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El niño entre 9 y 12 meses. Reacciona con estados de alegría o tristeza a expresiones faciales de los padres o personas conocidas. La madre puede enfatizar o detener las acciones del niño con palabras o gestos. También puede estar de acuerdo o protestar, de esta forma la madre puede controlar la actividad del niño. Disfruta de la compañía de los mayores con los que mantiene una relación imitativa. Hace gestos de adiós y aplauso. Este tipo de juego, llamado “imitativo”, tiene un significado importante, porque implica que el niño es capaz de controlar su cuerpo, manipular los objetos, integrar e interpretar una experiencia multisensorial constituyendo una forma de comunicación (el niño observa lo que hace otra persona, coordina la respuesta y tiene un componente afectivo de agrado). Comienza la comunicación con los movimientos, utiliza el dedo índice para señalar, mostrar y compartir , explorar ranuras o huecos. Ejerce prensión de objetos pequeños entre el pulgar y el índice y puede soltarlos a voluntad. Golpea y tira los objetos. Juega a “tomá” y “dame” y a sacar y poner un objeto en determinado lugar.
En este período comienza “a ser visible” para los adultos el proceso de socialización del niño. Se perfeccionan los movimientos y acciones del período anterior. Dice las primeras palabras como “mamá” y “papá”. Puede cumplir órdenes simples como “dame la mano” “dame eso” (que podría ya haber comenzado en el período anterior.)
Figura 9. Juego del tomá y dame.
Figura 10. La prensión de objetos planos es más difícil e implica el uso de los dedos.