la amaba y que el viaje lo había planeado para proponerle matrimonio y que me quería casar con ella, que quería amanecer todos los días de mi vida con ella. Karen se quedó muy pensativa, luego empezó a llorar, pero la sentí extraña, la sentí distante, la sentí rara, luego de hacer un par de pausas, me contestó la pregunta inicial,

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me dijo te amo Carlos pero en este momento no tengo cabeza para decidir algo tan trascendental. La verdad nunca imaginé que esta mujer, la mujer que conocí algo más de un año me fuera a responder semejante respuesta tan fuera de todo lo normal de una persona, semejante respuesta tan idiota, me sentí engañado, me sentí frustrado, sentí que todos los momentos anteriores que había pasado con ella habían sido en vano, sentí que todo el tiempo que había estado con esta mujer desde que la conocí fue tiempo perdido, todas las veces que le hice el amor fue deseos perdidos, todas las veces que la acaricié fueron caricias perdidas, me quedé de una sola pieza y mi reacción no se hizo esperar, era tanto el amor que sentía por esa mujer que no fui capaz de sacarla de mi vida, sentía que podía en esos dos días que nos quedaban de pronto convencerla. Ella quedó como muda, perdió por momentos la razón, no sé a ciencia cierta si lo que no se creía era mi propuesta o más bien lo que no se creía era su respuesta. El caso es que me alejé de ella y le dije te dejo el dinero de tu viaje en la recepción, puedes irte si quieres, ya no me importa. Me sentía como derrotado, jamás se me pasó por la cabeza que cuando le fuera a pedir la mano por amor a una mujer, me fuera a salir con semejante respuesta tan idiota. Yo no entendía la situación, el caso es que me subí para el hotel, pedí mi desayuno y desayuné, solo pero lo prefería en esos momentos, por lo menos eso me quedaba en ese momento, que el jugo no se me agriara ni el huevo se malograra, por la reacción de esta mujer. En fin como quedaban dos largos días, decidí aprovecharlos al máximo, estaba con ella pero como si no estuviera, ese viaje me había costado una plata importante y por esa razón y por otras no iba a desperdiciar ni mucho menos despilfarrar el dinero. Entre al cuarto e hice lo posible por bañarme rápido y

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hacer de cuenta de que había ido solo como en los viejos tiempos a pasar un puente, menos mal que solo fueron tres días que conté con sus horas y sus minutos esperando que se acabaran pronto, para retornar nuevamente a mi ciudad y seguir la vida como si nada. Al rato Karen llegó, cerro la puerta con seguro y me tomó a la fuerza, le dije que ya no había caso, que ya sabía lo que pensaba de nuestra relación, que teníamos que darnos un espacio, que hiciera lo posible por no incomodarme el resto del viaje, esta mujer nuevamente se desgarró a llorar, pero yo no podía hacer nada al respecto, las cosas buenas o malas que estaban sucediendo en ese momento no dependían de mi, dependían de ella y de su personalidad, no sabía que pensar en esos momentos, solo sabía que la mujer que había soñado para compartir mi vida en esos momentos la estaba perdiendo. La dejé sola en el cuarto, me puse una pantaloneta, una camiseta, un par de cervezas, cigarrillos y me dispuse a irme a la playa a disfrutar, había llegado acompañado pero estaba más solo que nunca, que sorpresas nos da la vida, uno nunca sabe que le depara el destino, pero esas cosas pasan y que se le va a hacer. Como a la hora vi que Karen salía del hotel con el traje de baño, como era gordita lo usaba enterizo, pero en medio de toda mi tristeza, mi decepción aún la veía hermosa, no sé que tan enamorado estaba en esos momentos de esa mujer, que la vi más hermosa que nunca. Karen era otra, se me acercó y llorando me pidió perdón, me dijo que la perdonara por la reacción tan estúpida que había tenido, que era una reacción en ella normal, pues era la primera vez que salía de su casa con un novio lejos de la familia, que se sentía extraña, o sea me dio muchas razones, en fin el cuerpo y la mente son débiles. Hablamos un poco y luego hubo caricias de parte y parte y

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decidimos irnos para el cuarto, allá esa mujer se portó a la altura, me hizo sentir tantas cosas, como las cosas que imaginaba yo de parte de ella, nos quedamos toda la tarde en el cuarto, luego llegó la noche y me dijo que nos fuéramos a bailar, acepté el ofrecimiento, nos arreglamos, ella por su puesto estaba más hermosa que nunca, llegamos a la discoteca, allí había gente conocida, aunque yo era conocido en el lugar ella no lo era. Empezamos a bailar y como siempre muy pegados y salsa suave, eso si sin perder el ritmo como nos gusta a los dos, nos besamos casi todo el tiempo, luego salimos del lugar y empezamos a caminar en la playa, correteándonos el uno al otro, luego nos mojamos los zapatos, llegamos al hotel, nos tenían buena comida, comimos algo y luego nos entramos al cuarto. Allí estaba mi cama al lado de la de ella, pero ella me pidió perdón por dejarme dos días sin su contacto. Nos metimos a la cama pero no hicimos el amor, solo besos, caricias, conversar un poco, me pidió tiempo para pensar y pensar de la propuesta, yo accedí, luego nos seguimos besando, la toque mucho, la acaricié mucho y ella lo permitió. Nos fundimos uno en el otro, luego sentí que cerró los ojos y nos dormimos casi al tiempo, yo me dormí a su espalda, abrazándola todo el tiempo, no era el momento para hacerle el amor, la verdad hubiese sido un error, un error imperdonable luego de su reacción. Llego la hora de partir, arreglamos las maletas, nos despedimos de los amigos y cogimos camino para Cali, cuando llegamos a Cali llegamos al apartamento de Karen y este estaba también desocupado, como no tenemos problemas de pudor ni de encuentros, estamos un rato en la sala y conversamos antes de meternos en la cama. Pasamos la noche juntos y luego me despido de mi bella novia al amanecer no hubo sexo, no cabía en mi mente en ese momento, quería

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dejarla pensando en todo lo que ha pasado tanto en el viaje como en las decisiones que tiene que tomar de ahí en adelante. Nos despedimos de un gran beso y me voy para mi casa como a eso de las 11:00 am. Al cabo de un tiempo hago un análisis de la situación y veo que esta mujer ni para delante ni para atrás, a mi la indecisión me mata y de un momento a otro tomo una decisión tajante que puede cambiar el rumbo de las cosas. Le mando una razón con un compañero y le digo por su intermedio que necesito verla porque he tomado una decisión con respecto a la relación. Ella me contesta que también ha tomado decisiones y que también quiere conversar conmigo al respecto. Pienso de pronto llevarla a bailar pues así fue como nos conocimos, espero el fin de semana y nos vamos para un sitio en el sur de la ciudad, entramos al sitio, pido una botella de vodka pues la idea no es emborracharnos sino por el contrario pasar un momento agradable, ella sospecha que pueda pasar. Luego de un par de tragos y mucho diálogo entramos a la pista y bailamos muy juntos los discos que más nos gustan. Al cabo de unos minutos le suelto la realidad de las cosas, empiezo primero por hacerle ver que la realidad de la vida y vivir con otra persona son decisiones trascendentales y que se tienen que tomar con mucha madurez, luego le digo que esperaba de ella el día del paseo una reacción más madura que la que recibí de su parte. Que la amo con mucha pasión pero que una mujer de casi treinta años a estas alturas dejarse manipular por los demás y que no es capaz de tomar sus propias decisiones no me sirve para mi presente y mi futuro y no quiero eso ni para ella ni mucho menos para mí. Un momento después ella empieza a llorar desesperadamente, me dice que la entienda, pero la verdad en ese momento lo único que me produce su reacción es rabia, pues veo que

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aún no ha superado esa dependencia y cada vez la absorbe mucho más. Pedimos la cuenta y pago y la llevo a su casa, Karen no deja de llorar, me pide tiempo. Le hablo mucho y ella no reacciona, hay que darnos un tiempo, reflexionar y de pronto las cosas se arreglen. En mi interior sé que eso no se va a dar pero a esta mujer tengo que darle alientos para que no cometa errores. Me da miedo dejarla sola pues no se como lo vaya a tomar, dejo que se duerma en mis brazos, le doy un último gran beso y salgo de su apartamento para siempre. Al cabo de un tiempo yo me fui de la ciudad, me organicé con una mujer muy hermosa y tenemos una hija, de Karen no volví a saber nada, no se que habrá pasado con su problema, con su vida, en fin poco me importa en estos momentos, ahora mi vida ha cambiado tengo a mi lado a una mujer maravillosa, una hija espectacular y una vida personal y matrimonial única.

Karen A. Secas

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Pipo, es un perro muy especial Pipo es un perro que tiene algo así como 10 años de perro, Pipo un día se levantó y se miró en el espejo que tiene al lado de su cama y se dio cuenta de que era un perro muy especial, especial porque es el único perro de su raza que quiere a los demás perros, es decir Pipo es un perro amigo de todos los amigos, amigo de todos los perros no importa su color y su origen, no importa de donde vengan ni mucho menos si quieren o no compartir un rico y delicioso hueso. Pipo un día se levanta de la cama y se mira en el espejo que tiene a su lado y se pregunta, seré yo un perro o de un momento a otro me he convertido en mi propio amo? Porqué será que me hago la pregunta, pues Pipo se hace la pregunta porque es un perro diferente a todos los de su raza, diferente porque el piensa como un humano y tiene actitudes de humano. Pipo es el mejor amigo de todos los amigos de la cuadra, si alguien quiere hacer algo diferente tiene que contar con la aprobación de Pipo, pues el es el perro líder y el que más conoce a todos los canes de la cuadra. Pipo se levanta todas las mañanas y se rasca su cara con sus patas, además se rasca su cuerpo porque el dice que los demás perros también lo hacen y que el se quiere ser como los demás. Pipo a veces se pregunta: Seré yo un perro o un humano con características de perro, el se hace la pregunta porque Pipo no es un perro cualquiera, Pipo es un perro agradecido, es educado, ayuda a los demás canes 1


cuando estos están en problemas, Pipo es un perro muy especial. Pipo un día hizo algo valeroso y le enseño a los demás canes y gatos de la cuadra porque el es un perro líder. El otro día Pipo estaba husmeando un poste, porque resulta que los perros normales lo hacen, husmean los palos, postes y arboles para marcar el territorio, en esa ocasión Pipo se encontró un hueso, Pipo sin medir las consecuencias de encontrar un hueso y degustarlo en un sitio donde no vive ni reside, sin tomar las precauciones necesarias, decidió que ese hueso podría ser el fin a tantos y tantos problemas que tienen algunos perros amigos suyos con los perros del otro lado de la ciudad. Pipo se fue para su casa y en el camino se encontró con los perros del otro lado de la ciudad al lado de su líder, Diablo. Pipo sintió mucho susto porque los perros son más grandes que él, mucho más rabiosos y para ellos un perro del otro lado de la ciudad invadiendo su territorio hay que acabarlo como sea. Pipo sin embargo se llenó de valor y optó por conversar con los animales eso si, sin soltar el delicioso hueso. Uno de los perros rabiosos se le acercaba a Pipo y lo miraba de reojo, pero Pipo se llenó de fuerzas y siguió hablando de las cosas buenas que le suceden a los amigos de él y que viven y sueñan con un mundo mejor mirado desde su punto de vista, los perros no le hacían caso, le ladraban y lo molestaban con el ánimo de que Pipo soltara el hueso y ellos poder atacarlo. Sin embargo Pipo seguía contándoles a estos perros historias de otros perros que en el mundo habían hecho historia, como el caso de Rin tintín, de Lassie, pero estos perros no le paraban bolas y decidieron entonces atacarlo, 2


salieron de varias partes y Pipo muerto del susto no sabía si había echar a correr o más bien hacerse el macho y atacarlos igualmente a ellos. En ese momento Pipo no reaccionó como un humano lo haría, el humano los atacaría con armas y no con palabras como si lo hizo Pipo orgulloso de su raza y de su forma de vivir y de actuar. Pipo siguió entonces hablándoles a los perros de todas las cosas buenas que el podía hacer por ellos, de todas las amistades que se pueden hacer si uno hace cosas rectas en la vida, los perros en un principio no reaccionaban pues veían en Pipo no un amigo sino la desconfianza que une a otros perros a reaccionar en contra de los demás. Sin embargo Pipo les contó de los perros que ayudan a humanos en los incendios o en los terremotos, el les contaba de todas las cosas buenas que hacen esos perros y que el les podía enseñar a ser mejores perros pero que ellos tenían que aceptar a los perros amigos de él para ser de la región un mundo mucho mejor. De un momento a otro Diablo se hizo al lado de Pipo y le dio la extendió la mano en son de paz y Pipo le dio a compartir el delicioso hueso. Ambos perros Diablo y su gallada, al lado de Pipo se fueron al otro lado de la ciudad para arreglar los problemas que habían tenido en el pasado. Pipo era el que estaba al frente, al lado de el Diablo y la gallada de perros detrás de ellos dos. Cuando se acercaban al otro lado de la ciudad, los amigos de Pipo o lo podían creer de que él estuviera compartiendo un hueso con el perro que días atrás lo atacó con violencia. Los amigos de Pipo hicieron gala de su forma tan especial de ser y se acercaron a Diablo, lo saludaron afectivamente, luego Diablo 3


los relacionó con su gallada y todos los perros se aceptaron unos a otros, los negros con los blancos, los pobres con los ricos, los flacos con los gordos. Mientras tanto Pipo y Diablo se hicieron los mejores amigos y aprendieron la lección de humanidad y de que antes de pelear hay que conversar y arreglar las diferencias. Hoy Pipo está convencido que es un perro muy especial, porque tiene la capacidad de convencer a otros perros de otras razas y de otras formas de vida, de que el camino que hay que escoger no es el de la violencia, y que si atacas a tu semejante es como si te atacaras así mismo.

Karen A. Secas

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Me llamo Frank Me llamo Frank, digo me llamo, porque así soy conocido en la calle, en la noche, en esta ciudad que hace 60 años o más me vio nacer, creo que tengo esa edad, digo que la tengo porque ya mis manos no me responden como antes, mi cuerpo ha cambiado, mi físico ha cambiado, ahora mi barba es de colores, siempre la quise tener así pero cuando era una persona de la sociedad y que todo el mundo vivía pendiente de lo que uno hacia o dejaba de hacer, en esas épocas no tenía la valentía de dejármela para que todo el mundo me la viera, ahora que soy una persona de la calle y sin prejuicios, me la deje de varios colores, los colores de la comida que consumo a diario y que recojo de las canecas de los vecinos, de las sobras de los restaurantes cuando puedo o me dejan entrar, colores de salsa de tomate, de mayonesa y de otros condimentos los cuales no recuerdo el nombre, de los yogures que dejan a medio consumir las personas, ahora mi barba me identifica ante los demás y eso me hace diferente. Mi pelo es gris o algo parecido, es el pelo que me ha acompañado en los últimos años, ya las canas hicieron de las suyas en mi cabeza y el paso de los años no se hizo esperar, aunque aun puedo decir que tengo pelo pues me comparo con otras personas que tienen los mismos años que yo o los que creo que tienen y veo la diferencia, ellos en cambio se han quedado calvos. Vivo la mayor parte del tiempo sucio, oliendo a de todo, como dicen en la calle oliendo a anoche y antenoche, pero es mi forma de vivir ahora y quiéralo o no la tengo que aceptar, no se si fue por mi vida pasada o porque casi nunca me baño, me da pereza tener que secarme para luego volver a lo mismo de todos los días, al diario vivir de la gente de la calle, estar sucio y sentirse bien. Me encanta estar sucio, porque eso es lo que soy una persona dejada y sucia y así los que me llaman Frank me han conocido de muchos años atrás. He vivido


tantos años en las calles que ya ni de mi nombre me acuerdo, he consumido tanta droga y comida en descomposición que no se a estas horas si algún día tuve apellido, pero las personas que me conocen me dicen Frank. Hoy quiero relatar mi vida en pocas palabras. Llevo en las calles algo más de 10 años, 10 años de mi larga o corta existencia, 10 años de mi vida que no se si he desperdiciado o por el contrario he aprovechado al máximo. Hoy decidí escribir algunas palabras porque me acordé de mi vida pasada, mi vida cuando era alguien diferente a lo que soy ahora, antes de estar en las calles era un empresario prominente y por cosas del destino, que existe en la medida que uno se lo labre, me toco salir de la buena vida y llegar a lo que a hoy me he convertido, en una persona rechazada por la sociedad, en un desechable, me gusta llamarme así porque como desechos, desechos de todos las personas, todo lo que botan para mi es alimento, es mi alimento diario. Quiero relatar en este escrito como fue mi vida pasada y porque estoy aquí casi solo o mejor acompañado de la noche. Todos los días sin falta consumo basuco y lo que recojo de los demás lo cambio por eso, porque soy adicto, es mi alimento cuando la comida escasea, a las personas de la calle nos da fuerza para vivir o mejor para sobrevivir, es nuestro pan de cada día. Hoy me siento diferente. Quiero en estas líneas relatar como era yo antes de esta mi nueva vida, mi vida actual. No quiero empezar como empiezan todos los cuentos, érase una vez tal y tal. Yo quiero empezar desde donde me acuerdo o donde creo acordarme. Yo era una persona de la sociedad, una persona de bien, mi profesión Administrador de Empresas, mi especialidad Finanzas, no se si sea verdad pero quiero decir que esa era mi profesión y la otra mi especialidad, ustedes dirán porque no se acuerda del nombre pero si de la profesión, es que tampoco me acuerdo de la profesión esto lo estoy inventando para relatar la historia, tengo


que basarme en algo más o menos real, más o menos creíble, para que la gente que me lea, vea la transformación de lo que me convertí de un momento a otro. Sigo mi historia, ya dije que era un profesional con especialización y no de cualquier universidad sino de una de las más prestigiosas de la ciudad, del país y porque no del continente, no quiero decir el nombre, no por respeto a los dueños de la universidad, sino porque no tengo ni idea como se llamaba o no se si aun exista en los directorios de la ciudad y que tal que no exista o nunca haya existido y yo diciendo el nombre y el que me lea dirá que estoy loco o que algún día lo estuve, no quiero eso, quiero que la persona que me lea vea en lo que me convertí gracias a mi poca fuerza de voluntad, a los malos amigos y amigas y a la poca comprensión de la familia, porque esa es la realidad, mi realidad, no tuve apoyo de nadie cuando más lo necesitaba. Yo en épocas pasadas era un empresario importante, era un empresario con empresa, porque para ser empresario por lo menos hay que tener una, para tener que mostrar lo que uno hace. Yo era empresario productor de aluminio y aún lo soy pero no productor, ahora me chupo las sobras que dejan los vecinos untadas en las tapas de los yogures, pero antes era empresario de verdad de aluminio, mi empresa aunque pequeña producía una buena parte del aluminio que el país consume, ya sea para materias primas o para exportar, mi empresa era una de las más prominentes del país y una de las más eficientes de esta parte del continente. Empecé de la nada, por un experimento del colegio, porque aunque no me lo crean yo estudie en un colegio, hice mi primaria y bachillerato, diría en tiempo record, me gradué cuando tenía exactamente 16 años, porque era buen estudiante. Cuando estaba en quinto de bachillerato un profesor dijo que teníamos que hacer un experimento para sacar aluminio, como mis papás a mi me daban gusto en todo lo que yo me antojaba porque era y soy único hijo y de papás también únicos, yo no tuve ni tíos ni tías que me


acolitaran mis caprichos, por ninguno de los dos lados, pero tuve unos abuelos fantásticos que reemplazaron todos esos vacíos. Entonces compre materiales de cuanta cosa para hacer uno de los mejores trabajos sino el mejor. Me fui para la Caracas con Calle 14 donde venden todo lo que tiene que ver con químicos y compre de todo, desde mechero hasta probetas de todos los tamaños, me enloquecí en ese almacén comprando de todo y como tenía plata porque mis papás estaban patrocinando el capricho entonces decidí comprar de todo. Cuando llegue a mi casa les mostré a mis padres toda la compra y ellos como siempre me apoyaron. Empecé con enciclopedias y con libros de la biblioteca a desarrollar el proyecto de química para el colegio y a parte de hacer un buen trabajo, uno de los mejores, de ese capricho de colegio salió un año después la idea de montar una industria que me iba a llevar a la cima y así pasó, así como lo estoy relatando en estos momentos, me convertí de la noche a la mañana en uno de los empresarios del aluminio más importantes del país, primero lo producía a partir de materias primas pero gracias a mis buenos oficios y a mi relación con los libros y de ir como siempre más allá de la verdad, descubrí que las tapas de los yogures y las tapas de la mayoría de alimentos que consumen las personas, esas tapas al procesarlas luego de limpiarlas producen en pocas cantidades pero eficientes, aluminio de una gran pureza. Así empezó mi industria, empecé desde ceros, lo primero que hice fue pedir ayuda a amigos de mis padres, pero no ayuda económica sino apoyo en materias primas porque no la tenía, tenía solo la idea y eso me sirvió para empezar, porque hay que empezar con algo, y eso me paso a mi, yo siempre fui constante en mis cosas, por eso el éxito de esa época. Los amigos de mis papás eran empresarios uno me acuerdo producía pastillas para el dolor de cabeza y su industria desechaba los cortes de las envolturas de las pastillas, yo


le recogía en un camión esos recortes y los llevaba a mi pequeña industria y producía aluminio. Otro de los amigos de mis papás tenía una microempresa de lácteos y el utilizaba empaques de aluminio para su leche y sus derivados, el me apoyo y yo igualmente recogía los recortes de esa industria. Otra de las formas de recoger aluminio ya sea en recortes o en volumen era en los sitios de reciclaje de la ciudad, yo contrataba a personas que trabajan el día a día en los basureros de la ciudad para que me vendieran las tapas de los yogures y de las leches que consumían los bogotanos en esa época y que creo que aún existe. Yo con toda esa materia prima ya sea por recortes o producto del recicle, la procesaba en una bodega a las afueras de la ciudad, mi industria era muy sencilla y la quiero dar a conocer acá en este relato, mi industria cogía todos esos productos y los mezclaba entre sí, luego los calentaba un horno de tamaño descomunal y producía aluminio sucio por las impurezas, pero que al calentarse a grandes temperaturas produce un producto de gran aceptación tanto por mercados locales como nacionales y hasta internacionales. Mi industria se basaba en las industrias de los demás con la diferencia que yo procesaba las basuras. Fui por allá en los años 80’s uno de los empresarios más prominentes del país, estuve participando en grandes ferias internacionales, representando al país y al gremio, me atrevo a decir que ostenté por muchos años el título de Presidente del Gremio de los Productores de Aluminio a nivel nacional. Esto me dio para conocer no solo a gente del medio sino a la mujer que años más tarde sería mi esposa y la madre de mis tres hijos, digo hijos porque también los tuve, y digo mujer porque tuve para esas épocas a la mujer más hermosa del país. Mi esposa fue reina de Colombia, más exactamente en los años 80’s fue una de las candidatas a señorita Sincelejo y luego ganó el título de señorita Colombia entre venticinco mujeres más, ella, no solo fue la mejor sino que era la única que llenaba todos los requisitos para ostentar el título, ustedes dirán que como la conocí yo en esa época, yo fui invitado por el concurso de belleza de mi país


a ser jurado, por ser el empresario del año de esa año. Eso me dio la garantía de escoger no solo a la madre de mis hijos años más tarde sino a la mujer que me acompañaría una buena parte de mi vida. Su nombre Marcela, una mujer espectacular trigueña de grandes ojos azules y pelo negro natural, de muy buena familia. Hoy quiero relatar también su historia, nuestra historia y porque hoy me tiene aquí escribiéndola. Luego del reinado, se convirtió en la imagen de mi empresa ante el mundo y la Relacionista Pública, con el tiempo y gracias a su buena voluntad y a mi constancia se convirtió en la esposa que siempre quise tener y en la persona que relacioné con mi familia. Mis padres la adoraban, con mi mamá tenía no solo una gran amistad sino que mi mamá la quería como a la hija que siempre soñó tener y que nunca tuvo; con mi padre había un gran respeto, además porque durante el reinado mi padre siempre estuvo aparte, porque a él nunca le gustaron ese tipo de concursos, pero tener a esta mujerzota en su casa, a mi viejo le cambió de un solo golpe la mentalidad y luego no sabía en donde meterla. El caso es que gracias a todo lo que me había pasado en esas épocas y que la empresa iba cada día más en ascenso, decidí con la venia de mis papás, proponerle matrimonio a esta mujer que años más tarde se convertiría en una colaboradora incansable en la empresa, no solo por su tesón sino por sus relaciones, pues ella sola fue la gestora de llevar a mi empresa a los mercados más importantes del mundo. El matrimonio, por todo lo alto, algo más de 140 invitados, lo quisimos hacer en Cartagena porque esa era la moda en esa época y porque para la familia de mi esposa que era numerosa le quedaba más cerca la costa que el mismo Bogotá. La luna de miel, siempre la planeamos lejos de casa, a mi me gustaba Europa a ella las Islas Griegas, entonces hicimos una combinación de las dos, estuvimos un tiempo corto en Europa y luego fuimos a las Islas Griegas en un


crucero. A los 2 meses justos de llegar de nuestra luna de miel, mi esposa quedó embarazada de una par de gemelas preciosas la mayor Bibiana y la menor Andrea, con las facciones y los ojos de la mamá. Para nosotros en general fue una sorpresa de las dos niñas al tiempo, digo sorpresa porque ni por el lado de ella ni por el mío existía la posibilidad de personas gemelas. Las niñas nacieron muy sanas, mi esposa que tenía medidas de reina las asimiló bien y su cuerpo no se deformó como suele sucederle a la mayoría de mujeres cuando son madres, mi esposa tenía una salud impecable y se cuidaba mucho, además teníamos el dinero suficiente para darle rienda suelta a sus gustos. A Marcela la hice mi socia en la empresa, ella era la Gerente de Relaciones Públicas de una empresa que daba trabajo sin descanso a más de 100 personas entre empleos directos e indirectos, tanto a nivel nacional como internacional, porque gracias a sus buenos oficios pudimos ampliar la empresa y promoverla a todo nivel dentro y fuera del país con representaciones en USA, Brasil y España. Eso nos dio para vivir muy holgadamente, para disfrutar de las cosas buenas de la vida, salíamos mucho a cenar en buenos restaurantes, también teníamos la costumbre de salir a bailar a las discotecas de moda porque aunque no me lo crean yo bailaba muy bien y fue una de las cosas que le gustó a Marcela de mi, mi forma de bailar y a mi también eso me gusto de ella, nos comprendíamos de maravilla y la gente nos hacía corrillo cuando salíamos solos o en compañía de nuestros mejores amigos, íbamos como dicen a sitios In de la ciudad y cuando se podía íbamos de una ciudad a otra en nuestro avión privado, porque la empresa no solo dio para tener una gran casa en uno de los grandes sitios de las afueras de Bogotá sino que también dio para tener buenos carros con chofer, varias criadas en casa y un mini jet para viajes de negocio o de placer. Debido a nuestra buena fortuna, unas hijas espectaculares que ya rosaban los cinco años de existencia, con Marcela decidimos encargar un nuevo hijo,


Paolo, siempre nos gustó ese nombre, este pequeño era parecido físicamente a mí y tenía los ojos azules de mi esposa y de sus hermanas mayores. Por aquella época yo tenía algo así como 45 años o más, en esta parte de la historia tengo que relatar mi transformación de persona prominente, pudiente y sin preocupaciones de ningún tipo a lo que me convertí en una persona sin aspiraciones o mejor aspirando lo que no tenía que aspirar, que me arrepiento, de pronto, de pronto sea consiente de eso, pero que tengo que dar gracias a la vida, a Dios, a mi esposa e hijos, que estoy vivo y puedo compartir esta historia con usted amigo lector. En los años 90’s sin medir el tiempo sino que atando cabos y veo las cosas con más medida que en esos años, conocí a un personaje, un personaje oscuro que no solo cambió la vida de empresario de éxito sino que se metió tanto en mi vida de pareja, de padre, de familia, que hizo de mi lo que soy ahora. En uno de mis viajes como empresario, en una de las ferias más importantes de Latinoamérica, en Brasilia, conocí a un personaje que me llevo de la mano al mundo de las drogas, invitaciones por ahí, por allá, invitaciones de alta gerencia con personajes oscuros y más oscuros que el mismo demonio, mujeres de todos los tipos las cuales me convencieron y porque no decirlo, a parte de tener una de las mujeres más hermosas de mi país, tenía también

algunas debilidades por otras mujeres.

De todas esas

reuniones secretas en las que me involucré y que arrastré sin medida a mi familia, de toda esa vida pasada no queda nada para mí, mi esposa, mis padres, mis hijos ahora ni se acuerdan de mi existencia. Por poco llevo a la quiebra total todo el trabajo de años y años de lucha, todo el esfuerzo de no solo personas aparte de la familia, sino de amigos y conocidos, todo ese mundo de la perdición y de las drogas al que yo accedí por curiosidad pero cuando quise salir ya era demasiado tarde, había dilapidado el dinero de mis hijos, de mi mujer y mío propio.


Cuando llegué a mi país luego del viaje de negocios por Suramérica, llegué a mi casa y no tuve el valor de contarle lo sucedido a mi esposa, tampoco quise tener sexo con ella, porque me sentía sucio como si le hubiera fallado a propósito, ella gracias a su astucia lo indagó dentro de mí y sacó sus propias conclusiones, ella trató por todos los medios de que yo superara en ese entonces todo en lo que en pocas semanas me había convertido por gusto. Yo por mi parte no puse nunca de mi parte para superar mi afición a la cocaína, el trago y las mujeres de mala vida, estaba tan embebido en el cuento, que mi esposa viendo mi adición y mi desafuero, cambió sin yo saberlo las claves de las cuentas bancarias para evitar seguramente que yo dilapidara el futuro de mis hijos, plata se perdió en cantidades, algo incalculable, que si hoy la tuviera, de pronto hoy sería otro tipo de persona, con más valores con más conciencia. Luego de mi paso por esa experiencia a mi esposa se le ocurrió la idea de llevarme a una clínica para una desintoxicación de pies a cabeza, lo hice a voluntad, porque la quería a ella, por mis hijos, por mis padres que tanto habían creído en mi en el pasado, me interné por varios meses en una clínica para locos, allí permanecí durante un tiempo y cuando creí estar mejor de salud, con la conciencia en paz, decidí salir corriendo al mundo y decirle lo arrepentido que había estado por cometer ese error tan craso, pero una de las cosas que jamás podré perdonarle a mi esposa es que en mi ausencia me cambiara por la persona que me llevó a esto. Hoy digo que la persona que me metió en este mundo de las drogas, este mundo de la perdición, en este mundo que no entiende nada ni me entiende a mí, esta persona, no solo quería mi vida, sino arrebatarme a mi familia y yo lo permití, ahora ese personaje está disfrutando mi mujer, mis dos gemelas y mi hijo menor, este personaje esta disfrutando mi empresa y de todo lo que con trabajo y dedicación forjamos Marcela y yo para el futuro de los hijos y el nuestro.


Hoy, 10 años después o más me da para tener el valor de escribir y que hoy este relato espero que sirva no solo para los que están empezando en el mundo de las drogas y de la perdición sino para aquellos propios y/o extraños que duermen o les toca dormir en las calles porque no hay más de adonde escoger, que sirva para aquellas personas que se dejan tentar por demonios que luego les quitan su vida, porque eso me pasó a mi, a mi me quitaron la vida y lo más triste con mi permiso, con mi autorización, pero a hoy me queda la duda si me arrepiento o más bien no me arrepiento, porque nunca entenderé que la mujer que más amé en la vida, aquella que la hice socia de mi empresa que nació como lo dije antes de una idea de colegiales y que años más tarde me dio prestigio y nombre, esa mujer ahora convive con un personaje misterioso, lleno de falsedad, ahora este personaje esta disfrutando mi carro, mi mini jet, mi cama y mi mujer, ahora este personaje sin serlo es el padre de mis dos gemelas y de mi hijo menor, ahora este personaje es el empresario prominente que yo fui años atrás, ahora el tiene todo lo que yo tuve con esfuerzo, el se aprovechó de mi debilidad y yo se lo permití. Como dije líneas atrás que esto sirva para las personas que han tenido o tienen aspiraciones en la vida, a aquellas personas que se dejan influenciar por otras, aquellas personas que sin medida se dejan llevar por los demás y por lo que no tienen teniéndolo y eso me pasó a mi y me dejé llevar de otro y se lo permití. De todo lo que dije líneas atrás y que no me arrepiento de mi vida pasada, no sé si lo que dije líneas atrás sea cierto o sea fruto de la desesperación o sea el ejercicio mental del momento, o de pronto sea ficción y me estoy volviendo loco y esto es el resultado, pero la verdad yo me lo creo, me lo creo tanto como decir que yo me llamo Frank. Karen A. Secas


Marina, la de los ojos verdes

Esta es la historia de todas las personas que viven del juego legal del chance, que trabajan en el medio. Se trata de Marina una mujer de unos 30 años, de cuerpo esbelto o como se diría una mujer gruesa pero con una particularidad es alta y sabe caminar, unos ojos verdes bien bonitos y como decimos los hombres bien puestos porque hacen conjunto con la cara, de piel trigueña, pero el tiempo y el trajín del día a día, las madrugadas y las trasnochadas ya notan su desgaste. Marina es una mujer que hasta hace dos años vivió con el padre de su hijo Martin de escasos 8 años, pero ella lo dejo por más libertad e independencia. Martín y Marina viven del juego legal del chance y esta es su historia. Todos los días Marina deja a Martín en el colegio distrital donde cursa 3 grado de primaria y luego de ese recorrido diario y obligatorio se dirige al transmilenio para coger rumbo al norte de la ciudad y abrir el negocio de juegos y apuestas. Abre el negocio ubicado en el barrio Galerías en una de las esquinas más importantes de la calle 53, digo importantes porque en esa esquina se mueve de todo, va y viene todo el mundo y todos tienen que ver con esa calle. Ella abre el negocio pasadas las 9:00 am, un trabajo agotador y mentiroso pues ella le da la suerte a incautos que se le arriman para jugar el sorteo del día, para el número que va a ganar ese día, pero no solo se alimenta del juego también las máquinas hacen adelantos de celulares y quien prepaga se arrima por mínimo tres mil pesos para la llamada importante del momento, ella también los vende. Son las 9:15 am aparece Chucho El Paisa con el tinto para el desayuno, un poco arrugados Marina saca mil quinientos pesos

del jean para el desayuno y lo acompaña con una

almojábana que el mismo Chucho a las 5:00 am de ese día ha hecho en su casa para ofrecer a los pequeños negocios sus delicias. 9:30 am llega el primer cliente, el señor que no perdona chance, juega con el 3015 todos los días de mil pesos con la lotería de la mañana, pero eso no es todo, vuelve y pasa antes de las dos de la tarde y se juega con el mismo número otros mil


pesos de apuesta con la lotería de las tres de la tarde. El señor del 3015 nunca se ha ganado un chance, el lo hace por admirarle los ojos verdes de Marina, lo hace porque en su casa lo joden todos los días, en cambio Marina no lo jode, pero lo cobra la mirada diaria. Luego antes de las 10:00 am aparece otro personaje que no perdona es Doña Clotilde ella tiene un celular prepago y todos los días hace una recarga minina de tres mil pesos, hace su llamada se despide muy cariñosamente de Marina y sigue su camino, ella ya sabe que al otro día hace exactamente lo mismo, pero la espera y en medio de la recarga

una

charladita

va

y

una

charladita

viene,

contando

los

acontecimientos últimos del día a día. Mas tarde viene el señor que juega todos los días la lotería del medio día, el juega con el 486 directo y combinado, de seiscientos pesos en monedas. Marina dice que ese señor es una verraquera de persona, que el conversa todos los días, que es de los pocos clientes con el que puede hablar directamente, sin tapujos y llamando a todas las cosas por el nombre real, ella dice que cuando el gana le da propina, como pocos, porque a la mayoría de los ganadores se les olvida la vendedora, esa mujer que sin lugar a dudas les dio la suerte. Son las 12:05 ya está haciendo hambre pero Marina tiene que cumplir con un horario y no puede salir a almorzar como todos los demás, para eso está la mona, ella es una madre de dos hijos que todos los días santamente llega al negocio de Marina y las dos se van a almorzar a uno de los restaurantes del sector, ella es su compañía a la hora del almuerzo, se acaba la hora del almuerzo, son las 3:30, Marina vuelve a su negocio, a hacer la venta mínima del día para cumplir con el trabajo. Cuando abre ya se han jugado todas las loterías del medio día hasta las 3:00 pm, pasa el señor del 3015 y no ganó otra vez, pero Marina sabe que el volverá, que el no la olvida, luego pasa el señor que juega la lotería del medio día y Marina le da la buena noticia, el numero lo cogió combinado, el sabe que a Marina le gustan las frutas y trae de una tienda cercana el mango más grande y Marina se lo come con un gusto que envidiaría cualquiera, esa es la propina del señor, el realmente no lo hace por ganar plata y ella lo sabe, el lo hace por costumbre y porque ha encontrado una persona para conversar de la vida y de sus aficiones y de sus penurias.


Son las 5:00 pm, los avances y recargas de celulares acabaron con el cupo, pero eso a ella no le importa, quien le importa es su hijo Martín que viene corriendo por la 53 y la abraza apenas la ve y le da un beso en su mejilla. Martín esta vez no viene solo, viene con su tía, ya hizo todas las tareas que le dejaron en la escuela y va a acompañar a su mamá y a desearle suerte. Martín se desboca con un beso en la mejilla para su madre y le cuenta lo sucedido en la escuela en el día y en lo bien que le fue. La hermana de Marina es madre soltera y viene con su niña para que Marina la acaricie y la consienta. Martín le dice al oído en voz alta, mamá acabo de ver un señor que tenía en la mano un papel con el número 2385, mamá juéguelo para que ganemos, Marina dice que el niño todos los días le llega con un número y cuento diferente y que ella a veces le ha hecho caso y han ganado, ella no se explica como Martín le dice esas cosas y como el niño adivina los números. Llega el señor que juega 20 números de mil pesos cada uno, el juega con todas las loterías, pero Marina dice que nunca gana, además porque el señor siempre dice que el nunca va a ganar, Marina sin embargo juega con el todos los días excepto los domingos veinte números con loterías diferentes. Son las 8:00 pm resta una hora de juego y pasan los clientes ocasionales que viven del juego de la muela, la muela son los números más quedados de las loterías, ellos juegan esos números y a veces aciertan, pero eso a Marina no le importa, ella de todos modos tiene que completar el cupo del día, no importa si la gente tiene un número de su predilección o más bien son incautos y juegan con la suerte del hijo de Marina o con el número de la placa del taxi que va pasando en esos momentos, la idea no es ver a Marina en su diario vivir, la idea es el día a día de una madre que vela por su hijo y que se alegra cuando el le cuenta las historias que el mismo se inventa. Son las 9:00 pm es hora de cerrar.

Karen A. Secas


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