El día del lanzamiento se entrevistaron a 18 usuarios, de los cuales el 30% sostuvo que pasaba por el puente entre 1 y 5 veces a la semana, el 55% entre 6 a 10 veces y el restante 15% más de 10 veces. Sorpresivamente, ceca del 80% de las personas entrevistadas aseguró que casi siempre se detiene a ver el paisaje cuando pasa por el puente. Seguramente la respuesta estaba direccionada por el mismo proyecto, debido a que más del 85% de ellos aseguró que el montaje los motivó a detenerse a mirar el paisaje y en general los elementos que se hacían parte del proyecto.
En lo concerniente a la interacción, las respuestas fueron menos homogéneas, cerca de 60% se sintió motivado a interactuar con los elementos que hacia parte del proyecto. El restante 40% no se sintió motivado a interactuar. Algunas persona de este último grupo, no entendían la invitación misma a interactuar que se planteaba desde la propuesta. Así mismo, algunos consideraron que la invitación a escribir debía ser más explicita desde el día en que se montaron los paneles y no esperar hasta el lanzamiento del proyecto. Sin embargo, la mayoría de los entrevistados interactuó con el con los elementos y consideró muy pertinente este ejercicio en un espacio que normalmente no permite ser modificado.
Del grupo de entrevistados, el 60% consideró que los elementos cinéticos del proyecto permitían la interacción, de este grupo la gran mayoría sostuvo que al proyecto se le podrían incorporar elementos que se movieran de manera más contundente con el fin de lograr una mayor interacción. Sin embargo, al preguntárseles cuales podrían ser esos elementos, la mayoría no supo que responder. Todos los entrevistados de este grupo aseguraron haber interactuado con las esvásticas, o haber escrito sobre los muros o las dos cosas. Un dato significativo, es que del restante 40% que consideró que los elementos cinéticos del proyecto no permitían la interacción, aproximadamente la mitad confesó haber movido las esvásticas o haber escrito algo sobre los muros.