Perspectiva profesional 1998

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PERSPECTIVA PROFESIONAL DEL AUXILIAR PSIQUIÁTRICO

Lluís Burró i Molina Francesc Caparros

i

Marqueño Alfons López i Pozuelo Artur Setó i Ruiz. De

la

Diputación

Barcelona.

IX CONGRESO ESTATAL DE AUXILIARES PSIQUIÁTRICOS VITORIA-GAZTEIZ 25, 26, 27 y 28 DE OCTUBRE DE 1988

de


PERSPECTIVA PROFESIONAL DEL AUXILIAR PSIQUIÁTRICO 1.- ANTECEDENTES 1.1.1.2.1.3.1.4.1.5.-

La formación en los Hospitales Psiquiátricos. La creación de la Escuela de Técnico Especialista en Asistencia Psiquiátrica "Emili Mira López". Los T.A.P. (Técnicos Auxiliares en Psiquiatría). Las "pruebas de madurez" un medio para la consecución de un título oficial y académico. La legislación que compete al Auxiliar Psiquiátrico.

2.- LA FORMACIÓN CONTINUADA. 2.1.- Experiencias de los antiguos seminarios. 2.2.- De la formación continuada hacia las pruebas de madurez. 2.3.- Un programa especifico. 2.4.- La colaboración con la oficina del INEM. 3.-

EL AUXILIAR PSIQUIÁTRICO EN LA REINSERCIÓN SOCIAL DEL ENFERMO. 3.1.- Hacia la desmasificación de los Hospitales Psiquiátricos. 3.2.- Experiencias en la comunidad. 3.3.- La asistencia terciaria. 3.3.1.- Centros Ocupacionales. 3.3.2.- Los Clubs Socioterapéuticos. 3.3.3.- Las Residencias Asistidas. 3.3.4.- Los Pisos Asistidos. 3.3.5.- Las Familias Asistenciales. 3.3.5.1.Las Familias Substitutas. 3.3.5.2.Las Familias Protegidas. 3.3.6.- Los servicios de Formación, Recuperación Profesional y Adaptación Laboral. 3.3.6.1.El Taller-escuela. 3.3.6.2.Las Unidades de Trabajo Protegido. 3.3.6.3.Las Unidades de Reinserción Laboral. 3.3.6.3.1.Los Puestos de Trabajo Asistidos. 3.3.6.3.2.Plantillas de Trabajo Asistidas. 3.3.6.3.3.Empresas Asistidas. 3.3.6.4.Los Servicios de Orientación Laboral.

4.- EL FUTURO DEL AUXILIAR PSIQUIÁTRICO. 4.1.4.2.4.3.4.4.-

Punto de partida. La necesidad de una reforma del Estatuto Profesional, para alcanzar una plena integración profesional. La organización de la profesión de Auxiliares en psiquiatria en los países de la Comunidad Europea. Hacia un nuevo perfil.


PERSPECTIVA PROFESIONAL DEL AUXILIAR PSIQUIÁTRICO A modo de introducción es preciso aclarar que el material utilizado en la presente ponencia es fruto de las peculiaridades de nuestra comunidad en su mayor parte. En el llamado "estado de las autonomías" nos encontramos con muchos logros que dependen de la buena relación que se pueda establecer con los representantes de las Instituciones oficiales, ello es así mucho más que lo que viene marcado por la legislación. En nuestro andar ha sido preciso mantener un doble dialogo, por un lado con el Gobierno central y por el otro con el autónomo, poniendo en conocimiento de uno la buena marcha de las relaciones con el otro. Así han ido facilitándonos nuestro cometido y en estos momentos tenemos un futuro bastante optimista, mucho más si no olvidamos de nuestro punto de partida. 1.- ANTECEDENTES 1.1.- La formación en los Hospitales Psiquiátricos. Nos referiremos fundamentalmente al ámbito catalán, aunque no es muy distinto del de cualquier otra comunidad. Hasta 1980 la única formación que existía en los Hospitales Psiquiátricos era la que buenamente la dirección del Establecimiento quisiera impartir, incluso se da la circunstancia de que hasta esas fechas era normal en alguna de estas instituciones que el tener algún tipo de estudios fuera motivo de discriminación laboral o dificultase el trabajar como Auxiliar Psiquiátrico. El resto de centros habían impartido los famosos cursos del PANAP o lo no menos famosos del PPO, pero tanto unos como otros hacia años que se habían impartido siguiendo unos criterios pedagógicos y científicos obsoletos. Si a ello le sumamos que no tenían ninguna validez legal, será fácil de comprender que en los Hospitales Psiquiátricos el colectivo de Auxiliares estaba dividido en dos grupos, el personal que llevaba años reacio a cualquier otro intento de formación y el nuevo con necesidad de una formación. Mientras en algunos Hospitales se había empezado con unos programas de formación continuada que implicaban a todos los trabajadores del Hospital, se decidió luchar por la consecución de un titulo oficial. 1.2.- La creación de la Escuela de Técnico Especialista en Asistencia Psiquiátrica "Emili Mira López". Siguiendo los acuerdos del Congreso de Logroño, el colectivo de Auxiliares Psiquiátricos de Catalunya, inició los pasos cerca de la Diputación de Barcelona para crear una escuela de Formación Profesional de Segundo Grado en la rama sanitaria, para que en un futuro pudiera albergar los estudios de Técnico Especialista en Asistencia Psiquiátrica, en un momento en que orientaban el segundo grado de formación profesional hacia especialidades. Conseguimos que la Diputación aprobase su creación e iniciase los trámites para


solicitar la autorización de los estudios, aunque con carácter experimental, tal como lo regula la formación profesional para todo nuevo programa de formación. El Gobierno autónomo accedió dictando un programa docente que fue publicado en el DOGC (Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya). Todo iba sobre ruedas, incluso el propio Gobierno autónomo en una de sus escuelas también impartía el programa T.E.A.P.. Cuando llegó el momento de expedir los títulos, fue precisa la autorización de la Alta Inspección, con sede en Madrid, y aquí terminó la historia, no se había pedido la correspondiente autorización al iniciarse la especialidad y no hubo manera de conseguir la continuidad de los estudios. Desde Madrid el Colegio Profesional de A.T.S. con algunos de sus miembros en cargos importantes en el Ministerio de Sanidad, cerraron todas las posibilidades. Un TEAP es un titular de grado medio, lo que equivale a un A.T.S., no podían permitir esa igualdad de categoría. 1.3.- Los T.A.P. (Técnicos Auxiliares en Psiquiatria). La Diputación de Barcelona estuvo a punto de tener que cerrar la Escuela que había creado, pero al final se pudo pactar una solución satisfactoria para todos, retroceder un paso y aprovechar el decreto vigente, que fue promulgado a raíz de la petición de los compañeros del Psiquiátrico de Miraflores de Sevilla, los estudios de formación profesional de primer grado como Técnico Auxiliar Psiquiátrico. Cuando los estudios fueron aprobados, en enero de 1983, ya eran obsoletos, opinión que no sólo hemos mantenido nosotros sino altos cargos de los Ministerios de Sanidad u de Educación, pero ellos nos reconocían que era preferible procurar adaptarnos en lo posible a ese programa, puesto que el producir una modificación legal o un nuevo programa podría suponer el renunciar a la titulación específica, puesto que el trámite para ello sobrepasaría el período vigente para la actual formación profesional. Después de la batalla que había supuesto el mantener la Escuela, y porque no decirlo de nuestra Escuela, era preciso conseguir que el nuevo proyecto echara a andar. Se consiguió un acuerdo entre la Asociación Profesional de Auxiliares psiquiátricos de Catalunya, la Dirección de la Escuela y las Direcciones de los Hospitales Psiquiátricos de Tarragona, el Sanatorio Villablanca y el Instituto Pedro Mata, para que las comisiones de docencia de los hospitales impartieron el programa docente de la Escuela, con la supervisión de los profesores. Con este acuerdo casi un 30% de los Auxiliares Psiquiátricos de Tarragona consiguieron en dos años el título oficial. 1.4.- Las "pruebas de madurez" un medio para la consecución de un título oficial y académico. Habíamos realizado un gran esfuerzo pero no podiamos detenernos, puesto que la formación profesional tal como está configurada tiene marcado su término. El año próximo 1989 será el último para poder matricularse en formación profesional. A partir de esta fecha se iniciara un nuevo proyecto docente. Después de trabajar una jornada de ocho horas y sobre todo para aquellos


profesionales con obligaciones familiares les resultaba difícil el poder desplazarse hasta la Escuela Emili Mira, era necesario conseguir que se autorizase que pudieran realizarse exámenes libres. La actual configuración de la Formación Profesional exigía una obligación en cuanto a la asistencia a clase, e incluso unas horas de prácticas igualmente obligatorias. El Gobierno autónomo no tenía competencias para autorizar los exámenes libres. Fue necesario unos cuantos viajes a Madrid, hasta que conseguimos unos documentos en los que de manera oficial nos garantizaban la autorización. Con los papeles conseguidos, nos presentamos en el Gobierno autónomo. Tanto el Gobierno Central como el Autónomo nos pidieron asesoramiento sobre como realizar estas pruebas. Con la ayuda de nuestra Escuela, realizamos la propuesta que fue aprobada por la Conselleria de sanidad y remitida como propia a la de Educación, hace unas pocas semanas se han realizado los primeros exámenes. 1.5.- La legislación que compete al Auxiliar Psiquiátrico. Hemos conseguido un gran avance respecto a la situación que teníamos en 1980, pero aún continuamos con las mismas limitaciones que teníamos entonces. Nuestro lugar de trabajo continua siendo, salvo excepciones el Hospital. Es muy difícil conseguir que un auxiliar psiquiátrico vaya a trabajar a la comunidad. Son pocas difíciles y otros profesionales, generalmente psicologos, realizan tareas propias de un Auxiliar Psiquiátrico, y ello porque se ofrecen a realizar tareas a bajo precio. Es preciso abrir un nuevo frente, en estos momentos aún ignoramos a quien compete si al Gobierno Central o al Autonómico, este es el sino del Estado de las Autonomías, el nunca saber a quien compete el problema. Nuestro objetivo es el de conseguir un nuevo estatuto profesional. El actual estatuto profesional data de 1976 y sólo hace referencia a un tipo de trabajo custodial, es necesario modificar las funciones, convirtiéndolas, en tareas terapéuticas. Ello será posible gracias a que podemos afirmar que en Catalunya el Auxiliar Psiquiátrico no es un profesional sin calificación, como ocurría entonces, los títulos de F.P.1 son una buena base para iniciar un dialogo con la Administración. A principios de este mes de octubre hemos conseguido un acuerdo con los máximos responsables de la psiquiatria de la Diputación de Barcelona, para que a partir del año próximo no se contrate bajo ningún concepto a nadie para desarrollar tareas de Auxiliar Psiquiátrico que no disponga del título correspondiente. 2.- LA FORMACIÓN CONTINUADA. 2.1.- Experiencias de los antiguos seminarios. Todos recordamos el ambiente que existía en nuestros respectivos centros de trabajo cuando se realizaban los antiguos seminarios. Con la experiencia adquirida en los últimos años, queremos que ese ambiente permanezca o retorne a los Hospitales Psiquiátricos. También hay que tener en cuenta que en los últimos años hemos podido observar


como conceptos que parecían inmutarles se han alterado totalmente, de lo que antaño se llamaban tratamientos y en la actualidad terapias, va mucho más que un eufemismo semántico, cada uno de estos conceptos implica unas criterios y unas pautas opuestas. Es preciso por lo tanto un reciclaje permanente de todos los profesionales del ámbito psiquiátrico, para que no ocurra como antaño, que la formación que se recibió no tenía nada que ver con la práctica profesional, nuestro trabajo tiene mucho que ver con las relaciones humanas y por tanto tiene una importancia fundamental la formación, la preparación del auxiliar psiquiátrico a fin de reforzar su postura ética al lado del enfermo, de lo contrario una falta de formación va en detrimento de esas relaciones humanas. 2.2.- De la formación continuada hacia las pruebas de madurez. De todos es sabido que a pesar de los que estamos aquí presentes y unos pocos más, el resto de nuestro colectivo es bastante difícil de mover. Si el colectivo fuera más dinámico, no hubieran sido necesarios tantos esfuerzos para llegar donde estamos. Pero a pesar de ello en Catalunya hemos conseguido que un 30% se movilicen para realizar el examen libre para la obtención del título de TAP. El resultado del examen tiene importancia, pero mucho más importante es el movimiento que se esta consiguiendo en todos los centros dinamizando los Comites de Docencia, para que asuman el programa de nuestra Escuela como formación continuada para el próximo curso. Nuestra previsión es la de llegar a 1990 con un 75% de los Auxiliares Psiquiátricos Catalanes titulados. 2.3 Un programa especifico. La colaboración de la Asociación de Auxiliares y Cuidadores Psiquiátricos de Catalunya con la colaboración de la Escuela Emili Mira, viene desde sus orígenes, puesto que nosotros la diseñamos, impulsamos, potenciamos e incluso realizamos todos los trámites administrativos para su existencia, pero en los últimos meses esta vinculación ha sido si cabe mas estrecha. La redacción de un modelo de cuestionario para orientar los exámenes libres era el primer paso para una colaboración mas estrecha en las tareas docentes. Motivo por el cual en el ultimo curso la Escuela ha incluido en el programa docente extraordinario cuatro seminarios orientados específicamente para auxiliares psiquiátricos post-graduados.En un futuro próximo una de las propuestas que la Asociación quiere realizar a la Escuela es la de editar los contenidos de las materias especificas para que con posterioridad, todos aquellos que aún no han accedido a la titulación, que se supone que son los que tienen mayores dificultades, puedan tener un mayor estimulo viendo que no están solos, que a los que ya lo tienen no les importa su titulo, sino el de todo el colectivo. 2.4.- La colaboración con la oficina del INEM. La reforma psiquiátrica está en marcha, en poco tiempo han ocurrido cambios importantes, en Barcelona ciudad, la Administración ha cerrado las puertas del hospital psiquiátrico mas antiguo de Catalunya y uno de los primeros que se construyeron en España, el Instituto Mental de la Santa Cruz, que fundara Emilio Pi y Molist en 1868, aquella legendaria institución que consiguió sobrevivir enfrentandose en 1973 a las escabadoras que querían destruirlo, gracias a una enorme especulación inmobiliaria. Un total de 290 pacientes y unos 96 trabajadores han visto


como sus lugares de referencia cambiaban radicalmente. Unos 60 enfermos han pasado a ocupar distintos pisos del barrio, el resto ha ingresado en otros hospitales psiquiátricos. Los trabajadores también han sido repartidos, el colectivo mas importante es el responsable de un Centro Ocupacional en el mismo edificio del Mental, pero sus tareas van mucho mas allá de las propias del Auxiliar Psiquiátrico. El Hospital de San Pablo acordó asumir a la totalidad de la plantilla, pero la mayor dificultad, era que sólo podían asumir en su unidad de psiquiatria a aquellos que tenían algún titulo sanitario, puesto que así lo exigía el Instituto Catalán de la Salut, dando la paradoja que auxiliares que llevaban veinte años al cuidado de enfermos por no disponer de un titulo, debían pasar a trabajar de jardineros, ordenanzas, peones,... Esta experiencia que nos puede pasar en cualquier momento precisa de nuevos conocimientos. Afirmamos que somos una profesión en vías de reconversión y por ello nos hemos dirigido a las Consellerias de Trabajo, Sanidad y Educación, para estudiar la formula de crear una "comisión mixta" estable que estudie una salida a nuestro colectivo, la administración ha aceptado la propuesta y estamos a la espera de la formula jurídica para crear la Comisión. Paralelamente a ello hemos tenido noticias de la realización de distintos seminarios sobre asistencia psiquiátrica realizados en Barcelona y Tarragona por parte del INEM (Instituto Nacional de Empleo), incluso de unos cursos sobre auxiliares psiquiátricos de los cuales adjuntamos como anexo un certificado que acredita su existencia. Por ello nos hemos dirigido al Delegado Territorial para intentar establecer una vía de colaboración. Esta vía de colaboración, podría ser a nivel de cubrir aquel espacio de formación cultural necesaria para superar las pruebas comunes de F.P. y de ahí partir como colectivo en crisis a una colaboración mas amplia de reciclaje periódico que diera una mayor abertura de horizontes mas amplia que la meramente hospitalaria. Creemos que cuantas mas instituciones estén implicadas en nuestro camino, mas fructífero será el viaje. 3.- EL AUXILIAR PSIQUIÁTRICO EN LA REINSERCIÓN SOCIAL DEL ENFERMO 3.1.- Hacia la desmasificación de los Hospitales Psiquiátricos. A partir de 1980 en la mayor parte de las comunidades autónomas se inicio un proceso de reforma de la atención que se prestaba a los enfermos psiquiátricos. En unas comunidades este proceso se inicio antes que en otras, así mientras las primeras tenían que romper lanzas por esa reforma, lo que costo no pocas bajas en los sectores profesionales, otras lo que hacían era seguir los pasos dados por las primeras, aprendiendo en sus errores. En definitiva podemos afirmar que en la década de los ochenta se ha iniciado en todo el Estado un proceso por transformar la asistencia psiquiátrica, basado en un primer eslabón, la asistencia primaria, lo que se conoce por C.A.P. en S.M. en Catalunya, o Ambulatorios, Consultas, Centros de Salut Mental, etc., cada comunidad les ha dado


un nombre, pero en definitiva vienen a cubrir dos objetivos, el atender a la demanda allí en donde se produzca a la vez llevar el seguimiento de esa atención en caso de precisar hospitalización y colaborar en la resocialización de aquellos enfermos, que con la ayuda terapéutica pueden dejar el hospital. Esta dinámica, unida a medidas de modificación de los sistemas financieros y de derivación de los ingresos hacia Hospitales Generales, ha ido provocando un paulatino descenso en la tasa de ocupación de los Hospitales Psiquiátricos. El índice medio de reducción de camas en la provincia de Barcelona, es de un 6% en los Hospitales que pertenecen a la red de la Diputación. La redacción de camas trae como consecuencia un incremento en el índice de personal, puesto que cada el número de profesionales que se incremente muy poco pero es para menor numero de camas Esta medida junto con la paulatina tecnificación de los profesionales, contribuye a una mejor calidad asistencial, siendo posible acortar los tratamientos, consiguiendo que los enfermos estén m s tiempo en su domicilio que en el Hospital. En los años setenta, en la mayor parte de los documentos que hacían referencia a los Hospitales Psiquiátricos, daban una idea, procedente de sectores próximos a Franco Basaglia, quien con la publicación de su obra mas divulgada "La institución negada", ponía una piqueta en la eficacia terapéutica del Hospital Psiquiátrico, calificándolo de institución yatrogénica y cronificante. Esa critica es la que ha influido decisivamente en el proceso actual de desmasificación de los Hospitales Psiquiátricos, pero a la vez la posibilidad de ser integrados en la red de la Seguridad Social, ha obligado a los gestores a un lavado de cara. Pero aún estamos en los orígenes de un proceso. En España hemos seguido un proceso muy particular, como el pasar de un dictadura a una democracia en medio de la crisis económica más importante del siglo después de la de 1929. A nivel económico es mucho más caro un estado democrático que una dictadura. Si esto ocurría en el terreno político, en nuestro campo no era distinto. La primera experiencia que se conoce como una reforma asistencial, fue la protagonizada por los compañeros asturianos, justo en los albores del inicio de la guerra del petróleo. El resto de reformas han sido bien sumergidas en esa crisis. Era preciso una fuerte inversión para transformar el sistema muchos de los proyectos han sido abortados, reconvertidos, manipulados, etc., por falta de apoyo presupuestario. Aún así se ha salido adelante, pero en algunas comunidades nos encontramos con los presupuestos congelados, en espera de clarificaciones políticas de alto nivel. Pero es cierto que con muchos esfuerzo, entusiasmo y carencias se está trabajando en la comunidad. 3.2.- Experiencias en la comunidad. En Catalunya en 1980 se iniciaron las experiencias de instalar módulos de profesionales fuera de los Hospitales, en la comunidad. Era un recoger por parte de la Administración de la iniciativa de distintas cooperativas que en 1976 fundaron el primer Centro de Higiene Mental en un barrio de Barcelona.


Pero en 1980 fue posible que los auxiliares psiquiátricos formásemos parte de estos equipos. A la experiencia de los C.A.P. en S.M., se le sumaron los Hospitales de Día, en donde los auxiliares tenían un puesto de trabajo de pleno derecho. Pero como decíamos anteriormente los bajos pressupuestos llevaron a los gestores de los respectivos centros a buscar profesionales cuanto m s capacitados mejor, pero siempre dentro de la categoría de auxiliares psiquiátricos. Así que estos puestos se han cubierto por módicos sin especialidad, psicologos en paro, diplomados de enfermería,...Ello ha sido posible gracias a la crisis económica, pero también al poco movimiento realizado por nuestro colectivo. En general a todos nos asusta el perder la protección de la Institución, al igual que a los enfermos, para muchos de nuestros compañeros el trabajar en la comunidad es una angustia. Las puertas se han ido cerrando. En el informe emitido en 1986, por el Consejo Asesor en Asistencia Psiquiátrica de la Generalitat de Catalunya, se nos cerró totalmente la posibilidad de trabajar en atención primaria. En asistencia secundaria no hemos peleado por defender nuestro puesto y también hemos perdido la posibilidad. En cuanto se produzca una reactivación económica y una clarificación política, se pondra en práctica los planes de asistencia terciaria que muchas Administraciones tienen diseñados pero que la falta de presupuestos los tiene paralizados. En estos programas Tendremos un lugar? Sabremos defenderlo? 3.3.- La asistencia terciaria. Se ha considerado la rehabilitación personal y la reinserción social de enfermos mentales como el objetivo fundamental de un programa terapéutico global diseñado para pacientes internados en las unidades asistenciales de media y larga estancia. En este sentido es obvio que las posibilidades reales de integración social dependerán directamente del trabajo realizado a priori por el equipo terapéutico de su unidad de hospitalización. Al aparecer como claro objetivo la externación, viene a condicionar el tipo de orientación de la labor de equipo. Este objetivo aborda un trabajo concreto a realizar con los pacientes susceptibles de ser reinsertados. Este trabajo deberá ir por un doble sentido, por un lado, deberá plantear minimamente las ansiedades de separación que aparecen en el enfermo, relacionadas con el grado de dependencia institucional que tenga; por otro lado, será preciso ir concenciando al enfermo sobre la medida terapéutica que se haya escogido para él, según la viabilidad que el equipo terapéutico crea conveniente; para que el enfermo lo vaya interiorizando en su imaginación y facilite el paso adelante. Como auxiliares psiquiátricos nos hemos venido calificando de "terapeutas de la vida cotidiana", un título muy pomposo que incluso suena bien. La realidad es que somos los que mayor tiempo pasamos al lado del enfermos, que incluso por ser de su misma clase social, somos los que mejor podemos conocerlos, por tanto somos un elemento imprescindible en este proceso. Nuestro bagaje profesional será de primer orden a fin de que se produzca la concienciación del enfermo, de su capacidad en vivir fuera de


la institución. Pero sí somos unos profesionales de primer orden en este proceso de externación, también lo podemos ser en la consolidación del proceso, no ya desde el Hospital, sino en la comunidad. Conocemos como es un Hospital Psiquiátrico, cuales son sus recursos terapéuticos, pero no así los recursos que se pueden crear en la comunidad, ni como hacerlo para participar en estos proyectos. Lo importante es el poder estar en lo que se llama "la movida", ser reconocido profesionalmente. Así podremos vincularnos a profesionales de otros estamentos para formar un equipo multidisciplinar y crearnos un espacio nuestro que aparte de unos rasgos comunes a todos los auxiliares, tendrá un toque personal de aquello que somos capaces de hacer. Una red de equipamientos de reinserción podría estar formada por: 3.3.1.- Centros Ocupacionales. Es el espacio terapéutico que se establece a través de la actividad de ocupación, recreación o contención cuanto más cerca mejor de las actividades grupales de recreo, culturales, de aprendizaje y para laborales pertenecientes a los espacios naturales de vida. Dentro de un espacio físico que posibilite al paciente el desarrollo, la recuperación o el mantenimiento de sus capacidades de autonomía, las de relación familiar y social, en definitiva su reinserción socio-laboral. Los objetivos básicos del Centro Ocupacional están la recuperación, el mantenimiento y la promoción de habilidades y normativas de convivencia y comunicación en grupo posibilitando su integración en régimen de Comunidad Terapéutica. En este sentido el Centro Ocupacional debe de disponer de un Club socio-terapéutico como espacio asistencial complementario que empiece su funcionamiento al terminar la jornada de ambientación laboral y en final de semana. 3.3.2.- Los Clubs Socioterapéuticos. Su finalidad debe tender a fomentar el ocio y la creatividad entre los pacientes, configurandose al mismo tiempo como un espacio de referencia, como el objetivo básico de integración en los recursos comunitarios. La estructura de funcionamiento debe de ser flexible a fin de permitir diversas formas de asistencia que ofrezcan un amplio abanico de realizaciones, desde programas estructurados y contratos terapéuticos definidos entre el equipo, el paciente y la familia, hasta el establecimiento de un espacio de acogida disponible según las necesidades del enfermo o de su familia. Entre el Centro ocupacional y el Club Socioterapéutico deberán cubrir un volumen poblacional entre los 200 y los 400 mil habitantes, dentro de un circuito asistencial. Contara con 30 plazas, tendiendo a una rotación de unos 70 enfermos anuales, de las cuales unas se consideraran fijas mientras que las otras se reservaran para servir


de espacio referencial y de puente hacia la integración con los demás recursos de la comunidad. El equipo previsto para el funcionamiento tanto del Centro Ocupacional como del Club Socioterapéutico, esta previsto que este formado por: un técnico supervisor y un socio-terapeuta o Trabajador Social a tiempo parcial; un psicoterapeuta como coordinador, un terapeuta ocupacional y un monitor especializado o un animador, estos tres últimos con dedicación total. 3.3.3.- Las Residencias Asistidas. Se configuran como un espacio asistencial de convivencia grupal afectado por un grado m s alto de protección y control dentro de la Sub-área de Reinserción Social. Como su función será la de servir de puente y de soporte hacia la integración en una convivencia normalizada en comunidad, deberá contar con un régimen de protección asistencial permanente. Tendiendo cada Residencia Asistida a acoger un grupo entre ocho y doce personas en función de la zona geográfica que tenga asignada. El personal que formara parte del equipo terapéutico estará formado por cuatro auxiliares, repartidos en dos turnos de doce horas y en dos grupos de rotación semanal. Además contaran con la dedicación parcial de un A.T.S. y el soporte de otros profesionales del circuito. Este equipamiento se orientará hacia los pacientes que padecen una falta de autonomía relativa o prolongada y atraviesan situaciones transitorias de crisis o precisan de una vinculación más limitada. Estos equipamientos deberán cumplir tres funciones básicas: como "centro de crisis", como "pre-piso" y como "casa a medio camino". Como "Centro de crisis", con un máximo de seis plazas para la contención de las situaciones psico-sociales urgentes, que actualmente van a parar a los servicios de urgencia de los Hospitales. Con esta función se pretende evitar el internamiento o disminuir el período de aquellos casos m s conocidos por "casos sociales" Como "pre-piso", con un máximo de cuatro plazas dirigidas a programas de externación, de procesos de larga evolución o con dificultades notorias en su autonomía personal, que precisan un soporte de aprendizaje de convivencia en grupo fuera de la institución psiquiatrica. Sirviendo como puente para la creación de un futuro "piso terapéutico". Como "casa a medio camino", con un máximo de tres plazas para personas en situación avanzada dentro de su proceso de externación en casos de larga evolución, y también para determinadas estrategias asistenciales en casos de menor evolución, o como una solución transitoria por situaciones sociales o por carencias de límites. 3.3.4.- Los Pisos Asistidos. Configuran el equipamiento que trata de una forma integral la rehabilitación y la


reinserción social, dos aspectos básicos para la normalización del enfermo mental. En lo que respecta a la rehabilitación, contribuye a recuperar las capacidades perdidas, deterioradas o disminuidas como consecuencia del largo internamiento o por la misma enfermedad. Con ello sera posible poco a poco el ir restableciendo los roles sociales, familiares y sexuales perdidos así como los nuevos que se deriven de la situación actual. En el terreno de la reinserción social contribuira a que el paciente recupere el espacio de persona por encima del de enfermo que pasara a ser relegado a un segundo término, indispensable a la hora de conseguir una situación equitativa en la relación con la sociedad, la familia, y los profesionales de la salut con los que tenga que relacionarse. En la medida que se creen todos los recursos que aquí enumeramos, los pisos asistidos, dejaran de contar con un equipo profesional permanente para convertirse estos profesionales en equipo supervisor. Actualmente en los pisos se realizan muchas tareas que deberian realizarse en otros equipamientos, pero la falta de estos hace que el piso absorva sus funciones. Cuantos más completa este la red de recursos de asistncia terciaria, más libre estaran los pisos asistidos, puesto que solo necesitaran el soporte terapeutico un momentos puntuales o como contacto periodico. 3.5.- Las Familias Asistenciales. No se trata de un recurso entendido en el mismo sentido que en los anteriores. Sino que es un contrato terapeutico que se establece entre el equipo terapeutico y una familia para la adopción de un rol rehabilitador. Este contrato puede ser de distintas formas, a cambio de una compensación económica, de una actividad, ...Antiguamente, en los años treinta, este era sistema muy utilizado, gracias al cual, muchos enfermos dejaron de ver sus dias en los manicomios. El contrato terapeutico que mencionabamos puede ser de dos formas: como "familias sustitutas" o como "familias protegidas". 3.3.5.1.- Las Familias Substitutas. Si tenemos en cuenta dos premisas bsicas para la consecución de la reinserción social de los pacientes, por un lado la obtención por parte del enfermo de un medio de tipo familiar, y por otro la consecución de unas actividades de carácter profesional; por esto se deriva la propia idoneidad de las familias substitutas como un recurso intermedio. Se trata de un recurso substituto de la reinserción dentro de la familia en los casos en que esta no exista, sea imposible o exista un rechazo. Va dirigido para aquellos enfermos con una capacidad de autonomia limitada, como necesidades de dependencia afectiva, de regresión o incapacidad psicomotora. La función del equipo terapeutico que supervisara este recurso, sera el de conseguir que las nuevas relaciones "familiares" superen los aspectos patologicos de la familia anterior.


3.3.5.2.- Las Famílias Protegidas. El motivo fundamental para que la reinserción del paciente no se realize en el seno de su familia suelen ser de dos tipos: el emocional y el economico, que a veces difieren y a veces confluyen. Sera el equipo terapeutico quien valorara estos dos factores, marcando los criterios acordes con las caracteristicas de cada proceso asistencial. 3.3.6.- Los servicios de Formación, Recuperación Profesional i Adaptación Laboral. Ya hemos comentado a lo largo de la ponencia, e incluso todos vosotros lo sabeis perfectamente, lo delicado que resulta el trabajo rehabilitador con pacientes que ya llevan largos años ingresados. Cualquier paso mal dado puede dar al traste el trabajo de varios meses. Al igual que la falta del recurso adecuado puede suponer un escollo dificil de traspasar. Es necesario pues, una larga y lenta vinculación a diversos equipamientos necesarios distribuidos en piramide invertida en relación a las necesidades, la intensidad asistencial, el numero de plazas y la especialización en el proceso rehabilitador. Esta distribución comprendera tres grandes sub-áreas: la social, la ocupacional-rehabilitadora y de formación, y la de capacitación laboral. Esta división será de creación progresiva según las posibilidades y necesidades de cada zona a cubrir. 3.3.6.1.- El Taller-escuela. Se trata de un espacio de formación que sirve de puente entre el Centro ocupacional y las Unidades de Trabajo Protegido, inscrito mediante un horario restringido dentro de las vidades del Centro Ocupacional. Su función será la el endizaje o la recuperación de una actividad laboral especialmente creativa y artesanal dirigida hacia la futura autómia profesional y que se desarrolla a través de distintos campos de acuerdo con las necesidades y los recursos del rio o zona a la que preste sus servicios. En este sentido, dentro de las experiencias prácticas conocidas, destacan por el interés que conllevan, la encuadernación, las artes gráficas, la bisuteria, la costura, la peluqueria, la marqueteria, y la jardineria entre otros. Estos Talleres, que han algunos casos habran de contar maquinaria, deberan estar dirigidos por profesionales especializados bajo la supervisión del equipo asistencial Centro Ocupacional. 3.3.6.2.- Las Unidades de Trabajo Protegido. Orientadas hacia aquellos pacientes que no han podido acceder a una inserción directa dentro de ninguno de los equipamientos hasta ahora mencionados, pero que por el contrario han conseguido una rehabilitación y un aprendizaje suficiente que le facilitan una integración personal posterior.


Estas Unidades han de funcionar bajo criterios de produción y rentabilidad que tiendan hacia la autofinanciación por medio de los recursos de la propia comunidad (tiendas, mercadillos, kioscos, reparto a domicilio, venta ambulante), uso la colaboración con diversas empresas. El control de este recurso sera realizado por los profesionales del Taller-Escuela y por técnicos laborales asesorados por monitores, contando con la supervisión y soporte del Centro de Asistencia Primaria en Salud Mental y del Centro Ocupacional. 3.3.6.3.- Las Unidades de Reinserción Laboral. Al igual que las Unidades de Trabajo Protegido, este equipamiento estará dedicado a aquellos que no hayan accedido a los otros recursos pero que se encuentren capacitados para realizar una reinserción laboral. Esta podra realizarse a través de los servicios de adaptación laboral. 3.3.6.3.1.- Los Puestos de Trabajo Asistidos. Se trata de medios de integración laboral en la comunidad que se situan en la última etapa del proceso de inserción dirigido hacia un puesto de trabajo "normalizado", que será supervisado técnicamente de una manera indirecta y laboralmente de forma directa y siempre a nivel individual. 3.6.3.2.- Plantillas de Trabajo Asistidas. Este servicio comprende un grupo de pacientes rehabilitados, integrados con otros trabajadores en alguna empresa ja existente en el barrio, que seran igualmente objeto de una supervisión técnica indirecta y laboral directa, pero tanto a nivel individual como grupal. 3.3.6.3.3.- Empresas Asistidas. Este servicio constituye el último eslabón en la rehabilitación laboral. Se trata de una empresa configurada por los propios pacientes junto con otros profesionales en régimen de cooperativa. En este caso la supervisión será cada vez más indirecta. 3.3.6.4.- Los Servicios de Orientación Laboral. A estos Servicios han de configurarse como espacio de soporte de los equipamientos descritos en las dos últimas fases, primero en la de ocupación y formación y posteriormente en la de capacitación y adaptación. Sus funciones básicas son las siguientes: la reconstrucción de la história laboral anterior; la información, la sensibilización y la integración en el ámbito laboral, a traves de grupos de orientación laboral; la captación de ofertas, la busqueda de salidas profesionales, cursillos, etc. Al mismo tiempo, las actividades de estos servicios de orientación laboral siempre han de estar coordinados con los centros de Formación Profesional, de Formación de Adultos, el INEM y otros recursos adecuados. El sub-equipo que se responsabilice de esta actividad orientadora estara compuestos


por profesionales de las tres sub-áreas, un Trabajador Social, un Profesor especializado y un Tcnico laboral. En conjunto, de este servicio han beneficiarse la totalidad de los pacientes adscritos al programa de rehabilitación y reinserción social, aunque deba de fijar unos objetivos y unas actuaciones diferenciadas según el momento de la evolución de cada proceso terapeutico. 4.- EL FUTURO DEL AUXILIAR PSIQUIATRICO. 4.1.- Punto de partida. En este último punto deseamos situar el posible debate que debiera generar esta ponencia. Hasta el momento hemos intentado dar cuenta de lo acontecido en nuestro medio en los últimos años. Cual es la situación en la que nos encontramos. Quizas nos hemos excedido un poco en la descrición del programa de reinserción social, pero este programa que aún esta en mantillas puede ser que muy pronto se ponga en practica. Cabe decir que es el programa que tienen elaborado los tcnicos de nuestra Comunidad, que puede que sea distinto del de otras comunidades en cuanto al diseño de la red de equipamientos. Pero a pesar de ser solo un proyecto en Catalunya. Lo que hemos contado existe, aunque no asumido por la Administración, o asumido parcialmente sin un programa de coordinación entre los recursos, por el momento son fruto de la voluntad de grupos de profesionales que buscan una salida laboral y ante la carencia de puestos de trabajo optan por la creación de espacios alternativos que van subsistiendo con muchas dificultades, y sin el respando Institucional. Unos funcionan gracias a subvenciones, otros con becas del INEN, con aportaciones voluntarias de socios colaboradores, con conciertos insuficientes de algún Ayuntamiento o Diputación. Pero lo importante en señalar es que en cuanto se desarrolle un programa y estos recursos dispersos de integren en la red general. Las espectativas de iran al traste, puesto que estos puestos de trabajo ya estan siendo ocupados por un sinfin de profesionales de distinto tipo. Pero muchos de ellos realizan tareas que podriamos decir son propias de un auxiliar psiquiatrico, pero no hay ningun auxiliar psiquiatrico que las realice. Ellos ademas cuentan con una cierta experiencia. No hay pues camino si nuestra actitud continua siendo la misma que hemos mantenido hasta ahora. En futuro, en nuestra profesión va siendo despejado. Es preciso que cada uno de nosotros tome una postura. Existen dos campos el Hospital y la Comunidad. Debemos escoger a cual de los dos desamos pertenecer. En el Hospital donde estamos, el proceso de técnificación, se va a ir implantando, relegandonos paulatinamente, sino entramos en el camino de tecnificarnos. Pero si optamos por querer trabajar en la comunidad, los puestos estan bastante copados, y no sirve el esperar que sea la Institución la que nos abra el camino; en los proyectos que existen para trabajar en la comunidad casi no se menciona para nada al Auxiliar Psiquiatrico, se nos vincula con el triste pasado de las leyendas negras de los manicomios y poco hacemos para que ello se olvide. Son frecuentes los articlos en la prensa haciendo referencia a irregularidades en la conducta profesional de compañeros nuestros. Nuestra actitud es el silencio frente a las acusaciones. Ni afirmamos, ni negamos. Recientemente en la Clinica Mental de Santa Coloma de Gramanet, un compañero se


atrevió a denunciar a otros por los malos tratos que inflingia a los enfermos. El resultado fue el despido del denunciado quien acto seguido le propino una paliza al denunciante, además de denunciarlo al juez por agresión, siendo el agredido. Incidentes como este nos hacen mucho daño. Deberiamos tener una actitud menos corporativista, y ser nosotros mismos los que velasemos porque estos incidentes no ocurran. De no ser así, solo contara el prestigio individual, nunca el del colectivo. 4.2.- La necesidadde una reforma del Estatuto Profesional, para alcanzar una plena integración profesional. Muchos de nosotros en estos momentos nos encontramos trabajando en tareas más rehabilitadoras que asistenciales, pero nuestro trabajo transcurre dentro del Hospital. Historicamente así ha sido y todas las garantias legales lo mantienen. Nuestro Estatuto Profesional data de la ordenanza laboral de 1976 o 1977 en donde se nos asignan unas tareas meramente de vigilancia desconteztualizadas de toda actividad terapeutica. En diez años no se ha producido ninguna revisión de esa ordenanza. Actualmente puede afirmarse que en ningun lugar solo se realizan estas tareas. En las II Jornadas Monograficas para Auxiliares Psiquiatricos, celebradas en Almeria, nos pronunciamos a favor del perfil profesional elaborado en el Congreso de Valencia. A partir de entonces, hemos venido desarrolando las caracteristicas de aquel perfil. Incluso en algunos Hospitales Psiquiatricos, como el Instituto Pedro Mata y el Sanatorio Villablanca, incorporaron ese perfil en el marco de los respectivos convenios colectivos. Hasta ahí todo es correcto, pero hubiera sido necesario contar con alguna disposición de rango superior que vienera a cambiar la ordenanza. En Catalunya, como Asociación Profesional, tras la realización de las pruebas de FP1, es el principal objetivo que nos hemos propuesto. Hemos concertado los servicios juridicos de un despacho de abogados laboralistas, y junto con el asesoramiento de la Conselleria de Educación de la Generalitat de Catalunya, esperamos tenerlo preparado para la próxima primavera. Este nuevo Estatuto es el que debe servir para abrirnos las puertas, tanto en el trabajo asistencial como comunitario. A la vez que nos servira para evitar lo que en otras profesiones se conoce como intrusismo profesional. 4.3.- La organización de la profesión de Auxiliares en psiquiatria en los paises de la Comunidad Europea. En una de las reuniones que mantuvimos cuando aun existia la Comisión Ministerial para la Reforma de la Asistencia Psiquiátrica, el Secretario de dicha Comisión, nos objetava contra nuestra postura en defensa de la FP de segundo grado, que en los paises comunitarios no existian ese nivel de titulación en el campo de la enfermeria psiquiatrica. Que todos los informes abalaban por la reconversión de cualquier título técnico hacia la carrera de enfermeria. Nuestra postura era contraria y argumentabamos que los estudios de enfermeria tal y como estan pensados son para crear "médicos en pequeño", que el auxiliar psiquiatrico debe de ir hacia otras concepciones, más sociales de medicas, pero no


por ello menos sanitarias, sino más tendentes a aspectos de salud publica. De nada sirvieron nuestros argumentos, la formación paso de segundo a primer grado. Pero la formación profesional esta a punto de desaparecer, y este debate se vuelve a plantear. En una de las Coordinadoras a las que asistimos en Madrid, recordamos que se dijo de contactar con el Parlamento Europeo, para ver como estaba estructurada la enfermeria psiquiatrica en los paises miembros. Nada hemos sabido al respecto de si algún compañero realizó las gestiones. Por nuestra parte, nos hemos encontrado con la noticia de la creación de una Comisión dependiente de Parlamento de Estrasburgo que esta realizando un estudio sobre la situación de la enfermeria psiquiatrica en los distintos paises. Según las informaciones que tenemos el tema es el siguiente. A raiz del acuerdo entre los paises comunitarios de un mercado libre entre todos ellos para 1992. Cada país esta realizando una adaptación de su legislación para esta eliminación de fronteras. A partir de la entrada en vigor de estas disposiciones, no sera preciso el correspondiente certificado de residencia para encontrar trabajo entre los paises comunitarios. Cualquier español podra ir a trabajar a Francia, Inglaterra o Alemania sin nigún tipo de certificado más que el que lo capacite profesionalmente. Al igual que cualquier ciudadanos de uno de estos paises podra establecerse en España. Hay quien afirma que con esta medida nuestro pais sera el que absorvera los excedentes de mano de obra estrangeros, puesto que a nivel de profesionales liberales tiene más prestigio en nuestro pais un Smith que un Martinez, solamente por la estetica del apellido, y la valoración que hacemos de nuestros vecinos. El tema aduanero y arancelario es el más debatido a nivel de Gobierno. Pero el tema de la educación no le va a la zaga. De aquí al 1992, es preciso que todas las titulaciones academicas sean homologadas por el Parlamento de Estrasburgo. Los estudios a realizar deben de estar de acorde con los estudios de los demás paises, puesto que despues este profesional podra ejercer su profesión en Sevilla, Roma, Hamburgo, o Manchester, y por tanto su ni vel cultural debe de ser el mismo que cualquier ciudadano de estos paises. Una de las Comisiones creadas por el Parlamento Europeo es la encargada de realizar un inventario sobre la situación de la enfermeria psiquiatrica en los paises miembros. Recuerdese que el único estudio parecido fue realizado por la OMS en 1963, desde entonces ha llovido mucho. Al parecer esta situación cuenta con una delegación que se dedica a recoger información sobre los auxiliares psiquiatricos. En el mes de junio la Asociacion Profesional fue contactada por miembros de esa delegación a fin de aportarles es diversa documentación como el Estatuto Profesional, el perfil y el nivel de estudios necesarios. Aprovechamos el contacto para pasarles un buen dossier, que abarcara algo más de lo que nos pedian. Y estamos a la espera de que sea la propia Comisión la que nos contacte, puesto que así nos lo manifestaron los miembros de esta delegación. Las vacaciones han supuesto un pequeño parentesis encuanto a la información que podemos aportar, pero esperamos que en un pazo relativamente corto, dispondremos de información acerca de la composición de la Comisión, su programa de trabajo sus


objetivos y si disponen de algun material recogido de otros paises. 4.- Hacia un nuevo perfil. Hemos descrito el panorama que en los próximos años influirá de una manera decisiva en nuestra profesión. Si queremos participar de ese futuro es preciso que nos pongamos a trabajar en un nuevo perfil profesional, que supere al existente y que sea capaz de pasar de definir tareas a definir conceptos. Sera en base a ese nuevo perfil en el que nosotros pensamos fundamentar el Estatuto Profesional. En Francia los auxiliares psiquiatricos se encuentran divididos en dos bloques, el asistencial y el educacional. El primero es el que se encarga, fundamentalmente en el interior de los Hospitales Psiquiatricos de las tareas de enfermeria. El segundo, fundamentalmente en la comunidad es el responsable del trabajo de reinsercion. Ambos tienen la misma categoria y un mismo nivel de formacion. Para ser Auxiliar Psiquiatrico, es preciso superar unos estudios de dos años, parecidos a los de F.P. de primer grado. Despues vendra un tiempo de especializacion, en que el Auxiliar debe de escoger en cual de los dos ámbitos quiere desarrollar su trabajo. Entonces dispondra de unos estudios de especializacion. Estos estudios pagados por la Administracion para la que trabaje, consistiran en superar unas materias a nivel acumulativo. Es decir, en un plazo de cinco años debera optener una puntuacion para poder mantener su situacion. Son como nosotros diriamos unos cursos de formacion permanence en los que el profesional tiene cinco años de plazo para realizarlos. Con lo cual garantizan un nivel acorden con los tiempos y que todos los profesionales accedan a esta formacion. Los contactos que hemos mantenido, nos han hecho replantearnos el tema, incluso a nivel de Catalunya los auxiliares en geriatria, disponen de un estatus parecido. Por ello pensamos que en el futuro plateamiento de nuestro perfil estos aspectos deberian ser tenidos en cuenta. Es posible de una cierta desvinculacion del terreno sanitario, en beneficio de una integracion en el terreno educacional o social sea mas fructifera por cuanto el tema de la titulitis no esta tan a flor de piel. Si optamos por este camino, puede que nos provoque algunas enemistades con los estamentos que actualmente trabajan a nuestro lado, puesto de ello nos daria una identidad que es la que estos estamentos nos niegan. Barcelona&Gazteiz Otoño 1988. Lluís Bursó i Molina & Francesc Caparros i Marqueño & Alfons López i Pozuelo & Artur Setó i Ruiz (de la Associació Professional d'Auxiliars i Curadors Psiquiátrics de Catalunya)


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